Sebastian no salía del shock por el cual pasaba en esos momentos su señor lucifer lo tenía agarrado de los hombros para que este no se desplomara al suelo, sus lágrimas salían al recodar todo desde el segundo más feliz de su maldita vida hasta el dolor más grande de esta.
------flash back 4 meses antes-------
Sebastian estaba nervioso frente la puerta de su habitación, sus manos temblaban mientras su cuerpo sudaba frio ya que del otro lado escuchaba los gritos y alaridos de su amado ángel dando a luz a su primer hijo o hija el cual lo hacía estremecerse de emoción pero a la misma vez de angustia por lo que pasaría, una hora y nada el pobre demonio casi tenía un zanjo marcado en el pasillo de los nervios cuando escucho una risa familiar, alucard estaba a su lado sosteniendo a su pequeño retoño.
-se cómo se sientes estos momentos de nervios, pero descuida maya estará bien es fuerte- sebastian lo miro con una sonrisa para parar unos momentos mirando la soledad en la mirada de su amigo pero a la misma vez un brillo de esperanza.
-como fue con Sesshomaru?- alucard soltó una carcajada para mecer un poco a su hijo el cual estaba despertando un poco de su siesta en los brazos fuertes y cálidos de su padre.
-bueno con Sesshomaru todo es dulzor y cariño hasta que se molestaba- el brillo en los ojos de alucard se prendió de nuevo al recordar a su amado en ese momento del parto- cuando estuvo teniendo a nuestra primera hija yo lo asistí acompañándolo y me gritaba que me rebanaría en pedazos con sus látigos una vez terminara- se rio recordando como su hermoso ángel lo miraba retadoramente- al sostenerle la mano me quebró tres dedos y me desmonto el hombro de la fuerza que tenía, cuando termino lloro de felicidad mientras tenía la más hermosa sonrisa que pude haber visto en mi vida- sebastian sonrió al ver la felicidad en el rosto de su amigo- y cumplió su promesa apenas cargo a nuestra hija en brazos y la amamanto me persiguió durante horas para cortarme, obviamente solo la piel pero el veneno dolía hasta me entumeció dejándome completamente inmóvil y después me monto por horas fuel el mejor sexo que tuve en décadas al verlo montarme de esa manera a mí.
Ambos demonios hablaban amenamente contando algunas anécdotas más que todo a sebastian le encantaba escuchar a su hermano ya que podía ver como la soledad amarga que la pérdida de su pareja le causaba se fuera aunque sea por unos instantes y revivirle las esperanzas que pronto volvería a estar con ese ángel para que nunca más se volvieran a separar, aunque fuera casi imposible, aunque tuvieran que derramar su sangre y luchar hasta sus últimas fuerzas solo por traer de nuevo a las parejas de sus hermanos lo aria ya que era su deber.
Luego de unos minutos sebastian pudo apreciar un llanto de un recién nacido, pero los gritos de su pareja no cesaban y luego de otros minutos largos se escuchó otro llanto más lo cual hizo que su corazón se acelerara, su sonrisa se ensancho para entrar sin esperar que lo llamaran, en ese momento vio a su amado cansado respirando agitadamente pero con una sonrisa grande la cual hacia lucir su hermoso rostro aún más hermoso, se acercó a este para darle un beso apasionado en sus labios siendo bien recibido por el cansado y algo adolorido ángel, luego una demoneza parecida a una niña con tremenda fuerza ya que cargaba a dos bultitos en sus brazos, su cabello era violeta tenia orejas y colas de gato, con un hermoso vestido negro que realzaba sus ojos rojos y su piel blanca, sebastian tomo a sus hijos para acomodarlos en la cama junto a su amado, sus pequeños de cabellos negros y ojos rojos, de alitas mistas y piel blanca los cuales sonreían hermosamente.
-son preciosos mi amor idénticos a ti- alago el demonio para besar la frente de su pareja quien sonrió para darle un casto beso en los labios a su demonio.
