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Winter Sleep por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Los personajes de Danny Phantom pertenecen a Butch Hartman.

Las canciones mencionadas y usadas en los capítulos pertenecen a sus respectivos autores.

 

Danny Fenton y Phantom no son la misma persona.

Notas del capitulo:

Domingo, 18 de Septiembre de 2016.

 

 

Winter Sleep

I

“Dejando una vida”

 

 

 

Esta historia inicia en un lugar llamado Amity Park, la cuidad más infestada de fantasmas en el mundo, pese a haber historias sobrenaturales, casas encantadas, callejones malditos y misterios sin resolver… esta ciudad sí cuenta con fantasmas; seres ectoplásmicos, con forma humanoide, poderes distintos y a veces poderosos.

Justo como los humanos, hay fantasmas buenos que buscan ‘vivir’ en paz y también los hay malos, fantasmas que hacen bromas crueles a los vivos, fantasmas que en busca de poder, intentan esclavizar humanos, hay quienes hacen desastres por el simple deseo de hacerlo. Sin embargo, esta ciudad está protegida, hay un fantasma que se encarga de aquellos fantasmas problemáticos, Phantom es su nombre, un chico adolescente de pelo níveo y ojos verde fluorescentes, viste un atuendo en blanco y negro, no es fácil de ignorar; Phanton, es visto como un héroe por algunos y llamado villano por otros.

Entre aquellos que llaman ‘villano’ o ‘amenaza’ a Phantom, se encuentran una pareja de caza fantasmas: Jack y Maddie Fenton. El matrimonio Fenton es bastante conocido en Amity Park, dos genios especializados en lo sobrenatural, científicos rechazados por el área en el que se especializan, sin duda un matrimonio bastante singular. Su meta en la vida es atrapar fantasmas, estudiarlos y demostrar a aquellos científicos que dudaron de sus teorías sobrenaturales la verdad absoluta respaldada con datos físicos. No obstante, varias de las teorías de los Fenton dice que los fantasmas son solo un espejismo de lo que fueron en vida, que no son más que bolsas de ectoplasma, dicen que todos los fantasmas son malignos… sostienen que los fantasmas no tienen ninguna clase de sentimiento como los sentimientos humanos; no sienten dolor, no sienten remordimiento, no sienten absolutamente nada.

Este matrimonio de caza fantasmas tiene dos hijos, una niña llamada Jazz de pelo naranja y ojos violeta, es tan brillante como sus papás, dedicada al estudio y a todo que le hagan desarrollar su inteligencia, es el orgullo de Jack y Maddie; dos años menor que la niña, se encuentra el niño de pelo ébano y ojos azul zafiro, Danny, el niño muestra inteligencia en otras áreas, en las artes para ser precisos, en la escuela no es sobresaliente como su hermana y eso es un peso que poco a poco va aumentando… se ha dado cuenta que sus padres tan solo prestan atención a su hermana.

Un amigo cercano a los Fenton, Vlad quien también es el padrino del niño, ha notado el ‘desliz’ de sus amigos, para compensarlo visita cada mes a la familia, pasa tiempo con su ahijado y hasta le enseña a tocar el piano y el violín; un pequeño piano de juguete que le regaló el día que descubrió lo prodigioso que su ahijado llegaría ser con la correcta guía y motivación, y, un violín como regalo especial de una mala experiencia para Danny en una Navidad.

Los padres del niño no ven con buenos ojos el gusto de su hijo por la música, esperan que sea sobresaliente como su hermana y ellos mismos, esperan que sea alguien quien le pudiera heredar su negocio familiar “FentonWorks”.  Por esta idea ha habido discusiones, los argumentos se convirtieron en gritos llenos de molestia y decepción cuando el niño admitió no querer dañar  a los fantasmas… cuando admitió que Phantom era su héroe. Esto sucedió cuando Danny contaba con diez años, a partir de ahí, la negligencia de sus padres aumentó, tras seis meses más, nuestra historia inicia.

.

.

.

Era una noche de inicios de verano, Danny bajó a la cocina en busca de un vaso de agua, extrañas pesadillas donde las burlas de la escuela, el desprecio de sus padres, el temor a expresar su talento en las artes y ese ‘don’ de encontrarse con los fantasmas buenos y malos se mezclan para formar así una pesadilla aterrante le hizo despertar. Deseaba que su padrino llegara pronto, solo con él se sentía bien, sin ataduras ni temor a expresarse… Danny estaba por regresar a su cuarto cuando escuchó ruidos metálicos y algunas maldiciones provenientes del laboratorio de sus padres.

