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Meow Coffee por XXIIIYamikoXIII

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Notas del capitulo:

Buenas noches. Como mañana no trabajo, puedo actualizar esta dulce historia de Yamiko. Espero les guste tanto como a mí. n.n

 

 

 

~*~

-Lamento darles esta noticia pero… no hay signos vitales dentro. El bebé ha muerto- con un gesto serio, la profesional dio por terminada la ecografía y limpió el abdomen del rubio quien no decía nada ya que no dejaba de llorar audible, transmitiendo una profunda sensación de dolor.

 

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo puede ser?! Yo lo siento… siento que el bebé está aquí, doctora Cho- en pánico y tocando el abdomen de su novio, se alteró provocando que la obstetra negara.

 

-Lo lamento señor Choi…-

 

-¡No puede ser! No…. No…-

~*~

 

 

-¡Seung!-

 

El castaño abrió sus ojos, asustado mirando a un preocupado Jiyong llamándolo.

 

-¿Amor?-

 

-Te quedaste dormido y comenzaste a quejarte… ¿tuviste un mal sueño?- acarició sus manos con suavidad.

 

 

“No puedo decirle la verdad de la horrible pesadilla que he tenido”

 

 

Suspiró y acercó su rostro para besar la frente de su novio.

-Sí. Soñé que no podía conseguir un gran y colorido algodón de azúcar para ti- hizo un puchero.

 

Jiyong sonrió al imaginarse lo infantil y bello que su novio se vería en el sueño.

-Al salir de aquí, podríamos comprar uno en la plaza…- ahora él hizo un puchero.

 

-¿Te dieron ganas de degustar uno, amor?-

 

El rubio asintió mirándolo de una manera tan adorable que Seung Hyun no pudo evitar besarlo mientras lo abrazaba apegándolo más a él ya que se encontraban en la hospital esperando a ser llamados por la obstetra.

 

-Cuando salgamos, le compraré uno a mi hermoso novio-

 

-¿Y tú?-

 

-Yo con sólo verte feliz comiéndolo, me endulzará todo mi ser-

 

Ambos sonrieron y sumergidos en su mágica burbuja de amor, se besaron nuevamente mientras entrelazaban sus manos acariciándose con la yema de sus pulgares, la mano del otro.

 

Luego de unos largos minutos, ahora un inquieto Jiyong no dejaba de suspirar y jugar con sus dedos índices hasta que sintió una suave caricia en su cabello seguido de un tierno beso en su mejilla.

 

-Todo saldrá bien, amor- susurró tranquilo mientras acariciaba el rostro de su novio.

 

-E-Eso espero, Hyunnie- hizo un puchero desviando su vista hacia su abdomen y se sorprendió al sentir una de las manos del castaño tocar aquella levemente abultada zona.

 

-Confía, Ji. Hoy veremos a nuestro tesoro por segunda vez-

 

El rubio mordió su labio inferior y sonrió asintiendo mientras besaba a Seung Hyun en los labios.

 

De pronto, la puerta donde la obstetra estaba se abrió logrando que se escuchara su voz llamando a Jiyong.

 

Ambos se pusieron de pie y tomados de la mano, ingresaron.

 

-Buenos días a los dos- sonrió.

 

-Buenos días doctora Cho- saludaron al unísono logrando que la profesional notara el nerviosismo por parte de la pareja.

 

La obstetra le indicó al rubio que tomara asiento ya que sólo había una silla.

 

-¿Cómo se ha sentido en estas semanas?- preguntó mientras que Jiyong tomaba asiento y el castaño se quedaba parado detrás de su novio, acariciando sus hombros.

 

-Bien- sonrió.

 

-¿Ha sentido nauseas o mareos?-

 

-Muy poco-

 

-¿Ha comenzado a tener antojos?- ante cada respuesta, anotaba en la ficha médica de Jiyong.

 

-En estos días he tenido uno pero no como para exagerar- sonrió con nerviosismo.

 

La profesional sonrió.

-Eso se incrementará a medida que el bebé crezca en su interior. Esté atento a los antojos de su pareja, señor Choi- bromeó.

 

-No se preocupe. Cumpliré con todos los antojos de mi dulce novio- sonrió tan amplio que sus adorables hoyuelos se hicieron presentes logrando que tanto Jiyong quien lo escuchaba, como la profesional quien lo observaba, se sonrojaran levemente ante la ternura con la cual el castaño habló.

