5. Es por ti
Tu risa la sangre que corre por mis venas,
Tus besos la tinta de mis versos,
Que siempre te cuentan
La primera visita a la casa Uchiha fue un tanto común, Sasuke no se apareció en toda la tarde y aún así, Naruto pasó un momento agradable. Era la primera vez que podía pasar un buen rato con alguien que no fuese su familia o sus dos amigas, descubrió muchas cosas sobre Sasuke pues aunque la excusa de su gemela había sido decir que necesitaba tutorías, la verdad era que la muchacha tenía uno de los mejores lugares en el ranking académico.
La familia Uchiha manejaba una lucrativa empresa que se encargaba de la distribución y abastecimiento de materia prima para empresas locales y extranjeras. Los padres de los gemelos vivían por y para el negocio, casi nunca se paseaban por la mansión, sus hijos se habían acostumbrado rápidamente así que pasaban sumisos de ese hecho.
Ese día en particular, estaban de nuevo terminando de comer en la habitación de Okami, había una especie de sala pequeña al pie de su cama, la habitación era enorme además de tener un cuarto de baño y un vestidor.
- Debe ser un poco solitario ahora que Sasuke está con Ino
- Un poco – respondió ella dejando su plato en la mesa de centro – Pero no somos solo nosotros, tenemos un hermano mayor
Era una revelación más, se daba cuenta que aunque los gemelos fueran muy populares en la escuela, nadie los conocía de verdad. Okami le habló a Naruto de su hermano mayor, el primogénito y orgullo de sus padres, quien debía graduarse con honores y ser el siguiente heredero de la compañía. Pero antes de terminar los estudios, el muchacho conoció a un viajero de quien se enamoró perdidamente y no pudo resistirse.
- Itachi dejó la escuela y escapó junto con el chico del que se enamoro
- Que romántico… ¿Pero tú no lo has vuelto a ver?
- ¡Claro que sí! Ellos dos vienen de visita de vez en cuando, papá y mamá prácticamente no están aquí así que los vemos seguido
Hubieran seguido hablando, pero el sonido de la puerta abriéndose en el piso de abajo los distrajo una vez más, era imposible no escucharla cuando la casa entera permanecía sola. El ama de llaves había llegado una media hora atrás así que solo podía significar una cosa, el ojizarco miró a su amiga con cara de pánico, aunque ella parecía radiante.
- Parece que ya está en casa, vamos
- E… espera
- Estamos haciendo esto para que puedas acercarte a Sasuke ¡No me digas que quieres echarte para atrás!
- Entiéndeme… es… es que, pues, me pondré nervioso y… ¿Y si me da otro ataque?
- No pasará, estaré contigo
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Aunque podía decir con toda certeza que estaba genuinamente enamorado de Ino con locura, Sasuke no podía sentir que esa magia plasmada en las cartas, esa personalidad tan única que tenía la chica de las cartas, todo, era algo que Ino no tenía. Pero aún así, no quería renunciar a poder tener un rostro, un nombre para la chica de quien se había enamorado.
Ino prácticamente le exigía que estuvieran juntos todo el tiempo, al principio fue muy lindo, pero Sasuke cayó en cuenta de que a su novia le interesaba más que las personas vieran que estaban juntos, más que el hecho mismo de estarlo. De todas maneras, la fantasía y la bruma de estar con la muchacha que lo había enamorado a base de cartas podía más que todo.
Había llegado temprano porque Ino le dijo que pasaría la tarde con Sakura en el spa, muy en sus adentros, se alegró de tener un respiro. El llegar a casa solo le daba una sensación agridulce, casi siempre estaba con su gemela o sus amigos se quedaban a comer también. Estaba en el comedor, iba a ir a la cocina para servirse algo pero escuchó que su hermana que hablaba con el chico nuevo a quien frecuentaba.
El “tutor” no era más que una excusa y él lo sabía, su hermana podía mentirle a todos menos a él, o al menos eso siempre le había funcionado. No sabía qué era lo que tramaba, pero tenía que descubrir las intenciones de ese tal Naruto, nadie se acercaba a la gemela Uchiha y salía ileso.
- Hola, hermano – saludó ella entrando a la cocina seguida de Naruto
- Hola – respondió tratando de sonar cortante – pensé que estaban estudiando
- Tomamos un descanso – le sonrió desafiante – supongo que no has comido
- No
Ella volvió a dibujar esa sonrisa sobre sus labios, sabía que Naruto solo estaba esperando en el momento donde saldría de la estancia para ir tras ella. No era su intención dejar que su compañero siguiera huyendo, solo tendría que ponerlo en una posición en donde le fuera imposible salir.
