–No puede ser, ¡no puede ser!
–Tranquila Bianca, ¡tranquila! –Jessica tomó mi brazo –Estás espantando a tus hermanas –Miré a mi alrededor. Era verdad –No te preocupes, no es tan grave –Revisó la herida de Tiffany –Pero en definitiva debes llevarla a un hospital. Descuida, yo llevaré a tus hermanas a casa y tú lleva a Tiffany al doctor.
–Pero…
–Sin peros. Anda, llévala. Cuando llegues al hospital, mándame la dirección y yo te alcanzaré después de dejar a tus hermanas en casa –Seguía estática, escuchándola – ¡Anda! Vamos, ¿qué esperas?
–Sí…sí. Vamos princesa –Dije a Tiffany que aun lloraba.
–Bianca –Krystal alcanzó mi brazo antes de que saliéramos del lugar –Lo…lo siento, sólo estaba poniendo atención a Seo y Yoong, no puse atención a Tiff y… –Bajó la mirada.
–Tranquila Krys, no fue tu culpa. Gracias por cuidar y preocuparte de mis hermanas –Sonreí, logrando que su pena disminuyera.
Una hora después, el doctor de Tiffany salía de su consultorio para encontrarse conmigo. Al verme, sonrió, y de cierta manera supuse que todo estaba bien, o que por lo menos no era grave. Gran error.
–Descuide señorita Galieni, su hermana está bien, sólo necesitó un par de puntadas en la ceja…aunque –Su expresión se volvió sombría y mi presión se elevó.
– ¿Aunque? –Pregunté temerosa.
–Al parecer la vista de Tiffany ha empeorado.
– ¿¡Qué!? Pero… ¿cómo? ¿Por qué? Usted dijo que…
–Sé lo que dije –Señaló con sus manos que bajara la voz –Dígame algo, ¿sabe por qué la pequeña tuvo esa caída?
–No, no hubo tiempo para preguntas, en cuanto vi su herida, la traje de inmediato.
–Bueno, pues según lo contado por ella misma, al parecer no logró ver claramente. Lo que deduzco, provoco que no calculase bien la distancia entre la tirolesa y la alberca de pelotas –Guardó silencio por un momento –Lo que quiero decir es que…su accidente fue por el déficit visual que sufre y no por una simple distracción –Explicó mejor, entonces suspiró larga y profundamente –Está empeorando, señorita Galieni…y lo está haciendo demasiado pronto, más de lo que yo creí.
–Necesita un donante antes de lo que se pensaba, ¿cierto? –Pregunté algo absorta por la nueva información.
–Me temo que sí –Puso su mano en mi hombro –Su hermana necesita ese trasplante lo antes posible o…perderá la vista por completo.
–Fa…Fanny ¿ya no va a ver? –Al oír esa voz tras de mí, sentí que el piso se abría bajo mis pies en ese mismo instante.
– ¡Taeyeon! –Giré de prisa y la vi, ahí, con sus manitas cargando un pequeño Totoro de felpa y sus ojitos a punto de llorar.
–Yo…lo siento Bianca –Tras ella se encontraba Jessica –Cuando venía para acá, Taengoo insistió demasiado y… –Desvió la mirada –Lo siento.
–Unnie –Llegó hasta mí –Fanny, ella no… –Comenzó a respirar con dificultad –Ella…
–Tranquila, Tae –Me puse a su altura y tanto Jessica como el doctor se acercaron –Respira, vamos, respira, relájate –Busqué su inhalador entre las bolsas de su pantalón y chaqueta –Vamos Taeng, respira, sólo respira –Al encontrarlo, se lo entregué e inhaló tres veces. De inmediato comenzó a respirar mejor.
– ¡Unnie! –Rodeó mi cuello –Ella…ella no…
–Shshsh, tranquila pequeña. Tiffany va a estar bien –Sobé su espalda –Va a estar bien –Repetí –Ya verás. Yo encontraré un donador y Tiff va a ver mejor que nadie –La separé de mí y sonreí.
– ¿De verdad? –Preguntó dudosa, limpiando sus lágrimas.
–Claro, ya lo verás –Volví a sonreír, aunque por un momento mis lágrimas intentaron traicionarme.
Sabía que era algo injusto prometer algo así a Taeyeon, pero no podía…no tenía el valor para contarle que probablemente Tiffany…que tal vez ella perdería la vista y yo no podría hacer nada. Simplemente no podía destrozar de esa manera la esperanza de mi pequeña hermana de tan sólo siente años.
