—Deja de mirarlos hombre. Estás siendo demasiado obvio.
Volteó rápidamente y miró a Baekhyun. —No estaba mirándolos.
No estaba seguro de que era peor, la piedad obvia y mal escondida en los ojos de su amigo o la forma en que su pulso se aceleró al momento en que vio a Sehun.
Habían pasado dos semanas.
Pegando una sonrisa en su cara, se recostó contra el banco en el que estaban sentados, mirando a cualquier sitio menos a Mila y a Sehun. —Parecen muy felices ¿no?
Baek se encogió de hombros, echando un vistazo en su dirección. —No lo sé. Ella está sonriendo, pero el rostro de él no expresa nada.
Luhan se rió entre dientes. —No significa nada. Él tiene la mejor cara de póquer que he visto jamás. Si no quiere que sepas lo que siente o piensa, es increíblemente difícil de adivinarlo. Aunque a veces se le cae...
La mirada compasiva de Baekhyun empeoró, él apretó los dientes. Estaba bien, maldita sea. Se había encariñado un poco ¿y qué? No tenia el corazón roto ni nada.
—¿Ya se fueron?— Preguntó un momento después.
Baek los miró de nuevo. —No.— Una sonrisa divertida iluminó su cara. —Chanyeol acaba de ir hacia ellos. —Mila reprobó su clase, ya sabes. Tiene que recursarla y Yeol odia cuando tiene que perder su tiempo con estudiantes que ya fallaron una vez. La pobre chica se ve aterrorizada.
Giro la cabeza.
Efectivamente, el profesor Park se cernía sobre Mila, un ceño fruncido en su rostro mientras la reprendía por algo. Mila asentía tan rápidamente que uno podría pensar que su cabeza se caería si no se detenía. Estaria sonriendo si su mirada no estuviera impotentemente siendo atraída hacia Sehun de nuevo.
Sehun estaba observando el intercambio entre Mila y Park con una expresión indiferente en el rostro, las manos en los bolsillos de su abrigo gris. Su chaqueta estaba desabrochada y su camisa azul metida a la altura de su plano estómago era una combinación casi perfecta para sus ojos.
—Estás mirando fijo de nuevo.— Baek le dio un codazo y Luhan evitó su mirada. Baek se rió entre dientes. —No es que te culpe. Es ridículamente atractivo. Aunque, personalmente, creo que Chanyeol es más caliente.
Luhan le dio una mirada de incredulidad.
—Lo es.— Baek sonrió. —Tiene toda esa cosa de alto, misterioso e intimidante a su favor.
Luhan resopló. —¿Intimidante? Seguro. Una pregunta sería ¿te critica durante el sexo también?— Hizo todo lo posible por imitar la voz de Park. —Su rendimiento es mediocre Byun. Haga un esfuerzo para apretar sus músculos alrededor de mi...
Riendo, Baekhyun tiró de él en una llave juguetona al cuello.
Alguien se aclaró la garganta deliberadamente.
Con su cuello todavía envuelto en el brazo de Baek, miró hacia arriba. Su sonrisa desapareció cuando los ojos de Sehun se encontraron con los suyos.
Eran fríos como el hielo.
Baekhyun lo soltó y ambos se enderezaron.
—Hey.— Saludo tratando de sonar casual e indiferente. No estaba seguro de haber tenido éxito.
—Hola.— Saludo Sehun con el rostro inexpresivo. Sus ojos parpadearon hacia Baek. —¿No vas a presentarme a... tu amigo?
—Por supuesto. Él es Byun Baekhyun. Baek, él es Oh Sehun.
—Encantado de conocerte.— Baek estiró la mano para estrechar la de Sehun.
Luhan miró a su alrededor. —¿Dónde está Mila?
—Fue con el profesor Park para obtener su tarea.
—Ah.— Entrelazó sus dedos en un intento de mantener sus manos quietas.
Sehun tenía una expresión muy extraña en su rostro, tensa, casi dolorosa.
El silencio se prolongó, volviéndose incómodo. Pero Sehun no se movió, con las manos en los bolsillos, los hombros derechos y los ojos fijos en él.
Baek tosió. —Entonces ¿Dónde trabajas Sehun?
Sehun miró a Baek. —Soy dueño de una pequeña empresa que ofrece traducciones y servicios de validación lingüística.
—Suena interesante.— Murmuró su amigo.
La mirada de Sehun volvió a Luhan.
Pasaron varios minutos en silencio, con los ojos de Sehun llenos de algo a lo que Luhan no podía definir.
Era el silencio más incómodo de todos los silencios incómodos y se revolvía pensando en algo que decir. Lo intentó, pero no lo logró. Sus labios se separaron ligeramente y tomó un trago codicioso de aire.
Los labios de Sehun estaban apretados. —Nos vemos.— Dijo con rigidez y se fue despacio.
—Bueno, eso fue raro.— Murmuró cayendo hacia atrás en su asiento.
