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¿Hero? por MiRoApril

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Notas del capitulo:

Recomendación para la lectura...

 

https://www.youtube.com/watch?v=ML0XFlWkEvk

 

No sabia que rayos hacia en una dirección como esa,¿Que había hecho para que le llamaran la atención?,  mierda, sin duda no podía controlarse en los más mínimos impulsos, ¿Que dirían sus padres ahora?,  solo faltaba que le enviaran al servicio militar por su comportamiento, lo cual no le sorprendía., pero no, ¡No!, el llego a Black Rose para cambiar su vida, todo iba muy bien, ¿Que había hecho?. El ambiente estaba tenso, muchos maestros en el interior, estaba la muy misteriosa maestra de biología y ese siniestro maestro de matemáticas. Evitar contacto visual, era todo lo que se repetía. 

 

—Pero, ¿Que fue lo que hice?.—Dijo intentando recordar algún error.

 

 

Si estaba en ese tipo de problemas, debió ser algo muy malo y bueno a la vez, pues no recordaba nada en absoluto. ¿Bebió?  Pero, ¿Había alcohol en ese lugar?. ¿Lo descubrieron teniendo sexo? ¡Oh! Probablemente el siniestro le descubrió con Dambi en el bosque, ¿Que ocurrió esa vez?, recordaba un par de piedras y.. No, no tuvieron sexo. Quizás otro día se vieron y les descubrieron. Dolía su cabeza de tanto pensar.

 

—¿No puede darme otra oportunidad? —Dijo

 

—¿Yunho?...—Escucho el llamado del siniestro en una voz diferente.

 

 

 

Con cierto temor de ser regañado por el tipo siniestro, su mirada se alzo buscado la contraria. Este no llevaba las gafas oscuras, y aquellos ojos completamente dorados llamaron su atención al instante, más solo salio de sus simples palabras.

 

—¿Si? Maestro. —Dijo en respuesta.

 

 

—No bromees Yunho. — Ubico su mano en su hombro. —¿Me recuerdas?

 

¿Recordarlo?, claro que lo recordaba. Junsu y Changmin le hablaron de el y de su apego a esa gafas oscuras, ¿Por qué las había dejado?, ¿Y como fue que se las quito?. Además esa mirada, ¿Dónde estaba el tipo al que le tomo incluso miedo en la primera clase?, estaba sorprendido, más aun por esas palabras.

 

 

—¿Bromear? ¿Con qué? —Retiro la mano del siniestro de su hombro.— No estoy bromeando con nada, Hero… Digo.. Señor. — Corrigió.

 

 

—No…Debe ser una broma…—Escucho del de ojos dorados.

 

¿Qué ocurría?,  todo era extraño, ver a Hero actuar de esa forma cuando lo conoció de una forma tan diferente, con esa aura tétrica más todas aquellas cosas que le advirtieron de él, esa forma de ser tan misteriosa que en ese momento no existía se había perdido. Pero, ¿Por qué?

 

 

—¿¡Por qué?! ¿Por qué lo delataste?. —Grito acercándose a Hara para atacarla sin pensarlo dos veces.

 

Retrocedio de inmediato al ver tal ira y rabia del siniestro, si algo había hecho, definitivamente era grave, ¿Delatarlo? ¿De qué? ¿Qué había hecho? Estaba odiando no saber la verdad o más bien, no entender en absoluto, ¿Cómo pudo olvidar lo que había hecho?

 

 

—¿Qué esta sucediendo? — Pregunto finalmente.

 

 

La directora había separado a los maestros para tomar su atención poco después de cruzar sus miradas. Lo siguiente fue algo que le descoloco por completo, su mano… De su mano apareció una luz extraña, era ¿Magia? ¡Magia! La luz se acercó a sus ojos hasta finalmente ver todo completamente blanco.

 

 

 

 

¿Un sueño? ¿Jamás existió esa academia?. Apretaba los ojos en un intento por despertar, la luz era bastante molesta. Probablemente bebió demasiado para terminar tirado en la cama de esa forma con un dolor de cabeza como esa, aunque el dolor no se parecía en nada a la resaca que acostumbraba tener. No se movió en absoluto, miro el techo por un largo momento, aquel sueño había sido tan extraño. ¿Hero?, ¿Minah? ¿Hara?, recordaba hasta los nombres de esas personas en él. Hero... Bufo de inmediato, ¿Quien podría llamarse así?,  sin duda había tenido un sueño bastante extraño, debería dejar de beber.

 

 

—¡Yunho! ¡Despierta de una vez! —Le habló a gritos su madre.

