La profesional sonrió al regresar y ver a la pareja emocionada, por lo que esperó unos segundos para ingresar ya que no quería arruinar ese bello momento, del cual podía presenciarlo porque había dejado la puerta de su consultorio abierta.
Una vez que ingresó, Jiyong y un calmado castaño la miraron sin quitar la expresión de emoción en sus rostros.
-Lamento el tener que haberme retirado por un momento pero había olvidado traer algodón para que pudiera limpiarse- se disculpa entregándole a Jiyong varios trozos del algodón para que quitara rastros del gel en su abdomen.
-No se preocupe, doctora- comenta Seung Hyun mientras observaba a la profesional regresar a su asiento comenzando a escribir.
El castaño ayudó a su novio a acomodar sus prendas para luego ir hacia donde estaba la doctora.
El único que tomó asiento fue Jiyong quien estaba ansioso por saber todo el tratamiento que debería hacer.
-Bueno, desde ahora tendrá que tomar estos medicamentos que son proteínas naturales para ayudar con el embarazo ya que, como he dicho el día de ayer, al ser un hombre el que gesta debe de tratarse cuidadosamente- le entrega el frasco de vidrio al rubio quien asintió tomándolo.
La pareja estaba en silencio mientras que la doctora Cho continuó escribiendo en una carpeta, el cual era para el comienzo del seguimiento de la gestación en Jiyong.
-¿Debo de hacer alguna dieta en especial?- pregunta el rubio.
-No. Puede comer lo que desee ya que es un hombre sano. Ya sabe lo que no debe de hacer para perjudicar al bebé. Al igual que exigirse físicamente-
Jiyong asintió logrando que la profesional sonriera.
-Ahora le escribiré una orden para que se realice otra ecografía pero para dentro de un mes, así continuaremos con el seguimiento del crecimiento del bebé. Si llega a sentir dolores o malestares antes de nuestro próximo encuentro, no duden en venir a verme de inmediato, ¿de acuerdo?- le entrega a Jiyong un papel de su anotador con la firma y sello de ella.
-No se preocupe, estaremos aquí si algo extraño le sucede a mi pareja- sonríe Seung Hyun logrando que un sonrojado rubio asintiera.
-Muy bien. Eso es todo por hoy. Los veré el próximo mes- la profesional se pone de pie, al igual que la pareja para caminar junto a ellos hacia la puerta y así llamar a su próxima paciente.
-Muchas gracias doctora Cho. Que tenga una buena tarde- la saluda formalmente el castaño.
-Gracias, igualmente para usted- le sonríe mientras que Seung Hyun salía del consultorio pero notó que su novio se había quedado de pie en la puerta.
-D-Disculpe pero… ¿puedo hacerle una última pregunta?- pregunta nervioso Jiyong.
-Por supuesto. Pregunte todo lo que quiera, señor Kwon-
-¿P-Puedo intimar con mi pareja c-cada vez que la ocasión s-se presenta?- mordió su labio inferior al sentirse demasiado avergonzado pero era una duda que quería aclarar.
Seung Hyun lo escuchó e intentó disimular su notorio sonrojo.
-Claro que puede. Que una persona esté embarazada, no impide el tener relaciones con su pareja. Por supuesto, si ambos lo desean porque hay personas que pierden el apetito sexual pero sí, puede hacerlo. No se preocupe, Kwon- le sonríe.
-M-Muchas gracias doctora Cho. Buenas t-tardes- hace una leve reverencia.
-Buenas tardes- la profesional rió divertida al ver a la avergonzada pareja retirarse hacia la zona de recepción, por lo que se dispuso a llamar a su siguiente paciente.
Una vez que Jiyong consiguió un turno para volver a realizarse una segunda ecografía el mes siguiente, finalmente ambos salieron del hospital.
-¿Por qué le preguntaste eso, Ji?- lo toma de la mano, aún avergonzado mientras caminaban lentamente hacia la esquina.
-Porque quería que escucharas de que no habría problema en hacer el amor, Hyunnie-
“Es cierto que antes de venir aquí tuve miedo de intimar con Yongie por nuestro bebé”
Suspiró y se detuvo de repente logrando que Jiyong lo mirara sin comprender.
Seung Hyun admiró el rostro de su novio quien reflejaba un gesto de duda, y lo abrazó con cuidado con su brazo sano.
