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43. su Imperfecto Compañero (26) por dayanstyle

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Yesung podía sentir las furtivas miradas que Ryeowook le enviaba mientras estaban en la camioneta. También sabía por qué eran. Solo que no sabía qué hacer. No había reclamado a Ryeowook cuando tuvo la oportunidad, cuando Ryeowook le ofreció el cuello. Él se distanció.

Yesung solo no podía dar el paso final de reclamar a Ryeowook cuando había cosas pendientes. Seguro, Yesung no sabía qué cosas eran. Solo sabía que estaban pendientes.

Se sentía horrible por negarse a su pareja, especialmente cuando veía el dolor y la confusión en la cara de Ryeowook cada maldita vez que veía al hombre. Ryeowook no dijo nada, al menos no directamente. Yesung dudaba que incluso pudiera. Ryeowook aun estaba demasiado asustado de que Yesung pudiera echarlo si lo hacía.

Quizás ese era el problema. Incluso después de todo lo que habían atravesado y los progresos que habían hecho, seguía caminando sobre cascarones de huevo alrededor de Yesung, tratando de ser la pareja perfecta, aunque Yesung trató de explicarle a Ryeowook que nadie era perfecto. Ni siquiera él.

Solo quería a su pareja, con fallas y todo, no tenía ni idea de cómo lograr cruzar eso con Ryeowook. Pero sabía que no podía dar el paso final hasta que Ryeowook entrara en la relación al cien porciento con él. Yesung no quería repetir lo de la última vez que trató de reclamar a Ryeowook.

—Casi llegamos, Ryeowook —dijo Yesung—. ¿Estás seguro que es lo que quieres hacer?

Ryeowook asintió. —Es algo que tengo que hacer.

 

De todas las cosas que Ryeowook había hecho desde que lo conoció, este pequeño acto tenía que estar en la cima del gran montón. Ryeowook quería ir con los Moon y hablar con sus hermanos. Quería invitarlos a cenar y ver si era posible que fueran de nuevo una familia. Yesung pensaba que Ryeowook estaba fuera de sus cabales.

Uno, los hermanos de Ryeowook eran vampiros. Dos, ellos habían tratado de matar a Yesung. Tres, ellos habían sido enviados a matarlo. Esos eran tres strikes en contra en lo que concernía a Yesung. No quería ver lo que el cuarto pudiera ser.

Por otro lado, eran los hermanos de  Ryeowook, Yesung sabía que no le negaría a Ryeowook el derecho de verlos. Si él lo hiciera a su manera, Ryeowook nunca estaría solo con esos asesinos de nuevo.

—Sabes, Ryeowook, no tienes que hacerlo si no quieres. Nadie puede forzarte a pasar tiempo con tus hermanos, menos que nadie yo. —Prefería ir a casa y pasar una noche tranquila con su pareja.

—No. — Ryeowook sacudió la cabeza—. Realmente nunca tuve oportunidad de saber por qué ellos se alejaron. Quiero decir, sé lo que ellos me dijeron, pero creo que hay más que eso. Son mis hermanos y necesito saberlo.

Yesung cuadró los hombros cuando llegó a la entrada de la casa de los osos y vio que todos ellos estaban ahí. Había esperado que no hubiera nadie en la casa y poder regresar. Era una buena idea.

—Está bien —dijo Yesung mientras estacionaba la camioneta y apagaba el motor. Se giró hacia Ryeowook y tomó su mano antes de que el pequeño hombre pudiera salir por la puerta—. Solo prométeme una cosa, Ryeowook.

—¿Qué?

 

—No vayas a ningún lado solo. Quédate a mi lado.

 

—Yesung…

 

—Sé  que  son  tus  hermanos  pero  no  confío  en  ellos. Prométemelo, dulzura.

 

Ryeowook suspiró profundamente. —Lo prometo.

 

Yesung sonrió y soltó la mano de Ryeowook, solo lo suficiente para salir de la camioneta y apresurarse a llegar al lado de Ryeowook para tomar la mano de nuevo. Yesung tomó una fuerte respiración y vio hacia la casa. Eso iba a ser muy divertido.

