CAPITULO 3 - Proposiciones y Descubrimientos.
Sakura se había ido de ahí bastante molesta, realmente le molestó y le dolió de sobremanera, enterarse de que el príncipe de sus sueños, el chico con el que se veía retratada en un futuro y con el que había materializado toda su vida, era homosexual y estaba enamorado de su mejor amigo.
Siempre había odiado a Naruto, el había tenido todo lo que ella no, tenía la atención del chico más guapo del Instituto, tenía bastantes amigos, tenía el cariño de todos los maestros, tenía mejores calificaciones que ella, pese a ser un imbécil y tenía algo que hacía que todos quisieran estar con él, pese a ser un simplón, un idiota y enclenque sin gracia.
Esperaría hasta la hora del almuerzo y ahí lo enfrentaría, sabía que Naruto, a pesar de todo lo anterior, también era un buen amigo y sentía una debilidad por sus amigos, y en especial por ella, seguramente si le pedía que se alejara de Sasuke, este lo haria sin rechistar, puesto que, era tan idiota que no se daba cuenta cuando lo estaban manipulando.
****S&N****
La hora del almuerzo llegó, y todos los alumnos salían disparados de los salones. Naruto tomo su mochila y se disponía a ir a la cafetería, por su preciado platillo se ramen, cuando fue interceptado por la pelirosa novia de su mejor amigo.
–Naruto– dijo la pelirosada tomándolo de una manga de la chaqueta y conteniéndose para no hacer una mueca de desagrado y fastidio.
–que pasó, Sakura-chan– pregunto sin ningún tono en específico.
–podriamos hablar tu y yo, a solas– pidió, fingiendo amabilidad.
–Sasuke-teme no se enoja– pregunto con un poco de dolor en su voz.
–no creo que le moleste que me demoré un poco– dijo con falsa despreocupación. "Lo único que le molesta al idiota ese es verte a ti con alguien más, imbécil" pensó.
–Esta bien, vamos, ttebayo– le dijo el rubio, componiendo una sonrisa falsa.
Lo que ignoraron, fue una mirada celosa que los siguió en todo su trayecto.
—S&N—
El rubio guió a la pelirosada hasta un aula vacia, y al ingresar y ponerse cómodos, la pelirosada procedió a hablar.
–Naruto, de lo que te quería hablar es de mi relación con Sasuke– empezo la ojijade, notando con satisfacción como el rubio deformaba un poco el gesto. –veras, Sasuke-kun esta preocupado por ti y dice que me va a terminar porque yo era la chica que a ti te gustaba, y tu sabes cuánto tiempo he estado enamorada de él, pero ese no es el único problema, sino que no me dedica tiempo, y siempre está contigo, entonces yo te quería pedir que si nos podías regalar un tiempo, pues tú ya sabes, para hacer lo que hacen las parejas– comento con un tinte de felicidad, al notar como se reflejaba la tristeza en los orbes celestes del rubio.
–vere que puedo hacer, Sakura-chan– dijo el rubio, fingiendo una sonrisa.
–gracias Naruto– dijo dándole el beso de Judas en la mejilla y saliendo del salón.
El rubio se quedó pensativo, separarse de Sasuke, renunciar a él y a un amor imposible, y dejarlo que el fuese feliz. Tal vez sería la mejor opción, si lo mejor sería poner distancia con el teme y tratar de arrancarse esos sentimientos que le quemaban y le desgarraban el pecho.
Pensando en eso, iba cminando para tomar su tan ansiado almuerzo, cuando un fuerte aggare se posó sobre su muñeca y lo envió de vuelta la salón.
–Sasuke...– exclamó sorprendido y asustado, al notar quien era su nuevo acompañante.
—S&N—
Estaba saliendo del salón, para tomar su almuerzo, cuando observó a la pelirosada y a su rubio conversando en la mirada del pasillo. Esta estampa, lo llenó de profunda rabia y celos. Sigilosamente los siguió hasta donde ingresaron y escucho la conversación de los ocupantes del salón. Cuando observó la escena más desagradable que pudo ver en el día. Rápidamente se escondió, para evitar ser descubierto.
Tiempo después, vio como salía el dobe, así que, aprovechando la ocasión, decidió que era el momento oportuno, para hablar con él.
Antes de que saliera, lo tomo de la muñeca y lo llevó de vuelta al salón, recostándolo contra una pared, y pegándose en demasía a su cuerpo.
–que estabas haciendo, dobe– le dijo en un susurro.
–aparta, Sasuke-teme– pedía, mientras lo empujaba. En otras circunstancias lo habría dejado seguir ahí, pero ahora el tenía novia, y el no era de las personas que engañaban por la espalda. Además, tenía que hacerse a la idea de que Sasuke no era nada suyo.
