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El chico de las posdatas. por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Perdón por no haber subido episodio ayer, fue totalmente culpa mia jajaja pero bieno, aquí está y la semena que viene dudo poder actualizar en sábado pues porque es navidad, actualizaré si no el domingo 26 pues el lunes 26, pero igualmente haré lo posible por actualizar el sábado 24. 

7. Colgando en tus manos

 

No perderé la esperanza de hablar contigo
No me importa que dice el destino

 

La noticia de una fiesta en la tan afamada mansión Uchiha corrió como la pólvora, todos querían recibir una invitación a dicho evento pero  aunque la escuela entera quisiera estar presentes, debías ser personalmente invitado por alguno de los Uchiha a tal evento. Claro que, Ino no perdió el tiempo y empezó a decir que la fiesta era en su honor, ninguna de las amigas de Naruto quiso decir nada para refutarlo, al contrario, hicieron ese  chisme parte de lo que estaban por hacer.

- Entonces esta fiesta será en tu honor – decía Sakura leyendo la invitación que le había dado Ino

- Si lo es o no, qué importa, todos irán por mí

- ¿Quiénes están invitados?

- Okami invitó a chicos de varios salones y a algunos más de otras escuelas

En efecto, sería un evento muy grande que envolvía a gente extraña a la escuela, Ino estaba más que extasiada por toda la atención que recibiría. Pero más que nada, estaba segura de que la noche de la fiesta, sería por fin la noche en la que llevaría a Sasuke a la cama.

Contrario a lo que había pensado, el Uchiha era un hueso duro de roer con el tema de la sexualidad, Sasuke se había negado a llevarla a la cama porque según él “No puedo hacerle eso a una chica tan inocente” seguramente se refería a algo referente a las cartas pero ya se estaba hartando y si el azabache se negaba a darle eso, se vería en la penosa necesidad de buscarlo por otro lado (sin dejarlo, claro). 

- ¿Qué pasa si la verdadera chica de las caras aparece?

Ino la miró como si no entendiera lo que su amiga le decía, la verdadera escritora de las cartas jamás parecería y eso era porque Ino se aseguraba de que todo el mundo viera lo mucho que Sasuke estaba enamorado de ella. La escritora original seguramente se vería atrapada en esa vorágine de romance forzado, no sabría qué hacer y se quedaría en las sombras.

- ¡Claro que no aparecerá! No se atreverá a sacar su nariz de debajo de su roca si sabe lo que le conviene

Aunque no quería admitirlo, las tenía de perder  pues estaba perfectamente consciente de que no era del agrado de la gemela de su actual novio. Era un punto en contra, si Okami quería, podría sabotearla sin que se pudiera defender (al menos no si quería conservar a Sasuke). Con todo y todo, seguiría adelante, debía consumar la relación sexual para que el azabache terminara de olvidar lo que estaba escrito en las cartas y concentrarse solo en lo que ella podía ofrecerle.

 

 

-_

 

 

El día de la fiesta, el grupo de amigas estaba en la bastante amplia habitación de Okami terminando de arreglarse. Aunque para Naruto había sido solo un par de horas viendo chicas en ropa interior yendo de un lado a otro cambiándose de ropa una y mil veces al descubrir que todas eran la misma talla. El sueño de cualquier heterosexual, pero ahí estaba el chico gay terminando de escribir lo que dejaría para Sasuke.

Había arreglado varias cosas para ese momento, compró una pequeña caja musical en donde guardó un anillo suyo, un artículo personal que le encantaría que Sasuke tuviera, todo en una caja perfectamente adornada con un moño. Dejaría la carta junto con el regalo sobre la cama del azabache, después de eso, las chicas debían encargarse de llevarlo a su habitación para que descubriera la nota.

