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27. Xero (03) por dayanstyle

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Notas del capitulo:

...

Xero lo iba a sacar de su mente con ganas. Había estado encantado con el ser humano desde que había puesto sus ojos en él. Jenissi era luchador, sexy, compacto, y lo estaba volviendo loco. Especialmente su pequeña y sucia boca. Le hacía pasar a Xero un gran tiempo.

 

Jenissi se tensó por un momento y luego una lenta sonrisa cruzó sus seductores labios. —No me asustas, Xero. Puedo manejarlo, creo. Espero hacerlo. Si no es así, estoy seguro como la mierda que me voy a divertir intentándolo.

 

Jenissi no dejaba de sorprender a Xero. Permaneció con el rostro estoico negándose a permitir que el humano viera lo mucho que realmente lo estaba afectando. —Sácalo de tu cabeza. Nunca va a suceder entre nosotros. —Lanzó a Jenissi, mientras cada terminación nerviosa gritaba para llevar al hombre a su apartamento y joderlo hasta que ninguno de los dos pudiera caminar bien.

 

Jenissi miro hacia arriba a Xero mientras se ponía de pie. —Te voy a tener, Xero, así sea la última cosa que haga. Vas a estar en mi cama, muchacho, —le dijo cuando estaba a la altura de sus pantorrillas. Se puso de pie, se alejó y cerró la puerta del apartamento de Ryu detrás de él.

 

El humano lo sacaba de casillas. Xero se quedó mirando la puerta del apartamento por un momento antes de correr arriba por las escaleras hacia su apartamento, preguntándose qué iba a hacer con Jenissi. No es que no lo quisiera. Infiernos, se moría de ganas de joderlo hasta la próxima semana. Pero había visto a Jeonghan y a Ryu siendo utilizados en contra de sus compañeros.

 

Jenissi no era su pareja. No había manera de que lo fuera. Era un humano, después de todo. ¿El destino acoplaría a un demonio con un humano? Xero negó con la cabeza ante sus pensamientos errantes. Sabía una cosa segura, sin embargo, se volvería loco si alguien trataba de usar al humano en su contra.

 

 

 

Los enemigos de los guerreros no se detendrían ante la posibilidad de dañar o matar. Xero no podía entender por la vida como Joshua dejaba que Jeonghan trabajara en un lugar público. ¿Y ahora Jenissi también trabajaría allí? No estaba bien en lo absoluto.

 

Xero se dio una ducha y luego se dirigió al apartamento de Him Chan. Tomó asiento al escuchar al líder decirles sobre el tipo muerto que había sido encontrado en el Río Negro. No tenía idea de quién era el tipo, pero podía ver los labios de Jin apretados. —El hombre era alguien que frecuentaba el Club Diablo’s.

 

—¿Lo conocías? —Se inclinó y le susurró a Jin. El guerrero hizo un breve gesto.

 

Xero lo dejó solo por ahora. Harían una reunión después sobre quien era la víctima. Su mente volvió a Jenissi. Es cierto, había sido sorprendido por Jenissi cuando había puesto la caja de condones en su mano. Estaban en el cajón de la cómoda de su habitación ahora mismo. No es que los necesitara. Los Guerreros Demonios no podían contagiar o contagiarse de enfermedades humanas. Estaban allí más como un recuerdo.

 

Se quedó allí sentado recordando visiones al azar de Jenissi que jugaban en su mente. Xero podía sentir su polla cada vez más dura por las imágenes mentales. Se recordó sentado en el apartamento de Jin quien estaba perdido en el sueño loco de estar enamorado de su compañero. Ahora Xero sabía cómo Jin se había sentido. Pero no estaba detrás de Jenissi con su nariz bien abierta, no como Jin había estado.

 

Xero miró a Him Chan cuando el líder comenzó a hablar de nuevo.

— He estado trabajando con Hoya. Por lo que hemos encontrado, el hombre que murió estaba trabajando para Lee Soo Man. Pare que no le gusta pagar a quienes terminan sus trabajos. Mata a su personal aunque el contrato este fuera de lugar. El troll luchó por mantener el misterio del hombre muerto lejos de Río Negro y pagó el precio más alto.

 

Jin tomó la palabra. —No era un hombre misterioso.

