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32. El oso de Junho (22) por dayanstyle

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Junho tenía que admitir que había pasado un muy buen momento hoy. Zelo le había presentado mucha gente. Lo único que él hubiera cambiado era el hecho de que Chansung no hubiera estado a su lado. Qué mal que él tuviera un corazón de gallina para ir con el oso y decirle eso.

Sabía que había desairado todo el día a Chansung, pero después de lo que había sucedido en la mañana, Junho estaba aterrado de decirle algo al hombre. Él había sido un imbécil y lo sabía. Sólo lamentaba que al parecer no fue lo suficientemente bueno. Junho había pretendido divertirse y conversar la mayor parte del día. Incluso, aunque él había pasado un buen momento, la mayor parte había estado fingiendo.

Quería a Chansung con tanta urgencia que su corazón dolía.

 

Junho se preparó mientras veía a Chansung recorrer el camino hacia él. Había estado viendo al oso a hurtadillas toda la noche, viéndolo cuando sabía que Chansung no lo veía. Pero al ver el ceño fruncido de Chansung mientras se acercaba, Junho podía decir que esto no iba a ser placentero.

El oso se detuvo a treinta centímetros de él, pasó su lengua por el labio inferior antes de hablar sólo para que Junho pudiera oír. —Ahora veo cómo es esto —Chansung dijo mientras extendía los brazos señalando el patio entero—. Cualquiera aquí puede tener las carcajadas de Junho. Ellos pueden tener al relajado Junho. El verdadero Junho. ¿Pero yo? —Chansung dijo con amargura, viendo el cuerpo de Junho con desdén—. Yo, estoy corriendo detrás de ti rogando por migajas. —El oso sacudió la cabeza, resignación en sus hermosos ojos grises—. No más. No voy a seguir detrás de ti, Junho. Ya terminé con ser feliz con sólo las migajas que me lanzas.

Junho sintió todo su cuerpo ruborizarse mientras Chansung cruzaba el patio, desapareciendo por un lado de la casa. No estaba avergonzado porque creyera que alguien pudiera oír. No. Junho estaba avergonzado porque Chansung le había dado directo en la cabeza al decirle eso.

Él estaba desgarrado entre correr detrás de Chansung o sólo irse. Junho optó por ir tras el oso. Cruzó el patio, no le importó que lo vieran. Podría estar asustado del compromiso, podría incluso estar asustado por lo que sentía por Chansung, pero él no iba a dejar que el oso creyera que solo obtendría migajas.

Chansung tendría un festín completo.

 

Junho no estaba seguro de a dónde había ido Chansung, pero estaba determinado a encontrarlo. Corrió hacia la puerta trasera, viendo alrededor de la cocina, antes de aventurarse a ir más allá en la casa de los Moon.

—Está arriba, en su cuarto —dijo Lee Joon mientras señalaba al techo—. Pero no subas a menos que quieras ser reclamado. Nunca lo he visto de esa forma antes.

El pie de Junho estaba en el escalón inferior mientras veía al hombre en la sala. —¿Qué significa ser reclamado?

Tenía una muy buena idea, pero él quería asegurarse de que entendía los términos claramente.

—Eso quiere decir que él va a joderte en la cama y entonces se enlazarán, de una forma que es irrompible. Estarán enlazados de por vida.

«Hablando de el más grande compromiso». Junho dudó un momento antes de apresurarse arriba de las escaleras.

—No digas que no te lo advertí —Lee Joon gritó detrás de

«Debidamente  anotado».

Junho no estaba seguro de a dónde se dirigía, pero el pensar en perder a Chansung hacía que su estómago se hiciera nudos. Caminó lentamente hacia la puerta de la recámara de Chansung, inseguro de lo que iba a decir.

Algo como, «Lo siento, soy un imbécil que teme al compromiso», no parecía suficiente.

Atravesó la puerta y vio a Chansung paseándose maniáticamente de un lado a otro de la recámara. Quizás ahora no era un buen momento para molestar a un oso enojado.