No.

 

Yesung podría preferir tener una extracción —de sus caninos.

—Malditamente caliente, mira quién es —Lee Joon gritó desde la puerta del frente—. Tan extraño como eres, extraño tus ataques.

Yesung no estaba seguro si el oso estaba insultando o no a su pareja. Decidió dejarlo pasar y seguir escuchando.

—Eso es porque eres un gran tonto —dijo Ryeowook con una sonrisa—. Y un alborotador.

Lee Joon estrechó la mano de Yesung. —¿Qué los trae a ambos por aquí?

Yesung vio hacia Ryeowook, diciéndole a Lee Joon que su pareja era la razón. Lee Joon asintió con un ligero movimiento de cabeza y abrió la puerta de malla. —Entren.

Yesung entró con Ryeowook, aun sosteniendo la mano de su pareja mientras entraban a la casa de los osos.

—Tus   hermanos   están arriba en tu  antiguo  cuarto.

r13;Lee Joon señaló con la mano hacia las escaleras—. Buena suerte.

 

Ryeowook se giró, sus ojos con cautela mientras veía al oso. —¿Por qué? ¿Qué sucede?

—Creemos que ellos creen que deberíamos de atenderlos —dijo Seung Ho mientras salía a la cocina con el bebé Yoo Geun en sus   brazos. Yesung había oído que la pareja de Pa era un fey y que tenía un hijo, y era una linda cosita.

—Ahora regreso. — Ryeowook jaló la mano de Yesung, tratando de liberarse, pero Yesung se rehusó a dejarlo ir. No iba a permitir que su pareja subiera con los hermanos que habían tratado de matarlo. Sería un tonto si permitía tal cosa.

—Iré contigo. Recuerda tu promesa.

 

Yesung asintió cuando Ryeowook parecía querer discutir. Ryeowook tomó una profunda respiración. —Vamos.

Los osos gemelos se rieron cuando Ryeowook jaló a Yesung por las escaleras. Les dio una dura mirada, pero siguió a su pareja. Una vez que llegaron al pasillo, Yesung giró a su pareja hasta tenerlo contra la pared. Ryeowook abrió más los ojos.

Yesung acarició un lado de su cara, sus dedos recorriendo la mandíbula de Ryeowook. —Última oportunidad para dejarlo y huir. —La tristeza en los ojos negro media noche de Ryeowook desmentían la sonrisa en su cara.

—Puedo manejarlo. Recuerda, crecí con ellos tres.

—Y recuerdo que me dijiste que ellos no estaban ahí para ti. Escucha, Ryeowook, no tienes que hacer esto.

Ryeowook sacudió la cabeza, se mordió el labio inferior y vio a Yesung y entonces el pasillo. —Si, tengo que hacerlo.

Yesung dejó salir una gran respiración mientras se apartaba y permitía a Ryeowook seguir caminando. Sabía que tenía una necesidad de arreglar lo que estaba mal, la pregunta era qué estaba sucediendo. Yesung había sentido esa necesidad en más de una ocasión, y él no iba a negarle a su vampiro el hacer lo correcto.

—Se siente extraño tocar la puerta de mi antigua recámara.

Yesung se había sentido de la misma manera la primera noche que Ryeowook durmió en su casa. Tomó la perilla y la giró abriendo la puerta. —Ahora no tienes que hacerlo.

Ryeowook entrecerró los ojos hacia Yesung y entró a la recámara.

 

—¿Subes a revisarnos, hermanito? —Changbum preguntó mientras se enderezaba de su relajada posición—. ¿Por qué? ¿Creías que los shifters nos comerían?

 

Yesung quería golpear la cínica expresión en la cara de Changbum. El tipo era un imbécil arrogante, y Yesung quería más que nada ponerlo en su lugar. Demasiado mal que Ryeowook estuviera aquí.

