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Buscándote en la tierra y en los sueños por Meimei5595

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Notas del fanfic:

Esta historia es sobre un sueño que tuve y que no pude olvidar. 

Busqué esta información en la web solo para aclarar el panorama:

"Onironautica se refiere a la capacidad de viajar dentro de un sueño, por lo general de forma consciente. Un viajero en un sueño puede ser llamado onironauta.

Así que básicamente es una persona que se dedica a explorar el mundo de los sueños, ya sea por diversion o crecimiento personal.

Este podría ser otro término para un soñador lúcido, aunque existen pequeñas diferencias, por ejemplo, un Onironauta puede controlar o interactuar en el sueño de otra persona, ha esto también se le conoce como “telepatía del sueño”, “sueño lúcido telepático” o “sueños telepáticos”. - Hermandad Blanca 

 

Notas del capitulo:

Hace tiempo conocí a unas personas que dicen tener la habilidad de estar despiertos en sus sueños, se hacen llamar Onironautas Dimensionales, los encontré en un grupo de FB y me digeron que publicar esta historia me ayudaría de alguna forma. 


Agradeceré sus comentarios :)

Hace aproximadamente 5 años, en el distrito federal…

 

-Esperen en el carro, no tardamos- Dijo mi mamá, una mujer adulta peliroja de 40 años, baja estatura, pero muy hermosa. Mientras se iba con mi hermana hacia una escuela en donde tenía que hacer su examen de admisión para la universidad, ella es una persona increíble, muy inteligente y hermosa, su cabello rubio hace más linda su sonrisa y sus ojos cafés, ella es 3 años mayor que yo, mide 1.65 cm y es mi persona favorita en el mundo.

 

Yo tengo 15 años, no soy alguien que sobresalga por atractiva, soy una más de las del montón, excepto que soy la más alta de mi clase, y solo soy solicitada por ser cumplida con mis deberes y buena conducta, no soy una nerd pero nunca estoy en la cuerda floja, aunque sea alguien antisocial.

 

- Buena suerte, many. ¡Tú puedes! – Le grité mientras se iban – Van a tardarse, ¿verdad? Qué bueno que estamos en la sombrita, escucharé música un rato- Le dije a mi papá que estaba sentado de piloto en el carro, y yo en el asiento trasero.

 

- Si, hija. – él puso el radio del estéreo y yo me coloqué mis audífonos, escuché un par de canciones y en algún momento me quedé dormida.

 

La música de hace lejana hasta que es reemplazada por voces de una conversación de mi familia tratando de llamar mi atención. Me encuentro en la casa de mis abuelitos, mis familiares están charlando en la mesa y yo estoy sentada en el sillón de la sala. Cuando me aburro de estar ahí, salgo con el pretexto de ir a la tienda.

 

- ¿Y ahora qué hago? – Me digo a mi misma- ¿Qué estaré haciendo aquí? – Es de día, pero no hay ni una persona ni un vehículo, sigo caminando y siento que hay alguien en algún lugar, miro alrededor pero no hay nadie, ya no se ni que iba a hacer -Esta calle es más corta en la vida real, es como si llevara mucho tiempo caminando por aquí – Perdí la noción del tiempo, hasta que sentí que alguien pasaba su brazo izquierdo por mi espalda y me acercaba a su cuerpo con rapidez.

 

-Tranquila, sigue caminando y no mires atrás – Me dijo una chica con firmeza, pero a la vez con cariño cerca de mi oído. Ella era levemente más alta que yo, cuando me abrazó pude apreciar su aroma, era un aroma conocido, aunque no podía encontrar comparación en ningún lugar de mi mente, pero lo sentía en alguna parte de mi ser, por alguna razón se sentía como si ella estuviera despierta al igual que yo, podía sentir calidez en su cercanía, o tal vez era porque tenerla tan imprudentemente cerca de mi rostro me ponía nerviosa.

 

- ¿Qué? ¿Porqué? – Si, obviamente miré hacia atrás con disimulo y vi que alguien nos seguía así que me tensé, ella se acercó de nuevo y por reflejo traté de apartarla con mi brazo derecho detrás de su espalda, pero la sensación me pareció tan real que me quedé en blanco.    

 

– Jaja te dije que no miraras – Susurró en mi oreja y sentí como una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo hasta los pies, la sensación repentina hizo que me aferrará a su cintura, ella al notarlo me sonrió, no pude evitar ponerme más nerviosa y mirar hacia un lado – Jajaja eres muy graciosa, ¿qué haces fuera de tu casa? – Acarició mi cabeza con su frente como si fuera un gatito, comencé a charlar con toda la confianza del mundo, como si la conociera desde siempre.  