 

-Muy bien. Es momento de la ecografía- sonrió poniéndose de pie mientras le indicaba a Jiyong que se recostara en la camilla que estaba cerca de ellos.

 

El rubio se puso de pie y se sentó en la camilla logrando que Seung Hyun se tensara al recordar su reciente pesadilla.

 

-¿Seung?- llamó a su novio al notarle una nerviosa expresión.

 

 

“No debo de recordar eso… debo transmitirle tranquilidad a Yongie”

 

 

Negando mentalmente, sonrió y se acercó a su novio colocándose a un lado de la camilla mientras observaban cómo la obstetra acomodaba el ecógrafo cerca de ellos y se sentaba del lado contrario al castaño.

 

-Levántese la camiseta, por favor- indicó mientras se colocaba unos guantes descartables.

 

El rubio obedeció y la profesional le bajó muy poco el pantalón para luego colocarle el gel que hizo jadear bajito a Jiyong debido a lo frío que se sentía.

 

Seung Hyun rápidamente tomó la mano de su novio logrando que éste sonriera nervioso y levemente sonrojado.

 

-Bueno, comencemos…- tomó el transductor moviéndolo por todo el abdomen de Jiyong mientras observaba el ultrasonido.

 

 

“No se ve nada…”

 

 

Mordió su labio inferior ya que aunque quisiera e hiciera todo su esfuerzo, no podía evitar pensar en aquella pesadilla.

 

La doctora frunció el ceño, entrecerrando sus ojos dudosa logrando que la pareja la miraran con miedo.

 

-Aquí está- sonrió y le indicó el pequeño bultito que se apreciaba en la pantalla.

 

Jiyong y Seung Hyun suspiraron aliviados y observaban la pequeña forma del feto.

 

-Tiene ocho semanas y su tamaño, como pueden notarlo, es el de una fresa. ¿Pueden ver cómo va tomando forma?-

 

-Sí- respondieron al unísono sin dejar de ver la pantalla, emocionados.

 

-Ahora escuchemos un poco sus latidos- tecleó en el ecógrafo provocando que el sonido se activara.

 

 

“Esto es tan emocionante”

 

 

Al sentir su mano ser apretada con fuerza, sonrió notando cómo Jiyong no quitaba su gran y bella sonrisa de su rostro. Por lo que acarició con su pulgar, la parte externa de la mano de su rubio. Ambos estaban emocionados pero intentaban disimularlo ya que seguramente llorarían frente a la doctora.

 

-Al parecer, todo va en perfectas condiciones. Lo que le recomendaré ahora, es hacer una dieta rica en proteínas, vitaminas, hierro, calcio y vegetales. Todo esto, ayudará a que la placenta sea fuerte casi igual a como la de una mujer ¿Sigue tomando las vitaminas que le receté?- preguntó mientras tecleaba nuevamente en el ecógrafo.

 

-Sí, las tomo como me lo ha indicado- suspiró tranquilo al saber que su bebé estaba sana.

 

-Perfecto. Tome, quítese el exceso de gel y puede volver a sentarse mientras le escribo lo que debe de comer- dejando el transductor a los pies de la camilla ya limpio, le entregó a Jiyong un poco de algodón para que se limpiara mientras se ponía de pie para sentarse en la silla de su escritorio, sacando un block de hojas comenzando a escribir.

 

Seung Hyun intentó ayudar a limpiar a su novio pero éste se negó, apenado mientras se quitaba todo el gel.

 

Una vez limpio, se puso de pie y miró al castaño dedicándole una sonrisa para luego caminar juntos hacia la doctora.

 

-Por cierto, comenzará a sentirse cansado. Es normal. Por lo que si está actualmente trabajando, le recomendaría no hacer mucho esfuerzo y tómese pequeños descansos cuando su cuerpo lo pida. ¿Sí?- dejando de escribir, miró a Jiyong.

 

-De acuerdo- sonrió asintiendo.

 

-Aquí tiene la dieta correspondiente y…- se puso de pie para ir a buscar la ecografía juntando ambos papeles para dárselo a Jiyong.

-Es la ecografía de su bebé-

 

Tanto Seung Hyun como el rubio, sonrieron con amor y ternura mirando la ecografía notando la imagen de aquel precioso ser que crecía dentro de Jiyong.

 

-Debo confesarle doctora Cho que he venido aquí pensando lo peor- mirándola a la profesional, Jiyong suspiró.

