Ryeowook pasó la aspiradora sobre una mancha que no podía quitar en el piso. No importaba cuánto lo había intentado, pasando la aspiradora, eso no se iba.
—¿Qué estás haciendo, Ryeowook? —Yesung preguntó entrando en la sala.
—Tratando de quitar esta mancha, pero no sale.
— Ryeowook, es suelo de madera, y la mancha es realmente el desgaste de la madera.
Apagando la aspiradora, Ryeowook vio la mancha. —Pero ¿cómo voy a sacar eso? —preguntó, dejando la aspiradora a un lado, Corrió por jabón y agua. Eso debería de servir—. Si no puedo quitarlo, arrancaré el suelo y colocaré madera nueva.
—Wow, tranquilo —dijo Yesung, tomando a Ryeowook por la cintura—. Eso le da al suelo carácter. Déjalo ser.
Ryeowook se retorció liberándose y corrió a la cocina, vio un plato y una cuchara en el fregadero, así que abrió el agua y los lavó, una vez que estuvieron limpios, no quería desperdiciar el agua con jabón, así que empezó a limpiar los platos que estaban en el gabinete.
—¿Ahora qué estás haciendo?
—Usando el agua para limpiar. No quieres que se desperdicie. — Ryeowook lavó los platos en el fregadero y entonces los dejó a un lado, preguntándose qué más podía limpiar. Vio el tostador y vio que el brillante cromo tenía marcas de dedos.
—No, no lo harás —dijo Yesung tomando a Ryeowook y alejándolor13;. No puedes sumergir el tostador en agua.
—¿Por qué no? —preguntó D mientras trataba de tomarlo—. Está sucio.
—No eran tonterías acerca de lo que el café te hace, ¿no es así? —Yesung dijo mientras levantaba el tostador arriba de la cabeza—. No más café para ti.
Ryeowook gruñó y trató de alcanzar el tostador. —Estoy perfectamente bien.
Yesung dejó el tostador arriba del refrigerador y lo empujó hacia atrás para que Ryeowook no pudiera alcanzarlo. —Pareces el conejito de Energizer a toda velocidad. Creí que todos estaban exagerando.
—Te lo dije, estoy bien —dijo Ryeowook sobre sus hombros mientras abría la puerta de la despensa, vio el contenido de los estantes.
¡Eso es un maldito ataque al corazón esperando suceder! Eso nunca sucedería. Ryeowook empezó a lanzas cajas de cereal y dobles pudines dentro de la cocina. Cuando alcanzó una bolsa grande de doritos, Yesung tomó su brazo.
—No te atrevas.
—¿Sabes cuántas calorías y conservantes hay en esa bolsa? — Ryeowook preguntó mientras lanzaba la bolsa sobre su hombro, y oyendo que caía al suelo—. Nada de esto es bueno para ti. Vi un programa que decía…
—No me importa —Yesung gruñó sacando a Ryeowook de la despensa—. No tirarás mis cosas favoritas.
—¡Pero esa bolsa solo es un ataque cardíaco!
—Entonces moriré feliz —dijo Yesung entrecerrando los ojos hacia Ryeowook —. No tiraré mi comida chatarra.
Ryeowook vio con los ojos entrecerrados la bolsa abierta de Doritos en el mostrador. Cruzó la cocina, pero antes de que la alcanzara, Yesung lo derribó y ambos cayeron al suelo. Ryeowook se empujó entre el lobo, tratando de alcanzar la bolsa de doritos, pero Yesung lo jaló de los jeans, apartándolo.
Desabrochando los pantalones, Ryeowook salió de ellos y se puso de pie, tomando los doritos y tirándolos al suelo antes de que Yesung pudiera detenerlos. —Lo siento, pero no puedo dejar que comas eso.
«Oh, mierda». El gruñido que salió de Yesung se oía letal. Ryeowook se giró y subió las escaleras, el lobo siguiéndolo. Llegando arriba, Ryeowook corrió al cuarto de baño y entonces se detuvo. El maldito cuarto era un lío.