 

—¿Lo conocías? —Preguntó el líder y su atención se centró por completo en el guerrero.

 

—No lo conocía personalmente, pero él se me acercó un par de veces en el Diablo’s. Incluso lo llevé a una de las habitaciones de atrás, —dijo Jin. Xero escuchaba la forma resentida en la que Jin estaba hablando, como si fuera el culpable. Las chispas de ira prácticamente se disparaban de los ojos del hombre.

 

—Lamento escuchar eso, Jin. —Him Chan asintió con la cabeza hacia el guerrero y luego se volvió hacia el resto del grupo—. El intento de Soo Man de usar el río para liberar a los que están encerrados en las celdas de detención, me dice que está cerca de desbloquear el cristal que robó del Banco, si tuviera la oportunidad de usar el río. Tenemos que saber dónde está y recuperar el cristal antes que las criaturas encerradas se escapen del Inframundo.

 

—¿Cómo lo encontraste? —Ravi, otro Guerrero Demonio, preguntó—. Hemos estado buscándolo en todos los lugares conocidos y desconocidos frecuentados por pocos.

 

—Tengo a un guardián trabajando en la solución a nuestro problema.

—Him Chan se acercó al bar, recogiendo el  periódico—. Y  como de costumbre, la noticia fue historia de primera plana.

 

—No entiendo cómo Kim Goo sabe esas cosas. No podría estar pendiente de cada suceso a cada segundo del día, —dijo Xero.

 

—Estoy de acuerdo. Hay algo más del hombre que no sabemos. Simplemente no he descubierto qué, aún. —Him Chan comenzó a echarle un vistazo al periódico, al Diario Demonio.

 

Era molesto saber que alguien los vigilaba. Eran Guerreros, capaces de utilizar poderes y luchar con más fuerza que cualquier otro, de ayudar a los ciudadanos de la Ciudad Serenity con su vida cotidiana, y la mayoría de veces salvarlos de que sus almas les fueran robadas. Eran un grupo de élite.

¿Entonces por qué estaban sentados aquí en una colectiva reunión?

 

Tenía que haber una manera de averiar sobre el caos que estallaba en toda la ciudad. Xero sabía a ciencia cierta que todos los guerreros solamente estaban enojados como el infierno porque Soo Man tenía el cristal y el único que tenía la capacidad de abrir las celdas —además del portero—, y por todos los extraños sucesos que estaban ocurriendo.

 

Se sentía como en los viejos tiempos, antes de que el portero se hiciera juez y guardián, y cuando los criminales causaban estragos y caos en toda la ciudad. Los Guerreros Demonios nacieron por los tiempos oscuros, por la necesidad de que los chicos malos fueran controlados. No estaba tan mal como entonces, pero si seguían sin tener idea de lo que sucedía, lo estaría.

 

—Una cosa más antes de ir. —Him Chan llenó su vaso de whisky,  una de sus bebidas favoritas, tomando un sorbo antes de continuar—. Jong In, el Alfa de los lobos Timber, me llamó a sus tierras. Dijo que los seres humanos se estaban perdiendo. La razón por la que piensa que los demonios lo tienen es porque fue testigo de cómo un ser humano era secuestrado y llevado a través de un portal.

 

—¿Cómo? —Ravi saltó, como si tuviera el culo incendiado—. Solo los guerreros pueden usar las sombras.

 

—Debió de haber usado el Río Negro para llegar al 'Reino Humano' y luego entrar. Y utilizar ese mismo portal para volver aquí, si es aquí donde está el humano.

 

—Pero no hemos visto nada raro, —intervino Xero—. No una explosión de visitantes humanos.

 

Him Chan bebió el whisky, estudiando a todos en la sala. —Estoy seguro de quien hace esto no les permite caminar libremente.

 

Xero observó a Ravi salir a gran velocidad, dirigiéndose directamente al pasillo de Him Chan y desapareciendo.

 

—¿Qué diablos está haciendo? —Preguntó Daehyun.

 

—Tiene un amigo humano al que está ayudando. Estoy seguro que fue a revisarlo, —respondió Him Chan.

 

—Sabía que estaba tocando las botas del 'Reino Humano'. —Joshua rió.