– ¿Puedo verla? –Preguntó con ojitos esperanzados.
– ¿Puede? –Yo miré al doctor de la misma forma.
–Bueno…se supone que los niños no… –Miró a Taeyeon y se dio por vencido –Ok, ustedes ganan –Sonrió conforme –Vengan, está en mi consultorio –Lo seguimos, y justo antes de entrar, tomé la mano de Taeyeon.
–Taeng –Me miró –Necesito que sepas algo antes de ver a Tiff –Ladeó su cabecita, confundida –Tiffany no sabe nada del donante que necesita y…
–Ya entendí, unnie –Sonrió –No diré nada –Imité su gesto al escucharla.
–Gracias Taeng –En ocasiones mi pequeña hermana era mucho más perceptiva e inteligente que algunos adultos,…incluyéndome.
–Vamos, ya quiero ver a Fanny –Jaló mi brazo.
–….Hola pequeña, ya regresé. Y mira quién viene conmigo –Dijo el doctor a Tiffany, dejándonos entrar.
Se encontraba sentada sobre la camilla, comiendo un caramelo. Desvié la mirada a su ceja, la cual ahora sólo estaba un poco hinchada y con puntos de papel sobre ésta. Aún tenía los ojos algo rojos debido al llanto, pero en cuanto vio a Taeyeon y el regalo que sostenía entre las manos, su sonrisa apareció de oreja a oreja.
– ¡Tae-tae! –Dio un brinco, bajó de la camilla y se abrazó efusivamente a Taeyeon – ¿Es para mí? –Preguntó de inmediato, mirando con gusto al pequeño Totoro.
–Claro. Sica unnie y yo lo compramos para ti. Toma –Ofreció el tierno peluche y Tiffany lo tomó a prisa.
–Gracias Tae-tae –Le dio un beso en la mejilla y luego corrió hacia Jessica –Gracias, Jessica-shi –Hizo una reverencia.
–No tienes que agradecer –Respondió ella, tomándola en brazos –Y puedes llamarme unnie, al igual que Taengoo.
–Mmm… –Tiffany puso la mano sobre su barbilla –No creo que eso le agrade a Hyuna unnie –Jessica sonrió malvada, y yo con ella al comprender lo que su perversa mente estaba pensando en ese momento.
–Ahora con mayor razón, insisto en que lo hagas.
–Mmm…ok –Logró convencerla –Gracias, Jessi unnie.
–Doctor –Llamé su atención – ¿Ya puedo llevarme a mi hermana?
–Oh, claro. Sólo dele esto cada doce horas por tres días –Ofreció un frasco con pastillas –Ayudarán a bajar la hinchazón y el leve dolor que llegue a presentar.
–Bien, yo me encargaré de que las tome –Nos dirigimos a la puerta.
–Señorita Galieni –Tomó mi brazo, luego miró a Tiffany, quien seguía en los brazos de Jessica –Si sé de cualquier…“cosa” en los próximos días, la llamaré.
–Gracias doctor…
–Siwon, Choi Siwon –Respondió con una sonrisa –Nunca nos presentamos como era debido –Ofreció su mano.
–Ok, doctor Choi –Miré a mi pequeña hermana –Yo también seguiré buscando por mi cuenta –Estreché su mano y sin más, salimos de allí.
Jessica volvió a acompañarnos a casa. Me contó que las demás no insistieron en ir al hospital, sólo porque Krystal logró convencerlas de que lo mejor era esperar a Tiffany en casa y prepararle una gran pijamada. En cuanto llegamos, en efecto, ya todas vestían sus pijamas favoritas y recibieron a Tiff con abrazos y múltiples preguntas sobre su ceja “rota”, como la había llamado Sunny.
–Espero que no te moleste que Krys se haya quedado a la pijamada improvisada –Después de llevar a todas a la sala de tv, Jessica y yo salimos al jardín trasero.
–No, para nada –Sonreí –Agradezco que les haya dado la idea y que no fueran al hospital –Suspiré –No sé qué hubiera hecho si todas se hubiesen enterado de la enfermedad de Fanny –Nos sentamos sobre el pasto, admirando las estrellas.
–Sobre eso… ¿quieres hablar de ello? –Tomó mi mano y yo respiré hondo.
