Mientras Jiyong y Seung Hyun estaban mirando una película cómica en la cama, el castaño notó que a la mitad de la película, su novio se había quedado dormido. Por lo que con mucho cuidado, lo cubrió con las mantas para que descansara cómodamente.
Seung no podía dejar de pensar en lo que había sucedido hace horas debido a que el rubio mientras veían la película, en ningún instante sonrió siendo que a él le gustaban demasiado esa clase de películas hasta tal punto de reír a carcajadas. Pero no. Su Yongie estaba apoyado sobre su hombro mirando la televisión completamente serio. Para lo único que se movía era para beber el té que el castaño le había preparado con mucho amor.
“Jiyong no querrá ir al médico por lo que debo de pensar en algo para lograr que su miedo desaparezca poco a poco y vuelva a ser un hombre feliz”
Suspiró mientras lo observaba dormir tranquilo hasta que divisó ambas tazas y el plato con migajas de las galletas que habían comido. Por lo que con cuidado, logró que Jiyong se recostara en la cama para poder levantarse, limpiar las vajillas y así regresar a la cama con su novio.
Antes de ir a la cocina, miró por última vez a Jiyong y al ver su semblante tranquilo, salió de la habitación.
Mientras caminaba por el pasillo, divisó a Ai quien lo miraba serio.
-Ve con tu padre y acompáñalo mientras lavo estas cosas, ¿sí?- le sonríe a una distancia no tan cerca, con cierto temor.
El minino no maulló ni nada. Simplemente caminó tranquilamente hacia la habitación de su dueño.
Al notar que Ai no le había gruñido y entendió lo que le dijo, suspiró aliviado mientras ingresaba a la cocina sin dejar de pensar en algún lugar a dónde llevar a su rubio para que se relajara y suplantara aquel amargo suceso con bellos recuerdos juntos.
“¿Lograré que se divierta si lo llevo a un parque de diversiones? ¿O a un museo? ¿O salir de picnic sólo los dos? ¿O simplemente me quedo aquí y le hago compañía?”
La mente de Seung era un caos. No sabía qué escoger para que su novio se distraiga.
Lo peor de esta situación era que en la mañana debía ir a su casa para alimentar a su mascota y luego debía leer algunos documentos de la escuela ya que comenzaría a dar clases pronto pero no quería dejar sólo a Jiyong, por lo que lo último podría esperar.
“Esto es tan complicado…. si al comenzar las clases Yongie aún sigue mal, deberé de pedir licencia”
Suspiró mientras terminaba de lavar las vajillas.
“¿Qué debería de hacer? ¡Piensa, Seung Hyun!”
-Soy un mal novio por no saber qué hacer para que Yongie esté bien- frunce el ceño mientras secaba sus manos.
-¡SEUNG! ¿DÓNDE ESTÁS? ¡SEUNG!- grita el rubio desde su habitación.
El castaño se asustó y corrió hacia donde Jiyong estaba notándolo alterado y llorando mientras que por la desesperación de estar solo, las mantas caían al suelo.
-Aquí estoy, amor. Fui a la cocina- preocupado, intenta dedicarle una sonrisa mientras veía cómo el rubio en un rápido movimiento, saltaba a sus brazos.
-P-Pensé que te habías i-ido- esconde su rostro en el pecho de un preocupado castaño abrazándolo con fuerza.
-Te prometí que me quedaría a tu lado. No temas que te estaré cuidado, Yongie- inhala el aroma dulce de sus rubios cabellos mientras lo abrazaba acariciando con suavidad su espalda.
-T-Tuve una pesadilla y cuando desperté estaba Ai y tú no. Me a-asusté- le costaba hablar debido a su llanto.
“Me duele verlo así”
-Tranquilo, amor. Estoy aquí, no llores por favor- toma su húmedo rostro acariciándolo con suavidad logrando que Jiyong lo mire con sus ojos completamente rojos.
-Lo siento, Hyunnie- cierra sus ojos al sentir los pulgares del castaño acariciar sus mejillas.
-¿Por qué te disculpas?- lo mira confundido.
