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El chico de las posdatas. por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Buenas a todos, espero que les guste y no dejen de comentar :)

12. Héroe real

 

Yo puedo ser más que un robot
Capaz de amar y de soñar,
Yo puedo ser más que un robot
Un héroe real no de ficción

 

El estar en sentado afuera de los probadores de una de las tiendas departamentales más refinadas de la ciudad no parecía ser tan aburrido como Naruto pensaba que lo sería. Al menos no estaba solo, Sasuke se había sumado a las aventuras en las tiendas departamentales aunque su verdadero objetivo era poder darse una idea de cómo se vería la chica de las cartas.

- Gracias por venir, Sasuke, he de decir que hubiera estado muy aburrido

Desde que había tomado la decisión de que la chica de las cartas conociera a Sasuke, se sintió un poco más relajado, tal vez era porque quería bloquear todo el nerviosismo, como si se olvidara por completo de su alter ego.

- A decir verdad, solo quería distraerme un rato, cuando estoy solo pienso demasiado

-¿En… en ella?

- Si – rio – no puedo creer que por fin la conoceré

Sasuke hacía referencia a la última carta que había recibido en donde la chica de las cartas le decía que quería conocerlo y que con gusto sería su pareja para el baile. Para el azabache era muy irreal, su títere mental cada vez era más borroso de imaginar, supuso que eran los nervios y la incertidumbre de no saber absolutamente qué era lo que se iba a encontrar.

Estaba nervioso, no quería que lo notaran pero las dudas empezaban a aparecer por todas partes. Tenía que aclararse él mismo, sus sentimientos y hacia quién eran. Aún así, quería tener esa pantalla de la chica de las cartas, como si quisiera simplemente engañarse, dejarse absorber por su fantasía.

El sonido de las cortinas de los probadores sonó para la satisfacción de ambos, ya no querían pensar en absolutamente nada de eso. Las chicas habían sido el perfecto distractor para ambos sabiendo perfectamente que su plática terminaría mal.

-¿Qué tal?

Okami estaba usando un vestido de dos piezas, un top blanco con pedrería, una falda a la cintura del mismo color con un forro negro bordado, había un espacio de piel visible de su abdomen entre las dos piezas; Hinata, por su parte, había escogido un vestido que parecía hecho solo de pedrería en la parte superior pero después del cinturón tenía una larga falda que estaba pintada con un degradado que iba desde un azul obscuro hasta un ropa pálido, las mangas también estaban decoradas con pedrería dándole un aspecto brillante y sutilmente sexy; y luego, estaba Tenten. La chica con los moños en la cabeza estaba usando un smoking, nada especial, nada femenino, claro que el traje estaba adaptado para un cuerpo femenino pero solo era eso.

- Olvidaste la corbata – le dijo Naruto a manera de mofa

- Aún no sé de qué color va a ser el vestido de mi pareja

Ninguno dijo nada, Hinata dejó escapar una risa de superioridad mientras Tenten fingía acomodarse los puños del saco para disimular que se había sonrojado. El hecho de que le gustaran las mujeres y no los hombres no era precisamente un secreto, pero el hecho de que no lo fuera no quería decir que se lo hubiese dicho ya a alguien.

-Esa fue una manera muy original de salir del armario – le dijo Sasuke rompiendo ese silencio

- No era necesario que saliera, ella nunca estuvo adentro – le contradijo Naruto – uno nunca está dentro de uno

Sasuke se mordió un labio, el pensamiento de tener que salir del closet era uno de los mayores estigmas marcados en su mente. Su familia había puesto una pauta bastante clara al respecto y eso le quedó bastante claro el día que su padre desconoció a su hermano mayor cuando “salió del armario” claro, las personas no vivían en uno de esos. Pero ese no era su caso, para nada, no podía pensar en eso cuando había una muchacha bonita esperándole al final del arcoíris.

- Nos morimos por conocer a tu pareja, Tenten – chillo Okami

- Ella es una chica importante – rio la castaña – no estudia en nuestra escuela pero accedió a venir conmigo

Sasuke sintió envidia, quería saber qué era sentir eso de lo que Tenten estaba hablando, faltaba muy poco para la fiesta de graduación, solo podía pensar en qué clase de vestido usaría la escritora ¿Sería tal y como la había imaginado? ¿Le haría justicia a su títere mental? Aunque claro, a estas alturas ya no le importaba el cómo se viera, se conformaría con saber que ella estaba ahí.

