Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Unnie por Yong Mun

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hey!! Qué tal? Lamento mucho la demora, de verdad.

En fin, sin más, aquí el nuevo cap.

Al llegar a casa, Taeyeon sube las escaleras, quitándose de “encima” aquel vestido rosado que tanto insistió Tiffany en ponerle, o como dijo la misma castaña: imponerle a pesar de que yo había dado permiso de que usara lo que quisiera.

 

Terminé de preparar la comida lo mejor posible, digo, por lo menos era comible lo que estaba sobre la mesa. Todas jugaban alrededor del jardín, mientras que Seohyun insistía en no despegarse de mí ni un sólo segundo, había estado así desde que llegamos a casa.

 

– ¡Amor! –Alguien llegó a mis espaldas, cubriendo mis ojos.

 

–Qué rayos… –Giré y quedé helada ante a la persona que tenía frente a mí –Hyu…Hyu...

 

– ¡Hyuna unnie! –Gritó Seohyun que hasta hace un momento estaba abrazada a mi pierna.

 

– ¡Unnie! –El resto la notó y corrió a su lado.

 

Hyuna recibió a todas con los brazos abiertos y sonriendo de oreja a oreja, mientras que  yo seguía estática. No salía de mí ni una sola palabra, ni siquiera noté cuando estaba de regreso conmigo y me…besó.

 

–Amor…Biany… ¡Bianca! –Llevé mi mano a los labios. Ella sonrió sin comprender mi acción –Amor… ¿estás bien?

 

– ¿Eh?...Eh, sí, yo…

 

–Hyuna es tu novia –De pronto apareció él –Lo son desde que ambas entraron a la preparatoria, en ésta vida ninguna de sus familias se opuso, al contrario, sus padres estuvieron encantados con la noticia –Relataba –Hyuna ha sido pieza clave para ti y tus hermanas en estos últimos meses, ha estado ahí cuando más la necesitas. Te apoya, te cuida, cuida de tus hermanas…en fin, es la novia modelo, sólo que hay un pequeño detalle…

 

–No la amo –Comprendí con temor, sin despegar la vista de ella, que ahora jugaba con las demás.

 

–Exacto –Sonrió comprensivo –Lo notaste de inmediato ¿ah?

 

–Sí –Aun no podía creer que ella estuviera aquí…conmigo.

 

– ¿Algo que lo haya hecho notorio? –Preguntó a mi oído.

 

–No sentí nada con su beso –Lo encaré –Además, la emoción que sentí cuando vi a Jessica en el parque, en definitiva no es la misma que siento ahora. Digo, no voy a negar que estoy feliz, más aún  porque hace años que no la veía, bueno…tú me entiendes –Asintió –Pero…ya no siento esa conexión que sentía cuando…cuando sus padres la alejaron de mí –Acepté con tristeza.

 

–Vamos, no te pongas así –Puso su mano en mi hombro y de nuevo sentí ese raro escalofrío – ¿Te haría sentir mejor si te digo que en ésta vida también llegaste a amarla demasiado?

 

– ¿De verdad? –Pregunté esperanzada.

 

–Sí, lo hiciste y mucho –Afirmó con una sonrisa.

 

–Entonces… ¿qué cambió?

 

–Mmm…no lo sé, a veces las cosas no tienen explicación alguna. Y aunque suene a frase hecha: en el amor no se manda. Digo, no quiero que malinterpretes lo que te voy a decir, pero desde que conociste a Jessica en la universidad, todo cambió en ti, supongo que fue entonces cuando tus sentimientos por Hyuna también cambiaron –Asentí, tratando de comprenderlo.

 

–Tú…tú me dijiste en el parque que alguna vez estuve a punto de confesarme a Jessica.

 

–Así es.

 

– ¿Acaso…no me importaron los sentimientos de Hyuna?

 

–Eso ni siquiera yo puedo respondértelo, sólo sé que esa tarde cuando estabas a punto de darle tu carta a Jessica, te detuviste abruptamente a medio camino, luego miraste una vez más aquella carta y después la tiraste al cesto de basura, fue entonces cuando Donghae te vio y sacó el sobre del bote, así fue como se enteró.

