Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

43. su Imperfecto Compañero (26) por dayanstyle

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Seung Ho salió de la camioneta tan pronto llegó a  la entrada de la casa de Yesung. Cuando vio el humo negro salir de la casa, su corazón se aceleró, tomó el teléfono de su cadera y llamó al departamento de bomberos mientras se apresuraba a entrar.

Sabía que era una estúpida idea, pero no iba a dejar que Ryeowook y Yesung murieran en una casa en llamas. Cuando entró por la puerta del frente, su teléfono timbró. Seung Ho presionó el botón para tomar la llamada, haciendo su mejor esfuerzo para ver a través del negro y opresivo humo.

—¿Qué sucede? —Lee Joon inmediatamente preguntó cuando Seung Ho comenzó a toser violentamente, levantó su camiseta hacia su nariz y boca, empujando su teléfono dentro del bolsillo. No había manera de que fuera capaz de cubrirse la cara y hablar por teléfono al mismo tiempo. Lágrimas bajaron por su cara a causa del doloroso ardor en sus ojos, pero tenía que encontrar a sus amigos.

Subiendo, Seung Ho rápidamente revisó cuarto tras cuarto, pero no encontró a nadie. No se iba a permitir entrar en pánico. Tenía que mantener la cabeza clara. Corrió hacia abajo, Seung Ho vio el extinguidor tirado en el suelo y la puerta del horno abierta.

Quería gritarles, pero sentía sus pulmones como en el fuego. ¿Habría el padre de Ryeowook incendiado la casa? Seung Ho no veía  llamas  por  ningún  lado,  pero  eso  no  significaba nada.

¿Incluso estaban Ryeowook y Yesung por aquí? Incluso ante la mínima  posibilidad, tenía que buscar.

 

Una oleada de mareo inundó a Seung Ho cuando se giró, preguntándose dónde debería revisar. Vio la puerta del sótano, la abrió y la cerró detrás de él antes de bajar los escalones.

Fue capaz de soltar la camiseta y tomar aire cuando llegó al escalón inferior. Ahí abajo no había humo. —Yesung —trató de gritar pero su garganta dolía y estaba hinchada. Eso no sirvió. Tenía que buscar.

Oyó que lloraban y siguió el sonido, abrió uno de los cuartos de bodega. Yesung estaba en el suelo y Ryeowook arrodillado a su lado, llorando y sacudiendo al lobo.

—Se desmayó. ¡Ayúdalo! —La voz de Ryeowook no estaba mucho mejor que la de Seung Ho. Apenas si oyó lo que el vampiro dijo, pero él notó las grandes ampollas de Ryeowook.

—El departamento de bomberos viene en camino. No puedo sacarte de aquí porque es de día.

Ryeowook sacudía la cabeza, aun jalando la manga de Yesung e intentando sacar al lobo. —No te preocupes por mí. ¡Sácalo de aquí! —Lágrimas rodaban por su cara de sus hinchados ojos, tropezando y entonces tomó la mano de Yesung haciendo su mejor esfuerzo por arrastrar al lobo—. ¡Sácalo de aquí!

—No te dejaré, Ryeowook. Yesung me arrancaría la piel vivo si hago eso. —No había manera de dejar a ninguno atrás. No estaba seguro de lo que debería de hacer, pero dejar a Ryeowook en el sótano para que se quemara vivo no era opción.

—¡Seung Ho! —Lee Joon gritó desde las escaleras del sótano—. Seung Ho, ¿estás aquí?

—Estoy aquí. —Seung Ho hizo su mejor esfuerzo por gritar pero su garganta no permitía que saliera alto y fuerte, solo un murmullo.

 

Lee Joon abrió la puerta y se colocó en cuclillas al lado de Seung Ho. —¿Estás herido?

Seung Ho sacudió la cabeza, señalando a Yesung. —Él necesita ayuda. Tienes que sacarlo y lograr que cambie. Yo me quedaré con Ryeowook.

—Joder que te quedás aquí abajo. Toma a Yesung. Yo me quedaré con Ryeowook —Lee Joon argumentó y jadeó cuando finalmente vio a Ryeowook —. ¿Él te quemó?

Ryeowook sacudió la cabeza, aun haciendo su mejor esfuerzo por levantar a Yesung del suelo. —No, el sol lo hizo. Maldición, puede uno de ustedes cabezas duras ¡sacarlo de aquí!

