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El chico de las posdatas. por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Buenos días a todos, parece ser que si pude actualizar hoy sábado. Quiero desearles una muy feliz navidad y que la pasen a gusto con todos sus seres queridos, bediciones para todos ustedes, queridos lectores. Sin más, pasen a leer. 

8.  Escríbeme en el cielo

 

Escríbeme en el cielo, escríbeme en el cielo

Y así sabré que donde quiera que estés

No me olvidas

 

A la mañana siguiente, Sasuke se levantó con una especie de resaca moral, sabía que el chisme de su rompimiento con Ino correría como la pólvora. Pero no quería estresarse pensando lo que pasaría el lunes por la mañana, se acercó a la ventana y el tímido rayo de luz mañanera que se colaba alumbró su dedo meñique, ergo, el anillo también.

Desde que había empezado esa turbia relación con Ino había sentido que la chica de las cartas estaba cada vez más lejos pero con esa prenda que ahora lucía, no le cabía la más mínima duda que volvía a encaminarse hacia donde realmente quería estar. Abrió la cortina para después hacer lo mismo con la puerta del balcón y salir, la vista daba hacia la entrada de la propiedad así que se suponía que vería la entrada.

El corazón se le subió a la garganta cuando vio la ban adornada con motivos florales estacionada al frente de la casa. Sabía perfectamente lo que ese vehículo quería decir, en otro momento se hubiera emocionado, pero en la situación en la que estaba, sabía que su hermano mayor no estaría contento. Sin más, salió de su habitación, recorrió el piso de arriba y fue a la sala para seguir con la cocina pero no había rastros de su hermano mayor; suspiró pesado, eso solo quería decir que estaba en un lugar.

Volvió al segundo piso para quedarse viendo la puerta de la habitación de Okami, suspiró pesado y alzó el puño para golpear pero antes de que sus nudillos interceptaran la puerta, esta se abrió. Se encontró con el rostro enojado de Itachi, su hermano mayor a quien hacía un buen rato no veía, dentro de la habitación seguramente estaría Deidara consolando a la muchacha que lloraba empeorando la situación de su gemelo.

- Y luego me gritó – sollozaba Okami desde dentro del cuarto

La muchacha estaba abrazada a Deidara quien acariciaba su cabello tratando de reconfortarla aunque en ese punto, quien tenía ganas de llorar era Sasuke quien seguía frente a Itachi esquivando la mirada asesina de su hermano mayor. El azabache le hizo señas al menor y ambos bajaron las escaleras hasta la sala, toda la escena se llevó a cabo en un sepulcral e incómodo silencio pero en cuanto por fin los dos se sentaron en el sofá, Sasuke sintió que tendría que explicar mucho.

- Okami me habló sobre las cartas

- ¿Qué? – Entornó los ojos – pensé que me regañarías por haberle gritado

- Mira, eres un estúpido y eso no lo puedo cambiar, Sasuke – suspiró reprimiendo una sonrisa – la vida sexual de nuestra hermana no debe ser asunto de nadie más que ella… y de su pareja

- Mi mejor amigo

- Tu mejor amigo, el vecino, el carnicero, es asunto de ella – se cruzo de brazos – tu temperamento de imbécil es algo que no me toca tolerar… sino a la chica que envió las cartas

- Itachi…

- Estuviste saliendo con una impostora solo porque llegó un día y te dijo “Yo escribí las cartas, vivamos juntos por siempre” ¿Tienes idea de lo que la verdadera chica debió haber sentido?

- No me lo recuerdes, no es como si yo lo quisiera así

- Lo quisiste así

La severidad en la voz de Itachi fue lo peor que sintió, su hermano mayor había cambiado mucho en los últimos años, había pasado de ser un frio estudiante para terminar siendo un amoroso hippie nómada. Aún así, con todo y la ropa holgada y colorida, la mirada de su hermano mayor era de nuevo ese duro recordatorio de su pasado.