-Porque te estoy causando problemas y tienes que estar pendiente de mí- hace un puchero abriendo sus ojos, desviando su vista.
-Estás equivocado, Ji. Te dije que quiero cuidarte y mimarte hasta que estés mejor. ¿Qué clase de novio sería si te dejara solo?- suspira y besa su frente con dulzura.
Jiyong sonrió con preocupación y miró a su novio.
-Te amo tanto, Seung- muerde su labio inferior al sentir nuevamente ganas de llorar.
-Te amo mi bello Yongie- vuelve a besar su frente mientras deshacía el agarre de su rostro para tomar las manos de su novio.
Haciendo contacto visual, Seung besó sus suaves y cálidas manos para luego dedicarle una sonrisa llena de amor.
-Todo estará bien, Ji. Ahora vamos a dormir, ¿sí?-
El rubio asintió y con lentitud, ambos se recostaron en la cama. Aunque el primero en hacerlo fue Jiyong quien rápidamente se sintió protegido por los cálidos brazos de su novio quien lo abrazó protectoramente por detrás.
-Mañana será otro día donde estaré al lado de mi preciosa obra de arte. Espero no te canses de mí, amor-
-Jamás podría cansarme de ti, Hyunnie- volteó su rostro besando con dulzura la mejilla del castaño para luego volver a su posición acariciando las manos de Seung que yacían sobre su abdomen.
-Lo mismo digo de ti. Ahora descansa, Yongie- besa su nuca acariciando su abdomen con delicadeza.
Jiyong cerró sus ojos dando un gran suspiro mientras que el castaño sentía cómo el cuerpo de su novio se relajaba quedándose dormido casi al instante.
“Espero pueda dormir bien”
Suspira preocupado Seung hasta que se sintió observado, por lo que miró sobre los cabellos de su novio notando que Ai lo observaba desde el suelo pero apoyando dos de sus patitas sobre la cama.
Con miedo, el castaño le hizo señas con sus dedos para que subiera a la cama y Ai rápidamente obedeció acomodándose cerca del rostro de un durmiente Jiyong.
Sin gruñirle a Seung Hyun, miró por última vez a su dueño y le dio una lamida en su rostro para luego dormir cerca de él.
“Ahora que su hijo se acostó a su lado, seguramente dormirá mucho mejor”
No pudo evitar sonreír y al sentir sus párpados pesados, cerró sus ojos lentamente acomodando su rostro entre los rubios cabellos de su novio quedándose dormido poco a poco.
**
Seung, quien estaba despierto debido ya que no había podido dormir en toda la noche sólo por cuidar a su novio, sintió una suave mordida en su dedo por lo que miró al dueño de aquel acto.
Frunció el ceño escondiendo su mano entre las manos de un dormido Jiyong sin comprender el por qué el minino actuaba de aquella manera.
Ai maulló suave, como queriendo evitar ser escuchado por su dueño, bajándose de la cama parándose en la puerta de la habitación.
“Me pregunto qué querrá”
Notó que Ai lo miraba y maullaba cada vez más audible, caminando hacia la cocina.
Seung suspiró y optó por levantarse, con sumo cuidado, para ir hacia dónde estaba Ai y saber qué era lo que quería.
Al divisar al minino dentro de la cocina, pudo entender lo que quería.
-¿Me has molestado para que prepare el desayuno para tu padre?-
El felino lo miró serio y su maullido se escuchó más grave.
-De acuerdo, de todas maneras iba a levantarme en un rato para prepararle el desayuno a Yongie. Gracias, Ai- rió nervioso al notar que el minino caminó hacia la salida de la cocina, pasando muy cerca de él maullando bajo.
“Cualquiera que me viera hablando con un gato de esta manera, creerá que estoy loco”
El mayor rió y suspiró estirando su cuerpo al sentirse dolorido por no haber dormido bien y con paciencia, comenzó a preparar el desayuno para Jiyong y él.
Una vez que terminó por preparar dos tazas con café con leche y unas tostadas de pan de salvado untadas en un dulce casero de tomate que la madre de Jiyong siempre preparaba, colocó todo sobre una bandeja y caminó con cuidado hacia la habitación de su novio.