—¿Qué? —dijo Chansung sin ver a Junho. No estaba seguro de lo que debería de hacer. Si se iba eso podría enojar a Chansung y eso haría que el corazón de Junho sufriera. Si se quedaba, bueno, la cosa de la reclamación que Lee Joon le había advertido era algo que definitivamente se llevaría a cabo, después de un raund de discusiones y gruñidos.

¿Estaba listo para el reclamo?

 

Junho cruzó los brazos sobre su pecho, decidió no decir una palabra. Cualquier cosa que dijera podría ir contra él, dado el enojado estado en que se encontraba Chansung. «Al infierno con eso». Había llegado hasta ahí, sería una estatua. Dejaría que Chansung hiciera el primer movimiento.

Eso era un gran plan hasta que Chansung realmente se movió. Junho se tensó esperando por lo que fuera que el oso tuviera en la mente.

—Relájate. Nunca te lastimaría. No importa cuánto me hagas enojar —dijo Chansung mientras se aproximaba a Junho—. ¿Qué es lo que quieres? —La pregunta fue dicha con un tono de irritación que cortó a Junho.

—No estoy seguro —Junho confesó—. Yo…es…yo…

—Tranquilo, Junho —dijo Chansung con un tono más suave esta vez.

 

Junho alejó la mirada, inseguro de todo esta vez. Quería a Chansung, para más que sexo, se dio cuenta después del fiasco de esta mañana. Esa necesidad estaba tan profundamente enterrada en sus entrañas que Junho no entendía.

Levantó la mirada cuando Chansung se acercó más, colocó sus manos en los hombros de Junho y las deslizó hacia sus manos. Podía sentir el sudor en sus palmas mientras Chansung se inclinaba, olfateando su cuello. Los instintos de Junho casi hacen que lo empujara, pero se mantuvo en el lugar.

—Hueles a manzana y canela. —Chansung gruñó en su oído—. Tan tentador.

 

Junho asintió. ¿Qué infiernos se suponía que diría a eso? Tenía la imagen de un pastel de manzana en su mente mientras Chansung suavemente besaba su cuello, sus labios apenas si lo tocaban. El cuerpo de Junho se estremeció ante el íntimo contacto.

—Me asusta el compromiso —logró decir.

 

¿Por qué tenía que decir eso ahora? La imagen de Chansung echándolo afuera antes de que empezaran hizo a Junho tensarse.

Chansung se apartó, sus ojos grises fijos en Junho. —Desearía que me hubieras dicho eso desde el principio.

Maldición. Estaba aquí por sexo. Él debería de dejar que su consciencia hablara después de que ellos hubieran tenido sexo.

—Me voy —dijo Junho derrotado mientras se giraba y caminaba para salir de la recámara.

 

—Wow. ¿A dónde vas?

—Pero, tú dijiste…

—Dije que desearía que hubieras dicho eso desde el principio, cuando te vi por primera vez. Hubiera sabido por qué huías. Eso ahora tiene sentido. —Chansung tomó la mano de Junho y lo jaló a sus grandes y fuertes brazos. Junho se estremeció mientras las manos de Chansung recorrían su espalda. Maldición, el hombre sabía cómo acariciar.

—¿Sabes qué soy, verdad? Junho asintió.

—¿Sabes que soy tu pareja?

 

—Ryeowook me dijo que eras mi pareja. El destino nos emparejó.

¿Eso es cierto? —Junho había sopesado las palabras del vampiro desde que las oyó en el campo.

—Sí —Chansung dijo mientras veía a Junho intensamente.

 

Junho jaló su mano de la de Chansung y se sentó al lado de la cama. Revisaba en su cabeza todo lo que había sucedido durante las últimas cuarenta y ocho horas. —Creo que por eso estaba a la defensiva. —Se giró a ver a Chansung—. Creo que por eso huía.

Chansung cruzó el cuarto y se sentó al lado de Junho, dejando su mano en el muslo de Junho. Dios, la mano de Chansung se sentía arder, estando inocentemente ahí. Junho tenía la urgencia de acostarse y dejar que la caliente mano hiciera lo que infiernos quisiera hacer.

