No sentía debilidad alguna, pesé a perder sangre durante toda la noche, parecía que su cuerpo ya era inmune a los colmillos del vampiro, claro que todo era una parte de su imaginación, pues el elixir que Kibum le había dado hacia todo el trabajo de mantenerlo completamente sano. ¿Elixir?, ¿Así debía llamarle?, el líquido tenía un sabor metálico y amargo al tragar, sabía que era sangre, más, el híbrido no dijo nada. ¿Qué sangre era? No le encontraba mucho sentido darle sangre a el cuándo debía alimentar de la misma forma al vampiro. A final de cuentas el frasco quedo completamente vacío, sin gota alguna del supuesto elixir. De darle alimento una vez más a Hero, debía de asegurarse que este no se enterara del frasco vacío, de lo contrario, sabía que no aceptaría beber su sangre por no tener como recomponer su propio cuerpo.
Acomodo una vez más el cuerpo de JaeJoong entre sus brazos, luego de dejar el cristalino sobre el mueble como lo había hecho cientos de veces durante la noche, esperando que este creyera que aun tenia contenido. De inmediato el cuerpo ajeno se abrazó al propio, buscando su calor, que a diferencia de la temperatura que este tenía, su cuerpo humano podía mantener el calor entre ellos, no por parte del vampiro, pues su piel era completamente helada.
Aun recordaba, o más bien, dejaba pasar una y otra vez por su cabeza, la voz del vampiro en esas hermosas palabras, una suave pero apasionante declaración. ¿Quién lo diría?, a esas alturas era la pregunta que más aparecía en su cabeza, ¿Quién lo diría?, el mujeriego que siempre fue Yunho Jung, se había enamorado de un hombre, y no cualquier hombre, este era un vampiro, una criatura mitológica que aun creía existente solo en libros, pero la realidad lo obligaba a poner sus pies sobre la tierra, y creer en lo que tantas veces le llamaron un cuento.
Tuvo que controlar sus impulsos por hacerle el amor la noche anterior. Había sido tan difícil contenerse. Con aquel te amo de los labios contrarios, más esos besos que parecían desgastar sus bocas, ahogar los gemidos entre los roces, y el contacto de sus cuerpos. Dios, no podía pensarlo o seguramente tendría un gran problema que no podría arreglar. Pero era imposible no pensarlo, aun sentía sus emociones a flor de piel.
Y aquella lagrima, jamás pensó que JaeJoong aun con sus ojos en ese estado, derramaría lagrimas ante tal confesión. No era como si no la creyera sin ella, pero fue la pisca que le demostró que todo era real. Entonces era cierto, el vampiro no amo antes, conocía el sentimiento pero aun asi no creía en el, como su mundo para el era ficticio, asi era para el vampiro el amor, algo inexistente, excusas para apoderarse de una persona, todo eso, hasta que le demostró lo contrario. Si el le enseño de un mundo sobrenatural, repleto de magia y lo que parecía ser nueva vida, el se enseñaría lo que había tras sus cuerpos, sensaciones, emociones. Ver el mundo con los ojos del otro, eso necesitaba JaeJoong.
El sueño, el descanso, era lo menos conoció esa noche, siendo alimento claro. Por un momento pensó que cuidar a Hero sería inútil, un humano como él podía caer en cualquier momento en un profundo sueño, pero al final de cuentas, la sangre que Kibum le dio para el cuidado de su cuerpo, le dio en todo momento, fuerzas y energías, dejando de lado las necesidades humanas como dormir.
—JaeJoong…—La voz de Kibum los alerto de inmediato.
Ambos se sentaron rápidamente en la cama soltando sus cuerpos no porque serían vistos por el híbrido, sino que la voz que este utilizo al aparecer de la nada en la habitación, seguramente traía…
—Tengo malas noticias. —Dijo con la voz agitada.
—¿Qué corrió? —Dijo tomando la mano de JaeJoong.
—¿MinAh lo sabe?. — Pregunto exaltado el vampiro.
—Extrañamente… No. —Tomo aire. — Taec no le dijo nada. Más bien le dijo que tuvieron una disputa que intentaron arreglar y termino así. Pero..
—¿Estas bromeando?. ¿Por qué Taec me ayudaría? El no sabe nada sobre Yunho y yo. —
Las palabras de JaeJoong formaron una sonrisa en sus labios, aunque por el ambiente debía evitarlas, no pudo hacerlo, se escuchaba tan bien de sus labios aquella unión.
