Dolía a horrores su espalda, mierda, Hero realmente tenia una fuerza sobrehumana, ya no habían dudas de que este era un vampiro, aunque era un idiota por dudarlo a esas alturas, claro que era un vampiro si este había clavado sus colmillos en su cuello, incluso aun tenia la marca en su piel, la cual sangrada de vez en cuando pero aun así no se movía de su posición. Desde que esos ayudantes del siniestro le dejaron en la cama, desde esas horas de la mañana, seguramente las siete.. quizás siete y media por estar el sol recientemente salido de las montañas; desde esas horas estuvo apenas cambiando su posición para dormir uno que otro minuto recuperando fuerzas por el dolor de su cuerpo. Sería perfecto si el dolor era nada más por su cuerpo debilitado ante el limbo de la muerte y la vida, pero no, Hero lo había aventó contra la cama sin importarle el caer de su cuerpo al suelo, ni como este cayera, mucho menos como sería el golpe que tendría.
Para su suerte, la colcha amortiguo parte de su caída, aun así, el suelo hizo lo suyo y claramente la fuerza del vampiro. No perdió la conciencia como Hero lo esperaba, pero no logro abrir sus ojos por el dolor, solo los mantuvo cerrados en aguante a tan horroroso dolor, pues lo que menos haría sería retorcerse sobre el suelo pidiendo ayuda, menos con Hero, todo menos dejar que el siniestro pensara que al ser un vampiro podía ser aun más poderoso que cualquiera. Aunque claro, era así, era un vampiro, ya siendo una criatura era más fuerte que él o cualquier humano, pero creía que la fuerza no solo iba de los músculos, podía ser fuerte, de otra forma.
Tenía mil escenas en su cabeza, todas dispersas, mostrándose una tras otras sin permitirle olvidar el suceso de la madrugada, pero, tampoco deseaba olvidarlo. Habían pasado apenas unas horas desde que sus labios habían tocado los que por un momento pensó, podrían fácilmente pasar por dulces de fresa. Hero, el siniestro, no tenia nada más que una máscara que debía ser arrancada de la mejor o a peor forma, en su caso, no sabia como lo estaba consiguiendo, era una extraña forma de acercarse a él, una que le estaba dando resultados.
No podía evitar sonreir al recordar los labios ajenos, ese suave contacto, aunque forzado, pero suave, y dulces labios carmín. Si no fuera porque este era un vampiro que podía ajelarlo cuando se le diera la gana, seguramente ya lo tendría a sus pies completamente enamorado, como el sentía que poco a poco estaba cayendo a los pies del siniestro. Si se detenia a pensar, bien, era un hombre, tenía exactamente lo mismo que el bajo sus pantalones, que de pensarlo por cualquier hombre, podría parecer asqueroso y extraño, pero pensarlo con Hero, existía cierta excitación que llenaba su cuerpo.
El día transcurría normalmente, para él, las horas se hicieron humo, prácticamente nada, ni siquiera fue por dormir unas cuantas horas, quizás una hora cada dos de ellas, la nada misma; las horas hicieron lo suyo mientras que su cabeza procesaba todo tipo de información en su cabeza, y otra forma de acercarse al siniestro, quien perdía poco a poco su nombre siendo reemplazado por el original, Hero.
Su mirada estuvo fija en el techo, pensando una vez más en lo ocurrido. Primero, Hero era un vampiro. Segundo, existían otras criaturas más en la academia y eso le llevaba a pensar. ¿Los otros maestros?, si bien estos parecían humanos cualquiera, había pensado lo mismo de Hero y termino con una gran sorpresa que le llevo a un limbo. De Taecyeon ya estaba seguro, ese hombre no podía ser humano con todo lo que levantaba, Hara la maestra de biología, tenia un aire tan puro que... No, definitivamente era una criatura y aunque aun no conocía a la directora, no dudaba que esta fuera otra especie de criatura si no aparecía jamás frente a sus alumnos. Si Hero escondía sus ojos, probablemente la directora escondía su cuerpo.
Suspiro cerrando sus ojos una vez más, manteniendo en sus labios una suave sonrisa. Se reacomodo en la cama solo con el fin de buscar un nuevo descanso, pero el dolor era insoportable, no quería imaginar tener un musculo desgarrado o una fractura de su columna.
