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Solo un poco obsesionado «HunHan» por solokik

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Notas del capitulo:

Hola hola my sweet honeys... Gracias por los comentarios del primer capitulo, espero que disfruten esta historia aún más. 😳😗😙😘

 

Les advierto, para no herir sensibilidades, este capitulo tiene contenido sexual hetero, por si hay alguien a quien no le guste.

El día que el chico iría llegó demasiado pronto.

—¿Le dijiste que es un experimento de una sola vez verdad?— Preguntó Sehun.

Mila asintió, comprobando su reflejo en el espejo y cepillando un mechón de su cabello fuera de su cara. —Sí, le dije eso a Luhan ¿Cómo me veo?

—Bien.— Se sirvió una copa y la bebió de un solo trago.

El timbre sonó.

Se tensó, pero obligó a su cuerpo a relajarse. Eran una pareja moderna. Tenía veintisiete años de edad, difícilmente alguien nuevo en el sexo. Él y Mila habían estado juntos por dos años y su vida sexual no era exactamente vainilla. Un trío era una de las pocas cosas que no habían probado. No había nada para estar nervioso.

Nada.

Mila abrió la puerta.

Sehun miró a Luhan críticamente.

El tipo era definitivamente apuesto. Estaba tal vez unos centímetros por debajo del metro con ochenta y cinco de Sehun. Cuerpo de surfista, cabello castaño desordenado, grandes ojos color almendra, mandíbula fuerte que parecía en desacuerdo con sus labios llenos.

Sí, era guapo, pero la verdad sea dicha, Sehun había esperado a alguien más apuesto.

El tipo no era nada especial, pero entonces, Luhan le sonrió a Mila revelando un par de hoyuelos.

Algunos tenían una bonita sonrisa.

Algunos tenían una hermosa sonrisa.

Y luego, había unos pocos afortunados que tenían una sonrisa como la de ese chico.

Transformaba a Luhan de sólo guapo, a impresionante, cuando sonreía. Al darse cuenta de que estaba mirándolo fijamente, Sehun hizo una mueca.

Nunca había tenido una razón para quejarse por cómo se veía, las mujeres parecían amar la combinación de cabello oscuro y ojos marrón oscuro que era tan común en su familia, pero los Oh tendían a parecer fríos e inaccesibles para la mayoría de la gente.

Ese chico prácticamente irradiaba calidez y carisma cuando sonreía.

Luhan besó a Mila en la mejilla y volteó hacia él. Sehun se obligó a caminar hacia adelante y estirar su mano para un apretón.

—Oh Sehun.— Estaba bastante impresionado de que había logrado sonar neutral y no como que quería echarlo afuera.

El chico le dio la mano, su agarre firme y fuerte. —Xiao Luhan.— Su voz era profunda y baja. Los ojos de Luhan parpadearon sobre él antes de encontrarse con su mirada de nuevo. —¿Estás seguro de que estás bien con esto?

—¿Por qué no habría de estarlo?

Luhan encogió los hombros. —Te ves un poco tenso.

—Es sólo que es la primera vez que estamos probando un trío.— Interrumpió Mila antes de que Sehun pudiera decir nada. —Mi novio realmente está bien con esto.— Le dijo a Luhan con una sonrisa antes de besarlo.

Sehun se detuvo y lo miró, preguntándose cómo se las arreglaría para tener una erección. Estaba tan lejos de excitarse. Él no era de esos hombres que disfrutaban viendo a sus mujeres tener relaciones sexuales con otra persona.

Luhan rompió el beso y lo miró por encima del hombro de Mila. —Bueno, sólo para aclarar, no me pediste de unirme a ustedes porque sabías que soy bi ¿verdad?

Sehun tomó una inspiración. —No me van los hombres.— Su voz salió más aguda de lo que pretendía.

Luhan lo miró y asintió lentamente antes de apartar la mirada.

Mila se mordió el labio. —¿Estas decepcionado?

Los ojos de Luhan parpadearon hacia él. —No.— Dijo después de un momento. —Por supuesto que no.

Mila le sonrió y le cogió la mano. —Vamos a la habitación entonces.

Luhan dejó que lo jalara a la habitación, pero volteo a mirarlo. —¿Vienes?

—Sí.

Sus miradas se encontraron y la diversión brilló en el rostro de Luhan, sin llegar a la superficie como una sonrisa. —No te preocupes, no tengo nada contagioso que te puedas pegar por estar al lado mío.

—Si estás insinuando que soy homofóbico.— Murmuró siguiéndolo al dormitorio. —No podrías estar más equivocado. Mi primo favorito es gay.— Se sacó la camiseta y la puso en la silla. —No hay nada de malo sobre ser gay.

—Hmm.— Luhan comenzo a desnudarse, también.

