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El chico de las posdatas. por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

uff una semana más y seré completamente libre, recuerden que pueden dejar sus comentarios que yo los voy a responder en cuanto termine mi semestre :)

6. Pobre estúpida

 

 

Pobre estúpida, él a mí me quiere más.

 

 

 

Durante el resto de la semana, Sasuke y Naruto se acercaron un poco más, aunque sin pasar de la línea invisible dibujada por él mismo, hasta podía decirse que las visitas a la casa Uchiha  eran más para visitar al azabache que a su gemela. Llegó a sentirse muy cómodo, de todas formas seguía tras esa línea, más aún cuando Ino también compartía con ellos.

Pronto, el fin de semana llegó y con él, la salida que le habían prometido a Suigetsu. El grupo se juntó en una estación de trenes para ir rumbo al centro comercial, cuando Naruto le dijo a sus padres que saldría con amigos, ambos estuvieron tan contentos que hasta sugirieron llevarlos ellos mismos pero como su hijo empezó a ponerse más nervioso, dejaron que fuese así nada más.

El hecho de ir en tren y no en autos había sido idea de Okami, solo un detalle para fastidiar a su cuñada sabiendo que Ino se sentiría más que incómoda en un transporte público.

- ¡Qué asco! – exclamó la rubia en cuanto las puertas del metro se cerraron, Naruto y Okami reprimieron una sonrisa ante su expresión

- Es solo el metro – le dijo Sasuke un tanto cansado, apenas empezaba la salida y ya se quejaba

- ¿Por qué no nos fuimos en auto? ¡Me puse mis mejores pantalones y seguramente se ensuciarán en un sitio como este!

- Es solo el metro – volvió a repetir más frustrado

Y así durante todo el camino, Naruto estaba un poco sofocado por tantas personas a su alrededor pero se esforzaba al máximo, tampoco estaba solo, Okami se encargaba de mantenerlo respirando y además, la plática con Suigetsu hacía que se olvidara de todas las personas a su alrededor.

En el centro comercial, solo se preocuparon por mirar tiendas, realmente no había nada más que hacer aunque Ino quería entrar a todas y Sasuke era débil así que solo sacaba la tarjeta de crédito cuando algo bonito se asomaba por los escaparates. Nadie comentaba sobre nada, sabían que en el estado de Sasuke, cualquier cosa contra su supuesta chica de las cartas, sería merecedor de una mirada asesina y la ley del hielo.

- Oye – le dijo Suigetsu a Naruto mientras todos estaban afuera de una tienda esperando a que Sasuke saliera cargado de bolsas – Te invito un helado, ya no quiero estar aquí

- ah…

- Ve con él – le animó Okami – Juugo y yo nos quedamos a esperar a Sasuke

No quería irse solo con Suigetsu, pero debía admitir que ver como Sasuke le cumplía cada capricho a Ino en vez de cumplírselos a él  (no era que él tuviera caprichos como los de ella). Estaba haciendo un montón de cosas que normalmente no haría, pero estaba bien, iría con Suigetsu.

- Oye – empezó Suigetsu para romper el silencio – ¿De qué sabor lo quieres?

- Te va a sonar raro – se sonrojó – mi favorito es el de pistache con mango

Una risa un tanto tonta salió de los labios de Suigetsu, era increíble como Naruto estaba aprendiendo a sentirse a gusto. Tenía que admitir que el amigo de Sasuke tenía muchos puntos a su favor, era apuesto y amable, pero con todo y eso, Naruto supo que no podría enamorarse de él aunque quisiera.

 

-_

 

 

- ¿Y Naruto? – preguntó Sasuke en cuanto salió de la tienda junto con su novia

- Fue con Suigetsu por un helado – contestó Okami con cierta intención

- ¿Quieres alcanzarlos? – sugirió Jugo sabiendo en lo que pensaba la muchacha

- ¡Sí! – se apresuró Sasuke antes de que Ino dijera algo más

Aunque no le gustaba la idea de ir tras una persona que no le importaba en lo absoluto, Ino permaneció sumisa sabiendo que tendría problemas con Okami, la única chica a quien no podía sacar del camino sin que Sasuke se opusiera.

