Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Unnie por Yong Mun

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hey!! Hola de nuevo, lamento mucho la demora, así que sin más he aquí el nuevo cap.

– ¿¡Qué dijo esa mocosa!? –Exigió el infeliz mientras que Jessica trataba de detenerlo.


–Cuida tus palabras, Lee –Levanté la voz, poniéndome de pie frente a él.


–Entonces dile a tu “pequeña hermanita” –Dijo sarcástico – ¡Que no hable tonterías! –Empuñé mis manos y mi cuerpo entero se tensó.


–Por favor Donghae –Pidió Jessica –No hagas un escándalo –Lo tomó del brazo –Vamos, es sólo una niña, no sabe lo que dice.


–Entonces ¿¡por qué demonios dijo eso!? –Volteé a ver a todas, estaban asustadas, Seohyun lloraba y se abrazaba a Tiffany.


–Lárgate de aquí Lee, no voy a dejar que sigas asustando a mis hermanas.


–No estoy hablando contigo –Me desafió con la mirada –Responde Jessica, ¿por qué las hermanas de…ésta creen que eres su novia?


–Es sólo una confusión Donghae, vamos, vayamos a otro lado.


– ¿¡Por qué!? –Insistió.


–Jessica vino a mi casa la tarde de ayer –Respondí por ella y vi cómo sus ojos delataron terror. Era claro que no se lo había contado.


– ¿¡Qué!? –Se puso histérico.


–Fue a mi casa porque debíamos realizar un proyecto para el señor Marín –Terminé de explicar.


– ¿Por qué rayos no me lo dijiste? –La tomó bruscamente del brazo y ella reprimió un quejido de dolor.


– ¡Suéltala! –Exigí.


–No te metas Galieni.


– ¡Te dije que la sueltes! –Y de un empujón lo mandé al suelo.


–Eres una… –Trató de golpearme, entonces con un rodillazo en la entrepierna el imbécil quedó fuera de combate.


–Señorita… –El encargado del lugar se acercó.


–Lo sé, lo sé, sin escándalos –Él asintió –Descuide, ya nos vamos –Volteé a ver a mis hermanas – ¿Están bien? –Todas asintieron, excepto Seohyun, que soltó a Tiffany para correr y literalmente colgarse de mi cuello –Tranquila Hyunnie –La tomé en brazos –Tranquila, todo está bien. Vamos niñas –Miré a las demás –Hay que irnos de aquí.


–…Gracias… –Dijo Krystal, tomando mi mano al pasar a su lado –Por defender a mi hermana –Dio una sonrisa tímida.


Jessica estaba en shock, no se había movido de su lugar desde que el infeliz de su novio quedó tirado en el piso, retorciéndose de dolor.


–Descuida Krys, no tienes que agradecerme nada –Devolví la sonrisa.


–… ¿Cómo sabes mi nombre? –Preguntó confundida.


– ¿Ah?...eh, bueno –Rasqué mi nuca –Tu hermana me ha hablado mucho de ti –De cierto modo eso no era mentira, aunque…en ésta vida sí.


–Ya –Dijo no muy convencida.


–Te…te vas a…arrepentir –Con trabajo y sobando sus miserias, el tipo logró levantarse.


–Ya veremos Lee, ya veremos –Sonreí con cinismo y salí del lugar junto a mis hermanas.


– ¡Wow! ¿Vieron? Unnie dejó a ese tipo como trapo viejo –Habló Sooyoung con emoción, mientras caminábamos de regreso a casa.


– ¡Sí! Un empujón por aquí, una patada por allá y el tonto quedó retorciéndose de dolor –Se le unió Hyoyeon.


–Vamos niñas, no es para tanto –Reí al verlas tan emocionadas.


–Tienen razón, unnie –Dijo Taeyeon –Pusiste a “ése” en su lugar. ¡Ya! –Dio una patada al aire.


–Yo iba a ayudar a unnie, pero vi que ella tenía todo bajo control –Comentó Yuri –Por eso no lo hice, si no… –Puso sus puños al aire –Ese tonto habría comprobado mi fuerza con unos buenos movimientos de kárate –Besó cada uno de sus puños y todas reímos.