- La chica genuina volvió a escribirme, anoche dejó una carta en mi dormitorio junto con esto – le mostró el dedo con la prenda

Los ojos de Itachi volvieron a apaciguarse para regresarlo a su estado pasivo, se acomodó en su lado del asiento para ver con nostalgia a Sasuke. Sabía exactamente por lo que su hermano menor estaba pasando, el enamorarse perdidamente de una persona indebida, firmar una sentencia de muerte para con su familia, lamentablemente Sasuke parecía estar siguiendo sus pasos.

Para los Uchiha, el apellido era importante, sus padres se empeñaban en que sus tres hijos se casaran con mujeres y un hombre cuyos apellidos solo trajeran honor, pero más importante que eso, estaba ese interés escondido (no tanto en realidad) sus padres veían a sus tres descendientes como boletos seguros para alianzas con empresas mundialmente reconocidas. El desposar a la hija de un magnate empresario habían sido los planes que Fugaku y Kushina le impusieron a Itachi, seguramente pensaban hacer lo mismo con sus dos hermanos.

- Seguramente debe ser una chica humilde – comentó Itachi – lo bastante invisible para pasar desapercibida… ¿Papá y mamá lo saben?

- Papá y Mamá apenas asoman sus narices en esta casa, claro que no lo saben

- ¿Qué vas a hacer, Sasuke? Sabes perfectamente los planes que tienen ellos para ti y Okami

Sasuke abrió la boca para responder pero no pudo formular ni una sola oración, era verdad todo, eran cosas que no había querido tomar en cuenta. Debía verse en el espejo de su hermano mayor, sus padres no tardarían en escogerle una esposa con apellido bonito, algo que lograra un buen negocio para la empresa de su familia. Soñar con la chica de las cartas era una fantasía de papel que pronto se desvanecería, tenía que tomar una decisión entonces, el hecho de querer seguir con lo de las cartas, era sinónimo de desafiar lo que sus padres querían para él y probablemente acompañaría a Itachi y Deidara en su marginación.

- Hay mucho espacio en la Ban, el suficiente para un par de parejas más

- ¿Qué? – preguntó con una sonrisa de medio lado

- No me quedaré mucho tiempo, nos iremos esta noche pero… cuando regrese, te llevare a ti y a Okami conmigo

Sus intenciones eran las mejores, Itachi estaba enterado de todo el frío contenido del corazón de sus padres, el usar a sus hijos como transacciones, como si solo fueran ganado para intercambiar. Sabía que en algún momento sería él quien sacaría a los gemelos de la casa de sus padres, Deidara estaba dispuesto a ayudarlo en todo, siempre y cuando, se habían prometido estar juntos en las buenas y en las malas.

- Hermano, esto es tan loco

- El amor es loco, Sasuke – le palmeó el hombro – ahora sube y discúlpate con Okami

 

-_

 

 

Una media hora más tarde, Sasuke estaba sentado en la cama frente a frente con su hermana gemela, eran muy raras las ocasiones en las que ellos llegaban a pelear, su relación era verdaderamente estrecha. Okami estaba consciente de que había tenido parte de la culpa, sabía que mentirle a su hermano era una falta a esa promesa a la que había faltado.

- Lamento haberte gritado – dijo por fin Sasuke

- Yo lamento no haberte dicho lo de Juugo y yo

- Me va a llevar un tiempo acostumbrarme al hecho de que están juntos

- Y… hay algo que no te he dicho todavía

La promesa que le había hecho a su hermano gemelo seguía carcomiendo su conciencia, sabía que no podía decirle la verdad entera pero al menos quería que Sasuke supiera que ella siempre supo lo que sucedía con Naruto e Ino.

- Yo sabía que Ino no era la chica de las cartas… siempre lo supe

- ¿Cómo podrías saberlo?

