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El Comienzo por Meimei5595

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Mientras tanto, en otro mundo había una niña llamada Celeste Alexa. Ella era una niña de cabello negro ondulado, ojos azules, complexión delgada, y baja estatura. Su madre era una joven de 17 años cuando se embarazó de Alexa, su pelo era castaño y sus ojos cafés, debido a que sus padres fueron asesinados, desde bebé quedó al cuidado de la iglesia central donde se convirtió en monja. Un día salió de noche a comprar pan y se encontró con una figura masculina que la atrajo a un callejón oscuro donde fue violada, cuando regreso a la iglesia fue castigada por desobedecer la orden de no salir durante la noche. Tiempo después, descubrió que había quedado embarazada, la iglesia ordenó su expulsión, pero el Padre le consiguió una casa y un trabajo de costurera. Cuando Alexa nació, su pelo negro y ojos de color la marginaron del pueblo, principalmente, los ojos de color eran asociados con la brujería y el color de cabello a maldiciones de demonios, cuando su madre presenció como una sombra oscura asechaba a su bebé, le pidió ayuda a la iglesia, quien mandó monjas a bautizarla, construyeron una caja bendita donde debía ser encerrada todo el día, cada día de su cumpleaños para evitar que la oscuridad fuera llamada.


Un día antes de su sexto cumpleaños, sus nuevos compañeros de clase encerraron a Alexa en el baño de la escuela al terminar las lecciones y la dejaron ahí toda la noche, sabiendo que al día siguiente nadie llegaría e ignorando la fecha del día siguiente.   


- ¡Ábranme! ¡Ábranme, por favor! – Pidió, pero después de un largo silencio de varias horas entendió que nadie vendría. Buscó otra manera de salir, pero las ventanas eran demasiado altas para ella así que se quedó en el frío suelo, esperando hasta que se quedó dormida.


Cuando el día llegó a su fin, el vigilante de la escuela estaba revisando los últimos lugares que faltaban y en el baño encontró a una pequeña niña dormida sobre su suéter. Aprovechándose de la oscuridad, la soledad y la inocencia de la niña, cerró la puerta tras de sí y se aproximó a ella con depravadas intenciones. 


- ¿Qué hace una pequeña niña sola, durmiendo en un sitio como este? – Apuntó su linterna hacia ella para verla a detalle – ¡Ja! Pero si es la hija bastarda de esa basura, supongo que entonces a nadie le importara – Se inclinó frente a ella y comenzó a jalar su falda, haciendo que despertara.  


- ¿Qué?, ¡Espere, NO! – Gritó Alexa cuando el hombre mayor trató de forcejear con ella - ¡Suélteme, por favor! – Replicó y recibió una fuerte bofetada.


- ¡CALLATÉ! Tú eres una escoria de la sociedad, nadie te quiere, así que más te vale que cierres la boca y no te portes mal o esto será mucho peor ¿Entendiste? -Amenazó – Además, esto es lo que pasa cuando desobedeces las ordenes, salir de noche está prohibido, no cabe duda que eres igual de estúpida que tu madre. – Sonrió malvadamente – Esta noche serás mía -Dijo echándose a reír


- ¡No, por favor! Tenga piedad, quiero ir a casa, yo no quería estar aquí – Recibió otra bofetada y haciéndola llorar con resignación.


- Te dije que te callaras, bruja – Jaló de su camiseta con furia, arrancando 3 de sus botones, pero antes de que algo más pasara, una sombra tomo forma en la oscuridad y lanzó al hombre hacía un espejo dejándolo inconsciente. Inmediatamente ella se cubrió aterrorizada, y un rayo iluminó el baño fugazmente, de repente la puerta se abrió sola y el hombre comenzó a moverse, así que corrió hacia la puerta y salió del lugar sin mirar atrás.


Afuera estaba lloviendo, trató de correr, pero en su desesperación por llegar a su casa, se resbaló, golpeándose la cabeza y quedando inconsciente, tendida en medio de la calle, muy cerca de su casa. Cuando despertó muchas personas presenciaron su cuerpo maltratado, apuntando su condición como marcas del demonio. Al llegar a casa, buscó a su madre, pero ella no estaba, así que se dio una ducha, cambió sus ropas y se recostó para descansar unos minutos hasta que llegó su madre despertándola para regañarla y castigándola en la caja. Esa misma noche, cuando su madre se disponía a dormir, escuchó ruidos provenientes de la habitación de su hija y fue a revisar encontrándose con una sombra que estaba abriendo la puerta de la caja, al ver esto gritó horrorizada y culpó a su hija de haber dejado entrar al demonio así que después de esa noche le prohibió estar en su casa durante la noche.


- Mami, por favor déjame entrar. – Pidió Alexa desde la puerta en el siguiente atardecer


- No pasaras las noches aquí nunca más, busca asilo en la oscuridad – Le dijo su madre y se fue sin más.