 

-¿Por lo que le escribí en el e-mail?-

 

El rubio asintió.

 

-No debió estarlo ya que confío en que usted hará todo al pie de la letra. Además, es un hombre sano. Pero obviamente, quería constatar que todo estuviera bien ya con sus dos meses de embarazo- sonrió.

 

La pareja suspiraron aliviados.

 

-¿Cuándo debe de realizarse otra nueva ecografía?- preguntó curioso Seung Hyun.

 

-A menos de que haya un percance que los haga regresar antes, deberán venir en un mes. Veremos cómo se desarrollará el bebé en la semana doce y luego les confirmaré si deben de regresar cada uno o dos meses para control, ¿sí?-

 

-De acuerdo- respondieron al unísono.

 

-Ahora pueden retirarse a disfrutar de este bello y soleado día- les sonrió guiñándoles un ojo.

 

-Muchas gracias doctora Cho. La veremos en un mes- saluda formalmente el castaño mientras ayudaba a su novio a ponerse de pie.

 

-Gracias por todo, doctora. Cuídese. En un mes regresaremos- despidiéndose de la profesional, le sonrió dulcemente mientras que tomando la mano de Seung Hyun, se retiraron de la sala.

 

La doctora los vio irse y sonrió al ver lo bien que la pareja se llevaban.

-Aunque al parecer se llevarán una sorpresa, sé que serán unos excelentes padres- susurró bajo mientras que llamaba a su otra paciente que debía de estar afuera esperando a ser atendida.

 

 

**

 

 

Al salir del hospital habiendo guardado los papeles en el pequeño bolso que Jiyong llevaba y ya con el turno programado para la siguiente visita con la obstetra, Seung Hyun acercó la mano que tenía entrelazada con su rubio a su boca para besarla.

 

-No sabes lo feliz que me siento, amor- comentó mientras caminaban tranquilamente por las desoladas calles ya que era temprano, día de semana y los negocios recién comenzaban a abrir.

 

-También yo, Hyunnie. Nuestra bebé está creciendo muy bien- sonrió y acarició su abdomen mirando aquella zona con dulzura.

 

 

“Este momento es demasiado hermoso y dulce”

 

 

Deteniéndose, Seung Hyun abrazó a un sorprendido rubio ya que no esperaba tal reacción del mayor.

 

-¿Seung? ¿E-Estás llorando?- no podía verlo debido ya que el castaño había escondido su rostro en su hombro pero sentía cómo temblaba y respiraba anormal.

 

El castaño no respondió. Simplemente acariciaba con suavidad la espalda de Jiyong con ambas manos.

 

Jiyong sonrió aspirando el aroma varonil del cabello de su novio y sin poder evitarlo, comenzó a llorar también mientras que Seung Hyun poco a poco enderezaba su cuerpo.

 

Ambos tenían sus rostros húmedos y principalmente al mayor, se le notaba sus ojos levemente rojizos por lo que Jiyong acarició su rostro con ambas manos y besó tiernamente sus labios.

 

-Te amo- susurraron al unísono y sonrieron mientras apegaban sus frentes, admirándose mutuamente.

 

De pronto, un dulce aroma se hizo presente entre ellos y el estómago de Jiyong rugió bajo pero audible para los oídos del castaño.

 

Seung Hyun sonrió con ternura y mientras acariciaba el abdomen de su novio, besó su frente.

-La plaza está a unos metros. ¿Aún deseas el algodón de azúcar, amor?-

 

Un poco apenado, el rubio asintió.

-S-Sólo si lo degustamos juntos mientras nos sentamos en una banca y observamos a los patitos que nadan en la pequeña laguna de allí- le señala que del otro lado de la plaza, había una laguna en donde se podía percibir tranquilidad.

 

-Será un placer pasar la mañana de esa manera con mis dos tesoros- susurró y besó los labios de Jiyong mientras daba una última y cálida caricia sobre su abdomen.

 

 

“Menos mal que he podido cubrir mi día con una suplente. De lo contrario, no hubiera podido disfrutar este precioso momento junto a mi novio y mi bebé”

 

 

Acarició el rostro de Jiyong quien no dejaba de sonreír dulce y finalmente decidieron tomarse de la mano para caminar hacia la plaza y primeramente comprar un algodón de azúcar para que pudieran disfrutar ambos un dulce momentos juntos.