—¡Tu! Borra esa sonrisa de tu rostro. Esto es serio. —
—Yo… Si.. Lo siento. —Carraspeó. — ¿Cuál es la mala noticia?
—Taec te transformara. — Tomo una pausa. — En esta luna llena.
—¡Eso es este sábado! —
Su corazón se detuvo, estaba asustado, ¿Cómo se libraría de esa transformación?. JaeJoong intento ponerse de pie, cayendo sobre la cama de inmediato ante tan brusco movimiento, sus ojos no estaban preparados aun para darle el uso a sus habilidades, y su cuerpo aun agotado, solo obtuvo un mareo además de la rabia e ira que estaba sintiendo. Lo imaginaba, pues el al contrario, estaba asustado, temeroso, ¿Era cierto que perdería a JaeJoong al ser un Lycan? ¿Cómo era la naturaleza? ¿Qué poder tenia sobre ellos?
—¡Eish! JaeJoong… Quédate quieto. —Pronunció el híbrido recostando una vez más el cuerpo del vampiro sobre la colcha.
—Kibum…—Pronunció en un susurro.
—¿Eh?... —
—¿Eres un híbrido, no?. —Preguntó. — Tus padres… ¿Qué raza tenían exactamente?
La curiosidad no era saber más de Key, sino saber más allá. Hara había tenido una larga conversación con el, tenía información tan útil y arriesgada como otra que descartaba para ser utilizada, entre ellas, la especie de los híbridos era quienes más llamaban su atención, pues… Si nacieron de la nada. ¿Cómo un vampiro podía enamorarse de un lycan y tener hijos?
—Vampiro y Lycan. — Respondió sin quitar la mirada del vampiro. — Si buscas saber como es que ellos lograron estar juntos. Es un tema complicado.
—Necesito saberlo. Tengo que encontrar respuestas… Sino, ¿Cómo le demostraré a JaeJoong que podemos estar juntos aun después de la transformación?
—Porqué no es posible. —
—¿No? —
—No…—Suspiro. — Tarde o temprano uno de ustedes morirá.
—Pero…—
—La naturaleza es así Yunho. No puedes juntar gatos con perros, ni el mar con el cielo. Cuando los híbridos nacieron, otra especie debió nacer para mantener el equilibrio. —La mirada del híbrido comenzaba a asustarle, este tenia los ojos de un color violaceo azulado, con un brillo que cambiaba en su interior en todo momento. — Los doppelganger son criaturas casi extintas, probablemente existan un par en todo el mundo. Y no, no son copias como ustedes les conocen, ellos toman nuestras habilidades y pueden utilizarlas a su gusto… La naturaleza hizo eso Yunho.
—No lo entiendo. ¡No lo entiendo! —Dijo exaltado. Estaba perdiendo la cordura cuando sintió la mano del vampiro sobre la suya siendo acariciada.
—No es algo que puedas entender aun… Eres humano. —Dijo el vampiro.
—¿Por qué?... —
—Es simple Yunho. — Interrumpió Key. — Si eres uno de ellos, y estas cerca de JaeJoong, lo debilitaras, se volverá cada vez más vulnerable por tener que aguantar su aura, tu presencia. Y tu sangre… Cambiará. JaeJoong no podrá alimentarse de ti, una sola mordida de JaeJoong, un rasguño y le dices adiós a este mundo. —Estiro su brazo apuntando la ventana. — Escuchaste lo de Taec. Esta grave solo por una mordida, imagina si esa mordida te la da Hero cuando seas un lycan.
—Yo…—
—No… ¡No!. No dejaré que Hero sufra por un error. —Elevo el tono de voz. — ¡Te dejas de cobardías maldito humano y te pones a…!
JaeJoong detuvo los labios del híbrido con sus manos, solo el silencio y la tranquilidad volvió a reinar en la habitación, una incómoda, sin ser interrumpida por ninguno de ellos, nada más sus respiraciones escuchándose lentamente, inhalando y exhalando.
Finalmente estaba entendiendo. ¿Por qué JaeJoong no le dijo eso antes?, mientras más lo pensaba, más concluía en el hecho de que este lo aceptaría incluso siendo un lycan. ¿Estaba desde un principio dispuesto a correr el riesgo de debilitarse hasta morir?, claro que lograrían morir juntos, lo cual menos sentido tenia, si pretendía ser una criatura para pasar su eternidad al lado del mayor.
—Lo siento. — Se disculpó. — Odio no poder hacer nada y menos comprender su mundo… Es peor que ser extranjero.