-vasta de halagos maldito demonio pervertido que son idénticos a ti incluso en la sonrisa- susurro el agotado ángel antes de quedar rendido abrazando a sus pequeños los cuales también quedaron noqueados del cansancio ese día fue el mejor para nuestro pervertido demonio al fin en sus milenios vivo tenía sentido su vida.
------presente 4 horas antes------
Lucifer llamo a sebastian para una misión la cual era importante tenía que retrasar a el creador de todo para el poner el escudo en cada hijo y cada hibrido que podría utilizar en su contra, sebastian llego a la oficina de lucifer donde este lo miraba con dolor.
-siento separarte de tu familia más en estos momentos pero te necesito- sebastian se sintió alagado por las palabras de su señor para sentir su pecho lleno de orgullo.
-lo que usted necesite mi señor yo se lo daré no se preocupe, mi deber es servirle para eso fui creado y para eso vivo mi señor- lucifer sonrió para mostrarle un cueva con la forma de una serpiente donde el carservero de sebastian lo resguardaba.
-ese sello es el del basilisco y si este revive devorara a toda alma que se encuentre en el mundo- sebastian sin más hizo una reverencia para ir a despedirse de su amor y cumplir con su misión, al entrar a la habitación escucho carcajadas para encontrarse con la mejor escena de su vida su hermosa pareja comiéndose a besos a sus gemelitos los cuales morían de risa agarrando los cabellos de su madre.
-que haces ahí de pie maldito demonio pervertido ven aquí- ordeno cierto ángel juguetonamente mientras seguía jugando con sus amores, sebastian se acercó a la orilla de la cama para sonreír y acariciar lentamente el centro de la espalda de su amado sacándole un ronroneo.
-iré a una misión volveré pronto amores míos- maya se levantó algo angustiado para abrazar posesivamente a su amado.
-entonces iré con tigo- susurro con un tierno puchero mientras sebastian acariciaba sus cabellos.
-quédate además tienes que cuidar a nuestros cachorros- tomo las mejillas de su amado para darle un sonoro beso- volveré pronto- se separó de su amado para marcharse al mundo humano.
Al llegar al lugar vio a su carservero herido pero al mismo tiempo gruñendo hacia su dirección, reacciono rápidamente deteniendo el ataque para ver a Sesshomaru atacándolo con una espada mientras sus ojos parecían apagados y su rostro sin vida como un muñeco.
-sesshomaru despierta alucard te necesita- el ángel ni se inmuto pero se escuchó una diabólica risa por todo el lugar.
-vaya vaya que tenemos aquí un cachorro perdido y tu amo- reconoció esa voz de inmediato pero no podía detectar al maldito responsable de ella.
-deja de ocultarte maldito y suéltalos de tu control- ordeno el demonio ferozmente para recibir una carcajada de parte de su enemigo.
-si los quieren devuelta ya saben que hacer y con lo de aparecer te concederé tu deseo- en un instante sintió una presencia en su espalda y un ataque inminente el cual no podía evadir, pero nunca llego miro hacia atrás para ver a su ángel con la espada de su creador incrustada en su pecho del cual brotaba sangre al igual que su boca.
-Maya!!!...por….que….???-Sesshomaru se alejó dejando que sebastian se girara para socorrer a su amor pero una pared de cristal se lo impidió creada de su amado.
-cuídalos- susurro escupiendo un poco de sangre la cual mancho la pare, sebastian iba a protestas pero unas cadenas lo jalaron a la tierra y cuando se dio cuenta estaba en el infierno, quería a regresar pero fue sostenido por su señor, forcejeo para liberarse pero no podía hasta que logro calmarse.
-vasta se lo llevaron no podemos hacer nada- sebastian paro en seco para quedar en shock viendo un punto fijo tratando de creer que no era real y que su pareja estaba en su habitación esperándolo con su hermosa sonrisa para en la noche tener un noche de pasión desenfrenada como siempre, pero al llegar a esta la encontró vacía y fría sin su luz, con todo el odio en su corazón en ese mismo momento soltó un grito de dolor jurando por su vida que traería a su amado a casa y ese maldito ser sufriría la peor de las torturas.