-Son todo para mí. Los amo- susurra logrando que Jiyong se sonrojara para luego aferrarse a la espalda del castaño.
-También te amamos, Hyunnie- sonríe acariciando con suavidad el rostro de su novio para luego depositarle un tímido beso.
El castaño apoyó su rostro sobre el hombro de Jiyong mientras que su novio lo abraza con dulzura.
Luego de unos largos minutos en esa posición, Jiyong decidió deshacer el abrazo para robarle un beso a un sonriente castaño.
-Tienes turno para el quinesiólogo en una hora, ¿no?-
-Sí. Si quieres puedes quedarte en mi departamento o antes de ir a la clínica, te acompaño a tu casa- le sonríe.
-¿Puedo ir contigo?- hace un puchero.
-¿No quieres quedarte a descansar, amor?-
-Aún no es tiempo para eso. El bebé es pequeño como para impedir moverme- sonríe levemente avergonzado.
"Se ve tan precioso sonriéndome de esa manera"
-Entonces vamos juntos- besa su frente.
Jiyong sonrió.
-Aún hay tiempo hasta que se haga la hora de ir a la clínica, ¿quieres ir a almorzar?-
-¿No iremos a tu departamento?-
-Prefiero ir a comer en un restaurante cerca de la clínica. Además, pasaremos más tiempo juntos-
-Tienes razón. Entonces, vamos. ¿Conoces algún lugar donde se pueda comer bien?- pregunta Jiyong mientras se detienen esperando a que algún taxi se hiciera presente.
-Sí. Una vez he ido a almorzar con el profesor Lee cerca de la clínica-
Jiyong hizo un adorable puchero.
-No estés celoso, amor. Fue hace un tiempo y además, él me ve más como un primo o hermano y… está saliendo con tu mejor amigo- suspira intentando que su novio no se enojara por eso.
-Te amo tanto que es imposible no estar celoso cuando otra persona pasa tiempo contigo. Lo siento, Hyunnie- besa su mejilla logrando que el castaño sonriera besando la frente de su novio.
-Me sucede exactamente lo mismo, amor. Por suerte no soy celoso de los gatitos que te rodean en Meow Coffee-
Ambos rieron y se dedicaron un beso esquimal justo antes de que un taxi apareciera y Jiyong se encargara de detenerlo...
**
Para su suerte el restaurante quedaba a una cuadra de la clínica y una vez que terminaron de almorzar tranquilamente mientras hablaban de cosas triviales, ambos finalmente decidieron retirarse del lugar ya que faltaba poco para que el quinesiólogo viera a Seung Hyun.
Una vez que pagaron a medias, ya que Jiyong no permitió que su novio siempre pagara todo, se retiraron del restaurante completamente satisfechos.
-Estuvo delicioso- comenta el rubio mientras volvía a entrelazar su mano con la de su novio.
-Tienes razón-
Al notar que no venía ningún vehículo, cruzaron la calle.
-Aunque las comidas que mi novio prepara son más ricas- sonríe Jiyong con un leve sonrojo.
"¡Basta de ser tan lindo que me dan ganas de llenarte de besos en plena calle!"
Seung Hyun se detuvo en plena vereda, a pocos metros de la clínica.
-¿Qué suced...- no pudo terminar de preguntar ya que el castaño decidió besarlo de manera intensa importándole poco si alguien pasaba caminando cerca de ellos.
Ladearon sus rostros para amoldarse mejor a sus bocas mientras que Seung Hyun saboreaba lentamente a su novio quien jadeaba entre el beso.
Al sentirse satisfecho, decidió deshacer la unión de sus bocas dándole un último beso a un ido Jiyong.
-Lo siento amor pero eres tan precioso que no me contuve en besarte- suspira.
-No tienes que disculparte por besarme, Hyunnie. He estado sintiéndome igual con respecto a contenerme- besó su mejilla mientras acariciaba los cabellos de Seung Hyun.
El castaño lo miró y sonrieron mientras retomaban su caminar hasta llegar a la clínica.
Una vez dentro, Seung Hyun corroboró junto a la recepcionista, el turno para el quinesiólogo y se dirigieron hacia el consultorio que la mujer le indicó.
Como faltaban un par de minutos para que comenzara a atender y el castaño tenía una persona antes que él, se sentaron para esperar pacientemente. Eso sí, ambos no dejaban de tener sus manos entrelazadas
Una vez que la puerta del consultorio se abrió, escuchándose una gruesa pero serena voz llamar al primer paciente, Seung Hyun suspiró apoyando su cabeza sobre el hombro de su rubio.