Cuando Alexa se dio cuenta que su madre hablaba en serio, pasó las primeras noches dormida afuera de la puerta de su casa hasta que una noche, buscó comida en el pueblo debido a que el hambre no la dejaba dormir, fue entonces cuando un hombre del pueblo la persiguió, molesto por no respetar las reglas de la iglesia, la acorraló en un callejón y la empujó al suelo para patearla.


- Deja de pasearte como si nada durante la noche, demonio. Me fastidia verte – Le dijo el hombre mientras la pateaba


- Ya, ya, basta, por favor. No lo volveré a hacer. – Dijo ella tratando de cubrirse inútilmente


- Ahh, no. No te salvarás de esta lección. Vas a pagar por tus ofensas, maldito dem… AHH! – Gritó el hombre antes de Mi Salvador le arrancara la cabeza. 


- Basura humana – Dijo Mi Salvador lanzando su cabeza a los botes de basura y mirando hacia Alexa - ¿Qué haces ahí tirada? –


- ¿Quién eres tú? – Pregunto tratando de incorporarse


 - Soy el demonio al que tanto temen todos, todos menos tú. Dime, ¿Por qué no me temes? ¿Crees que te estoy salvando? –


-No – Dijo en un suspiro – Ya no tengo nada que perder, es mi culpa por estar aquí, es mi culpa por estar viva, lo siento. – Bajó la cabeza resignada


- Tienes razón, es tu culpa y también de tu madre. Ella me quitó a mi hija, así que es justo que yo le quite a la suya, además, tu madre debe ser torturada hasta la muerte frente a su gente. –


- No, por favor. A mi mami no le hagas nada, por favor. Me iré contigo y haré lo que me pidas, pero deja a mi mami en paz, ella no ha hecho nada. ¡Por favor! – Rogó arrodillada.


 - Levántate o las mataré a ambas – Gruñó furioso y ella lo obedeció de inmediato- Vendrás conmigo durante las noches y pagarás la deuda que tú y tu madre tienen conmigo, si te rehúsas a realizar algún trabajo, asesinaré a tu madre y lo haré también si fallas o mueres. – La amenazó – Sígueme -


Desde esa noche, Alexa fue entrenada por Aini, un demonio al servicio de Mi Salvador durante año y medio. Después de eso, fue obligada a realizar los mandamientos de su dueño por dos años más hasta cierta noche.


“Busca al Padre de la Iglesia central y mátalo. Quiero su cabeza.”


- ¿Matar? Dios, no, por favor. No puedo matar a alguien. – Habló para sí misma preocupada. – Pero si no lo mato, matarán a mi mamá. Dios, no, ¿Por qué? – Lloró resignada y se dispuso a buscar al Padre. Lo interceptó cuando regresaba del pueblo a la iglesia antes del anochecer.


- Alexa, ¿Qué haces aquí a estas horas? Vuelve a casa con tu madre, la preocuparás- Dijo el Padre


- Perdóneme, por favor, Padre. No tengo otra opción. – Amarró sus brazos, piernas y cubrió su boca para después arrastrarlo hacia el bosque. Sin embargo, cuando trataba de jalarlo, una de las monjas presenció el acto desde la ventana y alertó a los vigilantes que el demonio se había llevado al Padre para que fueran a rescatarlo. Alexa sabía que el tiempo se le acaba, pero no quería hacerlo, así que pensó en matarlo rápido para que no sufriera y pudiera terminar con eso de una vez, fue entonces cuando sacó un enorme cuchillo. – Lo siento, de verdad lo siento. – Dijo corriendo hacia él y clavándolo en su abdomen – Perdóneme, perdóneme. Dios, perdóname. -pedía llorando, arrepentida de lo que acababa de hacer. Sin percatarse que los vigilantes llegaron, al ver la escena, uno de ellos la tomó del brazo y la aventó a la pared.


- Maldito, Demonio. ¡Ya déjanos en paz! – Gritó y le enterró una espada en el abdomen, atravesándola y dejándola ahí. Después acompañó a los demás para ayudarlos a llevar al Padre a un hospital. Alexa cayó arrodillada al suelo y por desesperación se empujó a la pared para intentar sacarse la espada, hasta que lo logró, se levantó, trató de caminar, presionando su abdomen para detener la hemorragia y pidiendo ayuda, sin embargo, nadie la ayudo y todos los que la veían desde sus casas le aventaban basura llamándola “Bruja o Demonio”.


-Por favor, ayúdenme. Si muero, la matará – Lloró débilmente – Mami, perdóname, no pude salvarte, solo te he causado problemas. Lo siento, pero ya estoy cansada. – Perdió el conocimiento y cayó al suelo. Un momento después apareció una sombra que la cargó en brazos, hechizó su cabello y lo hizo color castaño para después llevarla al hospital y sin que nadie lo notara, la dejó en la puerta para que la atendieran.