- Deja que yo te sirva – le dijo contenta, vio como Naruto tenía la determinación de ir tras ella, pensó en lago – Naruto, quédate aquí con Sasuke, el comedor es mucho peor si te sientas solo
El muchacho tuvo la necesidad de matar a Okami, no esperaba tener que enfrentarse a Sasuke él solo y en la primera vez. La muchacha salió del comedor para dejar a su hermano y a su supuesto tutor juntos, claro que el azabache se sentó en la silla principal, lugar que ocupaba Fugaku – las escasas veces que comía ahí – pero que el momento ameritaba usarlo.
- Oye, siéntate – le dijo Sasuke
La voz del azabache refiriéndose a él, le había helado la sangre, realmente podía llegar a ponerse muy nervioso. Su corazón latía con muchísima fuerza pero apretó los puños y se mordió la mejilla interior para tratar de controlarse, finalmente pudo sentarse al lado derecho del muchacho, aunque solo pudo sostenerle la mirada unos segundos, los azabaches brillantes eran demasiado para él.
- Así que estás saliendo con mi hermana – empezó él muy serio
- ¿Sa… Salir?
- ¿Me crees idiota? – alzó una ceja
- ¡No! – su voz sonó algo aguda así que se sonrojó aún más – no salimos juntos
- Dame una buena razón para creerte eso del “tutor”
- ¡Soy gay!
Un silencio incómodo se apodero de la sala, Naruto no sintió que las mejillas le ardían, que todo su cuerpo lo hacía. Sasuke también pareció haberse dado cuenta de que se habría sobrepasado pues su silencio pareció de estar hecho de rápidos pensamientos que podría utilizar para reparar lo que acababa de pasar.
I don't like your girlfriend
No way, no way
I think you need a new one
Fue suficiente para suavizar el ambiente, Sasuke puso los ojos en blanco al escuchar por millonésima vez la canción que su gemela había empezado a reproducir cada vez que estaba cerca y aunque el sonido estaba opacado por las paredes, el azabache no pudo más que suspirar pesado y suavizar el semblante.
- Perdón – retomó el habla Sasuke – creo que me precipite
Naruto seguía sin saber bien qué poder decir, se sentía muy nervioso, sus ojos color negro profundo se miraban iguales a los de Okami y aún así, se sentían diferentes, intensos. Podía sentir como la sangre corría dentro de su cuerpo, su corazón estaba tan alocado que por un momento creyó que tendría otro ataque, más sin embargo, solo era eso, nervios.
- No hay problema…
- Es raro, dices que has estudiado con nosotros desde siempre pero no recuerdo haberte visto en el salón de clases
La intención de Sasuke era hacerle plática hasta que su hermana regresara, aún así, pudo sentir como su mismo cuerpo reaccionaba al calmar esos ánimos y regresar a su estado normal. Sentía que conocía al azabache mucho mejor – incluso mejor que Ino – de alguna manera eso le hizo sentir más cómodo.
- No hablo mucho
- Supongo que así es, te recordaría
- ¿Si?
- Yo creo que si
- Eh… – balbuceó tratando de encontrar algo más de que hablar – escuché lo de las cartas
No sabía si fue buena idea haber tocado ese tema, él mismo no quería hacerlo y de todas formas necesitaba escuchar de Sasuke lo enamorado que estaba de Ino para terminar de convencerse que estaba bien de esa manera. Aprovecharía que estaba cómodo así, no sabía cuál sería el siguiente momento con Sasuke así que querría escuchar cada palabra que saliera de sus labios.
- ah, eso – la sonrisa en el rostro de Sasuke no era particularmente de felicidad – si, encontré a la chica que dejaba notas para mi
- Debe ser muy romántico
Aunque quiso no hacerlo, sonó un poco desanimado, pero a su compañero no pareció importarle en lo absoluto, de todas formas ¿Por qué lo haría? Él solo quería estar un poco más así. La música que venía desde la cocina volvió a repetirse por tercera vez, Sasuke negó con la cabeza tratando de ignorarlo por completo.
- A ella no le agrada – se explicó Sasuke – también estaba emocionada con las cartas pero en cuanto Ino se dejó ver, se ha empeñado en dejarme en claro que no le gusta
- Tal… Tal vez no era lo que ella pensó
- Puede ser pero… ya sabes ¿Quién más podría ser?
