El frío lo había abandonado hace un tiempo, pero su cansancio era demasiado como para poder evitar que el vampiro no se fuera. En ese momento era cuando pensaba más en ser una criatura, vaya que sería perfecto no cansarse jamás, de ser así probablemente aun estaría demostrándole su amor a Hero, quizás lo tendría entre sus brazos, llenándolo de besos. Apenas se despertaba y ya estaba arrepentido de haber dejado ir al vampiro, sin duda deseaba tenerlo entre sus brazos.
Se quedó un largo momento mirando el techo, recordando los gemidos de Hero, esa forma en la que finalmente se había dejado querer, como lo abrazaba, como lo besaba, estaba volviéndose loco, completamente enamorado por el que alguna vez fue un siniestro para él. Su corazón palpitaba de lo nervioso, ¿Debía esperarlo? ¿Cómo? ¿Querría pasar más tiempo con él? Una sonrisa estúpida se formaba en sus labios de solo pensar como debía recibir desde ya al vampiro, aunque mientras lo pensaba, compartir la cama una noche, no los hacia novios o una pareja, ¿Debía formalizarlo? ¿Iba muy rápido?
—¡Hero!.... ¡Hero!... —Una voz femenina se escuchaba al otro lado de la puerta.
—Mierda…—Se quejo.
De inmediato tomo sus ropas para vestirse. Los golpes contra la puerta comenzaron pero la mujer parecía no querer ingresar, eso le hacia pensar lo bien entrenados que tenia Hero a sus elegidos, claro que con el carácter que tenia su vampiro… ¿Su vampiro?. ¡Dios! Estaba como todo un idiota esa mañana.
—¡Hero! ¡Vamos!.. ¡Dejame entrar!... Te he extrañado muchísimo.. —Dijo la femenina voz.
—¿Eh?!.. —Tapo de inmediato su boca con sus manos.
—¿Hero? ¿Puedo entrar? ¿Eso es un si?—
Se oculto de inmediato bajo la cama, que de algo sirviera ver tantas películas, si a ellos les funcionaban esos trucos, ¿Por qué a él no?. La puerta se abrió y unos tacones ingresaron con unas medias blancas, sin duda era el uniforme femenino de las criaturas.
—¿Hero?... ¿Dónde estas?... —
Esa voz. La conocía perfectamente. Esa vox era… Dambi. ¿Era un vampiro?. Si bien estaba sintiendo celos, enojo, molestia, no era algo que le quitara la alegría de ese día, pues pensaba en lo ocurrido y aquello había sucedido tiempo atrás, cuando apenas se llevaban bien con el vampiro, se evitaban todo lo que podían y bien, nada era como aquel día, donde la noche anterior eran como dos enamorados.
—Osh.. Maldito vampiro. ¿Qué tanto me hará extrañarle?... —La mujer hablaba sola mirándose frente a un espejo. — Hasta ese Yunho cayo… Maldito Hero, serás mío…—Sus manos se formaron en un puño elevando y bajando sus manos con fuerza, un berrinche de niña pequeña. — Osh..
¿Era demasiado ponerse celoso?, bien, si lo estaba y bastante, pero se repetia una y otra vez en su cabeza. “Vamos.. Tu fuiste quien lo tuvo gimiendo toda la madrugada”. Si bien se tranquilizaba, estaba sintiendo celos por Dambi, esta podía tenerlo todos los días a su lado, entrenamientos con él, todo con él. ¿Sentía celos de una mujer? ¿Quién lo diría?, los días más extraños habían llegado. Termino golpeando el suelo cuando escucho la puerta cerrarse y salio de su escondite arreglando su uniforme. Debía salir de ese castillo, y pronto.
Asomo su cabeza por la puerta, claramente saltar por la ventana no era una opción, no eran ni uno y dos pisos, estaba en una torre. ¡Una torre! ¿Qué tan caliente estaba la noche anterior para no notar como subio a esa torre? Oh, cierto… JaeJoong había teletransportado sus cuerpos. En definitiva, todo un idiota esa mañana.