Las compras de las chicas no habían terminado, todavía faltaban los zapatos, accesorios, maquillaje y averiguar si podían hacer una cita con un estilista antes de su gran día. Así como podían ser tediosas en el asunto de las compras, también se cansaban con facilidad y sin darse cuenta, estaban en camino para poder tomar esa tarde de relajo que pasaría antes de la graduación pero que ahora estaba llevándose acabo.

- No puedo creer que nos hayan arrastrado a esto – le susurró Sasuke quien conducía el auto a su copiloto

- No creo estar seguro de esto, Sasuke

- ¿Por qué?

- No creo que pueda pagar una salida de este estilo

-No iras a dejarme solo con las chicas ¿No?

Sasuke se dio la tarea de mirar de reojo a Naruto, su hermana y las demás muchachas habían sido muy precipitadas en querer esa clase de salidas pero el azabache tenía que admitir que no le vendría mal relajarse un rato, además, pasar un rato con Naruto era mucho más divertido que ser el chofer de tres chicas.

- Sasuke…

El dinero no era el verdadero problema, desde que sabían de la promoción de su papá, había estado recibiendo un poco más de dinero en sus mesadas así que podría costeárselo. La excusa del dinero era para no tener que ir a un spa junto con Sasuke, no podría saltarse la parte de olvidar el asunto entre sus piernas y simplemente entrar por el mismo rumbo que las chicas, esos lugares no tenían contemplados a chicos gay extremadamente tímidos.

- No me dejes solo en esto, te necesito

Las palabras de Sasuke – que habían querido tener un tono burlesco – repercutieron en cada fibra del cuerpo de Naruto, deseo con todas sus fuerzas que el azabache le dijera esas palabras en otro contexto.

- Bien – dijo para finalmente ceder ante Sasuke

 

 

-_

 

 

La excusa de la salida les dio libertad a las tres muchachas de poder hablar tranquilamente sabiendo que Sasuke y Naruto no estarían con ellas aunque la presencia del último era requerida, pero ellas eran lo suficientemente astutas como para idear algo por su cuenta. Hinata y Tenten habían terminado por tener una amistad fuerte con la gemela de Sasuke quien resultó ser igual a ellas dos. El parecido entre las tres fue solo la premisa de la larga amistad que les esperaba y les alegraba haberse conocido en esas circunstancias tan raras, después de todo, las unía sus ganas de ver felices a Naruto y a Sasuke.

- Puedo imaginarlo, a mitad del baile

- Hagamos que Sasuke y Naruto no se encuentren – añadió Tenten – no hasta que sea el momento indicado

- ¿Cómo nos aseguraremos de que estén solos? – razonó Hinata – en el baile habrá mucha gente y aunque sea una mascarada, no habrá ninguna escena estilo “El fantasma de la ópera”

- Ella tiene razón – apuntó Okami

El calor del sauna hacía que las ideas se les escurrieran por el cuerpo, pero tres cerebros femeninos y maquiavélicos podían con un simple plan para unir a dos personas, la mente de una mujer es capaz de idear la destrucción mundial, pero normalmente usan su poder destructivo para el bien. Así que tenían que llegar a una conclusión, la noche de la graduación estaba demasiado cerca  y ellas tenían que idear algo.

- ¡Lo tengo! – chillo Okami logrando la atención de las demás – ¿Qué hay del armario de suministros del gimnasio? Podemos hacer que se vean ahí y que nadie entre

- De hecho es una buena idea, estoy a favor

- Chicas – siguió Tenten – hagamos que la graduación sea memorable

- Si, que Sasuke y Naruto estén juntos por mucho tiempo más

Las tres estaban muy felices, habían logrado quedar en una idea concreta, se imaginaban que después de la graduación, las vacaciones de verano serían increíbles. Sol, diversión y sus amigos estando con las personas correctas, incluso la universidad parecía el menor de sus problemas, concentrarse en lo que estaba pasado era su prioridad.

 

 

-_

 

 

No supieron ni cómo ni cuándo, pero los días se les vinieron encima, la noche de la graduación llegó tan rápido como las últimas boletas de calificaciones estuvieron en las manos de los estudiantes. El cuadro de honor seguía teniendo los mismos nombres de los cerebritos en donde rezaba el nombre de Karin que no había perdonado el último parcial aunque hubiese empezado una relación con el inútil (que ahora era su novio) de Suigetsu.

Para los demás, nada era verdaderamente sobresaliente, los meses que pasaron habían puesto a las personas en sus lugares. Ino había dejado la escuela cuando supo que estaba esperando un hijo de algún chico que no recordaba así que no se presentaría en la fiesta, Sakura la seguía acompañando incondicionalmente y eventualmente se detenía en los pasillos a tener charlas casuales con los gemelos Uchiha.