—Ah.. Mierda..—Se quejó del dolor sin importarle, estaba solo en su habitación, nadie podía ingresar a ella a menos que lo hicieran por la ventana.
Pensarlo, solo pensarlo le llevo la mirada a la ventana. Un delgado cuerpo estaba sentado en el alfeizar observándole. La luz de la luna que apenas ingresaba por la ventana, le daba una imagen completamente sombría al personaje sentado en ella, vigilando su cuerpo con aquellos ojos dorados. Solo conocía a Hero con aquellos ojos, pero en la madrugada, el gran vampiro había enviado a otros vampiros traer su cuerpo a su habitación, ¿Podría ser que todos ellos realmente tuvieran los ojos de aquel color?
—¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?.—Preguntó un tanto exaltado.
—¿Yunho?...—Esa voz, no podría equivocarse, conocía muy bien el tono tan seco de Hero, aunque ya no sonaba así para él, sino con un poco más de armonía.— ¿Sabes quien soy?
¿Saber quién era? ¿Creía que lo había olvidado?.—La luz no me deja distinguirlo... ¿Quién se supone que es? ¿Y que hace aquí?—
Tal como lo esperaba, la reacción de Hero fue bajarse del alfeizar solo para acercarse a él. No era un plan completamente arreglado, ni mucho menos pensado, de hecho todo lo pensaba en el momento, ¿Qué debía hacer cuando lo tuviera frente a él?.
—Sería mejor que no te enteraras de quien soy. Y lo olvides... Todo..—Escucho de la voz ajena quien se acercaba poco a poco a él.
¿Cómo debía reaccionar?, se suponía que no lo conocía, o eso quería hacerlo creer. Termino alejándose poco a poco en la misma cama, arrastrándose hasta tocar la pared con su espalda aun sentado en la colcha.
—Agh.. Mierda.— Se quejo una vez más por el dolor de su espalda. Había sido una mala idea.
—¿Estas bien?. ¿Qué te ocurrió?.—
¿Realmente preguntaba algo como eso?, no pudo evitar molestarse de inmediato y sin importarle seguir en un papel de no recordarlo, su expresión se volvió sería y nada más respondió:
—Un idiota me empujo contra una cama. ¿Gracioso, no?.—Dijo en el mismo tono siniestro que Hero, seco.
—¿Me estas llamando idiota?.—
—¿Fuiste tu?.— Arqueó una ceja mirando el rostro de este.
Hero finalmente se había sentado en la cama desviando la mirada de él. Por un momento creyó que venía con la etiqueta de vampiro, siniestro y todo lo que le lleva a ser un tipo tan seco e inexpresivo, pero no, era todo lo contrario, este estaba con la mascara a media cara amenazando con caer, no podía perder la oportunidad.
—Estoy bien, no te sientas culpable. Si es que puedes sentir culpabilidad. Señor vampiro...—Dijo soltando finalmente la situación mental que tenía, o sea, consiente de todo.
—¿Lo recuerdas?.— Escucho la voz sorprendida de Hero, además de ver sus dorados ojos conectarse con los propios.-
—¿Debería olvidarlo? Un golpe tuyo no me va a noquear por completo.— Pronunció sonriente y victorioso.
—Yunho, tu no entiendes.. No puedes y no sabes nada de mi mundo—
—¿Quién me impide saberlo? Puedo escucharte, quiero saber más.— Esta vez, fue el quien se acercó a Hero quien apenas lo tuvo a su lado, este se puso de pie poniendo distancia entre sus cuerpos. — ¿Por qué me evitas?
—Por.. Por nada. Tu.. No puedes saberlo Yunho.— Nada más tentador había visto que Hero relamiendo sus labios frente a él.—
—¿Por qué no? Explícame todo al menos antes de ser un juguete más al que le borraras la memoria. ¿Por qué eso viniste a hacer, no?.— Su furía poco a poco estaba apareciendo. Estaba odiando que este se hiciera el difícil, quizás le encantaba que asi fuera, pero cuando queria una explicación no esperaba que se hiciera el difícil por una respuesta.
—Supongo que puedes saberlo todo si luego no recordaras.—
—Perfecto, al fin.— Tomo aire y suspiro pesado.—Dime, ¿Por qué no puedo saber de ti? ¿Por qué no puedo acercarme a ti? Y, ¿Por qué mierda me alejaste cuando te besé?