Llegaron hasta el local de helados en donde Suigetsu y Naruto hablaban amenamente de trivialidades, el grupo llegó a su mesa para ocupar los asientos restantes. Okami y Jugo fueron por un par de conos mientras los demás hablaban, o más bien, los chicos, porque Ino solo se dedicaba a mirar a su alrededor para poder asegurarse de que la gente se detenía a mirarla.

- ¿Qué es eso? – Sasuke señaló al vaso de helado de Naruto que para ese momento era una mezcolanza extraña

- Pi… pistache y mango – susurró sonrojado

- ¡Extraño! – puntualizó Suigetsu sin quitar la sonrisa de su rostro – pero sabe bien

- ¿De verdad? ¿Me dejas probar?

El rubor se le subió hasta las orejas, pero fue como si su cuerpo se moviera solo, de todos modos, Ino ni siquiera estaba prestando atención.  Tímidamente tomó la cuchara y se aseguró de llenarla bien con ambos sabores de helado para ofrecérsela a Sasuke. Naruto no pensó que realmente lo hiciera, pero entonces el azabache se inclinó, y se metió la cuchara a la boca. Fue un momento algo incómodo, hasta Ino volvió la mirada con un movimiento errático solo para darse cuenta de lo sucedido.

- Es verdad – dijo Sasuke finalmente – sabe bien – se giró hacia Ino – ¿Quieres algo? Compraré helado para mí

Pero la respuesta de Ino no fue verbal, tomó el rostro de su novio y le dio uno de esos besos apasionados, babosos e incómodos a los que ya estaban empezando a acostumbrarse. Ino no era ninguna tonta, desde que Naruto se unió al grupo de amigos, supo que estaba ahí por alguna razón y más aún tomando en cuenta que la hermana de su novio – quien obviamente no la quería – lo había llevado, adivinó el motivo. No dejaría que nadie le arrebatara lo que era suyo, fuese chica o chico, Sasuke era solo suyo y de nadie más.

- ¡Ino! – le reprimió Sasuke

- Quiero de vainilla y chocolate… ¿Sabes qué? Pide un banana split doble

Cuando Sasuke se puso de pie resignado, Okami se sentó con Jugo para hacer compañía. Eso había ido demasiado lejos, la Uchiha notó que los ojos de Naruto estaban húmedos y eso no se quedaría así.

- ¿Tienes que ser tan zorra siempre?

Los hombres guardaron silencio, ninguno habría tenido el valor de decir lo que Okami había dicho, sentían demasiado problemático lidiar con peleas de chicas pero esa en particular les era muy interesante. La hermana gemela del azabache no tenía pelos en la lengua y mucho menos si se trataba de su hermano.

- ¿Qué dijiste? – chilló Ino con una ceja levantada

- Lo que escuchaste, zorra

- Solo estás celosa porque tu hermano me presta más atención que a mí…

Otro silencio se hizo presente, los chicos pensaron que la gemela de Sasuke respondería con un golpe, pero en lugar de eso, ella solo sonrió y se cruzo de brazos, unos segundos más tarde, Sasuke llegó con los dos helados en las manos.

 

 

-_

 

 

- Chicas… y Naruto, es hora de actuar

El lunes al regresar a la escuela, Okami estaba muy emocionada con empezar a llevar a cabo algo que les encantaría a las amigas de Naruto. El muchacho no estaba del todo de acuerdo, pero tenía que admitir que estaba deseoso de saber qué era lo que la muchacha tenía en cuenta. La salida del fin de semana pasado solo lo hacía sentirse aún peor con respecto a la situación en la que se encontraba.

Suigetsu se había comportado como todo un caballero con él, estaba más que claro que estaba coqueteando, se sintió culpable porque le agradaba aunque no de la manera en que lo hubiera querido. Pero veía a Sasuke estando tan feliz con Ino, la rubia no era la mejor mujer que existía pero hacía feliz al azabache, a base de mentiras, pero feliz a final de cuentas.

