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Solo un poco obsesionado «HunHan» por solokik

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Notas del capitulo:

Se lo que están pensando... Ayer no actualize, pero si hubieran notado mejor, se darían cuenta de que el cap 5, se convirtió en 5 y 6...

Esto fue debido a un problema de extensión así que invito a que regresen al cap anterior para leer el capítulo 6.

 

El club estaba lleno de sombras y luces intermitentes. El aire olía a químicos, bebidas y sudor. La gente se amontonaba en la pista de baile, todos eran indistinguibles. De vez en cuando uno o dos eran elegidos por un reflector al azar, dándoles su momento de fama y luego eran absorbidos nuevamente por la masa palpitante.

Ese no era el escenario de Sehun. Con cada minuto que pasaba se arrepentía de haber dejado a Mila convencerlo. Pero estaba cansada y estresada de todo el estudio y quería apartar su mente de los próximos exámenes y él había cedido.
Al menos en el bar tenían su cerveza preferida, lo que era un alivio, Sehun bebió hasta que la mitad de la botella había desaparecido. Era tan ruidoso allí dentro y las luces estaban a la vez bajas y palpitantes, lo que le hacía doler la cabeza.

—Vamos, no seas aguafiestas.— Le gritó Mila al oído. —¡Vamos a bailar!

—Sabes que odio bailar.

—¡Pero todo el mundo está bailando! ¡Vamos! ¡Quiero bailar!

—Entonces ve a bailar.— Tomó un sorbo de su cerveza.

—¿En serio?— Mila se puso las manos en las caderas. —¿Dejarás que otros tipos bailen conmigo? ¿No te importa?

—Confío en ti.— Dijo inexpresivamente.

—En serio ¿Qué te pasa? Has estado tan malhumorado los últimos días. ¡Yo soy la estresada por los finales, no tú!

Sehun tomó un sorbo de la botella. —No he estado malhumorado.

Cómo que lo estuvo, tal vez, aunque no pudiera precisar el motivo. Podía sentir esa extraña especie de frustración creciendo en él, pero no sabía que era lo que le molestaba.
Todo estaba bien.
El negocio funcionaba como una máquina bien aceitada. Su relación con Mila no podría ser mejor. No había nada por lo que sentirse frustrado.

—Ve a bailar, ve a divertirte y....— Se interrumpió cuando un reflector atrapó a dos chicos bailando juntos.

Mila siguió su mirada. —Oh, ¡mira quién está aquí! Luhan no perdió el tiempo después de abandonarnos. ¡Tiene buen gusto! Es muy atractivo.

Sehun se quedó mirando las grandes manos en las caderas de Luhan mientras este se movía, moliéndose contra otro tipo, su cabeza en el hombro del sujeto, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos.
El tipo lo miraba con hambre, con las manos moviéndose para deslizarse bajo la camiseta de Luhan.

Sehun bajó su cerveza. —Vamos a decir hola.

—¡No puedes estar hablando en serio!— Dijo Mila. —A Luhan no le va agradar eso. ¡Estoy segura de que no quieren ser interrumpidos!

—Vamos.— Insistió capturando la muñeca de Mila y prácticamente arrastrándola hacia la pareja.

—¡Sehun!

Hizo caso omiso de sus protestas, abriéndose paso entre la multitud. Cuando llegaron a su destino, agarró el brazo de Luhan... Sólo para llamar su atención, por supuesto.

Luhan abrió los ojos y parpadeó aturdido unas cuantas veces antes de centrar su mirada en Sehun. Entonces una sonrisa lenta y radiante iluminó su rostro. Sus labios formaron una palabra, pero la música era demasiado fuerte para que él pudiera escucharla.

Luhan se alejó de su pareja de baile y prácticamente cayó contra Sehun. —¡Hey!— Gritó alegremente.

Fue entonces cuando Sehun se dio cuenta de que estaba borracho. Tuvo que envolver un brazo alrededor de su cintura para sostenerlo. —Estás borracho.

Enroscando un brazo alrededor de su cuello, Luhan negó con la cabeza. —Sólo un poco achispado.