Era consiente de estar tocando un tema incomodo, con la ultima pregunta que realizo, pero sabía que aquel empujón de Hero fue nada más para escapar de algo. Era consciente de que todos los hombres al desagradarles algo iban más allá con sus "Lecciones", el mismo las había dado en su momento, si Hero lo odia o le desagradaba aquel contacto de sus labios, no solo debió empujarlo, más aun siendo vampiro, podría incluso acabar con su vida por gusto, pero este nada más lo alejo como refugió. Peor, fue que busco a sus vampiros para traerlo de vuelta sano y a salvo a la habitación, no podían ser nada más ordenes por ser un alumno de la academia. Hero sentía algo por él, lo sabía y lo descubriría.
—Yunho... Tu.— Ver al vampiro bajar su mirada con algo de decepción solo trajo preocupación.- Serás un Lycan. Taecyeon te aseguro como elegido hace mucho tiempo.
—¿¡Eh?! No. No. No. Espera. ¿Qué es un elegido? Y, ¿Por qué debo ser un Lycan?.—Si bien estaba preparado para escuchar la verdad, no pensó terminar exaltado y casi volviéndose loco.
¿El un Lycan?, conocía la raza por libros, cuentos, era un perro gigante, quizás como aquella película de vampiros de adolescentes, la que volvió locas a todas las tipas en el instituto anterior, ¿Cómo era que se llamaba? Mierda... Lo había olvidado, era esa película en la que la tipa era humana y no se convertía en nada hasta el final. Espera... ¿Lo transformarían en una bestia? ¿¡Que?!
—Ustedes, los humanos asisten a la academia para buscar a quienes tienen lo necesario para cambiar su vida en una criatura. La verdad es...—Vio a Hero morder sus labios por un momento y finalmente resignarse a soltar la información que necesitaba.—Las criaturas estamos en extinción, y los humanos son los únicos que pueden ser transformados para ser uno de nosotros. Así muchas razas han vuelto a restaurarse, como la mía.
—Déjame entender.— Tome una pausa procesando la información mientras Hero volvía a sentarse a su lado.
El aroma que el vampiro traía no era el de siempre, tampoco se refería a que este olía mal o traía el aroma a un animal muerto por ser un vampiro, sino que este estaba, ¿Bebido?, alcohol. El aroma a alcohol salía por sus labios, seguramente la razón de tenerlo sin la máscara principalmente frente a él y de claro, soltar una información que parecía ser confidencial.
—Taec me eligio para ser un lycan... Si acepto, ¿Por qué debería ser un problema que este cerca de ti? O ¿Saber toda esta información?.—
—Yunho, eres inteligente. Dime... ¿Cuánto un lycan ha estado con un vampiro?.—El ambiente se puso intenso, quizás por su parte, pues no tenía otra forma de interpretar esas palabras, más que en sentido de una relación.- Somos enemigos naturales, no nos soportamos, tu no soportaras mi aroma, ni nada de mi raza..
—No entiendo. ¿Por qué debería odiarte con solo ser de otra raza? ¿No saben algo de la paz? ¿Eh?.—
—Somos prácticamente animales, Yunho. Es instinto propio. Taec y yo no congeniamos en nada, nos soportamos solo porque Minah puede matarnos de no llevarnos bien.
—¿MinAh? ¿Quién es ella?. No, espera. Hero.. Estoy confundido.—Tenía ya información en su cabeza que aun no terminaba de procesar y este enviaba más a su cerebro, sin duda ahora entendía como el siniestro se ocultada tanto.
—Eso no interesa... Borraré tu memoria. No recordarás nada.— Escucho la voz completamente segura del vampiro.
Estaba odiando al mundo, no solo era difícil ya ver a dos hombres juntos, sino que ser de razas diferentes parecía también traer problemas. ¿Qué tal si no aceptaba ser una criatura?, ¿Cómo era eso de tener que borrar su memoria aun sabiendo que sería elegido? ¿Es que no le darían toda esa información que estaba recibiendo en ese momento?
Sintió la mano de Hero tomar su muñeca para obligarle a ver sus ojos, ¿Qué intentaba?, el agarre de este podía ser frio por ser un vampiro, pero sentía como si la temperatura le subiera solo por un simple contacto. Tomo aire relajándose un poco, mientras este no hacía nada más que ver sus ojos. Bajo su mirada al agarre y sintió esta vez como Hero tomaba su barbilla para regresar su vista una vez más a sus ojos. ¿Estaba buscando su atención? Si seguía así, no se detendría, y poco le importaba que este estuviera con un par de copas encima.
