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32. El oso de Junho (22) por dayanstyle

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Jongin subió los pies al escritorio mientras veía a su primo. No parecía real que Yesung estuviera aquí. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que vio al jodido? ¿Doscientos años, quizás más?

—Habla —ordenó apoyando el mentón en su pecho y entrelazando sus dedos sobre su abdomen mientras escuchaba atentamente.

—Fue Eru. Lo juro. ¿Me crees tan loco como para traicionarte? Incluso en tu juventud eras el lobo Timber vivo más grande.

Jongin soltó un suave resoplido y estudió sus manos.

r13;Alagarme puede lograr que te mate. Quiero la verdad y no te andes con rodeos. Mi paciencia se ha ido a la mierda desde que me hice mayor. Los miembros de mi familia son los únicos a los que les tengo paciencia. Tú no lo eres.

—Pero soy tu familia —Yesung señaló indignado.

 

Jongin se puso de pie, rodeó el escritorio en un segundo, tomó a Yesung del frente de la camisa y lo levantó sacándolo de la silla y lanzándolo al escritorio. —No tengo tiempo para esto. Habla.

—¿Recuerdas el gran roble?

 

Jongin asintió. Lo recordaba muy bien.

 

—Yo tuve problemas con mi Ma, así que estaba escondido entre las ramas del roble cuando vi acercarse a tía Sung Ha y a Eru, ellos actuaban totalmente loco, veían alrededor como si  esperaran que alguien  les saltara encima en cualquier momento.

Jongin gruñó y chocó a Yesung contra la pared. —¿Qué infiernos tiene que ver eso con que me traicionaras?

—Voy a eso —Yesung chilló—. Lo juro.

 

—Ve más rápido.

 

—Una vez que dejaron de ver alrededor, comenzaron a hablar. Bueno, tu tía Sung Ha comenzó a hablar. Eru sólo estaba parado ahí con la baba cayendo de su cara.

Las cejas de Jongin se elevaron. —¿Eru y la tía Sung Ha? ¿En serio? Pensé que la tía Sung Ha no toleraba a Eru.

—Bueno, aparentemente, ella te odiaba más a ti.

—¿A mi? —Jongin juntó las cejas pensativamente recordando cuando vivía en su manada de origen.  Podrían haber pasado más de doscientos años pero no creía que pudiera olvidar los avances sexuales de su tía que él rechazaba. Eso era una de las cosas por las que apreciaba más estar con un hombre.

—Ella comenzó a hacerle promesas a Erul —Yesung continuó—. Si él lograba que te expulsaran, entonces ella lo aceptaría como pareja y regiría la manada a su lado cuando tu  padre renunciara. Contigo fuera, Eru tenía mejores oportunidades de ser el siguiente en la línea para ser Alfa.

 

 

Chansung se mordía el labio inferior mientras veía la casa de Junho desde su camioneta que estaba escondida detrás de unos árboles cercanos. No estaba seguro si debería molestar a su pareja, pero lo extrañaba. Estaba tan perdido en su virilidad que él no podía admitir eso. Extrañaba el delicioso olor de Junho, sus hermosos ojos verdes y la manera en que se movían las aletas de su nariz cuando se enojaba.

Chansung estaba tan malditamente jodido.

 

Se enderezó cuando vio a Junho salir de la parte de atrás de la casa, movía sus manos animadamente. Un bajo gruñido salió de los labios de Chansung hasta que vio al papá de Junho salir por un lado de la casa un segundo después.

Salió de la camioneta, se arrastró a una línea de tres árboles que estaban en el patio intentando estar lo suficientemente cerca para descubrir qué infiernos sucedía. Odiaba que su pareja no tuviera una vida estable en casa. Chansung no estaba seguro qué hubiera hecho si hubiera tenido una familia tan disfuncional como parecía ser la de Junho. Sus hermanos eran arrogantes, alocados e inmaduros como el infierno, pero los amaba y podría matar por ellos.

—No me importa, papá. Eso no es tu asunto.

