Rasa estacionó su camioneta en un espacio frente al restaurante. Apagó el motor y se quedó sentado un momento solo viendo. El restaurante era pequeño como podría esperarse para una ciudad pequeña. La oficina de correos estaba a la derecha. La construcción estaba en la esquina de una pequeña tira de negocios.
— Esto está muy lejos de Jeongseon —murmuró, preguntándose si podría hacerlo. Él era un maldito vaquero. ¿Qué asuntos tenía que hacer viniendo aquí a trabajar como cocinero en el restaurante de una pequeña ciudad? Su primo le había llamado para decirle acerca del trabajo, y Rasa había saltado ante la oportunidad, pero ahora que estaba aquí, él estaba evaluando de nuevo su decisión. No estaba seguro de poder hacer esto.
Él se había criado en un rancho y trabajado en uno desde que tuvo edad suficiente para caminar. Rasa pensó en el último rancho en el que había estado trabajado como ayudante. Eso lo hizo pensar en Jun. Su corazón se oprimió al pensar en su ex amante. A Rasa lo habían corrido de los dos ranchos anteriores cuando los otros descubrieron que era gay. Pensó que finalmente había encontrado su hogar en el rancho triple R.
Había estado furtivamente con el hermoso vaquero, Jun, quien juraba amar incondicionalmente a Rasa. Su corazón fue arrancado limpiamente de su pecho cuando otro trabajador descubrió las preferencias sexuales de Rasa y lo confrontó. Esperaba que Jun estuviera de su lado. En lugar de eso, el hombre desapareció en la sombras igual que un ladrón en la noche con el corazón de Rasa.
Rasa empujó el recuerdo al fondo mientras abría la puerta de su camioneta, tomó su sombrero de vaquero, y salió sacudiéndole el polvo que aún le quedaba de Jeongseon, se lo colocó en la cabeza y cruzó la puerta del pequeño restaurante.
Rasa se sentó en una de las altas sillas del mostrador viendo el lugar, parecía bastante vacío. Su primo sabía que él tenía pasión por cocinar, así que imaginó que ese podría ser el lugar perfecto para que Rasa iniciara una nueva vida. Un quiebre limpio. Todo lo que tenía que hacer era asegurarse de que nadie descubriera que él era gay.
No estaba seguro si podría quedarse por horas detrás de una caliente estufa, aunque después de trabajar con el ganado cada día de su vida haciendo los duros trabajos de un rancho. Esto…esto sería el polo opuesto.
— ¿Puedo ayudarte? —Una joven mujer le sonrió desde el otro lado del mostrador.
— Estoy aquí para ver a Yoo Jae Suk. —Rasa mentalmente rodó los ojos cuando la mesera le dio un guiño. Ella era muy linda si buscara una mujer. Grande, caderas anchas, que probablemente habían dado a luz algunos niños, grandes pechos, y demasiado lápiz labial y maquillaje. Sus ojos parecían como si se hubiera puesto toda la caja de maquillaje. Sin todo eso ella probablemente era bonita.
Le gustaban más bajos que él, cuerpo delgado, con un poco de músculos y pecho plano. Desafortunadamente, Rasa obtenía esta reacción en donde quiera que fuera. Las mujeres, y algunos hombres, se le lanzaban. Jun le había dicho que tenía unos lindos ojos y un suave cabello rubio. Los labios de Rasa se redujeron por la ira, cuando pensó en el hombre que aun sostenía su corazón. No más. Él ya no iba a ser el tonto con nadie más. Alguien le había dicho que él había sido bendecido con una buena apariencia, pero Rasa sabía que eso fue su maldición.
Jun le había jurado que lo amaba y que siempre estaría para él. Rasa había confiado en Jun, le había entregado su corazón, y el hombre lo había destrozado en miles de pedazos. Bastardo.
Todo lo que quería era un lugar cálido en donde apoyar su cabeza y un trabajo, sin dramas ni confrontaciones y definitivamente no más hombres. Se sentía viejo a sus veintiocho años, había atravesado por mucho en su corta vida.