—Ya nos encontraremos en otra vida.—Le escucho pronunciar antes de que aquellos ojos tomaran poco a poco un brillo, tan fuerte como una luz.
—No, espera.—Cerró sus ojos con fuerza en un intento desesperado porque este no fuera a borrar su memoria. Se deshizo de su agarre cubriendo sus ojos con sus manos, pero Hero volvió a tomarlo con fuerza. Esa maldita fuerza de vampiro.
—Tengo que borrar su memoria Yunho. No tengo otra opción.—
El dolor de su espalda era inevitable al arquearla para mantenerse lejos del agarre de Hero, huir más bien de este, no quería ver sus ojos, quería mantener los recuerdos. Olvidar a Hero no era algo que quisiera, al contrario, lo mejor que le había pasado era conocer al siniestro, no solo por conocer un mundo nuevo, sino que este trajo a su vida algo diferente, otra forma de ver el mundo, y de ver a las personas. Entre ellos, a él, un hombre que por primera vez le hacía sentir tan bien. Tenía una belleza que sin duda olvidar, seria un pecado.
—¡No! ¡Hero!.. Por favor. No quiero olvidarte.— Su voz claramente era desesperada, pero aun asi, sus palabras eran sinceras.
El vampiro se detuvo, atrapándolo finalmente en la colcha, bajo su cuerpo, ambas manos atrapadas al lado de su cabeza, su fuerza no era suficiente para deshacer el agarre de este, estaba perdido, pero aun asi no abrió sus ojos, mientras Hero tuviera ambas manos ocupadas, era imposible que lograra abrir sus parpados para borrar su memoria.
Quizás perder la memoria a esas alturas era lo ultimo que le importaba, el peso del cuerpo ajeno sobre el propio... Vamos, era humano, un hombre, sentir la temperatura apoderarse de su cuerpo no era de impresionar a cualquiera, aunque jamás pensó que fuera con un hombre, y menos en una escena donde estaba por perder la memoria, recuerdos que tenían en ellos a quien estaba en ese momento provocando el latir de su corazón a tan acelerado ritmo.
Su respiración se tranquilizo, manteniendo aun ese ritmo cardiaco tan acelerado, sintiendo aun el peso de Hero sobre su cuerpo, con la respiración de este al mismo ritmo. Pero, cerca, muy cerca de su rostro. Podía sentir aquel aroma a licor, probablemente había sido vino, uno tinto. Tenerlo tan cerca, le llevaba a provocarlo aun más, si antes había obtenido apenas un roce de sus labios, ahora buscaba un mayor contacto.
No escucho palabra alguna del vampiro, temía que este esperara con esos ojos brillantes el abrir de sus ojos y ser completamente atrapado en su "hechizo", aunque ya se sentía en uno, estaba perdido en la belleza de este, completamente perdido. La curiosidad no podía ser evitable, menos en humanos como el que veían... para nada seguido ojos como esos, criaturas mitológicas o algo parecido.
Abrió sus ojos poco a poco encontrándose con los dorados ojos ajenos mirando su rostro, ¿Dónde estaba el brillo?, ¿Ya no borraría su memoria?, apenas había logrado tragar en seco cuando en el silencio de su habitación, el vampiro una vez más hablo con esa voz suave, y aunque intentaba ser seca, no tenía ni una gota de sequedad del maestro siniestro.
—Lo siento, Yunho.—Le escucho advertirle.
La advertencia fue poco antes de ver una vez más los ojos del vampiro tomar ese brillo, pero no se quedaría esperando por ver sus recuerdos desaparecer poco a poco de su cabeza. El no era débil, no dejaría que Hero, aun en ese estado le ganará. Sin pensarlo dos veces, interrumpió la habilidad de Hero tras capturar sus labios con los propios, un beso que tenía nada más un simple contacto como el anterior, pero eso no le detuvo para mover poco a poco sus labios.