Desabrochándose los jeans, Sehun le clavó una mirada. —¿Qué se supone que significa eso?

Luhan sonrió, encogiéndose de hombros ligeramente. —Nada.

—No, vamos a escucharlo.— Dijo eliminando el resto de su ropa y poniéndola en la silla. Miró la camisa de Luhan en el suelo y frunció los labios.

—¿Estás seguro de que quieres mi sincera opinión?— Preguntó Luhan deslizándose fuera de sus jeans ajustados. —Creo que podrías tener algunos sentimientos negativos reprimidos acerca de la homosexualidad. Claro, puedes tener una “mente abierta” y estar bien con la sexualidad de tu primo, pero es una cosa completamente diferente cuando te implica a ti.

—Me has conocido por un gran total de cinco minutos.

Luhan se encogió de hombros otra vez, con esa exasperante sonrisa aún en los labios. —¿Qué puedo decir? Soy bueno leyendo a la gente.— Comento sacándose los boxers.

—Recógelos.— Murmuro Sehun.

Luhan parpadeó. —¿Huh?

Mila comenzó a reírse. —Tus calzoncillos Lú. Sehun odia la falta de cuidado y el desorden.

Luhan miró entre ellos.—¿Es broma?

Mila rió más fuerte. —¡Ya lo desearía! Cuando empezamos a salir, reorganicé sus DVDs y me obligó a reacomodarlos de nuevo hasta que conseguí hacerlo correcto. Lo hice, siete horas más tarde y estaba enojada como el infierno. Casi nos separamos por eso. Ahora lo conozco.

—Te advertí que no tocaras nada.— Murmuró Sehun.

Luhan lo miró. —¿Tienes un transtorno obsesivo compulsivo?

Sehun soltó una carcajada. —No. No limpio obsesivamente las cosas. Solo no me gusta la falta de cuidado. Recógelos. Ahora.

Luhan echó un vistazo a los calzoncillos negros a sus pies descalzos antes de mirar arriba hacia Sehun. Sus ojos bailaban con alegría. —No.— Dijo mirándolo a los ojos. —¿Qué vas a hacerme?

Sehun sintió sus músculos tensarse y su corazón latir más rápido. Casi podía sentir la adrenalina bombear en su sangre, sus sentidos pateando en sobrecarga.

Se acercó a Luhan.

Él tipo no se movió.

Puso una mano en el hombro de Luhan y lo empujó hacia abajo, para su sorpresa, Luhan no ofreció mucha resistencia y se dejó caer de rodillas. Buscando a Sehun a través de sus largas pestañas oscuras, levantó los calzoncillos.

—¿Dónde debo ponerlos maestro?— Pregunto en un fingido tono sumiso, sus ojos sonriendo. Lanzó sus calzoncillos a la silla. —¿Quiere que le bese los pies mientras estoy aquí? ¿O besar algo más?

—No eres la mitad de divertido de lo que crees que eres.— Gruño Sehun.

Una lenta sonrisa apareció en la cara de Luhan. —No estaba bromeando.

—Levántate. No quiero que beses nada.

—Eh ¿Chicos?

Sorprendido, Sehun miró a la cama. Mila yacía desnuda sobre esta frunciendo el ceño ligeramente.

Correcto.

Trío.

Miró abajo hacia Luhan. Éste le devolvió la mirada. Él también estaba muy desnudo. Sehun barrió la mirada sobre su cuerpo, deteniéndose en su dura polla. Un poco más pequeña que la suya, pero sin duda nada para avergonzarse.

Mirando hacia abajo a sí mismo, se dio cuenta de que tenía una erección también. No sabía cuándo había logrado tener una.

Luhan se puso de pie y se inclinó hacia su oreja. —No te preocupes.— Murmuró. —Es una reacción bastante normal. Pasa todo el tiempo cuando le digo a algun tipo que le besaré la polla. Linda polla, por cierto.

Dio un paso atrás, sonriendo y Sehun le dio una mirada plana.

—No es por ti.— Dijo en voz baja. —Mi novia desnuda está en la habitación y voy a tener sexo con ella. Por supuesto que estoy duro.

Luhan asintió. —Bien. Seguro.

—Chicos, me estoy aburriendo aquí.

Luhan inclinó la cabeza hacia la cama, todavía mirándolo a los ojos. —Vayamos a tener sexo.

Caminaron hasta la cama, manteniendo un ojo cauteloso sobre el otro y se echaron en ambos lados de Mila.

Mila sonrió, dándoles miradas apreciativas. —Soy la chica más afortunada del mundo.— Poniendo una mano en el cuello de Sehun, tiró de él hacia abajo para un beso.