Le dijo a su papá que quería ser chef y recibió un golpe en la cabeza, su papá le gritó que cocinar era para mujeres y que él necesitaba que saliera a ordeñar a las vacas. Su padre era un gran homofóbico. No podía “salir” en Jeongseon. No si quería sobrevivir después de la declaración.
— Debes ser Park Gunwoo. —Un hombre salió de detrás de un par de puertas cromadas con la mano extendida.
— Sí, señor, pero puede llamarme Rasa —le estrechó la mano mientras se ponía de pie— Y usted debe ser el Señor Yoo.
— Llámame Jae Suk. Veo que conociste a Hyosung. —Jae Suk señaló con la cabeza a la mesera.
— Si, la conocí. —Rasa ignoró el guiño lleno de lujuria. Con todo ese maquillaje ella probablemente solo trataba de quitarse los grumos.
— ¿Tienes experiencia como cocinero?- Jae Suk le indicó a Rasa que lo siguiera atrás. Pasó por un lado de la mesera, tratando de mantener las partes de su cuerpo alejadas de la chica cuando la mano de ella pasó cerca de su trasero.
— Algo. Me gusta cocinar. Cocinaba en el rancho y soy muy bueno en eso. —Rasa inmediatamente vio la cocina. La estufa tenía doce quemadores y un gran horno, enorme fregadero y un refrigerador tamaño comercial con tres puertas de vidrio. Maldición, eso era lindo.
— Como puedes ver, todo es nuevo. Recientemente renové. El negocio no va bien, si es lo que estás pensando. Alguien donó el dinero para la renovación. —Jae Suk lo guió a una pequeña oficina, entonces le dio a Rasa los papeles que necesitaba llenar. Él se sentó a llenarlos mientras Jae Suk seguía hablando.
— Tengo un departamento estudio arriba de las escaleras que puedo rentarte. Tu primo me dijo que vienes de Jeongseon. Debe ser un shock cultural ir de un rancho a una pequeña ciudad. No somos una ciudad popular, pero hay algunos turistas que pasan por aquí. —Jae Suk archivó los papeles que ya estaban llenos y guió a Rasa de regreso a la cocina en donde él estaba trabajando.
— Sí, creo que es muy diferente a los bosques del Triple R.- Rasa empujó el sombrero hacia atrás y se rascó la cabeza. Esperaba que no fuera un gran shock. Él sólo quería algo de paz y tranquilidad. Sin dramas. No es que les temiera. Él había luchado en muchas peleas. Con su uno noventa, no era un peso ligero. Solo que estaba cansado de pelear.
— Bien, te dejaré para que conozcas tu nueva cocina. Después regreso para mostrarte el departamento. Prepárate, la comida comenzará pronto. —Jae Suk palmeó su espalda y lo dejó solo.
Rasa buscó en la cocina todo el equipo que podría necesitar. Sacó sartenes y grandes ollas y las llevó a la estufa.
— Tu primera orden, cariño. —Hyosung deslizó la orden por el mostrador, demorándose un poco para ver a Rasa. Él se encogió de hombros ante la no querida atención y tomó la orden, y se apresuró a prepararla. Jae Suk no bromeaba. El lugar estaba lleno.
Dejó un plato de pollo frito y puré de papas en el mostrador mientras veía el lugar, notando en una mesa a tres grandes hombres. Pero ellos no eran del tipo de Rasa. A él le gustaban los hombres delgados y pequeños, era un hombre muy dominante, él quería un hombre sumiso. Jun había sido perfecto. Demasiado mal que fuera un cobarde imbécil.
Rasa se lo sacudió de la memoria mientras regresaba a cocinar.
E.Den estaba sentado con Chanyeol y Siwon. Su comandante y su Beta insistieron en que fuera a comer con ellos. Cuando ellos insistieron, él no discutió. Ellos dijeron que el Alfa Jong In había tenido uno de esos malditos sueños otra vez y los envió a todos a comer con él. Desde que Jong In había reclamado a su pareja, Luhan, tenía estos sueños ocasionalmente, enviando a los Centinelas a misiones con el resultado final de que alguien encontraba a su pareja.