- Yo… yo sé quién es la “chica de las cartas “

El silencio volvió a aparecerse, los ojos del azabache se entornaron en una terrible expresión de desprecio, se suponía que esa charla debía arreglar esa pelea que habían tenido la noche anterior, pero el hecho de que Okami mintiera con una cosa tan delicada como la identidad de la chica de quien se había enamorado, no era cualquier cosa.

- Sé que estás enojado – se apresuró ella – pero fue la persona que escribió las cartas la que me pidió que no te dijera nada

- ¿Ella te lo pidió? ¿Has hablado con ella? – parecía más apaciguado – ¿Cómo es ella?

- No es algo que pueda decirte, Sasuke

-¿Por qué no? – le miró con súplica – dime quien es ella, yo la amo

- No es decisión  mía, es esa persona quien debe decirte quien es

- Bueno… solo hazme un favor ¿si?

- ¿Qué cosa?

- No dejes que otra impostora me vuelva a engañar… ya no quiero lastimar a la verdadera chica de las cartas

- Claro que lo haré – le dijo alzando el dedo meñique – es una promesa de gemelos

 

 

-_

 

 

Como ya lo habían predicho, el lunes por la mañana, Sasuke e Ino eran la comidilla en el colegio, todos murmuraban sobre su rompimiento y la mentira que la rubia había dicho para poder conseguir quedarse con el Uchiha. Aunque para los gemelos y sus amistades, era bastante delicioso saber que la insoportable rubiecilla tonta estaba siendo destrozada por la misma popularidad que tanto añoró.

Ahora, el anillo en el dedo de Sasuke era un aviso para todos los demás de que ahora estaba cien por ciento entregado a la chica que escribía las cartas, ese día estuvo revisando el casillero casi a cada hora hasta que Okami le dijo que dejara de revisar o no recibiría una carta ese día. Finalmente, el momento más esperado para el azabache llegó cuando una hora más tarde encontró la tan esperada carta.

- ¿En dónde está Naruto? – preguntó Sasuke viendo alrededor

El grupo de amigos estaba en el salón solitario como cuando leían las primeras cartas, Naruto le dijo a Okami que no quería escuchar la carta que él mismo había escrito pues sentía que se delataría al ver a su amado Uchiha leyendo sus palabras de amor.

- Se sintió mal – contestó la gemela – está en la enfermería

- Tal vez deba ir a verlo – continuó Suigetsu – no me necesitan para leer las cartas de la novia de Sasuke

- Escuché lo del beso – le dijo Karin – el cotilleo sobre la fiesta está en su apogeo

- ¡Lo sé! – se hinchó con orgullo – creo que quiero ir más lejos con Naruto

- ¡Basta! – interrumpió Sasuke con una pizca de irritación que ni él mismo pudo justificar – si él se siente mal, creo que no quiere que lo molesten

- ¿A ti que más te da, Uchiha? Tú tienes ya una novia, ficticia, pero una novia a final de cuentas

- Tú…

Sasuke se puso de pie con intención de ir sobre Suigetsu quien reaccionó como cualquiera poniéndose en guardia, Karin ahogo un grito mientras Okami solo se quedó quieta. Juugo fue quien se movió primero para ponerse entre los dos muchachos.

- Deténganse – les dijo muy sereno – Sasuke, estamos aquí para leer la carta, si Suigetsu quiere acompañar a Naruto no podemos detenerlo

Eso pareció apaciguar al azabache, su arrebato de ira tan inesperado resultó vergonzoso en cuanto se dio cuenta que casi se peleaba con Suigetsu por querer ir a ver a Naruto. Esto de celar a su nuevo amigo estaba siendo un poco extraño, pero dejó ir a Suigetsu para que todos los demás regresaran a sus asientos.

 

Miércoles 19 de Mayo del 2015

Sasuke

¿Qué puedo decir? Siento como si no hubiéramos hablado en años, podría decirte mucho, hablarte de lo que sea porque sé que contigo puedo sincerarme. Me siento culpable porque no esperé tu respuesta sobre si querías que siguiera escribiendo, pero supondré que si, por ahora.