–esta bien– concedió apartándose un poco –hay varias cosas que quiero que me expliques, una de ellas es que hacías aquí con Sakura– pregunto, cruzándose de brazos y tomando aquella pose tan chula y altanera, que volvía loco al rubio.
–estaba hablando con ella– respondio, después de tranquilizarse.
–de que– pregunto con seriedad.
–no es de tu incumbencia, ttebayo– respondió.
–creeme, que es de mi incumbencia– le susurró, acercándose en demasía a su rostro, haciendo que su aliento le rozara los labios, causándole un pequeño estremecimiento, el cual no fue notado por el azabache.
–como sea, ttebayo– dijo alejándose y respirando. La verdad, no sabía en qué momento había dejado de respirar. –si no tienes más que decirme, me marcho, nos vemos, ttebayo– le dijo, dirigiéndose a la puerta y siendo interceptado por el azabache, el cual lo tomo del brazo, deteniendo su huida.
–por que estuviste en el hospital– pregunto con seriedad y preocupación.
–por que me desmayé, eso todo el Instituto lo sabe– respondió con obviedad, y sin saberlo, clavándole una espina al Uchiha.
–bueno, por que te desmayaste– pregunto, perdiendo la paciencia.
–eso si no te importa, confirmaré con saber que ya me encuentro mejor, ahora, si no te molesta, puedes soltarme, me estoy muriendo de hambre, además de que tu novia te espera– dijo, acabando con la poca cordura del azabache.
–¡y porque mierda siempre la pones a ella como una excusa para huir!– exclamo con furia, mientras lo atraía del brazo y lo colocaba, de nueva cuenta, contra la pared.
–¡dejame en paz, maldito bastardo, ttebayo– grito mientras lo empujaba con bastante fuerza, liberándose del agarre y huyendo del salón, tratando de tragarse su dolor, mientras iba a la cafetería, y compraba su almuerzo.
Mientras que en el salón, el pelinegro se había quedado frustrado, dolido y furioso, porque por culpa de la pelirosada, su rubio y secreto amor se distanciaba cada vez más de él.
****S&N****
–Sasuke-kun– grito la peligrosa, dándole alcance al azabache, que componiendo un gesto de fastidio, dejo que caminará a su lado.
–que quieres molestia– contestó con acritud, sin cortarse ni un poco a la hora de demostrarle a esa mujer que le desagradaba su presencia, pues lo que había oído en el salón le había desagradado de sobremanera.
–Sasuke, seré clara contigo, quiero hacer público lo "nuestro"– le dijo, sin ningún tipo de recato o respeto, haciendo que el mayor frunciera las cejas.
–nunca en la vida– respondió escuetamente.
–¡que!– respondió indignada la peligrosa, mirando con furia al azabache.
–dije que no se me da la gana– le repitió, mirándola con burla.
–y que ocurriría si, Naruto ve algo que no deberia– pregunto, fingiendo inocencia.
–has lo que quieras– le contestó de mala gana, para después apresurar el paso.
****S&N****
Un mensaje en el celular de Naruto, lo saco de su letargo y al leerlo, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Tenía miedo y emoción a partes iguales, miedo a saberse Doncel, y emoción al deber, que si lo fuese, Sasuke podría fijarse en en. De repente, se algolparon en su mente, todos los pensamientos y las experiencias que había tenido en el día. La petición de la pelirrosada, las acciones de su amigo, la relación de este con la ojijade, el posible descubrimiento de su condición sexual y todo lo que se le venía encima. En ese momento quería desaparecer.
****S&N****
Sasuke salió del aula. La última clase ya había finalizado, y deseaba con todo su corazón, poder compartir tiempo con el usuratonkashi ese, sin tener ningún tipo de pelea, o que la maldita mención de la pelirosada se hiciera presente, para joderles el rato.
Una vibración en su pantalón, le advirtió que estaba recibiendo un mensaje, al sustraer de su bolsillo y desbloquear el aparato, vio que era un mensaje de Naruto. El corazón casi se le sale del pecho por la emoción, tenía la ilusión que fuese una invitación a pasar una tarde de videojuegos, o una invitación a dar una vuelta por el centro comercial, o cualquier cosa, menos lo que se encontró.
"Sasuke, no me esperes a la salida, se me presentó un asunto importante y debo ir a resolverlo. Nos vemos despues"
Naruto.
Sasuke de inmediato sintió como la furia, la frustración y la impotencia fluía por sus venas, porque maldita sea, porque siempre aparecía algo a alguien para impedirle tener un momento tranquilo con el rubio.
Sin pensar, corrió a su casa, quería olvidar, no necesitaba olvidar.
Esa maldita mujer le estaba trayendo serios problemas, si tan solo no hubiera sido tan imprudente, si tan solo no hubiera hecho lo que hizo y se hubiera delatado.
****S&N****
Doncel... Los resultado decían que era Doncel. Estaba totalmente impactado. Toda la vida se había considerado varón, hacia cosas de varones, se comportaba como los varones e incluso había gustado de varias chicas en tiempos de antaño.
