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Solo un poco obsesionado «HunHan» por solokik

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Notas del capitulo:

Se que dijes Jueves, pero todos tenemos una vida.

A partir de aqui quedan 2 capítulos para el fin de esta historia.

Cuando Junmyeon abrió la puerta, no hubo abrazos y sonrisas en esa ocasión. Sehun miraba el rostro de su primo y no podía invocar siquiera un atisbo de afecto hacia él.

Todo lo que podía ver era al hombre que había metido su lengua en la boca de Luhan.

«Sí, me gusta» recordando las palabras de Luhan sus manos se apretaron en puños a sus costados, su respiración irregular y ruidosa incluso para sus propios oídos. La ira burbujeaba en sus entrañas, mezclada con una dosis de miedo y resentimiento.

Estimaba a su primo. No debería estar sintiendo eso.

No debería sentir la casi irresistible necesidad de empujarlo contra la pared y golpearlo una y otra y otra vez, hasta que su cara fuera un caos sangriento.

Como si leyera sus pensamientos, Junmyeon retrocedió un paso y lo miró con recelo. —Vamos pasa.

La casa estaba oscura y silenciosa, la chimenea era la única fuente de luz en la sala de estar.
Sehun se quitó la chaqueta y la arrojó en una de las sillas antes de hundirse en el sillón junto a la chimenea.
Mirándolo Junmyeon caminó hacia el mini-bar y agarró unas cuantas cervezas.

—Entonces...— Murmuró lanzándole una lata. Se sentó en el sofá y abrió su cerveza. —Acerca del chico bonito que trajiste.— Sehun se puso rígido, pero no dijo nada. No confiaba en sí mismo para no decir algo que lamentaría más tarde. —Relájate.— Dijo Junmyeon mirándolo. —No me gusta tu Luhan.— Se rió en voz baja. —Bueno, si aterrizara en mi regazo, desnudo, no voy a decir que no, es ridículamente atractivo y yo no soy de piedra, pero no me gusta.

Parte de la tensión se drenó de su cuerpo. —¿Entonces por qué lo besaste?

Tomó un sorbo de cerveza. —Tenia curiosidad por ver como reaccionarias, lo tocabas todo el tiempo, así que pensé que te molestaría si yo lo hacia. Pero tu reacción superó todas mis expectativas.

—Si me quieres estudiar como a una rata de laboratorio, mantén a Luhan fuera de esto y mantén tu lengua fuera de su boca carajo.

Junmyeon lo miró con solemnidad. —Pensé que tenías novia.

Sehun miró su cerveza, viendo el reflejo de la luz del fuego en la lata. —Tenía, ya no.

Silencio.

—Es un poco extraño.—Comento Junmyeon cuidadosamente. —Tú relación parecía estar bien hace sólo unos meses. Pensé que no te interesaban los hombres en absoluto.

Sehun abrió la cerveza y tomó un gran trago. —No me interesaban, hasta que Mila invitó a Luhan para un trío.— Miró a la chimenea, viendo las llamas amarillas bailar en un patrón ardiente. Se sentía como si todo hubiera sucedido en otra vida, no hacia dos meses. —Me irritaba.— Se rió sin humor. —No estoy seguro de cómo pasé de estar irritado a querer tener mi polla dentro de él.

Miró a Junmyeon calibrando su reacción. La expresión de su primo estaba en calma y sin sorprenderse. Esa era la cosa sobre él, siempre estaba compuesto y con la cabeza fría. A veces lo envidiaba, porque a menudo se sentía como una bomba de tiempo a punto de explotar.

—Por la forma en que lo mirabas hoy no se trata sólo de sexo ¿verdad?— Pregunto bebiendo de su cerveza.

—No lo amo.— Dijo lacónicamente.

—No dije que lo hicieras.— Levanto las cejas. —Pero por curiosidad ¿Por qué crees que no lo amas?

Suspirando, se pellizcó el puente de la nariz. —Porque no lo hago. Esto no es amor. El amor no se supone que sea como esto.

—¿Cómo qué?

Encontró sus ojos y respondió con tranquilidad. —Cuando te vi besándolo, quería arrancarte miembro por miembro. No estoy exagerando.—Al ver la expresión de su primo dejó escapar una risa áspera. —Sí. No me importaba que fueras mi amigo más cercano y mi primo. Esta cosa... me despojó de todo control. Me sentí como, como un tipo posesivo. Como si el fuera mío y nadie más que yo tuviera el derecho a tocarlo. Es obsesión, no amor.