 

 

—Mierda...—Se quejó. Sin duda otro día mas de su vida.

 

 

Tomo su móvil verificando la hora, ya no llegaría a sus primeras clases, no tenía caso apresurarse, además no era como si asistiera a ellas, las primeras clases jamás tenían su asistencia, no por llegar tarde siempre, sino porque se recostaba en la azotea a mirar el cielo. Un día más no haría la diferencia.

 

 

Se puso de pie y fue directamente al armario, donde al abrirlo el espejo que este contenia le permitió ver su vestimenta. ¿De donde saco ese traje blanco?. Traía un uniforme blanco con detalles en negro, con un vestón donde las costuras de su pecho, justamente al lado izquierdo, habían sido rasgadas. ¿No debía estar ahí la insignia del instituto?,  ¿Había cambiado el uniforme?. No recordaba absolutamente nada, por un momento pensó que la noche anterior disfruto de una fiesta de disfraces o algo parecido para vestir de esa forma,  pues lógica no tenia en absoluto.

 

 

Ante los siguientes gritos de su madre, dejo de pensar tanto en su vestimenta y solo se deshizo de ella. Una ducha, ropa nueva y comenzaría un nuevo día en ese aburrido instituto. No tenía caso pensar en el uniforme blanco, no recordaba algún cambio por parte de la academia, así que lo dejo en el olvido,  jamás se calentó tanto la cabeza por algo y no comenzaría ahora. Utilizó el atuendo de siempre para asistir a sus clases, dejándose la corbata a medio abrochar junto con la camisa abierta.  Poco le duro su estilo, su madre al bajar se encargó de arreglarlo, lo cual volvió a la normalidad al salir de su hogar.

 

 

El silencio reinaba en el edificio, era perfecto para recostarse en la azotea a descansar, de no ser porque había llegado poco antes del receso. Sus planes se habían arruinado con la maldita campana, el bullicio se apoderó de los pasillos y su mal humor aparecía.

 

 

—¡Hey! ¡Es Yunho!.—Grito desde el otro lado del pasillo uno de sus amigos.

 

 

Llamó de inmediato la atención, no le sorprendió la bienvenida que le dieron, pues sus admiradoras eran de recibirle de esa forma, siempre hablando de su belleza y lo guapo que se encontraba. La sonrisa victoriosa apareció de inmediato en sus labios. Camino con ella por todo el pasillo como todo un modelo sin acabarse el griterío y las adulaciones, era algo que le encantaba de las escandalosas compañeras que tenía,  más la envidia de los nerds cómo el les llamaba.

 

 

—¿Que tal Siwon?—Dijo en saludo estrechando su mano.

 

 

—Todo bien aquí. ¿Volviste o qué?  No me digas que ya te expulsaron de esa academia. —Dijo en risas.—¿Que fue lo que hiciste?  ¿Eh?

 

 

—Oppa... Te extrañamos aquí.  Qué bueno que regresaste.—Dijo Yoona.

 

—¿Regresar? ¿Por qué regresar? —Dijo entre risas mientras llevaba ambas manos a los bolsillos de su pantalón. — Jamás me fui…

 

 

—¿No?.. —Respondió de inmediato la voz femenina.

 

 

—No, ¿Dónde me iría?  ¿Nos vimos ayer, no?—

 

 

—¿Ayer?...¿De que hablas Yunho? —Dijo Siwon.

 

 

—¿No? —Tomo una pausa. — Hoy me levante con resaca… Supongo que bebí demasiado…

 

 

—Ahora sales sin decirnos ¿Eh?. —Se cruzó de brazos la mujer.

 

 

—¿Sin decirles?... Esperen. ¿Qué rayos están hablando? — Pronuncio con cierta confusión.

 

—Tus padres te enviaron a Black Rose, estuviste un semestre en esa academia… ¿No lo recuerdas? —Pronunció Siwon.

 

 

—¿Qué? Debes estar bromeando…—

 

 

—¿Eh? — Yoona tomo su rostro con sus manos dando leves golpes a sus mejillas. — Seguramente bebiste demasiado anoche. Por cierto, para la próxima vez avísanos  ¿Si?

 

 

Las siguientes clases, más que atención que jamás le prestaba atención en realidad, se la paso pensante, ¿Qué le estaba ocurriendo?, ¿Cómo olvido todo?, ¿Se había drogrado?. Por inercia miro sus brazos, en caso de ser inyectado accidentalmente, o probablemente una pastilla, aunque entre más lo pensaba, menos lo creía. ¿Cómo drogarse le haría olvidar un semestre completo?. Entonces recordó su sueño, ¿Era real?, pero.. Esa mujer.. La directora… ¡Hizo magia! Eso no puede ser real, debía estar loco, ¿Y si lo dejaba pasar?.