E.Den miró alrededor del restaurante, preguntándose si ese sería el caso con él. Con todos los lobos encontrando pareja a diestra y siniestra, él estaba más que esperanzado de poder encontrarlo pronto. Quería el amor y la devoción que los lobos Timber le demostraban a sus parejas que habían reclamado. Ellos parecían caminar constantemente con ojos soñadores.
Él quería eso.
La mesera trajo su comida. Maldición, el pollo frito se veía bueno. Estaba bueno y crujiente, justo de la manera en que le gustaba. El puré de papa tenía un toque de ajo. Jae Suk debía ya tener al nuevo cocinero que estaba buscando, y él tenía un toque exacto. Con ninguno de la manada cocinando, ellos tenían que hacer su propia comida. Era agradable comer buena comida en lugar de entremeses congelados y fideos quemados.
E.Den comió y comió mucho. Con dos metros, él estaba malditamente cerca de limpiar la despensa cada día. Gracias a Dios, tenía el deber de ir a patrullar. Cambiando a su forma de lobo, corría kilómetros quemando las calorías.
— La comida es realmente buena —Chanyeol comentó mientras comía de su plato. E.Den estaba tentado de robar una tira de filete pero realmente le gustaba tener diez dedos. Quizás podría pedir algo de comida para llevar. Levantó la mano y llamó a la mesera, pidiendo tiras de filete, dos hamburguesas, otra orden de pollo frito y ensalada de espinacas y pollo asado. Podría necesitar un refrigerio después.
— Joder, hombre, ¿Dónde pones todo eso? —Siwon bromeó— Agrega a la orden pollo frito para Heechul. Mi rayito de sol necesita comer.
Chanyeol hizo lo mismo para su pareja, Baekhyun. El pollo frito parecía ser una gran orden para todos. Siwon ordenó diez órdenes más de pollo frito para la cena de las otras parejas y los guerreros de la casa y tiras de pollo para la cena de Ren, la pareja del centinela Baekho. El hombre estaba totalmente loco por las tiras de pollo. También le llevó una malteada a Ren. Aunque Baekho era en parte propietario del restaurante, aun así le agradaba que pensaran en su pareja cuando cuidaban de los otros.
Jae Suk salió cuando la mesera le entregó la lista de las órdenes para llevar.
— Les gustó el pollo frito, eh —se rió.
— Debes tener a tu nuevo cocinero. Todo está genial. —Chanyeol se limpió la boca y estrechó la mano de Jae Suk.
— Acaba de comenzar hoy. Me alegra ver que está funcionando. Llegó de Jeongseon. Supongo que él está buscando un nuevo comienzo y me alegra que sea aquí. —Jae Suk les dios tres postres. Baekho le había salvado la vida y le había ayudado a renovar la cocina después del fuego, convirtiéndose en socio del negocio de Jae Suk. Baekho insistió que los lobos hambrientos pagaran por sus comidas, pero Jae Suk logró que aceptara que tuvieran postre gratis. E.Den estaba agradecido de eso y trató de no comerse él solo todo el pastel. Después de todo, él era un hombre grande.
— Bueno, caballeros, disfruten el resto de su comida. Estoy deseando ver a las parejas.
— Quizás deberíamos de traerlos en nuestra siguiente visita.- Siwon estrechó la mano de Jae Suk y los dejó comer. Jae Suk sabía que ellos eran were-criaturas. BAekho lo había salvado del ataque de lobos salvajes que habían cambiado justo frente a Jae Suk, atacándolo y casi matándolo.
— Maldición, sigo hambriento —E.Den se quejó. Los ojos de Chanyeol estaban como platos. El Comandante dio un bajo gruñido.
— Inténtalo y te apuñalaré la mano —Chanyeol le advirtió mientras ensartaba el tenedor en otra tira y gimió, mientras masticaba, provocando a E.Den.