Sehun se obligó y la besó por unos momentos, suave y profundamente, aunque su corazón no estaba realmente en ello. No podía concentrarse mientras otro tipo estaba en su cama.

Mila terminó el beso y luego jaló a Luhan hacia sus labios. Sehun los vio besarse por un momento antes de inclinarse y comenzar a besar el cuello de Mila y el lado de su cara, sus labios mordisqueando lo largo de la línea de su mandíbula hacia la oreja, burlándose de su lóbulo antes de que su lengua le hiciera cosquillas en el sensible hueco debajo.

Luhan rompió el beso y Sehun miró sus mojados, rojos, ligeramente hinchados labios a sólo pulgadas de distancia.

—Tienes labios tan femeninos.— Dijo antes de besar a Mila de nuevo, más fuerte esta vez, chupando con avidez en sus labios.

Luhan se rió en su oído y le susurró. —Tú novia no estaba quejándose. ¿Puedes degustarme en su boca?

Dejó de besar a Mila y volteó para mirarlo. Luhan sonrió inocentemente.

—Chupa mis pezones.— Pidio Mila sin aliento. —Los dos.

Sehun se inclinó y tomó el pezón derecho en su boca. Por lo general, amaba los pechos de Mila, pero en el momento no podía concentrarse en absoluto. Se sentía como una tarea, algo que debía hacer sólo para no incumplir. La presencia de Luhan le hacía imposible relajarse.

Pudo sentir el movimiento del aire junto a él mientras Luhan se movía para chupar el otro pezón. Mila comenzó a gemir y murmurar algo ininteligible.

Rodando el pezón en la boca, miró a Luhan.

Lo encontró mirándolo ya.

Sus rostros estaban tan cerca que Sehun podía ver cada una de sus pestañas. Sosteniendole la mirada, Luhan lamió el pezón de Mila lentamente, la punta de su lengua rosada dando vueltas a su alrededor.

Sehun mordió el pezón en su boca, con fuerza.

Mila gimió, rastrillando las manos por el cabello de ambos y empujándolos más cerca de sus pechos y entre sí. —Más fuerte.

La mejilla de Sehun fue presionada contra la de Luhan. Los ligeros rastrojos de la barba del tipo raspando contra la suya propia. La polla de Sehun palpitaba.

Él quería follar.

Deslizó una mano por el cuerpo de Mila y la acunó entre sus piernas. Ya estaba mojada cuando empezó a acariciarle.

Mila gimió y abrió las piernas. —Fóllame. Alguien que me joda ahora.

Sehun levantó la cabeza y miró a Luhan. Él hizo lo mismo.

Recorriendo su mirada por el cuerpo de Luhan, se quedó mirando su dura polla por un momento. —No vas a follarla.

El fantasma de una sonrisa apareció en su rostro. —¿Celoso? ¿Temes que le guste más yo?

Sehun le dio una sonrisa tensa. —Sólo un acuerdo entre mi novia y yo que no tiene nada que ver contigo.

Mila abrió las piernas más amplias, mirando entre ellos.

—Ella puede darte una mamada.— Concedió a regañadientes.

—Sí, ven aquí, voy a chupártela.— Dijo Mila poniendose en cuatro y dándole la espalda a Sehun.

Sehun se puso un condón y le lanzó otro a Luhan. Él lo cogió, se lo puso y se trasladó hacia la cabeza de ella. El problema era, que en esa posición él y Sehun estaban obligados a verse el uno al otro.

—¿Preparados?— Pregunto Luhan mirándolo.

Había algo en esos ojos almendrados.

Desafío.

La polla de Sehun pálpito. —Sí.

Se agarró de las caderas de Mila y empujó en su calor húmedo. No quería mirar a Mila, no quería verla chupando a este tipo, los ruidos que estaba haciendo alrededor de la polla de Luhan eran lo suficientemente irritantes, por lo que él veía hacia Sehun en cambio.

El tiempo parecía ir más lento y el mundo a su alrededor se volvió borroso y desenfocado, su visión como en un túnel sobre el chico frente a él.

Opresión, calor, ojos almendras. Los ojos de Luhan estaban un poco vidriosos, la cara enrojecida, sus regordetes labios entreabiertos mientras jadeaba. No apartó la mirada de la suya en ningun momento.

Gimiendo, Luhan tocó su propio cuello y Sehun se estrelló con fuerza contra las paredes ajustadas que sujetaban a su alrededor. Mila gritó, apretando duro alrededor de su polla mientras tenía su orgasmo.

—Oh.— Gimió Luhan mientras Sehun continuaba follándola a través de su orgasmo y Mila continuaba gimiendo.

Luhan miró a Mila antes de mover sus ojos para Sehun. —Tu polla se debe sentir realmente bien.