—¿Hero? —
—¿¡Otra vez?! —
Apenas había logrado sacar su cuerpo de esa habitación y volvió a meterse bajo la cama, no debía ser descubierto, tanto para no tener problemas el, como para no darle problemas al vampiro. La voz femenina era diferente, Dambi no sonaba así, seguramente era otra de sus elegidas que estaba en busca de su líder, por lo que se tranquilizo y espero a que esta ingresara y viera por si sola que no se encontraba el vampiro.
Unos tacones diferentes ingresaron a la habitación, igualmente la ropa que la mujer traía, aunque apenas lograba ver parte de lo que podría ser un vestido, pues veía la piel de las piernas femeninas caminar por la habitación en busca de algo, completamente en silencio. El cuerpo de esta se ubico en la cama, se sentó cruzando sus piernas, la comodidad podía verla, ¿Esperaría a Hero hasta su regreso? ¿Cómo saldría de ese lugar?
—¿Vas a quedarte ahí abajo todo el día? — Le escucho decir.
Sus ojos se abrieron de inmediato, ¿Cómo le descubrió sin siquiera ver bajo la cama?. Trago en seco saliendo con cuidado de su escondite, afirmo sus brazos en la colcha buscando ponerse de pie. Nada más logro ver el cabello de la mujer, esta estaba de espaldas con un vestido blanco, corto, escotado de la espalda. La figura.. Se le hacia conocida.
—¿Qué tal? Yunho…—
—¿Eh?!... ¿Quién?... —Rodeo la cama para encontrarse finalmente con el rostro de la fémina. — ¿H-Hara?
—¿Tan rápido te olvidas de mi rostro?.. —La mujer movió su mano cerrando la puerta con una ráfaga leve de viento, incluso el seguro se cerró.
—N-No.. No es eso. Digo, me sorprendí. Pero… Eh…—Dijo nervioso.
—Tranquilo. Sentí tu presencia aquí y vine para sacarte. — Hara sonrió dando unas cuantas palmadas en la cama.
—¿Eh? —
—Me pregunto como entraste aquí… Más aun que Hero no te matará. —Dijo mirando al moreno de pies a cabeza. — ¿Eres amigo de la sanguijuela?
—¿Sanguijuela? ¿Así le dicen? — Arqueo una ceja.
Hara rio mientras asentía.
—No nos llevamos muy bien, pero nos soportamos, le tengo cierto cariño a Hero y el a mi aunque no lo admita. Ya sabes… Ángeles con criaturas de la oscuridad no nos llevamos muy bien. —Se encogió de hombros. — Muchos pecados…
—Es cierto.. Es un ángel—
De inmediato vino a su cabeza los recuerdos de aquella batalla, donde las hermosas alas blancas de la mujer se abrieron frente a él, tan grandes y con un plumaje envidiable incluso de sus almohadas.
—Siéntate.. Tenemos que hablar, ¿No? —Pronunció acomodando sus piernas.
—¿Hablar? ¿De qué? —
—Soy un ángel Yunho, somos seres puros y capaces de ver el aura de las personas. ¿Enamorado? —La mujer abrió su palma al cielo dejando ver una luminosidad en especie de humo volverse rojiza.
—¿P-Por qué dices eso?... ¿No puedes leer la mente o si?. Dime que no ves recuerdos y esas cosas, por favor…—Prefirió asegurarse. Se acercó a la mujer sentándose a su lado algo temeroso, tener a una líder frente a el buscando información, era incómodo.
—Se que estás enamorado. ¿Por qué no me cuentas? Anda.. Anda.. Me gustan las historias románticas. — Hara pronuncio realmente emocionada.
Era extraño tratar con la líder, parecía una mujer amable, completamente diferente a la que conoció en clases y diferente a los otros líderes, no era sombría, mucho menos misteriosa, daba de cierta forma una tranquilidad, como si esta no pudiera mentir ni mucho menos actual mal, como un ser celestial.
