Baekho frotaba con loción de sábila la piel de Ren. La manada entera estaba en el cuarto viendo el cambio. Su pareja estaba desnudo bajo las sábanas mientras él frotaba sus miembros.
Dado que Taemin había atravesado el mismo cambio, ellos sabían qué esperar. Aun así el verlo no era fácil. El doctor de los lobos había llegado a la casa y tomado muestras de sangre por petición de Jong In, el Alfa quería saber por qué los primos que no compartían el mismo padre tenían sangre de shifter en sus venas.
— Ya encontré la respuesta. —El doctor levantó la vista del microscopio que había llevado con él junto con otras máquinas por petición del Alfa— Ellos comparten el mismo ADN pero no como primos. Como hermanos.
— ¿Qué? —Taemin gritó. Minho tuvo que sostener a su pareja cuando Taemin se tambaleó hacia atrás.
— El mismo padre. —El doctor regresó a su trabajo.
— ¿Podrían nuestras madres no saberlo? —Taemin vio a Ren— No puedo creerlo. ¿Hermanos?
Minho jaló a Taemin a sus brazos, sosteniéndolo más cerca. Taemin se quedó con la boca abierta viendo a Ren. Baekho lo sentía por Taemin, pero ahora sus preocupaciones estaban en Ren.
— Recuerdo el dolor pero no cuánto duró. ¿Va a sufrir más? —Taemin se giró hacia Jong In.
— No, Taemin —Jong In le aseguró.
El té había sido traído después de hervir por una hora. Baekho sostenía a su pareja mientras Minho inclinaba la taza a sus labios. Ren pareció estar más tranquilo una vez que lo bebió. Baekho se preocupó. Ren no estaba actuando de la misma forma que Taemin cuando cambió.
— Ningún cambio es igual —Jong In le recordó.
Baekho vio a Ren convertirse en el más hermoso tigre Xiamen. Su pareja cambió impecablemente y se acostó en la cama viéndolo.
Baekho se acomodó en la cama y Ren se acurrucó en su regazo.
Todos ellos veían al pequeño tigre acostado en el regazo de Baekho. Ren había sobrevivido al cambio.
— Llévalo afuera, Baekho. Déjalo correr. —Jong In les indicó a todos que salieran.
Guió a su pareja fuera del cuarto, inclinándose para rascarle detrás de la cabeza. Ren se detuvo varias veces para lamer sus manos.
Cuando Baekhyun llegó corriendo con su pareja, Ren se lanzó hacia él y ambos rodaron.
— Ahora podremos realmente hacer algunas travesuras —Baekhyun le murmuró pero Baekho lo oyó.
Baekho cambió una vez que ellos llegaron al patio, Ren saltaba alrededor mientras jugaba con él. Taemin cambió también a su forma de tigre.
Todos los lobos se les unieron, con Eunhyuk y E.Den cazando a Ren, Baekho gruñó y cazó a los lobos.
Ren rodaba en la hierba, tocando con su pata a Baekho.
Baekho lo mordió y ellos se dirigieron a la puerta de la cocina después de horas de juego.
Llevó a su pareja arriba y ayudó a Ren a cambiar a su forma humana con ayuda de Taemin. Baekho no permitió que nadie más entrara al cuarto considerando que Ren estaría desnudo cuando recuperara su forma humana.
— Mi hermano. —Taemin lloraba mientras sostenía a Ren.
— ¿Qué? —Ren preguntó mientras se apartaba e iba a la cómoda. Él jaló a Ren de nuevo a sus brazos, las lágrimas caían por sus mejillas. Taemin comenzó a llorar y Baekho entró al cuarto de baño a vestirse y darles algo de privacidad.
Cuando salió, ellos seguían abrazados y llorando.
— El mismo padre, diferente madre —Taemin le dijo a Ren mientras se secaba las lágrimas de la cara.
— Entonces ustedes dos aún siguen siendo primos. Esto es confuso. —Baekho acarició la espalda de Ren cuando él se acurrucó en el regazo de Baekho.
— No sé cómo funciona esto, pero eso es cierto. No me importa. Aun amo a Ren sin importar que las cosas hayan cambiado. - Taemin besó la mejilla de Ren antes de dejar el cuarto.
