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El chico de las posdatas. por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Muy buenos días a todos, yo sé que hoy no es sábado y no tocaba actualizar pero bueno, voy a subir el episodio el día de hoy porque el sábado no creo poder actualizar, además el domingo primero tengo planeado darles un regalo de año nuevo así que por favor estén atentos, no será actualización de este fic sino un one shot y me encantaría que lo lean porque es un regalo para ustedes. 

Sin más, el episodio. 

9. Más que amor

 

 

Desde que llegaste ha habido una evolución

Déjame ser el dueño de tu pasión

Hacer ruido en tu corazón

 

 

 

-¿¡Vas a hacer qué!?

Lo primero que hizo Sasuke cuando llegó a casa fue contarle sus planes a Okami que obviamente no contuvo su sorpresa. El hecho de que su gemelo estuviera planeando pedirle a la escritora de las cartas que salieran era un paso muy grande que dar, aún sabiendo que Naruto se volvería loco al escuchar el tan extraño anuncio de su enamorado.

- Esto de las cartas se está prolongando mucho – explicó Sasuke – tal vez así logre una reacción en ella y pueda saber quién es

- Todo el mundo va a sorprenderse

- Solo espero que así pueda saber quién es, yo en verdad quiero salir con ella

- Entonces haz lo que creas prudente

- ¿No me quieres dar una pista sobre su identidad?

- Tiene ojos azules

- Eso no cuenta, es información que ya tenía

- No te diré nada más – alzó una ceja mientras cruzaba los brazos sobre su pecho – escuché que Suigetsu invitó a salir a Naruto

Nuevamente esa incomodidad regresó a su ser, se suponía que las relaciones que tuviera Naruto no debían ser de su incumbencia, aún si involucraba a uno de sus amigos cercanos a quienes conocía o más bien conocía el listado de corazones rotos que dejaba a su paso.

- ¿No tienes nada que decir sobre el tema? – le cuestionó

- Hablé con Juugo al respecto, creo que lo que ellos hagan no tiene que impórtame… yo… yo quiero a quien escribió las cartas

 

 

-_

 

 

La mañana estaba como si nada, casi toda la clase estaba ocupando su lugar, hasta Ino que había regresado a sentarse junto con Sakura que ahora tenía prohibido mencionar el tema de Sasuke. Después de lo que había sucedido en la fiesta, pasó de ser una diva seguida por todos a una marginada social.

Aún así, esa aura de negatividad no alcanzaba a los Uchiha y sus amigos. Naruto estaba con ellos como ya era costumbre, seguía enfrascado en una conversación trivial con Suigetsu en donde Sasuke había intentado meterse varias veces pero su amigo (y rival) lo había sacado con unos sutiles comentarios imperceptibles pero efectivos.

De todas maneras, Sasuke tenía algo más importante que hacer, el profesor todavía no estaba así que ese sería el momento perfecto para hacer lo que tenía planeado. Cuando los demás lo vieron aproximarse al frente se dieron una idea, no era la primera vez que dejaba en la pizarra un mensaje para la escritora de las cartas y más ahora que se había descubierto el engaño de Ino, pero esta vez, no había tiza en las manos de Sasuke.

- ¿Qué está haciendo? – preguntó Suigetsu a Naruto

- Tal… tal vez deje un mensaje – tartamudeó el susodicho, quería ver qué era lo que Sasuke tenía para decir

- Pero no tiene con qué escribir

- ¡Buenos días! – comenzó Sasuke atrayendo la atención de todos – hoy me quiero referir a una persona en particular pero no quiero hacerlo escribiendo, no esto – miró a Ino – esta vez, será a la persona correcta – regresó la vista al frente – te hablo a ti… a la persona que escribe cartas para mí. Hemos estado de esta forma mucho tiempo y no quiero presionarte porque de verdad estoy enamorado de ti… después de que te lastimé tanto tiempo seguiste sintiendo esto por mi así que… quiero que salgas conmigo – se le escapó una sonrisa – sé mi novia, no te pido que muestres tu cara pero… quiero que estés conmigo

De manera inconsciente bajó la mirada y se encontró con el anillo en su dedo meñique, abrió la boca para respirar más a gusto pues sintió que le faltaba el aire. Era la primera vez que se le declaraba a alguien y ni siquiera sabía exactamente a quién, el rostro de todas las chicas tenían esa expresión de añoranza, hasta Ino, que además de aflorar odio, podía percibir ese sentimiento de ternura.

