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Solo un poco obsesionado «HunHan» por solokik

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Notas del capitulo:

¿Alguien mas vio el primer capitulo de la 7ma temporada de The Walking Dead?

Aun no lo supero...

 

No tengo wattpad, no se como este la onda ahí.

 

leer...

Las palabras de Junmyeon todavía resonaban en sus oídos cuando Sehun dejó la casa y se metió en su auto.
Se dejó caer en el asiento del conductor pasándose una mano por la cara.

«A veces el amor no es bonito. No es ordenado, y no está perfectamente guionado. No hay ningún molde para el amor. A veces es sucio. A veces es un poco espeluznante y a veces duele.»

Pensó en la postura abatida de Junmyeon y su sonrisa forzada. Pensó en la forma en que miraba a ese chico chino.
Pensó en Mila, y sus otras ex novias. Todas ellas eran hermosas y agradables, pero si era honesto consigo mismo, no había sentido con ellas ni una pizca de lo que sintió con Luhan y no se refería sólo al sexo.
No había sentido la irresistible urgencia de tocar, de besar, de atraer más cerca, de estar con ellas. Nunca había tenido problemas para apartar la vista cuando sonreían. Nunca se había sentido impaciente por verlas. Todo sus reacciones y emociones habían sido controladas.

Previsibles. Superficiales.

Y a le había gustado de esa manera.

Se apartó de sus pensamientos cuando la puerta del pasajero repentinamente se abrió y alguien entró.

Era el tipo chino, Yixing. Ni siquiera llevaba una chaqueta y estaba cubierto de nieve.

Miraba fijamente a Sehun —¿Qué diablos hiciste con él? Junmyeon está bebiendo y nunca bebe. ¡Sea lo que sea que hiciste, vuelve atrás y arréglalo!

Observándolo, se dio cuenta de que el tipo no era tan joven como había pensado. Penso que podría tener la misma edad que Luhan. Había algo en las líneas de su boca que le daban un aspecto vulnerable e inocente.
Pero ya viendo la expresión severa en el rostro del chico, era obvio lo equivocada que estuvo su primera impresión. Algo le decía que ese tipo estaba lejos de ser inocente y vulnerable.

—¿Yo?— Preguntó. —Deberia ser yo quien preguntara eso.

Maldita sea. No debería haberlo dicho. Junmyeon no quería que Yixing lo supiera... Pero no había ni rastro de confusión en su rostro, al contrario desvió su mirada.

Estrecho los ojos evaluándolo. —¿Lo sabes?— Cuestiono mientras la comprensión clavaba en él. —Lo sabes ¿No es así?— Yixing asintió, todavía sin mirarlo. —Si lo sabes, entonces déjalo ir.

—No es tan sencillo.

—Es bastante sencillo. Él te ama y tú lo sabes, y aun así le haces verte con tu novia. ¿No das una mierda por él en absoluto?

—Tu no lo entiendes.

—No, no lo hago, le diré que lo sabes.

Yixing lo agarró del brazo. —No te atrevas.— Gruño, sus ojos chocolate brillando. Su expresión se transformó por completo, habia algo cruel y desagradable acechando en su mirada. —Si lo haces, me aseguraré de que nunca vuelva a hablarte de nuevo ¿Entendido? Puedo hacer eso. Si tiene que elegir, siempre me escogerá a mí, no a su primo. Él es mío.

Sehun lo miró. Las apariencias podían ser engañosas, sin duda.

¿Un chico lindo e inocente? Claro.

—¿Él sabe que pedazo de egoísta de mierda eres?

Yixing se echó a reír, como si hubiera dicho algo gracioso. —Junmyeon me conoce mejor que nadie. Él ha visto mi peor parte.— Algo como maravilla o tal vez vergüenza apareció en su rostro. —No soy una muy buena persona, pero él me ama de todos modos. No voy a renunciar a él. Nunca.

Sehun negó con la cabeza lentamente. —¿No ves lo cruel que es esto? ¿No te importa? Lo estás quebrando.

Con su mandíbula tensándose Yixing bajó la mirada. —Lo sé.— Susurró con voz ronca. Odio lastimarlo, pero solo... No puedo dejarlo ir ¿de acuerdo? Él es... Le debo mi carrera. Le debo todo lo que soy ahora.— Se dio la vuelta para mirar fuera por la ventana. —Pasé de ser un pobre don nadie de un orfanato, a un futbolista estrella que gana doscientas mil libras a la semana. Tengo todo lo que he soñado siempre. No debería necesitarlo más.— Hizo una pausa. Cuando volvió a hablar, su voz estaba llena de resentimiento. —Pero lo hago. Y odio esto, esta dependencia emocional, el deseo constante de tener su atención y aprobación. Nunca dependí emocionalmente de nadie antes de él, nunca tuve a nadie de quien depender. Odio todas estas emociones, odio tener miedo de que se canse de mí y se vaya ¿Sabes?— Yixing sonrió torcidamente, sacudiendo la cabeza. —Por supuesto que no lo entiendes. Nadie lo entiende.