Sehun resopló y miró al otro tipo, que le estaba arrojando dagas con la mirada.— Piérdete. Está demasiado ebrio para follar.

Resoplando con molestia, el tipo desapareció entre la multitud.

—Nunca estoy demasiado borracho para follar.— Anunció Luhan en su oído.

Sehun hizo una mueca. —Definitivamente estas demasiado borracho para conducir. ¿Cómo llegaste hasta aquí?

Hubo una pausa. —No lo sé. Creo que caminé.

—¿Crees?— Pregunto. —¿Cómo harás para irte a casa?

Luhan presionó la nariz contra su oído. —No quiero ir a casa. Quiero follar.

—En serio. — Murmuró de forma inexpresiva. Pensé que rechazaste la invitación de Mila porque no querías follar.

—No quiero una chica.— Murmuró a su oído. —Quiero un hombre que me sostenga abajo y me folle.

Tragó. Se encontró con la mirada preocupada de Mila y se estremeció, aunque no había manera de que ella pudiera haber escuchado. E incluso si pudiera, él no tenía ninguna razón para sentirse culpable. No era responsable de lo que Luhan estuviera balbuceando.

Se aclaró la garganta. —Vamos, te llevaremos a casa. Necesitas dormir.

Le hizo un gesto a Mila para que lo siguiera, medio cargó, medio arrastró a Luhan fuera de la pista de baile.

—¿A dónde vamos?— Preguntó Luhan una vez que obtuvieron sus chaquetas y salieron fuera, a una noche de diciembre.
Había frío y humedad, pero no mucho viento.

—¿Dónde vives?— Después de un momento Luhan le dio su dirección. —Ahí es a donde vamos entonces.— Dijo empujándolo hacia su coche.

—¡Oye con calma!— Se quejo Luhan tropezando. —Mis piernas están chistosas.

—Estabas suficientemente bien mientras te pegabas a ese tipo en la pista de baile.

—Suenas enojado Hunnie.— Luhan volteó y le guiño un ojo. Aparentemente, no estaba demasiado borracho para su tonto coqueteo.

—No estoy enojado.— Agarro a Luhan cuando tropezó de nuevo. —Estoy molesto. Ser tu niñera no estaba en mi lista de cosas por hacer de hoy.

—No seas tan duro con él cariño.

Sorprendido, Sehun giró la cabeza. Se había olvidado por completo de Mila.

Ella alargó sus zancadas para alcanzarlos. —En todo caso, tú deberías ser el que se disculpe con Luhan por cortarle el polvo.

—No hice tal cosa.— Sehun abrió el coche y empujo a Luhan en el asiento del pasajero.

—Lo hiciste.— Acuso Luhan.

—Lo hiciste.— Secundo Mila subiéndose en el asiento trasero.

—Él está ebrio.— Subió a su asiento, jalo a Luhan hacia arriba, abrocho su cinturón y encendio el motor. —Quién sabe lo que ese tipo le habría hecho.

Luhan se echó a reír, o más bien, a reír tonta y ebriamente. —Aw, eres tan dulce.

Sehun lo acribilló con la mirada.

Luhan le lanzó un beso.

Apretando los dientes, volvió a mirar a la calle. Sintió la mirada de Luhan en él.

—Eso es tan extraño.— Luhan sonaba confundido. —Eres dulce, pero te ves amargado. Tan extraño.

—¿Nadie te dijo que eres un borracho horrible?— Pregunto ignorando la risa de Mila desde el asiento trasero.

—No.— Respondió Luhan después de un momento.

—Eres un borracho horrible.

—No lo soy ¡Soy un borracho impresionante! Me recupero bastante rápido.

—No es exactamente a lo que me refiero.

—Eres malo. Te ves tan bien, pero eres tan malo.

—Acabas de decir que era dulce.

—¡Nunca dije eso!

Sehun se echó a reír. —Eres ridículo.

—Y tú eres un pendejo.

—Y tú eres irritante.

—Agradable.— Mila río. —Insultos de jardín de niños. ¿Qué sigue, chicos?