 

El padre de Junho estaba enojado, su cara era una máscara de ira. —Es mi asunto cuando hay un hombre viniendo a casa a verte. Sé de hecho que no son sólo amigos. No me mientas, Junho. ¿Eres gay?

El corazón de Chansung golpeaba contra su pecho ante las palabras del papá de Junho. ¿Qué hombre? ¿Junho tenía un novio que venía a su casa? ¿Junho tenía novio? Chansung estaba listo para desgarrar algo mientras su ira subía. Hizo su mejor esfuerzo para detener su ira. La pregunta del padre de Junho era seria, y este era un monumental momento en la vida de su pareja. ¿Pero aun así, novios?

—Por centésima vez, mi vida sexual no es tu asunto, yo no te pregunto de la tuya con mamá.

Está bien, eso era sólo asqueroso.

 

—Te respondo, hijo. Tengo sexo con una mujer. ¿Y tú?

—Ew. No quería saber eso. —El cuerpo entero de Junho se estremeció. Chansung quería reírse. Su pareja era tan malditamente dramático.

—No trates de salirte de esto. Contesta mi pregunta, Lee Junho. «¿ Lee Junho?»

 

—¡No me digas así! Juro que amaría saber si mamá aun seguía con los medicamentos debido a mi nacimiento cuando me puso ese nombre.

El padre de Junho gruñó. Chansung rodó los ojos. Se oía débil y patético viniendo de un humano. Un cachorro se oiría más feroz que el padre de Junho.

—Contéstame.

 

Junho le dio a su padre una desafiante mirada antes de que una sonrisa cruzara su cara. —Si, papá. Soy gay.

—Empaca. Tus. Cosas —dijo su padre entre dientes. Su cara roja de ira mientras hablaba bajo y amenazador—. Tienes diez minutos para sacar lo que puedas de aquí y dejar mi propiedad antes de que te dispare.

Chansung quería salir de su escondite y defender a su pareja, pero sabía que si mostraba su cara no le daría ni los diez minutos que le había dado para tomar sus pertenencias. El oso de Chansung estaba rugiendo ante la injusticia que su pareja estaba sufriendo. Sus dedos se curvaron alrededor de la rama mientras luchaba contra el cambio.

 

—Bien —Junho dijo enojado mientras salía como tromba a su casa.

Chansung esperó.

 

Él se aseguraría de que Junho estuviera seguro antes de aproximarse a su pareja. Odiaría tener que matar al padre de su pareja por actuar tan estúpidamente.

Chansung vio una luz encenderse en la ventana del segundo piso, aunque mantuvo los ojos en el padre de Junho. Inclinó la cabeza a un lado cuando vio al padre de Junho limpiarse los ojos. No estaba seguro a qué se debía eso, pero no sintió compasión por el hombre. Podía fácilmente haber elegido aceptar a su hijo.

 

Él no tenía que darle la espalda a su único hijo y patearlo fuera.

 

Chansung se movió hacia la oscuridad cuando Junho salió de la casa. Él lentamente caminó hacia atrás a su camioneta, que había dejado a un lado del camino, manteniendo los ojos en su pareja y en el padre de Junho. Una vez que llegó al final de la entrada, salió del bosque.

Junho se detuvo totalmente, dolor y humillación se vieron en su mirada antes de que la cubriera. —¿Viste todo?

—Suficiente —dijo Chansung mientras se acercaba. Tomó la bolsa de la mano de Junho. Junho se resistió al principio, renuente a dejar la bolsa. Sus dedos finalmente se cerraron en la correa, impidiendo que Chansung la tomara.

—Vamos a casa.

 

Junho sacudió  la  cabeza   mientras  caminaba  hacia la camioneta de Chansung. —Llévame a la casa de Jongin, por favor.

Chansung se mentiría si no admitía que le enojó y le dolió la decisión de su pareja. Honestamente no podía entender a Junho y su razonamiento. No importa el ángulo en el que lo viera. Junho lo dejaba perplejo y probaba su paciencia.