—No te preocupes. Perdóname también…—Dijo el híbrido. — Me deje llevar…
—Quiero descansar. —Interrumpió el vampiro.
—Cierto… Debería irme. —Dijo Kibum poniéndose de pie.
—No. Quédate. — Se acercó sin miedo alguno robando un beso de los labios del vampiro.
Termino acariciando su mejilla mirando aquella venda que no le permitía observar los tan hermosos ojos dorados. El miedo cada vez consumía más su cuerpo, pero estaba decidido, tenía que acabar con todo de una vez, no podía mantener las cosas de esa forma, ser un lycan… La verdad era que… No podía hacerle daño alguno a JaeJoong. Mientras este se encontraba inestable, era el momento perfecto para darle fin a todo sin que este se enterara.
—Te amo…—Susurro. — Nunca lo olvides JaeJoong-Ah….
—¿Dónde vas?. —Se alertó el vampiro tomando su mano para detenerlo.
Su pecho se comprimió, realmente dolía tener que dejarlo.
—Iré… Por una ducha nada más, volveré en seguida. — Mintió.
—Cuida de él…—Le dijo al híbrido.
Sus miradas se conectaron por un largo momento, los ojos del híbrido denotaron una luz azulada para luego asentir. Termino tomando aire y soltando un suspiro suave. Estaba decidido.
Caminar por el bosque era un horror a esas horas, el sol sobre su cuerpo causando un calor que termino por arrebatarle el vestón, y dejarlo caer en cualquier lugar mientras seguía su camino. En las profundidades, donde los árboles se hacían cada vez más grandes, las flores adornaban como un paraíso, hasta que el sol se perdió entre las ramas, y fue cuando soltó su primer llamado.
—¡Hara!. — Gritó.
Tras su primer llamado, el viento se hizo más fuerte, con más potencia, pero sin obtener respuesta alguna, volvió a llamar.
—¡Hara!. —
Y fue entonces cuando las enormes alas blancas aparecieron en el cielo creando remolinos de viento mientras descendía. Cubrió sus ojos como si esta fuera una de aquellas enormes maquinas, helicópteros. Solo hasta que toco el suelo, el viento se detuvo y logro ver con claridad el cuerpo frente a él. La mujer guardo sus grandes alas en su espalda, recogiéndolas nada más, pues supuso o más bien adivino que tendría que usarlas una vez más.
—¿Qué ocurre? — Dijo el ángel. — ¿Estas listo?
¿Estaba listo? ¿Lo estaba?. Una decisión que finalmente cambiaría todo. Desde aquella charla con Hara podía ver las cosas de otra manera, más Key… Le abrió los ojos una vez más. JaeJoong no era el culpable de nada. Jamás tuvo la culpa. Él había sido quien se involucró en su vida, quien llego de la nada a hacer un revoltijo la vida del vampiro, quien despertó esos sentimientos, quien lo enamoro. La razón de aquella pelea.. El fue el culpable todo ese tiempo y JaeJoong estaba sufriendo por su culpa.
No había sentido antes esas emociones, de la noche a la mañana debio resistirlas, más sentirse presionado por él y sus apariciones, enamorarse, pensar en un futuro. Imaginaba que la cabeza de Hero no debio estar del todo bien esos días, y el para peor le daba más problemas. Era su única salida, aceptar.
—Estoy decidido. Lo haré. — Pronunció sin titubeos.
Apretó sus manos en un puño con cierto temor, sabia que la mujer lo notaria, pero no quería volver atrás, había tomado una decisión y la cumpliría hasta el final. Era la única salida de todo el drama que había conseguido. El mundo sobrenatural no era como en los libros, la realidad era tan diferente.
—Sabes bien cuáles son las consecuencias Yunho. — La mujer junto sus manos hasta hacer aparecer entre ellas un collar por arte de magia.
—Lo sé. Adelante. —
—Fue un gusto conocerte Yunho. Espero verte en un futuro… O en otra de tus vidas… —Pronunció la mujer con una sonrisa.
¿Volvería a sentir esa sensación? Estar sobre los cielos aunque sostenido por una mujer, se sentía realmente bien, estaba volando prácticamente, el sueño de cualquier humano, volar sin necesidad de utilizar una máquina, en su caso, eran alas, las de un ángel que le guiaba poco a poco a un gran cambio en su vida.