-¿Te encuentras bien, Seung?- con su mano libre, acarició sus cabellos.
-Estoy cansado... quiero estar en el departamento descansando junto a mis dos Yongies y nuestro bebé-
Jiyong sonrió con ternura besando su frente.
-Yo también lo quiero- susurra mientras que el castaño rápidamente acomodaba su cuerpo mirando a un sorprendido Jiyong.
-¿Cómo le diremos a tu madre del bebé? ¿Lo tomará bien?- sintió temor.
-¿Bromeas?, ¡ella estará feliz!- sonríe.
"Tiene razón. Ella es una mujer muy dulce. El verdadero problema aquí es cuando mi madre se entere ya que detesta a Yongie luego de lo sucedido cuando lo conoció"
Suspiró intentando no recordar, por el momento, ese tema.
-Pero... ¿se lo diremos hoy?-
Jiyong lo pensó un momento.
-Estaba pensando esperar a que hagamos la segunda ecografía-
-De acuerdo, amor- sonríe logrando que Jiyong besara sus labios con dulzura.
-Por cierto... cuando salgamos de aquí, debo ir a lo de Bae a buscar unos productos que le quiere entregar a mi madre pero le es imposible ya que no suele tener tiempo de ir a su casa o a Meow Coffee... ¿me acompañas?- lo mira con un adorable puchero.
-Eso no se pregunta, Yongie. Claro que te acompañaré- le dedica un beso esquimal logrando hacer reír a su novio.
"Amo esa risa tan encantadora"
Suspira perdiéndose en la iluminada mirada de Jiyong quien se sonrojó levemente ante aquellos penetrantes y oscuros ojos.
El rubio acarició el rostro de Seung Hyun hasta que se sobresaltó al escuchar la puerta del consultorio abrirse con brusquedad, por lo que lo liberó.
-Choi Seung Hyun- llama con su ronca voz un joven de cabello corto color azabache mientras su paciente anterior salía de allí.
El castaño se puso de pie junto con Jiyong caminando hacia el joven quinesiólogo.
-¿Puede ingresar conmigo?- pregunta Seung Hyun ya que no iba a dejar a su novio aburriéndose afuera.
-Claro- el joven miró al castaño logrando que su mirada se ilumine provocando que Jiyong frunciera el ceño.
Al ingresar, el joven le indicó al rubio en dónde podría sentarse a esperar mientras que le señalaba a Seung Hyun que se sentara en la camilla que estaba cerca de Jiyong.
-¿Dónde está el quinesiólogo?- pregunta el castaño al no divisar otra persona más que su novio y el joven.
-Soy el quinesiólogo. Mi nombre es Song Min Ho- le sonríe.
"¿Tan joven y ya es profesional en esto?"
Dudoso, lo miró.
-Que no se deje engañar por mi apariencia y mi edad. Soy muy bueno en esto, señor Choi- con un tono de voz algo sensual para los oídos de un serio Jiyong, sonríe de lado acercándose a él.
-Lo siento. Estoy en sus manos, Song-
-No es necesario que se dirija a mí de manera formal, puede decirme Mino como lo hacen todos mis pacientes- le sonríe.
-De acuerdo… Mino-
-Ahora, quítese todas sus prendas de la cintura para arriba- ordena mientras lee su historia clínica para saber dónde tratar.
Seung Hyun obedecía con algo de pudor ya que, salvo con su novio, no le gustaba mostrar su cuerpo a otra persona pero en este caso era para su bien, por lo que intentó no molestarse.
Al terminar de quitarse con mucho cuidado sus prendas y dárselas a un serio Jiyong, el castaño observó al profesional detenidamente.
“Tiene un gran parecido a Yongie”
Mira a su novio quien finalmente lo miró dedicándole su más bella sonrisa.
“Pero mi novio es mucho más precioso y dulce, de eso no caben dudas”
Le sonrió a Jiyong hasta que su visual se vio obstruida por el cuerpo del joven quinesiólogo.
-Le aplicaré este gel para que ayude a desinflamar la zona afecta con esta máquina que le dará calor durante quince minutos- le muestra un pequeño pote con un gel color verde y luego su herramienta de trabajo, la cual estaba a su lado.
Seung Hyun asintió observando detenidamente el aparato.