- ¡Al fin! – Gritó Tenten – ya era hora

- Lo sé – siguió Okami – tengo un par de ideas que podemos intentar

- Dilo, dilo

- ¡Esperen! – Intervino Hinata girándose hacia Naruto – Tú eres quien debe estar de acuerdo con esto

- Ah…

Naruto miró a su alrededor un poco confundido, era verdad que tenía en sus manos el poder de desatar las plagas para Egipto, el trío de mirada estaban sobre él y podía percibir el deseo en dos de sus amigas por hacer la vida de Ino imposible. Después, estaba Hinata, la voz de la razón en todo esto, la chica que podía ponerle los pies sobre la tierra y recordarle que no debía rebajarse al nivel de Ino para…

- ¡Rápido, Naruto! – Insistió Hinata – quiero saber si tengo que pedirle los tampones con pica pica a mi hermana

Y ahí se había acabado todo. Hinata también quería ver a Ino ardiendo en el infierno, quería decir que no habría quien pudiera detenerlo de tomar malas decisiones. Las tres sonrisas a dientes completos solo le hacían la vida más difícil, esas chicas lo corromperían hasta la médula… y le encantaba.

- Bien… – Dijo muy quedito

Las sonrisas en los rostros de las tres muchachas solo fueron un mal augurio, aunque no pudo hacer más que sonreír también, Naruto estaba consciente de que seguramente las consecuencias las iba a pagar él. Pero con todo y todo, sintió que, a pesar de su promesa de dejar a Ino y a Sasuke, él también quería saborear un poco de la satisfacción que brindaría ver a la rubia ser molestada.

- Muy bien – dijo Okami – esto es lo que haremos…

 

 

-_

 

 

Antes de que la clase de gimnasia de la clase de Naruto empezara, Hinata se escabulló por los pasillos hasta llegar al vestidor de las chicas. No le fue difícil encontrar las cosas de Ino, una bolsa color rosa brillante con incrustaciones de pedrería falsa. Abrió la cremallera para quedar casi noqueada por un penetrante olor a perfume. Rebuscó en la bolsa, encontró lo que usaría la rubia durante de la clase, una blusa blanca básica, shorts y bracier púrpura.

- Muy bien – susurró ella mientras sacaba las tijeras que guardaba en el bolsillo trasero del pantalón – veamos qué tal te va después de esto

Uno y otro tijeretazo se escucharon en el eco vacío del salón, Hinata volvió a guardar la ropa en su lugar para regresar sobre sus pasos, salió justo en el momento que el timbre sonó anunciando que la clase de Naruto no tardaría en llegar al vestidor. No estaba equivocada, en el camino de regreso a su salón de clase, se cruzo con la clase que estaba por ir a los vestidores, al estar frente a Okami y Naruto, solo guiñó el ojo.

- Te veré en un rato – le dijo Okami a Naruto dejándolo solo antes de entrar a los vestidores de las chicas

Normalmente, en esas circunstancias, Naruto evitaba los vestidores y se cambiaba en los baños para permanecer en un rincón durante toda la clase, el profesor no le daba atención sabiendo de su problema, no hacía ninguna actividad lo que lo mantenía alejado de las regaderas.

Pero ese día tendría que olvidarse de todo eso porque parte del plan era que Naruto permaneciera con Sasuke todo el tiempo. Las cosas serían mucho más sencillas si no tuviera ese tonto problema que detonaba su nerviosismo, entrar en una habitación llena de chicos semi desnudos no era la mejor manera de confrontarlo. Como se supone que tenía que hacer, siguió a Sasuke hasta donde estaban las cosas de ambos, que había accedido a dejar ahí después de que sus amigas se lo dijeran.

- Tal vez podamos ir por una pizza después de clases o algo – decía Suigetsu como si nada

Como ya estaban acostumbrados a hacer los amigos, se pusieron todos en línea a hablar mientras se cambiaban, solo que ahora estaba Naruto entre Suigetsu y Sasuke, no sabía si era lo mejor pero ya no podía zafarse. Podía sentir que sus mejillas ardían como el infierno. Se le ocurrió mirar con el rabillo del ojo para encontrarse con el torso desnudo de Sasuke, perfectos abdominales bien definidos, piel blanca y un fragante olor a colonia de hombre.