 

–Entiendo –Dije aun pensando en ello –Quiero creer que si me detuve…fue por ella –La miré.

 

La tarde pasó rápido y Hyuna fue convencida por todas de quedarse. Era verdad lo que Kevin había dicho, ella era la novia modelo: cariñosa, atenta, sobreprotectora con mis hermanas, en fin, un ser humano increíble, debo reconocer que estaba extasiada al estar de nuevo a su lado pero…insistía, ya no era lo mismo.

 

–Al fin se durmieron –Dijo a mi oído. Las observé y efectivamente todas dormían tranquilamente sobre el enorme sofá de la sala, unas sobre otras. No puedo negar que se veían adorables – ¿Quieres que las subamos a sus habitaciones?

 

–No, déjalas, ya lo haré yo –Respondí apagando la tv y ella se acurrucó más a mí.

 

–Bian –Fue inevitable no recordar a Jessica al escuchar a…“mi novia” llamarme de ese modo.

 

– ¿Sí?

 

–Mañana debo viajar con mi familia a Japón –Comentó, separándose y mirándome a los ojos.

 

–Oh… –No supe qué decir.

 

–Tenía planeado decírtelo desde ayer pero tuve muchas cosas que hacer, incluso entregué algunos trabajos antes de tiempo para poder ir  a ese viaje.

 

– ¿Cuándo regresas?

 

–Descuida, serán sólo un par de semanas, ya sabes, papá no está mucho tiempo con nosotros debido al trabajo y quiere pasar sus vacaciones con la familia. Traté de convencerlo para que dejara quedarme y poder pasar más tiempo contigo pero… –Hizo un lindo mohín –No quiso, dijo que debíamos pasar más tiempo como familia –Era un hecho, yo tenía a la mejor novia del mundo. Estuvo dispuesta a sacrificar sus vacaciones sólo por mí.

 

–Descuida princesa, entiendo que tu padre quiera pasar más tiempo con ustedes –Tomé su mentón –Así que cambia esa cara, tú misma lo has dicho, serán sólo un par de semanas, pronto estarás de vuelta y entonces pasaremos mucho tiempo juntas, sólo tú y yo.

 

–Y tus hermanas –Completó.

 

–Bien –Reí –Y ellas también.

 

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

 

Autor

 

La semana pasó de prisa. Hyuna había ido a despedirse de Bianca y sus hermanas la mañana siguiente de haber estado con ellas. Todas las niñas le pidieron un obsequio a su regreso, y aunque Bianca las reprendió por ello, Hyuna prometió traer no uno, sino varios a cada una.

 

Cómo ya lo había dicho Kevin, la vida de la pelinegra no era nada sencilla desde que sus padres fallecieron, y lo pudo comprobar en esa semana. Entre la universidad, la empresa y sus pequeñas hermanas, la estaban consumiendo, afortunadamente quedaban sólo un par de días y después llegarían las vacaciones.

 

La pelinegra entraba al salón donde sería su próxima clase y en la última fila de aquel lugar, pudo divisar a la castaña que, como ya había dicho Kevin, en definitiva era una perra con la mayoría de sus compañeros. La joven, posó su vista en ella por unos instantes, luego sin expresión alguna la ignoró de nuevo. Pero había algo que no le había comentado su ángel guardián, y era que, si bien ella no era sociable, eso no impedía que fuera popular, claro, a su manera. Muchas chicas la admiraban en secreto y otras no TAN en secreto, tenía la fama de ser solitaria y misteriosa, además de ser la única persona capaz de derrotar al “maravilloso y magnífico” Lee Donghae en cualquier deporte o asunto académico. Y aunque eso último sí lo dijo el ser divino, no agregó que por ese simple hecho se unían más y más chicas a “su club de fans”.