—¿Qué está mal con que vengas conmigo a casa?

 

Junho dejó de caminar hacia la camioneta de Chansung, sosteniendo la bolsa en sus muy bien definidos músculos del hombro mientras veía a Chansung. —Porque prefiero ir a la casa de Jongin. Dado que parece que es un problema, caminaré.

Chansung rodó sus hombros, rezando por no tomar a su pareja y entrar en el campo a un par de kilómetros del camino y enseñarle una lección por su irritante actitud. —Sube a la camioneta.

—Mira. No necesito…

 

—¡Ahora! —Chansung sintió que su paciencia se acababa. Suficiente era suficiente. Bien, si su pareja no quería ir a casa con él, al menos él lo llevaría a la casa de Jongin. Chansung sabía que Junho estaría seguro ahí. Pero su ofensiva actitud tenía que irse.

Junho miró fijamente a Chansung durante un momento. Él podía decir que su pareja se estaba preguntando qué debería de hacer. Finalmente Junho regresó a la camioneta de Chansung y dejó sus cosas en la caja. Chansung suspiró mientras Junho entraba en la camioneta y cerraba la puerta. Le iba a causar una gran migraña el tratar con su obstinada pareja.

Chansung subió a la camioneta y se sentó y dio un cerrón a la puerta, haciendo un guiño de dolor cuando se dio cuenta de lo que acababa de hacer. Eso no estaba yendo de la manera que había pensado cuando salió de su casa. Él pensó que Junho sólo necesitaba un poco de presión para asegurarse de que Chansung nunca lo lastimaría ni en su forma humana ni de oso. Jodido terco, no tenía idea de que Junho fuera tan obstinado.

 

 

Ellos recorrieron el camino en silencio. Chansung veía disimuladamente a su pareja, la luz del tablero iluminaba la cara de Junho, dándole una apariencia etérea. Sus dedos hormiguearan por jalar a Junho a sus brazos. Estaba cansado de peleas, discusiones y resistencia.

Chansung quería a su pareja.

 

Un montón de palabras cruzaron por su mente, pero Chansung no creía que nada de eso funcionara con su quisquillosa pareja. Estaba en la punta de su lengua decirle a Junho que lo lamentaba, y Chansung no tenía ni idea de por qué se estaría disculpando.

Giró el volante y entró en el camino de grava que llevaba a la casa de Jongin y encontró un lugar donde estacionar la camioneta. Chansung sentía que debería de decir algo, pero se controló. Su pareja era quien se alejaba de él, y Chansung no podía pensar en qué decir para evitarlo.

Junho se quitó el cinturón de seguridad y abrió la puerta de la camioneta, antes de que Chansung hubiera estacionado  la maldita camioneta. Si no decía algo entonces él sería el terco.

Junho no lo quería.

 

Chansung salió de la camioneta, tomó algunas bolsas y caminó con su pareja tranquilamente a la puerta del frente. Él esperó a que Junho tocara el timbre. Chansung notó una cámara que se giraba, señalando directamente a él. Vio en sus manos las pertenencias de Junho, mientras esperaba a que alguien abriera la puerta.

Su mente gritaba que detuviera a Junho. Exigía que lo llevara a casa y detuviera ese sin sentido. Chansung estudió el perfil de su pareja mientras Junho veía directamente al frente. Era un hombre realmente hermoso. Sintió el anhelo en su pecho de tocar a Junho.

 

Chansung giró la cabeza cuando la puerta del frente se abrió. Un hombre con el cabello plateado los veía. —¿Puedo ayudarles?

—Soy Junho, amigo de Zelo —Junho contestó. Chansung notó cómo Junho omitió presentarlo. Suspiró mentalmente.

—¿Y tú? —el hombre de cabello plateado preguntó.

—Soy Moon Chansung —extendió la mano.

—Eunhyuk —dijo el hombre y estrechó la mano de Chansung—. Sé acerca de los Moon. Entren.