—¿Por qué el que este enamorado te interesa tanto?. —Preguntó extrañado de la situación. La mujer no se dio vueltas en el tema, sino que fue directamente al grano.
—Hm…—Soltó un suspiro. —Me pregunto como es que Hero no te ha matado viniendo aquí, o ¿Cómo es que llegaste aquí?, ¿Cómo es que Hero fue a ayudarte en la batalla?... Vamos… Soy un ángel, puedo ver auras y se que Hero siente algo por ti…—
De inmediato se sorprendió abriendo sus ojos y desviando su mirada al suelo, ¿Cómo responder?, ¿Se le podía mentir a una criatura? ¿Cómo es que lo sabían todo? Nada pasaba desapercibido de las criaturas, lo que le llevo a preguntarse. ¿Cómo es que MinAh no había notado en lo que Hero y el se encontraban? ¿No era la más poderosa?
—¿Cómo sabes que Hero siente algo por mi? Digo…—Rio nervioso. — Es un hombre ¿No? ¿Por qué me gustaría un hombre?. No..No..No..
Hara negó.
—No lo sé. Lo deduje. — De pronto, el ángel se puso de pie caminando por la habitación, observando la imagen enmarcada del vampiro, que por la vestimenta y la clase de fotografía, era una época diferente. — Hero jamás se preocupó por alguien antes, todo siempre era el y su clan. Y eso.. —Chasqueó su lengua. — No se salvaban todos en su clan, mato a muchos…
—Pero Hero es…—
—Oh… —Se giró encontrándose con la mirada de Yunho. — No me digas nada sobre las relaciones por la sexualidad. No entiendo nada de eso…—Llevo su mano a su pecho. — Los ángeles somos seres de luz, no tenemos sexualidad. Llevamos si el cuerpo terrestre como un humano, y nos divertimos en el sexo como cualquiera de ustedes, pero nuestra procreación y forma de amar no va por la sexualidad. Así que… —Se acercó insinuante al moreno. — No trates de engañarme… ¿Te gusta Hero? ¿No?
¿Seres de luz? ¿Cuerpos humanos? ¿En que mundo estuvo viviendo todo este tiempo? Sin duda la mujer había traído más confusión a su cabeza, no entendía en absoluto como un ser de luz tomaba un cuerpo humano, y ¿Cómo se supone que procreaban si no era a través del sexo?. Termino tragando en seco al escuchar su última pregunta, sus ojos buscaban algún lugar fijo por la habitación, ver a la mujer a los ojos le causaba un poco de miedo, ¿Qué tal si podía hacer algo con ellos?
—¿Yunho?...
Tomo aire y finalmente suspiro, derrotado.
—Así es… Quiero a Hero. —Admitió.
—¡Si! ¡Lo sabia! Esa maldita sanguijuela finalmente se enamoró…No pensé que este día llegaría. —Dijo emocionada sentándose una vez más junto al moreno. — Cuéntame todo. ¿Cómo es que lo enamoraste? ¿Sabes que Hero es peor que un iceberg?
Asintió a las palabras de esta mostrando una sonrisa nerviosa.
—Espera…¿No vas a borrarme la memoria ni nada de eso?
—No… Claro que no. Lo hago y seguramente Hero mata a media ciudad. —Vio a la mujer apretar los labios. —Además no puedo borrar la memoria, a menos que te mate… Puedo hacer otras cosas. No tenemos las mismas habilidades
Tomo aire y suspiro aliviado.
—Oh.. Perfecto. Entonces puedo confiar en ti. —Sonrió más tranquilo. — Bien… ¿Sabes que Hero es muy conocido en la academia, no?
—Tsk. Los alumnos lo ven y sus auras demuestran, miedo, admiración, odio.. Uff, infinidades de emociones. Claro que lo sé. Es muy popular entre los humanos… Siempre lo fue. —
—¿Ah si?... Siento que aun me falta demasiado por conocerlo. —Bajo el tono de voz.