 

–Bien jóvenes, como ya saben, en dos días llegaran las vacaciones –Comentó el profesor al llegar al aula. Al escucharlo, la mayoría comenzó a gritar y celebrar –Silencio. Pero ya me conocen, soy de esos profesores a los que les agrada arruinarles un “poco” las vacaciones a nuestros estudiosos y aplicados alumnos, dejándoles montañas y montañas de trabajo –Dijo con sonrisa burlona y empezaron los abucheos –Ya, ya, que tampoco soy tan malo, pero sí tendrán que hacer un pequeño proyecto para mi clase y lo entregaran al regresar de dichas vacaciones –Volvieron los abucheos –Tranquilos que no será tan pesado, lo harán en parejas, y antes de que empiecen a hacer planes –Se adelantó –Yo las voy a escoger.

 

–No me diga… –Susurró Bianca, sabiendo perfectamente quién se aparecería a su lado – ¿Por qué presiento que todo esto tiene que ver contigo? –Apareció un sonriente Kevin a su lado izquierdo – Y por qué presiento que será con quien creo que será –Dijo con fingida emoción.

 

– ¡Vamos Biany! –Canturreó el ángel –Será una oportunidad para que vuelvas a estar cerca de Jessica –Apenas y terminó de decirlo cuando el profesor mencionó el nombre de ambas.

 

–Señorita Galieni, señorita Jung, ustedes serán la cuarta pareja –Dijo acercándose a la banca de Jessica, entregándole una hoja –Allí se especifica las normas para el proyecto, ¿entendido? –La castaña asintió sin mucho afán.

 

– ¡Eres brillante Kevin! –La pelinegra soltó con sarcasmo –Haces que durante mis vacaciones tenga que ver a la persona que me dejó ¡MUY! claro que no quiere saber nada de mí.

 

– ¡Por favor! No es tan malo –Comentó el ángel –Tal vez al estar cerca de ti, cambié de opinión y vuelvan a ser mejores amigas –Le guiñó un ojo y la chica bufo fastidiada, él volvió a sonreír y desapareció.

 

–Genial…simplemente genial –Susurró para sí misma.

 

Al llegar a casa, sus pequeñas hermanas se encontraban en la sala. Taeyeon dibujaba, Hyoyeon y Sooyoung trataban de distraerla, Yuri practicaba sin éxito alguno sus clases de karate, Tiffany leía un libro, Yoona estaba dormida sobre el sofá y Seohyun era peinada por una Sunny bastante concentrada en su labor.

 

– ¡Llegué! –Anunció.

 

– ¡Unnie! –Todas, excepto Yoona, corrieron a su lado, logrando derribarla.

 

Antes, ese simple gesto la hubiese molestado, ahora…ahora la hacía sentirse en casa.

 

– ¡Hey! ¿Cómo se han portado? –Preguntó mientras sostenía en sus brazos a Yuri.

 

– ¡Bien! –Respondieron a coro.

 

–Eso es… ¡una gran mentira! –Las acusó, sonriendo de oreja a oreja –Pero lo dejaré pasar –Les guiñó.

 

–Unnie –Se acercó una adormilada castaña hasta toparse con sus piernas y estirar los bracitos para que la levantara.

 

–Oh, la pequeña dormilona ha despertado –No pudo negarse a su petición y también la tomó en brazos.

 

–Qué bueno que llegaste –Tallaba sus ojitos –Carmen dijo que no comeríamos hasta que tú llegaras –La mayor sonrío al escucharla. Carmen había sido su nana en sus primeros años de vida y agradecía que en ésta “nueva” vida, fuera la de sus pequeñas hermanas.

 

–Ok, entonces a lavarse las manos –Ordenó, bajando a ambas niñas de su regazo –Y a comer.

 

Todas asintieron y salieron corriendo al cuarto de baño, excepto Tiffany que prefirió caminar sin prisa y…entrecerrando los ojos. Bianca frunció el ceño al ver lo que ocurría con la pequeña pelinegra.

 

– ¿Qué pasa, princesita? –Se arrodilló frente a ella.