—¿Porque es un enorme compromiso estar emparejado?

 

Junho bufó. —La madre de todos ellos, si le entendí correctamente a Ryeowook.

 

Chansung sonreía cuando asintió. —Así es. ¿A que le temes acerca de nosotros?

Oh infiernos, ahora Chansung estaba tratando de psicoanalizarlo. Ya había sido malo que Zelo lo exprimiera. Junho se dejó caer en la cama, viendo al techo mientras palmeaba su cara. No había manera de que dejara a Chansung entrar en su jodido cerebro.

—¿Junho?

—Tener a alguien más que depende de mi, ¡está bien!

r13;Junho gritó. No estaba seguro de por qué se sentía tan agraviado, pero decirle a Chansung sus miedos lo hacía sentirse vulnerable. Algo que no le gustaba ni un poco.

El cuerpo de Junho se puso rígido cuando sintió que la cama se hundía y oyó movimiento. Chansung estaba sobre él, montándose a horcajadas en sus caderas. —¿Qué si quiero que dependas de mi? ¿Qué si quiero que te sometas a mi? ¿Cambiaría las cosas?

¿Las cambiaría? Junho pensó en cómo su cuerpo comenzaba a reaccionar ante el gran oso sentado en sus ingles. Chansung era un poco pesado, pero Junho le dio la bienvenida al peso.

Junho se sintió travieso cuando movió las caderas casi tumbando a Chansung. Sabía que la única razón de haberlo logrado era porque Chansung no se esperaba ese movimiento. —¿Qué te hace pensar que yo te escucharía?

Los ojos de Junho se abrieron más cuando Chansung se deslizó por su cuerpo y se acomodó entre las piernas de Junho. Chansung se inclinó y tomó en su boca el pene de Junho sobre los jeans. Junho se enderezó para ver la más erótica vista que hubiera visto. «Por favor que el hombre chupe mi pene».

 

Chansung presionó sus labios juntos, haciendo que el abdomen de Junho temblara y su pene saltara. —Porque lo quieres y lo sabes.

Junho gruñó decepcionado cuando Chansung retiró su boca, pero el gruñido apenas si había salido de sus labios antes de que Chansung desabrochara sus jeans y lentamente bajaba el cierre. Junho no podría apartar su mirada ni aunque la casa se estuviera incendiando. Era tan malditamente sexy ver la boca de Chansung tan cerca de su eje. Su abdomen se estremeció cuando Chansung bajó la cabeza, dejando que la punta de su lengua tocara la cabeza del pene de Junho.

—Manzana y canela.

 

Junho inclinó la cabeza a un lado. —¿Anhelas los pasteles de manzana o algo así?

Chansung se reía mientras besaba el pene de Junho. —No. Así es como hueles. Tu olor es único porque eres mi pareja.

Junho solamente pudo asentir mientras Chansung lentamente bajaba los jeans por sus caderas, bajo sus muslos y llegando a los tobillos. Chansung se apartó, le quitó los zapatos a Junho y entonces le quitó los jeans. Chansung levantó el mentón de Junho. —Quítate la camisa.

Junho tomó la bastilla y casi la desgarra a la mitad al quitársela y lanzarla a un lado.

Chansung arqueó una ceja mientras su boca formaba una muy sexy media sonrisa. —Muy   lindo.

Colocó sus manos en el pecho de Junho, recorriendo la piel y entonces sus pulgares estaban sobre los pezones de Junho. Pequeños choques eléctricos recorrieron el cuerpo de Junho mientras Chansung pellizcaba sus pezones. —¿Sensible?

—Sí —Junho jadeó.

 

Chansung se reía mientras se inclinaba y chupaba uno de los pequeños discos café dentro de su boca. Junho gruñó cuando su cuerpo se estremeció bajo el oso. Chansung liberó el pezón y veía a los ojos a Junho mientras se deslizaba por el cuerpo de Junho hacia abajo, y chupaba el pene de Junho entre sus labios, chupando la cabeza del pene.