—No — Ryeowook  contestó tratando de sentarse en la cama, pero Yesung jaló su mano, dándole una mirada de advertencia. Ryeowook rodó los ojos y vio a Changbum—. No, quería saber por qué abandonaron la tarea. ¿Qué causó que dejaran la casa de Sang Kyung?

¿La casa de Sang Kyung? Joder, la forma en la que se referían los hermanos a su padre y al lugar en donde se criaron no era natural. Yesung quería preguntarles eso a todos ellos, pero ahora no era el momento. Le preguntaría a su pareja una vez que estuvieran de regreso en la casa.

Changbum le dio una perezosa sonrisa. —Necesitábamos cambiar de panorama.

—Mentira —Sanghoon dijo suavemente.

 

Yesung podía oír una suave lluvia en el exterior, golpeaba el techo con un suave ritmo. Siempre había amado la lluvia y se preguntaba por qué infiernos estaba pensando en eso en  lugar de concentrarse en los hombres frente a él. Dios, su mente vagabundeaba fácilmente en estos días.

Ryeowook apartó su mano de la de Yesung y señaló a Changbum, ira y decepción coloreaban su cara. —Después de que te ayudé, te  quedas sentado ahí dándome malos momentos.

Changbum saltó de la cama, Yesung se colocó entre ellos.

 

—¿Ayuda? No estaríamos en este maldito lío si no fuera por ti. ¿Por qué infiernos tenías que irte y emparejarte con un shifter?

Yesung estaba impactado con la velocidad que Ryeowook usó para salir de detrás de él y empujar sus manos en el pecho de Changbum.

—Tonto, el destino elije a las parejas. Deberías de saberlo. No tengo más que decir sobre esto, tanto como no puedo decidir dejar de respirar. Solo que eso no hace diferencia. Él es mi pareja y estaré de su lado. Lo amo. ¡Nada podrá cambiar eso!

Yesung fue golpeado con la declaración de Ryeowook. ¿El vampiro lo amaba? ¿Por qué su pareja tuvo que elegir este momento para decirlo? Eso hubiera sido lindo… joder lo era, al menos Ryeowook lo había dicho.

—Niño, esto es bochornoso —dijo Chanyong mientras sonreía—. Por la expresión de impacto del lobo, eso es nuevo para él.

Ryeowook se giró, sus ojos más abiertos por un momento, y entonces vio el pecho de Yesung. —¿Estás enojado?

—Hablaremos después acerca de que me escondas cosas.

—Yesung colocó su mano en la espalda baja de Ryeowook, animándolo  a  terminar lo que había venido a hacer aquí.

Ryeowook asintió y se giró hacia Changbum. —Entonces, ¿por qué lo dejaron?

—Sang Kyung nunca debió de ser padre —dijo Sanghoon, contestando la pregunta—. Sabes eso, Ryeowook. Es cruel y frío, solo quiere  el  poder.  Él nos  sacrificó a nosotros  cuatro para conseguirlo.

—Sabían eso desde antes. ¿Por qué lo dejaron ahora? — Ryeowook presionó.

—Quizás porque nosotros no somos como él. Quizás porque él enfrenta a sus hijos unos contra los otros —dijo Chanyong mientras apoyaba la cadera en la cómoda—. La primera vez que nos envió aquí, nosotros honestamente no queríamos lastimarte Yesung… bueno, Sanghoon y yo no queríamos. —Chanyong vio a Changbum antes de continuar—. Nosotros teníamos que hacer un show para Sang Kyung. Siento eso —le dijo a Yesung.

Yesung no estaba seguro de qué decir. Inclinó la cabeza hacia Chanyong cuando las palabras le cayeron.

—Yo tampoco lo quería —Changbum gruñó—. Solo que prefiero tratar contigo que tener que tratar con Sang Kyung. No estaba demasiado feliz cuando descubrió que seguías respirando.

Jesús, eso hacía a Yesung sentirse mucho mejor. De cualquier manera, ellos pudieron empezar con eso desde el principio, y se hubieran evitado muchos sentimientos heridos. Quizás. Yesung no estaba seguro de qué pensar en este momento. No sabía si los hermanos mentían o decían la verdad, y honestamente, no le importaba. Todo lo que Yesung quería era llevarse a Ryeowook a casa.