Había sido la respuesta esperada, Naruto sonrió para él mismo sabiendo que Sasuke estaba bien así, no lo necesitaba, no necesitaba los sentimientos de un chico gay que se había enamorado y todavía mantenía las esperanzas de ser notado. Las cartas que había enviado y que tanto sentimientos le habían costado, habían tenido el éxito esperado, lo único malo era que el escritor nunca pudo recoger los frutos de su trabajo.
- No puedo culparla – siguió el Uchiha – Francamente Ino tampoco es lo que esperaba
- ¿Por qué?
- Conozco a Ino desde hace mucho tiempo, digamos que la sutileza no es lo suyo
Para Sasuke, el hablar con alguien ajeno a su círculo se sentía muy bien, su hermana y amigos ya tenían una idea, habían tomado partido desde el inicio. Pero Naruto no, apenas lo conocía, tampoco era igual a los demás chicos en la escuela quienes lo trataban como una especie de celebridad, puras tonterías. El hecho de que las chicas lo encontraran atractivo, los chicos se pelearan porque su hermana les dirigiera la palabra, jamás comprendió cuál era el afán de idolatrar a otro estudiante. Inclusive su novia, Ino, también era parte de ese círculo mediático que solo trataba de ignorar.
- Ella es guapa – logró decir Naruto
- Sí que lo es – contestó distraído – solo desearía que fuera un poco más como en las cartas
-¿Qué…?
- ¡Aquí tengo tu comida! – irrumpió Okami
La pregunta que Naruto iba a hacer quedó inconclusa, la hermana gemela de Sasuke puso el plato de comida frente al chico, fue a la cocina y regresó con una bandeja con tres vasos de té helado. Ella se sentó al otro lado de Sasuke frente a Naruto, parecía ser tan oportuna como siempre, su expresión era sublime y más aún porque la canción de fondo se seguía repitiendo.
- ¿Podrías…? – dijo Sasuke
- No – interrumpió su gemela – me gusta Avril Lavigne
La sonrisa santurrona en los labios de Okami solo hacía que Naruto tuviera una extraña necesidad de reír. No tuvo la necesidad de seguir interactuando, la conversación entre los hermanos fluía bastante bien mientras Sasuke terminaba de comer, era raro pero se sentía a gusto en compañía de los hermanos pero más aún, de Sasuke.
Después de eso, Naruto se dio cuenta de que tendría que regresar a casa para estar a tiempo y no preocupar a su mamá. Sus padres habían estado especialmente atentos y contentos con él los últimos días, estaba consciente de que les alegraba que ya no se encerrase en su habitación a esperar que el tiempo pasara. Él mismo podía sentir que si seguía así, su ansiedad podría desaparecer por completo.
- Nos veremos mañana, Naruto – le dijo Sasuke a modo de despedida
Okami ya se había despedido, se excusó en que debía limpiar los trastes y le pidió a Sasuke que acompañara a Naruto hasta la entrada. Parecía que el azabache empezaba a llevarse bien con el Uzumaki, aunque fuese a expensas de una declaración innecesaria.
- Oye – le detuvo – lamento lo de hace rato, no sabía que eras gay
- No es como si llevara un cartel que lo dijera, eso pasa
- Eres agradable, de verdad, no sé por qué no me había dado cuenta de que estudiabas junto con nosotros
Por un momento, Naruto quiso cerrar sus ojos e imaginarse que Sasuke le daría un beso de despedida, una fantasía bonita que seguiría guardada en lo más profundo de su mente y corazón, la recordaría cada vez que mirara a Ino, la envidiaría en una forma pasiva, porque él no era ningún rival para la muchacha que estaba con Sasuke.
- Nos veremos después
- Claro, nos veremos en la escuela
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Uno de los que se había acostumbrado rápidamente a la presencia de Naruto en su círculo de amigos, era Suigetsu. El muchacho era conocido en la escuela no por ser amigo de los Uchiha, él podía forjar su propia reputación sin ayuda, la única diferencia era que su fama no era por ser millonario ni por tener un apellido bonito, sino que era conocido por su libido.
Cuando salió a la luz su bisexualidad en sus años de secundaria, se dio cuenta que no valdría la pena esconderlo, de todas maneras, la gente que se fuera o se quedase con él, realmente le eran indiferentes. Entonces fue cuando conoció a los gemelos Uchiha y les propuso tener un trío, obviamente Sasuke reaccionó mal mandándolo al hospital. Después de eso, se hicieron muy buenos amigos.