Si bien, estaba atrapado en las manos del vampiro, fue la perfecta señal para notar que sus movimientos obtuvieron resultados. Hero de deshizo del agarre de sus manos lentamente, apenas rozando la piel propia. No sabía si el beso lo tomo nada más por sorpresa, si volvería a atacarlo o estaba siendo aceptado finalmente por el siniestro. Fueron los labios de este moverse sobre los propios lo que le hicieron mover la posición de sus manos a la cintura ajena, aferrarse al contacto del cuerpo frío del vampiro, atraerlo aun más al propio y disfrutar de los labios sabor fresa de Hero. Que en ese momento sabían claramente a lo que anteriormente había previsto, vino tinto.
El efecto del alcohol en el cuerpo ajeno, le permitió tener esa unión, ¿Sería realmente eso? ¿O Hero venia en busca del contacto?. Era un vampiro, una criatura mitológica, y por como los otros vampiros respondían a sus ordenes, supuso que no era uno cualquiera, probablemente el líder del clan o algo parecido, uno poderoso. De ser así, dudaba que no existiera la forma de atrapar a un humano sencillamente, para borrar sus recuerdos. Debían tener miles de habilidades que el no conocía. La fuerza sobrehumana para empezar le habían lastimado la espalda, tenía una debilidad fácil de atacar, que Hero no considero a la hora de querer borrar su memoria. Pero, dejaría que este tuviera aquella excusa por sus ultimas acciones. Aunque claro, el corresponder el beso, no sabía como terminaría excusándolo.
Era un hombre, y acariciar era algo que necesitaba a la hora de besar, quizás no solo caricias, sino que realmente deseaba tocar el cuerpo de Hero, ese delgado cuerpo de cristal. Gracioso, era un vampiro y el por un momento lo vio tan indefenso que necesitaba su cuidado, de ser un lycan podría protegerlo, pero aun no entendía la naturaleza de sus razas, ¿Cómo debía de investigar?, quería saber más, pero dejar los labios de Hero, no eran una opción.
Tomo el control de la situación, giro sus cuerpos dejando atrapado esta vez el cuerpo de cristal entre su cuerpo y la colcha. Era bastante obvio que Hero no se había encontrado antes en una situación parecida, y con esto se referia a un hombre, puesto que sus manos eran completamente inútiles mientas el solo se dedicaba a tomar su cintura. Tomo los brazos del vampiro y le obligo a rodear su cuello, recibiendo una queja entre el contacto de sus bocas y ahora, de sus lenguas.
El entreabrir de la boca de Hero, le permitió ingresar su lengua a la cavidad de este, explorarla a su gusto, saborearla, dejar que sus sinhuesos danzaran a un ritmo lento mientras sus labios se conectaban entre si dejando que tras cada roce estos tomaran un color carmín aún más fuerte. El tono de sus bocas les delataría una vez separados, pero nadie más que ellos mismos serian testigos de lo que aquella unión había provocado.
¿Cómo debía tomar esa queja?¿Se quejaba de lo bueno que besaba? O ¿De ser tratado como una mujer?, no sabía como tratar a un hombre, menos en una situación así, solo había estado con mujeres. Deslizo sus manos con delicadeza por los brazos ajenos hasta su cintura una vez más, donde al tener sus brazos tras su cuello, la playera de Hero se había levantado unos cuantos centímetros, dejando piel expuesta que alcanzo nada más a acariciar un par de segundos antes de sentir la fuerza de este aplastar su adolorida espalda sacando una queja de sus labios, los cuales se vieron obligados a dejar los contrarios.
—Mi espalda..—Se quejó una vez más tomando una distancia, pequeña distancia del contrario, ya que alejarse.... No, no lo deseaba.
—Fue mi culpa. Deberías descansar.—La voz de Hero sonó esta vez más, mucho más dulce que antes. ¿Dónde estaba el siniestro? ¿Había acabado con él?
Aunque su inexpresión no cambiaba, el tono de voz de este lo decía todo, un vampiro que tenía nada más una máscara que ocultaba su verdadero ser de los demás, seguramente por miedo. Todos temían al ser juzgados, y Hero no podía ser la excepción al mundo.
—No debiste besarme de esa forma.—
—Ahora no escucho quejas.-Dijo en una leve risa antes de recostarse sobre el pecho ajeno, no tenía otra forma, moverse causaría más dolor.
—¿Qué me hiciste, Yunho?—
¿Qué le hizo? ¿A que se refería exactamente?