-Recuéstese con cuidado- con suavidad, Mino ayudó a recostar al castaño para luego untarse un poco del gel y esparcírselo sobre el hombro de Seung Hyun quien no pudo evitar hacer una mueca de disgusto ante el frío gel.
El joven acariciaba con cuidado el hombro del castaño mientras que Jiyong no le quitaba la vista al quinesiólogo. Cualquiera que lo notara, creería que estaría por atacarlo.
-Muy bien, ahora dejaremos que esto actúe solo- le coloca el aparato, encendiéndolo a nivel intermedio.
Seung Hyun sintió algo poco a poco calentarse sobre su hombro.
-¿Puede sentir el calor?-
-Sí-
-¿Lo siente muy caliente?-
El castaño negó.
-Bien. Lo dejaré por quince minutos y luego continuaremos con otros quince minutos a base de una pomada medicinal, del cual le aplicaré con unos suaves masajes. Mientras tanto, relájese que volveré cuando la máquina se haya detenido- le sonríe por última vez mientras se retiraba del lugar para comprobar si había otro paciente esperándolo.
Al retirarse, Seung Hyun suspiró y cerró sus ojos al sentir un poco de sueño.
-¿Te sientes bien, Hyunnie?- preocupado, se pone de pie para acercarse a su novio y acariciar su mano sana.
-Sí. Es sólo que tengo sueño- sonríe abriendo sus ojos para encontrarse con una mirada extraña en Jiyong.
-¿Qué tienes, amor?- intentó sentarse pero su novio se lo impidió para que su tratamiento no se vea interrumpido.
-No puedo decírtelo… d-dirás que actúo como niño- hace un puchero mirando hacia la pared.
-Estás actuando como uno ahora- bromea logrando que Jiyong lo mirara con el ceño fruncido.
Tomó la mano del rubio llevándosela hacia sus labios para depositarle un suave beso.
-Dime qué te sucede Yongie-
Jiyong pensó un momento y cuando iba a responderle, el pelinegro se hizo presente.
-Lamento si he interrumpido pero quiero ver cómo se encuentra. ¿No siente el calor muy fuerte?- al haber poco espacio para acercarse al castaño, Jiyong suspiró y le dedicó una mirada seria al joven para luego regresar a su asiento.
-Para nada. Se siente tan bien que hasta me ha dado sueño-
-Eso es buena señal ya que se está relajando. Eso ayuda a que sus músculos se relajen también-
Mino miró la hora de su reloj pulsera.
-Faltan diez minutos, por lo que iré preparando la pomada para masajearle cuando termine con la primera fase del tratamiento. Con permiso- le sonríe retirándose nuevamente.
Seung miró a su novio para que le dijera el por qué tenía esa extraña expresión pero Jiyong estaba mandando mensajes en su celular, por lo que decidió no molestarlo.
Cerró sus ojos para relajarse completamente y esperar a que el quinesiólogo regresara.
No supo en qué momento pasaron los diez minutos tan rápido que el joven pelinegro le estaba quitando el aparato de su hombro mientras que con cuidado, le pasaba una pequeña toalla sobre la zona a tratar ya que tenía rastros del gel.
-Ya hemos terminado con esto, ahora necesito que se siente para que pueda masajearlo-
Seung Hyun obedeció y se sentó, con algo de pereza. No pudo evitar desviar su vista hacia su novio quien aún conservaba su ceño fruncido pero a él no lo miraba.
“Me pregunto el por qué está actuando de esa manera”
Suspiró y no pudo evitar sobresaltarse al sentir la tibia pomada esparcirse sobre sus hombros y parte de su espalda.
Intentó voltear para ver a Mino pero éste sólo comenzó a masajearlo con lentitud.
-No se asuste. Sé dónde debo tratar pero también decidí masajear un poco esta zona para quitarle el estrés. Es un extra porque me ha simpatizado- le sonríe.
-Oh, de acuerdo… gracias Mino- suspira relajándose lentamente dejando que el joven siguiera con su trabajo.
Miró a su novio nuevamente y pudo notar una mirada completamente furiosa hacia el quinesiólogo.
“¿Acaso está celoso del profesional?”
No pudo evitar dar un jadeo de dolor.
-Relájese, de lo contrario se formarán más nudos de estrés provocándole dolor y tardaré más en tratarlo- susurra.
-Lo siento- suspira intentando cerrar sus ojos para relajarse y facilitar el trabajo del pelinegro.