Terminó de escribir y dobló la hoja de papel para meterla en el sobre que usaría, parecería que la noche podía ser perfecta. Pronto escucharon que los invitados llegaban y la música empezaba a hacer su estruendo habitual en fiestas, las chicas tardaron un poco más en estar listas pero a final de cuentas lo estuvieron.

- ¿Quieren bajar? – les dijo Okami

- Tú y Tenten adelántense – inquirió Hinata

Ambas asintieron y dejaron el cuarto dejando a Naruto y Hinata quienes debían dejar el encargo en la habitación contigua que pertenecía al hermano gemelo de Okami. Pero antes de eso, la Hyuga quería hablar bien con su amigo antes de poder hacer algo de lo que se arrepentiría.

- ¿Estás seguro de esto?

- ¿De la fiesta? ¡Claro que no! Hay mucha gente

- Sabes que no me refería a la fiesta

- Lo sé – le dijo más serio, sostenía la carta y la caja entre sus manos – sé que es loco y hasta estúpido perseguir este sueño… Sasuke jamás será para mi

- ¡Jamás tendrás una oportunidad con Sasuke si sigues pensando así! – le miró con severidad – lucha, Naruto, si no, entonces eres tú quien no merece estar con Sasuke

- Hinata…

- Si de verdad sientes algo por él, no dejarás que siga cayendo en las mentiras de Ino

Los labios de Naruto dibujaron una fina línea, Hinata hablaba con toda la razón del mundo, si no era capaz de luchar por Sasuke, entonces no sería digno de los sentimientos de este. Debía no solo defender su propio corazón sino que también el del Uchiha, Ino era un fraude, no había otra forma de llamarla y si pretendía quedarse con todo, entonces debía ser detenida.

- Vigilaré mientras entras en el cuarto de Sasuke – le dijo Hinata sin esperar una verdadera respuesta

Salieron del cuarto de Okami deleitándose al ver el pasillo del segundo piso completamente despejado, rápidamente fueron a la habitación contigua y al abrir la puerta, Hinata se quedó recargada en la pared para darle privacidad a su amigo. En cuanto el primer pie de Naruto estuvo dentro del cuarto de Sasuke, sintió un escalofrío delicioso, era la adrenalina de estar en donde no tenía que estar.

El cuarto de Sasuke era bastante modesto, aunque amplio como el de su vecina, una cama perfectamente arreglada, las puertas que conducían a su propio vestidor y baños, además de unos sofás, todo en colores azul marino y negro, muy discreto. Se acercó a la pequeña salita que más que eso eran solo unos sofás rodeando una mesilla de madera, se sentó y acomodó la caja junto con la carta en esta misma, se imaginó a Sasuke sentado ahí mismo leyendo sobre las mentiras que había vivido ese tiempo.

La reacción que tendría Sasuke podría ser cualquier cosa, el hecho de querer predecir lo que pudiera pasar no estaba en su sistema. ¿Estaría enojado? Tal vez, ¿Lo odiaría? Probablemente, ¿Podría seguir enviándole cartas? Era algo que solo el tiempo podría decir. No podía estar más así, el aire estaba inundado a ese olor tan particular de Sasuke, lo quemaba por dentro de mil maneras tan distintas que no podría describirlo.

Se abrazó él mismo para volver a salir del cuarto y encontrarse con una Hinata sonriente, ella no necesitaba hablar sobre lo sucedido, estaba enterada de que Naruto probablemente quería irse a casa a dormir. Lo acompañaría hasta la salida, la música se escuchaba demasiado fuerte y tendrían que atravesar el salón que estaba infestado de gente bailando.

En cuanto bajaron las escaleras fue como encontrarse en una especie de mar de personas, Naruto pronto perdió  a Hinata de vista, intentó buscar a Okami entre todos, a Tenten, a alguien, pero solo había caras desconocidas.

De la nada, sintió como una mano lo tomaba firmemente del codo para llevarlo a un lugar más tranquilo, Naruto guardó la esperanza de ver a Sasuke pero una vez en la cocina de la mansión se dio cuenta de que su salvador no era otro que Suigetsu. La música seguía muy fuerte y el silencio entre ambos parecía absorber la misma.