— Ven aquí, gatito. —Baekho sonrió y jaló a Ren más cerca de él, su pene se endureció cuando Ren ronroneó.
Ren y Baekhyun entraron a hurtadillas a la oficina de Jong In.
Ren colocó un whoopee cushion en el asiento del Alfa mientras que Baekhyun colocaba pintura de cara en el auricular del teléfono en el escritorio de Jong In.
Ellos cambiaron el té chai por café negro y salieron corriendo del cuarto.
— Jong In, ¿podemos hablar contigo? —Baekhyun peguntó inocentemente.
— Seguro, amigos. —Jong In los guió a su oficina y tomó asiento.
Ren trató de mantener su cara seria cuando oyó el fuerte ruido de flatos saliendo de la silla de Jong In. Vio a los dos y sus cejas se juntaron.
— Uh, discúlpenme. —Jong In se giró hacia ellos, sus mejillas estaban ruborizadas— ¿Ahora qué necesitan ustedes dos?
— Me preguntaba si podrías llamarle a Channie por mí. Es que no lo encuentro por ningún lado.
Ren mordió el interior de su boca.
— Seguro. —Jong In tomó el teléfono y marcó, hablando por el auricular. Cuando colgó, Baekhyun y Ren no dejaban de reírse, Jong In tenía pintura de cara en el mentón y labio inferior.
Jong In gruñó, tomó su té y lo escupió después de dar un gran trago.
— Está bien, ustedes dos ya se divirtieron. Salgan de aquí y molesten a alguien más.
Los dos se apresuraron a salir del cuarto, seguían riéndose.
Jong In se recargó riéndose. Sabía lo que habían hecho, pero ¿por qué iba a desperdiciar la diversión? Tomó una servilleta del cajón y se limpió la cara.
Baekho entró en el cerrado restaurante sosteniendo fuertemente la mano de Ren.
No iba a dejar que Ren se apartara de su lado. — ¿Jae Suk? —Baekho gritó cuando entró al lugar.
— Aquí atrás, Baekho —Jae Suk gritó desde el fondo de la cocina.
Baekho guió a Ren al fondo. Miró alrededor para ver lo que tenían que hacer para pasar las normas y que les permitieran abrir de nuevo.
— Hey. —Jae Suk extendió la mano y Baekho la estrechó.
— Veo que también conseguiré hablar con mi amigo.- Jae Suk palmeó el hombro de Ren ignorando el gruñido de Baekho.
Baekho le explicó lo que sucedió hacía una semana. El secuestro de Ren, no la parte del cambio. Se había decidido que entre menos gente supiera que ellos eran tigres, mejor.
— Joder, hombre. ¿Mataron a esos bastardos? —Jae Suk despeinó el cabello de Ren y le ofreció una malteada, no sabía que Ren moría por ellas.
— Ellos ya no son un problema. —Baekho se apoyó contra una silla.
— Bueno. Al infierno todo el que trate de lastimar al mi amigo.- Jae Suk guió a Baekho a su oficina, dejando la puerta abierta para que Baekho pudiera ver a Ren tomar su bebida.
— Sabes que te lo ganaste. Las malteadas y las tiras de pollo son sus favoritas. —Baekho se reía mientras veía amorosamente a su pareja.
— Es bueno saberlo. —Jae Suk deslizó los planos frente a Baekho— Ahora, me tomé la libertad de elegir el nuevo equipo y el trabajo de construcción.
Baekho vio las hojas del equipo que Jae Suk había señalado. — No lo tendremos.
— ¿Qué quieres decir? Son geniales, es equipo fuerte. —Jae Suk frunció el ceño.
— No lo quiero fuerte. —Baekho sacó unas hojas de su chaqueta y se las deslizó a Jae Suk. — Yo también me tomé la libertad de elegir el nuevo equipo. Aunque no soy el experto sobre las necesidades de la cocina, estoy seguro de que esto es lo que necesitamos.
Jae Suk tomó los papeles y los desdobló, sus ojos saltaban. — ¿No me estás engañando? Estos son acabados artísticos, refrigeradores de tamaño industrial y mostradores de mármol. —Jae Suk miró a Baekho y de nuevo a las fotografías— Ese es un refrigerador de un metro ochenta de ancho, es para uso pesado, es como para un restaurante con doce quemadores. ¿Ya viste el precio? —Jae Suk abría la boca y la cerraba como un pez.