¿Qué pasaría luego de perder su memoria? ¿Volvería a su vida normal? ¿Cómo estaban sus padres? ¿Sería lo mismo una vez más? ¿Volvería por sus novias? ¿Tendría la misma satisfacción? ¿Cómo lo tomaría JaeJoong? ¿Lo haría sufrir por su decisión? Seguiría vivo, más no lo reconocería.
Su mirada viajo por el paisaje, los arboles, como si estuviera despidiéndose de ellos. Los castillos, Ypsilon, castillo del sol, de la luna y Sigma. Su mirada se detuvo justamente en aquella ventana, donde sabia, se encontraba el vampiro. ¿Podía sentir su presencia incluso a esas alturas?, claro, sus ojos estaban dañados, era probable que Key estuviera alerta, pero lo dudaba, estando tan preocupado por su mejor amigo. Sin duda era el mejor momento para esta vez, el realizar sus movimientos. Como humano, difícilmente le ganaría a la híbrida, era inútil en comparación a ella. ¿Había otra forma de luchar?
Lo había decidido, y no había vuelta atrás. Su cuerpo se sentía extraño, aun así no había cambio en el, parecía que todo seguía normal nada más con el miedo que tenia de enfrentar finalmente a la gran híbrida de la que todos hablaban, más conocida como MinAh, una mujer que probablemente era años mayor que él, físicamente, pues no tenía apariencia alguna de ser una vieja o completamente adulta.
Su mirada se encontró con la del híbrido poco antes de llegar a Black Rose. Solo pudo entregarle una sonrisa y despedirse de este con su mano, era un simple adiós. Las despedidas dolían demasiado para detenerse a darlas formalmente, menos cuando se trataba de quien se amaba. No se despediría de JaeJoong, porque no iba a morir, quizás sus recuerdos desaparecerían, pero el seguiría vivo en su corazón, ¿No?
Era increíble como por la ventana la ángel cerro sus alas de tal forma en la que atravesó estas hasta llegar del otro lado de la habitación, como toda una experta, dejando su cuerpo frente al escritorio de la directora, quien en ese momento leía unos cuantos papeles sin tomarle importancia a la presencia de ambos en el lugar.
—MinAh. —Dijo Hara acercándose al escritorio de la mujer, dejándolo solo atrás.
—¿A que se debe esta intromisión? —Pronunció la mujer con aquella voz parecida a a la siniestra que tenía JaeJoong.
—El es Yunho Jung. El causante de la pelea de Hero y Taec. —Hará le culpo.
—Espera.. Yo.. — Intento excusarse.
—Así que fuiste tu. ¿Qué hiciste? — La mujer finalmente les tomo toda la atención, dejando de lado sus papeleos para fijar su mirada en sus propios ojos, la cual desvió sin darle importancia.
—Yunho se rehúsa a ser transformado. — Una vez más, Hara hablo por él.
—Déjame adivinar… Hero te quiere como vampiro y Taec como lycan. ¿No es así?. — Pronunció una vez más la híbrida buscando sus ojos.
Escucho como esta se puso de pie, haciendo resonar sus tacones contra el suelo mientras se acercaba poco a poco hasta él.
—No quiero ser parte de su mundo. No quiero ser lycan. No quiero ser un vampiro. —Dijo finalmente en una voz firme.
Busco esta vez la mirada de Hara, quien le sonreía como si nada ocurriera, ¿Era normal que un ángel jamás dejara de sonreír incluso en un momento como ese?. Su pecho se sentía comprimido, su respiración agitada, y esos deseos por derramar lágrimas aun los aguantaba. Dolía a horrores olvidar lo que tanto amaba, lo que jamás pensó que iba a amar. Finalmente se sentía amado, y él amaba, pero era como decían… La felicidad era inalcanzable, o al menos para alcanzarla, era un camino lleno de obstáculos. ¿Ese era uno más? Tal parecía ser de los peores, no tenía salida alguna, peor que un laberinto.
—¿Te han dicho lo que ocurre con aquellos humanos que se niegan a cooperar? — Pronuncio la mujer ya frente a él.
Sintió como esta tomo su mentón elevándolo para buscar su mirada, más el solo observaba a la ángel.
—Borre mi memoria. —Dijo finalmente.
Cerro sus ojos con fuerza formando una leve sonrisa en sus labios. ¿Ese era el fin?
“Te amo JaeJoong” Pensó poco antes de abrir sus ojos.
Solo vio el brillo de los ojos femeninos tomar los propios al momento de escuchar un gran grito.
—¡Yunho! —