Los quince minutos pasaron en un abrir y cerrar de ojos para el castaño quien ahora se encontraba colocándose sus prendas con la ayuda de un silencioso Jiyong mientras que Mino se lavaba sus manos.
-¿No me dirás qué te suced…-
No pudo terminar de hablar ya que su novio lo silenció de un beso mientras que el quinesiólogo regresaba hacia ellos y al ver aquella escena junto a la mirada de reojo que Jiyong le dedicaba, su semblante feliz cambió a uno desilusionado.
Al separarse, Jiyong sonrió satisfecho.
“Sí, estaba celoso”
-Te ves más relajado, Hyunnie- susurra dulce mientras que el castaño se ponía de pie.
-Lo estoy, amor- acomoda mejor sus prendas.
Al notar un clima tenso entre su novio y Mino, Seung Hyun miró al pelinegro.
-¿Cuándo debo volver?-
-Regrese en dos días. Haremos dos sesiones por semana, durante un mes. Con eso, será suficiente para que se recupere por completo, ¿le parece?- toma el papel con los datos que tenía del castaño comenzando a anotar.
-De acuerdo-
-¿Pueden ser los días miércoles y viernes?-
“Luego deberé de hablar con la escuela para avisar sobre mi lesión y que faltaré por unos días”
-Sí, no tengo problemas con eso- suspiró.
El quinesiólogo sonrió y al terminar de anotar las fechas, escribió en un anotador los días que debía concurrir Seung Hyun al tratamiento.
-Con este papel, se lo entrega a recepción para que le asegure los días y horarios que debe venir a verme- le entrega el papel.
-Está bien, muchísimas gracias- le sonríe logrando que el pelinegro se sonrojara.
-E-Es mi deber- no pudo evitar sentirse nervioso ante la mirada desafiante de Jiyong quien sujetaba con fuerza el brazo sano de su novio.
“Tan celoso y posesivo”
Pensó Seung Hyun mientras se despedía del joven profesional, al igual que un serio rubio para luego retirarse del consultorio.
Al llegar a recepción, el castaño le muestra la orden que Mino le había escrito. Por lo que la joven de recepción corroboró días y horarios para que Seung Hyun viniera, anotándoselos en el papel junto a un sello y firma.
Finalmente salieron de la clínica y ambos caminaron hacia la esquina para esperar un taxi que los llevara hacia donde YoungBae vivía.
-¿Te has puesto celoso de ese niño?- se atrevió a hablar el castaño.
-¿Cómo no voy a estar celoso?... ¡te miraba mucho y sonreía embobado!- hace un puchero logrando que Seung Hyun besara su mejilla.
-Sinceramente no me he dado cuenta ya que la única persona que miro y me enamora cada día más, la tengo a mi lado- susurra volviendo a besar su mejilla.
Jiyong suspiró al sentir su corazón latir con fuerza y finalmente sonrió con un leve sonrojo en sus mejillas.
-¿Soy el único?-
-Por ahora…-
-¿Cómo que por ahora?- frunce el ceño.
-Porque cuando nazca nuestro bebé y lo vea, estaré perdidamente enamorado de mi bello hijo. Por lo que serán dos preciosas personas a las cuales miraré con amor-
Jiyong mordió su labio inferior y atacó los labios de su novio en un desesperado beso mientras lo abrazaba con suavidad.
Ladearon sus rostros lentamente sintiendo aquel beso más íntimo y lleno de amor hasta que Jiyong decidió deshacer la unión de sus labios ya que a la distancia podía ver un taxi aproximarse.
-¡Te amo tanto!- le roba un beso a Seung Hyun quien sonreía con dulzura.
-Yo te amo mucho más, Yongie… y a ti también- susurra acariciando el abdomen del rubio quien sin poder evitarlo, volvió a sonrojarse mientras detenía al taxi para poder subirse e ir a la casa de YoungBae...
**
El taxi se detuvo en la casa del mejor amigo de Jiyong quien con cuidado, se bajaba del vehículo.
-¿Seguro no quieres que te acompañe, amor?-
-No hace falta. Bae me dijo que no estaría en su casa estos días, por lo que sólo entraré rápidamente y tomaré el paquete que dejó en el living- le sonríe.
-De acuerdo. Vuelve rápido que ya te extraño- ríe con dulzura logrando que Jiyong le diera un fugaz beso para luego caminar rápidamente hacia la casa de su amigo.