–…Tiffany tiene déficit visual, y aunque no han encontrado la causa, los doctores tienen muy clara una cosa: necesitan un donante cuanto antes o ella perderá la vista definitivamente –Callé por unos instantes –Su vista empeora cada vez más, incluso más rápido de lo que ellos creían. El accidente que tuvo hoy, fue a causa de no lograr ver con claridad. Al parecer se soltó antes y por eso cayó fuera de la alberca –No dijo nada por unos segundos.
–Entonces de eso hablaban el doctor y tú antes de salir de su consultorio. Ninguno de los dos ha encontrado un donante –Negué despacio y con frustración – ¿Tiffany sabe de la situación?
–No, ella cree que sólo necesita lentes para ver mejor. Pero me temo que pronto tendré que decirle la verdad si su vista sigue empeorando tan rápido. Yo…estoy desesperada –Mi voz se quebró –No sé qué voy a hacer, no lo sé –Rompí en llanto.
–Tranquila –Me haló hacia ella, rodeándome con sus brazos –Hallaremos una solución, lo haremos, ya verás –Me separé un poco.
–Pero Jessica, tú no tienes porque…
–Claro que sí –Interrumpió –Ahora somos amigas ¿no? Bueno, pues las amigas se apoyan en todo y eso es lo que yo haré. Te apoyaré, Bianca…y verás que pronto todo esto se va a solucionar –Sonrió –Ya verás.
–…Gracias Jessi.
Tomé su mejilla con mi mano derecha, nos miramos fijamente y ella se sonrojó al instante, mi sonrisa creció al notar aquello y comencé a acercarme, logré ver cómo sus pupilas se dilataban, mientras que a mí me sudaban las manos.
No podía evitarlo más, no podía, sé que en esta vida, Hyuna es mi novia, pero yo…yo amo a Jessica. No puedo más, simplemente no puedo más.
Al estar a escasos centímetros, ambas cerramos los ojos, ella apretó mi mano y yo me apresuré a cerrar la brecha que había entre sus labios y los míos y… ¡por fin! por fin la besé. Fue lindo, tierno y ansiado, por lo menos para mí, aunque por su reacción supongo que ella también lo deseaba tanto como yo.
–Bianca… –Pronunció al separarnos, llevando su mano a los labios.
–Yo…Jessi, yo…
– ¡Aja! ¡Lo sabía! –De la nada, Sooyoung apareció en medio de nosotras –Jessica-shi ¡sí es tu novia! –Me señaló acusadora.
–Unnie… –Volteé y casi caigo de espaldas al ver al resto detrás de nosotras –Entonces tú y Hyuna unnie… ¿ya no son novias? –Preguntó Tiffany, abrazando a su Totoro, pero antes de que pudiera contestar, alguien más habló.
–Unnie…acaso tú y Bianca… –Krystal se acercó un poco más.
–Krys –Jessica llegó hasta ella –Puedo explicarlo –La menor mantenía una expresión seria –Bianca y yo… –De pronto Krystal comenzó a reír.
– ¡Lo sabía! Sabía que Bianca te gustaba –Acusó y sonrió aún más. Yo quedé en shock al escuchar tal revelación –Lo supe desde que llegaste a casa después de tu primer día en la universidad y no parabas de hablar de lo “maravillosa, misteriosa y genial” que era una tal Galieni. Lo confirmé desde que vi la manera en que tus ojos brillaron aquel día que nos encontramos con ella en el parque. Lo sabía, ¡lo sabía! –Gritó feliz.
Yo seguía en shock. Jessica prácticamente era un tomate, mis hermanas no comprendían la situación y Krys…Krys seguía jactándose de tener la razón todo éste tiempo. Entonces unos segundos después, Jessica la llamó a todo pulmón, seguido de un agudo grito.
– ¡Krystal! ¡Tú! Tú… ¡estás muerta! –Comenzó a perseguirla por toda la casa.
Por otro lado, yo regresé del trance en el que estaba y entonces noté que Taeyeon se acercaba a mí, con cara de pocos, muy pocos amigos.
–No se vale, unnie –Frunció el ceño –Tú ya tienes a Hyuna unnie –Se cruzó de brazos –Y ahora te has robado a mi chica –Abrí los ojos de par en par y sonreí ante la ternura que me provocaba, pero entonces ella dio media vuelta y salió corriendo – ¡No es justo! –Reprochó.
–Espera Taeng –Intenté seguirla, entonces Tiffany tomó mi mano.
–Unnie –Se acomodó los lentes –No has contestado mi pregunta –Me arrodillé frente a ella.