Chansung colocó la mano en la baja espalda de Junho mientras ellos entraban a la casa y cruzaban un largo vestíbulo. Chansung arqueó una ceja cuando un niño pequeño corrió hacia él y abrazó su pierna antes de salir corriendo de nuevo.

—No te molestes con Jimin. Él es un cachorro que cree que rige a la manada. —Eunhyuk se rio—. No se lo digas a nadie, pero lo hace.

Chansung se acercó a Junho cuando Jongin apareció al rodear una esquina, su expresión era de curiosidad cuando vio de Chansung a Junho y entonces las bolsas de su pareja.

 

—¿Eso significa que tendré un invitado? —le preguntó   a Chansung.

 

—Si no le molesta, señor —Junho contestó.

 

Chansung dejó que un gruñido escapara de sus labios cuando su pareja le dio un título de honor al Alfa que él ni siquiera había recibido. Quería arremeter contra eso. Le tomó cada gramo de su resistencia evitar que su oso saliera y reclamara lo que era suyo. No le gustaban todos esos machos alrededor de su pareja.

Eso no era bueno, y Chansung estaba a cinco segundos de cambiar.

 

—¿Puedo hablar contigo afuera? —Jongin le preguntó a Chansung y luego se giró hacia Junho—. Eunhyuk, muéstrale su cuarto.

Chansung vio sin esperanza cómo Junho se alejaba. Sus caninos salían por sus encías mientras él gruñía.

—Afuera, ahora —Jongin ordenó.

 

Chansung le dio a su pareja una última mirada antes de seguir al Alfa afuera. Se paseó por el jardín del frente mientras hacía su mejor esfuerzo por calmar a su oso. Ahora que Junho estaba fuera de su vista, no le gustaba la idea de que Junho estuviera aquí, cuando debería de estar en casa con Chansung.

—Cambia —Jongin ordenó.

 

Chansung cambió, rugió para atacar al Alfa y entonces se detuvo en el último segundo. Él estaba dándole una advertencia y el Alfa lo sabía. Rugió de nuevo cuando algunos de los lobos Timber salieron de diferentes direcciones, gruñéndoles mientras se aproximaban a él.

—Quédense atrás —Jongin dijo levantando las manos—. La pareja de Chansung está adentro, y él siente que su reclamo está siendo amenazado.

Chansung estaba sorprendido de que Jongin supiera lo que le sucedía. Rugió de nuevo, raspó la pata en la hierba. El Alfa se arrodilló frente a Chansung.

—Él está seguro aquí, nadie va a tocarlo. Te doy mi palabra.

Chansung gruñó retrocediendo y luego atacando de nuevo quedando a medio metro de Jongin. Podía ver a los lobos acercándose, pero estaba demasiado preocupado por Junho. Lo que le intrigó más es que Jongin ni siquiera parpadeó. Sólo seguía de rodillas como si se divirtiera con la actitud de Chansung.

 

Chansung cambió de nuevo a su forma humana. —¡Quiero a mi pareja!

—No tengo ni idea de lo que sucede, pero si Junho busca refugio y protección, yo se la daré. Ahora está bajo mi techo y mi cuidado. Si él no quiere verte. Lo siento, pero él no lo hará. Las parejas son primero.

Chansung ya se había dicho eso él mismo, pero oírlo de los labios de alguien más lo irritaba. Oírlo de los labios de un hombre, cuando la preocupación por su pareja lo estaba enojando. Se dirigió a su camioneta antes de hacer algo realmente estúpido, como ignorar al muy grande Alfa e ir tras su pareja.

Le dio un cerrón a la puerta de la camioneta, y esta vez no le importó. Chansung se quedó sentado viendo a la casa y tratando de calmarse. No estaba seguro de cuál era el problema de Junho, pero él estaba al final de la soga. Si su pareja quería tiempo, él se lo daría, pero estaba cansado de que Junho le hablara como si fuera menos que un hombre.

