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OMEGA (Boku no Hero) por Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Lamento la tardanza. Fue difícil conseguir algo de tiempo para buscar las inspiración en medio de los exámenes e finales y otros asuntos menos agradables. Pero lo conseguí y me hace feliz decir que ya empecé con la escritura del siguiente capítulo, por lo que espero traerlo de manera más puntual.

 

 

El sabor metálico de la sangre quemó su paladar mientras un nudo cerraba su garganta dejándolo sumirse en un llanto lastimoso.

Sus colmillos apretados con furia sobre aquel cuello se clavaron de lleno ignorando las punzadas de su corazón asustado por cada suspiro entrecortado que exhalaba el débil cuerpo del omega al que estaba hiriendo, un sonido bajo e indescifrable que le cortó el aliento al transformarse en un gemido y luego desvanecerse pronunciando suavemente aquella palabra que ya le sonaba más familiar que su nombre.

Una entonación que lo dejó helado, haciéndolo chocar sin piedad alguna con la realidad. Y es que por irreal y estúpido que sonara, él era un alfa y acababa de marcar a su más conflictivo, confuso y violento rival como su compañero para toda la vida.

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El rostro siempre sonriente y lleno de determinación del símbolo de la paz titubeo y lentamente tomó una expresión apagada apenas descifrable tras esa gran sonrisa que sostuvo inútilmente mientras se encaminaba a cumplir con su deber.

-Joven Midoriya… _pronunció con un tono firme esperando ver el rostro de su pupilo_

Su voz atravesó la habitación duramente, como un rayo sonoro que encogió el corazón de los presentes haciéndolos rehuir su mirada con vergüenza. Tanto el duro semblante del muchacho de hielo, que con dificultad sostenía la rabia que amenazaba con brotar de sus ojos, como el llanto entrecortado de Izuku, temblaron ante su llamado.

La voz sollozante del dueño del One for All perdió la fuerza, se contuvo mientras apretaba los dientes buscando calmar su rabia y finalmente explotó en una queja adolorida y escandalosa que refugió con dolor contra la piel manchada de su amigo de infancia, suplicando su perdón y el de su maestro.

All Might bajó el rostro ante aquella muestra de arrepentimiento, respiró profundamente sintiendo emociones contradictorias y finalmente soltó su veredicto.

-Joven Midoriya, joven Todoroki… deben acompañarme _dijo haciendo estremecerse a Izuku en anticipación del significado_ Quedarán bajo el cuidado de UA, hasta que se dé claridad a esto.

-¡Kacchan, él…! _alcanzó a pronunciar atropelladamente, evidenciando tanto su preocupación como su negativa a ser separado del rubio explosivo en esos momentos y es que Izuku, sabía muy bien lo que significaba para un omega ser marcado_

Las leyes no obligaban a ningún alfa a hacerse cargo y mucho menos a sostener una relación luego de la marca. Por triste que fuera, lo omegas cargaban con la responsabilidad de las agresiones que recibieran durante su celo, perdonando a los alfas incluso las violaciones y la trasgresión de su libertad, simplemente por el hecho de responder de manera instintiva a sus feromonas, pero lo cierto era, que los omegas no tenían la culpa. Tanto como los alfas, estaban limitados por sus características de género, pero era algo que la sociedad aún se negaba a entender y lo más común era que se castigara a los omegas por todos los delitos perpetrados, haciéndolos sufrir pesadillas legales, marginándolos y en algunos casos, obligándolos a someterse a cirugías para perder sus órganos fértiles y separarlos de sus alfas.

Esos casos eran tan complicados como el suyo, y es que, en una institución tan prestigiosa, llena de menores de edad con futuros brillantes, las presiones familiares no eran precisamente la mejor opción para los futuros héroes.

-Recovery Girl se hará cargo… _dijo All Might acercándose con cautela y extendiendo los brazos hacia Izuku para tomar a Katsuki_

-¡No! _soltó el peliverde aferrado al muchacho y desviando la mirada de inmediato, dudoso sobre lo que trataba de decir_

El rostro de All Might permaneció imperturbable dándole tiempo a su sucesor para aclarar su mente, limpiarse las lágrimas y abrigar a Kacchan correctamente; le dio unos minutos de gracia para dejarlo tomar una decisión de esas que no se toman a la ligera. Pero Izuku estaba seguro sobre la justicia y la sinceridad que había en lo que estaba por decir, el rubio de piel oscura lo percibió en su mirada y se sintió aliviado. En definitiva, no había ningún otro muchacho tan digno del One for All como su Izuku. 

Porque puede que fuera un llorón y a veces un inseguro manojo de nervios que perdía la calma con facilidad, pero tenía coraje y un corazón tan genuino y bondadoso que lo hacía sentir abrumado. Era un chico capaz de sorprenderlo y llenarlo de orgullo, como lo hizo en el momento en el que levantó el rostro y lo vio sin titubeos para tomar la responsabilidad de sus actos.