— Te dije que el precio no era problema, y no quiero oír discusiones. Si voy a ser socio, solo tendremos lo mejor. —Baekho vio hacia Ren antes de continuar— Yo vivo una larga vida. Quiero asegurarme de tener los suficientes ahorros para que vivamos Ren y yo, por favor entiéndenos —Baekho imploró.
— ¿Es realmente con vidro triple y refrigerador cromado?
— Si, tres puertas de vidrio, nueve estantes con setenta centímetros de profundidad, podrás almacenar muchas tiras de pollo ahí —Baekho sonrió.
— Puedo apostarlo. Está bien, compra el equipo, yo vigilaré la construcción. —Se estrecharon las manos una vez más antes de que Baekho fuera con Ren.
Los ojos de Jae Suk se abrieron más cuando Jong In entró a la cocina. — Yoo Jae Suk, Alfa Kim Jong In. —Baekho se hizo a un lado con Ren una vez que los había presentado. Si él iba a matar a Jae Suk no quería que Ren estuviera cerca.
— Quédate, Baekho. Tú lo avalaste, así que sabes la penalidad si lo desapruebo. —Jong In se paró frente a Jae Suk mientras Baekho soltaba a Ren, y lo empujaba detrás de él.
— Ren está a salvo, Centinela. —Jong In rodeó a Jae Suk.
Baekho veía los ojos de Jae Suk más abiertos pero él no intentó huir. El hombre tenía el miedo marcado en la cara, pero no se movió. Se quedó firme ante la inspección del Alfa.
— ¿Por qué debería confiar en que mantendrás nuestro secreto a salvo? —Jong In se inclinó sobre Jae Suk que medía solo un metro setenta y cinco.
Baekho vio el miedo en los ojos de Jae Suk antes de que rápidamente lo enmascarara. Jae Suk siguió firme, en postura militar, Baekho estaba asombrado de que Jae Suk pareciera como que fuera a morir con orgullo si es eso lo que sucedía. — Soy un hombre de honor. Baekho salvó mi vida y ofreció renovar mi negocio.
— ¿Así que es por el dinero? —Jong In se detuvo cuando estaba por detrás de Jae Suk.
— Nunca. Yo lo rehusé pero el hombre es un maldito testarudo.- Jae Suk siguió sin moverse cuando Jong In se acercó.
— Si, Baekho suele serlo. —Jong In descubrió sus caninos rodeando a Jae Suk para que los viera.
— Como le dije a Baekho, me gusta nuestro pequeño pueblo y no quiero ni a los militares ni a los reporteros inundando el lugar. —Jae Suk tragó cuando vio los caninos de Jong In. Baekho no lo culpaba.
— Entonces qué me dices. ¿Por qué debería dejarte a ti o a Baekho vivir? —Jong In preguntó.
— ¿A Baekho, señor? —Jae Suk miró confundido a Jong In.
— Si, Baekho. Él te avaló, sí siento que eres una amenaza, los elimino a ambos. —Jong In gruñó viendo a Jae Suk directamente a los ojos y dejando que viera sus ojos carmesí.
— No sé qué contestar a eso, Alfa. Solo que pago lo que debo y le debo a Baekho mi vida.
Baekho dijo una oración, no estaba seguro de que Jae Suk hubiera convencido a Jong In. Podía sentir a Ren jalar su camisa detrás de él. Sabía que su pareja no entendía lo que estaba sucediendo, pero él tenía que impedir que viera la amenazante pose del Alfa.
— Ahora tu vida me pertenece. Nos traicionas y tendrás una larga y agonizante muerte, Yoo Jae Suk. No habrá un lugar donde puedas esconderte. —Jong In salió de la cocina.
— ¿Pasé? —Jae Suk miró a Baekho.
— Joder, gracias. —Baekho soltó el aliento que había sostenido.
— ¿Eso es un sí? Porque necesito saberlo antes de que me cague en los pantalones. —Jae Suk sonrió.
— Eso es un sí. Pero recuerda, si cree que tú nos has traicionado, tú y yo vamos a desear la muerte durante años antes de que eso suceda.