Entró al cuarto de baño y cerró la puerta, tomando el limpiador de debajo del lavabo.
—Maldición, Ryeowook —Yesung gritó y abrió la puerta del cuarto de baño—. Estoy cerca de amarrarte hasta que pase el efecto del café.
—No es el café, lo juro — Ryeowook discutió de nuevo mientras Yesung lo tomaba de la cintura y lo lanzaba sobre su hombro. Ryeowook pateaba y extendía los brazos, tratando de mantener el limpiador lejos. El cuarto de baño necesitaba una buena limpieza, maldición.
Yesung dejó a Ryeowook en la cama, cruzó el cuarto y cerró la puerta con llave. —Vas a calmarte con un infierno, pareja.
Ryeowook se detuvo. ¿Yesung le había dicho, pareja? Tragó saliva cuando vio la mirada llena de lujuria que Yesung le daba. Ryeowook se dio cuenta que estaba en camiseta y ropa interior con un lobo salivando viéndolo mientras cruzaba el cuarto.
¡El hombre lo veía como si se quisiera comer a Ryeowook! ¿Eso era bueno?
Yesung tenía los pies plantados firmemente en la alfombra antes de acortar la distancia y derribar a su pareja pero esta vez con el propósito de joderlo. Santo infierno, Ryeowook era de terror cuando tenía cafeína. Honestamente pensó que lo que todo el mundo le decía era mierda.
Y esa escasa ropa interior no le pasó inadvertida. —No bebiste tu taza de sangre. —De dónde habrá venido eso, Yesung no tenía ni una jodida idea. Eso no hacía absolutamente nada que hacer con lo que veía. Su cerebro no estaba funcionando. Mucho menos hacerlo claramente.
Pero seguro como la mierda, su pene se estaba llenando con esa vista.
—Voy por ella.
Los ojos de Yesung estaban fijos en la ingle de su pareja, viendo que Ryeowook también estaba afectado. La hinchazón detrás de la ropa interior creció hasta que la cabeza del pene se mostró detrás del material, presentándose, escurriendo pre-semen.
Su pareja trató de caminar hacia el borde del cuarto, caminando lentamente hacia la puerta de la recámara. Yesung no podía dejar de ver la brillante cabeza del pene. Sus malditos ojos fijos en eso. Yesung sabía que si dejaba salir a Ryeowook del cuarto, su pareja comería, pero joder si quitar la llave a la puerta era jodidamente duro.
Corrección, su pene estaba más duro ahora.
Yesung no era tan estúpido para dejar ir a Ryeowook. Lo siguió por las escaleras hacia la cocina, viendo el apretado culo todo el tiempo. Ryeowook, sabía que lo estaba viendo, porque constantemente veía sobre su hombro a Yesung, sus ojos calentaban a Yesung.
Con su cadera apoyada en el mostrador, Yesung vio a su pareja tomar la taza y beber. Sonrió aprobándolo mientras Ryeowook se limpiaba la boca y dejaba la taza en el fregadero con movimientos medidos, cuidadosos.
—¿Sucede algo malo, Ryeowook? —Yesung preguntó presionando su pecho contra la espalda de Ryeowook.
—N–No. —Su pareja se estremeció aferrándose al borde del mostrador—. Nada, ¿por qué?
Yesung tomó la mano de Ryeowook, presionando su hinchado pene sobre sus jeans. —Me estaba preguntando si podías cuidar de esto por mí.
Los ojos de su pareja brillaban como volcán mientras veían a Yesung. Su lengua se asomó y se deslizó por su labio inferior mientras sus dedos se tensaban alrededor de la erección de Yesung. —¿Esto?
Yesung gruñó y asintió, y entonces su cabeza cayó hacia atrás a sus hombros mientras los dedos de Ryeowook recorrían su eje.
—Aquí, ¿en la cocina?
—Si. —Yesung gimió la palabra mientras abría sus jeans—. Justo aquí, justo ahora. —Levantó la cabeza para ver a Ryeowook caer de rodillas frente a él, su trasero era una vista perfecta, Yesung imaginaba todo tipo de cosas mientras lo chupaba.