Estuvo dispuesto a ignorarlo, sus padres tienden a pasar noches enteras en el laboratorio trabajando en uno de sus inventos, lo que llamó su atención fueron reflejos verdosos que se veían por la puerta… abierta, se veía la obscuridad abismal de todo sótano por la noche, pero esos flash de luz verde seguían apareciendo. Se fue acercando a la puerta, escuchó con un poco más de claridad una voz masculina, de un chico adolescente por el ligero tono grave como para ser de un adulto y no tan agudo como para ser de un niño; avanzó más y más, descendió los escalones curioso por saber la fuente de los destellos verdosos.

Ya en el laboratorio, el ruido cesó, nada de la voz molesta y repitiendo maldiciones, nada de quejidos, nada de los sonidos metálicos ni destellos verdosos. Suspiró, se le cruzó por la mente el haber imaginado todo, probablemente aún seguía medio dormido… recordando su pesadilla, prendió su teléfono con el que aluzaba su camino para no encender a luz general mientras que con la otra mano seguía sosteniendo el vaso con agua, al dirigir la pálida luz al frente vio una caja formada por barrotes barnizados con algo verde, no del mismo verde que lo había hipnotizado pensó; miró esa caja por un instante, se preguntaba lo que hacía una caja a mitad del laboratorio de sus padres, se preguntaba el motivo por el que la puerta estaba abierta.

La luz del teléfono se apagó, se volvió hacia los escalones para salir del laboratorio pero al dar un paso, miró sobre su hombro al lugar donde estaba la caja. Tenía la sensación de no alejarse, de acercarse a la caja y abrirla, derrotado por esa sensación regresó al lado de la caja, sabía que si no hacía lo que ya estaba palpitando en su mente no podría dormir.

Al estar cerca y agacharse a la altura de la caja, una figura se ‘apareció’, lo súbito de la presencia y la luminiscencia que lo rodeaba lo hicieron caer de sentón a frío suelo. Ese inconfundible atuendo monocromático, ese pelo blanco y esos ojos verdes tóxico… era Phantom. Y estaba atrapado.

--Phantom… –susurró Danny aún en el suelo.

No creía lo que sus ojos veían, ya sea por tener frente a él a su héroe o por saber que sus padres al fin lograron capturar al defensor de Amity Park.

--Me conoces, –afirmó –supongo que si te pido que me saques de este lugar… ¿Lo harías?

--Yo… ¿Cómo te pudieron atrapar mi padres? –expresó su duda.

--¿Tus padres? Supongo que no me ayudarás entonces. –suspiró el fantasma.

--Te ayudaré. Si mis padres de atrapan ¿Quién protegerá Amity Park? –dijo Danny.

Sin embargo, recordó su relación con sus padres, si se llegaran a enterar que liberó a Phantom, sin duda tendría muchos problemas. Quizá el resto de su vida estaría castigado. Por otra parte, si no ayudaba a Phantom, sus padres harían varios experimentos en él, incluso lo abrirían para un estudio completo… sus padres están convencidos que los fantasmas no tienen sentimientos, pero él ha visto a varios fantasmas, algunos los ha conocido personalmente.

Los fantasmas sienten como todo ser humano, incluso ha visto cuando Phantom es lastimado en algunas batallas, lo ha visto cómo sujeta sus heridas, los gestos de incomodidad y dolor; a veces lo ha visto flotar cuando sus heridas duelen demasiado para apoyar su peso en sus extremidades, le ha visto tratar algunas de sus molestias físicas. Sin duda siente dolor. No lo permitirá, no lo hará, es hora que alguien ayude al héroe de la ciudad.

>>Te sacaré, con una condición. –dijo Danny, si su vida será más miserable luego de liberar a su héroe qué  mejor oportunidad para obtener algo a cambio.

--¿Qué? ¿Por qué? Sólo sácame de esta caja, no me gustaría amanecer con mis intestinos fuera de mi cuerpo. –argumentó Phantom.

--Es solo que al liberarte, es probable que termine castigado hasta que mi vida termine, así que me gustaría algo que me recuerde que valió la pena. –decretó Danny.

