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¿Hero? por MiRoApril

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Notas del capitulo:

Recomendación para la lectura...

 

https://www.youtube.com/watch?v=qfl9VX5fAdY

Lo que ninguna mujer logro en ese tiempo en él, lo logro ese hombre tan extraño. Decía extraño solo por los encuentros que tuvieron, ¿Como aparecía sin ser descubierto por la seguridad?, ¿Cómo llegaba a su habitación? ¿Cómo desaparecía con esa facilidad? ¿De donde se conocen? Porque… ¿Se conocían, no? El hombre le llamo por su nombre más de una vez, pidiendo que le recordara prácticamente con desesperación, pero, ¿Cómo recordar algo que no sabes que ocurrió?

 

 

Después de esa noche, Yunho Jung había cambiado. Al día siguiente se levantó temprano para asistir a clases, tomaba apuntes, aun entre tantos pensamientos sobre JaeJoong y con el ya conocimiento de más de un tema, no era difícil “Poner atención”  Todo el instituto hablaba del nuevo Yunho, el callado, serio; sus encuentros con mujeres acabaron desde que probó esos labios, su cuerpo ahora no se saciaba con nadie más que con JaeJoong.

 

 

Era difícil pensar que de la nada estaba sintiendo algo por un hombre, ¿Era gay?, ¿Cómo fue que termino con sentimientos hacia un hombre?, debían ser noches de lujuria nada más, solo porque este le daba a su cuerpo el placer que las mujeres no, ¿Se aburrió de tanta fémina?, ¿Su cuerpo quería algo nuevo?, eso pensaba al momento de buscar una excusa para entender como tuvo aquellos cambios tan drásticos, pero no, recordaba luego como su corazón latía al tener a JaeJoong entre sus brazos, como lograba sonreír luego de esos besos. Más no veía el contagio de esta en el rostro ajeno por la oscuridad que siempre les brindaban las noches.

 

 

Pidió más de una vez que este le mostrara su rostro, quería dejar de imaginar el rostro de JaeJoong, con unas cuantas caricias había realizado un boceto en su cabeza de lo que podría ser el rostro del hombre misterioso, quería verlo, ¿Por qué no se lo permitía?, ¿Qué ocultaba?, temía estar subiendo en una nube que luego le dejara caer de golpe al suelo, ¿Se estaba ilusionando demasiado?. Todos juzgaban por apariencias, y aunque lo hiciera con la de JaeJoong, dudaba que sus sentimientos cambiaran, ya llevaban más de un mes con los primeros encuentros entre besos y caricias y los últimos en unos más apasionantes, donde la atmosfera era solo lujuria, gemidos y placer.

 

 

 

Sus amistades no aceptaban el cambio que había tenido, pasar de un tipo fiestero, de aquellos que bebían todo el fin de semana, tenían una mujer diferente cada noche a uno tranquilo, que se la pasaba en la azotea del instituto, callado, mirando el cielo, pensando… Ese era su cambio. Ya no necesitaba huir de sus pensamientos, no necesitaba el alcohol para evitar pensar, pasar por su cabeza un futuro que no deseaba gracias a sus padres, pensar en los problemas familiares, en sus calificaciones de nerd pesé a la actitud que siempre mostraba; ahora dejaba a sus pensamientos fluir, que aparecieran sin miedo alguno, pues tenía una forma de calmarse completamente diferente. JaeJoong.

 

 

 

—No iré. — Dijo como si nada mientras caminaba entre sus amigos.

 

 

—Oh vamos… Yunho. —Se quejo Yoona. — No has salido en un mes, ¿Qué te pasa? ¿Eh?

 

 

—Yoona tiene razón. Cambiaste. —Dijo Siwon.

 

 

—Soy el mismo de siempre. —Llevo su mano a su boca cubriéndola tras un bostezo. — No estoy de ánimos para fiestas en realidad

 

 

—¿En todo el mes? —

 

 

—Así es. No todo se trata de fiestas, alcohol y sexo, Yoona. —Giro su mirada a la mujer por unos segundos.

 

 

—¿Qué hay de tus novias? ¿Sabes todo lo que pregunta Jessica por ti? —Siwon le detuvo con su mano sobre su hombro.

