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Solo un poco obsesionado «HunHan» por solokik

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Notas del capitulo:

Tarde pero seguro, tengo malas experiencias adaptando HunHan, trato de no pensar en que es el destino xD

Luhan se limpió las manos sudorosas en sus jeans y tragó saliva mirando la puerta del departamento de Sehun.

Tenia que haberse negado.

Debería haberse negado cuando Mila lo sugirió. Al principio se habia sentido nervioso y avergonzado cuando Mila le había dicho que sabía sobre el beso. Aparentemente, Sehun siempre le contaba todo. Cómo el novio perfecto que era.

No estaba seguro de por qué le molestaba tanto, por lo menos eligió no examinarlo muy de cerca. Hasta su conversación con Mila, había tratado de no pensar en el beso y la oferta de Mila había sido un choque para él.

Al parecer, ella y Sehun querían un trío. Un verdadero trío. Un trío en el cual él podría tocar a Sehun y Sehun lo tocaría. Estaba tan asustado que dio su consentimiento sin pensarlo. No fue su momento más brillante.

Maldita sea, eso tenía “Mala idea” escrito por todas partes. Tendría que haberse negado. Porque realmente le agradaba Mila.

Y él no confiaba en sí mismo, no después del beso.

—Deja de ser un cobarde.— Murmuró y tocó.

Mientras esperaba, se volvió cada vez más consciente del tubo de lubricante en su bolsillo. ¿Presuntuoso? Tal vez.

Tal vez no.

La puerta se abrió. Mila se quedó allí, vestida con un delgado camisolín blanco.

—Hola.— Saludo Mila con una sonrisa.

Luhan devolvió el saludo y le dio un beso en la mejilla.

Ella cerró la puerta, tomó su mano y lo llevó hasta el dormitorio.

Su corazón latía en algún punto de su garganta. No podía recordar haber estado tan nervioso por el sexo alguna vez.

Sehun estaba sentado en la cama, usando unos boxers negros. Sus ojos se encontraron con los suyos, ilegibles.

El rostro desaliñado de Sehun era completamente impávido. Sólo el bulto en sus boxers lo delató, no estaba tan desinteresado como aparentaba.

Luhan sintió las manos de Mila desnudarlo, beso su cuello mientras ella lo hacía. La mirada de Sehun seguía las manos de Mila, mirándola desabrocharle la camisa.

Con dedos inestables, Luhan desabrochó sus jeans y los empujó hacia abajo junto a su ropa interior.

Se sintió ruborizar mientras la mirada de Sehun recorría su cuerpo desnudo. Era ridículo, tenía un gran cuerpo y no era como que Luhan no lo hubiera visto desnudo antes. Aun así, no pudo evitar sentirse cohibido. Sehun era hétero, después de todo.

¿Le gustaria lo que estaba viendo?

—Vamos.— Mila lo empujo hacia la cama.

Luhan se sentó en la ésta. Incómodo, vio como Mila trepó en el regazo de Sehun y lo besó. Vio cómo las grandes manos de Sehun eliminaban su negligé.

Se removió, odiando su inusual timidez y torpeza. No era propio de él en absoluto.

Molesto consigo mismo, se acercó y deslizó una mano hacia abajo por la suave espalda de Mila, hasta que su mano tropezó con la de Sehun. Acarició sus nudillos con sus dedos, sintiéndolos contraídos y trabados.

Sehun lo miraba mientras besaba a Mila.

Luhan se humedeció los labios y los ojos de Sehun se clavaron en ellos. Sintió una emoción atravesarlo. Acarició los dedos de Sehun mirándolo a través de sus pestañas.

Sehun dejó de besar a Mila, con los ojos pegados en él. Estaban vidriosos y un poco fuera de foco. Sus propios ojos probablemente no se veian mejor en ese momento.

Como Sehun no la estaba besando, Mila giro la cabeza hacia Luhan y lo atrajo para besarlo. La dejó, sintiendo a Sehun apretar sus dedos casi dolorosamente.