Mirar al otro lado tampoco fue la solución,  Suigetsu no tenía nada que envidiarle a Sasuke, tenía unas marcas de bronceado además de perforaciones en sus pezones. Ya ni se molestó en mirar a Juugo, tenía suficiente con esos dos.

Trató de cambiarse lo más rápido que pudo sin prestar atención a su alrededor, pero el aroma de la colonia de Sasuke lo hacía muy difícil. Aún dentro de todo un cuarto lleno de hombres apuestos, Sasuke siempre era el primero en todo, esa sensualidad tan masculina que nadie más poseía. Luchar por no tener una erección era su prioridad, pero parecía que su cuerpo le obedecía bien sabiendo que excitarse.

- Vamos, Naruto  

El rubio asintió y siguió a sus compañeros hasta el patio en donde instintivamente buscó a Okami, cuando se acercó a esta, tenía las mejillas rojas de enojo. No dijo nada, solo miró a su alrededor para ver lo que había pasado.

La broma que había propuesto Hinata consistía en cortar la blusa de Ino en los pechos, así cuando usara su ropa, se burlarían de ella. Efectivamente Ino se había puesto la ropa con los dos agujeros en sus pechos, pero en lugar de ser la burla de todas las demás, las chicas habían cortado sus camisetas para que se vieran exactas a la de Ino.

- Oh mierda – soltó Naruto

- No pensé que tuviera tanta influencia en todas

La escena parecía sacada de alguna película de comedia, Ino parecía ser la que marcaba las tendencias, por más ridículas que estas fueran. El profesor llegó y miró a la clase atónito, se dijo a si mismo que no entendía a las generaciones de ahora, suspiró profundamente ignorando los pechos cortados de las camisas de sus alumnas y prosiguió.

 

 

-_

 

 

Dado que Hinata había fallado, Okami se adelantó al vestidor de las chicas buscando nuevamente las cosas de Ino. Buscó en la bolsa ya no la ropa sino que la loción que se ponía después de bañarse, la abrió y vació el contenido en uno de los botes de basura, enseguida fue por sus cosas para sacar una botella de ungüento para pies. Como era obvio, pasó el contenido de una botella a la otra, así volvió a poner todo en su lugar.

Justo a tiempo, las chicas empezaban a regresar. Ella hizo como si nada yendo directo a las duchas esperando a que la magia sucediera, aunque solo le molestaba todavía ver como las demás muchachas cortaban también la ropa que se pondrían después de bañarse solo porque Ino lo había hecho.

En el vestidor de los chicos, a Naruto no le estaba yendo mucho mejor, debía seguir la corriente con los demás muchachos. Uno de sus más grandes temores: las duchas.

Estaba frente a la puerta de las duchas con la toalla en la cintura debatiendo si su cordura podría quedar intacta después de todo lo que podría pasar. No era ningún fetichista ni mucho menos pero en más de una ocasión tuvo esa fantasía de tener intimidad en ese sitio (con Sasuke, por supuesto).

- ¿Qué esperas?

La voz de Sasuke hizo que una tortuosa y lenta corriente pasara por cada vértebra de su espalda hasta terminar en su cuello. El voltear para encontrarse al azabache usando solo una toalla significó el final de su cordura, tenía frente a él a su mayor fantasía.

- Yo… tengo algo de vergüenza con esto – decía tratando de no mirarle

En su muy pequeña comprensión del mundo a su alrededor, Sasuke atribuyó esa vergüenza a que Naruto era gay y como consecuencia de eso, ducharse con un montón de tipos desnudos era como si una chica intentara ducharse con ellos. Pero aún con ese corto razonamiento, quiso ayudar a su nuevo amigo con quien ya se estaba encariñando, además sabía que si solo lo dejaba ir así nada más, Suigetsu estaría sobre él.