Seung Ho gruñó y acurrucó al gran lobo contra su pecho. r13;Si jodidamente mueres, Lee Joon, patearé tu culo.

—Solo sácalo de aquí. Necesito alimentar a Ryeowook para que pueda sanar.

Seung Ho asintió y le dio una última mirada a su hermano antes de correr a los escalones con Yesung. Se dirigió directo a la puerta trasera y dejó a Yesung sobre la hierba. —¿Cómo infiernos voy a lograr que cambie? —murmuró cuando se oían las sirenas, lo que le dijo a Seung Ho que el camión de bomberos se acercaba—. Cambia, maldición. —Jaló a Yesung y golpeó su pecho hasta que el lobo comenzó a toser y entonces cambió.

Seung Ho oyó el camión de bomberos llegar al frente de la casa y entonces vio hacia abajo a Yesung. El lobo estaba ahí acostado, su pecho subía y bajaba. Viendo que ahí no había nada más que pudiera hacer, Seung Ho corrió al interior de la casa y bajó al sótano.

—¡Saca tu trasero de aquí! —le gritó a Lee Joon.

—Estoy alimentando a Ryeowook.

—Yo puedo hacer eso. Mir puede matarme si algo te sucede. Vete.

Lee Joon selló la herida en su muñeca y entonces asintió hacia Seung Ho. —Con una jodida no te quemes. —Subió los escalones antes de que Seung Ho pudiera contestar.

Tomando asiento en el suelo, Seung Ho presionó su muñeca en la cara de Ryeowook. —Aliméntate, Ryeowook. — Ryeowook mordió su muñeca, tragando glotonamente mientras se alimentaba, sus heridas ya empezaban a sanar. Seung Ho se apoyó contra la pared, viendo al techo. «Qué jodido lio».

 

 

Ryeowook estaba acurrucado en el suelo del sótano, escuchando las fuertes pisadas de los bomberos arriba, en la cocina, hasta que los pasos fueron silenciados, los hombres se habían ido. Había estado horas aquí abajo, deseaba poder subir y ver la extensión del daño.

Seung Ho estaba sentado a su lado, rehusándose a dejarlo. Lee Joon ya había bajado y les había dicho que el daño fue en la cocina y fue la causa del humo. Un pequeño incendio que se inició en el horno, pero aparentemente Yesung lo había extinguido antes de bajar.

Incontables veces Ryeowook había cerrado los ojos, tratando de dormir para pasar el día, pero nunca lo logró. Estaba demasiado preocupado por Yesung. Aunque le habían asegurado que Yesung estaba sanando en su forma de shifter, Ryeowook no podía aceptarlo hasta ver con sus propios ojos que su pareja estaba bien.

Sus pensamientos se giraron hacia el daño en la cocina. De nuevo la había jodido. Solo que esta vez pudo matar a su pareja.

 

Ryeowook  sentía el estómago hecho nudo por el dolor, al pensar en que algo tan horrible le sucediera a su lobo. Y eso sería su culpa.

Lloriqueó y jaló sus piernas cerca de su pecho.

—¿Aun sigues golpeándote por esto? —Seung Ho preguntó—. Ya te dije, fue un accidente.

—Tú puedes decir eso. No fuiste quien prendió el horno.

—Confía en mí. La he jodido antes. ¿Por qué crees que no se me permite entrar en la cocina?

—¿Casi incendiaste la casa? — Ryeowook preguntó viendo a Seung Ho.

—Infiernos, no, pero ¿has saboreado mi comida? Pa dice que puedo tener cargos de intento de homicidio si trato de alimentar a alguien con esa mierda.

—Eso no es lo mismo, tonto.

—Dame un respiro. Estoy tratando de animarte.

—No funcionó.

—Hablando en serio —Seung Ho gruñó—. Esto no es tu culpa. Bueno, quizá si lo es, pero esta mierda sucede. Supéralo. Al menos puedes decir que horneaste tu primer pastel.

Ryeowook le gruñó al oso. —¡Casi quemo la casa!

—Bueno, todos tienen que empezar de alguna forma. Apuesto que no te quedarás dormido de nuevo —Seung Ho bromeó.