-Amor, despierta- susurra dejando la bandeja sobre la mesita de luz mientras movía con suavidad el hombro de Jiyong.
-Mmh- se queja dormido, acurrucándose más en la cama.
-Te traje el desayuno- ríe tierno al ver el adorable puchero que hacía el rubio aún dormido.
Acercó su rostro besando la mejilla de Jiyong de una manera ruidosa logrando que finalmente abriera sus ojos.
-Siéntate, Ji. Es hora del desayuno- acaricia su rubio y despeinado cabello mientras que el menor se sentó en la cama y estiró sus brazos bostezando audible.
-Buenos días, Hyunnie- lo mira y le sonríe.
“Su verdadera y pura sonrisa aún no aparece”
-Buenos días mi amor. ¿Cómo has dormido?- tomó la bandeja y la acomodó sobre el regazo de su novio con cuidado.
-Muy bien. Dormir abrazado a ti me hace dormir completamente tranquilo y cálido- al ver que su novio se sentó a su lado, no pudo evitar acariciar su rostro.
-Recién te despiertas y ya dices tan lindas palabras que me dan ganas de estar todo el día abrazado a ti-
Jiyong se sonrojó levemente y el mayor se contuvo en atacarlo a besos ya que no sabía cómo podría reaccionar su novio ante lo que había sucedido la noche anterior.
-Me alegra que hayas podido descansar bien- sonríe cerrando sus ojos al sentir la mano del rubio acariciar por debajo de sus ojos con delicadeza.
-Tú no has dormido, ¿verdad?-
-¿Tan mal me veo?- bromea haciendo un puchero logrando que su novio sonriera.
-Para nada. Siempre te ves precioso pero tienes unas ojeras casi marcadas como tu colega. ¿No has dormido por mi culpa?- suspira desviando su vista a su desayuno para beber un poco del café con leche disimulando su triste gesto.
Seung suspiró y acarició el cabello de su novio.
-No digas eso, amor. No he podido dormir porque me la pasé toda la noche viéndote dormir. Eres tan bello a cada segundo- le susurra a un tímido Jiyong, tomando su taza de la bandeja, bebiendo un sorbo y cuando quiso tomar una tostada, sintió un inesperado y cálido beso cerca de sus labios.
-Gracias, Seung por todo lo que estás haciendo por mí. Eres un excelente novio, te amo- mordiendo su labio inferior ya que sintió un nudo en su garganta, le dio una tostada al castaño para luego comenzar a comer una él.
-Todo lo que hago es porque te amo demasiado, Yongie- le sonríe mordiendo su tostada logrando que una parte del dulce cayera sobre la camiseta que el rubio le había prestado.
Ante el gesto chistoso que había hecho por intentar quitar el dulce, Jiyong rió bajito.
-Prometo limpiarla pronto- hace un puchero mirando a su novio como si de un cachorro se tratase.
-No te preocupes. Esa camiseta será tuya para cuando te quedes a dormir conmigo-
-Ah, claro. Ahora que está manchada la uso yo, ¿no?- finge tristeza logrando que Jiyong poco a poco se riera con más soltura.
Al verlo tan adorable, acercó su rostro al del rubio quien intentó disimular lo tenso que se puso.
-Sólo quiero que me beses donde más quieras, amor. Necesito recargar energías-
Jiyong miró hacia uno de los costados de la nariz de su novio y le depositó un beso en aquella zona.
-Es la primera vez que recibo un beso en ese lugar- ríe.
-¿No te gustó?- lo mira preocupado.
-Para nada. Viniendo de ti, tus besos son adorables y cálidos sea donde sea que beses mi rostro- endereza su cuerpo satisfecho mientras terminaba de comer su tostada.
Con una sonrisa más tranquila, Jiyong continuó desayunando en silencio.
-Por cierto, quiero que me acompañes a mi departamento para alimentar a Yongie y para preparar una canasta con comida-
-Está bien pero… ¿para qué es la canasta?- no pudo evitar sentir curiosidad.