— Maldición. —E.Den le habló a la mesera y ordenó un plato de tiras de filete— Dámelo medio cocido y rápido —pidió, su estómago rugió en acuerdo.
¿Quién diablos había ordenado todo ese pollo frito? Rasa apenas podía mantenerlos. Entró otra orden de tiras de filete, las lanzó a la estufa con su sazón secreto y algunas cebollas. Dejó caer otra tanda de pollo en la sartén y un puño de tiras de pollo en la freidora y los sacó y comenzó a acomodarlo en los contenedores para llevar.
Acomodó la ensalada de espinacas con trozos de pollo asado rociando algo de sus especias secretas a la mezcla. Cortó los tomates en rodajas colocándolas encima y le agregó queso azul desmenuzado.
Rasa llevó los contenedores al mostrador cuando estuvieron listos. También dejó el plato con las tiras y vio cómo Hyosung los llevaba a la mesa de los tres grandes hombres. Debió habérselo imaginado. Rasa vio cómo uno de los hombres literalmente se tragaba todo el plato de tiras. ¡Santa mierda!
Hyosung regresó con una bolsa y colocó todos los contenedores, dejándolos junto a la registradora. Bueno, que sorpresa, los grandes hombres pagaron y tomaron las bolsas. Si hombres como ellos venían aquí todo el tiempo, no le extrañaba que Jae Suk tuviera una nueva cocina.
Rasa limpió rápidamente el desorden que había quedado. Limpió la estufa y el mostrador, limpiando el equipo y colocando los platos en el lavavajillas.
Hombre, qué infierno de primer día. Rezaba por poder mantener el ritmo en la cena. Si era como en la comida, entonces Rasa sabía que él estaría agotado para cuando el restaurante cerrara.
— ¿Quieres ir al bar, después de cerrar? —Hyosung le sonrió detrás del mostrador. Mierda. Él no quería tratar con eso. Le diría a ella que era gay para que dejara de abordarle, quizás, pero eso podría causar todo un nuevo grupo de problemas con los que no quería tratar.
— No creo en mezclar lo personal con los negocios. No salgo con compañeros de trabajo. —Eso debería lograr que ella se apartara.
— Lo mantendremos separado. Lo prometo. —Hyosung pasó su lengua por el labio inferior, tratando de hacer su mejor esfuerzo para seducirlo. Rasa se estremeció al pensarlo, no gracias.
— Lo siento, no puedo. Es una regla de vida. —Él estaba mintiendo. Ella no lo sabía. Incluso si él durmiera con el sexo opuesto, Jun le había enseñado una valiosa lección. Mantener tu corazón y tu pene cerrado. Rasa no necesitaba el enredo. Él ni siquiera había estado en la ciudad durante un día entero y ya estaba luchando para que la gente lo dejase en paz.
— Bien. Aquí está la siguiente orden. —Hyosung dejó las hojas de papel en el mostrador frunciendo el ceño. El rechazo tendía a poner a las personas un poco irritables. Él prefería tratar con que estuviera irritable en lugar de caliente.
Rasa tomó la orden y comenzó con las papas.
El ritmo de la cena era brutal. Su pollo frito pareció ser un hit, y hubo muchas órdenes para sus chilis caseros y también para las tiras de filete. Rasa se movía alrededor de la cocina, poniendo pollo en la freidora, friendo en el sartén las tiras de filete, y moviendo el chili. Sacó el pan de maíz ligeramente dorado. Perfecto.
Rasa acababa de dejar otro plato en la ventana cuando notó que uno de los grandes hombres regresaba, pero ahora con dos pequeños hombres con él. ¿Ese tipo siempre estaba con alguien nuevo? Rasa sacudió la cabeza y regresó a sus deberes.
— Hey, Rasa, necesito verte aquí —Jae Suk gritó desde detrás del mostrador.
Justo ahora, genial. Rasa no tenía tiempo para charlar. Él tenía que cocinar. Sacó el pollo y las tiras y las dejó en un plato. Rasa se limpió las manos en el delantal mientras salía de la cocina para ver qué era lo que quería a Jae Suk.