—Como sea. — Ryeowook se giró alrededor. Eso no era divertido.

 

No importaba cuántas veces el oso le dijera que fue un accidente. Eso no entraba en su cabeza. Toda su vida su padre le había dicho la decepción que era. Cómo Sang Kyung deseaba que Ryeowook fuera más como él o Changbum. En su corazón Ryeowook sabía que un padre no debería de decirle esas cosas a su hijo, pero después de oír esas criticas tanto tiempo, Ryeowook empezaba a creer esas palabras.

Y hoy, lo había probado.

 

—Él está bien, Ryeowook. Lee Joon llevó a Yesung arriba y tu pareja está descansando.

Ryeowook vio a Seung Ho, viendo las manchas de humo por toda la cara del hombre, oscureciendo su nariz. —Deberías de cambiar y sanar. Tu voz se oye echa una mierda.

Seung Ho sonrió. —Estoy bien.

 

Ryeowook se rodó sobre su espalda, viendo la pared de ladrillo que necesitaba una buena capa de pintura. Sus ojos se enfocaron en las pequeñas grietas que subían por la pared y desaparecían en el piso de arriba. La única cosa que quería en este segundo era a Yesung. Su pareja era todo lo que un hombre podía desear y más. Hacía que Ryeowook se sintiera seguro, y bien. El día pasaba y Ryeowook estaba cerca de descubrir si su pareja estaba completamente curado o no, incluso aunque todos le aseguraban que su pareja estaba bien.

Ambos giraron la cabeza cuando oyeron la puerta del sótano abrirse y alguien bajar. Ryeowook antes había oído a los bomberos irse, así que debería de ser Lee Joon.

—¿Ambos están bien?

 

Su corazón se sentía como si estuviera demasiado grande para su pecho cuando vio a Yesung aparecer por el marco de la puerta. Ryeowook nunca había estado más asustado en su vida que cuando vio cómo había colapsado frente a él por haber inhalado el humo, no quería ver eso de nuevo. El hombre estaba de pie, alto, orgulloso, con una camiseta negra que se estiraba en su pecho y unos jeans negros que envolvían sus gruesos muslos.

 

Un sollozo salió de sus labios mientras lágrimas bajaban por su cara. Yesung estaba bien. No estaba herido por haber inhalado tanto humo. Incluso su voz era normal, fuerte, eso le decía a Ryeowook que su pareja había sobrevivido. Se limpió las lágrimas sabiendo que eso mancharía su cara de rojo, pero no le importó, no cuando había tenido oportunidad de beber del hombre.

—Estamos bien —Seung Ho dijo poniéndose de pie, se sacudió la tierra de su trasero—. Pero tu pareja necesita terapia.

Ryeowook vio a Seung Ho mientras el oso salía del cuarto.

 

—¿Qué fue eso? —Yesung preguntó viendo a Ryeowook, su mirada recorría la cara de Ryeowook. Sabía que su pareja estaba buscando las señales de las ampollas, pero Wook había sanado, gracias a que los osos lo alimentaron.

—Nada —dijo suavemente, evitando su mirada. Ryeowook ni siquiera podía ver la cara de Yesung después de lo que había hecho. ¿Cómo podía? Casi había asesinado al hombre.

—¿Estás listo para subir?

—¿Cómo? — Ryeowook preguntó levantando la mirada—. Aun hay luz de día.

—Traje una manta conmigo. —Yesung señaló con la cabeza hacia la puerta—. Está en los escalones. Arreglé las cortinas cuando salí de la recámara, así que es seguro.

¿Cómo infiernos no le estaba gritando a Ryeowook ahora? Casi había quemado la casa del hombre. Y Yesung estaba aquí hablando calmadamente como si Ryeowook solo se hubiera escondido aquí abajo y nada más. Inclinó la cabeza y vio realmente los ojos del lobo, viendo la preocupación inundando esos profundos ojos esmeralda. —¿No estás enojado conmigo?

 

—¿Por tratar de hornearme un pastel? No. Aunque creo que será mejor que ahora yo hornee el pastel. —Su pareja se rio suavemente y la esquina de su boca se levantó.

Antes de saber lo que sucedía, una sonrisa se formó en la cara de Ryeowook y una pequeña carcajada salió de sus labios. De algún modo, Yesung había hecho que se riera. Era algo que creía que no era posible en este momento. —Era de chocolate.