Hay tantas cosas que quisiera decirte, este último mes he estado en completo silencio, pensé que pasaría así el resto de la vida. No te voy a mentir, sentí la soledad latente cada día que miraba tu sonrisa hacia Ino, me carcomían los celos pero, al final de cuentas creí que tú estabas mejor así. No tengo idea de lo que pienses, tal vez creas que compliqué las cosas volviendo a la luz, quizá Ino le daba el rostro perfecto para la fantasía que tienes de mi.

Con todo y todo, yo no dejé de pensar en ti, no podía aunque si me sincero, tengo que decir que lo intenté, pero encontrarte en labios ajenos me fue prácticamente imposible. Aunque no puedo decir nada,  solo soñar con la idea de poder pertenecerte en completo ser, quisiera lanzarme a tus brazos en este momento pero… creo que no soportaría.

En fin, no quiero seguirte entreteniendo con estas tontas trivialidades y si te parece bien, escribiré mañana. Espero poder verte en clase, cuento las horas para siquiera mirar en tus ojos… estoy esperando.

Posdata: Tu habitación es muy bonita, espero poder llegar a estar ahí en circunstancias distintas.

 

- Esa chica va por todo – dijo Karin en cuanto Sasuke dejó de leer

- Si que lo está – contestó con una sonrisa de medio lado

Sasuke y todos los demás habían notado un tinte más subido de tono en la carta, aún así, Sasuke supo que era genuina correspondencia de la chica de quien estaba enamorado. Era obvio que en algún punto de esa relación, las cosas podrían ponerse más picantes e incluso Sasuke aunque solo con cartas dejadas en su casillero. De todas maneras, debía reprimir su propio lívido si quería mantener la relación lo más sana posible.

 

 

- _

 

 

Aunque el hecho de ir a la enfermería no fue solo una excusa, Naruto de verdad fue por medicina que aliviara el dolor de cabeza, el estrés de saber que Sasuke estaría leyendo la carta de la chica misteriosa le producía un malestar inquietante. Aunque la enfermera estaba ahí ocupándose de sus asuntos, el muchacho sentía que estaba un poco solitario pero no quiso llamar a ninguna de sus amigas, no tenía ganas.

- Naruto – se escuchó desde la entrada, un susurro un poco tonto

El muchacho que estaba tras la puerta era Suigetsu, Naruto supo que la enfermera simplemente lo ignoró para no tener que lidiar con un chiquillo tonto más. Pronto, el enfermo se dio cuenta de quien lo llamaba y sabiendo que si no respondía, Suigetsu era capaz de irrumpir en la estancia, tomó sus cosas para agradecerle a la enfermera, así sería libre de salir.

- Escuché que estabas aquí – le dijo Suigetsu cuando su compañero salió

- Me sentí un poco mal – contestó sin mirarlo a los ojos, se sentía muy cohibido a su lado después del beso en la noche de la fiesta

- Quiero que hablemos un poco – soltó sin rodeos

- ¿De… de qué?

- Sobre la noche de la fiesta

Un silencio incómodo se hizo presente entre ambos, Naruto no estaba particularmente emocionado por tocar dicho tema. No era como si no sintiera nada al respecto pues, había sido si primer beso, se suponía que ese acontecimiento tan conmemorativo estaría reservado para Sasuke. No podía mentir, mucho menos a él mismo, había disfrutado el beso, tal vez demasiado así que estar tan cerca de Suigetsu así como si nada podía ponerlo un poco nervioso.

- Claro – siguió decir sin titubear – aunque no me quedé mucho

- Me refiero al beso, Naruto

- S… si… es verdad… nosotros… nosotros

- Nosotros nos besamos – completó – sé que tal vez estés algo incómodo…  no pareces el tipo de chicos que sale muy a menudo pero… creo que me gustas y mucho

Los ojos de Naruto se abrieron bien para mirar a su compañero, había escuchado rumores sobre la promiscuidad del chico, sentía que aunque sus labios dijeran que le quería, seguramente estaba ante una propuesta de un “free”. Sus labios titubearon, claramente sus sentimientos por Sasuke le impedían buscar nada más, pero era eso mismo lo que lo empujaba más lejos.