-Piensa un poco, ¿para qué llenaría una canasta con comida?- mira a un pensativo Jiyong.
-¿Para un picnic?-
-Así es- sonríe.
-¿Y con quién irás?- no pudo evitar sentir una pequeña molestia al pensar con quién iría su novio.
-Contigo, por supuesto. Se nota que estás dormido, Ji- mira con dulzura a un sonrojado rubio.
-Pero debo trabajar en la tarde-
-No, hoy tienes día libre- le muestra su celular donde había un mensaje de su madre que le había escrito a primera hora de la mañana del cual decía que le dijera a Jiyong que se tomara el día para salir con Seung.
-¿Entonces podré estar todo el día contigo?-
-Si es lo que dese…-
-¡Claro que lo deseo!- apoyó su rostro sobre el hombro del castaño.
“De a poco, mi Yongie está regresando”
-Ahora terminemos de desayunar así comenzamos con los preparativos de nuestra cita-
Jiyong asintió y el mayor, como si fuese un niño, comenzó a comer con rapidez logrando que el rubio riera al ver sus gestos chistosos.
**
Una vez que ambos fueron al departamento de Seung Hyun, el pequeño Yongie los recibió a ambos con maullidos audibles como quejándose por haberlo dejado solo toda la noche.
Pero el castaño se disculpó jugando con él mientras le hacía caricias logrando que el minino ronroneara satisfecho. Luego, mientras Jiyong se encargaba de jugar con él, Seung rápidamente corrió a darse una ducha rápida para cambiarse de ropa y preparar la canasta con alimentos sencillos.
Luego de alimentar a Yongie y asegurarse de que se fuera a dormir a su cama, ambos salieron del departamento con la canasta que Jiyong sostenía.
-Por cierto, ¿tienes pensado a dónde iremos?- pregunta intrigado el rubio.
-Sí. Es el parque al cual siempre iba de pequeño. Tiene una pequeña laguna pero es muy hermosa. Además suele haber muy pocas personas, por lo que es tranquilo. Siempre que iba, me sentaba debajo de un gran árbol para dibujar los patos que se hacían presentes nadando por el lago- sonríe nostálgico al recordar aquellos buenos momentos.
-¿Es lejos?- no pudo evitar fruncir el ceño, pensativo.
-No, es a unas cuadras de aquí. ¿No quieres ir, amor?- lo mira sin comprender aquel gesto.
-Eras tú- sonríe.
-¿Eh?-
-Es que ese parque lo conozco y… te he visto en varias oportunidades sentado debajo de un llamativo y hermoso árbol dibujando con una adorable y brillante sonrisa mientras dibujabas-
-¿D-De verdad?- no pudo evitar sonrojarse levemente.
-Sí. Entonces quiere decir que estoy enamorado de ti hace muchos años, porque desde la primera vez que te vi debajo de aquel árbol, no he podido dejar de pensarte hasta que apareciste en Meow Coffee y me volví a enamorar sin darme cuenta de que eras ese niño-
Seung se quedó boquiabierto sintiendo cómo su corazón latía con fuerza.
-¿Hyunnie?- lo mira asustado.
Sin poder evitarlo, lo abrazó con fuerza logrando que la canasta cayera al suelo, pero para su suerte, fue con suavidad.
-No te das una idea de cómo late mi corazón de amor por ti. Siento que moriré por amarte demasiado, Yongie- susurra y al sentir que el rubio se tensó un poco, lo liberó por temor a asustarlo y acarició su rostro con ambas manos.
-Yo me siento igual, siempre- cierra sus ojos al sentir las suaves caricias que las yemas de los pulgares de Seung le dedicaba.
El castaño besó la frente de su novio y se perdió en su dulce mirada sonriendo tan amplio que los hoyuelos que tanto amaba Jiyong se hicieron presentes. Por lo que besó las mejillas de Seung Hyun.
Al escuchar el estómago de Jiyong gruñir con fuerza, el castaño rió divertido logrando sonrojar a su novio.