 

–Yo… –Volteó a verla aun con los ojos entrecerrados –No veo bien, unnie.

 

– ¿Qué?

 

–Sí. La profesora se enojó hoy conmigo porque no acabé de anotar lo que escribió en el pizarrón, dijo que era floja y distraída, ¡pero te juro que no soy floja, unnie! –Se apresuró a decir –Es que no alcanzaba a ver desde donde estaba –Explicó mientras trataba de no llorar.

 

–Vale, vale. Te creo, princesita –Tomó su manita – ¿Le explicaste eso a la profesora? –La pelinegra negó, bajando la cabeza.

 

 –Ok –Bianca respiró hondo –Ven, vamos con las demás. Después de comer, tú y yo iremos al doctor.

 

– ¡No unnie, al doctor no! –Dijo con espanto –No quiero que me inyecten.

 

–Tranquila –Rió por lo bajo –Sólo iremos para que te revisen, no habrá inyecciones.

 

– ¿Me lo prometes? –Hizo un adorable mohín.

 

–Te lo prometo.

 

La verdad es que a pesar de que la pelinegra aparentó no darle mucha importancia al asunto para no alarmar a Tiffany, lo cierto era que sí le preocupaba la situación de su pequeña hermana, y demasiado. Así que como dijo, al terminar de comer, pidió a su nana cuidar del resto mientras que ella y la pequeña Stephanie visitaban al doctor.

 

–Y bien, dígame ¿qué es lo que pasa con la pequeña? –Preguntó el doctor en cuanto Bianca y Tiffany entraron al consultorio.

 

–Al parecer no ve bien –Comentó la mayor –Y me parece extraño porque hasta hace unos días no había problema alguno –El hombre asintió y anotó en su libreta, luego miró a la pequeña y con una sonrisa se acercó a ella.

 

–Bien, veamos qué pasa contigo, lindura –La llevó a la camilla – ¿Cuántos dedos ves aquí? –Preguntó, poniendo su mano frente a ella.

 

–Dos –Respondió sin problema.

 

–Bien, ¿y aquí? –Esta vez la alejó un poco más.

 

–Mmm… –Entrecerró los ojos – ¿Tres? ¿Cuatro?

 

–Ok –Él y Bianca se miraron al saber que la pequeña había fallado –Linda, ¿puedes ver lo que sostiene mi mano? –Tomó su bolígrafo y lo llevó a la altura de su rostro.

 

–Mmm…no –Bajó la mirada.

 

–Descuida pequeña –Sonrió comprensivo –Está bien, no pasa nada – La ayudó a regresar a la silla –Señorita Galieni, preste atención –De nuevo fue tras su escritorio –Tendremos que hacerle algunos estudios a la pequeña…

 

–Tiffany –Completó ella.

 

–Bien. Tendremos que hacerle estudios a Tiffany para saber a ciencia cierta lo que ocurre.

 

– ¿Acaso no es cuestión de que use lentes y listo?

 

–Tal vez, pero si  es verdad lo que usted me ha dicho y su hermana no presentaba ningún problema de vista hasta ahora, me temo que no es una simple miopía, así que lo mejor es que algunos oftalmólogos y demás especialistas se encarguen de dar un  diagnóstico certero para ella. 

 

–Está…bien –Respondió, ahora más preocupada que antes.

 

– ¡Prefecto! Entonces si usted está de acuerdo, podemos hacerlos ahora mismo.

 

–Sí, claro.

 

–Bien, síganme –Hizo un ademan con la mano para guiarlas.

 

–…Unnie –Tiffany se aferró a su brazo.

 

– ¿Qué pasa Fanny?  

 

–Los estudios… ¿me van a doler? –Preguntó con ojitos temerosos.

 

–No princesita, no te van a doler. Los doctores sólo quieren saber qué es lo que pasa con esos lindos ojos –Sonrió, pinchando la nariz de la menor, logrando tranquilizarla –Además yo voy a estar contigo.

 

– ¿Y me vas a tomar de la mano?