Alexa fue atendida casi de inmediato, nadie se percató de quien se trataba así que la trataron urgentemente. Durante la operación, se encargaron de las hemorragias internas y los órganos perforados, pero al finalizar con el procedimiento, el corazón de Alexa se detuvo y no respondió a estímulos por el tiempo suficiente para que los médicos la dieran por muerta y la dejaran sola, tendida en esa cama hasta que el encargado llegara por ella. Sin embargo, en ese momento, una luz emergió de su interior y después desapareció por más de media hora, dejando la sala a merced de la oscuridad. De repente, el foco del quirófano regreso y consigo, el corazón de Alexa retomó su vitalidad débilmente, pero lo suficiente para regresarle la vida. Cuando el encargado de reconocer los cuerpos y deshacerse de ellos llegó, notificó que la paciente aún seguía con vida, así que la dejaron internada en el hospital, mientras que se encargaban de investigar quien era su familia, pero al parecer nadie había perdido a una niña en los últimos días, fue entonces que decidieron esperar hasta que despertara para seguir con la investigación. 5 meces después, ella despertó con el vivo recuerdo del sueño que tuvo después de perder el conocimiento en la calle, cuando los doctores entraron para revisarla y hacerle preguntas, de la nada su pelo volvió a su color natural, los presentes quedaron impactados y antes de que intentaran hacerle algo, ella se despojó de las ataduras médicas y salió corriendo como si nada hasta que llegó a su casa.


- Mamá, por favor déjame pasar. – Tocó a su puerta, pero descubrió que su puerta estaba abierta. – No, por favor no. ¡Mamá! – Gritó asustada y corrió en su búsqueda hasta que la encontró debajo de la cama, no paraba de templar, su aspecto revelaba su falta de higiene y poca alimentación, sus ojos no enfocaban nada y no dejaba de susurrar algo. – ¿Mamá? – Intentó llamar su atención


- ¡LARGO!, ¡Vete de aquí, demonio! Tú no eres mi hija. Mi hija está muerta, ¡MUERTA! – Gritó cubriendo su rostro con miedo


- Mamá, eso no es cierto. No estoy muerta –


- NO, ALEJATE DE MI, DEMONIO – Comenzó a lanzar patadas hasta levantar la cama y empujarla hacia Alexa para alejarla.  Ella no pudo más así que rompió en llanto y se echó a correr hasta que se agotó, su cuerpo regresó al suelo por varias horas hasta que alguien interrumpió su soledad, más no su dolor.


- ¿Otra vez estás pidiendo consejo al suelo? Creí que al menos después de todo este tiempo ya tendrías suficiente fuerza para hacerle frente a tus responsabilidades. Por cosas como esta, tu madre está como está. – Digo su jefe.


- ¡Tú! ¿Qué le hiciste a mi mamá? – Preguntó molesta sin mirarlo


- Te advertí que la mataría si fallabas o morías. Claro que, no moriste y al menos lograste que el idiota quedará indispuesto de sus obligaciones por este tiempo así que quise darte al menos una lección y darle un susto traumático a tu madre. Ella solo cree que su hija está muerta y que tú eres un demonio que poseyó su cuerpo. –


- Regrésame a mi mamá, haré lo que me pidas, pero regrésamela –


- Eso ya me lo habías dicho antes –


- Esta vez, no fallaré – Dijo poniéndose de pie y mirándolo con seguridad


- De acuerdo, te daré otra oportunidad solo porque hoy es tu cumpleaños –Giró alejándose – Tienes antes de que termine el año, ya sabes lo que pasará si fallas – Dijo y desapareció.


- Así que por eso desperté – Dijo para sí misma


Alexa regresó al hospital un mes después en la víspera de navidad, aprovechándose de la oscuridad de la noche y del cansancio de los doctores, se escabullo con sigilo al cuarto del Padre y colocando un potente anestésico lo hizo quedar profundamente inconsciente, tomó una sierra que había en el hospital de instrumental y lo decapito con rapidez para salir inmediatamente de ahí sin ser vista, esa misma noche le entregó la cabeza al demonio y este le dijo que le daría unos días libres hasta después de fin del año para regresarle a su madre. Pasando esas fechas, su madre cayó en un sueño profundo que duró dos meses así que se dedicó a cuidarla, el 25 de febrero, ella despertó como si no le hubiera pasado nada, por lo tanto, su castigo de no volver a casa durante la noche seguía en pie y el demonio no volvió a pedirle ayuda. Las cosas siguieron así por 6 meses más hasta que un día antes de regresar a su último año de primaria, el destino dio un giro a la historia. 


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