–Lo haré princesita, lo prometo, hablaré con todas ustedes –Miré a las demás –Pero ahora debo ir con Taeyeon, ¿de acuerdo? –Todas asintieron.
Antes de entrar a la casa, vi a Jessica tratando aun de atrapar a su hermana, quien seguía con las burlas. Reí por lo bajo y fui directo a la habitación de Taeyeon. Al entrar, la vi sentada a la orilla de la cama de Yuri.
– ¿Puedo pasar? –Volteó a verme y asintió, luego regresó su vista a hacia la ventana –Taeng, yo…sé que te gusta Jessica –Caminé hasta ella y me senté a su lado –Y que la quieres mucho a pesar de tener tan poco tiempo de conocerla, pero… –No sabía cómo continuar. Jamás pensé tener una plática como ésta con una niña de siete años. Reí ante lo absurdo de la situación –Tae…tú eres muy pequeña para…tener novia –Hablé con cautela –Y… –Vaya que me estaba costando trabajo tener esta charla –Mira, ya verás que cuando crezcas vas a tener miles, qué digo miles, millones de chicas tras de ti –Por fin volteó a verme –Y van a ser igual de lindas y guapas que Jessica, incluso más…tal vez…lo dudo –Susurré lo último.
– ¿Tú crees? –Preguntó inocente.
–Por su puesto. ¡Vamos! Vas a ser toda una casanova –La abracé.
– ¿Casa qué? –Preguntó de nuevo.
–Bueno, es cuando alguien tiene muchas… ¿sabes qué? Olvida eso. El punto es, Tae, que…entiendo que estés molesta conmigo por haber besado a “tu chica”, pero ya verás que pronto se te pasará ese enamoramiento por Jessi.
–Pero yo no tengo ese inam…eno…enamo…ramiento que dices –Logró pronunciar –No –Negó repetidas veces –Yo ¡AMO! a Sica unnie –Aclaró.
– ¡Taeng! –Advertí, aunque no pude evitar reír –Aun eres muy pequeña para saber lo que es el amor.
–Pero la amo, unnie –Insistió, haciendo un mohín y cruzando sus bracitos. Reí de nuevo.
–Ok, ok, lo que tú digas –Despeiné un poco su cabello.
– ¿Y tú unnie? –Preguntó, fijando su mirada en mí.
– ¿Yo qué?
– ¿Tú amas a Sica unnie? –Sentí un escalofrío recorrer mi espalda.
–Yo…yo.
–La amas ¿verdad? Por eso la besaste –Se respondió a ella misma antes de que yo pudiera hacerlo –Pero entonces… ¿ya no eres la novia de Hyuna unnie? –Ahora no fue un escalofrío sino una “cubetada” de agua helada.
–Yo…bueno, sobre eso…mira Taeng, es algo complicado y en su momento aclararé todo esto contigo y las demás, ¿ok?... Por ahora debo aclararme a mí misma lo que acaba de ocurrir –Pensé.
–Ok –Sonrió feliz y bajó de la cama –Unnie –Se detuvo en la puerta –Cuida a Sica unnie o sino…cuando yo crezca te la quitaré –Amenazó con sonrisa pícara y salió.
Al bajar las escaleras, vi a todas de nuevo en la sala de tv, incluyendo a Krystal. Cerré la puerta con cuidado para no interrumpir su pijamada “improvisada”, después me dirigí al estudio y me encontré con Jessica sentada tras el escritorio.
–Debemos hablar –Dijo al verme entrar. Se levantó de la silla y caminó hasta a mí.
–Era justo lo que iba a decirte en cuanto te encontrara –Sonreí – ¿Krys recibió su merecido? –Sonrió tímida al escucharme.
–Sobre eso…no creas todo lo que dice mi hermana, ella a veces…
–Lo que dijo hace un momento, ¿fue verdad? –Interrumpí y tomé sus manos –Tú…
–Sí –No me miró –Me gustas –Bajó la cabeza –Pero sé que estás con Hyu… –La besé sin más. La chica de la que he estado enamorada por años, mi mejor amiga, la mujer de mis sueños acaba de decir que le gusto, no podía esperar más, no quería esperar más –Bianca –Se separó de mí –No podemos, tú estás saliendo con Hyuna y, aunque hay una rivalidad entre ambas, yo jamás le haría algo así a nadie, jamás le haría algo tan bajo como el “robarle” la novia a alguien, así sea mi “enemiga”…yo no puedo hacer eso.
–Hablaré con ella –Dije sin rodeos –Voy a terminar con Hyuna.