-No fue un accidente… _dijo dejando al hombre un poco desconcertado al comienzo_ No marqué a Kacchan sin saber lo que hacía. Yo lo elegí como mi compañero por una razón, ¡estoy seguro! Kacchan es muy preciado para mí, y voy a quedarme a su lado… _dejó su voz apagarse pensando con seriedad sobre el futuro y finalmente alcanzó su resolución_ sé que no será fácil, pero voy a hacer que funcione…

Izuku y Katsuki eran muy jóvenes, pensó con tristeza el héroe mientras ponía una mano en el hombro del chico. Puede que la mirada del pequeño pecoso fuera la de un hombre lleno de coraje en esos momentos, pero no sabía cuan grandes eran las dificultades que tendría que enfrentar si elegía ese camino, siendo la peor el propio Katsuki, porque puede que ahora luciera indefenso y algo dócil mientras estaba inconsciente, pero en cuanto despertara y recobrara su energía, ese chico querría explotarle la cara a cada alfa que se le parara enfrente.

-No habrá vuelta atrás… _dijo el héroe como advertencia antes de tomarle la palabra a su pupilo_

Izuku sonrió de manera un tanto torpe, ocultando a duras penas el terror que lo invadía. Apretó su agarre sobre el cuerpo de Katsuki y poniéndose de pie pronunció un suave: lo sé… que desapareció en aquella habitación ante la mirada perpleja del muchacho de hielo y el consentimiento del símbolo de la paz, como el inicio de un futuro bastante incierto.   

___________________

Ese fue un día bastante trágico para UA. No solo porque sus profesores fallaron cumpliendo su deber, sintiéndose sobrepasados por el caos adolecente y la falta de información, sino porque ante los ojos dudosos de todos un alfa se inclinó y recibió los golpes furiosos de la madre de la madre del omega al que había marcado.

Para aquellos, para quienes era normal abalanzarse sobre cualquier omega en celo y pasar de él luego, los actos de Izuku no tenían sentido. Y es si bien, una marca era un asunto un tanto más complicado de arreglar que un acostón, no había razón para querer a ese violento y arrogante omega a su lado.

Los ojos de la madre de Katuski, tan escarlata como los del rubio, se llenaron de lágrimas al atinar el último golpe. Con la mano de su esposo sobre su brazo dio un paso hacia atrás y luego de evaluar el rostro del hombre, quien finalmente había salido de su transe y se retiraba el cigarrillo casi consumido de los labios, para darle una señal de aprobación que no pudo aceptar.

Corrió furiosa hacia la habitación donde estaba su hijo haciendo a la madre de Izuku encogerse en su asiento una vez más con el azote de la puerta, tan impotente ante esas escenas que una tras otra le hacían sentir que todo ese tiempo había estado equivocada. Y es que, esa mujer había estado criando a un bondadoso y heroico beta, fue lo que creyó fervientemente hasta que aquella llamada la hizo sentir náuseas y la mente revuelta.

Su pequeño héroe, que permanecía inclinado de manera imperturbable mientras un hilo de sangre bajaba por su rostro, era un alfa. Uno orgulloso y valiente alfa que de la manera más formal y decorosa que pudo se disculpó ante los padres de Katsuki y pidió su permiso para quedarse a su lado, dejando a todos los presentes atónitos y a más de uno furioso.

Aisawa era el único que había contemplado hasta el final la golpiza que la madre de Katsuki le propició a Deku. Un espectáculo que algunos cuantos allegados al peliverde habían tratado de evitar frustrados por el maestro, quien mantuvo a todos a raya en aquel pequeño pasillo de enfermería donde varios esperaban su turno para ser atendidos y los padres de Bakugou se toparon con el perpetrador de su hijo de manera inevitable.

Aquel desastroso encuentro debía darse, pero quizás un pasillo repleto de estudiantes, sillas de espera llenas y maestros, no fue el mejor lugar.

-Katsuki es el único que puede tomar esa decisión… _soltó el padre del rubio, rompiendo la tensión que dejó su esposa mientras soltaba lentamente el humo del tabaco y apagaba su cigarrillo en el piso_ te prohíbo acercarte a él hasta entonces… _dejó secamente mientras tomaba la perilla del cuarto de enfermería para acompañar a su esposa_

El sonido de unos pasos firmes y bulliciosos lo alcanzó haciéndolo cruzar la mirada por unos segundos con el padre de Todoroki, que lo observó de manera fulminante antes que la puerta se interpusiera entre ellos sonoramente.

El hombre se detuvo contemplando la escena del pasillo, alejando a aglomeración con el calor de sus llamas encendidas más fuerte de lo normal. Una contemplación que se centró de lleno por un momento en los ojos desafiantes de un pequeño pecoso, que con los puños apretados decidió verlo de frente y encendió su rabia.

Ese mocoso era el sucesor de All Might y una vez más su hijo se veía envuelto con él, en una desagradable situación que en su opinión no merecía su presencia y era nada más que un asunto de alfas peleando por territorio, que su obra maestra debía resolver por sí mismo dejándose de una vez de niñerías. 