—Oh, joder —Junho gruñó, moviendo las caderas para tratar de empujar su pene todo el camino por la garganta de Chansung. Quería empujase cuando Chansung se apartaba, Chansung colocó sus manos en las caderas de Junho.

—Si te mueves me detengo.

«Infiernos no». Si Chansung se detenía, Junho iba a…llorar como un malcriado. No había manera de que Chansung estuviera provocándolo y luego se detuviera. Así que asintió.

Chansung le dio una engreída sonrisa antes de tomar de nuevo el pene de Junho en su boca, su lengua giraba alrededor de la cabeza del pene, haciendo que la piel de Junho zumbara.

Junho levantó las piernas y plantó los pies en la cama de Chansung sosteniéndolo en su lugar, sus manos automáticamente fueron a la cabeza de Chansung. Cuando el oso comenzó a mover su mano hacia atrás, Junho inmediatamente retiró las manos y se acostó en la cama curvando los dedos en las sábanas.

Se estremeció cuando sintió un dedo probando su agujero.

 

Chansung levantó la cabeza y miró a Junho. —¿Has sido el de abajo?

Junho sacudió la cabeza negando mientras rezaba porque Chansung pusiera su maldita boca de nuevo sobre su pene. Estaba cerca, realmente cerca y él gritaría si Chansung se detenía.

 

Junho gruñó cuando Chansung se levantó, buscando algo en el cajón de la mesita de noche. Vio cuando Chansung sacó un tubo de lubricante.

Chansung se acostó de nuevo, tragando el pene de Junho hasta la raíz. —¡Mierda! —Junho gritó y movió sus caderas. La boca de Chansung ordeñaba su pene mientras un dedo entraba en él.

Junho no sabía si joder la boca de Chansung o gritarle al oso por ser un tramposo bastardo.

El joder su boca ganó.

 

Estaba sorprendido de que Chansung no hiciera que se detuviera hasta que sintió otro dedo deslizarse con el primero. Sabía lo que el hombre estaba haciendo pero a Junho no le importó. Suponía que estaba mamándolo para distraerlo de lo que Chansung quería hacerle.

Junho apretó los dientes cuando un tercer dedo se unió a los dos anteriores. Nunca se había sentido tan lleno en su vida. Tenía que admitir que se sentía jodidamente fantástico. Junho se empujó hacia adelante, empujando su pene hacia la garganta de Chansung, y se empujaba hacia atrás empalando su culo en los dedos de Chansung.

La realidad lo golpeó cuando Chansung se apartó y salió de la cama, desnudándose rápidamente. Junho abrió más los ojos cuando vio el enormemente grande jodido pene entre las piernas del oso. —¿Qué planeas hacer con eso?

—Voy a empujar mi pene dentro de tu culo, Junho. Una vez que lo haga, estaremos enlazados como pareja. Si tú no lo quieres, dímelo ahora.

La cabeza de Junho giraba con la idea de comprometerse con Chansung. Sabía que él no quería estar lejos de ese hombre, pero todo lo que eso conllevaba, eso era, el «máximo compromiso». Antes de que pudiera cambiar de opinión asintió.

 

Tenía que dar el paso decisivo en algún momento, y Chansung parecía la persona correcta para hacer eso.

Chansung se movió bajo él, sentándose entre las piernas de Junho, en un parpadeo. Junho tomó las sábanas de nuevo cuando Chansung  levantó  sus  piernas,  empujándolas  hacia  su    pecho.

r13;Avísame si necesitas que me detenga, ¿está bien?

 

Junho lamió sus labios secos, su garganta se rehusaba a trabajar. Se mordió el labio inferior mientras Chansung tomaba sus piernas y las jalaba hacia su pecho. Las aletas de la nariz de Chansung se movieron mientras sus ojos lo veían. Junho se mordió más duro el labio cuando Chansung entró.

—Tiempo fuera —gritó mientras trataba de respirar a causa del dolor. ¿Cómo infiernos alguien permitía que lo jodieran por el culo? Esa mierda dolía.

Chansung se detuvo completamente inmóvil mientras Junho exhalaba lentamente, el dolor se calmó. —Está bien.