Yesung jadeó cuando Ryeowook se inclinó hacia adelante y lo llevó profundo a su garganta. Casi cae hacia atrás, cuando lo pescó fuera de guardia la habilidad de su pareja para hacer algo como eso. Las manos de Yesung se deslizaron a través del cabello de Ryeowook y lo rizó, sosteniéndose mientras se estremecía y saboreaba cada segundo de lo que su pareja hacía en su pene.
Ryeowook se apartó, lamió y chupó con genuina alegría, haciendo inimaginables sonidos de chupeteo. Cuando Ryeowook lo vio sobre sus gruesas y negras pestañas, todo lo que Yesung fue capaz de hacer fue quedarse con la boca abierta, asombrado. El hombre era tan malditamente hermoso arrodillado frente a él con el pene de Yesung en su boca.
—¡Mierda! —Yesung gritó cuando Ryeowook comenzó a gemir alrededor de su pene. Las vibraciones se sentían hasta la punta de sus pies. La lengua de su pareja recorría la punta del pene de Yesung, chupando el claro líquido mientras sus labios creaban un vacío, sellándose alrededor de su eje, haciendo que estuviera cerca de correrse.
Yesung iba a morir siendo un hombre muy feliz, justo ahora. Ryeowook murmuró el nombre de Yesung alrededor de su pene, enviando a Yesung a la locura. Comenzó a joder la boca de Ryeowook en serio, sintiendo que la cabeza de su pene se deslizaba por la garganta de su pareja una y otra vez. Los músculos de su muslo temblaban, sus piernas amenazaban en ceder mientras sus bolas se tensaban hacia el cuerpo de Yesung haciendo que realmente dolieran.
Yesung gritó, arqueó la espalda, su pene en la garganta de Ryeowook descargando chorros de semilla, vaciando sus bolas. Luces blancas explotaron detrás de sus ojos, haciendo que se mareara como el infierno. Su maldita cabeza estaba pulsando mientras su cuerpo bajaba. Yesung jadeaba por aire, liberando su pene y rezando por poder seguir de pie.
Cuándo su cabeza se aclaró, Yesung pudo ver el pene de Ryeowook en su mano, semilla bañaba su puño. Oh Dios, su hombre seriamente lo iba a matar —de una jodida fabulosa manera esta vez.
—Voy a limpiarme — Ryeowook dijo ruborizado mientras se apresuraba a salir de la cocina. Yesung quería tomar a su pareja y jalarlo a sus brazos, pero Ryeowook ya se había ido y estaba malditamente cansado para moverse.
Yesung se estremeció cuando vio algo moverse cerca del refrigerador. Cerró sus pantalones y se acercó al refrigerador asomándose a un lado. Maldición, realmente había ratas, y el hijo de perra ¡era enorme! Con lo valiente que era, Yesung subió las escaleras tan rápido como sus pies pudieron llevarlo.
Trampas. Definitivamente conseguiría trampas en la mañana.
Encontró a su pareja ya en la cama, sus ojos cerrados, pero Yesung podía decir por como se levantaba y bajaba el pecho del vampiro que Ryeowook no estaba dormido. ¿Por qué infiernos fingiría dormir?
Yesung se quitó la ropa y subió a la cama, sus manos detrás de la cabeza viendo el cielo. —¿Algo que quieras decirme?
—No — Ryeowook dijo con voz aguda.
Esa respuesta se oía con un infierno de culpa. Se giró para ver a su pareja, Yesung arqueó una ceja dejándole saber a su pareja que no le creía.
—Estoy muy avergonzado — Ryeowook confesó cubriéndose con los cobertores hasta el mentón.
Yesung sonrió, aliviado de que no era nada malo… afortunadamente. —Dime.
Ryeowook sacudió la cabeza, sus ojos estudiando el pecho de Yesung. —Crees que soy extraño.
El pecho de Yesung retumbó con la carcajada que salía de sus labios. Se giró de lado y apoyó la cabeza en una mano mientras trazaba los maravillosos labios. —No, no lo hago. —Los labios de Ryeowook seguían rojos e hinchados por la asombrosa mamada, haciendo que Yesung sonriera al recordarlo.