-Antes de que tu estómago se siga quejando, vayamos al parque así puedes comer. ¿O quieres comer algo ahora?- toma la canasta del suelo.
-No, aguantaré hasta que lleguemos al parque. Vamos- al ver que Seung le sonrió bajando las escaleras, se apresuró por bajar casi a la par y así poder entrelazar su mano con la de su novio para dirigirse juntos hacia el parque.
**
No supieron cuánto tiempo pasó desde que llegaron al parque pero debajo de un viejo pero fuerte y bello árbol, el cual era del que hablaba Seung, la pareja se encontraban sentados admirando la laguna del cual gracias a los rayos del Sol, formaban unas coloridas siluetas dignas de ser vistas.
Seung Hyun quien tenía al rubio entre sus piernas abrazándolo con ternura, apoyó con suavidad su mentón sobre uno de los hombros de Jiyong para admirar mejor esa bella vista junto a los patos que nadaban sobre aquella limpia y transparente laguna.
-Es tan bonito- susurra el rubio sonriendo al sentir un beso en su mejilla.
-Esta obra de arte es natural y digna de ser admirada por su belleza, como mi novio-
Jiyong se sonrojó y por instinto, acarició las manos del castaño que yacían sobre su estómago.
-T-Tú también lo eres-
-No lo creo. Yo sólo soy un admirador de preciosas obras de arte- sonríe pero se sorprendió al ver que su novio se soltó de su agarre para quedar frente a él.
-¡No digas eso! Tú eres una obra de arte. Eres tan hermoso y perfecto en todos los sentidos, no solamente en el físico. Cada cosa que haces me enamoro más de ti- acarició el rostro de Seung dedicándole su bella sonrisa que hacía enamorar más al castaño.
Seung tomó la mano del rubio y la besó con ternura mientras no dejaba de verlo con una sonrisa tranquila.
-De acuerdo, tú ganas. Ambos somos una obra de arte que cuando estamos juntos, formamos la mayor, perfecta y envidiable pieza de arte que, ¿sabes cómo se llama?-
Jiyong mordió su labio inferior sin habla y sin dejar de mirar a su novio ante lo precioso que se veía.
-Se llama AMOR- vuelve a besar su mano logrando que Jiyong se lanzara a sus brazos para abrazarlo con fuerza del cual el castaño correspondió rápidamente mientras acariciaba con suavidad su espalda.
-Te amo- susurra el rubio deshaciendo el abrazo apoyando su frente contra la de Seung mientras acariciaba su rostro.
-Yo también, amor- sonríe y al notar una lágrima traicionera escabullirse por la mejilla de su novio, optó por besar aquella zona con ternura.
Jiyong le dedicó un beso esquimal para luego volver a su posición anterior y sentarse entre las piernas del castaño mientras sentía los cálidos brazos de su novio abrazarlo por la cintura. Aquella posición a Jiyong se le hacía muy confortable.
“Por suerte mi Yongie está mejorando”
Inhaló el aroma dulce de Jiyong para luego suspirar aliviado.
El tiempo al parecer les estaba pasando muy rápido ya que el atardecer se hacía presente. Aunque para ambos, era una buena oportunidad para ver aquel tan bello acto por lo que con unas cálidas sonrisas y sin decir nada, apreciaron el atardecer.
Una vez que la oscuridad comenzaba a hacerse presente, las luces de los postes de luz, comenzaban a iluminar alrededor del parque por lo que para su suerte, el lugar no estaba completamente oscuro.
-¿Vamos a mi departamento?- pregunta Seung ya que notaba que su novio comenzaba a dormirse al estar tan relajado.
-Sí ya que Meow Coffee aún está abierto- mira la hora gracias al reloj que tenía el castaño en su muñeca.
-¿Te quedarás a dormir conmigo o luego de cenar, vamos a tu casa?- susurra mientras acariciaba las manos de su novio.
-Me gusta la primera opción- tomas las manos de Seung para besarlas con suavidad.