- Eso… eso es todo

En un completo y sepulcral silencio, Sasuke regresó a su asiento contemplando la estupefacción de todos. Realmente esperaba encontrar una reacción en cualquiera de las chicas pero no le fue posible, era como si la escritora de las cartas no estuviera presente.

 

 

-_

 

 

- No pude…

Después de la clase, Naruto y Okami fueron a la biblioteca a contarle a Ino y Hinata sobre lo que había sucedido en clase, claramente las chicas estaban tan shockeadas como todos, la repentina decisión que tomó Sasuke sobre pedirle a la escritora de las cartas que salieran juntos los tomó por sorpresa.

- No fui capaz de dejar la carta en su casillero – seguía Naruto – sentí que moría en clase  

- Yo sigo sin creer que hiciera tal cosa – siguió Hinata – no pensé que se estuviera tomando esto tan serio

Volvieron a quedarse calladas, Naruto estrujó entre sus manos la misiva que debía estar en el lugar de Sasuke. Se había sentido tremendamente intimidado por la confesión del azabache, por el rostro de su gemela, se podía adivinar que ella ya sabía algo al respecto.

- Tú lo sabías ¿No? – le interrogó Naruto

- Perdóname – inquirió enseguida – pero no podía decirte algo así… mi hermano ya sabe que sé quién es la chica de las cartas… no le diré que eres tú, claro – se apresuró al ver la reacción de Naruto – pero bien que mal, es mi hermano gemelo, Naruto y después de lo que sucedió en la fiesta, ya no quiero guardarle secretos

- Es comprensible – la defendió Tenten – además, si le hubieras dicho a Naruto, la sorpresa se hubiera arruinado

- ¡Pero me habría prevenido! – Comenzó a hiperventilarse – Me quería morir en clase

Ante los primeros síntomas de un nuevo ataque de pánico, Hinata y Tenten reaccionaron algo tarde, Okami ya tenía la bolsa de papel sostenida frente al rostro de Naruto para ayudarle a respirar.  No era la primera vez que ella lo hacía, la Uchiha había salvado a su compañero varias veces, incluso más que sus dos amigas.

- Juugo también tiene esta clase de ataques – les explicó antes de que dijeran nada

Ese había sido un cambio más después de la fiesta, Okami ahora iba de la mano con Juugo a todos lados, ni siquiera tuvieron que decir una sola palabra, como si todos los demás ya lo hubiesen visto venir.

- ¿Qué haré? – suspiró Naruto tratando de recobrar el aliento

- Deja que no haya nada por hoy, yo le explicaré que quisiste pensar un poco tu respuesta

- él no lo va a tomar bien…

-¿Qué importa? – Se introdujo Tenten – él es quien debe ahora esperar después de haberte hecho eso con Ino

- Ella tiene razón – le sonrió Okami – Sasuke estará bien

 

 

-_

 

 

- Hermano, no estoy bien – les dijo Sasuke a Suigetsu y a Juugo después de revisar su casillero por millonésima vez ese día – sabía que eso de la declaración no era buena idea

Sus dos amigos no tenían mucho que decir, ambos estaban enterados de la identidad de la supuesta escritora y podían hacerse una idea de por qué Sasuke no había recibido una carta. Aunque para Suigetsu esto podría tanto destruirlo como beneficiarlo, todo dependía de si Naruto decidía contestar la misiva o dejarla pasar.