-Izuku… _murmuró la madre del peliverde de manera titubeante tirando de su ropa, temerosa por lo peligroso que podía tornarse que su hijo desafiara a ese hombre_  

El muchacho no contestó, sintiendo la rabia apoderarse de su juicio por un momento.

Al final del pasillo, en una habitación con All Might se encontraba Todoroki. El muchacho se mostraba reacio a tomar alguna parte en la resolución del conflicto y Deku se sentía bastante impotente al respecto. No sabía cómo manejar sus sentimientos, ni siquiera sabía cómo sentirse y todo lo que le quedaba mientras el consejo hablaba sobre lo ocurrido era ira irracional, dirigida hacia ninguna parte, que amenazaba con escaparse iniciando una pelea absurda contra lo que sea en cualquier momento.

Pero allí estaba ese hombre, pasándose con arrogancia frente a todos, como si no le importara en absoluto el terrible delito de su hijo.

-Más vale que esto valga la pena… _escupió con desdén el héroe de fuego haciendo notar al peliverde la presencia de All Might_

El héroe hizo un ademán de saludo y junto a él tomó presencia la calmada voz del director, que con su habitual ánimo caluroso invitó a los dos héroes veteranos a acompañarlo. 

Tras aquello el lugar volvió al silencio habitual que tenían los pasillos. Izuku se dejó caer sobre su asiento junto a su madre y vio a los demás presentes marcharse lentamente a medida que caía la noche. Los primeros fueron alfas con heridas leves, a los cuales Recovery Girl atendió tan pronto como pudo librarse de las preguntas de la madre de Katsuki. Les siguieron unos cuantos con huesos rotos que él mismo partió mientras se habría camino y los últimos fueron sus amigos. Quienes pese a su mal semblante, permanecieron con él tanto como les permitió su toque de queda.

Con pesar Uraraka y Lida se despidieron de último dejándolo a merced de su madre. Entonces el chico suspiró buscando las palabras correctas con la vista puesta sobre esa puerta que no se había abierto hace horas y girando el rostro hacia la mujer soltó lo único que logró concretar.

-Lo siento…

Ella negó suavemente sin dirigirle la mirada, pensó en el asunto por unos momentos si es que no lo había hecho ya lo suficiente y al final preguntó enfrentando a su hijo con una expresión seria:

-¿En verdad quieres quedarte al lado Bakugou?

Deku soltó un “si” firme. Y ella bajó el rostro tratando de creer en su hijo. Si bien la mujer desconocía la turbulenta historia de maltrato y rivalidad que había entre él y Katsuki, le costaba aceptar que un muchacho tan joven quisiera comprometerse de manera tan seria.

Ella no educó a su hijo como un cobarde y tenía un gran aprecio por el rubio explosivo, pero por un momento deseó con sinceridad que su pequeño se retractara y se alejara del muchacho por cruel que eso sonara.

-Voy a esforzarme…_exclamó con la voz un tanto afectada por el nudo en su garganta_ Nuestra casa no es tan grande, pero si lo deseas puedes traer a Katsuki y ambos cuidaremos de él.

Los ojos de Izuku se nublaron ante sus palabras. Todo en esa idea estaba fuera de lugar. Su madre era ingenua, él la había hecho así al no contarle la verdad sobre Kacchan.

Lo más que el peliverde podía aspirar en aquellos momentos era que el rubio le perdonara la vida por haberlo marcado. Pero, aunque por descabellada e imposible que pareciera la idea de convivir con él de manera pacífica, en el fondo deseaba que las cosas funcionaran para ambos y pudieran aceptar vivir en paz el uno con el otro, aún si nunca llegaban a sentir amor o a tener algo parecido a una relación.

Los sentimientos de Izuku tampoco estaban claros al respecto. Jamás había pensado en algo como elegir a una pareja o amar a alguien más allá de los pequeños enamoramientos adolescentes, por lo que el asunto lo había tomado por sorpresa haciéndole preguntarse de manera secreta, que se supone que estaba tratando de conseguir cuando se lanzó contra Kacchan para clavar los dientes en su cuello.

-Gracias… _pronunció por lo bajo sonriendo tan bien como pudo_  

Observó aquella puerta una vez más y mientras acaba de convencerse a sí mismo de que era un alfa y todo eso era real, esa esencia dulce y embriagadora, que le había hecho vibrar y derretirse en el éxtasis hasta perder el control, lo alcanzó una vez más. Katsuki había despertado. 

Notas finales:

Gracias por sus comentarios, son realmente motivadores. Inicie esta historia en medio de la fiebre de Boku no Hero, pero tras recordar lo satisfactorio que es escribir decidí tomármelo más en serio y tratar de continuar también mis otros fics.

Pero, volviendo a lo importante, ¿en donde mierda está Kirishima? y ¿en verdad Kacchan podrá tomarse las cosas tan bien como para perdonarle la vida a Deku?


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