 

Xero esperó a ver si el líder corregiría al guerrero, pero Him Chan ignoró la explosión.

 

 

Him Chan levantó la sesión, diciendo que mantuvieran sus ojos y oídos abiertos a cualquier pista disponible de Soo Man o las personas desaparecidas.

 

Xero salió del apartamento del líder y se encontró de pie frente al apartamento de Jin. No estaba seguro de porque permitía que el humano se metiera debajo de su piel.

 

Jenissi era franco, descarado y crudo. Todo lo que evitaba era tener un compañero de cama. Así que, ¿por qué estaba tan fascinado con el maldito humano? Jenissi era como un accidente automovilístico. Xero no podía ver, pero tampoco podía apartar la mirada. Por más que trataba de mantenerse alejado del bocazas, seguía viniendo por el camino hacia él.

 

Quería halar su pelo en frustración. Xero se lo guardaba para sí mismo, pero le gustaba la soledad —con excepción de cuando estaba trabajando— y Jenissi la mataría de golpe si le permitía al humano entrar en su cama y en su vida.

 

Salió bruscamente de sus pensamientos cuando la puerta del apartamento de Jin se abrió y Jenissi salió con su perrita, Tulip.

 

—Veo que vienes a tocar mi puerta trasera. —Jenissi se rió mientras cerraba la puerta del apartamento—. — Sin embargo, tendrás que esperar. Tulip va a orinar.

 

—¿Cómo vas a volver a entrar?

 

Jenissi torció los labios mientras lo contemplaba absorto en sus pensamientos. —Supongo que me olvidé de esa parte. Parece que vas a acompañarme. —Jenissi después de solucionar su problema empezó a caminar con la perrita por las escaleras.

 

Xero, maldita fuera, se puso a caminar junto a él. No le gustaba estar a solas con Jenissi. El humano sentía la necesidad de hablar, algo que Xero no tenía ganas.

 

—Entonces, ¿botaste los condones, o los tienes en el bolsillo? — Preguntó Jenissi cuando salieron del edificio. Redujo la velocidad, permitiéndole a Tulip husmear—. No puede ser demasiado tarde. Empiezo mi nuevo trabajo mañana a horas tempranas con Useung, así que podemos aunque sea tener un rápidin.

 

¿Cómo es que podía hablar de sexo paseando a su perrita? —No vamos a dormir juntos, Jenissi.

 

—Oh, di mi nombre de nuevo. Suena tan sexy viniendo de ti. ¿Es acento japonés lo que oigo? Vamos a tener sexo. Es sólo cuestión de tiempo, cariño.

 

Este maldito humano era imposible. No importaba cuantas veces había rechazado los avances de Jenissi, en poco tiempo el humano regresaba por más. Xero miró a su alrededor, temeroso de que los vieran juntos. No quería empezar a estar en los chismes porque lo habían visto con él. —¿Terminaste?

 

—No. —Jenissi siguió caminando. Caminaron por la calle hasta el parque mientras Tulip atendía sus negocios. Xero vio a varios jóvenes justo al otro lado. La cancha de baloncesto que había, parecía estar ocupada por los jugadores.

 

Miró hacia abajo, cuando Jenissi se inclinó hacia el piso, recogiendo los desperdicios de Tulip en una pequeña bolsa de plástico. Su rostro estaba crispado de disgusto. —Que asco.

 

Jenissi se encogió de hombros. —Es parte de la responsabilidad de tener una mascota. —Llevó la bolsa atada a un cubo de basura y la dejó caer. Xero podía sentir su cuerpo estremecerse ante la idea de recoger cualquier cosa que saliera por la parte trasera de un perro.

 

Tulip comenzó a ladrar y a tirar de la correa cuando un perro de dos cabezas pasó de largo. El vampiro que paseaba al perro le sonrió a Jenissi y detuvo a su mascota cerca. —Nunca he visto un perro de una cabeza. —Sus colmillos brillaron mientras sonreía.

 

Los pelos de Xero se erizaron y dio un paso más cerca de Jenissi. — Y yo nunca uno de dos cabezas, —dijo Jenissi con deleite—. ¿Tiene personalidades separadas, o se trata de un perro con dos cabezas? —Jenissi se inclinó y rascó detrás de las orejas a una de las cabezas del perro. Tulip se acercó y olió cada centímetro del jodido perro.