—Mejor no te rías de mi — Ryeowook amenazó jalando las mantas unos centímetros debajo de su boca.
—Lo prometo.
—Cómo lo… tú sabes.
Así que su pareja quería cumplidos. Yesung se los daría y más si eso significaba otra mamada como ninguna que hubiera recibido. —Maravillosamente asombroso.
—¿En serio?
—¿Cómo no lo sabes? —Yesung bromeó—. No quiero saber con quién lo hiciste antes de mi, pero le doy gracias a Dios de que aprendieras el truco.
Ryeowook sacudió la cabeza, sus mejillas rosas. —Nadie me enseñó eso.
No había manera de que su pareja supiera llevarlo profundamente en su garganta si era su primera vez que chupaba un pene. Hubiera tenido nauseas y se hubiera ahogado al ser novato. Yesung lo sabía de hecho porque esa lección fue parte de su pasado.
—Entonces dime señor Kim, ¿cómo aprendiste a hacer esa asombrosa mamada? —Yesung no estaba preparado para la reacción de Ryeowook.
—¡No me digas así! — Ryeowook se salió de los brazos de Yesung, su cara una máscara de ira—. Ese es el nombre de mi padre, y yo no quiero ser parte de eso. No soy mi padre.
«Wow. Está bien, no hablar más del apellido de Ryeowook ».Yesung jaló los dedos de Ryeowook hasta que su pareja se relajó y se acurrucó a su lado.
r13;Recordaré eso. Ahora dime, ¿cómo aprendiste a ser un experto dando mamadas? —Estaba tratando de que el humor regresara a donde debería, ligero y bromista.
Eso fue rápido, Ryeowook frunció el ceño y se ruborizó. —Practiqué con cosas.
Yesung parpadeó. ¿Cosas? ¿Con qué Cosas Ryeowook pudo practicar? —¿Cómo qué?
Ryeowook enterró la cara en el pecho de Yesung, sintiendo que su pareja se reía. —Bananas, pepinos, salami.
—¿Salami? —Yesung preguntó, impactado mientras jalaba y veía la cara roja de su pareja. No le extrañaba que el hombre pudiera tomarlo con un suave movimiento. Santo infierno, él amaría haber visto a Ryeowook practicar.
—Te dije que podrías pensar que soy extraño. — Ryeowook giró la cara para que Yesung no pudiera verlo. Yesung le sonrió y frotó la espalda de Ryeowook.
—No es extraño. ¿Por qué practicabas?
—Por ti.
Yesung estaba impactado. ¿Su pareja había practicado por él? Infiernos, si no se sentía honrado por esa confesión… y un poco asombrado. Besó la sien de Ryeowook y le sonrió. Su vampiro estaba lleno de sorpresas, y Yesung quería ver mucho más.
—Bueno, ya no tienes que practicar con esas cosas. Eres libre para usar mi pene cuando quieras.
Ryeowook le palmeó el pecho y le dio un pequeño gruñido. —Deja de bromear.
Yesung se rio y tomó las muñecas de su pareja. —No estoy bromeando, cariño, pienso que eres sexy.
Su pareja no parecía creerle, pero no dijo nada más del tema. Yesung pasó su mandíbula por el negro cabello de Ryeowook, preguntándose si ellos realmente podrían tener una gran vida juntos… asumiendo que el padre de Ryeowook no lo matara.
Ryeowook barrió los doritos del suelo de la cocina y los tiró al bote de basura. No podía creer lo que había hecho… de nuevo. Estaba tan malditamente avergonzado que había evitado a Yesung por el resto de la noche. Su pareja creería que era ¡un maldito psicótico!
Quería golpearse solo con una sartén por la manera en que se había comportado. Los shifters estaban construidos diferentes, necesitaba recordar eso. Ellos no podían tener las enfermedades humanas. Nunca vería otro documental en toda su vida.