- Ven conmigo

Con una mano, Sasuke sostuvo su toalla y con la otra tomó la mano de Naruto quien imitó la acción de mantener la prenda en su lugar. Como los demás seguían en las duchas, tuvieron la libertad de recoger sus cosas y seguir, el azabache conocía un baño que solo lo usaban los estudiantes discapacitados pero como en ese momento no había ninguno en la clase, creyó que sería lo mejor.

- Este baño es individual, puedes usarlo tranquilamente

- Cielos, gracias

- Volveré con los demás, solo trata de no tardar mucho

Lo que Sasuke recibió a cambio fue una tímida sonrisa, sintió que su corazón palpitó el doble, solo había sido un gesto tonto y común, pero percibió en esa sonrisa algo que su novia nunca le dio. Respondió también con una sonrisa para dejar al rubio tener privacidad, mientras regresaba con los demás muchachos rio por lo bajo pensando que quería pasar más tiempo con Naruto.

- ¿Y Naruto? – le preguntó Juugo cuando el azabache prendió la regadera a su lado

- Quiso algo de privacidad

- Qué lástima – siguió Suigetsu – tenía tantas ganas de verlo completo

- Esa es la razón por la que lo saqué de aquí

- Vamos hermano – insistió el peliblanco – tienes que ayudarme con ese asunto, tú estás bien porque tienes a Ino… ¡Pero yo no he cogido desde hace una semana!

- No puedo hacer eso, sería como lanzarlo a la boca del lobo

- ¿Por qué no?

No respondió de inmediato, abrió la boca para responder pero una sonrisa ladeada se apoderó de su gesto. Siempre ayudaba a Suigetsu a conseguir parejas  sin importarle que este solo las usaría y no volvería a estar con ellas, ninguna persona le importó tanto como para alejarla del vacío entretenimiento de su amigo… hasta ese momento.

- Porque es mi amigo – atinó a decir – Sí, es eso, Naruto es ahora amigo mío

Juugo escuchó sin decir una sola palabra pensando que si Okami lo hubiese escuchado, le habría golpeado muy fuerte en la cabeza, él mismo quería hacerlo. Permaneció en silencio hasta que terminaron de ducharse, se dio cuenta que Suigetsu se vestía lentamente como si esperara que Naruto apareciera en cualquier momento.

No pasó mucho antes de que Naruto regresara perfectamente vestido y sin haber tenido que pasar por ninguna calamidad que involucrara cuerpos desnudos. Pero estaba bien, después de todo, el gesto que Sasuke había tenido con él fue muy dulce.

- ¿Todo bien? – le preguntó Sasuke en cuanto se encontraron antes de salir del vestidor

- Si, muchas gracias por lo de hace rato

- No… no hay de que

Al salir del vestidor, se encontraron con toda su clase usando camisetas con los pechos cortados, todos menos Okami e Ino quienes esperaban junto con las demás. Su rostro de frustración se suavizó al ver que Naruto y Sasuke parecían estar volviéndose más cercanos, claro que Suigetsu estaba tratando de llamar la atención del ojizarco pero nada en especial.

- ¡Sasuke!

Y entonces, todo se fue al caño, Ino volvía para abrazar a Sasuke y darle uno de esos desagradables besos que solo servían para desanimar a cualquiera que quisiera acercarse a Sasuke aunque la maldad de la Uchiha regreso esa sonrisa a sus labios al esperar el repudio de su hermano hacia Ino.

- Tu rostro huele a menta – le dijo Sasuke a su novia

Una vez más, habían fallado.

 

 

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- ¡No puedo creer que nada funcionara! – chillo Tenten  al recibir las noticias sobre lo que había sucedido en la clase

- Tenemos que pensar en algo mejor – inquirió Okami

Naruto solo las escuchaba mientras terminaba de comer su almuerzo, entendía que sus amigas ya se habían tomado todo ese asunto de manera personal, a él tampoco le agradaba Ino pero tampoco podía dejar de pensar en que Sasuke estaba my feliz al lado de la rubia que era mil veces más popular y especial que él.

- Pensemos en algo que pueda dejar a Ino desarmada – volvió a hablar Tenten

- ¿Qué es lo que más le afecta a Ino?