 

 

—No es mi novia. No tengo novia, ni novias…—Tomo la mano de su amigo y la retiro de su hombro.

 

 

—Tu les decías así. — Dijo Yoona.

 

 

—Ya no. —Respondió. — Nos vemos mañana. —Alzo su mano y giro su cuerpo para seguir su camino hasta su casa.

 

 

 

No sabía cómo explicar el cambio, solo evitaba dar las explicaciones necesarias, no podía decir de la nada, “Me cambio un tipo que se aparece todas las noches en mi habitación, que me da mejor sexo que cualquiera de mis novias”, sonaba mal incluso si lo pensaba, mucho más hablando de que se trataba de sun hombre, no otra mujer, era un hombre el que lo excitaba esas noches, y el que ahora le hacía incluso extrañarlo, ¿Por qué?. Además, aun se despedía de la misma forma. ¿Recordarlo? ¿Quién era? Seguramente en una de esas tantas fiestas estuvo tan borracho que terminaron teniendo sexo. Lo extraño era ¿Cómo olvidar un encuentro así?.

 

 

Llevo su mano a su cabeza quejándose de un leve dolor por tanto pensar. Soltó un suspiro suave, esos días en los que JaeJoong no aparecía por las noches, eran en los que más pensaba. Cada dos o tres días, dos, dos y tres, una secuencia que se había aprendido desde la primera vez juntos, ya no la olvidaba. Entre más días tardaba en aparecer, era peor, más pensaba, más deseos tenia de saber quién era. Un mes, solo un mes basto para que le tuviera de esa forma. ¿Tenían que ver con esa fuerza extraña? ¿Cómo se aparecía de la nada?, era acaso… ¿Un ser mágico?

 

 

 

Debía estar loco si creía algo como eso, un ser mágico. ¿Qué tal si era solo su imaginación y jamás existió el tal JaeJoong?

 

 

 

—Voy a estar en mi habitación…—Dijo en forma de aviso a sus padres quienes se encontraban sentados en la sala de estar.

 

 

Camino hasta la escalera.

 

 

—Espera, Yunho. —Dijo su madre dejando la taza del té sobre la mesa pequeña.

 

 

—¿Hm?.. —

 

 

—Sun Hee encontró tus libros en una maleta. —Dijo refiriéndose a la empleada.

 

 

—¿En una maleta?. ¿Por qué estarían ahí?. — Pregunto bajando su pie del primer escalón para recibir los libros.

 

 

—Oh y también había mucha ropa. Pedí que te la lavaran y la guardaran. —

 

 

—Hm.. Gracias. —Respondió. — Estaré arriba…

 

 

Subió las escaleras mirando la portada del primer libro, eran textos del instituto, ¿Por qué estarían en una maleta?, si bien no los leía ni tomaba en cuenta, debía tenerlos en su cuarto en uno de sus estantes donde guardaba todos los textos, dejando estos hasta debajo de lo poco interesantes que eran. Además, ¿Ropa?, no pudo notarlo al tener una gran variedad, pero ¿Por qué una maleta? El último viaje que había realizado había sido durante las vacaciones de verano, hace bastante tiempo atrás. ¿Por qué encontrar ahora la maleta?.

 

 

Tiro su mochila al suelo, cerro la puerta tras su cuerpo y dejo caer los libros sobre la cama, viendo como estos rebotaban entre si por la colcha, a los pocos segundos, se recostó el, dejándose caer sobre la cama tapando por completo su rostro. Estaba agotado, y ese agotamiento solo era de tanto pensar.

 

 

—Maldita sea… ¿Por qué no vienes ahora JaeJoong?. —Se quejó en voz alta.

 

JaeJoong prefería las noches para no tener que ver su rostro, estaba seguro de eso, y mientras el sol siguiera iluminando el cielo por la tarde, no habría rastro del misterioso, aunque era consciente de que esa noche no aparecería, era parte de su secuencia, era el tercer día de los tres que se tomaba para regresar al día siguiente. Sus ojos se cerraron por el cansancio, sus pensamientos seguían ahí, pero iban poco a poco volviéndose imágenes, sueños que podría vivir como fantasía mientras dormía.