Eso sobresaltó a Sehun tanto que sus caderas se sacudieron y se corrió con un lamentable gemido, desorientado y extrañado.
Salió y cayó sobre el colchón, respirando con dificultad y tratando de dar sentido a lo que acababa de suceder.

Levantó su vista hacia Luhan y sus miradas se encontraron de nuevo. La boca de Luhan se abrió en un gemido silencioso, su cuerpo se puso rígido y él se corrió muy quieto.
Dándose cuenta de que acababa de ver a otro hombre correrse, miró hacia otro lado, más que un poco inestable.
Luhan se dejó caer sobre su espalda junto a él, suspirando.

—Esto fue divertido ¿no?— Mila exhaló, recostándose al otro lado de Luhan.

Sehun hizo un sonido sin tomar partido.

—Seguro.— Dijo Luhan, la diversión siempre presente en su voz. —De verdad divertido ¿verdad Hun?

—Mi nombre es Sehun.

—Él odia los sobrenombres.— Murmuró Mila sonriendo.

—Entonces te llevarás estupendamente bien con mi abuela.— Dijo Luhan, apoyándose en el codo. —Ella odia los apodos también. Se pone tan molesta cuando la gente me llama Lú. Es por eso que me inclino por Luhan, aunque no me importa cuando la gente me llama Lú. Me gusta más Lú, en realidad. Creo que me ajusta mejor, soy un tipo sencillo. Puedes llamarme Lú, Hun.

Sehun apretó los labios. Mila se echó a reír.

Luhan se limitó a mirarlo con inocencia. —¿Qué?

—No me llames Hun.

—En realidad tienes razón, es tan poco imaginativo y tú realmente no te ves como un Hun. Hmm...— Luhan lo miró. —Te ves como un Hunnie para mí. Creo que te llamaré Hunnie.

—Por favor, no lo hagas.— El tono de Sehun sin inflexiones.

Luhan ladeó la cabeza, estudiándolo. La diversión se había ido de su rostro. —Sabes, cuando yo era un niño, mis padres son geólogos, solían arrastrarme por ahí cuando viajaban. He visto un volcán dormido una vez. Mis padres dijeron que la cosa no había despertado en miles de años, que era seguro, pero me hacía sentir incómodo. Casi podía sentir el suelo debajo de mí temblando, muy débilmente. Me descolocaba. Mis padres dijeron que el volcán era inofensivo y yo estaba imaginándolo, probablemente lo hacía, pero aun así.

—¿Qué tiene eso que ver con nada?— Preguntó Sehun.

—Te he visto por ahí antes, tú sabes, cuándo vas a recoger a Mila. Te ves muy tranquilo en todo momento, pero yo me siento...— Puso una mano en los bíceps de Sehun y observó sus músculos tensarse. —Me siento como si fuera falso.— Dijo en voz baja. —Así como me sentí cuando me paré en el volcán dormido. Parecía una montaña inofensiva, pero no lo era.

Mila se rió, sentándose. —Estás equivocado Lú, créeme. Yo lo conozco mucho mejor que tú. Sehun es la más confiable, considerada y tranquila persona que he conocido. Es prácticamente un novio...

—Perfecto.— Murmuró Luhan, mirando a los músculos rígidos de Sehun bajo su mano. Se encontró con los ojos de éste. —Nadie es perfecto, cariño. Las apariencias pueden ser muy engañosas.

—Mi novio lo es.— Dijo Mila arrastrando molestia en su voz.

—Puede ser. Estoy seguro de que lo conoces.— Retirando su mano, Luhan saltó de la cama y comenzó a vestirse.

—¿Ya te vas?— Preguntó Mila.

—Si. Realmente tengo que irme.— Subió la cremallera de sus pantalones vaqueros. —Prometí a mi abuela comprar huevos. Va a estar enormemente decepcionada si no lo hago y voy a convertirme en su nieto menos favorito.

Mila sonrió y se sentó. —Eso es muy dulce de tu parte. ¿Cuántos nietos tiene?

—Uno.— Dijo Luhan y se rieron juntos.

—Hay una tienda justo a la vuelta de la esquina.— Dijo Sehun.

Luhan finalmente lo miró. —Gracias. Eres muy servicial. Simplemente perfecto por todas partes.

Sehun le dio una mirada plana que sólo hizo a Luhan sonreír más amplio.

—De acuerdo, gracias chicos, lo pasé muy bien. No se preocupen, saldré por mí mismo.

Se acercó a la cama y picoteó a Mila en los labios. —Gracias por invitarme. Me divertí.— Miró por encima del hombro de Mila a Sehun y le lanzó un beso. —Me divertí más de lo que esperaba.

Y Luhan salió de la habitación, silbando una melodía alegre.

Notas finales:

Hasta mañana.


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