Una vez que Jiyong ingresó con la llave que YoungBae escondía debajo de una maceta, caminó por el living buscando aquel paquete que su amigo tenía para su madre y al divisarlo sobre el sofá individual, lo tomó rápidamente con claras intenciones de salir hasta que escuchó voces y unos extraños ruidos en la cocina.
Sintió curiosidad por saber si su amigo estaba, por lo que se dirigió con una sonrisa traviesa hacia la cocina sigilosamente ya que solía asustar a YoungBae cuando estaba distraído.
Pero su sonrisa poco a poco se esfumó al escuchar aquellos ruidos extraños intensificarse a medida que se acercaba al lugar. Por lo que lentamente, asomó su cabeza para divisar la cocina encontrándose con una imagen que jamás esperó que encontraría… su mejor amigo siendo penetrado por un energético Seungri que lo sostenía de sus caderas moviéndose con tanta fuerza que sintió pena por YoungBae ya que no sabría si podría caminar con normalidad luego de tener sexo tan intenso con el menor.
Pero su amigo se sostenía de la mesada, elevando su cadera mientras aguantaba gemir logrando que el profesor de educación física besara y mordiera su espalda.
-Eres tan delicioso Bae hyung mmh s-siente cómo mi pene te hace tocar el cielo-
-S-Seungri mmh- giró su rostro para besar la boca del menor quien detuvo sus rápidas embestidas para penetrarlo lento pero rudo.
Jiyong no podía escuchar nada más ya que al parecer sus oídos se silenciaron y su boca se abrió completamente asombrada, por lo que como pudo, salió rápidamente y en silencio de la casa de YoungBae.
Se subió al taxi y le indicó al conductor la dirección de la casa de Seung Hyun quien lo miraba atento.
-¿Qué sucedió amor?, tu cara está roja-
-Vi algo que jamás creí posible- lo miras aún sorprendido.
-Ya sé, has visto a YoungBae intimando con Seungri-
-¿Cómo lo sabes?- suspiró intentando calmar el calor que recorría en todo su cuerpo.
-Porque hace unos días, llamé a Seungri y al parecer tu amigo le estaba dando con rudeza ya que se le complicaba hablar conmigo sin dejar de gemir- sonríe nervioso al recordar aquel momento.
-Ah, pero lo que yo he visto fue más que eso…-
-¿Qué has visto?-
-Tu colega penetrando a Bae-
-Entonces son versátiles…- comenta pensativo ya que de cierta manera, podía imaginar a YoungBae siendo el pasivo de vez en cuando debido a que sabía que a Seungri le gustaba dominar en sus relaciones-
-Sí… y Seungri lo penetraba con tanta intensidad que pude imaginarme a ti haciéndome lo mismo…- desvió su vista hacia su entrepierna.
Seung Hyun miró a su novio notando una notoria erección.
-¿Crees poder aguantar hasta llegar a mi departamento?- susurra sonriendo de lado al ver que Jiyong se sonrojó hasta las orejas.
El rubio mordió su labio inferior mientras movía desesperadamente sus piernas.
-Tranquilo, amor. Estamos a una cuadra de llegar-
Jiyong suspiró y al notar que el taxi se detuvo en el departamento de su novio, bajó rápidamente del vehículo para caminar como podía, ya que su erección dolía, hacia las escaleras subiendo con lentitud mientras que Seung Hyun le pagaba al conductor para luego bajar con cuidado y con el paquete que su rubio se había olvidado.
Al llegar hacia donde un inquieto Jiyong lo esperaba, abrió la puerta siendo atraído rápidamente hacia adentro.
-E-Espera a que cierre la puerta, Yongi…-
No pudo terminar de hablar debido a que Jiyong lo abrazó por el cuello para atacar su boca en un desesperado y hambriento beso mientras que con una de sus manos, empujaba la puerta cerrándola completamente.
Sin dejar de besarse, el rubio le quitó el paquete de la mano para arrojarlo sobre el sofá mientras deslizaba su mano hacia la entrepierna de Seung Hyun para bajarle con maestría el zipper de su pantalón para liberar su pene comenzando a masturbarlo, y así dirigiéndose con pasos torpes, hacia quién sabe qué lugar ya que la intensidad en el beso que Jiyong le daba a su novio era tanto que caminaban chocándose con todo lo que había a su alrededor…