 

 

**

 

 

-Hyunnie- ronroneó acomodándose mejor sobre el hombro del castaño ya que como estaban sentados en el sofá viendo una película, comenzó a sentir sueño.

 

-¿Qué sucede amor?- susurró acariciando las manos de su novio que yacían sobre su pierna.

 

-Estaba pensando que… podría decirle a mi madre sobre el embarazo… ¿qué opinas?-

 

Seung Hyun lo pensó un momento.

-Ella es una gran mujer y comprensible. Seguramente se sorprenderá pero luego será una atenta madre y abuela- sonrió al imaginarse a la señora complaciendo a su hijo.

 

-Tienes razón. Entonces, le diremos cuando termine de trabajar en Meow Coffee-

 

-Es una buena idea, amor- besó sobre sus cabellos mientras Jiyong enderezaba su cuerpo.

 

Ambos sonrieron y se dieron un dulce beso escuchando cómo Ai y Yongie maullaban acercándose a ellos.

 

Cada uno se subió al regazo de sus respectivos dueños, ronroneando audible mientras sentían ser acariciados.

 

Seung Hyun estaba observando a su gata y luego decidió ver a su novio logrando que su corazón se acelerara con fuerza.

 

 

“Esto es digno de admirar”

 

 

Pensó mientras embobado, observaba cómo su sonriente rubio acariciaba a Ai quien refregaba su cabeza sobre el abdomen de Jiyong.

 

Al sentir ser observado, el menor miró a su novio y se sorprendió.

-Estás sonrojado, ¿tienes fiebre?- preocupado, tocó la mejilla del castaño logrando que éste capturara su mano.

 

-No tengo fiebre amor. Es producto del amor que te tengo… realmente no puedo creer que estuviera al lado de un hombre tan hermoso como tú. No, del único hombre más hermoso del mundo- confiesa besando su mano.

 

Jiyong mordió su labio inferior y al notar su mano ser liberada, capturó la nuca de su novio para atraerlo hacia él y poder besarlo de una manera tierna pero que poco a poco se hacía más pasional.

 

Sin oponerse, Seung Hyun ladeó su rostro para que sus lenguas danzaran mejor dentro de la boca de su rubio quien daba unos suaves jadeos.

 

Al sentir cómo sus gatos se bajaban de ambos regazos, deshicieron el beso para mirarlos.

 

Ai lamió la cabeza de Yongie y ronroneando, se fueron hacia donde estaba el nuevo integrante de la familia.

 

El castaño sonrió e iba a abrazar a Jiyong pero éste fue más rápido sentándose sobre su regazo.

 

-Al parecer, se fueron para dejarnos disfrutar nuestro tiempo a solas- con una sonrisa coqueta, enredó sus brazos sobre el cuello del mayor quien se aferró con suavidad sobre su cadera.

 

-Eso parece- le dedicó un beso esquimal logrando que Jiyong riera bajito mientras deslizaba una de sus manos para acariciar el castaño cabello de su novio.

 

Ambos se miraban con una sonrisa marcada en sus rostros, acariciándose mutuamente con suavidad. Sabían que no hacía falta tener sexo para demostrarse lo mucho que se amaban.

 

-Te amo- susurraron al unísono y el castaño comenzó a esparcir besos por todo el rostro de un satisfecho Jiyong quien no dejaba de sonreír.

 

-¿Quieres postre, amor?-

 

-¿Hay postre?- lo mira sorprendido.

 

-Sí. Preparé unas fresas con crema chantillí que creo que te gustará-

 

Jiyong sonrió y luego lamió sus propios labios al imaginar el rico gusto de aquel postre.

 

-¿O quieres descansar para luego ir a Meow Coffee?-

 

El rubio hizo una adorable expresión pensativa provocando que Seung Hyun sonriera besando su cuello.

 

-¿Y si vamos a la cama, comemos el postre y luego descansamos?- apegó su frente a la del castaño.

 

-Es una excelente idea, amor- sin poder evitarlo, besó sus labios lentamente.

 

Al separarse, Jiyong le dio un corto pero ruidoso beso.

 

-Ve a la cama que enseguida iré junto con el postre-

 

Jiyong negó.

-Vamos juntos. Hoy no quiero separarme de mi perfecto, atento y dulce novio- hizo un adorable puchero.