 

–Por supuesto –Sonrió conmovida –Así que si estás nerviosa o tienes miedo, puedes apretar mi mano muy, muy fuerte ¿ok?

 

–Ok.

 

Tiffany salía del último examen que el doctor había decidido hacerle, luego sus colegas y él discutieron sobre el asunto y por fin dieron un diagnostico…o algo parecido. Bianca quedó en shock cuando el doctor le dio la noticia; la pequeña pelinegra había perdido más del veinte por ciento de visión. Al parecer, después de haberle hecho unas cuantas preguntas más a la pequeña, supieron que su visión empezó a verse afectada en las últimas semanas. Bianca no entendió la mayoría de los términos médicos que uso el doctor, pero sí comprendió que la vista de Tiffany iría empeorando con el paso del tiempo hasta perderla por completo. Su única opción o “cura” era encontrar un donante de corneas.

 

– ¡Perfecto linda! Ahora sí –El médico puso los nuevos lentes en los ojos de la pequeña. Por ahora su único tratamiento – ¿Qué dices? ¿Ves mejor?

 

–Sí –Respondió feliz –Veo muy bien.

 

–Estupendo –Dijo él con una amplia sonrisa –Señorita –Dirigió su vista a la mayor –Recuerde, Tiffany debe venir cada dos meses a revisión, su caso es delicado y…

 

–Sí –Lo interrumpió –Lo sé –Aun estaba procesando todo lo que le había informado el hombre momentos antes –Descuide, Tiffany vendrá a sus citas sin falta, ¿verdad princesa? –Sonrió a la pequeña, que asintió animosa –Bien, ahora por qué no vas por unos dulces a la máquina de allá –Señaló dicha máquina, alejada  a unos cuantos metros de ellos, dando un par de monedas a la pequeña –En un momento te sigo –Tiffany volvió a asentir y se alejó de ambos –Doctor… –La pelinegra centró su vista en el médico –Por favor, encuentre un donante para Tiffany –Tomó sus manos –Por favor, se lo suplico.

 

–Haré todo lo que esté en mis manos señorita Galieni, pero entienda, no es tarea fácil, hay muchas otras personas que esperan un donante al igual que su hermana. Entiendo su desesperación pero… –Bianca bajó la mirada, logrando la compasión de aquel hombre –Le prometo que haré todo lo posible para que Tiffany encuentre un donante.

 

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

 

Los días pasaron y por fin llegaron las vacaciones. Bianca era poco solicitada en la empresa y eso fue gracias al socio y mejor amigo de su padre: Ángelo, que además en ésta vida resultó ser el vicepresidente de tal negocio familiar. Al parecer el “tío” Ángelo era de mucha ayuda para la pelinegra. Y fue el mismo quien pidió al resto de empleados no molestar a la joven Galieni, al menos que se tratara de una emergencia. El hombre decía que su “sobrina” debía pasar sus vacaciones como cualquier otra chica de su edad y no en una enorme y fría oficina.

 

–Unnie –Hyoyeon llegó a su lado, sosteniendo entre sus manos una gran pistola de agua –Ven con nosotras.

 

Bianca bajó sus gafas de sol y dirigió su vista hasta la pequeña alberca inflable en medio del jardín, donde todas se encontraban jugando y riendo. Ella había preferido mantenerse alejada, tomando el sol en un camastro.

 

–Mmm…no lo creo –Respondió, volviendo a colocarse las gafas de sol.

 

–Pero unnie…

 

–No Hyoyeon, y es mi última respuesta –Vio cómo la pequeña, desanimada regresaba con el resto.

 

–Aún no se te quita lo idiota por completo ¿cierto? –El ángel apareció a su lado.

 

–Y tú nunca vas a aparecerte sin provocarme un infarto ¿verdad? –Tomó su pecho tratando de recuperar el aliento.

 

–No cambies el tema, Bianca –La miró directamente a los ojos –Tus hermanas quieren pasar tiempo contigo, sólo eso.

 

–Ellas no son… –No se atrevió a terminar la oración.