 

 

Termino ignorando a sus amistades cuando tocaban temas del pasado, pus no recordaba nada, aunque en todas sus palabras no aparecía su nombre, como si no compartió con ellos en ningún momento, ¿Realmente había ido a otra academia? Termino riendo y haciendo como si nada mientras caminaba a casa, dejo a sus amigos en el camino y siguió el hasta casa, ese seria uno de esos días en los que no se desviaría del camino, uno de pocos pero lo haría.

 

 

En su cuarto una vez más pensando luego de una larga charla con sus padres, estos jamás recordaron la tal academia, jamás lo cambiaron de instituto, no tenía sentido, ¿Cómo? ¿Cómo?!. Estaba frustrándose al no poder recordar nada. Era demasiado olvidar tanto, ¿Cómo olvidar un semestre?

 

—¡Osh! —Se quejo llevando las manos a su rostro cubriendo sus ojos.

 

Pensar.

 

Pensar.

 

Y pensar.

 

 

Los días pasaron y todo parecía normalizarse con el tiempo, su rutina seguía siendo la misma, sus novias estaban feliz de tenerlo de vuelta, aunque no quiso darle más vueltas al asunto de la academia, siguió el juego de las demás hablando de ese lugar como si hubiese estado en ese lugar, claro que ni siquiera estaba consciente de eso, no recordaba en absoluto el lugar, solo su sueño donde le mostraba una academia en un castillo antiguo, imposible, sus sueños eran demasiado extraños. Finalmente sentía que volvía todo a la normalidad, todo como siempre lo fue, dejando atrás su pérdida de memoria, finalmente concluyo el haberse golpeado estando ebrio, no tenía otra forma de entender lo que le sucedia y no pasaría más tiempo preguntándose el porqué.

 

 

Todo era como siempre, discos, mujeres, sexo, todos los fines de semana y una que otra tipa que durante la semana le quitaba el sueño por las noches, pero no todo podía ser perfecto, ¿No?, extrañamente, las mujeres no le satisfacían en el sexo, para nada. Si bien tenia su erección que cualquier hombre tendría con esos cuerpos, no sentía el placer que sentía antes con ellas, es más, se aburría, ya no era divertido.

 

 

Una de esas tantas noches, se quejó mirando una vez más el techo de su habitación, el blanco techo que le permitía perderse en sus pensamientos, algo de todas las noches prácticamente hasta quedarse dormido, pero esa noche, sintió una mirada sobre su cuerpo. Por un momento pensó que la mujer le estaba mirando, pero esta estaba dándole la espalda, por lo que no podía venir su mirada de ella. Con algo de miedo, si, miedo, nadie sabía cuando algo paranormal podía ocurrirle y lo que menos quería era encontrarse con un espíritu o algo parecido, aunque no creía demasiado en eso, no faltaría el momento en el que todos sus pensamientos cambiaran.

 

 

Su mirada recorrio la habitación, pero nada, mi siquiera un gato que pudo entrar por su ventaba abierta, todo era parte de su imaginación, como inventar la academia, a MinAh, a ese tal Hero, la magia. Soltó una leve risa al pensarlo una vez más, estaba loco, definitivamente, ¿Qué tal si iba por un psicólogo?. Algo no iba bien con el  e ignorarlo no estaba siendo la mejor solución. Esa mania que tenían los humanos por saberlo todo, la curiosidad hasta resolver el mayor de los casos, era uno más del montón, tenia que saber que le ocurrio. El golpe debio ser demasiado, ¿Qué tal si tenia un problema en la cabeza?.

 

 

—Yunho…—Escucho en un susurro provocando que se sentada de golpe en la cama.

 

 

—¿Quién dijo eso? —Pronunció. — ¿Jess? —Pronunció llamando a la mujer que dormia perdidamente a su lado.

 

 

—Recuérdame Yunho…—Se escuchó una vez más de la nada.

 

 

—¿Dónde estás?. ¿Quién eres? —

 

 

Termino sentado en la cama buscando con la mirada por su habitación, pero la oscuridad no ayudaba en nada, además, sentía cierto temor en acercarse a la pared para encender la luz, más no tenía otra opción.  Se puso de pie caminando en la oscuridad con cuidado, pisando sus prendas más las de la mujer, sin importarle caminar sobre estas hasta llegar a la pared. Tocando y tocando buscaba el encendedor de la luz, pero poco antes de encontrarlo sintió su muñeca siendo aprisionada por alguien más.