—Lo entiendo.— Respondió. —Mejor de lo que creés.

Yixing le lanzó una mirada escéptica. —¿De verdad? ¿Te sientes así también?

—Bueno, no exactamente de esa manera. No estoy de ningún modo tan mal como tú.

—Gracias¿Entonces cuál es el problema? ¿Adivino que hay una mujer?

—Un hombre.— Por alguna razón, era fácil hablar de ello con Yixing, probablemente, porque estaba mucho más jodido de lo que él estaba.

—Huh...— Dijo Yixing y murmuró algo que sonó como “debe venir de familia” —Entonces ¿qué pasa con él? ¿No te quiere?— Frunció el ceño. —Aunque es poco probable si es gay.

—¿Qué se supone que significa eso?

Yixing soltó una carcajada. —¿No tienes un espejo? Eres muy parecido a Junmyeon y él es muy apuesto. Casi todo el mundo en nuestro club está enamorado de él.

«Pero tú no»

—De todos modos, ¿qué pasa con ese tipo?

—Lo quiero.

—Eh... Y eso es un problema... ¿Por qué?

Sehun miró por el parabrisas, viendo a través de la pesada nevada.

—Espera, cuando dices “lo quiero” ¿te refieres a que quieres agarrarlo de la mano y besuquearlo hasta morir o te refieres a...

—Me refiero a todo.— Pensó en el rostro de Luhan sus labios regordetes y esa maldita sonrisa, la curva de su cuello, sus pequeños pezones oscuros, sus muslos, sus piernas fuertes envueltas alrededor suyo, su estrechez, su calor, sus oscuros ojos... Sonrió autocensurándose, sintiendo una contracción en su polla. —A todo. Desde mirarlo atontado, hasta querer frotar mi corrida en su piel y hacerlo apestar a mí por dentro y por fuera.

—Um, demasiada información compañero.

Sehun lo miró. —Te das cuenta de que probablemente Junmyeon tenga pensamientos menos que puros cuando te mira, ¿no?

Yixing se sonrojó y se removió, mordiéndose el labio. —Trato de no pensar en ello.

—Deberías.— Su voz más fuerte. —No es el padre que nunca tuviste, no es tu hermano mayor, no es un monje. Es un hombre saludable en su mejor momento. Si lo amas tanto como afirmas, dejarás de ser una pequeña mierda egoísta y lo dejarás ir.

Los brillantes ojos de Yixing inmediatamente asustados.

Sehun dejó escapar un suspiro. —¿Estás seguro de que no estás ni un poco interesado en los hombres? Yo solía pensar que era completamente heterosexual.

Yixing negó con la cabeza. —Los hombres no me hacen sentir nada.— Miró sus dedos y dijo con voz ronca. —Me alegro de no ser gay ¿sabes? Si soy así de necesitado y dependiente cuando no lo deseo físicamente, ni siquiera quiero pensar lo pegajosamente devastado que estaría si lo quisiera de esa forma. Probablemente no lo dejaría salir de mi lado.— Yixing lo miro de nuevo, sus ojos amplios y suplicantes. Parecía un chico vulnerable e inocente de nuevo. —No le digas que lo sé. Por favor.

Apretó los labios, pero asintió ligeramente con la cabeza.

—Gracias.— Yixing puso una mano en la manija de la puerta, pero se detuvo. —¿Sabes? cuando tenía dieciséis, me lastimé la columna vertebral. Todo el mundo pensó que era una lesión mata-carreras. Estaba jodidamente asustado ¿Qué pasaría si todos los médicos tenían razón y no podía volver a caminar de nuevo? Así que seguí evitándolo, si no intentaba caminar, no me podía caer después de todo.— Una suave sonrisa nostálgica apareció en su rostro. —Pero Junmyeon, él era mi fisioterapeuta en ese momento, me dijo que si no lo intentaba, no podía no caerme tampoco. Así que lo intenté. Y ahora soy el mejor delantero del mundo.

—Y el más humilde también.— Resoplo encendiendo el limpiaparabrisas para despejar la nieve. —Gracias, entendí la moraleja de la historia, pero es innecesaria. —Ya no me engaño más.— Sonrió con tristeza. —No puedo mantenerme alejado de él.

Yixing asintió sin sonreír. —Si.— Dijo con voz ronca, abriendo la puerta. —Lo entiendo. Buena suerte.

—Tú también.— Encendió el motor. —No rompas el corazón de mi primo.

La respuesta de Yixing se perdió entre el aullido del viento y los remolinos de nieve. Tal vez fuera lo mejor.

Notas finales:

Hasta el viernes.


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