- Te estuve buscando – le dijo Suigetsu

- ¿Si?

- No pensarás en irte ahora ¿no? La fiesta empezó recién

- Yo…

- Quédate un rato más – Suigetsu puso su mano junto a la cabeza de Naruto apoyando la mano en la pared aprisionando al menor – esto sería muy aburrido sin ti

Era una situación nada predecible, Naruto se quiso hacer más hacia atrás pero la pared en su espalda se lo impidió. Suigetsu se inclinaba lentamente, entonces y sin mucho rodeo, sus labios se juntaron.

Se suponía que el primer beso de Naruto debía ser para Sasuke y sin embargo estaba ahí, no se alejó ni hizo por moverse, simplemente dejó que Suigetsu siguiera adelante, hasta le correspondió el beso, había sido una acción no premeditada, se estaba dejando llevar. Hasta cierto punto estaba bien, se sentía relajante aunque fuera con la persona a quien no querría besar realmente, aún así, sería solo un beso, nada más.

- ¡Oh! – Se escuchó la voz de Sasuke – lo… lo lamento

Fue cuando reaccionó de verdad, Naruto empujó a Suigetsu para encontrarse a Sasuke entrando en la estancia con las mejillas rojas y dos vasos vacíos de lo que podría ser alcohol. El rubio sintió que el mundo se le venía encima, aunque el Uchiha no era realmente nada suyo sintió como si lo hubieran atrapado siendo infiel.

- No hay problema, hermano – le respondió Suigetsu acomodándose la chaqueta para disimular y pretender que nada pasaba

- Vine por bebidas… Naruto, tu amiga, la de los ojos raros, te busca, dice que quiere que la lleves a casa

- ¡Hinata! – Chilló Naruto culpándose por haberse olvidado de su amiga – claro, iré con ella

- ¿Sabes? No tienes que irte – insistió el azabache – puedo llamarle un taxi

- Está bien, Sasuke, yo iré con ella

Una vez que el rubio salió del campo de visión de los amigos, Suigetsu también salió seguramente a buscar su siguiente conquista al ver que no podría ir más lejos con Naruto. Mientras servía los tragos para él y su novia, pensó de nuevo en el beso de sus dos amigos, sentía un poco de enojo, tal vez celos. Si, debían ser celos, Naruto parecía ser un chico lindo y amable, era normal celar a uno de sus amigos, tal vez lo sentía porque era bien sabido que Suigetsu no era buen partido para absolutamente nadie.

- Celos de amigo – dijo para él mismo – si, Naruto ahora es mi amigo

 

 

-_

 

 

Ya un poco más entrada la madrugada, Ino parecía empezar a mostrar señas de ebriedad y Sasuke no sabía bien que debía hacer al respecto. No se imaginaba que la chica de las cartas sería alguien así, aunque no se sorprendió del todo, él ya conocía como era la muchacha con quien estaba saliendo. Miró a su alrededor para darse cuenta que ni su hermana ni sus amigos estaban cerca, las pocas personas que todavía seguían de fiesta, cedían ante el poder del cansancio y el alcohol. Pensó que lo mejor sería llevar a Ino a dormir, podría darle su habitación y hacer un espacio para él en la cama de su gemela, sería lo mejor tomando en cuenta el estado en que se encontraba su novia.

Pero primero debía acomodar algunas cosas, no le gustaría que Ino subiera a su cuarto y se encontrara con algunas cosas vergonzosas. Subió las escaleras confiando en que nadie lo seguiría, era raro no ver a su hermana por ninguna parte así que asumió que había sido de las primeras en caer por culpa de la bebida.