 

– ¿Qué pasa Biany? Hasta hace unos días todo iba perfecto, incluso el “jefe” estaba reconociendo tu buen comportamiento –Se sentó a la orilla del camastro –Pero volviste a ser la misma bruja con ellas desde que llevaste a Tiffany al hospital y te dieron aquel diagnóstico. ¿Qué sucede?

 

–Me preocupa –Miró hacia otro lado –Me preocupa que no encuentren un donante para ella –Explicó mejor, viendo cómo la pequeña pelinegra  sonreía y se divertía con el resto de sus hermanas –Tengo miedo de que pierda la vista por completo y yo no pueda hacer nada –Terminó con voz apagada.

 

– ¿Y por eso te has portado como una perra con el resto? –Preguntó irónico. La pelinegra lo fulminó con la mirada, pero la verdad es que estaba empezando a acostumbrarse a que él usara ese tipo de lenguaje.

 

–Lo sé, soy una idiota –Bajó la mirada mientras retiraba las enormes gafas.

 

–Oh sí, y una muy grande –La chica trató de reprochar al oírlo, pero al final rió junto a él.

 

–He estado tan ocupada y concentrada tratando de encontrar un donante junto al doctor de Tiffany, que me he olvidado un poco del resto, y sí, he vuelto a ser la misma bruja con ellas  –Reconoció con tristeza.

 

– ¿No crees que todo sería más fácil si les contaras lo que está sucediendo, incluyendo a Tiffany?

 

–No quiero preocuparlas, apenas son unas niñas. Si yo sigo en shock con la noticia, no quiero ni imaginarme cómo lo tomarían ellas, sobretodo Taeyeon y Sunny.

 

–Lo entiendo, es tu decisión y si crees que es lo correcto…entonces yo no puedo decir ni hacer más.

 

– ¡Escuche señorita! ¡Usted no puede pasar de esa manera! –Carmen gritaba eufórica – ¡Hey! ¡Deténgase!... ¡Señorita!

 

–Entienda que debo hablar con ella –Respondió una castaña que se dirigía hacia ellos, bueno, mejor dicho hacia Bianca.

 

– ¿Y esa quién es? –Preguntó al ángel.

 

–Pronto lo sabrás, mientras tanto… –Tronó los dedos y su angelical atuendo cambió a uno veraniego –Yo iré a divertirme.

 

Miró cómo el ser divino corría hasta llegar con sus hermanas, y de pronto, “mágicamente” empezaron a funcionar los aspersores del jardín, cerca de ellas. La pelinegra rió ante la escena, Kevin realmente se estaba divirtiendo con las pequeñas a pesar de no poder ser visto por ellas.

 

– ¿Señorita Galieni? –La joven de veintitantos llegó a su lado.

 

–Sí, soy yo. Dígame, ¿en qué puedo ayudarla? –Fue amable, pero se mantuvo sin expresión alguna.

 

–Lo siento señorita, traté de que ésta…mujer no entrara pero…

 

–Descuida Carmen, no importa –Sonrió a su nana –Puedes regresar a tus labores, yo me encargaré de la señorita –La mujer asintió con una sonrisa, luego miró a la castaña e hizo un gesto enfadoso.

 

–Permiso –Se retiró.

 

–Y bien, insisto, ¿en qué puedo ayudarla?

 

–Un placer señorita Galieni –Sonrió –Mi nombre es Pyo Hyemi, soy la trabajadora social que se está haciendo cargo del caso de sus hermanas.

Notas finales:

OMG!! Y empiezan los problemas =S pobre Fanny T-T

Hyemi será un problema más? Ustedes qué creen?

Qué les parece el cambio en el comportameitno de Bianca? Jaja!! Ni ella se puede resistir a lo adorables que son las soshis de peques XD ya no es una maldita con ellas, bueno, sólo a veces, pero denle chance, poco a poco.

Como sea, ya saben, sus rw siempre son bienvenidos.

Nos leemos pronto. Bye. =)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).