 

Su mirada busco a Jessica en la cama, encontrándose con el cuerpo en el lugar, entonces, ¿Si la mujer estaba ahí? ¿Quién le detuvo?. Su corazón estaba latiendo tanto del miedo como del deseo de golpear a quien había ingresado sin permiso alguno a su habitación. El agarre de su muñeca fue con fuerza, una bastante grande para arrastrarlo hasta una pared donde fue acorralado.

 

 

—¿Qué mierda?. — Se quejo.

 

 

—Yunho…—Susurro aquella persona.

 

 

—Déjate de juegos y dime quien eres. —Dijo frunciendo el ceño que claramente en esa oscuridad no podía verse en absoluto.

 

 

No se contuvo al empujar el cuerpo frente a él, alejarlo completamente del propio pero no lo consiguió, ni un solo movimiento. Lo siguiente fue dar un golpe, pero su mano fue detenida, estaba sorprendido, ¿Cómo alguien podría tener más fuerza que el?. Alejo su mano sintiéndose una vez más acorralado contra la pared.  Estaba en una competa desventaja donde sin duda el miedo se estaba apoderando de él.

 

 

—¿Q-Quien eres?... —Dijo con dificultad.

 

 

—¿Por qué estas con ella Yunho?... ¿Ya me olvidaste?. —Susurro aquella persona desde las sombras.

 

 

¿Olvidar? Estaba confundido, parecía no estar en peligro, esa voz tenia un cierto tono de celos, pero, ¿Por qué? ¿Quién era?.

 

 

—N-No sé quién eres… ¿Qué haces? ¿Cómo entraste? —Pregunto.

 

 

—Recuérdame… Por favor…—Susurro.

 

 

Estaba demasiado cerca, y entre aquellos susurros no podía diferenciar si se trababa de un hombre o una mujer, lo que le llevo a pensar de inmediato en un hombre, la fuerza era claramente masculina, imposible que una mujer detuviera un golpe como ese. Las manos de este se ubicaron sobre sus hombros rodeando su cuello hasta sentir su cuerpo completamente apegado al propio.

 

 

Por alguna razón su corazón comenzó a latir rápidamente, quiso creer que era el miedo aun atacándolo, pues no era normal tener un extraño en el lugar, y más que este le coqueteara e insinuara así. Lo tomo por la cintura simplemente para alejarlo, pero esa delgadez, tan delicado cuerpo, ¿Era una mujer? ¿Una de esas que le seguía hasta su casa con el fin de pasar una noche?. ¿Qué tal si había olvidado a una nueva novia en esos días que no recordaba?... Jamás lo había pensado, esa amnesia pudo borrar de sus recuerdos a una mujer, ¿Cómo no?. Entonces, siguió su juego.

 

 

 

—Digamos que no te recuerdo… ¿Cómo me harás recordarte?. —Pronunció en un susurro sobre lo que podrían ser, los labios contrarios.

 

 

 

—Me dijiste que me amabas…—Susurro la voz en la oscuridad

 

 

 

Sus labios se unieron en un beso desesperado, tan lleno de pasión que sintió excitarse una vez más, lo más sorprendente era sentir como su cuerpo reaccionaba ante el contrario, sin duda esa mujer tenia una magia, no se parecía en absoluto a Jessica o a sus otras novias. Sus besos eran diferentes, dulces, suaves, y ese cuerpo, tan delicado le daban deseos de retirar todo lo que esta traía y tener sexo en ese mismo momento. Si le siguió hasta entrar a su habitación, ¿Por qué no darle en el gusto?

 

 

—Y-Yunho…—Escucho en un gemido de los labios contrarios mientras se separaba de él.

 

 

—Espera.. ¿Dónde vas? —Tomo la mano ajena deteniéndole.

 

 

—Recuérdame… —Pronunció antes de soltarse.

 

 

De inmediato encendio la luz, necesitaba saber de quien se trataba, buscar a esa mujer una vez más. Pero una vez encendidas las luces, no había rastro de ella. Corrió hasta la ventana, seguramente esta intentaba aun bajar del segundo piso, pero nada, ni siquiera en el patio trasero, no había señales de la misteriosa mujer.

 

 

¿Su imaginación otra vez?

 

 

 

Un beso como ese… No podía ser su imaginación.

 

 

 

Aun latía su corazón… Como si conociera el contrario. 


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