– ¡Yul! Tú no habrías podido ayudar a unnie con ese bobo –Aseguró Tiffany acomodando sus lentes.


–Ah, claro que sí –Cruzó sus brazos con algo de indignación.


–Ok, ok, basta con el tema –Evité lo que sería una nueva pelea entre ese par. A Tiffany siempre le divertía molestar a Yuri cuando ésta alardeaba de su fuerza –Mejor olvidemos todo eso y lleguemos a casa para comer al postre, ¿qué dicen?


– ¡Sí! –Todas corrieron para llegar pronto, sin embargo Seohyun prefirió seguir sobre mis hombros, dejando que yo fuera su “caballito” hasta llegar a casa.


Después de comer helado hasta reventar, todas “reposábamos” en la sala de tv, entonces fue Carmen quien acabo con nuestro momento de paz.


–Lo siento señorita, pero…ésta mujer –Miró a Hyemi quien la seguía por detrás –Viene a verla a usted y a su hermanas –Reí la ver la cara de despreció que tenía mi nana. Siempre era lo mismo cada vez que Pyo Hyemi venía a casa.


–Está bien Carmen, puedes retirarte –Me levanté y como acto reflejo también lo hicieron mis hermanas –Señorita Hyemi es un gusto verla de nuevo.


– ¿Ve? ¡Se lo dije! Ella estaba esperándome –Dijo ella a mi nana, triunfante y con sonrisa burlona.


–Con permiso –Carmen la miró de reojo y luego movió la cabeza en desaprobación, saliendo de la sala.


–No debió decirle eso, usted sabe perfectamente que yo no tenía idea de que vendría hoy –Comenté con una sonrisa.


–Lo sé, pero es gracioso ver a tu nana enfadada –Rió con gracia –Además quedamos en que me hablarías de tú.


–Cierto, lo siento.


–Descuida, de todos modos me estoy acostumbrando a recordártelo cada vez que vengo.


–Hola señorita Pyo –Saludó Taeyeon, acercándose a ambas y haciendo una reverencia.


–Hola Taeyeon –Sonrió –Pero ya sabes que puedes llamarme Hyemi. ¡Vaya! Veo que eso de los modales viene de familia –Dijo desviando su vista hacia mí.


–Unnie siempre dice que hay que ser personas educadas y respetuosas –Respondió con inocencia.


– ¡Hyemi! –Yoona corrió y la abrazó por las piernas. Sí, mi pequeña hermana tenía cierta admiración y gusto por la castaña.


–Hola Yoona –Respondió con el mismo entusiasmo –Veo que estás muy feliz el día de hoy, al igual que todas –Miró al resto que también la saludaban con emoción – ¿Puedo saber a qué se debe tanta felicidad?


–Hoy unnie nos llevó al parque de diversiones –Contó Hyoyeon.


­–Sí, y subimos a muchos juegos –Siguió Yuri.


–Y comimos algodón de azúcar –Continuó Tiffany.


–Y luego fuimos por pizza –Dijo Sunny.


De apoco la fueron llevando hasta el sofá junto a ellas, mientras contaban lo que habíamos hecho durante el día. Las que más hablaban eran Yoona y Fanny. Todo iba de maravilla, ésta visita sería otro éxito, todo estaba perfecto, hasta que…


–Y luego cuando estábamos en la pizzería, unnie golpeó a un chico –Sooyoung contó con emoción. Yo cerré los ojos lamentando su comentario.


– ¿Qué? –Hyemi volteó a verme de inmediato.


–Sí, unnie nos defendió de un hombre malo, también a su nueva novia –Continuó Sunny –Es muy linda ¿sabes?


–Perdón, ya…ya me perdí –Hyemi no apartaba sus ojos de mí.


–Yo…puedo explicártelo –Rasqué mi nuca.


–De verdad lo deseo –Respondió sería. Pedí a mis hermanas que salieran, y al estar a solas, comencé a explicar lo ocurrido.


–Las niñas y yo estábamos en la pizzería, entonces una compañera de clase llegó junto a su hermana y su novio, cuando  Sunny los vio entrar… –Seguí mi relato, ella se mantuvo callada, se limitaba a asentir de vez en cuando, incluso a veces fruncía el ceño. Para cuando terminé, ella se quedó en silenció por un momento –Y así fue como pasaron las cosas.