— ¿Años? —Jae Suk jadeó— No estoy seguro de querer saber más acerca de los lobos.
— Años. Ahora como te estaba diciendo…
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Jae Suk estaba en la gran reapertura cuando la mayoría de los lobos llegaron a comer. Baekho nunca había mencionado lo enormes que eran todos ellos. Incluso más asombrosos eran los pequeños chicos colgados de ellos. Reconoció a Ren y a Baekho, pero el resto hacían que su restaurante se viera como una cocineta.
También reconoció al Alfa Jong In. Tenía a un pequeño chico abrazado, eso hacía que el Alfa se viera menos intimidante. Jong In veía a los ojos del pequeño chico como si fuera lo único en el mundo para él. Jae Suk se relajó cuando Baekho le presentó a los otros Centinelas. Jae Suk aún estaba tratando de entender todo eso.
— Soy E.Den. —E.Den estrechó la mano de Jae Suk— Seré uno de tus mejores clientes —le sonrió.
— Te reconozco —Jae Suk se rió— Tú ordenas la mitad del menú cada vez que vienes.
— Cachorros en crecimiento tienen que comer. —E.Den palmeó la espalda de Jae Suk y estuvo malditamente cerca de tumbarlo al suelo— Mierda, lo siento. Nunca había tenido un humano como amigo antes, bueno, excepto por las parejas. En ocasiones olvido mi fuerza.
Jae Suk estiró su espalda. — No te preocupes, te enviaré la factura del quiropráctico.
— ¿En serio? —E.Den se veía preocupado.
— Uh, no. Bromeaba. —Jae Suk sacudió la cabeza. Le agradaba E.Den.
— Oh, entonces está bien. —E.Den se retiró.
— Genial concurrencia. —Baekho se acercó a él y le estrechó la mano.
— Genial —Jae Suk aceptó.
Ren llegó corriendo con Jae Suk, saltando como un cachorrito. — Malteada, por favor.
— Anata no tame ni mo, wakai yūjin —Jae Suk le sonrió.
— ¿Qué? —Baekho miró a Jae Suk.
— Dije lo que sea para mi joven amigo. —Palmeó la espalda de Baekho.
— Mejor que sea eso. —Baekho le dio a Jae Suk una diabólica mirada. De nuevo, Jae Suk lo palmeó y se fue.
— ¿En realidad no nos teme?
Baekho miró sobre su hombro a Jong In que estaba detrás de él.
— Él nos teme. Solo que no lo demuestra —Baekho explicó.
— Hmm. —Jong In caminó hacia Luhan y lo jaló a su regazo. Baekho entendía a Jong In solo con verlo con su pareja.
Jae Suk salió de la cocina. — Baekho, tenemos un problema.
Jae Suk retrocedió cuando el cuarto entero lo rodeo.
— ¿Qué está mal? —E.Den miraba sobre el hombro de Jae Suk.
Jae Suk tomó una profunda respiración, sacudió la cabeza y extendió los brazos. — No, no es ese tipo de problemas. Mi cocinero acaba de renunciar, dice que no cocinará toda esa maldita comida.
— ¿Quieres que lo convenza? —E.Den ofreció.
— ¿Lo harías? —Jae Suk miró a E.Den asombrado.
— Si, me agradas. Tú me alimentas.
Jae Suk soltó una carcajada, — Lindo saberlo. No, E.Den. Solo necesito contratar a alguien nuevo. Hasta entonces… —se giró hacia Baekho— tendrás que darme una mano aquí.
Todo el mundo gruñó.
— Él no puede cocinar —uno de los lobos gritó.
— Lo hará ahora. —Jae Suk se rió.
— ¿Tienes a control de venenos en marcación rápida? —Jong Dae preguntó.
— No, pero dado que lo sugieres… —Jae Suk trató de esconder la risa.
— Hey —Baekho le gruñó a Jae Suk.
— No gruñidos. —Ren palmeó el pecho de Baekho. Baekho miró a su pareja con amor en la mirada.
Jae Suk estaba asombrado ante el profundo amor de esos lobos por sus parejas. Él mantendría el secreto de los nuevos amigos que había formado.
FIN