Justamente la gemela Uchiha estaba sentada junto a su novio usando el despampanante vestido, ellos dos y Sasuke viajaban de camino a recoger a los demás en la limosina que habían insistido en pagar pero que los demás refutaron e insistieron en ayudar a cubrir los gastos.

Cuando el conductor se detuvo, Okami tomó su celular para escribir cosas muy rápido, estaba avisándole a Hinata que estaba afuera junto con los demás, la siguiente parada sería la casa de Tenten en donde ya les esperaba junto con su misteriosa pareja.

- Gracias por venir tan temprano – les dijo Hinata entrando al vehículo dejando a los dos hombres ahí sin aliento

Ella no venía sola, tras ella se unió un muchacho de tez morena y cabello revuelto, su traje de gala estaba desalineado pero eso solo le daba un aire más rudo, como si el aspecto de chico malo le hubiese tomado un par de horas en quedar listo.

- Él es mi pareja para el baile – le introdujo Hinata – he querido presentárselos desde que empezamos a salir, es Kiba Inuzulka, estudia en el instituto Suna

El muchacho saludó con un cordial apretón de manos a los otros dos muchachos con un simple y gutural “Es un gusto” eso hasta que estrechó la de la gemela Uchiha, él recorrió con la mirada el brazo hasta llegar al rostro.

- Disculpe mi atrevimiento, pero ¿Nos conocemos de alguna parte, señorita?

- Quizá – contestó ella con una sonrisa – tal vez en algún otro universo alterno, pero es un gusto conocerte en este, Kiba

La conversación se hizo más amena, el camino a la casa de Tenten no era muy largo pero sirvió para que el novio de Hinata se integrara también al grupo. En cuanto llegaron y la castaña se unió usando el elegante traje sastre que había mandado a arreglar para que le quedara a la medida solo fue la premisa de lo que se avecinaba.

Tras ella, una rubia despampanante dejó a todos con la quijada por los suelos. Cuerpo esbelto y bien proporcionado, tenía curvas en los lugares exactos para que el vestido de gasa tan ligero y sensual acentuara cada pequeña parte de ella. Su vestido color oro resaltaba su joyería que parecía ser más fina que todo lo que traían los Uchiha encima, simplemente una joya.

- Temari no Sabaku – se presentó ella – también estudio en la preparatoria Suna

A pesar del porte ridículamente fino de Temari, resultó ser bastante agradable y al igual que su compañero de clase, Kiba, fue capaz de congeniar con quienes ahora eran los buenos amigos de la chica con la que salía, porque aunque no lo dijeran a viva voz, ella y Tenten habían estado saliendo durante un muy largo rato.

Sasuke estaba inquieto, sentía que aunque estuviera junto con muchas personas, solo podría calmar sus ansias hablando con alguien en específico. No encontraba una justificación para esas ganas que tenía de encontrarse con Naruto, como si fuese el único capaz de comprender lo que había entre él y la chica de las cartas. La última nota de ella que había sido recibida había sido el día anterior, fue una de las notas más cortas que leyó.

Sasuke:

No importa lo que pase, lo que mires o lo que sientas en el momento en el que nos encontremos porque mis sentimientos no cambiarán.

Posdata: Te espero, no tienes idea de cuanto

Era tan pequeña y corta que Sasuke podía repetirla en su cabeza sin necesidad de volver a leerla. Normalmente las cartas de la escritora ocupaban más que una sola hoja, de alguna manera podía sentir la angustia en las palabras plasmadas en tinta. Tantas cosas pasaban al mismo tiempo, tuvo ese rato en donde bloqueó a todo el grupo solo para poder concentrarse en lo que había pasado durante todo ese año pasado.

- ¡Llegamos a casa de Naruto!

Sasuke se asomó por la ventana de la limosina, jamás había estado en el entorno del rubio así que se le encogió el corazón al ver que el chico salía de la casa genérica que era idéntica a todas las demás en el suburbio.  Se miraba muy guapo, no se podía discutir dicho factor, había escogido un traje blanco y corbata azul para combinar con sus ojos.

Enseguida salieron dos personas más a despedirlo, sus padres, Sasuke se quedó mirando como esas personas que no conocía, lograban hacer que se conmoviera. Se notaba a leguas que los padres de Naruto lo amaban, por una milésima de segundo, deseo que su familia fuera igual, quería ser así también aunque también le vino a la cabeza un pensamiento efímero  sobre compartir esa experiencia con Naruto.

Finalmente, el rubio entró a la limosina junto con los demás, claro que no habló mucho con las personas nuevas y enseguida buscó un lugar “seguro” pero entre todas las parejas, se dio cuenta que eso era un asiento al lado de Sasuke, la persona con quien no quería hablar.