 

 

El sol se perdió, su habitación oscura, más no completamente. Los ojos de Yunho se abrieron poco a poco a causa de los gritos de su empleada tras la puerta, aun asi su boca no se movio en respuesta, ni siquiera su cuerpo, mantuvo su mirada perdida por unos segundos en la nada hasta caer en cuenta de la luz que iluminaba su habitación.

 

 

—Yunho.. Señor.. A cenar. — Golpeaba la mujer tras la puerta. — Yunho… Señor…

 

 

—Y-Ya voy… Puedes irte. —Dijo en una orden algo titubeante.

 

 

Despertó completamente ante la extrañeza que venía de uno de los libros, exactamente el último en el montón que había en su cama. Una luz entre blanca, amarilla, bastante potente iluminaban su habitación aun teniendo el libro a medio abrir. Trago en seco del miedo o más bien, la curiosidad que estaba sintiendo, ¿Que era esa luz?.

 

 

Con la ayuda de sus brazos se sentó sobre la cama, acomodando sus pies en el suelo para sentarse a una orilla de esta. Tomo el libro con más curiosidad que miedo, y lo abrió con ambas manos, justo en medio. La luz le obligo a tirarlo al suelo, el destello fue casi como el flash de una cámara sobre sus ojos. Le tomo tiempo volver a enfocar su mirada, incluso aun tenia en sus ojos esas nubes circulares por el efecto de la luz.

 

 

Tom el libro una vez más abriéndolo con cuidado. Este estaba.. ¿Roto?. Habían cortado las hojas justo en medio formando una especie de agujero, como un cofre, donde este contenía un collar con forma de alas, de ahí venia tal luminosidad. El collar era de cristal, en su interior unas luces se paseaban de una ala a la otra, diversos colores en el interior, formando entre ellas esa luz incandescente. En el fondo, un sobre blanco con su nombre le hizo apretar el collar por el miedo. ¿Por qué tenia su nombre? ¿Qué estaba pasando?

 

 

Retiro el sobre del interior y dejo caer el libro, más no soltó de su surda el collar de alas. Reviso el sobre con su mirada, la letra de su nombre la conocía perfectamente, era su letra, dudaba que dos personas en el mundo escribieran la Y con un pequeño serif en esta. ¿O era probable?.

 

 

Colgó el collar en su muñeca para ayudarse de aquel brillo, no necesitaba encender las luces, teniendo el colar frente a la hoja que retiraba del sobre, sin duda podría leer cómodamente.

 

 

Esta es una carta para mi yo sin memoria.

 

 

Vine a Black Rose con el único objetivo de cambiar mis actitudes rebeldes como mis padres le dicen. Aquí encontré la soledad y la tranquilidad, no habían padres que me molestarán, hay una biblioteca para perderse leyendo, pero lo mejor es.. Que esta él. Hero.

 

 

Vine a la academia con un pensamiento completamente negativo, pero el misterio me atrapo, el me atrapo. Una persona que decía ser siniestra hasta que buscas en su interior. Logré quitar la máscara del siniestro, vi sus ojos, y me enamoré de él.

 

 

Yunho, actualmente no debes recordar nada, pero te enamoraste de un vampiro, sus ojos son dorados, es delgado para la fuerza que tiene, y aunque tiene una figura femenina, su carácter dice todo lo contrario. Puede ser una persona siniestra al principio, pero es.. Hermoso.

 

 

He decidido perder mi memoria por el bien de Hero, la líder ángel me ayudara a cumplir mi cometido. En esta carta te escribo los sentimientos que tengo en este momento, sentimientos que tuviste. Estás enamorado, estas a los pies de Hero, no dudes jamás en si eres gay o no, lo que sientes por él es diferente.

 

 

Cuando recuperes tu memoria, ve por Kibum, el híbrido. A esas alturas seguramente Hara le contó todo el plan.

 

 

Tengo un cierto temor de estar escribiendo esto como si fuera la última vez que recordaré todo, no sé,  como mi yo sin memoria tomaría esta información, ya ni recuerdo quien era en el pasado, Hero me cambio por completo, soy otra persona, y puedo decir que soy feliz, no quiero alejarme de él, y si debo tomar estos riesgos, lo haré.

 

Recupera la memoria Yunho.

 

Atte.

 

Él tú con memoria.