–Entiendo –Calló por unos segundos más y suspiró –Pero debes reconocer y ser consciente de que actuaste mal. Bianca, esto debo anotarlo en mi reporte.


–Pero… –Entré en pánico –No pasó nada, nadie salió lastimado, bueno, sí, el tipo ése, pero se lo merecía.


–Tal vez tengas razón, sin embargo pusiste en riesgo a tus hermanas –Con pena en sus ojos, me miró –Lo siento, pero debo reportarlo y, tal vez…


– ¿Tal vez qué? –Pregunté con desespero.


–Puede que servicios infantiles pida que se hagan más visitas, ya sabes, con el argumento de que las pusiste en peligro al tener un pleito con ese hombre, un pleito que llegó a los golpes, además de que fue un mal ejemplo para tus hermanas –Hizo una pausa –Bianca, ellas aún son muy pequeñas, y en su pequeño mundo todo se puede distorsionar. No creo que  tú quieras que ellas anden por la vida creyendo que los problemas se resuelven a golpes, ¿o sí?


–No, por supuesto que no –Reconocí.


–Lo siento, pero debo reportarlo con mis superiores –Puso su mano en mi hombro.


–Sí, lo sé –Tomé su mano libre –Debí pensar antes de actuar –Ella asintió.


Después de pasar un rato más con mis hermanas y hacerles una que otra pregunta, se retiró. Era obvio que se sentía mal, pues debía reportar algo que con seguridad traería más problemas con los de servicios.


Ya era algo tarde, así que después de que Hyemi se retirara, llevé a todas a la cama.


–Unnie –Sooyoung llamó mi atención.


– ¿Qué pasa, Soo? –Volví a su cama, arrodillándome frente a ella.


–No debí decirle a Hyemi-shi sobre tu pelea con el tonto, ¿verdad? –Preguntó con ojitos temerosos, cubriéndose con las sábanas hasta la nariz.


–No Soo, descuida, tú sólo le contaste lo que habíamos hecho  durante el día –Acaricié su mejilla –No hiciste nada malo –Aseguré.


–Pero…yo escuché cuando ella te dijo que iba a hacer más visitas  y que no debiste golpear al “cara de niña” –Tuve que contener mis ganas de reír al oírla llamarlo de ese modo.


– ¡Sooyoung! –Reproché en su susurro para no despertar al resto –Ya lo habíamos hablado, tú y las demás prometieron no volver a espiar.


–Pero ésta vez sólo fui yo –Se delató –Y fue sin querer, yo iba a la cocina para que Carmen me diera más helado, entonces pasé por la sala y…


–Y pegaste esa pequeña orejita tuya a la puerta ¿no? –Traté de sonar seria pero su lindo mohín me lo hizo imposible.


–Yo… –Bajó la mirada.


–Bien –Suspiré derrotada –Creo que lo hecho, hecho está. Descuida Soo, la señorita Hyemi sólo nos hará unas cuantas visitas más, eso no significa nada y… –No sabía qué más decirle, al igual que ella, yo tenía miedo…miedo a qué pasaría si servicios infantiles decidiera que no soy apta para  cuidarlas –Y nada, sólo olvídalo. Ahora descansa ¿sí? –Asintió sin reproche.


Antes de entrar a mi habitación, decidí checar la de al lado. Al abrir la puerta pude ver claramente que Taeyeon, Tiffany, Yuri y Hyoyeon dormían tranquilas y sin problema alguno. Sonreí, di una vista más por toda la habitación y cerré la puerta.


–Bianca –Me topé con mi nana a mitad del pasillo. Ella tenía mucho más confianza cuando estábamos a solas.


– ¿Qué pasa Carmen?


–La señorita de la otra vez, está allá abajo. Le pedí que se marchara pues es tarde, pero insistió en verte y dice que no se irá de aquí hasta que pueda hablar contigo.


– ¿Cuál señorita? – Miré mi reloj. ¿Quién rayos podría venir a ésta hora? En unos minutos sería media noche.


–La que vino a hacer el trabajo para una clase, no recuerdo su nombre.


–Oh… –Lo que me faltaba –Ya sé de quién hablas. Descuida Carmen, ve a descansar, ha sido un día largo. Yo me encargaré de Jessica.