El ritual de preparación para el baile solo eran pasos que lo ponían más cerca de la tortuosa situación de tener que salir de las sombras. No quería hacerlo pero su boleto de pasaje para Alemania estaban ya listos, él junto con su familia partirían después de la fiesta. Las últimas semanas ayudó a sus padres a empacar lo que hacía falta, no tenía que decirle a nadie, no quería que se enteraran, solo saldría de la vida de todos como había entrado, de una forma sutil y única. Venía planeándolo todo desde hacía mucho tiempo, ya había dejado cartas para todos, Tenten, Okami y Hinata en donde ellas las verían en el tiempo correcto, solo hacía falta una carta, una para Sasuke que no había podido escribir todavía.

- Te ves bien – dijo Sasuke – digo… ya sabes, el traje… nunca te había visto así

- Tú también te ves bien

Había cierto tinte de tristeza en su voz, Naruto sintió que ya no había más temor, que toda su ansiedad estaba desapareciendo de apoco, no sabía si ya era capaz de decir que estaba curado. Aún así, el sacrificio de sus padres no podía ser ignorado, quería que esa última noche junto con todos sus amigos fuera la mejor, poder cerrar los ojos y ver cada color, cada olor, cada nota musical que se repitiera en su cabeza como su película preferida, una y otra vez. Esa noche había dejado de ser el muchacho miedoso para poder ser “La escritora de cartas” aunque estaba emocionado por cambiar “La” por “El”.

- ¿Dónde está Karin? – preguntó Naruto en vista de que Sasuke ya no sabía que más decir

- Ella es parte del comité del baile… Suigetsu está ayudándole

- Suenas nervioso, no es propio de ti estarlo

- Y no es propio de ti estar tan calmado con tanta gente alrededor

Los dos se regalaron risas burdas, estaban distintos y no era ningún secreto, la atmosfera entre ambos opacaba el ambiente externo y parecía que a nadie le molestaba pues ellos mismos tenían sus propios asuntos.

- Es por la escritora – se explicó Sasuke – voy a conocerla por fin

- Lo sé, no has parado de hablar al respecto en toda la semana

- No sé cómo decirlo, pero es una sensación agridulce

- ¿Por qué?

- Es que todo este tiempo me he imaginado a la escritora de las cartas de una forma en especifico, no sé qué es lo que pase… quiero decir, yo sé lo que siento por ella, no importa cómo se vea, no va a cambiar

-¿Estás seguro de eso? ¿No importa nada?

- ¿Bromeas? He estado enamorado de la persona tras las cartas, no importa cómo se vea, quién sea, esa es la persona indicada para mí…

No se dijo más, una vez que el vehículo aparcó, pudieron ver las luces provenientes del gimnasio igualmente la música tan estridente manejada por algún DJ que Karin aprobara.  La entrada parecía estreno de película, mientras entraban por la alfombra roja, todos se pusieron sus máscaras. El salón estaba decorado de una forma tan espectacular que ya no parecía el gimnasio sino que Karin había hecho magia con el pobre presupuesto escolar.

-¡Les dije que las sillas iban de ese lado!

Sasuke y Naruto, que eran los únicos que permanecían solos se acercaron a Karin quien seguía dando órdenes aún en vestido de gala y tacones. Suigetsu trataba de mantenerle el paso para no perderla de vista, aunque todo se viera perfectamente hermoso, había muchas cosas que todavía necesitaban arreglo.

-¡¿Qué hacen?! – se devolvió hacia la tarima en donde la banda estaba instalándose junto al DJ – ustedes no tocan hasta media noche

- Veo que aquí están ocupados – le susurró Sasuke a Naruto – vamos a sentarnos

Los dos buscaron una mesa, aunque en ese momento todas estaban vacías pues aunque la fiesta estuviera empezando, el ambiente estaba encendido desde entonces. Pero ahí estaba, él estaba ansioso por ver a la chica de las cartas, tamborileaba en la mesa con la punta de sus dedos para contener su ansiedad.

- ¿Qué harás después de la graduación? – preguntó Sasuke, más que nada para poder tener algo más en que pensar

- ¿De… después? – abrió la boca para responder, no quería soltarle nada así que contestó con algo que lo sacaría del apuro – ¿Qué harás tú?

- Papá quiere que termine lo que mi hermano empezó – le sonrió de medio lado – pero si te soy sincero, creo que terminaré sobre sus pasos y me llevaré a Okami conmigo

- ¿Qué hay de ella? Ya sabes… La escritora

- Eso depende de ella, todo se decidirá el día de hoy

 

 

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Más avanzada la noche, la banda por fin tuvo su momento de brillar cuando Karin por fin se dignó a dejarlos subir al escenario. La mayoría de los chicos ya estaban muy enfiestados así que no les importó demasiado lo que estaban escuchando, claro que las amigas de Naruto no tenían tiempo para el alcohol pues estaban a punto de ayudar a su querido compañero a hacer lo suyo.