Cuando Mila finalmente rompió el beso, Luhan encontró el rostro de Sehun a sólo unos centímetros.

Se miraron el uno al otro.

Lo siguiente que supo, fue que se estaban besando con furia, lengua y dientes, manos en el cabello del otro, y Dios, se sentía tan bien, atemorizante, pero adictivo.

Gimió en la boca de Sehun y chupó su lengua, acercándolo más, con más fuerza, hasta que él estaba sobre su espalda y Sehun encima suyo, su pesado cuerpo aplastándolo.

Tan bueno.

Jadeando, enganchó su pierna alrededor de la cadera de Sehun y frotó sus erecciones juntas. Sehun gimió en su boca y lo besó con más fuerza.

Luhan gimoteó cuando tuvieron que dejar de besarse para tomar el muy necesario oxígeno en sus pulmones.

—Oh wow.

Se estremeció al oír la voz de Mila.

Cierto.

Ella también estaba allí.

Abrió los ojos y miró los de Sehun, a poca distancia de los suyos. Las pupilas de Sehun estaban dilatadas y estaba respirando con tanta dificultad como él.

Sus cuerpos estaban entrelazados tan estrechamente que no cabía ni un pelo entre ellos. Pero todavía lo quería más cerca. Más.

Con más fuerza.

—Follame.— Susurró mirandolo a los ojos.

Las fosas nasales de Sehun se encendieron. —Nunca he follado a un hombre.

—Bueno ¿Quieres hacerlo?— Parecía una pregunta estúpida, teniendo en cuenta que la erección de Sehun presionaba contra su muslo, pero sabía que podría ser un asunto importante para él, era mayormente heterosexual después de todo.

Los ojos de Sehun vagaron por su cara antes de que repentinamente lo besara de nuevo.

—Sí.— Abandonó sus hinchados labios solamente para continuar con su cuello, dejando calientes y urgidos besos por su garganta, también algunos chupetones en su piel.

Jadeó, apenas capaz de pensar. —Hay lubricante en mi chaqueta.

Sehun no se movió, todavía arrastrando los labios por todo su cuello, los pulgares frotando sus pezones y su vientre.

—Hunnie.— Intentó de nuevo. —Lubricante.

—Sí.— Sehun levantó la cabeza y le dio un breve y rudo beso.

Excepto que el “breve” beso se convirtió en uno muy largo y Luhan terminó con las piernas envueltas alrededor de la cintura de Sehun, sus estómagos y erecciones apretados uno contra el otro.

Húmedos besos con la boca abierta, lenguas entrando y saliendo, por interminables minutos. Luhan se apartó con un gemido, jadeando en busca de aire.

—Nunca vamos a follar si seguimos besándonos. Vamos. Lubricante. Y un condón.

—Aquí.— Dijo una voz tranquila.

Giró la cabeza y miró a Mila. Ella estaba acostada de lado, observándolos. Su bonita cara sonrojada. Empujó el lubricante y un condón hacia él.

—Sal de encima. Tengo que prepararme. No puedo hacerlo contigo encima.— Dijo a regañadientes.

Sehun tomó el lubricante. —Yo lo haré.

—¿Estás seguro de saber cómo? Ha sido un tiempo para mí, y va a doler como una perra si no lo haces apropiadamente.

Sehun le dio una mirada. —Las mujeres tienen sexo anal también, ya sabes.

—Correcto.

Sehun rodó fuera de él. Sus ojos recorrieron el cuerpo desnudo de Luhan casi como un toque físico. —Abre las piernas.— Dijo con voz baja y ronca.

Lo hizo y luego Sehun estaba empujo sus muslos abiertos, tocando su agujero con sus dedos largos y lisos masajeándolo. Se mordió el labio inferior, sin saber si debía empujar hacia arriba o hacia abajo, se conformó con retorcerse. Tenía que mantener los dientes apretados para evitar mendigar por más. Estaba muy sensible allí abajo.