- Me iré a casa – siguió Sasuke

- ¿Podrías decirle a Naruto que si quiere puedo llevarlo a casa?

Suigetsu sabía que Naruto probablemente le rechazara pero quería ver cómo era que Sasuke reaccionaba a su petición, quería testearlo hasta alcanzar su punto. Obviamente el comentario molestó a Sasuke pero el azabache no dijo ni una sola palabra más.

Cuando llegó a casa, su hermana y Naruto ya estaban ahí, sentía como si se hubiese peleado con la chica que le gustaba. No esperaba que la reacción de quien entregaba las cartas fuese de silencio total, de todas maneras, necesitaba una charla con alguien meramente neutral y su hermana, al conocer a la autora, perdería esa neutralidad.

- Naruto

El rubio que estaba sentado en la sala esperando a que Okami regresara de traer algo de su habitación, se estremeció por completo. El azabache saludó con un movimiento de cabeza y se sentó junto a él en el sofá, realmente el ojizarco no estaba mentalmente preparado para enfrentar cara a cara a quien se había declarado horas antes.

- Hola… – saludó temeroso

- Me alegra encontrarte aquí, estoy muy cansado y quería hablar con alguien

- ¿Por… por qué cansado?

- Esperé respuesta de la escritora de cartas, pero nada – suspiró pesado – mira esto – le mostró el dedo meñique en donde relucía la prenda – ella me lo dio… creí que eso significaba que le gustaba en cerio

- ¿Qué te hace pensar lo contrario?

- No hubo carta hoy

El corazón de Naruto dio un vuelco, Sasuke estaba muy consternado por no haber tenido nada por parte de su escritora misteriosa. No sabía cómo contener las ansias de decirle que él había escrito todas y cada una de las cartas, quería que todo lo demás se esfumara para que solo quedasen ellos dos, más sin embargo, si abría la boca seguramente se congelaría y tendría un ataque.

- No sé si fue buena idea pedirle tal cosa frente a todos – miró a Naruto – ella tiene ansiedad ¿Sabes? Le aterran este tipo de cosas… ¡Qué estúpido soy!

-¡No eres estúpido! – dijo sin siquiera pensarlo – ella… ella solo debe estar confundida… sí, ella siente lo mismo que tú y seguramente le emociona salir contigo pero le preocupa que alguien tan invisible como ella sea el centro de atención de alguien… como tú

- ¿Alguien como yo?

- Tan radiante y atrayente

Las últimas palabras salieron de la boca de Naruto casi por inercia, sin darse cuenta le había contado a Sasuke exactamente sus sentimientos por él y sin embargo, se sintió cómodo. Hablar de sus sentimientos como si fueran ajenos le daba una libertad increíble, se dio cuenta que podría sincerarse con Sasuke frente a frente pero sin hacerlo realmente. Ser la chica de las cartas tenía sus ventajas.

Había encontrado la gallina de los huevos de oro. Sasuke pareció un poco confundido por eso último, pero podría permanecer en el completo anonimato sobreponiendo a la escritora de las cartas, igualmente sabía que el azabache no volvería a renunciar a la idea de tener a su enamorada secreta, así que podía andarse sin mucho cuidado.

- ¿Cómo puedes saberlo?

- Yo también la conozco – se apresuró emocionado – sé lo que piensa de ti porque hablamos seguido

Para Sasuke esto fue lo mejor, Naruto a quien ya consideraba un amigo cercano podía tomar un lugar como puente para llegar a la escritora de las cartas. Aún así, no podía dejar de sonreír al ver el rostro radiante de su amigo. Se reprimió mentalmente volviendo a suprimir el gesto, no podía estarse dejando llevar así como así con cualquiera y menos sabiendo que Suigetsu quería estar con Naruto, pero lo que más le interesaba era no volver a lastimar a la escritora.