—Es por el color. Aunque quizás un poco demasiado crujiente.

Ryeowook se rio y se puso de pie, sonriéndole al único hombre en el mundo que no lo hacía sentirse como toda una decepción. Sang Kyung podría tener a Ryeowook reducido a las lágrimas para ahora, deseando que nunca hubiera nacido, pero no Yesung. El hombre era simplemente asombroso. —¿Qué tan malo es?

Yesung se encogió de hombros perezosamente, parecía que el casi quemar su casa no fuera gran problema. —Una capa de pintura nueva, y un nuevo horno arreglará eso. Todo está bien.

—¿Realmente no estás enojado conmigo?

—¿Lo hiciste a propósito? —Yesung preguntó saliendo del cuarto, regresando unos segundos después con una gruesa manta entre sus manos.

—No lo hice a propósito, Yesung. Lo juro. Solo quería hacer algo lindo para ti —dijo  Ryeowook mientras caminaba hacia su pareja, dejando que Yesung envolviera la manta a su alrededor. Sus instintos le dijeron que se aferrara a Yesung cuando el lobo lo levantó pero la manta evitaba que sus manos pudieran sostenerlo. Se sentía tonto siendo envuelto de esa manera, pero Ryeowook estaba cansado de estar en la bodega. Parecía que había    estado toda su vida.

—Entonces no hay nada de malo en eso. Arreglaremos la cocina.

 

¿Cómo podía tener una pareja que entendía? Yesung no parecía molestarse por nada. Está bien, quizás cuando los hermanos de Ryeowook fueron tras él, pero…

 

—Aquí estamos —dijo Yesung bajando a Ryeowook —. Oscuro y a salvo.

 

Ryeowook se asomó por la manta y vio que estaba de regreso en su recámara. Sonrió al pensar en la casa como suya. Esa sería la primera vez que tenía algo propio. Había vivido con su padre toda la vida, y luego con los Moon. —Esto no parece real.

—¿Qué es lo que no parece real, dulzura? —Yesung preguntó mientras quitaba la manta del rededor de Ryeowook.

«Dulzura». Dios, Ryeowook amaba esa palabra. Sentía como que la inventaron solo para él. Quería rodarse y bañarse en esa palabra. Nadie ni siquiera le había dado un término cariñoso, excepto la contracción de su nombre, pero esto era más que un sobrenombre.

Y Yesung se lo había dado. Eso podría ser solo una palabra para Yesung, pero Ryeowook giraba en círculos como un girasol al rayo del sol, metafóricamente, claro. —Dime así de nuevo, por favor.

—¿Cómo?

 

—Dulzura, Yesung le sonrió y acunó la cara de Ryeowook. —¿Te gusta que te diga dulzura?

Ryeowook cerró los ojos, un estremecimiento recorrió su cuerpo como capas deliciosas que cruzaban su piel ante el calor del cuerpo de Yesung. Amaba ser sostenido por Yesung. Era la mejor sensación del mundo, después del sabor del hombre. Su peso era bienvenido y lo quería. —Dios, si.

Yesung sonrió mientras mordisqueaba la mandíbula de Ryeowook, su lengua  lo  recorría  suavemente,  como  si   Yesung    estuviera tomando placer con solo lamerlo. El pene de Ryeowook se movió por el olor de tierra del hombre con un tinte de almizcle. Yesung tenía un olor único que volvía a Ryeowook totalmente loco. Quería al shifter, frotar todo su cuerpo sobre el hombre y tomar su olor. Ryeowook quería que Yesung lo marcara de todas las maneras.

Las manos de Yesung dejaron la cara de Ryeowook y viajaron por sus brazos, dejando llamas que recorrían su piel. Quería sentir al sexy hombre enterrado profundamente en su culo. No tenía suficiente valor para ponerle voz a sus deseos, así que Ryeowook lo mostró de otra manera, empujó su duro pene contra el firme abdomen de Yesung.

Ryeowook estaba jadeando para cuando las manos de Yesung bajaron por sus brazos y sus dedos se curvaron alrededor de la muñeca de Ryeowook, sosteniéndolo en su lugar mientras lentamente bajaba por la delgada forma de Ryeowook. ¿Iba Yesung a chupar su pene? Ryeowook podía sentir el pre-semen inundar su ropa interior.