—¡Él Empezó!— Acuso Luhan con un puchero en su voz. —A mí de verdad, de verdad, no me agrada tu novio. No sé cómo puedes estar con él. O por qué.

—Tiene sus momentos.— Dijo Mila. —Además, tiene una gran polla.

Eso silenció a Luhan.

Por un momento.

—Supongo...— Murmuró a regañadientes. —Creo que las pollas grandes pueden ser bastante incómodas, cuando el tipo no sabe cómo usarla. Pero supongo que...

—Él está justo aquí.— Interrumpió Sehun mirando al frente. —Y a él realmente le gustaría que ustedes dos dejaran de discutir sobre su polla.

—Agua fiestas.— Dijo Mila.

—Aburrido.— Dijo Luhan.

Mila se rió un poco. —Espero que no estés muy enojado con Sehun. Ese tipo era muy atractivo.

—Sí. Tenía unos ojos bonitos. Tan azules. Lástima.

Sehun miró a Luhan. Se veía somnoliento.

—¿Puedo preguntarte algo?— Hablo Mila. Cuando Luhan hizo un ruido soñoliento preguntó. —¿Por qué no tienes novia o un novio? Quiero decir, eres probablemente el tipo más popular de la universidad, todo el mundo te ama, pero nunca sales con nadie. Solo te encamas por ahí. La gente dice que tienes miedo al compromiso.

—No.— Bostezo Luhan. —Es todo lo contrario. Mis padres se aman, su amor es épico como la mierda y básicamente crecí sin conocer nada más. Conformarme con nada menos parece un poco superficial. Así que sólo follo. Tienes que besar muchos sapos antes de encontrar a tu príncipe y todo eso. No eh conocido a nadie al que quiera tanto como para dejar de follar por ahí.— Había una mirada nostálgica en su rostro. Ya no lucia borracho.

—Realmente quiero conocer a esa persona.— Comento Mila.

Luhan encontró los ojos de Sehun y desvió la mirada. —Tú y yo, ambos, cariño.

—Está bien ¡vamos a hacer un pequeño juego!— Dijo Mila.

—¿Un juego?

—Uh huh. ¿Una mujer o un hombre?

—Fácil. Un hombre.

—¿Por qué estás tan seguro?— Preguntó Mila, un rastro de molestia en su voz. —Podrías enamorarte de una mujer.

Sehun miró a Luhan de nuevo. Tenía los ojos cerrados. —No me malinterpretes, me gustan las mujeres. Ustedes son agradables para tocar, agradables para conversar, pero no puedo, realmente no puedo verme enamorado de una chica. Hay cosas que las mujeres no pueden darme.

—¿Cómo qué?

—No quiero una chica. Quiero un hombre que me sostenga abajo y me folle.— Sehun se removió en su asiento fijando sus ojos en línea recta. —Estar con un hombre es diferente a estar con una mujer.— Continuó Luhan. —La dinámica es diferente. Estoy a favor de la igualdad de género y todo, pero todavía hay algunas cosas que simplemente no puedes... —Se interrumpió con un ruido frustrado. —Es difícil de explicar. Me siento diferente con los hombres y queremos cosas diferentes ¿sabes?

Mila lanzó una risita tonta. —Sólo di que te gustan más las pollas.

Luhan se rio disimuladamente. —Eso también, pero no es tan simple de hecho.

—Está bien, lo que sea. Así que es mas probable que esa persona sea un hombre. ¿Alto y construido o bajito y delgado?

—Pregunta tonta ¿Te gustan los chicos bajitos y delgados?

—¡No es lo mismo! Escuché que a algunos chicos gay les gustan los twinks.


—No a mí. Me gustan altos y construidos. Alguien más fuerte que yo.

—Lo pillo.— Mila sonrio. —Déjame Adivinar, te gusta ehm ¿ser el que recibe?

Luhan se echó a reír. —He hecho ambos.

—Pero prefieres recibir.— Presionó Mila.

Sehun lanzó una mirada de lado hacia Luhan.

—Sí.— Contesto encontrando los ojos de Sehun. Había un rubor en sus mejillas.