- ¿Qué más te ha dicho ella?

Una vez más esa sensación extraordinaria se apoderó de él, tener el control de todo en sus manos por primera vez en su vida era como experimentar lo que alguien con el control de su propia vida. Las ilusiones de Sasuke representaban sus propias ilusiones, así podría moldearlas a su gusto.

- Tú le gustas y seguramente dirá que si a tu propuesta

- ¿Por qué no contestó enseguida?

- Ya te lo dije, ella está un poco abrumada

-Naruto… ¿Fue por ella que te acercaste a mi?

Naruto abrió la boca para responder pero no fue capaz de dar una respuesta inmediata, claro que esa había sido la razón por la que se había acercado a él pero, la situación era diferente aunque Sasuke no tenía idea. La cercanía que había obtenido con la situación había sido el mejor regalo que jamás le pudieron dar, el conocer a Sasuke más de cerca le dio una perspectiva un tanto diferente de cómo era el mundo para el azabache, de cómo era realmente y cuáles eran sus verdaderos sentimientos.

- Si – contestó un poco desanimado

No podía mentir, Sasuke se sintió algo decepcionado al escucharlo, pensar que Naruto había sido un medio que la escritora usó le hizo sentir algo desagradable, como si su nuevo amigo estuviera ahí por compromiso.

-Pero somos amigos ¿no?

- Claro que si, Sasuke

- Eso me alegra, no me imagino estar ahora sin tu compañía, me eres muy valioso ¿Sabes?

- Yo… yo tengo que ir a la habitación de Okami – se dijo mientras se ponía de pie

- ¿Por qué te vas? Me gusta estar contigo

El hecho de que Naruto no contestara hizo que Sasuke se diera cuenta de lo que acababa de decir. El azabache simplemente se rascó la cabeza y murmuró un “nos vemos después” para dejar ir al rubio.

Era comprensible, Naruto ahora era amigo suyo y el hecho de compartir intimidades estaba bien, igualmente el haber sabido que podría comunicarse con su enamorada con él, supo que la relación de amistad se estrecharía. Aún así, fue agridulce, quería estar más tiempo con Naruto, no entendía muy bien pero seguía pensando que esa relación de amistad crecía y se fortalecía por causas de la escritora de las cartas.

Porque si, para Sasuke, ya había llegado a poner a la chica de las cartas en un pedestal y no era para menos, tal vez estaba excediéndose un poco. Con todo y todo, volvía a ponerse la venda en los ojos, sin darse cuenta estaba regresando a ese momento antes del incidente con Ino. Estaba siendo nuevamente el chico tonto y fácil de engañar.

Sasuke era un tipo muy ingenuo cuando se trataba de temas amorosos, no podía dejar de serlo, estaba en su sistema, sea cual sea lo que provocaba su ingenuidad, estaba totalmente de acuerdo en dejarse  llevar, el misticismo que le ofrecía la chica de las cartas era una especie de droga que no podía dejar, quería ir más allá, ni siquiera había pensado en la posibilidad de conocer a la chica de las cartas, o más bien dejó de hacerlo después de lo que pasó con Ino.

El no tener un rostro era la mejor característica que Sasuke encontraba en la muchacha que lo había enamorado, creer ciegamente en algo le había devuelto esa capacidad de dejarse hundir, que las palabras escritas en el papel lo llevaran por algo tan placentero, vivir en una fantasía perfecta.

Pero también estaba Naruto dentro de sus pensamientos, claro que seguía repitiéndose que era porque lo quería mucho como amigo, pero era solo su misma negativa y necedad de seguir colgado de la escritora de las cartas. Era todo demasiado extraño, tantas emociones juntas y personas nuevas en su vida, había sido un choque tremendo, cosas inimaginables

 

 

-_

 

 

 

Viernes 21 de Mayo del 2015

Sasuke:

¡Claro que sí!