Junmyeon lo estudió con una expresión contemplativa. —Nunca quisiste a nadie lo suficiente como para estar verdaderamente celoso. Nunca te importó lo suficiente. Nunca estuviste lo suficientemente necesitado. Es por eso que crees que no es normal sentirse así.— Se rió, con algo de dolor intermitente a través de sus facciones antes de que lo ocultara detrás de una expresión neutra. —Es bastante normal, confía en mí. Y no implica necesariamente que no sea amor. Si piensas que no es amor, tal vez nunca amaste antes.

—Amaba a Mila.— Dijo entre dientes.

—¿Lo hacías?— Pregunto Junmyeon en voz baja. —No estoy seguro de ello.

Se tensó. —¿Qué se supone que significa eso?

Junmyeon miró su cerveza antes de volver a mirarlo. —No dije nada antes, pero siempre pensé todas tus relaciones eran un poco superficiales... No, ¡escúchame! Sí, todas fueron bastante largas y serias, fueron agradables y constantes. No parecía que te hicieran sentir demasiado de nada. Nunca estuviste celoso. Nunca estuviste enojado. Nunca te importó lo suficiente.— Sostuvo la mirada de Sehun. —Pero eso es lo que querías, ¿no?

Endureciendo la mandíbula, Sehun lo acribilló con la mirada. —No me gusta lo que estás implicando Junmyeon estás equivocado.

—Tal vez.— Reconoció. —Tal vez sí amaste a tus novias. Pero tu reacción de celos por Luhan dice mucho. Crees que no es normal. No quieres sentirlo. Crees que algo tan intenso no puede ser amor.— Junmyeo miró a su cerveza, una extraña sonrisa torcida en sus labios. —Estás equivocado. Y reprimir las emociones no es saludable Sehun.

Sehun apretó labios. —¿Cómo lo haces? Nada te desconcierta. Tienes una respuesta para todo.

Una emoción parpadeó en el rostro de Junmyeon. —No hay necesidad de ese tono. No tengo una respuesta para todo. Lejos de eso. Sólo digo que a veces el amor no es bonito. No es ordenado y no está perfectamente guionado. No hay ningún molde para el amor. A veces es sucio. A veces es un poco espeluznante. Y a veces duele.

Antes de que pudiera decir nada, escucharon el ruido de pasos.

Un joven semidesnudo bajo por las escaleras, bostezando y estirándose. Tenía rasgos ligeramente exóticos y el pelo rubio oscuro. Ojos chocolate parpadearon hacia Sehun sin demasiado interés, antes de que el chico caminara hasta el sofá y se dejara caer sobre su vientre, poniendo la cabeza sobre el regazo de Junmyeon.

—Me duele el cuello.— Dijo con un ligero acento chino.

Sehun alzó las cejas ligeramente, inseguro sobre qué hacer. No tenía idea de que su primo estuviera viendo a alguien. Le había dicho que estaba soltero.

Miró hacia él y dio un respingo.

La indulgente, sufriente sonrisa que estaba en boca de Junmyeon transformó completamente toda su cara. Sus ojos eran cálidos, con una expresión llena de adoración al desnudo. Le hizo sentirse claramente incómodo. Se sintió como si estuviera viendo algo muy íntimo.

Algo que no debería ver.

—Te dije que te apegaras al programa de entrenamiento.— Dijo Junmyeon severamente, su voz en desacuerdo con la expresión de su cara. Pero entonces, de nuevo, el chico no podía ver su cara. —Y estás siendo grosero Yixing. Estás ignorando a mi invitado.

—Quiero un masaje. Y él no es tu invitado. Apuesto a que es de tu familia. Parece una versión pálida de ti.

—Eso me ofende.— Murmuro secamente. —Soy el Oh más guapo que nunca hayas conocido.

Yixing giro la cabeza y le dirigió una mirada crítica.

—Hmm...— Dijo pensativamente. —No. Tus manos están lejos de ser tan buenas. Puedo decirlo. Junmyeon vamos. Recuerda que estoy herido.

Junmyeon rodó los ojos, pero empezó a masajear el cuello del chico. —Te esguinzaste el tobillo, no el cuello. Sehun permíteme presentarte a Zang Yixing el deportista más mimado en el mundo.

Sehun ocultó su sorpresa. Había oído hablar del muchacho chino herido al que Junmyeon cuidaba desde hace años, pero no tenía idea de que estuvieran viéndose.

—Jugador de fútbol americano ¿no?

—Jugador de fútbol soccer.— Lo corrigió Yixing antes de sonreír felizmente. —Mmm, allí mismo, si.

—Tu cuello está rígido.— Murmuro Junmyeon en un tono de regaño suave. —¿Qué estuviste haciendo para ponerlo así?