Sehun volvió a mirar a la calle. Casi estaban en la dirección que Luhan le había dado.

—Pero en realidad no lo hago frecuentemente, por lo general sólo tengo encuentros de una sola noche y uno realmente no va tan lejos con algún extraño. Y es demasiado intenso y te hace sentir demasiado vulnerable y mierda cuando el chico...

—Demasiada información.— Corto Sehun.

El silencio que cayó en el coche era casi ensordecedor y se dio cuenta de que prácticamente había gruñido las palabras.

—¿Por qué?— Pregunto Luhan finalmente. —¿Eso te hace sentir incómodo Hunnie?

Sehun mantuvo sus ojos en la carretera. —Existe algo así como el exceso de comunicación.— Detuvo el coche delante del edificio. —¿Este es el edificio correcto?

—Yo... Sí.

—Entonces baja.

—Gracias por el aventon, supongo. Adiós, Mila.

—Adios Lú.

Sehun no miró cuando Luhan abría la puerta, pero tuvo que mirar cuando tropezó y cayó al suelo.

—Por el amor de Dios.— Gruño y salió del coche.

—El mundo está girando— Murmuró Luhan. — Que extraño. No me siento tan borracho.

Sehun lo levantó. —Vamos.

Luhan pasó un brazo alrededor de su cuello y se apoyó en él.

—¿Necesitas ayuda?— Grito Mila desde el coche.

—No.— Contesto y comenzó a caminar. —¿Dónde está tu departamento?

—Allí. Quinto piso. El ascensor no funciona.

Era de imaginar.

Cuando finalmente llegaron al departamento, se apoyaron contra la puerta, recuperando el aliento.

—Creo que me estoy mareando.— Comento Luhan.

—No lo hagas.— Gruño Sehun.

—Muy útil, amigo.

—Puedes manejar el resto por tu cuenta ¿verdad?

—Si digo que no ¿me cargas adentro?— Luhan sonrio ligeramente, pero sus ojos estaban extrañamente serios.

Sehun se enderezó. —Si estás coqueteando de nuevo, estás suficientemente bien para llevar tu culo dentro.— Dio la vuelta para irse, pero una mano cogió su chaqueta.

—Hunnie.

Inhaló y miró a Luhan. —¿Qué?

Luhan soltó su chaqueta. Se mordió el labio inferior, con una extraña expresión en la cara. —Es como, la última vez que nos veremos ¿verdad?

Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y se encogió de hombros. —Probablemente vamos a cruzarnos en tu universidad.

—Sabes a lo que me refiero.

Evitando su mirada, Sehun toco su cuello. —Puede ser ¿Y qué?

—Odio dejar cabos sueltos.

—¿Que cabos sueltos?

—Sabes de lo que estoy hablando. Mírame.

Sehun sabía que no debía. Lo sabía.

Pero lo hizo de todos modos.

Se miraron el uno al otro en silencio, el único sonido en la escalera era el de su respiración entrecortada.

Luhan se lamió los labios. —Sólo una vez.— Susurró.

Sehun se lanzó hacia adelante, aplastando sus labios con los suyos. Gimiendo, Luhan enredo las manos en su cabello y le devolvió el beso, ansioso y necesitado, Sehun lo beso más profundo, empujando su lengua dentro.
El beso fue descuidado y sucio, lengua, dientes, gruñidos jadeantes y gemidos... No podía besarlo lo suficientemente rudo y profundo. Nada tenía sentido, nada excepto eso, el más básico deseo físico, su sangre palpitante por la necesidad en sus venas poniendo a su polla más gruesa y más dura. Quería...

Su teléfono celular sonó. Era el tono del timbre de Mila.

Sehun se apartó de Luhan como si ardiera.
Respirando con dificultad, se miraron el uno al otro. Las pupilas de Luhan estaban tan dilatadas que sus ojos parecían rojos, el rostro enrojecido, el pelo revuelto, los labios hinchados y rojos.
Sehun odio que incluso con la culpa retorciendo su estómago en nudos, una parte de él quisiera volver a chupar y besar esos labios, su cuerpo ardía de deseo.