Sasuke se había quedado solo en la mesa en donde por horas habló con Naruto, ese momento en donde solo estaba con él mismo no le fue para nada de ayuda, había dudas por todas partes y no sentía que estuviera realmente pasando.

- Sasuke – le llamó su hermana gemela

- ¿Si?

- Ella ya te está esperando, hermano

- ¿¡Ya!? – preguntó sobresaltado – pero aún es muy temprano – miró alrededor – ¿Y Naruto? Quiero hablar con él antes de ver a la escritora

- ¿Por qué quieres hablar con Naruto?

- Yo… realmente no lo sé pero siempre me siento mejor cuando hablo con Naruto

- Pues es que Naruto ya se fue hace un muy buen rato

-¿Por… por qué?

- No quería estar aquí cuando conocieras a la escritora – la muchacha ocupó el asiento junto a su hermano – no sé si lo notaste pero él se acercó a ti porque le gustas y mucho

El muchacho abrió la boca pero nada salió, ya se estaba empezando a hacer costumbre el hecho de quedarse mudo. Ahora estaba más confundido que nunca, su corazón estaba dividido entre dos personas quienes de alguna manera eran muy similares. El sentimiento ya no podía separarse así que  solo le quedó tratar de diferenciarlos.

Habían pasado muchas cosas en el transcurso de ese año, las dos personas que entraron a su vida casi al mismo tiempo sin duda dejaron una marca imborrable.  No era capaz de decir qué era amor y qué no lo era pues, era todo tan parecido que simplemente decidió ignorarlo hasta ese momento cuando finalmente supo que no podría esconder sus demonios bajo el tapete ni un segundo más.

¿Quién se supone que debía ser la persona con quien quería estar? Sin importar hacia a donde mirara, estaba Naruto, pero igualmente la escritora de las cartas lo mantuvo entre sus manos durante muchísimo tiempo.  No quería romperle el corazón a la chica que guardó esperanzas por siempre estar ahí, cada nota escrita a mano  podía dar pie a esos sentimientos tan puros que esta chica misteriosa expedía.

-¿Qué harás, Sasuke?

- ¿Por qué Naruto nunca me dijo lo que sentía?

-¿Cómo podría hacerlo? Tú estabas muy enamorado de la chica de las cartas, además, no quería que te alejaras

- No me habría alejado… lo hubiera escogido a él

- ¿”Hubiera”?

- ¿En dónde está ella?

- En el almacén

-Gracias

Ya no sintió más miedo, miró directo a la cara a su hermana que todavía tenía puesto su antifaz para ponerse de pie y en marcha hacia donde le había indicado. Ya no quería sentir más remordimientos pero sabiendo que Naruto se había alejado, iría a ver a la chica de las cartas y hablaría con ella. Su sexualidad no tenía nada que ver, sentía lo que sentía,  ya no dudaría ni un segundo más.

Miró la puerta del almacén entendiendo que era el único que permanecía ahí, los demás seguían disfrutando de una fiesta tan burda que ahora Sasuke ya no quería formar parte de nada. Estaba a punto de elegir a la persona correcta, o al menos la persona que pensaba que era la correcta. Sin más, abrió la puerta para entrar y encontrarse con todo el equipo de deportes acomodado, la pobre iluminación del cuarto hizo que desistiera de su propio antifaz para poder tener una mejor visión.

- ¿Estás aquí?

Su voz sonó entrecortada, algo que definitivamente quería evitar que pasara pues, necesitaba dar a entender que estaba seguro de si mismo. Un silencio turbante fue la premisa del sonido de pasos que rebelaba el paradero de alguien escondido entre lo que estaba guardado pero el muchacho ni se molestó en moverse, no quería que ella pensara que estaba muy ansioso.

- Escucha yo…

Pero no dijo nada más, la persona que estaba escondida salió finalmente de su escondite, aún así no se maravillo con una figura femenina sino que el traje blanco que ya había visto antes apareció en escena.

- Lo lamento mucho, Sasuke – se disculpó Naruto – sé que esperabas ver a una chica pero…

Los pies del azabache se movieron solos, en un momento ya tenía a Naruto agarrado de los hombros, entonces no dejó que siguiera hablando y atrapó sus labios entre los suyos.

 

 

 

Notas finales:

No se olviden de comentar!


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