Ryeowook gruñó, temía que Yesung se cansara de sus peculiaridades y le dijera que se fuera. Estaba haciendo su mejor esfuerzo por ser normal, pero no estaba funcionando bien. Incluso la jodió más.
Levantando los dobles pudines y el cereal los regresó al estante. Aun no entendía cómo podía comer esa mierda, pero Yesung amaba eso, así que él lo dejaría, Vio una caja de harina de pastel, se preguntó si podría hacerle un pastel a Yesung y mostrarle lo mucho que lamentaba haber actuado tan malditamente loco. Nunca había cocinado comida humana antes, pero no podría ser tan difícil, ¿verdad?
Ryeowook leyó las indicaciones en el reverso de la caja, era todo lo que necesitaba y dejar los artículos en el mostrador. No había muchas cosas que reunir. Como dijo, la tarea no parecía tan malditamente difícil. Precalentó el horno y empezó a mezclar todo.
Eso era divertido.
Vertió la mezcla en dos moldes redondos para pastel, Ryeowook los deslizó dentro del horno y se limpió las manos en el delantal. Quizás podía empezar a cocinar para Yesung. Hornear un pastel fue muy simple.
Ryeowook empezó a limpiar todo el lío y esperó a que el pastel estuviera listo. Sabía que eran las cuatro de la mañana, pero el pastel podía comerse después. Después de limpiar todo, Ryeowook fue a la sala y se sentó, levantando los pies. Yesung estaba dormido arriba dejando a Ryeowook sin nada que hacer.
Cerrando los ojos por un momento, Ryeowook suspiró y se relajó en el sofá.
Yesung abrió los ojos ante el ruido de las alarmas detectores de humo y alguien gritando con toda la fuerza de sus pulmones. Vio que su pareja no estaba en la cama con él.
—Joder —Yesung gritó cuando vio el sol brillar a través de la ventana. Se puso de pie, bajó los escalones y olió el humo. Yesung se sintió desorientado mientras buscaba a su pareja. No podía ver debido a la gruesa capa de humo en el aire, tosió. Corrió en busca del extinguidor en la pared, Yesung lo tomó y comenzó a buscar la fuente del humo.
Sus pulmones ardían como si alguien hubiera vertido ceniza caliente en su garganta. Cuando abrió la puerta del horno una substancia blanca se esparció. Apagó el horno, y comenzó a abrir las ventanas y la puerta de la cocina, rezando porque el humo se aclarara pronto.
—¡Ryeowook!
Yesung podía oír pequeños gemidos, pero no estaba seguro de dónde venía el sonido. Bajó el extinguidor y escuchó con cuidado. Oyó el sonido de nuevo, y Yesung fue hacia la puerta del sótano, la abrió cuidadosamente y le gritó.
—¿Ryeowook?
Bajó los escalones viendo alrededor del sótano. Vio las ventanas que bloqueaban el sol, cerradas, así que Yesung sabía que su pareja no podía haber salido abriéndolas. Revisó la bodega y encontró a su pareja acurrucado al final, hecho una bola y gimiendo.
Yesung se arrodilló junto a su pareja, giró la cabeza cuidadosamente viendo las ampollas que cubrían su cara. —Oh, Ryeowook, ¿qué sucedió?
—Me quedé dormido — Ryeowook dijo suavemente, su voz se oía seca y desgarrada. Yesung no estaba seguro de qué tan extenso era el daño, pero sabía que su pareja necesitaba ayuda.
—¿Qué puedo hacer? ¿Cómo sanan los vampiros? —No estaba seguro dónde tocarlo e incluso si podía levantar a su pareja. Ryeowook tenía ampollas que cubrían gran parte de su cara y alrededor de su boca, y tenía los ojos hinchados. Yesung no quería otra cosa que quitarle el dolor a su pareja. Incluso los dedos de su pareja, estaban curvados alrededor de su camisa, donde tenía graves ampollas.
—Necesito sangre.
Yesung se apoyó en sus talones, sabiendo que había provisiones arriba pero no iba a ser suficiente. Había solo una cosa que podría ayudar a Ryeowook y era que él lo alimentara.
continuara...