 

 

“Es demasiado hermoso. Me dan ganas de mimarlo constantemente y no separarme de él, literal”

 

 

Sonrió y ambos se pusieron de pie. Eso sí, Jiyong no dejaba de abrazarlo.

 

-Tampoco quiero separarme de mis dos amores- susurró cerca de los labios de su rubio mientras acariciaba su abdomen.

 

Sonriendo entre el beso, Jiyong sentía un cosquilleo en todo su ser. Se sentía tan feliz que al parecer le era imposible controlarlo.

 

Al separarse, Seung Hyun tomó la mano de su novio y luego de depositarle un ruidoso beso en la mejilla, decidieron finalmente ir a la cocina a servir el postre para poder estar en la cama degustándolo tranquilamente. Después descansarían abrazados, transmitiéndose todo el amor que se tenían.

 

 

**

 

 

-¡Buenas tardes mis niños!- al ver a la pareja ingresar juntos a Meow Coffee, la señora los abrazó sonriendo feliz.

 

-Buenas tardes, señora- fue el primero en deshacer el abrazo dedicándole una sonrisa a la madre de Jiyong.

 

-Buenas tardes, madre- deshaciendo el abrazo, besó su frente sonriéndole feliz.

 

-Es extraño verlos un día de semana ingresando juntos aquí. ¿Ha sucedido algo?- no pudo evitar sentirse preocupada ya que sólo Jiyong ingresaba primero para trabajar y más tarde lo hacía el castaño cuando salía de la escuela.

 

-Tuvimos un pequeño pero nada grave percance y Seung no fue a trabajar para poder acompañarme al hospital-

 

-¡¿Al hospital?! ¿T-Te encuentras bien, hijo?- preocupada, acarició el rostro del rubio y éste asintió sonriéndole.

 

-Tranquila. Hay algo que tenemos que decirte, madre-

 

-¿Q-Qué sucedió?- miró a ambos completamente aterrada.

 

 

“Ay Yongie… la estás preocupando más de la cuenta”

 

 

Pensó el castaño mientras daba un gran suspiro para luego intervenir.

-Es una sorpresa que tenemos para usted, señora… no sé cómo lo tome pero queremos darle una noticia que es muy hermosa para nosotros dos- sonrió nervioso pero de esa manera, logró que la expresión en la madre de Jiyong cambiara a una más aliviada.

 

-¿Una sorpresa? ¡¿Qué es?!- sintió una gran curiosidad.

 

 

“Ya veo de dónde salió Ji al ser tan curioso”

 

 

Sonrió mirando a su novio.

 

-Queremos decírtelo cuando estemos por cerrar el negocio. ¿Crees ser paciente?- no pudo evitar reír al ver a su madre haciendo un puchero.

 

La señora dio un gran suspiro.

-Bueno, lo intentaré… por ustedes y principalmente por mi perfecto yerno- le dio unas suaves palmaditas al hombro de Seung Hyun.

 

Jiyong no pudo evitar hacer un adorable puchero al sentirse ignorado ya que desde que su madre conoció a su novio y se encariñó con él, lo adora como si fuera su verdadero hijo.

 

El castaño sonrió y sin poder evitar ver la expresión de Jiyong, se acercó a él para depositarle un dulce beso en su mejilla.

 

-¡Aaaaw, qué tiernos!- comentó emocionada la señora mirándolos con ternura mientras que ambos no pudieron evitar apenarse.

 

Al escuchar el ruido del horno avisándole que había terminado su tiempo de cocción, recordó que aún tenía trabajo que hacer antes de abrir el negocio.

 

-Disculpen pero debo terminar de preparar algunos postres. Acomoda las sillas hijo y haz que mi yerno tome asiento- les sonrió para irse rápidamente hacia la cocina.

 

Jiyong miró a su novio y se sorprendió al ser tomado posesivamente por la cintura.

 

-Ni creas que te dejaré hacer mucho esfuerzo, amor. Te ayudaré y luego me sentaré para esperarte a merendar como solemos hacerlo. Por favor, no hagas mucho trabajo pesado, ¿sí?- besó su frente.

 

-Está bien pero lo haré sólo si me das un beso, Hyunnie- frunció sus labios de una manera tan adorable que logró que Seung Hyun sonriera embobado ante lo bello que su rubio se veía.

 

El castaño acarició la mejilla del menor y tomando su mentón con suavidad para que elevara su rostro, acortaron la distancia para darse un lento y pasional beso logrando que con tranquilidad, ladearan sus rostros para amoldarse mejor a sus bocas.