—Ah, está aquí.— Dijo una voz femenina. Una hermosa joven estaba de pie en la parte superior de las escaleras las manos en las caderas de su pijama. Le estaba dirigiendo a Yixing una mirada poco sorprendida. —Vamos Lay. No actúes como un bebé.

—Ella está siendo grosera con tu invitado, también.— Reclamo Yixing sin abrir los ojos. —¿Por qué soy yo el único en ser regañado por eso?

La chica se sonrojó y le dio a Sehun una sonrisa de disculpa. —Soy Claire, la novia de Yixing.

Sehun la miró. Luego miró a Junmyeon cuya expresión era insulsa.

—Encantado de conocerte.— Saludo tardíamente, girandose hacia la muchacha. —Oh Sehun, primo de Junmyeon.

Ella le dio una sonrisa distraída y dijo con firmeza. —Zang Yixing, deja de molestar a Junmyeon y levántate. Ya estamos interrumpiendo en sus vacaciones...

—No lo están.— Dijo Junmyeon dándole a Claire una sonrisa que no alcanzó sus ojos. —Pero terminamos ya...

—No.— Se resistió Yixing.

—... Así que te lo puedes llevar.— Continuó, como si no lo hubiera oído.

Suspirando, Yixing se sentó. —Te odio.— Le dijo a Junmyeon antes de darle un besito en la mejilla. —Buenas noches.

—Buenas noches.— Junmyeon apartó la mirada.

Ni Junmyeon ni él miraron a la pareja irse. Mirando el rostro estoico de su primo, Sehun no sabía qué decir.

—Él no lo sabe ¿verdad?

Apretando la mandíbula, Junmyeon negó con la cabeza.

—¿Por qué no se lo dices?— Rió con dureza. —Me dices que no reprima las emociones, pero tú...

—Es diferente.

Era la primera vez que veía a su primo enojado. —¿Cómo es diferente?

Junmyeon se puso de pie y caminó hacia el mini-bar para servirse un vaso de whisky. Se lo bebió en un par de tragos grandes. —Porque no tiene sentido. Es hétero, no como tú, lo conozco, es realmente heterosexual, está enamorado de su novia. Van bastante en serio. Si le dijera, simplemente haría que todo se vuelva incómodo, nada más.

Sehun veía su espalda, rígida. —No parece indiferente. Es muy cariñoso...

—Es chino.— Murmuró inexpresivamente. —Y no, no es indiferente. Él me ama. Quizás demasiado, pero no de ese modo.

—¿Cómo sabes qué-

—Déjalo por favor, he estado lidiando con esto por años.

«Seguro que lo has hecho» pensó recordando la expresión del rostro de Junmyeon mientras miraba al chico. —¿Por qué simplemente no lo dejas? Renuncia a tu trabajo y vuelve a casa.

Junmyeon se rió, un sonido breve, tosco.

—¿Por qué no?

—Por la misma razón que tu madre no puede dejar a tu padre. Él es mi todo.— Junmyeon se giró para mirarlo una sonrisa irónica en sus labios. —Sé que desprecias a tu madre por eso. ¿Crees que soy débil y patético también?

Sehun miró a su primo, el primo al que había mirado hacia arriba cuando eran niños y no sabía qué decir. —No puedes simplemente quedarte y verlo con otra persona. Eso te va a romper.

Junmyeon cogió la botella de whisky y se la llevó a los labios. —Lo sé.— Tomó un gran trago. Sus ojos se veían aburridos y cansados. —Hoy su novia me pidió que la examinara. Al parecer, están buscando un bebé.

Respiró hondo. —¿Está...

—No, aun.— Junmyeon tomó otro trago. —Pero va a suceder algún día. Y algún día, voy a ser el padrino de su boda y tal vez el padrino de sus hijos y...— Se interrumpió mientras su voz se volvía más densa. Se dio la vuelta. —Tal vez soy débil. Tal vez soy un idiota por quedarse sólo porque él me necesita. Tal vez sea poco saludable vivir con migajas de afecto y permitir que una persona se vuelva el centro de mi vida. Tal vez.

Hubo un largo silencio, durante el cual Junmyeon se quedó mirando el crepitar del fuego y Sehun mirándolo a él.

—Si quieres mi consejo.— Hablo todavía sin mirarlo. Su voz era áspera y cortante. —Mi consejo para ti, manda a la mierda cualquier problema que tengas. No sobre analices. Obsesión, amor, no importa cómo lo llames. Solo son palabras. Si lo miras y piensas “es mío” eso es todo. Agárralo si puedes. Ojalá yo pudiera.

Sehun se le acercó y le palmeó el hombro. —Lo siento.

Los músculos de Junmyeon se tensaron bajo su mano. —Sí, yo también.

Notas finales:

Próxima actualización en 2 días.


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