Tener sexo casual era una de sus actividades favoritas, no era raro que saliera de fiesta y terminara en la cama con más de una persona. Chicas, chicos, ambos, cualquier cosa que le gustara estaba bien y después de que la hermana gemela de Sasuke trajera a ese rubiecito con ojos azules, fijó un nuevo blanco.
No era precisamente su tipo, un niño tímido de casa que probablemente era virgen, definitivamente no el tipo de chicos que terminaban con él en la cama. Pero desde hacía un tiempo estaba pensando que era hora de tener algo serio, ya fuera con un chico o una chica aunque todavía no hubiera ningún candidato (o candidata) para aspirar al puesto. Las personas que lo conocían no lo tomaban enserio y no podía culparlos, su vida de promiscuidad le impedía tener esa relación seria que tanto quería.
Pero el conocer a Naruto había sido como reiniciar su propia reputación, seguramente el muchacho no sabía todas las andadas en las que había estado. Estaba bien, todo lo que necesitaba era un poco de tiempo para que el chico cayera.
- Buenos días – saludó Sasuke sentándose a su lado
- Buenos días, hermano
El salón de clases estaba semilleno, aún era temprano para que las clases empezaran, Ino le había dicho que esa mañana no hacía falta que la llevara con él a la escuela, seguramente se habría quedado con Sakura después de estar juntas por la tarde. No quería decirlo pero se sentía bastante aliviado de no haber tenido que esperar en el auto junto con su hermana gemela quejándose en el asiento trasero sobre el tiempo que ocupaba su novia en arreglarse para salir de casa. Y es que el problema era que Ino se vestía como si fuera a ir a una premier de cine a diario, vestidos extravagantes, zapatos costosos de diseñador, maquillaje sacado de algún tutorial de internet, en fin, cosas que se tomaban horas.
- ¿En dónde está tu “mujercita”?
- ¡Más respeto con mi novia!
- No te enojes, es solo una broma – le sonrió de medio lado – Estoy interesado en alguien
- Que raro – Exclamó irónico – tú siempre estás interesado en alguien
- Es Naruto, el nuevo amigo de Okami
Sasuke alzó las cejas con una sonrisa un tanto desteñida, no supo bien qué decirle porque no conocía a Naruto del todo. Le había parecido un buen chico, sabía que podrían entablar una muy buena amistad, no creía que Suigetsu saliendo con el chico nuevo que había traído su hermana sería bueno, no conociendo las mañas de su amigo.
- Eso es… nuevo – soltó el azabache
- Es que, solo míralo, es imposible no enamorarse de él
Los labios de Sasuke se abrieron para decir algo pero en ese momento, el sonido de unos tacones resonando desde la entrada los distrajeron. Como siempre, Ino vestía para impresionar, las chicas la miraban envidiosas deseando ser ella pues, la popularidad de la rubia había incrementado desde que esta se paseaba por los pasillos alardeando de su noviazgo con Sasuke.
- ¡Hola cariño! – chilló ésta ocupando la silla delante de Sasuke
- Hola – saludó Sasuke inclinándose para darle un beso casto que su novia convirtió en uno apasionado que llamó las miradas de toda la clase
Okami y Naruto que llegaron en ese momento se detuvieron a mirar como todos los demás, la Uchiha dibujó un semblante de asco mientras que su compañero se limitó a suspirar deseando estar en el lugar de Ino.
- Zorra – espetó Okami cuidando de que nadie más que Naruto escuchara
- No está bien que la llames así a la novia de tu hermano
- ¡Pero es lo que es! Mira como lo besa, solo está llamando la atención
Naruto se dio el lujo de volver a mirar en dirección a Sasuke y su novia, era verdad lo que Okami estaba diciendo, ese beso – que se estaba alargando innecesariamente – no era un gesto amoroso, sino que Ino estaba asegurándose de que todos y cada uno de los presentes miraran, es más, el teatro era tal que el Uzumaki juró poder saborear los labios del azabache también.
Al separarse, Sasuke respiraba agitado con los ojos bien abiertos y las mejillas en rojo encendido, odiaba que Ino hiciera esa clase de demostraciones ante la clase. Ya era molesto que toda la escuela se sintiera con el derecho de saber lo que sucedía en su vida personal pero, que su novia también hiciera alarde de su relación, era como tomar las cartas con las que lo había enamorado y simplemente las tirara a la basura.