 

Mitzy y Mickey tienen personalidades distintas, —dijo el vampiro con orgullo—. Soy Peter.

 

Jenissi se enderezó y estrechó la mano del vampiro. —Soy Jenissi, y Tulip. —Apuntó hacia la terrier, que lamía la cara del otro perro. Xero vio de cerca a Peter. Al ser un Demonio Guerrero, tenía enemigos en abundancia y no confiaba en nadie, además de los otros Demonios

 

Guerreros.

 

—Entonces, ¿es él o ella? —Jenissi preguntó.

 

—Las dos cosas. —El vampiro lo miró sorprendido—. —¿No lo es Tulip?

 

—Santo guacamole. ¿Tienes un perro hermafrodita? —Jenissi caminó alrededor del perro con dos cabezas, tratando de echarle un vistazo a sus partes íntimas. Xero tuvo ganas de reír. Tenía que admitir, la falta de modales de Jenissi era refrescante de ver. Estaba acostumbrado a que todos los respetaran por ser Demonios Guerreros. Mirando las cosas a través de los ojos de Jenissi le hacía ver el mundo como si se tratara de otro espectador.

 

Al vivir todo el tiempo que había vivido, las cosas se habían convertido mundanas y rancias. Por eso Xero disfrutaba de su condición de ermitaño. No había nada nuevo aquí. Sin embargo, al estar cerca de Jenissi eso cambiaba, y el cambio lo ponía incómodo.

 

Peter se quedó mirando a Tulip, inclinando la cabeza hacia los lados, haciendo todo lo posible por parecer indiferente a su curiosidad. Cuando vió que Xero lo miraba, su rostro se puso pálido girando lentamente a rojo.

 

—Esto es genial. —Jenissi rió—. —Tal vez podamos hacer una cita para jugar con ellos.

 

—Una obra de teatro… ¿qué? —Peter preguntó.

 

—Ya sabes, reunirnos para que los tres puedan jugar.

 

Peter asintió con la cabeza mientras sonreía. —Creo que así será.

 

Xero no lo creía. Se quedó allí luchando contra los sentimientos de protección y posesividad que le hacían querer intervenir y apoderarse de Jenissi, demostrarle al vampiro que el humano le pertenecía. Xero dio un paso atrás, exhalando lentamente. En primer lugar Useung, y ahora Peter.

¿Por qué diablos se sentía celoso? Jenissi no era suyo y no tenía ningún derecho de sentirse así.

 

—Tengo que trabajar mañana. Comienzo mi primer  día  en  Useung’s Java. Si te pasas, puedo conocer mi horario y establecer una fecha a partir de ahí. — Jenissi se mostró complacido de golpe… al igual que Peter.

 

—Lo haré, — el vampiro prácticamente ronroneó.

 

Xero sintió un gruñido escapar de su pecho. Colocó una mano sobre el hombro de Jenissi, algo fuera de lo común en él. ¿Desde cuando trataba de mostrar que era suyo delante de otro?

 

— Nos vemos mañana, Peter. —Jenissi saludó mientras caminaba fuera del parque con Tulip—. Vale, cariño. Llévame de vuelta.

 

Xero deslizó su mano alrededor de la de Jenissi, llevándolo de vuelta al apartamento de Jin, donde vivía temporalmente hasta que fuera seguro volver a su casa. Xero todavía estaba furioso de que los hombres de Soo MAn descubrieran dónde vivía Ryu y que trataran de ir tras él. Cuando Jenissi fue testigo de todo, no tenían más remedio que traerlo aquí.

 

Hasta que no supieran que Jenissi estaba fuera de peligro, estaba atrapado aquí, bajo vigilancia y protección.

 

Xero quería discutir sobre el nuevo trabajo de Jenissi, de que el humano se mostrara en público, pero Jenissi había hablado con Him Chan al respecto, y el líder había dicho que no era problema que Jenissi trabajara allí. Useung y Jeonghan, la pareja de Joshua, lo protegerían.

 

Una vez más Xero sintió al monstruo de ojos verdes tratar de liberarse cuando pensaba en como Useung y Jenissi habían congeniado. Soltó la mano de Jenissi cuando las mejillas del pequeño hombre se inflaban y golpeaba su otra mano contra la boca. Su tez era verdosa mientras corría al baño.