En el momento en el que decidió tener contacto con Sasuke fue cuando su mundo se puso de cabeza, tuvo que aceptar de golpe todo lo que había evitado durante toda la adolescencia. El primer beso, los amigos, enamorarse; absolutamente todo lo que no podía digerir, lo estaba teniendo en un solo instante.

Su cuerpo estaba en una situación rara, las hormonas reprimidas durante años estaban llegando ese punto de no poder ser controladas pero aún así dio un paso hacia atrás. Suigetsu le agradaba mucho, pero no podía prestarse a esas cosas, no cuando ya había puesto sus sentimientos en orden, no podía hacer lo mismo que Ino.

- Suigetsu…

- Quiero que salgamos juntos ¿Está bien?

- Yo…

- No pretendo apresurarte

- Es que ese no es el problema – suspiró pesado – yo estoy enamorado de alguien

A diferencia de lo que Naruto estaba esperando, Suigetsu reaccionó de una manera muy diferente. Una sonrisa se dibujó en sus labios, pero era una tenue y bondadosa, un genuino gesto de amor. El mayor tomó su mano, la apretó despacio sin dejar de mirar al suelo hasta que reunió el valor para mirar dentro de sus ojos color zafiro.

- Sé que Sasuke debe ser muy afortunado, él siempre se queda con lo mejor

-¿Qué…?

- Me di cuenta el día de la fiesta – apretó el agarre en su mano – cuando Sasuke apareció a mitad del beso, supe lo que estaba pasando

- Yo…

- Todo eso del tutor de Okami era solo para que pudieras acercarte a él, yo conozco a la gemela de Sasuke tanto como a él – soltó su mano – pero tu secreto está a salvo conmigo, no le diré a Sasuke que eres quien escribe las cartas

Suigetsu volvió a regalarle una sonrisa tenue, él se sentía siempre bajo la enorme sombra de Sasuke, el hecho de haber encontrado un chico en quien pudiera llegar a interesarse genuinamente significó escoger entre lo que era importante y lo que él quería. Sabía que intentara lo que intentara, saldría perdiendo de todas formas, el corazón de Naruto le pertenecía al Uchiha y nada de lo que intentara cambiaría las cosas.

- No sé qué decirte… – musitó Naruto en un hilo de voz apenas audible

- No digas nada – retrocedió – escríbelo – volvió a reír – pero te advierto que no me rendiré, no perderé ante Sasuke

Esas fueron las últimas palabras que Naruto escucharía decir a Suigetsu con respecto al tema, el muchacho lo volvió a dejar solo con sus propios pensamientos. Se abrazó a sí mismo, sin querer profundizar mucho en todo lo que acababa de suceder. Él mismo se dio cuenta que ahora ya no era más un cero a la izquierda, la gente lo notaba, cada día que pasaba dentro del círculo de amigos de Sasuke podía darse cuenta que más y más miradas estaban sobre él.

Por un instante pensó que tal vez Sasuke sería la cura de todos sus males, gracias a él había conocido a gente más allá de sus dos mejores amigas, ahora tenía una mejor amiga más que agregar a ese listado.

 

 

-_

 

 

El apretón de manos selló el trato que habían hecho entre los dos, Sasuke no había tenido oportunidad de hablar con Juugo después de la fiesta. Después de leer la carta de su enamorada, decidió poner las cartas sobre la mesa y dejar bien en claro que estaba molesto por no saber nada de su relación con su gemela pero a fin de cuentas, no podía hacer nada al respecto.

Finalmente terminó por confiar en su mejor amigo, después de todo, nadie era igual a Juugo. Ambos se habían ido a tomar algo después de clases, solo ellos dos. Cuando era así, ambos estaban metidos en un bar silencioso que abría desde muy temprano, una o dos cervezas nunca quedaban mal en cualquier momento.