- Ino, ya hablamos de esto
- ¿Qué es un poco de drama? Además es divertido
- No quiero que lo hagas más
- Sasuke – le dijo con tono fastidiado pero sin disolver su sonrisa – no quiero que me contradigas frente a todos…
- No te contradigo, solo que no me gustan estas cosas
Ino frunció el seño profundamente para voltearse y mirar al frente con los brazos cruzados, seguramente eso también lo hacía para que todos los demás vieran, sabía que él no podría soportar estar enojado públicamente con ella. El azabache le tocó el hombro a la muchacha para disculparse, Okami ardía en rabia al ver como su hermano gemelo, el chico rompecorazones que jamás pudo ser domado, agachaba la cabeza ante una cualquiera.
-¡Tengo tantas ganas de darle su merecido!
Naruto no dijo nada, no se permitía pensar que él también quería jalarle la cola de caballo perfectamente peinada y arrastrarla por el suelo hasta que todo el maquillaje quedara embarrado en las baldosas del salón. Se sonrojo al atraparse pensando que podría hacerle daño a la novia de Sasuke, él no era así, no sabía si era la misma influencia de sus amigas, o tal vez su propio sentido de la justicia.
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Durante la clase, Naruto no hizo más que tratar de poner atención a la clase pues por petición de Okami se había cambiado de lugar en la silla detrás de ella y junto a Sasuke. No tenía idea de por qué o cómo demonios sucedía pero todo lo que hacía Ino llegaba a molestarle, el sonido de sus mandíbulas mascando chicle con la boca abierta taladraban su subconsciente y no le permitían concentrarse.
Del otro lado de Sasuke, estaba Suigetsu que claramente la clase le importaba muy poco, arrancó un pedazo de hoja en su libreta y escribió algo rápido. Se acercó a Sasuke para darle un codazo, al reaccionar el otro, solo le miró con una ceja levantada.
- Dáselo a Naruto – le susurró pasándole el recado muy discretamente
El azabache volvió a alzar una ceja con la nota en las manos para mirar al otro lado y encontrar a Naruto haciendo apuntes de la clase aunque realmente este solo intentaba ignorar al chicle cantarín de Ino. Dudó un poco, no quiso ser parte de la treta de Suigetsu, pero al volver a ver a su amigo, este le sonrió de una manera que no pudo negarse. No hizo más que inclinarse y dejar la nota en el pupitre de Naruto.
En cuanto el papel de parte de Sasuke tocó su asiento, Naruto pensó que había sido este quien lo escribió pero al voltear vio al susodicho encogiéndose de hombros y a Suigetsu sonriéndole con mucha energía.
- Perdón – le susurró Sasuke – me pidió que te lo diera
- Ok…
Con manos tímidas, abrió la nota, era algo burda porque solo era una hoja de libreta arrancada doblada en dos, el mensaje estaba garabateado de una forma muy sucia. No pudo más que reír, era una nota tonta diciendo “Hola, la clase es aburrida”.
“Es verdad, no me concentro” garabateó con su pluma bajo lo que había escrito Suigetsu, miró a Sasuke con una sonrisa un poco lamentable mientras articuló un “lo lamento” con los labios. El azabache suspiró y pasó la nota a su compañero.
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Después de clase, Suigetsu prácticamente brincó hacia el lugar de Naruto en donde este hablaba con Okami sobre algo que no escuchó porque en cuanto estuvo allí, ellos dos guardaron silencio. La Uchiha sabía de las intenciones de su amigo pero no valía la pena decir nada sabiendo que Naruto no tenía ojos para nadie más que para Sasuke, además, así tal vez, y con un poco de suerte, el azabache empezaría a notar más y más a Naruto.
- Hola, Naruto
- Hola…
- Oye, sé que es repentino pero me encantaría invitarte a salir el viernes
Los labios de Naruto se abrieron para dar una respuesta pero no supo qué decir, nunca nadie lo había invitado a nada y mucho menos a una cita, giró su cabeza en busca de algo de ayuda por parte de Okami quien no supo con exactitud como tomar la invitación tampoco. ¿Sería algo bueno o algo malo? Aunque quería con muchas ganas vengarse de Ino por engatusar a su hermano, sabía que Naruto estaría en todo su derecho de darse por vencido aunque no tenía que saberlo todavía.
Aún así, sería una buena adición al plan, no quería lastimar a Suigetsu porque de todas formas él era su amigo, pero tal vez eso les beneficiaría. De todas formas, sabía que Naruto no podría lidiar con el estrés de una cita solo.
- ¿Qué tal si vamos todos? – sugirió Okami – para que Naruto esté menos nervioso
- Claro – accedió Suigetsu no muy convencido – así será
- ¿Qué fue eso? – le interrogó Naruto cuando Suigetsu se había ido
- Créeme, es necesario