- Su… su popularidad – las palabras de Naruto solo salieron sin ningún objetivo en particular

Pero para las muchachas, esta pareció ser una gran idea, no habían pensado detenidamente en la simpleza de Ino. Lo único que le interesaba a la rubia no era más que ser vista y admirada por toda la escuela, el hecho de que las muchachas cortaran sus blusas había sido una prueba de lo que estaba dicho.

La Uchiha puso su dedo índice sobre su mentón un tanto pensativa para enseguida regalarles a los presentes una sonrisa de triunfo. Naruto enarcó una ceja al intentar adivinar lo que estaba pensando Okami, le daba intriga poder enterarse de alguna nueva manera de recuperar su lugar junto a Sasuke aunque él mismo seguía diciéndose que no importaba lo que hiciera, tenía que permanecer en ese lugar en donde estaba.

- ¡Hagamos una fiesta en mi casa! – chilló Okami

- Y entonces haremos una broma suprema para ella – siguió Hinata – ¿Qué les apetece? Todavía tengo los tampones con pica pica

El hecho de que ellas estuvieran tan entusiasmadas le lleno de un poco de ese valor, el hecho era que aunque no lo dijera, detestaba a Ino y quería su puesto de regreso. No estaba listo para confrontar a Sasuke y decirle que era él quien escribía las cartas que tanto le enamoraron, pero lo necesitaba, el escribir para el Uchiha ya se había convertido en algo tan especial.

Ino había destruido ese vínculo que logró construir a base de su propia inseguridad, había hecho de su mayor debilidad algo verdaderamente hermoso. Seguía diciéndose que Ino era lo mejor para Sasuke y sin embargo, no podía dejar de pensar que estaba cometiendo el peor error de su vida. Ya era el último año de la preparatoria, no podía desperdiciarlo pensando en que jamás podría llegar al corazón de Sasuke, porque lo había hecho.

Había tenido el corazón de Sasuke entre sus manos, lo sostuvo y por ese instante sintió ese calor que tanto anhelaba. Después de ese tan corto tiempo, Ino se aprovechó de los dos, de Sasuke y de él, dijo una mentira que comprometía los sentimientos de ambos. No estaba nada bien lo que hacía, jugar de esa manera con las emociones de dos personas, pero Naruto estaba más preocupado por Sasuke que por sí mismo, sabía que aunque lo estaba intentando, él no encontraría a la “chica de las cartas” en Ino.

- Quiero regresar – dijo él interrumpiendo los planes macabros de las muchachas

- ¿Regresar? – cuestionó Tenten

- Quiero escribirle a Sasuke de nuevo

Las tres reaccionaron un poco lento, pero finalmente se fundieron en un estruendoso grito que por supuesto, no molestó a nadie. Aunque ellas parecían estar más emocionadas que él, la verdad era que Naruto también estaba loco por volver a escribir una carta para Sasuke, la más especial que debía contener muchas explicaciones y disculpas por jamás salir a desmentir a Ino.

- Creo que ya no hace falta pensar qué más podemos hacer

- Claro que no – la sonrisa en los labios de Hinata era la más amplia que jamás le habían visto dibujar – está más que claro

 

 

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- ¿Ya casi llegamos? – preguntó el pelinegro que acababa de despertar en el asiento del copiloto

- Aún faltan un par de pueblos para llegar a la ciudad, lo sabes, Itachi

- Perdón, es que ya quiero verlos

- ¿No habrá problemas con tus padres?

- ¿Bromeas, Deidara? – Rio – ellos nos odian… a ambos – suspiró sin borrar la sonrisa de sus labios – pero no estoy regresando por ellos, yo quiero ver a mis hermanos

Aunque dijera eso, Itachi estaba un poco nervioso de regresar a casa pues no había quedado en muy buenos términos con sus padres. Después de que dejara la universidad para dedicarse a ser un viajero sin rumbo alguno, los Uchiha decidieron desheredarlo y fingir que había muerto, sus padres podían ser lo crueles que quisieran, pero sus hermanos seguían queriéndolo, quería verlos de nuevo.

- Me pregunto qué habrá pasado en este tiempo

 

 

 

 

 


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