Demasiado sensible.

Lentamente, un dedo se deslizó en él. Quemó, sólo un poco y Luhan se cerró alrededor de él, tratando de intensificar la quemadura. Se sentía bien y quería más. —Vamos, no estoy hecho de porcelana. Puedo tomarlo.

El rostro de Sehun estaba tenso, la mandíbula apretada con fuerza. —No. Cuando empecemos, no voy a ser suave.

Se estremeció y cerró los ojos. Luego de un par de minutos, Sehun estaba penetrándolo con su dedo, duro y profundo. Trabajó un segundo dedo al lado del primero y hubo algo de verdadero dolor mientras sus músculos se estiraban para dar lugar a la intrusión, pero añadido a la sensación, hizo que todo se sintiera más nítido y mejor.
Empujó sus caderas de nuevo en la mano de Sehun y su polla consiguió ponerse más dura por las entradas y salidas de su interior, dedos romos capturados en el borde de su agujero con cada embestida de su mano.
Podía sentir la presión construyéndose en sus bolas mientras los dedos follaban en él, pero no era suficiente. Todavía se sentía hueco, vacío.

—¿Otro?— Pregunto con la voz increíblemente baja.

—Sí.— Gimió con voz entrecortada, al borde de la mendicidad.

Sehun agregó un tercer dedo y Luhan ya no podía formar palabras. Eran sólo las sensaciones sensoriales, frescas sábanas bajo él, el cuerpo caliente de Sehun contra el suyo, el olor a sudor y pre-semen. La manera ridícula en que su culo se sentía repleto por tres gruesos dedos, su agujero ya estirado y dolorido, los dedos de Alexander no tenían comparación con el ancho de su pene.
Los músculos de Luhan apretaban alrededor de los dedos y el aliento de Sehun atrapado en su garganta.

—Muy bien, eso es todo.— Dijo Sehun entre dientes.

Los dedos se deslizaron lentamente, haciendole sintiéndose vacío y frío.
El sonido de la apertura del envoltorio del condón lo excitó de una manera que no podría describir.

Tomando una profunda respiración, forzó sus ojos a mantenerse abiertos. Sehun estaba allí, sonrojado, despeinado y excitado, sus ojos salvajemente oscuro, su compostura desaparcida.
Luhan sintió la presión de la polla de Sehun contra su agujero dolorido. Sehun deslizó sus manos bajo él, levantando sus caderas.

Con el lento deslizar de la polla de Sehun dentro de él, Luhan renunció a pensar y sólo podía gemir, el sonido procedente de algún lugar profundo en su pecho.

Echó la cabeza hacia atrás, con las manos en puño en las sábanas tan apretadas que sus dedos se sentían entumecidos. Oyó a Sehun esbozar un suspiro tembloroso.

—Jesús.— Gruño Sehun, su voz vacilante.

Otra embestida, golpeando en su próstata y sus ojos rodaron en su cabeza. —Dios. Sí, ahí.

Desenredando las manos de las sábanas, pasó sus brazos alrededor de la espalda de Sehun atrayéndolo más cerca y sus bocas se reunieron en otro hambriento y profundo beso.

La sensación de su propia polla atrapada entre sus cuerpos, manchada de sudor y pre semen le hizo gemir.
Sehun aceleró el ritmo y él clavó las uñas en su espalda mientras sus ojos se cerraban y su boca se abria en forma de O. Dios, se sentía perfecto en su interior, largo y grueso, estirándolo hasta esa delgada línea entre el dolor y el placer, cada golpe volviéndolo loco.

Estaba gimiendo y rogando por más, no podía parar y Sehun no estaba mejor, gruñendo y gimiendo encima de él mientras se movían juntos.

En poco tiempo, el autocontrol de Sehun se perdió por completo y empezó a embestir con todas sus fuerzas.

—Oh Dios.— Se quedó sin aliento cuando Sehun jaló su cabeza hacia atrás, el ritmo nada menos que frenético.