– ¿Segura cariño?


–Segura. Anda, ve a descansar –Asintió sin decir más. Bajé las escaleras, y en efecto, Jessica me esperaba al pie de ellas, dándome la espalda –Jessica, qué haces a… –Antes de poder terminar, recibí una fuerte bofetada.


– ¡No vuelvas a golpear a Donghae! –Soltó furiosa.


– ¿¡Qué diablos!? –Tomé mi mejilla adolorida y seguramente roja.


– ¡Oh! Esto se puso interesante –Kevin apareció detrás de mí.


– ¿¡Acaso estás loca!? –Grité, aun tomando mi mejilla – ¿Quién te crees para venir a mi casa a reclamar tal cosa? Además de hacerlo a horas sumamente inadecuadas.


– ¡Tú! –Me apuntó con el dedo – ¡Golpeaste a mi novio!


– ¿¡Y qué querías, ah!? –La tomé de ambos brazos –Ese imbécil insultó a mi hermana y te hizo daño a ti, no iba a quedarme de brazos cruzados –La solté, respiré hondo y traté de tranquilizarme –Mira Jessica, es muy tarde, mejor vete…hablaremos en otra ocasión.


– ¡No! –Volvió a gritar –No pienso moverme de aquí hasta que tú me pidas una disculpa.


– ¿¡Qué!? ¿De qué rayos hablas? Una disculpa ¿por qué? –Volví a respirar profundo.


– ¡Vaya! La señorita tiene carácter –Dijo Kevin mientras caminaba alrededor de ella – ¿Estás segura de que quieres a ésta mujer como la futura madre de tus hijos? Mira que si heredan esa mirada, la gente va a pensar que tus hijos son el anticristo –Rodé los ojos al escucharlo.


–Jessica, por favor vete –Pedí lo más serena posible –Mis hermanas duermen, no quiero que se despierten y se alteren por todos estos gritos, por favor…


– ¡Ya te dije que yo no me voy hasta que arreglemos esto! –No bajó la voz ni un poco.


–Insisto, la mujer tiene carácter –El ángel regresó a mi lado.


¡Cállate Kevin! –Grité mentalmente –Por favor Jessica, mis hermanas…


– ¡No! –Gritó una vez más –Además, si ellas despiertan tus padres pueden tranquilizarlas.


Mis ojos se abrieron de par en par, incluso Kevin borró de su rostro la sonrisa burlona que tenía hasta hace un momento.


–…De verdad no tienes ni la más mínima idea de quién soy, ni de mi vida, ¿cierto? –Pregunté con la mirada baja.


– ¿Eso qué tiene que ver en estos momentos? –Por fin dejó de gritar.


–Vete Jessica –Pedí sin siquiera mirarla.


–Yo no…


– ¡Vete! –Empuñé mis manos, alcé la vista y ella quedó en shock. Mis lágrimas caían una tras otra.


–…Bianca…


– ¡Vete! –Grité de nuevo. No dijo más y caminó hacia la puerta, cuando tomó el picaporte, llamé su atención –Jung…para tu información, mis padres murieron hace un año –Quedó en shock –Así que no, mis padres no pueden tranquilizar a mis hermanas…ya no –Di media vuelta y comencé a subir las escaleras.


–Biany –Llamó Kevin tras de mí –Bianca, lo siento, ni siquiera yo sabía que Jessica no estaba enterada de…


–Olvídalo –Lo interrumpí, dirigiéndome a mi habitación –Eso no fue tu culpa.


–Pero si yo lo hubiese sabido, te podría haber advertido y…


–Ya te dije que lo olvides –Tomé la perilla de la puerta –Fue un día largo y…estresante. Buenas noches Kevin –Dije sin mirarlo y entré.


–…Buenas noches Biany.


XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX


Autor


Todas tomaban el desayuno tranquilamente, bueno, lo más tranquilo que se puede cuando se comparte la mesa con ocho pequeñas niñas hiperactivas y que además se encuentras ansiosas por la llegada de alguien en especial.


Todas habían sido ajenas a la “pequeña gran” discusión que tuvo su hermana mayor la noche anterior con cierta castaña, por eso nadie notó las tremendas ojeras que tenía la pelinegra. Después de lo sucedido, no logró dormir en toda la noche.


