Despertó alegremente al sentir como su fiel compañero lamia su mejilla, interrumpiendo así su sueño.
-Na-Naruto- Pronuncio tan pronto despertó. Había soñado con su colega de la academia, tenía mucho que no lo miraba, y aquello le resultaba particularmente nostálgico.
Su perro lo miraba extrañado, quizá no estaba acostumbrado a mirar a su amo así de serio. Pero tan pronto se incorporó Kiba se transformó en un sonriente castaño.
-Hoy será un día de diversión y relajación. En la noche mirare a Hinata Akamaru, y tal vez, quien sabe, deséame suerte –Hablaba con su compañero canino como si este lo entendiera.
Planeaba tener más que una cena con su compañera de equipo. Después de todo pensó, que no le vendría mal descansar y relajarse entre sus fornidos brazos. Kiba miraba aquello como algo muy normal, no se tomaba nada personal, ni se hacía ilusiones. Después de todo era conocido como un casanovas en la aldea.
-Hay no puede ser- Incorporaba su cabeza violentamente al levantarse de su almohada.
-Estupendo- Recordaba que, hoy y por muchos días más, no tendría nada que hacer, estaría encerrado en su casa todo el día sin hacer nada.
Camino hasta su cocina, miro su casa sola, como de costumbre se llevó la sorpresa de que no había comida fresca. Preparo su ramen instantáneo, mientras miraba como el vapor del agua caliente salía del vaso, pensó en invocar algunos clones para jugar, pero aquello ya le resultaba incluso perturbador.
-Aun no olvido aquella vez que uno de los clones se calentó. Casi término siendo violado por un clon JAJAJAJAJA- Ahora le resultaba divertido, pero en su momento cuando el clon le insinuó cosas, en la soledad de su habitación y comenzó a desabrochar su chaqueta lo asusto.
Casi se dejó llevar, pero cuando miro que su cuello estaba siendo besado por sí mismo, Naruto reacciono y disperso al clon, con un golpe.
-¿Por qué es clon se habrá descontrolado? Digo ellos son una parte de mí y no es como que yo sea… ¡Tengo una idea!- Olvido por completo que estaba a punto de cuestionarse su orientación sexual, por la idea que le surgió.
El día pasaba rápidamente. La vida de las personas se desarrollaba con calma, conforme el sol avanzaba por el cielo anunciando que pronto oscurecería.
Kiba terminaba sus últimos arreglos, se miraba al espejo con admiración. Bajaba el cierre de su chaqueta de cuero, hasta medio pecho para dejar ver sus morenos pectorales, cuando se percató de la presencia de algo.
-¿Qué tenemos aquí? El primer en pecho- Dijo admirado al ver un bello sobre su pecho, que tímidamente marcaba su adolescencia. Había esperado 17 años este momento.
Decidió no llevar su banda en su frente, le agradaba que así le daba un tono fresco a su atuendo, por ultimo coloco su loción favorita en abundancia y dio un último vistazo al espejo, mientras alborotaba su cabello castaño.
-Estas, listo guapo. Ninguna conquista se te puedes escapar- Guiño un ojo y se marchó.
-Deséame suerte Akamaru- Salto sobre su canino amigo y salió por la ventana. Jamás se imaginaria lo que la noche le preparaba.
Las risas podían escucharse por toda su habitación, él también se miraba al espejo, pero lo que disfrutaba era de su enorme sonrisa de diversión. No podía creer lo que estaba a punto de hacer, pero eso lo hacía aún más divertido.
-Sera genial, fenomenal. La mejor broma que he hecho- Puso en posición sus manos.
-Jutso sexy- Y una nube de humo lo cubrió.
Naruto tenía un plan, ya que siendo Naruto, no conseguiría nada de diversión. Pensó que siendo otra persona podría divertirse algo, mínimo jugarle una broma a alguien en la calle. Quizá a alguno de sus amigos.
-Vaya- Dijo incrédulo mirándose en el espejo.
Ni siquiera Naruto esperaba aquellos resultados. Miraba a la chica que repentinamente había aparecido frente a él. Su chaqueta la cual estaba con las mangas dobladas hasta medio brazo, era lo único que cubrían el escote sexy, el cual estaba encabezado por, un bracier dorado, que era lo único que cubría su femenino pecho y en su estómago lo que perecía ser un tatuaje del emblema de fuego, justo donde solía estar aquel sello maldito. Una mini falda dejaba ver las piernas de la chica, delicadas y excitantes, bastante llamativas.
Aunque físicamente era sexy, lo que más sorprendió al rubio fue la transformación de su rostro. Este se había vuelto delicado y fino, conservando sus enormes ojos azules y marcas, combinados con una sonrisa y mejillas femeninas y aquellas largas coletas rubias que le llegaban hasta su cintura, le daban un toque particularmente tierno, aunque era su versión femenina, absolutamente nadie podría darse cuenta de que se trataba de Naruto transformado.
-Naruko. Te llamare Naruko- Sonreía al verse al espejo.
Había logrado un excelente trabajo, se sentía un poco raro, estar bastante desprovisto de prendas, pero gracias al intenso clima cálido sería mejor así, total nadie sabría que era él.
-Estoy listo- Hizo una pausa- Digo estoy lista- Debía luchar con aquello, se supone que ya no era un chico, debía tener cuidado.
Caminaba por la nocturna Konoha. Podía sentir en su cuerpo el fresco de la cálida noche de verano, su piel se enchinaba completa. Miraba como era el centro de atención, todo mundo volteaba a mirarla más de una ocasión.
Lejos de molestarse cuando algún chico le tiraba un piropo, internamente ser burlaba, y pensaba en lo ingenuos que eran. Se estaba divirtiendo, definitivamente esta broma era de lo máximo.
-¿Quién será mi primera víctima?- Se detuvo para hablar con su delicada y dulce voz femenina- Ya lo veremos- Siguió avanzando.
-Creo que deberá llevar una rosa, solo para variar- Se paró en la florería de Ino y la compro- Estoy listo- Se paró un momento fuera del establecimiento, para pensar su itinerario.
-Bingo- Musito Naruko al mirar a un chico moreno, fuera de un establecimiento- Aunque se mira bastante guapo esta noche- ¿Guapo? Pensó para sí mismo.
Los ojos de Kiba, la localizaron, miraron aquella chica rubio que caminaba hacia él. Pareciera que la chica caminaba en cámara lenta hacia él. No lo podía creer, la examinaba de pies a cabeza, aquella chica era una perfecta combinación de ternura y sensualidad.
-WoW. Debo saber quién es ella- Pensó que sería, una muy buena conquista.- Debo actuar rápido- Se desesperó, porque no sabía qué hacer, o cómo actuar. Estaba totalmente embobado.
-Hola guapo. ¿Es para mí?- Naruko por fin le hablo al moreno y se acercó hasta el- Ya no hay chicos tan detallistas hoy en día.
-¿Co, cómo?- No lo podía creer, aquella chica se había dirigido hacia el no tuvo que hacer nada. Aunque aquello lo tomo por sorpresa, pues el gran Kiba estaba nervioso.