 

 

 

Luhan y Heechul estaban sentados en el estudio, viendo al gran pelirrojo sentado en el otro sofá. Luhan no estaba seguro de quién era el hombre, pero si se iba a quedar en casa, tenía que ser cool. Su pareja, Jongin, nunca permitiría que una amenaza entrara.

—Entonces, ¿quién eres? —Heechul preguntó mientras se inclinaba hacia adelante.

—Junho. Amigo de Zelo.

Heechul se recargó, cruzando los brazos sobre su pecho.

r13;¿Estás de visita o huyes de alguien?

 

Luhan se mordió una risa. No importaba cuántos años había pasado alrededor de Heechul. Amaba lo directo del chico.

—¿Por qué te importa eso? —el chico contestó irritado.

—Pareces alguien que está huyendo. —Heechul presionó al hombre. Sí, está bien, ellos estaban aburridos a morir. Alguien nuevo era igual a diversión para los ojos de Luhan y Heechul.

—¿Siempre son tan curiosos?

—¿Siempre estás a la defensiva? —Heechul contratacó.

—¿Por qué no encuentran a alguien más a quien molestar y me dejan con un infierno en paz? Son jodidamente irritantes.

—¿Por qué no besas mi inmaculado-blanco culo?

 

Antes de que Luhan pudiera incluso parpadear, Junho y Heechul estaban pecho con pecho, gruñendo y golpeando al otro. Giró la cabeza cuando la pareja de Heechul, Siwon, entró como una tromba al estudio, tomando a Heechul de la cintura y alejándolo.

—¿Qué sucede, rayito de sol? —Siwon le preguntó mientras miraba al extraño.

—Él es un imbécil —Heechul soltó molesto.

 

Luhan se apartó cuando el extraño pelirrojo atacó. ¿Qué infierno problema tenía ese chico? Algunas otras parejas se unieron y entonces Siwon empujó a Heechul detrás de él.

—¿Qué sucede? —Xiumin preguntó al lado de Luhan.

—Pelea.

 

—Eso  es  malditamente   obvio  —Xiumin  bufó—. Detalles. Quiero detalles, hombre.

—Yo, también —dijo Taemin mientras entraba.

—Veinte a que Siwon barre el piso con el  gran pelirrojo.

r13;Está bien, Luhan estaba realmente aburrido.

—Lo acepto —dijo Taemin cruzando los brazos sobre su pecho—. Aunque creo que alguien debería ir a avisarle a Jongin lo que está sucediendo.

—No en tu vida —dijo Luhan mientras veía a Taemin—. Con lo desesperado que estoy por un poco de diversión, agarraré tu cuello si le dices a mi pareja.

—Tomo los veinte que dices a que nada sucede —Xiumin agregó.

—Lo acepto.

 

Los tres se quedaron a un lado de la mesa de billar viendo al extraño circular al otro.

Eso iba a ser espectacular.

 

—No, no, no —Niel gritó mientras entraba corriendo al estudio—. Acabo de limpiar aquí. Mejor no hagas lio. No, mejor no.

Luhan rodó los ojos. Sentía una urgencia de tirar las bolas de billar al suelo, sólo para que Niel corriera a levantarlas. Él podría sacarlo con un infierno de esa manera. Luhan dio un paso adelante, listo para tocar a Niel y que la pareja saliera corriendo a buscar el antibacterial. ¡Estaba en el maldito camino!

Xiumin se rio mientras Luhan y Taemin gruñían, extendiendo la mano con el dinero cuando Jongin entró al estudio.

Eso fue más que tener un poco de diversión.

Junho no estaba seguro de lo que había sucedido. Todo lo que sabía era que estaba reflexionando sobre sus propios asuntos cuando los problemas lo encontraron.

Sacudió la cabeza alejándose de los enojados hombres que lo rodeaban.

—Junho —Jongin dijo su nombre.

 

Junho se detuvo y miró sobre su hombro al alto hombre.

r13;Creo que debo irme.

 

—¿Qué sucedió?