—Tienes la eternidad para hacerlo, Yunho. —Toco el hombro del moreno. — Pero ahora que lo dices. No puedes ser un lycan, ¿Lo sabes, no?
—Si… Hero ya lo dijo. No se que hacer. —
—Ahora entiendo porque Hero estuvo tan extraño en la elección…Hm…—
El silencio se apodero del ambiente, mientras el tenia la mirada baja, fija en el suelo, la mujer intentaba reconfortarlo. Hara no parecía mala persona, al contrario, ser un ángel podría ser de buena ayuda para tener cierta tranquilidad entre las criaturas, algo malo no podía esperarlo de un ángel, parecía tan tranquila.
—Primero quería quitarle las gafas a Hero, ver que ocultaba, pero no me dejo. Cuando conseguí quitarle las gafas… Su belleza me atrapo. Pensé que me estaba atrayendo nada más su belleza tan femenina, pero no lo estaba viendo como una mujer. Después vi sus ojos y me bebió mi sangre. Extrañamente no me mato, pero mientras lo tenia cerca, mi corazón latía tanto…—Poco a poco ese deprimido rostro cambio a una sonrisa, de aquellas idiotas, idiota enamorado. — Lo bese y el casi me mata. Me tiro contra la cama dejándome casi inconsciente. Intento más de una vez borrarme la memoria pero no lo hizo. Y… Comenzó a mostrarme su otro yo, diferente, nada siniestro…
—Wooh… ¿Realmente Hero dejo de ser un iceberg contigo?. Mira que eso nadie lo ha conseguido.. Ni siquiera Kibum. — Dijo la mujer interrumpiéndole.
—¿Quién es Kibum?. — Preguntó.
—Su mejor amigo hace doscientos años. —
—¿Do…Qué?. — Se sorprendió. — ¿Cuántos años tiene?
—Tenemos más de tres siglos. Conocemos lo que ustedes llaman creación del mundo. Nada más es el nacimiento de su raza humana. Las criaturas existimos desde antes… Después de los dinosaurios, los dioses del olimpo… De hecho, somos descendientes de ellos… Bueno, esa historia es larga… Continua.. —
—Dios… Esto es peor que las clases de historia. —Tomo su cabeza con ambas manos despeinando su cabello, soltando un nuevo suspiro, esta vez uno pesado. — Trescientos años… Dios… Es por eso que Hero era un tipo siniestro. ¿No se cansan de vivir?
—La verdad es que si… Todos tenemos problemas que nos llevan a pensar en la muerte, pero somos pocos los seres sanguíneos que quedamos, sin nosotros no hay transformaciones. Y eso nos llevaría a la extinción… El equilibrio del mundo depende de nosotros, como la vida humana. — Tomo una pausa. — Así como los angeles y demonios nos encargamos del bien y el mal en el mundo, la naturaleza… Las demás criaturas ven otro tipo de equilibrios en el mundo… Pero si, aunque Hero jamás ha querido morir.
—¿No? ¿Entonces? —
—Siempre dice estar destinado a la soledad. Desde que lo conozco ha querido ser el mejor en todo. El padre de Hero fue el primer vampiro en el mundo en tener un rango dorado, él es el segundo, aunque Hero supero a su padre hace mucho…—
—Rango dorado… ¿Por sus ojos? —
—Si. Sus ojos no los tiene otro vampiro, son únicos. —Relamió sus labios. —Yo diría que Hero esta a un nivel muy cerca de MinAh… Si no es que ya la supero…
—Dios… Es demasiado…—Dijo sorprendido poniéndose de pie para caminar por la habitación. — ¿Qué debi hacer entonces? ¿Cómo puedo quedarme con el sin ser un lycan y sin perder la memoria?
—Ya lo sabes, ¿No?. MinAh te quitara todos los recuerdos y te enviara de vuelta a la ciudad. Claro… Si te niegas a ser lycan, claro. —
—Pero ser uno de ellos… Tampoco me dejara estar con él. —
—Es la naturaleza…—Susurro. — Lo siento…
—Tiene que haber una forma. — Dijo sentándose rápidamente al lado de la mujer. — Hara… Yo amo a Hero. No quiero perderlo. Ayúdame….