--¿Demás de la satisfacción de haber hecho algo por el bien de la ciudad? –preguntó esperanzado Phantom.

--No pediré mucho, tan solo… un beso. –murmuró Danny con su mirada centrada en sus manos, detallaba su teléfono y el vaso de agua que milagrosamente no había derramado en la caída.

--¿Un beso? –preguntó escéptico Phantom –Te das cuenta que  ambos somos chicos, eres todavía un niño y que yo estoy prácticamente muerto ¿Cierto?

--¿Y? Lo sé, tan solo, me gustaría algo para recordar. –admitió Danny con sus mejillas ardiendo, agradecía que no hubiera la suficiente luz para que se notara.

El fantasma se quedó en silencio, se debatía en aceptar o no, aunque tan solo le quedaba una opción. En cambio, Danny sentía que su nerviosismo aumentaba, quizá fue muy tonto pedir algo como un beso a cambio de ayudar a su héroe a salir de su problema… no es como si de verdad lo fuera a dejar encerrado si se negaba, tan solo tenía que intentarlo.

Danny suspiró, se levantó para rodear la caja y buscar alguna cerradura, sin embargo, Phantom interpretó el súbito movimiento a que el hijo de los caza fantasmas lo dejaría ahí a su suerte.

--¡Espera! Está bien, lo haré. Sácame de esta caja y te daré un beso. –accedió Phantom.

--¿Lo prometes? –preguntó Danny con cierta duda.

--Claro, lo prometo.  –respondió Phantom.

Con una sonrisa Danny buscó la cerradura, sus movimientos eran observados por Phantom, de cierta manera el resplandor natural que Phantom desprendía le ayudó a Danny con el problema de la luz; encontró una pequeña cerradura en una de las esquinas inferiores de la caja, la abrió y Phantom salió sin problemas. Sin embargo, antes de cualquier otro movimiento, la voz de sus padres se escuchó por todo el laboratorio, la molestia era evidente y no hubo necesidad de mirar sus rostros.

Danny retrocedió hasta chocar con una consola electrónica donde el matrimonio Fenton mantenía sus investigaciones, Danny soltó el vaso con poca agua que tenía en la mano y que aún no había derramado… sino hasta estar sobre la consola. El agua hizo corto circuito, humo salía de la metálica máquina y Phantom escapó antes que lo volvieran a atrapar. Danny apenas vio la mirada de disculpa que el fantasma le dedicó cuando la furia de Jack y Maddie Fenton salió a flote. Danny tan solo cerró los ojos, suspiró profundo y esperó a todo terminara.

Los Fenton, en espera de volver a capturar a Phantom decidieron posponer lo que le esperaba a su hijo por sus recientes actos, lo arrojaron a la caja donde Phantom estuvo cautivo, lo dejaron en medio de la obscuridad… lo dejaron ahí casi una semana. Ignoraron sus súplicas, hicieron oídos sordos al llanto y a las miles de disculpas que el chico pedía, le reprendían cada que se acordaban del ‘escape’ de Phantom y del trabajo que tenían que hacer para recuperar los datos de la consola en la que Danny había derramado el agua.

No fue sino hasta que Vad, el padrino de Danny, arribó a la casa debido a sus visitas mensuales que Danny pudo salir de esa caja donde le tenían castigado, Vlad lo sacó de FentonWorks. Recurriendo a su título de padrino, tras haber calmado a Danny y haberles dicho de la falta de sentido común como padres a sus antiguos amigos, amenazando con el denunciarlos pudo obtener a Danny bajo su tutela. Tras frases que hirieron al matrimonio Fenton y un portazo que decretó su partida y la de su ahijado, fue al hospital para que atendieran al chico, luego, salieron de Amity Park.

Un par de días más tarde Danny abría sus ojos encontrándose en un lugar diferente a la caja en medio del laboratorio, vio a su padrino y entendió que iniciaría una nueva vida para él, una nueva vida en Wisconsin.

Con el alivio de saberse a salvo, olvidó la promesa que no se cumplió, pero, el otro involucrado en la misma promesa fue quien la recordaba a cada momento. ¿Quién diría un héroe podría cargar con la culpa de una ‘simple’ promesa?

 

 

 

>>Continuará...

 

Notas finales:

Gracias por leer.

 

 

Proximo capítulo: Domingo, 25 de Septiembre de 2016


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