 

- Yo…. Estaba dando un paseo – Eso creo – Y, ¿Tú? –  Le pregunté

 

- Te vi pasar y quise saludarte – Me sorprendió, ella... ¿me conoce? La miré y me sonrió como si me contestara, pero yo no lograba reconocerla.  

 

- ¿Y tú cómo te llamas? Es decir, acaso ¿nos conocemos? – En ese momento un chico de cabello negro, unos años mayor que mi hermana y más alto que ella, la agarró su brazo derecho y la detuvo.

 

-¿A dónde crees que vas, eh? – Le dijo

 

- Eso no es de tu incumbencia- Contestó ella con firmeza y soltándose de su agarre.

 

- Lo es, no puedes hacer lo que tú quieras sin el permiso de nuestro líder, mucho menos irte, actuar por tu cuenta e interferir en nuestro trabajo-  Respondió acercándose a nosotras.

 

- Ella no tiene nada que ver, déjala ir a su casa – Me jalo detrás de ella, cuando miré alrededor ya no estábamos en los lares que conocía, era una calle desconocida y la noche había llegado.

 

- No te preocupes, también vendrá – Cuando él dijo eso, sentí cuando ella se tensó, tomó mi mano con rapidez y me jaló con ella para correr, pero cuando avanzamos un par de metros lejos de él, apareció de la nada un carro en nuestro camino, acorralándonos entre el auto y el chico.

 

- ¡Rayos! – Dijo ella y volteamos a ver al chico que se acercó caminando.

 

- Entren al auto ahora – Nos ordenó con una pistola en la mano, yo lo miré y cuando me dispuse a dar un paso firme hacia él, sentí como alguien me detuvo.

 

- Ven, entremos – Dijo ella, cuando me volteé a verla, estaba dentro del auto y yo la seguí acercándome mientras ella me hacía espacio para sentarme a su lado, la puerta se cerró cuando entré y el auto se puso en movimiento, después ella paso su brazo izquierdo detrás de mi cuello y me acercó a su cuerpo – No te preocupes, no te pasará nada, te lo prometo – Dijo a mi oído

 

- Esta bien, estaremos bien – Le dije y la abracé

 

- Perdón, no quería involucrarte – Correspondió a mi abrazo

 

- No te estoy culpando, estoy bien a tu lado – Le dije y sonreí, ella me miró y me devolvió la sonrisa.  Sin embargo, una sensación desagradable invadió mi cuerpo y me tensé.

 

- ¿Qué pasa? – Dijo preocupada y yo me aferré a ella.

 

- Creo que voy a… -  Sentí como una ráfaga de aire frío estalló en mi cara y atravesó mi cuerpo. Desperté con la sensación de que iba a caer desde un edificio de 20 pisos, la luz del sol estaba alumbrando mi rostro, mis audífonos estaban en el suelo del auto y yo estaba recostada a lo largo del sillón, me levanté con un ligero dolor de cabeza.

 

- Yo también me eché un sueñito y aún no llegan, ¿tú crees? – Me dijo mi papá

 

- Si, ya nos alcanzó el sol. ¿Qué hora es? –

 

- Ya es la hora de la comida, ya son las 2 –

 

- Llevan 3 horas, seguro ya no tardan – Me recosté del otro lado donde había sombrita. Traté de regresar a ese sueño, pero ya no lo conciliaba, volví a colocarme los audífonos e intenté recordar cada detalle como si en verdad hubiera sido real, pero los escenarios y la trama abstracta no le daba sentido a una historia de la vida real, por lo menos no de la vida que vivía ahora.

 

“¿Quién será ella? ¿Por qué me siento tan ansiosa? Justo ahora no puedo recordar ni su rostro, ni su voz, solo recuerdo la sensación de su abrazo, quisiera saber ¿Quién es y porque no puedo olvidarla como cualquier sueño? ¿habrá sido real? ¿estará ella en este mundo también? Si es así, ¿Cómo la encontraría?” Pensaba mientras escuchaba música y se me ocurrió escribirle una canción.   

 

Años después, en el año 2016, en el mes de Agosto, una noche cualquiera, en un sueño….

 

- Muy bien mis alumnos, ¿Alguna duda? – Desperté en mi salón de clases, estaba sentada al final de la fila de en medio. Este salón lo había ocupado el semestre pasado.

 

- Mierda, me quedé dormida – Dije para mí misma

 

- Bueno, ya se pueden ir– Dijo mi maestra de patología, sin embargo, se veía con más años encima y también, actualmente ya no era mi maestra. De repente llegó mi maestro de propedéutica, que sí es mi actual maestro.