Baekhyun tenía una extraña expresión en él rostro. — Bien, mi experiencia con los hombres es muy limitada por lo que podría estar totalmente equivocado, pero él te miraba como si...
—¿Cómo si qué?
Baek parecía un poco incómodo. —Como si quisiera lamerte de pies a cabeza.
Gimió. —No me digas cosas como esas. Apenas lo estoy superándo.— La mirada que Baek le dio fue fastidiosamente escéptica. —Lo estoy haciendo.— Frunció los labios. —Además, incluso aunque tuvieras razón, eso no cambia nada.— Miró hacia el estacionamiento donde Mila estaba subiendo al coche de Sehun. —Tiene novia.— Dijo rotundamente, viendo al coche arrancar. —No va a dejarla.
Baek pasó un brazo alrededor de él y le apretó el hombro. —Que se joda entonces. Es sólo un tipo, bueno, un tipo muy caliente, pero sólo un tipo. Mira alrededor. La mitad de la universidad te desea. Puedes tener a cualquiera de ellos.
Forzó una sonrisa. —Sí. Tienes razón.— Park estaba caminando hacia ellos. —Sé que soy irresistible y todo, pero es mejor que dejes de manosearme antes de que tu maridito me asesine.
Baek rió. —Chanyeol no es mi marido.
—Vamos. Prácticamente lo es.
Park se detuvo frente a ellos y les miró con una ceja levantada. Sonriendo, Baekhyun se inclinó aún más cerca de Luhan y le guiñó un ojo.
—Él es como un hermano para mí.— Aclaro Luhan por si acaso.
Park miró a Baek sin inmutarse. —Si ya terminaste de tratar de ponerme celoso, vámonos. Se supone que la nueva niñera llegará en una hora. No tenemos mucho tiempo para llegar a casa.
—No es tu marido ¿eh?— Se burlo mientras Baekhyun se levantaba.
Baek le dirigió una mirada tímida y siguió a Park hacia su coche. Luhan los vio irse. No se tocaron, estaban en público después de todo y las relaciones entre profesores y estudiantes estaban mal vistas después de todo, pero su lenguaje corporal los traicionaba.
La forma en que se inclinaban uno hacia el otro, la manera en que Baekhyun le sonrió a Park, la expresión en los ojos del Profesor... Sólo un ciego no vería que estaban totalmente locos el uno por el otro.
Apartando la mirada, apretó mas su chaqueta alrededor de sí mismo y se frotó los brazos, tratando en vano de quitarse de encima la sensación de frío.
Estaba helando.
* * *
—Te ves tenso.— Comentó Mila mientras se alejaban del estacionamiento.
Sehun no dijo nada, se centró en manejar.
Mila se mordió el labio, estudiándolo desde el rabillo del ojo. Estaba preocupada. Había pensado que una vez que Luhan dejara de ir, todo volvería a la normalidad. Y parecía que así era, pero algo estaba mal, podía sentirlo.
Sehun había estado comportándose más o menos normal. El problema era, que no estaba segura cuánto de ello, si lo fuera, era una actuación. Sehun podía ocultar lo que estaba pensando casi sin esfuerzo.
Sin embargo, no podía ocultar la tensión en sus músculos y la forma en que sus dedos estaban apretando el volante.
Dudó antes de preguntar casualmente. —Vi a Luhan por ahí. ¿Lo saludaste?
—Sí.
No le gustó la respuesta, pero supuso que habría sido extraño si Sehun lo hubiera ignorado.
—¿Te presentó a Baekhyun?
—Sí.
—Baek es muy guapo ¿no? Hay un rumor de que ellos están follando.— Se mordió la lengua.
No tenía la costumbre de mentir, pero quería una emoción, quería una reacción de él. Quería saber.
No obtuvo nada. Ni un solo músculo se movió en el rostro de Sehun. De hecho, su cara estaba extrañamente quieta.
—¿Por qué debería importarme?— Preguntó con una voz muy agradable, razonable.
Una ola de inquietud se apoderó de ella y forzó una carcajada. —Sólo decía, eso es todo. No me sorprendería si fuera verdad, él es un poco puto. Un tipo fácil.
—Pensé que lo considerabas tu amigo.— El tono de Sehun permaneció considerado, agradable y tranquilo mientras giraba el coche rápidamente. —Eso no es una cosa muy agradable de decir sobre un amigo.
—Ser amistosos y ser amigos no es lo mismo.
Él no dijo nada.
Un escalofrío la recorrió.
Estiró la mano y tomó la suya, entrelazando sus dedos. Sehun no le regresó el apretón, pero no retiró su mano tampoco.
Mila exhaló y se relajó.
Estaban bien. Nada había cambiado. Sehun era tan amoroso como siempre. No tenía nada de lo qué preocuparse.
Sin embargo, sin importar lo que se dijera, una bola de preocupación estaba enterrada en su estómago, pesándole y haciéndola sentir enferma. Deseaba poder volver el tiempo atrás y frenarse a sí misma de acercarlos a Xiao Luhan.