Mi respuesta es un gran sí, quiero salir contigo, me encantaría poder ser tu pareja… aunque me sorprendió muchísimo cuando lo anunciaste en clase, creo que no me había preparado para algo semejante. Creo que nadie lo sabía, o al menos nadie me avisó para estar consciente del shock que tendría, debes comprender.

Creo que has hablado con Naruto sobre mí, me contó que pensaste que yo ya no te querría por haberte apresurado y debo decir que eso es muy tonto ¿Cómo podría dejar de quererte a este punto? Aunque quisiera dejar de hacerlo, mi corazón se quemaría en mil pedazos antes que olvidarte.

No sé cómo es que esto va a funcionar, solo espero de todo corazón que podamos hacerlo bien, quiero pasar más y más tiempo contigo… aunque sea así, por ahora. No quiero que pienses que solo te doy largas, es que aún no siento que pueda estar mental y emocionalmente estable como para presentarme ante ti.

Aún sigo pensando que seré una decepción en cuanto me conozcas, sé que no será para nada lo que esperas y también sé que probablemente no estés dispuesto a seguir con todo esto una vez que sepas lo que hay detrás de la cortina, por eso solo te pido tiempo para que yo pueda saborear un poco más esta gloria que me brindas tú. Estoy consciente de que soy egoísta y que probablemente tu paciencia tenga un límite, de todas formas, quiero seguir disfrutando mientras se pueda.

Posdata: Solo por si no había quedado bien claro, mi respuesta es un “Si” siempre, porque te amo, Sasuke Uchiha, te amo.

 

Después de haber encontrado la carta en su casillero, Sasuke decidió que ya no quería leer las cartas frente a sus amigos, necesitaba ese espacio para él y la escritora de las cartas. Era un poco tonto de pensarlo, solo estaban él y la hoja de papel en el salón vacío, pero de una manera rara logró hacerse una especie de idea.

¿Cómo sería esa chica que tanto le gustaba? Sabía que sus ojos eran azules, pero ¿Qué había con lo demás? Así pues, se acomodó bien en el asiento y miró el que estaba junto a él.  Una silueta, sí, comenzaría con algo tan genérico como lo era la silueta de una muchacha sentada, no muy esbelta porque las varillas de nardo no le gustaban; alta, pero lo suficientemente baja como para que él pudiera mirarla hacia abajo; una posición introvertida pero llamativa, no tenía la pierna cruzada porque eso le pareció demasiado atrevido.

¿Qué más? Una falda larga hasta los tobillos y un top liso, nada ostentoso pero definitivamente podía resaltar sus buenas formas. Piel blanca… no, bronceada, algo que contrastara con su mismo tono de piel; no llevaba barniz de uñas, eso era de una chica más extrovertida, y si lo tenía, entonces debía ser un color pastel, incluso transparente. No imaginaba accesorios, collares y pulseras eran cosas que él desconocía así que solo tomó algo prestado del guarda ropa de su hermana gemela y lo incorporó mentalmente a su imagen construida.  

Pero todavía no estaba completa, la silueta que ya estaba vestida todavía no tenía un rostro definido.  Quiso empezar por lo sencillo antes de realmente construir lo que importaba, enmarcó el rostro con una cabellera rubia, no supo ni por qué, las rubias no eran precisamente su adoración (mucho menos después de Ino) pero algo en él le decía que ese color de cabello le quedaría de maravilla. Un corte sutil, no imaginó una melena vibrante, solo un peinado corto, algo que a penas y pasara de las orejas.

Su “muñeca” iba tomando forma poco a poco, era cada vez más extraño y sin embargo siguió adelante. Ojos azules, pero ¿Qué forma debían tener? ¿Grandes, pequeños, rasgados, bien abiertos? Igualmente, el tono de azul que imaginó fue tremendamente distinto al de Ino pues, estos eran intensos como los zafiros, creía que debían tener carácter pero a la vez, ser cálidos y tiernos. Su boca y nariz fueron más difíciles de construir.