— Quiero presentarte a un amigo. —Jae Suk lo guió hacia el gran hombre.
Bien. Si Jae Suk quería jugar al político, ¿Qué podía Rasa realmente hacer con eso? Diría hola y regresaría su culo a la cocina, qué tanto es.
— Rasa Park, quiero presentarte a Park E.Den . —Jae Suk se apartó para que Rasa pudiera saludarlo.
E.Den miró a Rasa como si fuera un extraterrestre. Sabía que él era un desorden por haber estado cocinando todo el día, pero no estaba tan mal.
E.Den se puso de pie y dejó salir un bajo gruñido. — Mío. —Tomó la mano de Rasa y lo jaló hacia sus brazos.
— Wow, socio. Ya no hago los dos pasos. —Rasa empujó el pecho de E.Den, escapando de sus brazos. ¿Qué infiernos creía ese tipo que estaba haciendo? Miró alrededor para ver quién había notado que un hombre lo abrazaba. Sus ojos se movieron alrededor, pero los otros clientes estaban ocupados comiendo. Gracias a Dios. Él no estaba listo para empacar y huir.
— Pero eres mío. —E.Dem lo miraba desanimado. Rasa no sabía lo que sucedía pero no le gustaba ni un poco. Se apartó del gran hombre.
— No soy de nadie, mucho menos de un hombre. Encantado de conocerte, Park E.Den . —Rasa inclinó la cabeza y regresó a la cocina. ¿Qué infiernos le sucedía a ese tipo?
— ¿Realmente es tu pareja, E.Den? —Jae Suk preguntó rascándose la mandíbula.
— Sí. —E.Den se dejó caer en la silla, con su corazón partido a la mitad. Su pareja no lo quería. ¿Por qué lo rechazó Rasa? ¿No le agradaba a su pareja?
— Está bien, E.Den. Yo también luché al principio. Dale tiempo.- Kibum palmeó la mano de E.Den.
— ¿Lo hiciste? —E.Den sintió una pequeña chispa de esperanza en su interior.
— Si, no quería que nadie supiera que era gay. Tú sabes, mi papá y todo eso. —Kibum bajó la cabeza avergonzado.
— Gracias, Kibum, y tu papá era un idiota, y todos lo sabemos. Mantén tu cabeza en alto. —E.Dem odiaba que Kibum y su hermano Heechul hubieran sido abusados por su maldito padre. Quería desgarrar al hombre enfermo y arrancarle el corazón.
Kibum sonrió y comenzó a comer de nuevo. — Su pollo frito es realmente bueno. Tu pareja es realmente un buen cocinero, así que ahora quizás tengamos comida decente en casa.
— No, las tiras de filete lo son. —Heechul golpeó el hombro de su hermano.
— Correcto, ustedes dos. Necesitan comer. Siwon y Jonghyun pueden comenzar a preocuparse si no regresamos pronto. —E.Den tomó otra cucharada de su puré de papas y lo llevó a su boca mientras veía hacia la cocina en busca de cualquier señal de su pareja. El hombre quitaba el aliento. El vaquero era alto, hermoso, con un hermosamente proporcionado cuerpo.
A él le agradaba especialmente la altura de Rasa. Con E.Den midiendo dos metros, él no quería quebrarse la espalda teniendo que inclinarse todo el tiempo. Él amaba a las pequeñas parejas de los otros guerreros, pero en ocasiones se preguntaba cómo infiernos se manejaban con hombres tan pequeños.
Así que por eso Jong In insistía en que regresara al restaurante. Él podría solo salir y decir: El nuevo cocinero es tu pareja. El Alfa no tenía que ser todo misterioso y clandestino sobre eso.
E.Den podía sentir que su lobo quería a su pareja. Pero tenía la sensación de que iba a pasar momentos difíciles para convencer a Rasa que el destino lo había elegido para que fuera de E.Den.
continuara....