 

 

Los nuevos gritos de su empleada interrumpieron en el silencio del que se apodero su habitación. Más no le fue molestia alguna, pues estaba sumergido en un mar de pensamientos, ¿Qué estaba pasando? ¿Había perdido la memoria? ¿Se enamoró de un vampiro? ¿¡Un vampiro?! ¿Quién le estaba jugando una broma como esa? Sabía que algo le había ocurrido en todo ese tiempo que no lograba recordar, pero, ¿Enamorarse de un vampiro? ¿Quién era Hero? Bien, si podía creer el enamorarse de un hombre, después de todo estaba sintiendo algo por ese tal JaeJoong, de quien no sabía nada en absoluto.

 

 

¿Tendrían alguna relación?, el hombre que describió en la carta al menos en su cuerpo era igual a JaeJoong, claro que sus nombres eran diferentes, y que el hombre misterioso no era un vampiro, no podía serlo. Aunque, ¿Qué hay de esa fuerza sobrenatural que tenía? Aquella vez detuvo sus golpes en un abrir y cerrar de ojos, pero, cualquier hombre pudo detenerlo ¿No?, quizás en ese momento debió notar que esa figura podía venir de un hombre, pero era tan delgada y delicada.

 

 

—¡Basta! ¡No tengo hambre! —Dijo en un grito molesto.

 

 

—L-Lo siento señor…—Se disculpó la mujer.

 

 

Escucho los pasos de esta por el pasillo y volvió su mirada a la carta con el collar. ¿Qué tenía que ver ese collar en toda la historia? ¿Por qué tenía luces?, debía ser una broma de sus amigos, una venganza por no salir con ellos, era obvio, ¿Cómo encontrarían libros en una maleta? ¿Ropa? Y ahora un collar de fantasía a base de baterías y una carta asimilando su propia letra al escribir, que graciosos. Siwon y Yoona conocían muy bien su escritura, probablemente no les tomo tiempo de escribir la carta. Pero ¿Por qué bromearían con lo de ser gay? ¿Lo sabían?

 

 

Trago en seco una vez más. ¿Qué tal si en una fiesta se acostó con JaeJoong, ellos lo vieron y ahora intentan buscar explicaciones?, Pero, ¿Por qué de esa forma?, se jugaban bromas los unos a los otros pero jamás de ese tipo, ¿Irían tan lejos por una broma? Además, ¿Seres sobrenaturales? ¿Vampiros? ¿Líder ángel? ¿Híbrido?. Conocía las especies por libros, libros, justamente eso, ¡Libros! ¡No existen!

 

 

 

 

Por la mañana se despertó con un fuerte dolor de cabeza, falto a las primeras horas de clase ya casi toda la mañana, no era una sorpresa, aunque en el ultimo mes asistió a todas las clases sin queja alguna, en esa oportunidad realmente falto por cosas de salud, había tenido una noche horrible de tanto pensar, mientras que donde guardara el maldito collar este no dejaba de brillar e iluminaba su habitación perturbando aún más sus sueños.  Intento buscar las baterías, pero nada, apretó las alas e intento apagarlo, nada, no había forma de apagar el maldito collar.

 

 

Llego al instituto con una cara de pocos amigos, estaba molesto.

 

 

—¡Woooh! ¡Ahí viene nuestro Yunho! —Dijo Siwon estirando su mano para estrecharla.

 

 

Tomo la mano de Siwon soltándola de inmediato.

 

 

—Hey.. ¿Qué te ocurre?. —Dijo tomando su mano al haber sido apretada por la propia.

 

 

—¿Cómo sabían lo de JaeJoong?. —Pregunto.

 

 

 

—¿JaeJoong? ¿Quién es el? —Dijo Yoona.

 

 

—No se hagan… Se que están bromeando conmigo. Terminen el juego ¿Si?. —Pronunció llevando su mano a su frente. — ¿Y como rayos apago ese collar? Me lo quedare pero dime como apagarlo, estoy odiándolo…

 

 

—¿Qué collar Yunho? No te dimos ningún collar. —Volvió a responder la mujer.

 

 

—¿Yunho?.. ¿Estas bien? Has estado extraño estos días. —Siwon una vez más toco su hombro.

 

 

—¡Yah! Dejen las bromas. —Retiro la mano de su amigo.