*Ding, dong*


– ¡Llegó! –Gritó Yoona con emoción y salió corriendo del comedor.


– ¡Sí! Unnie llegó –Ésta vez Seohyun la siguió.


Bianca sonrió ante el comportamiento de sus dos hermanas más pequeñas. Volteó a mirar al resto quienes se encontraban igual de entusiasmadas, pero se contenían para no recibir una reprimenda de su parte. Al imaginarlo, sonrió una vez más.


–Anden, ¿qué esperan? Recíbanla como se merece –No terminó ni siquiera de decirlo cuando todas ya habían salido corriendo. Decidió seguirlas, aunque claro, sin tanto apuro.


– ¡Hyuna unnie! –Oyó gritar a Taeyeon tras salir al jardín.


– ¡Niñas! –Hyuna las recibió con una sonrisa y los brazos abiertos –Las extrañe ¡muuucho! –Abrazó a todas – ¿Y adivinen qué? Traje muchos, muchos regalos.


– ¡Sí! –Hyoyeon festejó con emoción.


La castaña hizo un ademán a su chofer y éste comenzó a bajar del auto, cajas y bolsas de todos tamaños. Bianca miraba la escena desde lejos y movía la cabeza en desaprobación, sin embargo sonreía de oreja a oreja.


–Todos los obsequios tienen escrito el nombre para quien es –Explicó a todas –Así que entren a casa y ábranlos –Sonrió una vez más.


– ¡¡EH!! –Soltaron todas al unísono y entraron con regalos en mano.


–Te dije que no era necesario –La pelinegra llegó hasta ella y la tomó por la cintura.


–Lo sé –Hyuna pasó los brazos por su cuello –Pero quise hacerlo –La besó.


–Gracias… –Susurró la pelinegras tras el beso.


–Ya te dije que lo hice porque quise.


–No…gracias por todo –Aclaró –Gracias por ser la mejor novia del mundo, gracias por cuidar y preocuparte de mis hermanas como si fueran las tuyas, gracias por estar ahí…siempre para mí, por apoyarme, por cuidarme…por amarme – ¿Y por qué tan de repente todo ese discurso? La verdad es que después de haber pensado toda la noche lo ocurrido con Jessica y sobre lo que ahora significaba y era su vida, su “nueva vida”, por fin había llegado a una conclusión: si esa sería su realidad de ahora en adelante, entonces pondría todo de su parte para que las cosas funcionaran como estaban. Algún día había estado enamorada de Hyuna ¿no? Bueno, entonces haría todo lo posible por volver a enamorarse de ella. Al final, por algo en ésta vida, ¡SU! vida, Jessica no era parte de ella y si eso sería así para siempre, tendría que aceptarlo…y lo haría –Gracias por todo Hyu –La besó de nuevo.


–Nada de eso, tú lo acabas de decir. Te amo y por eso siempre voy a estar ahí para ti, siempre –Aseguró con una amplia sonrisa.


– ¿¡Ven!? Se los dije, unnie no tiene novia nueva, su novia sigue siendo Hyuna unnie –De nuevo Sooyoung era la espía número uno de Bianca.


– ¿Qué? –Preguntó Hyuna con una sonrisa en los labios.


– ¡Youngie! –Bianca volteó a ver a sus pequeñas hermanas que apenas y asomaban sus cabecitas por aquella puerta, a excepción de Sooyoung quien estaba sin vergüenza alguna a unos cuantos pasos de ambas.


– ¿De qué habla Soo? –Insistió la castaña.


–De nada, una tontería. Una compañera de clase vino a realizar un trabajo a casa, se llama Jessica Jung y…


– ¿¡Qué!? –Hasta ese momento su novia estaba de lo más tranquila, pero al oír tal nombre, los colores se le subieron al rostro – ¿¡Jung estuvo aquí!?


–De nuevo se me olvidó decirte una cosa –El “ser divino” apareció tras ella.


¿No me digas? –Ironizó mentalmente.

Notas finales:

En fin, espero que la historia vaya bien y siga siendo de su agrado.

Y ya saben, sus comentarios simpre son bien recibidos.

Nos leemos pronto, bye!! =)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).