–Tú no puedes hacer eso. Estoy segura que ella te quiere y…
–Lo sé –La interrumpí de nuevo –Sin embargo yo ya no estoy enamorada de ella –Confesé –La quiero, sí, y mucho, pero como a una amiga. Sé que ha hecho mucho por mis hermanas y por mí, pero no puedo seguir a su lado sólo por agradecimiento, sería injusto para ella y para mí –Me acerqué un poco más –Jessica, hace mucho me di cuenta de mis sentimientos por ti, y callé –Por un momento recordé lo que Kevin me había contado –…Tal vez por miedo, tal vez por Hyuna, o tal vez porque te veías realmente feliz al lado de Donghae, sea cual sea haya sido el motivo, hizo que no me atreviera a confesarte mis sentimientos –Se notaba confundida –Pero ya no más, no pienso volver a quedarme callada y alejarme de ti.
–Bianca…
–Por favor…no te niegues y no me niegues ésta oportunidad, al menos intentémoslo. Por favor Jessi, dame una oportunidad.
– ¿Y Hyuna? –Me miró a los ojos.
–Ya te dije que hablaré con ella –Besé su frente.
–Está bien –Sonrió tímida –Pero no seremos nada hasta que hables y termines definitivamente con ella y le expliques las cosas a tus hermanas –Rió por lo bajo.
–Cierto, debó aclarar todo este lío con ellas o seguirán pensando que tengo dos novias –Reí, aunque ella no comprendió del todo –Mis hermanas creen que eres mi “otra novia”, lo hacen desde que viniste por primera vez a casa –Aclaré y ella sonrió, pero de un momento a otro vino a mi mente la charla con el psicólogo y mi sonrisa desapareció.
– ¿Qué pasa? –Tomó mi mejilla –Tiene que ver con el asunto de servicios infantiles ¿cierto? –La miré, con asombro y confusión –Taengoo me contó algo de camino al hospital –Explicó –Me habló de una tal Hyemi y de la visita de un hombre hoy por la mañana, que al parecer les hizo muchas preguntas –Suspiré y me dejé caer en el sofá. Ella se sentó a mi lado.
–Sí. Servicios infantiles ha estado sobre mis hermanas, o mejor dicho, sobre mí éstas últimas semanas. Todo empezó hace un par de meses atrás cuando Taeyeon sufrió un ataque de asma en el colegio y fue a dar al hospital, entonces el doctor le hizo un par de preguntas, y él junto a la directora del colegio decidieron llamar a servicios, argumentando que yo no cuido bien ni de ella ni de las demás –Expliqué mejor –Por varias semanas evité la visita de Hyemi, pero ella entró un día a la casa prácticamente a la fuerza –Reí, recordándola a ella y a Carmen corriendo por el jardín –Al final me convenció de no oponerme al proceso, así que comenzó a venir y a tener charlas con mis hermanas. Todo iba bien, perfecto a decir verdad, ella vendría unas dos o tres veces más y luego mandaría su reporte final a servicios, aclarando que el cuidado de mis hermanas era el adecuado, pero entonces… –Una sonrisa amarga apareció en mi rostro –Ocurrió el incidente con Donghae en la pizzería. Las niñas se lo contaron a Hyemi y ella tuvo que informar a servicios de lo sucedido, así que ellos decidieron mandar a un psicólogo, una vez más con el objetivo de cerciorarse de que mis hermanas se encuentran viviendo en un ambiente adecuado.
–Pero…tu pleito con Donghae fue por defender a tus hermanas, por defenderme a mí.
–Eso mismo le dije al psicólogo y a Hyemi, y aunque ella lo entendió, al parecer él no –Respiré profundo –Y todo empeoró cuando ellas le contaron sobre “las dos novias de unnie”. Así que ante los ojos del psicólogo soy violenta y promiscua, por lo tanto una pésima influencia para mis hermanas.
– ¿Y todo eso lo contará él a servicios infantiles? –Preguntó preocupada.
–No. Afortunadamente, Hyemi lo convenció de darme tiempo para hablar y aclarar todo éste caos con las niñas. Después él vendrá de nuevo y las entrevistará una vez más, entonces mandará su informe y…luego de unos días sabré la decisión de servicios.
– Y… ¿cuál es la peor que podrían tomar? –Preguntó con cautela, tomando mi mano.
–La única que ellos toman cuando llegan a la conclusión de que no eres apto para tener a tu cargo a menores…quitártelos.