Fue cuando la cosa más rara apareció, el rostro de Naruto terminó por dibujarse dentro de esa silueta femenina. Sasuke parpadeó muy rápido borrando enseguida el rostro completo pero conservando lo demás, se dijo a si mismo que tal vez era el hecho de que su amigo fuera el último nexo descubierto que tenía con la escritora, además de ese prematuro aprecio que ya le tenía.

Llegó a la conclusión de que podía dejar la silueta hecha sin brindarle un rostro, ya trabajaría en ello, mientras, podía estar así con la imagen vaporosa de una muchacha cualquiera, genérica, demasiado para su gusto. Pero pretendería estar con la escritora usando esa fantasía tan solo para calmar sus preocupaciones. Él tenía una necesidad inmensa de hablar directamente con la chica de quien se había enamorado, así que mientras ella siguiera insegura, podría refugiarse en ese títere mental.

- Es bueno conocerte al fin – dijo hacia la silla

“A mí también me encanta conocerte al fin”

No era una voz particular, era su misma voz interior interpretando el diálogo pero no se concentró en el sonido sino que se centró en las palabras, sería algo que a él le encantaría escuchar. Jamás había hablado solo, pero ya estaba desesperado por ese contacto que hasta ahora había permanecido nulo.

- Eres más bella de lo que esperaba

“Me halagas, Sasuke”

- ¿Por qué permaneciste tanto tiempo escondida?

“Porque tenía miedo”

Las respuestas mentales que lanzaba eran terriblemente cortas, oraciones fácilmente construidas para encajar en cualquier contexto, no importaba.

-¿A qué le tenías miedo?

“A que me miraras, no… no me mires”

El rostro difuminado volteó, ella no quería que Sasuke la mirara a la cara, tal vez no era solo una proyección de la escritora de las cartas, sino que él mismo tenía pánico de conocer a la chica de quien se había enamorado para darse cuenta que no podía sentir atracción hacia ella. ¿Y si esa conexión desaparecía? No podía garantizar que el sentimiento no desapareciera, él era humano, podía equivocarse.

-¿Tú me amas?

“¿No me amas tú a mi?” Respondió sin volver el rostro “¿No es lo que importa?”

- No te conozco ¿Cómo voy a amar a alguien que jamás he visto?

Se silenció a si mismo en cuanto esa última frase salió de sus labios. Ese era su miedo, no estar realmente seguro de sus sentimientos por la escritora, de la chica a quien jamás conoció pero aún así le entregó todo lo que tenía, o al menos lo que ella quería recibir. Había vertido sus esperanzas en cartas ¿Estaba bien? ¿Por qué demonios tenía que salir a flote todo eso en un punto de no retorno?

Su visión de la chica de las cartas volvió el rostro que seguía estando vacío de una manera errática, aunque ella no tenía expresiones, Sasuke se dio cuenta que estaba enojada. No pudo detenerla, ella se desvaneció en el aire y ya no fue capaz de volverla a imaginar allí sentada.

- Me estoy volviendo loco

- Y uno muy chiflado

La voz de su gemela vino de la entrada del salón, Sasuke solo se incorporó en su asiento, no le avergonzaba que ella fuese testigo de sus incoherencias, después de todo, nadie más que su hermana gemela podía comprenderlo tan bien.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí?

- Desde que empezaste a hablarle a la silla – entró a ocupar el asiento que su títere mental había dejado vacío

- ¿Crees que deje de quererla?

- Si lo haces, serías el mayor idiota que existe

- Eso no fue lo que pregunté

- Pero esa fue mi respuesta – le miró ceñuda – deja de comportarte como un estúpido y decide lo que quieres, quien escribe las cartas de verdad siente amor

Sasuke no dijo nada, ya algo se le ocurriría para saber cómo podría llevar una relación de ese estilo.  

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer, no se olviden de comentar


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