“Está tan cariñoso que me dan ganas de besarlo pero no lo haré hasta que él quiera. No quiero asustarlo”
-Entonces vamos, amor- toma la delgada cintura de Jiyong para impulsarlo ayudándolo a levantarse y gracias a la flexibilidad de su cuerpo, no tuvo que hacer gran esfuerzo como lo hizo Seung ya que sintió sus piernas adormecidas por estar en la misma posición por horas.
-Pareces un anciano- bromeó con ternura mientras ayudaba a limpiarle los rastros de césped y hojas que su novio tenía sobre su pantalón.
-Es que mis piernas se adormecieron por no moverlas-
-Pero hubieras cambiado de posición así no te sucedía esto, Hyunnie- hace un adorable puchero.
-Sucede que si lo hacía, iba a romper aquel mágico momento que he pasado con mi precioso novio- toma la mano de un sonrojado rubio y lo mira con una sonrisa dulce.
-Siempre l-logras sonrojarme con tus p-palabras, no p-puedo evitarlo- dice nervioso.
-Esas palabras salen desde mi corazón, ¿acaso no te gustan las palabras de amor de este anciano?- bromea logrando que Jiyong riera bajito.
-¿Cómo no me van a gustar? Amo todo de ti-
Seung besó la frente de su novio quien suspiró ante tantas muestras de amor.
-Ahora vamos a mi departamento para beber algo caliente ya que está comenzando a hacer frío, ¿qué te parece?- toma la canasta con su mano libre ya que no quería deshacer el agarre con Jiyong.
-De acuerdo pero esta vez déjame prepararte un rico café como tanto te gusta-
-¡Entonces apresurémonos que deseo tomar el rico café que prepara mi novio con mucho amor!- emocionado, jala con suavidad la mano de Jiyong quien sonrió nuevamente.
“Sí, mi Yongie está mejor”
Aliviado, comenzó a caminar con su novio, sin soltar su mano, de regreso hacia su departamento.
**
Ni bien regresaron al departamento y se quitaron sus abrigos, Jiyong se dirigió hacia la cocina para primeramente lavarse sus manos y así, poder preparar un rico café como le gustaba a Seung Hyun.
Mientras tanto el castaño, se encargó de limpiar bien la canasta vacía la cual sólo tenía pequeñas migas, una botella de agua vacía, dos vasos descartables y servilletas usadas. Una vez limpia la canasta, la guardó y sintió curiosidad por saber si Jiyong estaba bien por lo que caminó sigilosamente hacia la cocina.
“Se lo ve tan tranquilo”
Lo observa preparar el café y no pudo evitar ingresar a la cocina logrando que Jiyong volteara a verlo.
-Parecemos una pareja de recién casados- sonríe y el rubio se sonrojó.
-¿Tú crees?-
-Sí y la sola idea de imaginarnos casados me hace sentir sumamente feliz-
Jiyong mordió su labio inferior ya que no sabía qué decir.
-¿Te gustaría casarte en un futuro, Ji?- se acerca a su novio acariciando sus brazos hasta llegar a sus manos para poder entrelazarlas.
-No podría contestarte a eso-
-¿Eh? ¿Por qué?- lo mira sorprendido ya que creería que la reacción de Jiyong sería completamente distinta.
-Hasta que no me lo pidan formalmente, no quiero contestar si me gustaría casarme o no- no pudo evitar reír al ver la cara de desilusión de Seung Hyun.
-Pero… ¿y si otra persona se me adelanta?-
-Deberías de saber lo que haría si eso llegase a suceder- ríe bajito al ver los gestos graciosos que hacía su novio.
-No pude evitar imaginarme yéndose con otro y yo viviendo el resto de mi vida sin ti- hace un adorable puchero al sentir los brazos de Jiyong abrazarlo por el cuello.
-No imagines esas cosas porque jamás pasará. Soy tuyo y pienso pasar toda la eternidad contigo, Hyunnie- le dedica un beso esquimal.
Seung retuvo sus ganas de besarlo y hacerle el amor ya que su novio se veía tan precioso diciendo aquellas palabras, por lo que se contuvo y sólo besó su frente logrando que Jiyong hiciera una mueca que al castaño le costó descifrar ya que lo ignoró volteado para ver el agua que había puesto a calentar debido a que comenzó a hacer ruido avisando que estaba a punto de hervir.