 

 

—Me preocupas… No te hicimos ninguna broma. Hemos estado preocupados por si durante estos días. — Tomo una pausa. — Ya no eres el mismo…—

 

 

Su corazón se detuvo del miedo, sus amigos no estaban bromeando, y esa expresión en su rostro era la prueba más grande.

 

 

—No me siento bien… Me voy a casa. —Anunció girando en sus talones.

 

—Espera.. —

 

—¡Yunho!. —

 

Escucho el llamado de sus amigos tras el, pero no regreso, su cabeza era un líos, necesitaba descanso, un profundo descanso.

 

 

Durmió el resto del día como forma de olvidar la realidad. Era la mejor forma de perderse del mundo, no sentir su cuerpo ser consumido por el dolor, miedo y la confusión, así, además, las horas pasaban más rápido que nunca, y finalmente había llegado la noche en la que JaeJoong volvería a verlo. Si no había obtenido respuestas de sus amigos, seguramente JaeJoong le respondería la verdad, esa noche le diría lo que estaba sintiendo por el, se estaba enamorando.

 

 

Las horas pasaron y  el misterioso hombre, no apareció. Por un momento pensó que se había equivocado al calcular los días, pero era imposible, no le había errado a ninguno en ese último tiempo. ¿Qué tal si le sucedió algo?, ¿Dónde estaba?, espero tres días por el, ¿Por qué debía seguir esperando?.

 

 

Cuatro, cinco, seis… Los días pasaban y JaeJoong no daba señal alguna, no volvió más a visitarle.

 

 

Parecía que estaba cayendo enfermo, su cuerpo se sentía débil, pero era nada más por las sensaciones que se apoderaban de él, el dolor, la soledad. Extrañaba a JaeJoong, más que necesitar sus respuestas, lo quería entre sus brazos, se sentía bien con el, era mejor que cerrar sus ojos para dormir y perderse del mundo, JaeJoong era su otro mundo.

 

 

Busco en el mueble al lado de su cama, una pastilla dentro de uno de los cajones, el dolor de cabeza comenzaría una vez más. Solo una semana, solo una y estaba hecho un desastre por dolores que su cabeza traía a él, todo era de tanto pensar. Apenas abrió el cajón, la luz del collar ilumino toda la habitación. De la rabia, lo tomo para verlo una vez más. ¿Qué tenía de especial? ¿Por qué a él?.

 

 

 

—Maldita cosa… Si perdí la memoria dime como mierda recuperarla. —Le habló al collar. —Osh.. Si todo es verdad, me golpeare tan fuerte por idiota. ¿Cómo mierda no escribí como recuperar la memoria? Tan idiota…

 

 

 

Se quejó mirando el brillo de las alas. ¿Realmente creía una historia como es real?. Bufo a sus pensamientos, era un idiota por pensar en todas esas cosas, peor que niño pequeño creyendo que toda la fantasía era real. Todos los cuentos de niños pequeños, vaya… Al punto en el que había llegado. Debió darse un golpe muy fuerte para que esa amnesia le afectara así.

 

 

 

Apretó con fuerza el collar en su diestra, está harto. Tomo aire y soltó un suspiro pesado. Tomo un impulso y lanzo el collar contra la pared de en frente. Como debía ocurrir por naturaleza, el cristal se rompió, cayendo en pedazos al suelo, más no el interior. Las luces se dispersaron por toda su habitación, hasta terminar rodeando su cuerpo. Del miedo, se puso de pie inmediatamente, ahuyentando las luces como a las moscas, pero estas rodearon su cuerpo hasta ingresar por su boca.

 

 

Sintió su respiración perderse, prácticamente ahogarse. Sus manos estaban en su garganta aguantando el dolor, necesitaba aire. A los pocos segundos, la sensación desapareció. Cayó al suelo sobre sus rodillas. Su mirada estaba en blanco, miles de imágenes pasaron por su cabeza, y en el fondo se escuchaba la voz de JaeJoong con ese suave tono que tenía para llamarlo, “Yunho”.

 

 

 

Despertó del trance tosiendo repetidas veces, estaba recobrando el aliento. Su respiración era agitada, pero no por recibir las luces en su interior, sino que su cuerpo retomo la adrenalina que sintió antes.

 

 

—JaeJoong…—Dijo desesperado.

 

Sus recueros habían vuelto.

 

            


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