Entró a su cuarto y todavía sentía que la música retumbaba en las paredes, encendió la luz y se dirigió a la cama para poder acomodar, pero en el camino vio algo en la mesita de madera. Alzó una ceja y se acercó para ver la caja y una nota debajo de ella, su sonrisa se ensanchó al pensar que su chica de las cartas había vuelto a los viejos hábitos, Ino seguramente le había escrito para decirle nuevamente sobre sus sentimientos. No perdió ni un solo segundo así que se sentó y abrió primero el sobre, la caja la dejaría para después pensando en que seguramente habría instrucciones en la carta al respecto.

 

Sasuke:

¿Por dónde debo comenzar? No sé cómo iniciar esto después de estar en silencio durante un periodo de tiempo tan largo.

Perdóname, sí, creo que ese debe ser el mejor inicio que pude pensar. Sé que estás feliz ahora con Ino y ella ha dado vida a tu fantasía de la chica que escribe las cartas, pero lamento informarte que ella me ha suplantado y jugado con los sentimientos de ambos. No te lo dije de inmediato porque tenía miedo, soy tan cobarde como Ino por esconderme tras esta pantalla.

Pero no puedo soportarlo más, no puedo, ya me he hartado de esta situación y creo que ya fue suficiente. Estoy en un estado de enamoramiento demasiado intenso como para seguir soportando el hecho de que otra persona haya tomado ventaja de mí para engatusarte por algo  tan tonto como popularidad, porque aunque no quiera hablar mal de Ino, ella solo hizo este teatro por la popularidad que le daba todo esto.

He de decir que yo tampoco tengo justificación, callé mientras te tragabas sus mentiras, creo ser tan culpable como lo es ella.

Pero heme aquí, tratando de remendar mis errores porque de verdad tengo este sentimiento que no me deja dormir por las noches. Te amo, Sasuke.

Como puedes ver, dejé una caja para ti, tómala, tiene un anillo que me regaló mi papá hace mucho tiempo y quiero que tu lo tengas porque aunque no pueda verte, sentiré que una parte de mi estará siempre contigo. Quisiera y si estás de acuerdo, seguirte escribiendo aunque decidas quedarte con Ino, yo sé que ella puede representar un mejor partido que alguien que no tiene el valor de mostrarte su rostro, aún así, quisiera conservar aunque sea este hábito de seguirnos escribiendo.

Ten una bonita noche.

Posdata: una vez más, perdón por quedarme en silencio, pero aquí estoy… y te sigo amando.

 

Como si no entendiera bien lo que había sucedido, Sasuke volvió a leer la carta una y otra vez, era exactamente la misma letra de las cartas que ya había recibido. Los ojos se le llenaron de lágrimas, pero no eran tristes, sino de rabia.

Estaba enojado con Ino, con la chica de las cartas pero sobre todo estaba enojado con él mismo. Él mismo sabía que Ino no podía ser quien había escrito las cartas, era más que obvio que la muchacha que gustaba de mandarle fotos desnuda y emborracharse los fines de semana estaba siendo la artífice de una gran estafa.

Well you only need the light when it's burning low

Abrió la caja para encontrarse con el regalo que había dejado ahí la chica de las cartas, seguramente ella había estado entre todas las personas que bailaron y se fueron, había estado en el mismo sitio que la chica de la que se había enamorado jugueteando con Ino. Seguramente la verdadera escritora estaba devastada completamente al verse desplazada por Ino.

Only miss the sun when it starts to snow

Se intentó colocar la prenda en el dedo de los anillos pero le quedaba muy pequeño así que lo cambió al meñique en donde calzaba perfecto. Eso tenía que terminar en ese preciso momento, ya no estaba dispuesto a seguir engañándose solo, tenía que encontrar a la verdadera chica de quien se había enamorado. El darle un rostro había sido muy bueno, le había dado una especie de cierre a todo pero en lugar de haberlo ayudado, le hacía daño.