Yesung jaló a Ryeowook detrás de él cuando una furiosa discusión hizo erupción entre los cuatro hombres. Maldición, esta familia era más disfuncional que la suya. Al menos Yesung sabía de hecho que Jongin lo había querido muerto. Ahí no había áreas grises. Los dimes y diretes entre esos hombres le estaban causando dolor de cabeza.

—¡Suficiente! —Yesung gritó y entonces tomó una profunda respiración, haciendo su mejor esfuerzo por calmar los nervios. El cuarto se quedó en silencio, todos los ojos en él—. Nos vamos. Si Ryeowook quiere hablar con ustedes, les llamará.

—Yesung — Ryeowook empezó y entonces curvó los labios hacia adentro cuando Yesung le dio una seria mirada.

—Después, pareja. —Yesung jaló a Ryeowook fuera del cuarto y bajaron las escaleras, feliz de alejarse de la pelea verbal. Su cabeza estaba retumbando en sincronía con la lluvia que golpeaba la camioneta. Ryeowook se deslizó al asiento del pasajero sin decir una sola palabra.

Su pareja estaba enojado con él. Muy enojado. No iba a dejar a Ryeowook ahí sintiendo el peso de lo que su padre había hecho. No era culpa de Ryeowook, y él no iba a dejar que sus hermanos le echaran la culpa.

Ellos siguieron en silencio. Lo único que se oía era el ruido del limpiaparabrisas que se movía de un lado al otro y el de las llantas sobre el camino mojado. Sabía que ir ahí había sido una mala idea.

 

 

 

Ryeowook estaba ahí enfurruñado, estaba tan malditamente enojado que sabía que era mejor no decir nada, porque se arrepentiría de sus palabras si hablaba ahora. La camioneta llegó frente a la casa, Yesung apagó el motor. Yesung salió, cerrando la puerta de la camioneta detrás de él.

Oh no, Yesung no iba a escapar con solo entrar a la casa. Ryeowook salió de la camioneta cerrando la puerta con demasiada ira.

r13;¡No tenías derecho!

Yesung se giró, su mirada ardiendo mientras fijaba sus ojos verde esmeralda en los negros ojos de Ryeowook. —Tengo todo el derecho. Eres mi pareja, y no me quedaré ahí parado viendo cómo tus hermanos te echan toda la culpa.

—Entonces, ¿esto te da derecho a mandarme? — Ryeowook cuestionó, sorprendido de la ira en su voz. Dio unos pasos hacia atrás cuando Yesung cruzó el patio. Su mirada llena de ira, pero su expresión seguía cool.

—Eso me da los derechos, pareja.

 

Ryeowook palmeó el abdomen de Yesung, empujando al lobo hacia atrás y apartándose el húmedo cabello de los ojos. Estaba empapado hasta los huesos, pero a Ryeowook ahora no le importaba. El otro zapato estaba cayendo, y él quería estar completamente enfocado en Yesung cuando eso sucediera. —Tú puedes, probablemente tendrías ese derecho si me reclamaras, sin embargo por tus actos soy solo un arreglo temporal para ti. Un lugar para poner tu pene, no es nada más que algo conveniente  para   ti.

Dolor inundó la mirada de Yesung, el silencio fue fuerte entre ellos, ahora el labio de su pareja lentamente se levantaba en un gruñido. No iba a mostrar ningún miedo si su pareja estaba cerca de romper el vínculo.

—¿Qué te hace pensar eso, Ryeowook?

 

Las palabras fueron duras, golpeando profundamente a Ryeowook que comenzó a temblar. Eso era en parte a causa de la lluvia fría, pero principalmente debido al horrible miedo que lo recorría. Yesung se veía amenazante cuando frunció el ceño hacia Ryeowook con tantas emociones recorriendo esos ojos verdes que Ryeowook no logró leerlas.

—No lo sé — Ryeowook contestó honestamente.