Salir del castillo pareció aun más sencillo con la ayuda de Hara. Su cuerpo se sintió liviano por un momento, y era por estar volando sin problema alguno con la mujer. De una ventana a otra viajo por el cielo gracias a las grandes alas de la líder ángel. Había ganado una nueva amiga en tan pocas horas, una charla que seguramente había durado demasiado, pues estaba completamente hambriento, tanto que apenas estuvo en su habitación, bajo hasta la sala común a preparar algo.
En la cocina, organizaba las cosas para hacer algo sencillo, no sabia hacer nada más que unos fideos parecidos al ramen, comida instantánea y bueno, eso haría, solo quería pasar el hambre e ir en busca del vampiro otra vez, necesitaba formular un plan para dar finalmente su decisión. No sería un lycan.
—Ese maldito vampiro. ¿Cómo pudo hacerle eso?. — Escucho a Jonghyun quejarse junto con una mujer que parecía ser de la misma raza.
—¿Qué hubo Jong? — Dijo en saludo algo más amistoso, estaba de buenas.
—Oh Yunho. ¿Dónde estabas? Te estuvimos buscando toda la mañana, pensamos que algún vampiro te había capturado.
Y aunque así era.
—¿Eh?.. Tengo unos amigos.. Si.. —Rio nervioso.
—Taec te estuvo buscando y..
—¿¡El es Yunho?! — Dijo la mujer.
—Eh.. Si, soy yo. —Respondió.
La dama se acercó de inmediato hasta el golpeando su rostro en una cachetada que claramente dolió. Llevo de inmediato su mano a su mejilla, la mujer no media su fuerza de criatura, menos con el que era humano.
—¡Por tu culpa ocurrió todo! ¿Sabes que le hizo ese maldito vampiro a nuestro padre?! — Gritó.
—¿Eh?.
—¡Hyori! ¡Hyori! Tranquila…—Vio como Jong tomo a la mujer de los hombros deteniéndola. — El no tiene la culpa. Fue Hero quien busco pelea…
—¿Hero?.. —Su corazón se detuvo. — ¿Qué paso con Hero?
—¡Deberías preguntar que le paso a nuestro padre! ¡Pedazo de idiota!. —
—Hey..Tranquila Hyori. Taec esta bien. Solo debe descansar. MinAh ya hizo todo.. —Dijo el perro. — Taec y Hero se pelaron esta mañana.
—¿Qué? ¿Qué paso? — Desesperado.
—No sabemos nada del vampiro. Pero Taec recibió una mordida y estuvo en coma hasta que MinAh intervino. —
—Ni siquiera quería que MinAh lo viera…—Dijo Hyori en un susurro. — Si no la llevamos a Beta, seguramente Taec hubiera muerto…
—¿Saben dónde esta Hero? —Se acercó de inmediato a los otros dos.
—¿Qué te pasa? ¿No deberías preguntar por Taec? ¡Es tu líder! —Gritó una vez más la fémina. — Eres un idiota. Te preocupas por quien casi lo mata…
Su corazón estaba siendo apretado cada vez más, su pecho contraído, el miedo que estaba sintiendo era increíble, si Taec casi moría, ¿Qué había pasado con Hero? ¿Dónde estaba? ¿Por qué no le dijo dónde iba?. Mierda… Solo deseaba golpear al par frente a él quienes no le daban información, tan solo se quejaban por la lealtad a su líder, que de líder para el no era nada.
Una figura ingreso por la puerta buscando con la mirada al alrededor. A un paso lento se acercó a ellos observando como los dos lycanes se inclinaron en un saludo cortes al que parecía superior. Como si hubiese ingresado algún tipo de rey al lugar.
—¿Tu eres Yunho?. — Preguntó.
—Si, soy yo. — Dijo tragando en seco.
—Soy Kibum. Líder híbrido. — Se presentó. — Debes venir conmigo…