 

Estómago débil.

 

Xero se arrodilló junto a Tulip, rascándola detrás de sus orejas, mientras Jenissi salía del baño y se sentaba, respirando profundamente para calmar su mareo. —Creo que oí bien. ¿Quieres rescatarme? Incluso sales conmigo cuando lo hago.

 

—No vamos a dormir juntos, Jenissi, —declaró Xero. Tenía que proteger a Jenissi. ¿Qué pasaría si se enlazaba con él? Su piel se erizó ante el pensamiento del pequeño polluelo siendo lastimado.

 

—Eso es lo que tus labios dicen, pero tu cuerpo me desea.  —Jenissi suspiró mientras se volvía hacia la televisión—. Me gustaría que algún día tu cerebro se pusiera de acuerdo con tu polla. Estoy caliente como el infierno y cansado de esperar.

 

Xero tenía que seguir respirando después de esa declaración. Era cierto. Su cuerpo deseaba a Jenissi de la peor manera posible. Podía sentir su polla crecer cada vez que se imaginaba la boca llena del hombre sin inhibiciones, con algo más que palabras.

 

—Me voy. —Xero se puso de pie y se fue del apartamento. Si se quedaba, podría tomar la oferta de Jenissi. ¿Por qué no podía entender que estaba velando por su seguridad? Nunca había conocido a alguien tan persistente como Jenissi.

 

 

 

Xero caminó con Joshua hacia el Java. El otro guerrero deseaba ver a su compañero, y esa fue la excusa de Xero para comprobar lo que Jenissi estaba haciendo.

 

Había pasado la mitad de la mañana preocupado porque Jenissi estuviera al público por su cuenta. Bueno, quizás no por su propia cuenta, pero Xero no estaba allí para asegurarse que no fuera de ningún modo dañado.

 

Entró en la tienda para ver a Jenissi trabajando con Jeonghan. Se reían y tomaban café con Ryu, el compañero de Jin, quien estaba charlando con ellos desde el lado de los clientes en la barra. Para cualquier otra persona, parecía un día normal en Java’s, pero Xero inmediatamente vio los problemas que acechaban en cada esquina. La mujer mayor humana sentada y hablando con un cambia—formas, muy sospechosa. Había dos elfos leyendo en el rincón de los sofás, muy sospechoso. Xero gruñó cuando vio a Peter para a un lado hablando con Useung. Jodidamente sospechoso.

 

El perro no estaba con el vampiro, así que, ¿por qué estaba aquí? Jenissi le sonrió y salió detrás del mostrador, acompañado con una taza. — Tengo una taza de té verde para ti. He oído que es ideal para la libido. No sé qué tan cierto es, pero tal vez haga que muevas tu culo y me lleves a la cama. —Jenissi le sonrió, un destello de esperanza brilló en sus ojos azul cobalto.

 

Xero tomó el té y se acercó al oído de Jenissi. —No vamos a dormir juntos.

 

Quería que solo Jenissi escuchara sus palabras. Useung y Peter no necesitaban conocer su postura en esas cosas. Necesitaba que todos pensaran que no tenía nada que ver con Jenissi, pero el pensamiento de uno de esos dos hombres persiguiendo a Jenissi le hacía hervir la sangre.

 

— Eso es lo que tus labios dicen, —cantó Jenissi—. —Aprovecharas este culo, y no puedo esperar por ello, —anunció mientras desfilaba tras el mostrador y le lanzaba una mirada de “ven   aquí”.

 

Xero no sabía qué diablos hacer con él. Jenissi era imposible. Cuando Xero tomó su primer sorbo de té, supo que tendría visiones de jodiendo a Jenissi durante tres días seguidos. Se rió mentalmente. No es que necesitara ayuda, ya estaba en un constante estado de excitación al lado del pequeño polluelo. Aunque el té era bueno. Jenissi parecía saber que estaba haciendo.

 

Joshua se alejó de la barra después de hablar con los tres hombres. Tenía una satisfecha mirada en su rostro mientras se acercaba a Xero. — Todo está en orden.