Se mordió el labio inferior lo suficientemente duro para sangrar cuando Yesung usó sus dientes para desabrochar los pantalones de Ryeowook, bajó el cierre y abrió los pantalones. ¡Eso era la cosa mas sexy que había visto! Ryeowook se iba a desmayar ante la erótica manera en que Yesung se movía bajo su cuerpo.

—Hueles tan bien como para comerte —Yesung murmuró frotando su mejilla contra la piel expuesta alrededor del ombligo.

—Huelo como pan quemado.

 

Yesung sonrió y besó el ombligo de Ryeowook y entonces tomó con sus labios la pretina de su ropa interior y los bajó, mostrando su pene. Ryeowook tragó más duro y entonces siseó cuando la lengua de Yesung recorrió la cabeza de su pene.

El veredicto estaba dado. Ryeowook se iba a infernalmente desmayar.

—Sabes incluso mejor.

 

Las piernas de Ryeowook cayeron a los lados cuando su cabeza rodó hacia atrás. Eso era demasiado. La lengua de Yesung estaba provocando su pene, mientras el lobo lamía su eje, pasando su lengua a todo lo largo. Quería gritarle a Yesung que lo metiera dentro de su boca, pero Ryeowook no quería arruinar el momento.

Pero rogar podría estar bien.

 

—Por favor, Yesung. Por favor, por favor, por favor.

 

Su pareja no le prestó atención, lo lamía tan malditamente bien. —Esto no puede ser tan bueno como tu suprema mamada.

¿Estaba Yesung nervioso? Podía jurar haber oído eso en la voz de su pareja. Ryeowook no estaba seguro de qué decir. La única razón de su habilidad es que había practicado una eternidad anticipándose a mamar a Yesung, no porque tratara de superar al hombre. Eligió no decir nada y esperar, el aire atrapado en sus pulmones.

Eso pasó rápidamente cuando el húmedo calor envolvió su pene. Ryeowook gritó, sus caderas se empujaron hacia adelante, hacia el contacto. La mano de Yesung dejó su muñeca y presionó sus caderas, deteniéndolo del deseo de empujar su pene hacia la garganta de su pareja.

—Lo siento. Estoy un poco excitado.

 

Yesung le dio un guiño y entonces vio a los ojos de Ryeowook mientras abría más la boca y bajaba. Las piernas de Ryeowook temblaban cuando vio su pene desaparecer dentro de la boca de Yesung. «Oh infiernos, oh infiernos, oh infiernos», ¿Era demasiado pronto para correrse?

Su espalda se arqueó y gritó cuando Yesung deslizó un dedo dentro de su culo, haciendo que su semen hiciera erupción en blancos chorros. La cabeza de Ryeowook rodó hacia atrás, su boca abierta mientras su orgasmo lo recorría. Estaba sin fuerza y sin mente ahora mientras sentía un rayo de luz recorrer su cuerpo.

Yesung había estado totalmente equivocado. Su mamada había ganado. Nunca se había corrido tan rápido en su maldita vida. Su pareja se apartó, lamiendo la cabeza del pene de Ryeowook antes de ponerse de pie y desabrochar sus jeans.

Ambas cabezas se giraron hacia la puerta de la recámara cuando alguien tocó la puerta del frente. Más exactamente como si alguien los necesitara desesperadamente. «¿Ahora? ¿En serio?» Ryeowook envolvió sus piernas alrededor de Yesung y lo acercó, evitando que el hombre saliera del cuarto y tomando la promesa de caliente sexo que alteraba la mente.

—Será mejor que baje a ver quién es. Parece que quieren tirar la puerta.

Ryeowook  estaba cerca de golpear la cabeza de alguien.

«¡Maldición!» Se rodó, acomodándose los pantalones y alcanzando a su pareja. El sol finalmente se había puesto. Libre, Ryeowook bajó las escaleras.

Los golpes se oyeron de nuevo, esta vez más urgentes.

 

—Esperen, maldición. Ya voy —Yesung gritó bajando los escalones. Abrió la puerta del frente y Ryeowook gritó, bajó corriendo los escalones justo a tiempo para sacar a Yesung del camino de sus hermanos.

 

 

continuara...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).