 

Junho se rio molesto mientras veía del enorme hombre al hombre que había discutido con él. —La vida. —Subió los escalones de dos a la vez mientras se dirigía al cuarto que le habían asignado. Tomó sus bolsas de la recámara y se dirigió a la puerta del frente.

—Junho, ¡espera! —su mejor amigo Zelo le gritó y corrió hacia Junho.

Junho suspiró y colocó la mano en la perilla de la  puerta.

¿Por qué todos trataban de detenerlo? Todo lo que Junho quería era salir con un infierno de aquí. —¿Qué, Zelo?

Su mejor amigo jadeó llegando al lado de Junho. —¿Por qué te vas?

Junho movía su peso de un lado al otro mientras veía alrededor del vestíbulo. —Esto no funcionó bien.

—¿Qué  sucedió?  —preguntó  entrecerrando  los ojos—. ¿Alguien te molestó? Dime quién fue.

 

Junho se rio ante la feroz protección de su amigo. Eso era innecesario, pero lo apreciaba. —Estoy cool. Sólo necesito irme.

 

Zelo miró alrededor antes de agarrar la perilla de la puerta y abrirla, presionó a Junho a salir. Junho salió, realmente no quería oír un sermón ahora.

—Dime —dijo Zelo mientras se acercaba a él y cerraba la puerta.

—Oh, infiernos no. No empieces toda esa mierda de psicologo conmigo, Zelo. Guarda algo para quien lo necesite realmente. —Junho se dirigió al camino de grava.

Zelo corrió hacia él, colocando ambas manos en el pecho de Junho. —No te estoy hablando como un consejero. Estoy hablando como tu amigo. Nosotros hemos recorrido un largo camino, Jun.

Junho realmente se carcajeó. No estaba seguro de si de su amigo o que finalmente él se había quebrado bajo la presión.

r13;Eres el único que puede decirme así sin que te golpee.

 

Zelo palmeó el pecho de Junho viéndolo fijamente. —No trates de cambiar el tema. Te conozco. Ahora dime lo que sucede.

Dejando caer las bolsas en la hierba, Junho pasó sus manos por su corto cabello. Había tantas cosas hirviendo en su interior que no sabía por dónde empezar. —Todo, Zelo. Hay tanta mierda en mi cabeza que me hace sentir como si estuviera a punto de explotar.

Zelo curvó los dedos en la camisa de Junho viendo a Junho, sus ojos rogando porque Junho los abriera y hablara con él.

r13;Déjame ayudarte. —Levantó la mano rápidamente—. Como amigo.

¿Debería? Infiernos, Junho no tenía a nadie más con quien hablar. Chansung estaba fuera de cualquier opción, él era parte de la angustia de Junho. —No aquí.

Zelo asintió y señaló las bolsas de Junho con la mano.

r13;Vamos al refugio así tendrás dónde dormir. ¿Por tus bolsas, no puedes ir a tu casa?

 

Eso estaba sobrentendido. —No. Le dije a mi papá que soy gay.

 

Zelo hizo un guiño de dolor y se mordió el labio inferior, asintiendo hacia Zelo con un leve movimiento de cabeza. r13;Está bien. Vamos a acomodarte por esta noche y entonces hablaremos.

—Con una condición, Zelo.

—Dila.

—Ya estoy sin hogar. No necesito a todo el mundo viéndome como si también estuviera Loco. Nadie me descubrirá hablando contigo. —Eso era todo lo que necesitaba. Ser considerado en la ciudad como un hombre loco y desamparado. Junho tenía ya suficiente sin esa etiqueta.

—Hecho. Ahora déjame ir por mi pareja para poderte instalar.

—¿Pareja?

—Oh, infiernos. Voy a matar a alguien. Supongo que tenemos que hablar más de lo que originalmente pensé.

Junho tenía la sensación que hablar con Zelo iba a ser esclarecedor y tan doloroso como la extracción de un diente.

«Hu-jodida-rra».

 

 

continuara...


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