-Supongo que sí. Por mí no hay problema-
-Gracias amigo, eres el mejor-
-No hay de que amigo- Esta última palabra el rubio la dijo sin ganas. Aun así aprovecho para observar al castaño, ese día se veía particularmente sexy y guapo, con su chaqueta de cuero café, una bufanda roja y un gorro rojo, se había colocado una barba blanca falsa, al parecer el moreno quería imitar a santa Claus, un sexy y fornido santa. Aun así lo mejor era su hermosa piel y sus facciones que volvían loco al rubio, esos ojos tan penetrantes típicos de él, para Naruto el cabello de Kiba es el más hermoso de todos los cabellos castaños, y esa presencia esa esencia tan masculina, tan excitante, simplemente volvían loco al rubio.
Kiba comenzó por abrir la larga caja que traía consigo. Grande fue la sorpresa de Naruto al saber que ese trataba, resulto ser un árbol de navidad.
-Vamos Naruto ayúdame- Comenzó a colocar los pies dela árbol en sus respectivos lugares.
El rubio ayudo al castaño a levantar el árbol, en verdad que era grande, Kiba saco cajas con decoración para el árbol, una vez que saco todas y cada una de esas pequeñas cajas que contenían, esferas, moños y luces se dispuso a encender la chimenea del departamento y abrir los ventanales para poder contemplar la nieve caer en el exterior.
-Ya que pasare la noche aquí, celebraremos navidad y lo mejor es que la celebrare contigo- El castaño sonrió al voltear a ver al rubio.
-¿Enserio Kiba?- Una enorme sonrisa de niño precisamente en navidad se formó en Naruto, la sola idea hiso que su día brillara, no lo podía creer. No pudo más y corrió abriendo sus brazos y colgándose en el torso de Kiba en un profundo abrazo, el cual poco después fue correspondido por el moreno.
-Claro, será inolvidable, te lo prometo o dejo de llamarme Kiba Inuzuka- Un profundo sonrojo en el moreno hacia que sus triángulos rojos que llevaba en sus mejillas se perdieran.
Ambos chicos comenzaron a decorar el árbol, primero las luces, mientras lo hacían jugaban y tenían una gran charla llena de sonrisas y risa. Kiba tuvo que subir a una escalera para llegar hasta a parte de arriba, al boletar Naruto pudo ver por la hendidura que se formaba el pecho del moreno, quedo fascinado al ver lo bien que estaba trabajado, era tal como su imaginación se lo había dicho simplemente majestuoso. Aquello encendió los pervertidos sentidos del rubio, pues en lo más bajo de su cuerpo, su miembro respondido a lo que los ojos del chico observaban, así que sin darse cuenta quedo perdido contemplando el paisaje.
-¿Qué tanto miras?- El castaño saco del trance al rubio.
-NADA- el rubio se escondió del lado contrario del árbol. Mientras el castaño mostraba una sonrisa pícara que Naruto no pudo observar.
Siguieron con las esferas, el rubio tenía dificultades, pocas veces lo había hecho. Trataba de concentrase en ello, cuando sintió como el pecho de alguien se juntaba con su espalda y como sus manos eran tomadas por otras y dirigían su acción para poder completar su trabajo. Podía sentir el calor y la respiración de Kiba, su cara estaba a escasos milímetros de su cuello, un profundo sonrojo se apodero del rubio, pero aun así trato de disfrutar de la cercanía.
-Yo te ayudo- Le dijo el castaño al oído, lo que provoco que la piel de Naruto se enchinara.
-Di,,,disculpa, no hago esto muy a menudo- Aquel contacto se había alargado mucho, y no pareciera que ninguno de los dos quisiera romperlo.
Quizá el castaño se había acercado más de lo que incluso él pensaba hacer, pues el rubio podía sentir el contacto uniforme de los dos cuerpos desde la parte mas superior hasta la más baja donde sentía como el cierre del pantalón de Kiba chocaba con su trasero, y daba ligeros pero excitantes roses. El rubio tuvo que hacer uso de todo el auto control que aun conservaba para no perder el control y quedar avergonzado frente a su amigo Kiba.
Finalmente terminaron, les había tomado bastante, pero se sentían orgullos de su trabajo.
-Solo falta la estrella- Naruto sostenía dicha estrella. No puedo decir más, fue testigo en ese momento de la fuerza del Inuzuka al sentir como este lo tomaba de la cintura y lo levantaba hasta la altura de la copa del árbol para colocar dicha estrella. El rubio nuevamente quedo estático.
-Apúrate Naruto- Tuvo que sacar al rubio de su trance, pues aunque era fuerte, el chico al que cargaba estaba algo pesadito.
En un agile movimiento Naruto coloco la estrella. Grande fue su pánico al sentir como Kiba se tambaleaba y paso lo inevitable, terminaron cayendo. Kiba fue el primero en caer de espalda, reacciono de inmediato y abrió sus brazos para atrapar a su compañero, quedando pecho con pecho.
Las miradas de ambos chicos se conectaron, ambos podían sentir la respiración del contrario y sus labios a escasos milímetros de hacer contacto. Una enorme sonrisa se formó en el rostro de Kiba.
-Que hermosos ojos tienes Naruto, podría mirarlos todo el día- Sin pesarlo Kiba mordio su labio inferior con sus enormes colmillos.
-Gracias- Naruto estaba atónito sentía el agarre de las manos de Kiba en su espalda.
El castaño deshizo su agarre para poder liberar al rubio y ambos incorporarse.
-Bien, enciende el árbol Naruto-
El rubio tomo la extensión y la unió con el conector y el árbol se bañó de luces de colores. Naruto estaba fascinado, esta era la primera vez que tenía uno en casa.
-Mira la hora, tenemos que preparar la cena- Kiba tomo más bolsas, dirigiéndose a la cocina.
-Es hermoso como tú- Naruto dijo aquello para sí mismo, no quería que el castaño escuchara el cumplido, aun contemplaba aquel árbol. Finalmente dejo aquella escena para dirigirse a la cocina y mirar como Kiba iba de un estante a otro, preparando cosas.
-Kiba yo te ayudo-
-No, yo preparare la cena para ti.- Incluso se había puesto en delantal, lo cual resulto muy gracioso para Naruto. Jamás se había imaginado un chico tan masculino como Kiba en esas circunstancias.
-Pero quiero ayudar-
-Lo harás, de echo quiero pedirte que me trajeras esto- El castaño le entrego una lista.
-Pero me tomara horas ir por estos artículos ¿Seguro que los necesitas, Kiba?- El rubio no, notaba los planes de Kiba para sacarlo del departamento.
-Absolutamente, por favor Naruto- Kiba puso una cara tierna y termino de convencer al chico.
-Bien iré- Tomo su abrigo y salió del edificio dejando al castaño solo, el cual solo sonreía.
-Perdóname, pero tengo que preparar todo, será perfecto- Continuo con su labor tenía poco tiempo antes de que su acompañante regresara.