Only know you love her when you let her go

Dobló la carta y la metió en el sobre para ir al cajón en donde guardaba las demás cartas de la chica que le escribía. Dejó la caja musical en la mesa de noche, su canción no pudo ser percibida por el sonido de la música de afuera, la carta terminó en el cajón junto con las demás.

 

 

-_

 

 

En el piso de abajo, Ino estaba viviendo el momento al máximo, había bebido lo suficiente como para estar pensando en aflojarle las piernas a cualquiera si Sasuke no se daba prisa. En lo que levaba de la noche, había estado bailando con muchos chicos, había besado tantos labios que no podía garantizar que todos hayan sido de hombres, pero todo eso quedaba en un segundo plano porque seguía ostentando el título de ser La novia de Sasuke.

Pero ella ya no quería estar con otros hombres, necesitaba a Sasuke, quería por fin llegar a la meta que tanto se había propuesto durante sus años en la escuela. Fue cuando lo vio bajando por las escaleras, su nivel de alcohol en sangre no le ayudó a darse cuenta del seño profundamente fruncido de Sasuke.

- ¡Paren la música! – gritó el azabache

El DJ apagó su música con un sucio sonido de mezclador mientras todos los demás miraban al anfitrión de la fiesta que traía esa cara de pocos amigos tan imponente. La única que se atrevió a acercarse fue obviamente Ino, quien se lanzó a los brazos del azabache pero este la empujó hacia atrás rechazándola, claro que el gesto fue mucho peor que el mismo enojo de Sasuke.

- ¿Cuánto tiempo pretendías que durara esto?

-¿Qué… qué dices, Sasuke? – respondió Ino tratando de que Sasuke bajara la voz y no hiciera una escena frente a todos

- Te hiciste pasar por la chica que me escribió las cartas, eso digo

- ¡Claro que no! ¡Yo escribí las cartas!

- Dime cuál es mi banda favorita

Ino se quedó callada, sabía que todos los presentes estaban disfrutando del espectáculo, así que haría quedar a Sasuke como el malo de la historia y así quedarse con lo que quedara de la reputación que había formado.

- ¿Por qué dudas de mi? – dijo con voz temblorosa

- ¡Llora! Anda, te reto – contestó el otro furioso – a mi me vale una reverenda verga lo que piensen los demás de mi… ¡Pero no me voy a quedar callado!

- ¿Cómo te atreves? – seguía intentando llorar sin mucho éxito

- La chica de las cartas, la verdadera, volvió a escribirme – suspiró furioso – soy un idiota para no haberme dado cuenta que eras una impostora

Eso fue todo lo que los demás necesitaron para empezar a cuchichear, Ino escuchaba claramente como era que la llamaban impostora y mentirosa, sumado al hecho de que no podía llorar solo empeoraba su posición.

- ¡Sal de mi casa! – Rio malhumorado – Todos – dijo mirando alrededor - ¡La fiesta terminó! ¡Fuera de aquí!

Los demás muchachos no tuvieron problemas en largarse de la casa, ya tenían el chisme fresco que contarían en cuanto se conectaran a las redes sociales. Ino permaneció petrificada hasta que Sakura la tomó del codo para sacarla de esa situación, estaba tan humillada y devastada, pero definitivamente encontraría a la bastarda de las cartas para hacerla pagar.

La gente se iba yendo una a una y cuando la casa estuvo sola y en silencio, Sasuke se sintió más ligero, como si se hubiera quitado un peso de los hombros. Se dio la vuelta  y subió las escaleras, quería contarle a su hermana gemela lo que había sucedido, no le importaba tener que despertarla. Antes de tocar a su puerta se quedó quieto, empezó a escuchar ruidos raros que no debían estar sonando en la habitación de una muchacha dormida. Eran sonidos de sexo.

Enarcó una ceja, lo último que quería era despertar y tener a un extraño en casa, entraría para arruinar el momento, se desharía del sujeto de una manera limpia, ya después tendría que lidiar con Okami reclamándole. Pero en cuanto abrió la puerta y entró al dormitorio, prender la luz se sintió como el mayor error cometido.