El oso se empujó un poco más, como si probara para ver si Junho pediría otro tiempo fuera. Junho se empujaba hacia atrás, mientras Chansung se empujaba hacia adelante, la acción ayudó…algo.

—¿Cómo estás?

 

Junho se rio mientras rodaba los ojos. —Estoy bien. Esto es extraño.

Chansung se carcajeó mientras empujaba su pene hasta la empuñadura.

—¡Bastardo! —Junho gritó mientras apretaba los dientes, esperaba que el dolor se calmara—. Si incluso lo haces de nuevo, voy a golpearte.

Chansung sonrió mientras sentía sus brazos, su nariz y cada centímetro de Junho. —En mi culo, espero.

 

—Pervertido bastardo —Junho provocó mientras Chansung comenzaba a moverse. El dolor se transformó en un placer que Junho nunca supo que existía mientras Chansung movía las caderas—. Oh, Dios —gimió.

—Sabía que te gustaría eso —dijo Chansung antes de reclamar los labios de Junho. Lo besó con pasión mientras Junho envolvía sus piernas alrededor de la cintura de Chansung. Infiernos, sería el de abajo en cada ocasión si se sentía tan jodidamente bien.

Junho jadeó mientras Chansung se apartaba del beso y sacaba su pene del culo de Junho. —¿Qué infiernos?

—Sobre tus manos y rodillas, Junho —Chansung ordenó.

 

Junho se estremeció mientras se giraba. La voz de mando lo excitaba. Separó las piernas mientras Chansung entraba en él por detrás. Junho rodó la cabeza sobre su hombro mientras Chansung se empujaba dentro de él, el sonido de piel golpeando con piel retumbaba en las paredes.

No podía tomarlo. Junho trató de subir por la cama mientras las sensaciones amenazaban con inundarlo.

—¿A dónde vas, amor? Regresa aquí. —Chansung tomó las caderas de Junho, jalándolo hacia atrás mientras empujaba su pene profundamente dentro del culo de Junho. Los hombros de Junho golpeaban el colchón mientras él gritaba. Su cuerpo se sentía como si fuera a explotar.

—¿Sientes eso, amor?, ¿sientes que nos enlazamos? r13;Chansung preguntó mientras jodía más duro a Junho, profundo y rápido.

Sentía algo. Era como si Chansung estuviera en su interior, enterrado profundamente. La cabeza de Junho cayó hacia atrás mientras gritaba cuando los dientes de Chansung se encajaron en su piel. Su pene hizo erupción, enviando su semilla hacia las sábanas. Junho se aferró a la cama mientras Chansung lo sostenía en su lugar, sus dientes enterrados en Junho.

Un gruñido retumbó en el aire cuando Chansung movió sus caderas a la velocidad de la luz, Junho no creía que fuera a sobrevivir. Los dientes de Chansung lo liberaron y un rugido retumbo en el cuarto y chorros de caliente semilla llenaron su culo.

Junho estaba sorprendido de que los vidrios de las ventanas no se quebraran con el fuerte gruñido, Chansung lo jodió tan duro que Junho sabía que lo sentiría durante un mes. Junho juraba que sintió el pene de Chansung crecer. Se había perdido en el momento. No había manera de que el eje de Chansung creciera.

—Junho —Chansung jadeó mientras comenzaba a moverse más lentamente—. Por favor dime que no te lastime, bebé. —Su voz se oía preocupada mientras Chansung literalmente envolvía su cuerpo alrededor del de Junho, casi como un capullo de protección.

Junho apoyó la cabeza en la almohada mientras sentía sobre su espalda el latido fuera de control del corazón de Chansung.

—No, no lo hiciste.

 

Pero él caminaría raro por un tiempo.

 

Chansung besó la parte de atrás del cuello de Junho mientras se movía y se colocaba en cucharita detrás de él, su pene aun enterrado dentro del culo de Junho. —Bien, pareja.

Junho sintió el pánico elevarse con esa palabra. ¿Qué infiernos había hecho? Él estaba cien por cierto y totalmente comprometido.

«¡Mierda!»

 

continuara...


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