 

Xero asintió con la cabeza, odiando tener que salir de la cafetería. Peter todavía estaba hablando con Useung, pero lo miró desde el mostrador. El impulso de gritar “mío” era fuerte, pero Xero salió a toda prisa. Nadie podía saber de sus sentimientos. No era seguro para Jenissi.

 

—Nunca entenderé el por qué simplemente no sigues adelante y haces una relación con Jenissi. No deja de hablar de ti, y tú siempre lo miras con hambre a cada instante, —comentó Joshua, mientras caminaban por las calles con la esperanza de oír algo acerca de Soo Man.

 

—No quiero que lo usen como a Jeonghan y a Ryu.

 

Joshua resopló. —No importa lo que hagas, está asociado con nosotros. Si nuestros enemigos quieren usarlo, lo harán, duermas o no con él.

 

 

Sabía que lo que Joshua decía era verdad, pero no quería correr el riesgo. Además de sexo, Xero estaba empezando a sentir algo por el humano, algo más que lujuria. Las consecuencias emocionales de una relación aterrorizaban a Xero hasta la médula.

 

Que le gustara Jenissi era una cosa. Enamorarse de él era otra. Xero no podía entender como el humano tenía ese devastador efecto en él. Jenissi ni siquiera era su tipo. A Xero le gustaban los hombres tranquilos, y Jenissi para nada lo era. Aún así, sabía en el fondo que le interesaba, más que interesarle.

 

—Lo que digo es que deberías joderlo y sacarlo de tu sistema. Podría ayudarte. El Señor sabe que llevas una vida de monje. Quizás consiga hundirse en tu culo.

 

—No recibo por el culo.

 

—Bien, eres el animal de la fiesta. Tal vez Jenissi podría ayudarte a tu jodido sentido del humor. Puede secarte las pelotas. —Joshua se echó a reír mientras esquivaba el golpe de Xero.

 

Xero no tenía ninguna intención de responder a la boca vulgar de Joshua. No era asunto de nadie lo que pasaba entre los dos, o lo que no pasaba, y quería mantenerlo de esa manera, por el bien de Jenissi.

 

—Todo lo que digo es que el humano está dispuesto.

 

Bien, ahora Joshua lo acosaría, lo sabía. —¿Qué? ¿Joderlo sólo por qué se ofrece? Jeonghan estuvo a tu alrededor durante cien años, y nunca pensaste hacer un movimiento. Todo el mundo sabía cómo se sentía por ti, menos tú.

 

—No metas a mi compañero en esto. —Joshua se detuvo y se volvió hacia Xero—. No tiene nada que ver.

 

—¿Por qué? No parece un inconveniente que hables de Jenissi.

 

—No es tu compañero.

 

—¿Y eso lo hace disponible para que lo trates como un sábado especial en el Diablo’s? —Xero podía sentir su auto—control deslizándose, y eso nunca era una buena cosa. Tomó una profunda respiración, para limpiar y purgar su ira—. Mira, sólo déjalo, ¿vale?

 

—Bien, como sea, —se quejó Joshua—. Pero tienes que hablar con Jenissi. Piensa que la luna brilla por ti.

 

Xero ignoró el exagerado culo de Joshua. Claro, Jenissi estaba caliente por él, pero no iba más allá de eso, y estaba feliz por ello. Las cosas podían complicarse si se sintiera de otra manera.

 

—Esta jodida caminata es aburrida. ¿Cómo diablos vamos a saber algo con solo pasear?

 

Xero estaba agradecido por el cambio de tema. Su carcajada sorprendió a ambos. —Tal vez podamos ir donde los brutos de Teddy Park y Jinjobo. Ellos parecen saber todo lo que pasa por aquí.

 

Joshua se rió entre dientes. —Podríamos, pero Him Chan dijo que estaban fuera de los límites. No acabo de entender su jodidamente extraña relación con esos dos. Es como si de alguna forma los protegiera.

 

—Supongo que podríamos ir y preguntarle a los dueños del negocio si han visto sospechosos alrededor.

 

Joshua agarró la puerta de tienda de Electronica,  sosteniéndola  hasta que Xero la atravesó. —Es una buena idea. Me mantendrá ocupado mientras Jenissi tiene su cita con Peter.

 

 

cintinuara...

Notas finales:

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