- ¡Sasuke! – chilló Okami

Fue un movimiento muy rápido, pero Okami saltó de las caderas del susodicho para cubrirse, Juugo se incorporó con un rostro asustado mientras con una rapidez increíble volvió a ponerse la ropa interior.

- Creo que debo irme – dijo Jugo recogiendo el resto de su ropa para salir corriendo del cuarto

La Uchiha estaba cubierta solo por sus sábanas, el silencio la estaba carcomiendo por dentro, los ojos de su hermano podrían haberla matado si fuesen pistolas. Había tenido tanto cuidado con todo, pero la calentura solo hizo que olvidara poner el pestillo en la puerta.

- Hermano…

- ¿Juugo? ¡Mierda! ¡¿Juugo?!

- Puedo explicarlo…

- ¡Somos gemelos! ¿Te acuerdas? ¡No hay secretos entre nosotros, maldita sea!

- ¿Cómo pretendías que te dijera que estaba saliendo con tu mejor amigo?

- Acabo de terminar con Ino porque la verdadera chica de las cartas volvió, vine aquí a decirte lo que había pasado, pero encuentro a mi hermana cogiendo con el traidor de mi supuesto mejor amigo

- ¡No me hables así! No soy una cualquiera

- Pues parece que ahora le intentas hacer la competencia a Ino

- ¡Sasuke! Juugo y yo estamos juntos

- Si, por eso recogió sus mierdas y salió huyendo

- ¡Entiéndelo! Tienes un carácter del demonio

- Lo que tengo es una hermana que rompe las promesas, Okami, “Somos gemelos, sin secretos” ¿Te acuerdas?

- Hicimos esa promesa en primer año de kinder garden

- Para mi todavía era real

- Sasuke…

- Olvídalo, me voy de aquí, no te necesito, no necesito a Juugo, ¡No necesito sus mierdas!

Los sollozos de su hermana gemela le dolieron, pero su orgullo le pudo más al salir del cuarto de Okami, fue hasta su propia habitación para encerrarse y echarse en la cama. Se frotó la cara pensando que la chica de las cartas debía estar muy dolida, se había estado paseando por la escuela con una cualquiera de la mano, tenía que arreglar muchas cosas.

 

 

-_

 

 

- Itachi – susurró sobre su hombro sin quitar los ojos del camino – Itachi, despierta

El azabache a su lado arrugó los ojos esperando poder volver a dormir pero finalmente cedió ante los llamados que lo despertaron. Encontrarse con los ojitos azules de los que se había enamorado años atrás solo volvieron a colocar la sonrisa en su rostro, jamás podía cansarse de ver lo mismo día tras día, solo que era de madrugada.

- ¿Qué?

- Llegamos a la ciudad

- ¿De verdad? – se incorporó contento

- Es verdad, hace mucho que no regresábamos

El azabache inspiró profundo, como si captara el olor de su ciudad natal, le encantaba regresar después de tanto tiempo. Tenía muchas ganas de ver a sus hermanos, poder compartir con ellos luego de tanto sin estar juntos. Deidara era un complemento esencial, estar con las personas que amaba era lo mejor de la vida, aunque eso no incluyera a sus padres.

- No puedo esperar para llegar a la casa

- Si – respondió desanimado

- Tranquilo, sabes que mis padres no estarán allí

La sonrisa triste de Deidara solo hacía que la experiencia perdiera un par de puntos, no podía olvidar la última vez que vio a sus padres cuando ellos mismos dijeron cosas hirientes. Sus padres, ellos mismos, las palabras seguían muy presentes después de tanto tiempo.

- Todo estará bien – repitió Itachi, para ambos 

 

 

Notas finales:

Ya podré responder a todos sus comentarios así que lo haré con los que ya están y los que dejen en este así que adelante!


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