Animal.

La cama crujía bajo ellos, y el olor a sexo llenaba el aire. Luhan sabía que su agarre sobre Sehun era lo suficientemente apretado para dejar moretones, pero no podía dejarlo ir, no podía acercarlo lo suficiente.

Escarbó en los hombros de Sehun y gruñó, torciendo sus piernas alrededor de la mitad su cuerpo. Su agujero estaba demasiado sensible y dolorido, él sólo quería más, más de Sehun en ese ángulo perfecto, rápido y brutal, chocando contra él, llenándolo tanto y tan bien.

Sehun se retiró para mirar hacia abajo en él. Sus ojos aturdidos se encontraron. Una estocada final, dura y profunda, y un músculo a lo largo de la cara de Sehun tembló, sus ojos ampliándose sin ver. Su estómago empujó contra la polla de Luhan, duro, y Luhan arqueó la espalda mientras se corría con un grito lloroso, su agarre tan fuerte en los hombros de Sehun que probablemente sería doloroso.

Estaba diciendo algo, pero no tenía ni idea de lo que era. Sehun no estaba nada mejor, jadeando algo que sonaba como y posiblemente como un “Dios.”

Los temblores corrían a través de y Sehun desplomado encima de él, también estaba temblando.

—Eso Fue... Yo...— Logró decir, con la voz temblorosa.

Sehun gruñó en su garganta, respirando con dificultad, su cuerpo pesado calient y perfecto. Tan jodidamente perfecto.

No estaba seguro de lo que le hizo volver la cabeza, pero algo lo hizo. Su mirada aturdida cayó sobre Mila. Ella estaba mirándolos con una expresión muy extraña en su rostro. Pero entonces sonrió y Luhan pensó que probablemente sólo lo había imaginado.

—…l está muy bien, ¿no es así?— Pregunto con una sonrisa socarrona.

Luhan se rió sin aliento. —Sí. Bastante bien.

Sehun se retiró y salió de él para descansar a su lado. Retiró el condón, lo ató y lo arrojó a la papelera al lado de la cama.

—¿Bastante bien? ¿Debería estar ofendido?

Luhan giró la cabeza y le sonrió, todavía aturdido por el placer. Tuvo que morderse la lengua, literalmente, para mantenerse a sí mismo de decir algo ridículo como «Fue el mejor sexo de mi vida» o «Por favor fóllame de nuevo y nunca salgas de mí.»

—Bastante bien estuvo bastante bien, ¿no?— Dijo en cambio y sopló un beso hacia él.

Sehun lo miró fijamente durante un momento antes de agarrarle la garganta repentiname e inclinarse para ajustar sus bocas juntas.

Giro hacia él plenamente y cerró los ojos, disfrutando de los deliciosos pequeños escalofríos de placer que lo recorrían mientras se besaban despacio.
No podía recordar la última vez que había disfrutado el simple acto de besar.

Un suave cuerpo femenino se presionó contra su espalda, se puso tenso y abrió los ojos.

—Ustedes tuvieron su diversión chicos.— Mila dijo a la ligera. —Ahora es mi turno.

Sehun dejó de besarlo y Luhan aplastó una oleada de molestia.

Era ridículo. Mila tenía razón, se suponía que debían estar teniendo un trío y hasta ese momento habían sido negligentes con ella.

—Fue totalmente su culpa.— Dijo girandose hacia ella y poniéndose una sonrisa en la cara.

Ella le devolvió la sonrisa y le besó.

Luhan cerró los ojos y trató de perderse en el beso, aun así no logró sentir nada más que el sentido de obligación.

El firme cuerpo de Sehun se apretó contra su espalda y una gran mano acarició su estómago, pesada y perfecta, eso sí lo hizo jadear de placer.
Sehun mordisqueó su lóbulo.

Sí decidió sintiendo a su polla empezar a endurecerse de nuevo. Eso funcionaría.

Notas finales:

Lo se, de nada 😎


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