 

Una vez que se separaron, Jiyong le robó un corto beso a su novio quien sonrió mientras que se dirigían a la zona de las mesas para comenzar a ordenar y dejar todo listo para abrir Meow Coffee.

 

 

**

 

 

Faltaba un poco más de una hora para que Meow Coffee cerrara sus puertas al público y extrañamente o tal vez el destino quería que la madre de Jiyong se enterara cuanto antes sobre la sorpresa que la pareja le tenían que contar, ya no había comensales en el negocio.

 

La señora estaba muy ansiosa espiando desde la puerta de entrada principal para ver si algún otro comensal se acercaba al negocio. Al no ver ni siquiera a un perro caminar por la calle, llamó a su hijo y a Seung Hyun quienes estaban en su mesa principal hablando trivialidades luego de haber terminado de merendar juntos.

 

Ambos se acercaron a ella, la cual estaba apoyada en el mostrador.

 

-¿Qué sucede, madre?-

 

-¡No lo soporto más!, díganme la sorpresa- los miró atenta y completamente ansiosa logrando que ambos rieran bajito ante su comportamiento.

 

El rubio miró a su novio y éste asintió con una sonrisa mientras lo tomaba de la mano.

 

-N-No sé cómo lo tomarás y aclaro que no es ninguna broma, y-yo… estoy esperando un hijo-

 

-¿Adoptaron un niño?- fue lo único que pudo preguntar.

 

-No. Estoy embarazado… S-Seung y yo seremos padres en unos cuantos meses- le entregó a su madre los papeles de la ecografía que tenía guardado en el gran bolsillo de su delantal de trabajo.

 

La pareja apretaron fuerte sus manos entrelazadas, completamente nerviosos, sin notar que había dos personas petrificadas en la puerta de entrada.

 

-¡¿Escuchaste eso, Bae?! ¡Vamos a ser tíos y… ¡oh, no! Tendremos que usar condones… ¡¿mira si uno de nosotros dos queda embarazado?!- miró con miedo a su pareja quien se había avergonzado y no pudo evitar mirar al suelo.

 

Seung Hyun y el rubio giraron sus rostros al escuchar aquella hiperactiva voz.

 

-¿P-Profes… Seungri? ¿YoungBae? ¿Qué hacen aquí?- no pudo evitar preguntar el castaño.

 

-Bae quería venir a saludar a Jiyong hyung y su madre mientras que yo merendar antes de que cerraran pero no creímos que nos llevaríamos tremenda sorpresa- sonrió de lado.

 

-¿E-Es verdad, bro?- no pudo evitar preguntar YoungBae mirando casi sin parpadear al rubio.

 

Jiyong mordió su labio inferior, asintiendo nervioso.

 

Seungri iba a hablar pero los cuatro hombres quedaron en silencio al escuchar los sollozos de la madre de Jiyong.

 

-¿Madre? ¿T-Te has enojado por eso?- asustado, se acercó a ella quien no demostraba siquiera una sonrisa. Sólo lloraba.

 

-N-No lo puedo creer- miró a Jiyong, luego al castaño y finalmente su vista se dirigió al abdomen de su hijo.

 

-Tampoco nosotros hasta que hablamos con una obstetra… ¿acaso no es una b-buena noticia para ti m-madre?- hizo un puchero sintiendo un nudo en su garganta ya que no quería que ella lo rechazara.

 

-¡Eres un idiota! ¿Cómo crees que no sería una buena noticia saber que me harás abuela? ¿Sabes lo inmensamente feliz que soy? ¡Será un bebé muy hermoso! Ay… n-no puedo… ¡los felicito!- fueron sus últimas palabras sin titubeos antes de comenzar a llorar de nuevo logrando que Jiyong la abrazara fuerte, llorando él también.

 

Seung Hyun miró a YoungBae y Seungri con una sonrisa para luego acercarse más a su novio y su madre mientras les acariciaba las espaldas para intentar calmarlos.

No iba a negar que él también estaba al borde del llanto pero quería demostrar que era fuerte por lo que sonreía amplio hasta que sintió unas palmadas en su espalda.

 

-¡Felicitaciones!- comentaron Seungri y su pareja a la vez mientras abrazaban al castaño logrando que el ambiente en Meow Coffee se tornara completamente alegre y emotivo…

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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