 

- Chicos, vámonos a corrales en media hora- Dijo mi profesor

 

- Entonces vayan a un receso- Dijo la maestra, y se pusieron a charlar entre ellos

 

- Hay algo mal aquí. Estoy en la universidad, no he tenido recesos desde la primaria. ¡Oigan, esto es una broma, ¿cierto?! – Todos me miraron y salieron por la puerta que estaba al contrario de donde había entrado el maestro - ¡Esperen, idiotas, estamos en el primer piso! – corrí a detenerlos, pero me empujaron, cuando atravesé la puerta estaba en los pastos que están alrededor del comedor. – Pero. ¿Qué rayos pasa aquí? – Volví a ser ignorada. – ¡Ash!, bueno, ya ¿qué? -  Me dirigí al comedor, pero al entrar no era el comedor que conocía, estaba una señora sentada en medio de dos puertas pidiendo credenciales para dejarte pasar, dos chicas enfrente de mí se formaron del lado derecho – Esperen, esto es un sanitario-

 

 - Obvio que sí, genio – Dijo una de ellas con sarcasmo, iba a reclamar, pero alguien me empujó.

 

- Con permiso – Dijo pasando – Si no vas a formarte, quítate porque estorbas.

 

-Sí, niña. Fórmate o sal de aquí – Dijo la señora 

 

- Okey – Me formé detrás de la que me empujó, esperé hasta que fue mi turno y saqué una tarjeta que había en mi… “¿falda? ¿Qué, desde cuando traigo este uniforme? Hace un momento traía la misma ropa de siempre” -

 

- Tu credencial - Pidió la señora, yo le mostré la tarjeta sin siquiera ver si era mi credencial- Adelante- Dijo

 

Al entrar y ver los baños, tan sucios y en horribles condiciones como en la realidad, me fui al último como siempre.

 

– Bueno, al menos este si tiene puerta – Me pareció raro porque no había nadie en ninguno – ¿Oigan, hay alguien aquí? – Esperé hasta escuchar a que alguien respondiera, pero nadie lo hizo así que regresé a la salida y en ese corto camino una puerta de los baños de en medio se cerró

 

- Oye, deja de hablar sola – Dijo una voz de mujer al otro lado de la puerta

 

- Disculpa - “hace un momento no había puertas” pensé, entonces regresé al último baño que estaba en perfectas condiciones y me detuve antes de entrar – Espera, ¡no! Ni siquiera tengo ganas de ir, además este debe ser un sueño, recuerda la primera regla: Nunca vayas al baño en un sueño. ¿Qué rayos estoy haciendo aquí? Mejor me voy. – Cerré la puerta y caminé hacia la salida, una chica iba entrando, ella traía un pantalón de mezclilla azul y una blusa negra de tirantes, su pelo era negro, antes de verla a su rostro bajé la mirada y pase esquivándola, pero me tomo del brazo derecho y me regresó a su lado.

 

- ¿A dónde crees que vas? – Me dijo ella, fue un movimiento tan rápido, me sentí tan liviana porque ni siquiera sentí nada hasta que su aliento chocó con mi rostro.

 

- Yo… voy de salida – Dije muestras me soltaba de su agarre y giré hacia la puerta, pero ella interpuso su mano pegándola en la pared

 

- Tu de aquí no te vas – Dijo mirándome fijamente, no estaba segura si estaba molesta, me estaba poniendo muy nerviosa, temía mirarla a la cara.

 

- jaja mira, la niña que habla sola encontró a su amiguita – Dijeron las niñas que estaban en los baños, mientras pasaban de largo de nosotras. Eso me molestó, estaba a punto de decir algo.

 

- Ignóralas, no valen el esfuerzo – Me dijo ella

 

- ¿Por qué no? – Pregunté, ella acaricio mi mano derecha con la yema de sus dedos y subió hasta mi cintura mientras doblaba su brazo que tenía pegado a la pared y acortaba la distancia entre nosotras pegándose más a mí.

 

- ¿Qué acaso ya no te acuerdas de mí? – Dijo susurrando a mi oreja

 

Su cercanía se me hizo tan familiar que sin pensarlo más la abracé y ella me correspondió apretándome más, ese abrazo era como el de aquella vez, su cuello tenía ese mismo aroma, sus manos despertaron cada parte de mi ser con una corriente eléctrica que se sintió como un balde de agua fría, era el abrazo que estaba buscando, podía sentir sus latidos en mi pecho. Era real, me separé para mirarla con gran felicidad.