 

—Por qué —Yesung dijo con las mandíbulas tensas y sus dedos cerrados en un puño a cada lado—. Caminas como si estuvieras sobre cascarones de huevos, siempre con temor en tu mirada, como si pensaras que te voy a hacer algo o te voy a echar. Aun no me muestras tu verdadero tú. Si no tengo a Kim Ryeowook, en toda su imperfecta gloria, entonces no puedo entregarme a ti con la total confianza de nuestro emparejamiento. Yo hice a un lado mi dolor e ira para que esto funcionara. Al menos podrías corresponderme el favor.

Ryeowook se quedó impactado mientras apartaba el cabello de sus ojos de nuevo. Nadie había rogado por ver su verdadero yo. Infiernos, le habían rogado porque dejara de actuar de esa manera. —¿Pero qué si no te gusta mi verdadero yo?

—Ya te dije que no quiero una pareja perfecta. Solo te quiero a ti, Ryeowook, solo a ti.

—No pienso antes de hablar o actuar. Casi quemé tu casa, y jodí nuestro emparejamiento el primer día. ¿Cómo puedes querer eso?

Yesung le sonrió, sus dedos acariciaron un lado de la cara de Ryeowook. —Porque eres quien eres, tu real tú. No me importa si quemas la casa hasta los cimientos. Eso puede remplazarse, pero si nunca conozco quién es el real Ryeowook nunca podré satisfacer mi alma.

Ryeowook lanzó sus brazos alrededor de Yesung, rezando a los dioses porque lo que su pareja decía fuera honestamente cierto.

—Solo recuerda que tú pediste ver mi verdadero yo.

 

Yesung levantó la cabeza de Ryeowook, inclinándola hacia atrás hasta que sus lindos ojos verdes lo veían. —Deja de preocuparte de que vaya a dejarte. Eso no va a suceder. Me enojaré en ocasiones, eso te lo garantizo, pero dejarte es algo que nunca sucederá.

Ryeowook asintió rápidamente mientras tragaba las lágrimas. Yesung lo quería. No había otro zapato, y no le iba a caer en la cabeza. Yesung quería a Ryeowook en su vida. Sentir que finalmente pertenecía era lo más magnifico que Ryeowook hubiera experimentado en su vida.

—Ahora entremos. No somos capaces de pescar alguna enfermedad pero mis bolas están tratando de meterse dentro de mí a causa del frío.

Ryeowook se carcajeaba mientras corría al interior de la casa con su lobo. Se carcajeó incluso más duro cuando Yesung se sacudió como un perro. Esparciendo agua por todos lados, incluyendo sobre Ryeowook y entonces comenzó a quitarse la ropa mojada. Ryeowook rápidamente imitó a su pareja, dejando la ropa empapada por la lluvia en el suelo. Frotó sus brazos con las manos, temblando de frío.

—Ven aquí y déjame calentarte, dulzura.

 

Ryeowook estaba totalmente de acuerdo con eso. Rápidamente entró dentro de los brazos de Yesung, sintiendo instantáneamente el calor formándose en su interior. También sintió el grueso pene de Yesung mientras su pareja pasaba las manos arriba y abajo de la espalda de Ryeowook. Amaba la manera en que Yesung siempre lo excitaba. Hacía que Ryeowook sintiera que realmente le importaba al hombre.

Arqueó la espalda cuando sintió la palma de Yesung en su trasero, listo para desenfrenadamente entregarse… hasta que vio a la rata. —¡Rata! — Ryeowook gritó y trató de subir por el cuerpo de Yesung en un intento de levantar los pies del suelo—. ¡Pensé que te ibas a encargar de eso!

La cabeza de Yesung giró alrededor, sus ojos escaneando el cuarto. Wook sonrió cuando vio a Yesung, estaba tan aterrado por esa cosa como él lo estaba. —Conseguiré algunas trampas a primera hora de la mañana —dijo Yesung mientras levantaba a Ryeowook y corría a las escaleras—. Entre tanto, vamos a tomar calor bajo los cobertores.

 

Ahora eso se oía como un real buen plan.

 

continuara...

      


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