—No.— Dijo con voz ronca y retrocedió, casi cayéndose por las escaleras en su prisa.

Una vez fuera, el aire frío de la noche no hizo nada para refrescar su piel.
Tomó unas cuantas respiraciones profundas, tratando de que su erección se fuera por fuerza de voluntad. Pensó en Mila esperándolo en el coche y se sintió mal del estómago.

No quería ir, pero no podía quedarse ahí para siempre.
Armándose de valor, Sehun se acercó al coche y se metió en el asiento del conductor.

—¿Qué te ha tomado tanto tiempo?

Miró hacia la noche oscura a través del parabrisas.
Podría mentir. Podría omitir la verdad.
Se le revolvió el estómago. No.

—Lo besé.— Dijo inexpresivamente.

Un latido pasó. —¿Perdón?

—Besé a Luhan.— No la miró.

El silencio se prolongó más tiempo esa vez.

Por fin, ella se echó a reír, un poco insegura. —Wow no estoy segura de cómo tengo que reaccionar a eso. Pensé... Pensé que eras cien por ciento hétero.

—Lo soy.— Agarro el volante.

—Cariño, odio decírtelo, pero no eres cien por ciento heterosexual si besas a otro hombre.— Una pausa. —Aunque no te culpo. Él es ridículamente atractivo y volvería a cualquier hombre bi-curioso.

Al exhalar, Sehun giró la cabeza hacia ella. —Pensé que estarías enojada.

Mila hizo girar un mechón de su cabello en su dedo. —¿Por qué? Le di un beso también e hice más que besarlo. Solo estoy sorprendida.— Lo miró curiosamente. —¿Te gustó?

Sehun casi se echa a reír. ¿Cómo se suponía que iba a responder a eso?
“Gustar” ni siquiera se acercaba. El hambre seguía arañando en él, su polla aún estaba medio dura.
Pero a pesar de toda su amplitud mental, Mila no lo tomaría bien si supiera el alcance de su atracción por Luhan.
No lo tomaría bien si supiera que sus dedos todavía temblaban por la descarga de adrenalina, su cuerpo rígido por la excitación.

—Fue lo suficientemente bueno.— Cortó escapando.

Mila le puso una mano en el hombro. —Entonces ¿Qué vamos a hacer al respecto?

—No estoy seguro de a qué te refieres.

—¿No es obvio? Me siento atraída por él, te sientes atraído por él y yo presumo que él se siente atraído por los dos. Es perfecto. Podemos disfrutar de un auténtico trío, no sólo dos chicos compartiendo una chica.

Sehun respiró lento. Ella no podía estar sugiriendo eso en serio. —No estoy seguro de que sea una buena idea, Mila.

—¿Por qué? Fue realmente caliente cuando vi a los dos besarse accidentalmente.— Rió. —Creo que hay algo muy excitante sobre ver a dos tipos calientes hacerlo. En realidad ni siquiera me siento celosa. Es como... Se siente como que no contara ¿sabes?

Sehun podía entender de dónde venía lo que decía, a él no le molestaría tampoco si viera a Mila haciéndolo con otra chica sexy.

Pero el problema era...

Suspiró, pasándose una mano por los ojos. ¿Cómo podía decirle que tenía un muy mal presentimiento sobre eso?

—¿Esto es por que él es un hombre?— Mila preguntó cuándo no dijo nada. —Si lo es, es una tontería. ¡Así que eres bisexual gran cosa! Es sólo sexo, no es una relación. ¡Vamos, vamos a intentarlo! Si no te gusta no vamos a hacerlo de nuevo. Sencillo.

Sehun miró hacia la oscuridad. No debería tomar ninguna decisión mientras su cuerpo todavía dolía por el deseo y las ganas.

Pero lo hizo. —Esta bien.

—¡Genial! Le diré mañana entonces.

La incómoda sensación en su estómago no disminuyó.
Algo le decía que no sería tan simple como Mila lo hizo sonar..

Notas finales:

Y bueno... Pues así, hasta mañana.


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