 - Entonces… ¿Suigetsu logró algo con Naruto?

Durante el día, Sasuke no tuvo oportunidad de hablar sobre el tema con Naruto, Suigetsu estaba con ellos a cada momento. Ahora que la verdadera escritora de las cartas estaba de regreso, el Uchiha quería compartir esa felicidad con su nuevo amigo con quien se hacía más y más cercano. En esas últimas semanas se había dado cuenta del aprecio que tenía para con Naruto, su amistad bastante prematura con el muchacho se sentía tan genuina que podría jurar que lo conocía de antes.

- No lo sé, creo que Suigetsu se le declaró hoy

Sasuke alzó una ceja y miró a su amigo que solo se limitó a darle un sorbo a su bebida sabiendo que sus palabras solo avivarían la hoguera. Aunque se prometió a sí mismo no entrometerse en ese embrollo de la chica de las cartas, Juugo no podía evitar querer que su amigo terminara con la persona que lo había estado queriendo genuinamente.

El hecho de que Naruto fuese el autor de las cartas solo los orillaban a una especie de triángulo amoroso extraño. Naruto estaba enamorado de Sasuke, Sasuke estaba enamorado de la autora de las cartas y Naruto era quien las escribía, un círculo vicioso que no tendría fin sin que alguno de los dos decidiera actuar.

- ¿Qué le respondió?

- Le dijo que no… pero conoces a Suigetsu, no aceptará un “no” sin haber luchado

El azabache fue quien ahora necesitó un sorbo de su bebida, que Jugo le dijera eso quería decir que Suigetsu estaba yendo en cerio. El hecho de apreciar tanto a Naruto le hacía querer protegerlo de alguna forma, no entendía bien por qué no le gustaba la idea de de que sus dos amigos tuvieran una relación amorosa.

- ¿A qué viene la pregunta? Pensé que hablaríamos sobre mi relación con tu hermana y la escritora de las cartas

- Es que, Naruto ahora es mi amigo también, es raro que salga con Suigetsu

- Pero conoces a Naruto hace muy poco tiempo

- Es como si lo conociera de antes ¿Sabes? Tenemos muchas cosas en común

- ¿Cómo con la chica de las cartas?

- Eso es diferente – respondió un poco lento – Naruto es mi amigo, yo estoy enamorado de quien escribió las cartas

Juugo reprimió una risa que se escondió en la comisura de su boca, tuvo que abstenerse de decirle que eran la misma persona. Sasuke era una de las personas más inteligentes que conocía pero cuando se trataba de sus sentimientos, podía ser realmente idiota. El incidente con Ino y la fiesta eran solo pruebas de lo mal que podía ponerse el azabache cuando se trataba de alguien que quería.

- Entonces deberías alentar a Naruto a salir con Suigetsu, creo que esta vez, va en cerio

- Suigetsu nunca va en cerio

Seguía sintiéndose mal con la idea de Suigetsu saliendo con Naruto, pensaba que el rubio era demasiado para su amigo, igualmente por un milisegundo pasó por sus pensamientos el hecho de que si la autora de las cartas no existiera, tal vez él podría interesarse en el ojizarco. Pero ya no habría más distractores, estaba genuinamente enamorado.

- Yo lo vi muy decidido, creo que de verdad piensa en Naruto como algo serio

- Me sigue siendo una idea rara

- Es aún más raro tener una novia por correspondencia

- Ella aún no es mi…

Un silencio se hizo entre los dos, la sonrisa emergente en los labios de Sasuke solo fueron la premisa para lo que Juugo advirtió que sería alguna tontería más por parte de su amigo. No pudo decir nada, el Uchiha dejó la cerveza en la mesa con expresión idiota, como si hablar con Jugo le hubiera provocado una epifanía.

- ¡Le pediré que sea mi novia!

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

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