-Ve a sentarte que enseguida llevaré el café-
-De acuerdo…- dudoso, caminó hacia el living sentándose en el sofá mientras encendía el televisor.
“¿Qué le sucedió de repente?”
Pensativo ante la reacción de Jiyong, no se dio cuenta cuando su novio le extendió la taza con café hasta que olió el humeante y agradable olor de aquel líquido.
-Gracias amor- le sonríe sujetando la taza mientras que Jiyong se sentaba a una cierta distancia a él logrando que el castaño lo mirara confundido.
-¿Está bien preparado?- bebe un sorbo de su café mientras Seung hacía lo mismo.
-Sí, siempre lo preparas delicioso. Ven más a mi lado, amor- le sonríe palmeando el pequeño espacio que los separaban.
Jiyong hico un puchero negando.
“¿Por qué me evita?”
-¿Qué sucede, Ji?-
Al notar que el rubio comenzaba a llorar, dejó la taza sobre la pequeña mesa que había en frente a ellos y se acercó a su novio quien intentó evitar, fallidamente, ser abrazado.
-No llores, por favor. Dime qué te sucede para que pueda ayudarte, Yongie- con cuidado le quita su taza de café para poder tomarle las manos.
-Tú ya no me quieres tocar porque estoy sucio luego de lo que sucedió anoche, ¿verdad?- se deshace del agarre de Seung para abrazarse a él mismo.
-Claro que no, ¿por qué piensas eso, amor?- lo mira preocupado.
-Porque sólo me abrazas y evitas besarme en los labios. Me hace sentir que estoy sucio y que te doy asco porque dejé que otro tipo me tocara- con las mangas de su camiseta, comenzó a secarse las lágrimas.
-Ay, Ji… no es por eso que no te toco. Tú no estás sucio y mucho menos me darías asco-
Al ver que Jiyong no lo miraba, tomó su rostro acercándolo al suyo.
-Creí que al evitar besarte y tocarte de más, iba a lograr que te sintieras mejor pero veo que no es así. Perdóname, Yongie- suspira.
“Soy un idiota”
Mientras limpiaba con sus pulgares algunas lágrimas que aún seguían en el rostro del rubio, lo admiró por unos segundos.
-¿Me perdonas?- susurra cerca de sus labios sintiendo como si su boca tuviera un imán con su novio ya que lo besó sin dejarlo responder.
El beso que Seung Hyun le dio al rubio fue tranquilo y suave pero Jiyong capturó su nuca para que no escapara al profundizar el beso en uno completamente desesperado ya que el menor ladeaba su rostro mientras su lengua saboreaba la boca del castaño quien le siguió el ritmo ante aquella intensidad.
Pero lamentablemente por falta de aire, Jiyong se separó jadeando bajo mientras un fino hilo de saliva se escabullía por la comisura de su labio.
-Te perdono pero necesito que me hagas el amor- rápidamente empuja al castaño para que quedara sentado contra el respaldo del sofá mientras que él se subía a su regazo.
Seung lo miraba capturando su cintura con suavidad y Jiyong rápidamente se quitó su camiseta.
-Quiero que borres estas asquerosas marcas y me hagas tuyo, olvidando lo de anoche- le muestra las tres marcas moradas en su pecho de las mordidas que había recibido.
El rubio miró a Seung Hyun con desesperación.
-Márcame y hazme el amor tan intenso que haga olvidarme de hasta mi nombre. De esa forma me sanarás, por favor Hyunnie-
Seung suspiró y acarició la espalda de su novio.
-Te sanaré, amor. Ahora sólo necesito que dejes de mirarme así porque tú no has hecho nada malo. Mírame con amor y sedúceme como siempre lo haces- sonríe besando con suavidad desde los pezones, pasando por aquellas horribles marcas, hasta llegar a los labios de su novio quien ahora le sonrió aliviado mientras se fundían en un beso lleno de amor dando comienzo a cálidas y reconfortables caricias que Jiyong ansiaba sentir...