 

-Eres tú, no puedo creer que seas tú. – Volví a abrazarla, ella me cargo y me dio vueltas, cuando me regresó nos miramos, sentí que estaba como en un espejo, ella estaba tan feliz como yo, podía verme a través de ella, sentía lo mismo que yo, acaricié su rostro – ¿eres real? Es decir, esto es un sueño, pero tu estas despierta, estás aquí conmigo, ¿cierto? – Sostuvo mí mano en su mejilla y la besó – Te extrañé – Un sentimiento de culpa me apuñaló y comencé a llorar – Yo, no sabía que había pasado aquella vez, no sabía si había sido un sueño o si tu existías realmente, he pasado por más cosas, cosas que también tienen que ver con… -Ella puso su dedo índice en mis labios

 

- Shhh!! Tranquila, ya estás aquí, al fin pude volver a verte – Acarició mi rostro y acomodó mi cabello, su voz no era ni aguda ni grave, estaba en un equilibrio suave y firme que podía calmarme – Estaba segura que en algún momento volvería a verte y esta vez no te dejaría ir. –

 

-Pero, este es solo un sueño, cuando llegue la hora de despertar tendré que irme…-

 

- Te dije que no te iba a dejar ir – Me interrumpió

 

- Pero… -

 

- Tú confía en mí, ¿de acuerdo? – La miré a los ojos, y asentí – Bien, entonces, vámonos- Tomo mi mano

 

- Espera, algo no anda bien –

 

- ¿Por qué? ¿Qué pasa? –  Volteó preocupada sin soltarme

 

De repente la sensación de que la hora de despertar se acercaba apareció, era como sentir ansiedad, como sentir que algo malo estaba por ocurrir. “¿Qué hago? Pronto tendré que irme. ¿Y si no la vuelvo a ver nunca más? No puedo empezar algo con ella, ni siquiera he terminado lo que comencé. No puedo”. Ella me miraba preocupada, sin entender porque estaba entrando en pánico, entonces pensé “Al diablo”, la tomé por el cuello con ambas manos y la jalé hacia mí mientras me levantaba de puntitas para besarla, era la primera vez que hacía algo así pero mi temor a no verla nunca más me dio el valor de hacerlo, ella me abrazó por la cintura y me correspondió, puse mis manos en sus hombros, el beso fue suave, lento, superficial, corto, como un genuino primer beso.

 

- Lo siento, tengo que irme. Tengo que despertar – la abracé y lloré – No sé si vuelva a verte otra vez. Ni siquiera sé… - Ella me tomó del rostro y me besó, ese beso era todo lo contrario al anterior, era agresivo, fuerte, profundo, largo, me empujó hasta la pared, cuando perdí el aliento caímos al piso, yo seguía sujetándola fuertemente de la cintura. Nos separamos para mirarnos, y recuperar el aliento, ella me acarició desde la rodilla hasta la cintura, su mano ya no me electrificaba, me quemaba lentamente. 

 

- No quiero dejarte ir – Dijo susurrando en mi oído

 

- Yo tampoco – Respondí e inmediatamente mi boca fue atrapada por otro beso corto, se separó y me quitó el suéter y el chaleco de un solo tirón, volvió a besarme y yo volví a abrazarla con fuerza, ella comenzó a desabrochar los botones de mi camisa sin dejar de besarme. De repente, cuando solté su cintura mi mano se estrelló contra algo sólido y frío, pensé que era el piso de los baños, pero la mano me empezó a punzar de dolor así que traté de moverla hacia otro lugar para recargarme hasta que caí en cuenta que el dolor no provenía de este sueño, el miedo de despertar fue tan rápido que ni siquiera pude despedirme, aferrarme o preguntarle su nombre, al abrir los ojos solo pude ver una cegadora luz y cuando visualicé formas logré ver mi habitación. Mi mano estaba tocando la fría madera de mi cajonera blanca, seguramente me golpeé contra ella mientras dormía y por eso desperté. Segundos después sonó mi alarma.

 

- ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! , ¿Ahora qué hago? Perdí la hoja donde había escrito esa canción, ¡Rayos, ¿Por qué?! Ahora ¿Qué hago? – Me oculté dentro de mis cobijas y recordé cuando la abracé, me sentía como si estuviera enamorada. -Bueno, si es real y estamos en el mismo mundo y pudimos encontrarnos en los sueños, entonces probablemente podremos encontrarnos en la vida. Tal vez suceda, tal vez no, pero fue algo realmente maravilloso el soñar con alguien así.

 

No sé si ella estará buscándome o esperándome en algún lugar de este mundo, así como yo, no sé si escribir esto cuenta como buscarla, ¿leerá algún día esta historia y me reconocerá? o la invadirán las dudas, como yo al despertar y seguirá su vida, ¿me buscará o esperará a que yo la encuentre? ¿escuchará mi canción y sabrá que es para ella?  Me doy cuenta de que mis preguntas no tienen sentido, pero mis sentimientos sí, es por eso que solo haré lo que tenga que hacer y pasará lo que tenga que pasar. Hay que seguir, creer y avanzar, así es como ocurren los milagros. Sin buscar ni esperar, solo dejar que ocurran y abrir los ojos y el corazón.”

 

Fin

Notas finales:

Espero poder publicar la canción en un futuro no lejano.

Gracias por leer 

 


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