Maldita sea, así fuera Doncel, Sasuke jamás se fijaría en el, el ya tenía novia, a la chica perfecta, de mediadas perfectas, de notas perfectas, familia perfecta y una de las más destacadas en todo. Que tenía que hacer un pobre Doncel enclenque como el a su lado. Quería olvidar, tenía que olvidar tenía que dejar de pensar. Quería olvidarlo todo.
****S&N****
Ya era entrada la tarde, estaba acostado en su cama. Había preferido dormir toda la tarde, antes de tener que pensar, dormir para olvidar, dormir para no pensar, dormir para habitar en un mundo donde los sueños si se hacían realidad y nada era inalcanzable, un mundo donde estaba con Sasuke.
El sonido insistente del tiembre en su puerta, lo saco de su mundo de ensueño, trayéndolo de regreso a la realidad. Con lentitud y pereza fue caminando hasta la puerta. Tenía la vaga esperanza de que fuera Saauke, pero, al abrir la puerta, se encontró a quien menos se imaginaba.
–Oba-chan, Iruka-sensei, que hacen aqui– pregunto confundido.
–¡Naruto, te he dicho que no me digas abuela!– grito, con una vena resaltando en la cabeza.
–Naruto– dijo a modo de saludo Iruka, con una sonrisa en su rostro –estamos aquí, porque ya me avisaron que estuvieron los resultados de la prueba, y queríamos saber que resultados había arrojado para darte algunos consejos, también queríamos pasar a ver cómo te encontrabas y a verificar que te estés tomando la medicación como debe ser– agregó con preocupación, mientras se dirigían a la sala.
–desean algo de tomar, ttebayo– pregunto con una sonrisa.
–agua esta bien– pidió la mujer.
–un te, por favor– pidió e del pelo castaño.
–en un momento regreso, ttebayo– dijo mientras desaparecía por la puerta de la cocina.
—S&N—
–asi que eres doncel, entonces estaba en lo correcto– dijo la mujer con una sonrisa orgullosa, mientras miraba los resultados del examen.
–si, al parecer soy doncel– comento sin ánimo.
–y porque tan desanimado, deberías usar eso a favor y tratar de conquistar al niñato Uchiha– sugirió la mujer.
–eso no va a funcionar, para Sasuke sólo soy su amigo, no me verá jamás como algo más que eso, ademas tiene novia– comento con desanimo.
–no puedes estar seguro de eso hasta que no lo intentes– agregó el Doncel castaño, que hasta hace poco había terminado de leer los exámenes y las muestras.
–si mocoso, no puedes rendirte en algo que no has intentado, además se nota que hay algo raro en la relación de ellos dos, el niñato Uchiha nunca a demostrado gustar de esa chica, no entiendo como llegaron a ser novios de la noche a la mañana– comento la mujer con duda, y de paso, tratando de hacer que el muchacho sospechara para que no se fuera a rendir.
–Tsunade-sama tiene razón, además, no quiero que te depimas por cosas así, esa forma de ser no va contigo, no quiero verte desanimado o sufriendo por cosas asi– le dijo el castaño.
–tienen razón, no me puedo deprimir por cosas así, no es mi estilo, ttebayo– comento con una sonrisa sincera.
–bueno, creo que va siendo hora de irnos– comento la mujer.
–asi, es, ya se va a hacer tarde, nos vamos Naruto, descansa e intenta relajarte, no te estreses por cosas así, y recuerda que si tienes dudas o alguna pregunta, referente a tu nueva condición sexual puedes preguntarnos– comento el adulto, mientras caminaban hacia la puerta.
–me alegra poder contar con ustedes y me sentó muy bien su visita, ttebayo– comento con una sonrisa deslumbrante, honesta y brillante.
–adios Naruto– se despidió el adulto, mientras caminaba hacia la verja.
–adios mocoso– se despidió la mujer, mientras caminaba detrás del Doncel.
–adios Tsunade-baa-chan, adiós Iruka,-sensei, nos vemos mañana, ttebayo– se despidió en un grito eufórico en rubio.
Cuando vio que no había ningún rastro visible de los dos adultos, entró a su casa y se dispuso a recoger la vajilla que usaron, y a llevarla a la cocina para lavarla, secarla y guardarla.
Estaba dispuesto a empezar con su tarea, cuando el sonido del timbre de la puerta se escuchó por toda la casa. Pensando que, a lo mejor era Tsunade o Iruka, abrió sin preguntar.
La sorpresa que se llevó fue mayúscula, puesto que apenas abrió la puerta, el individuo que toco a su puerta, se colo dentro de su casa y lo empotró contra la pared, inmovilizándole las muñecasy colocándolas sobre su cabeza, y llenándole las fosas nasales con su aliento a alcohol.
–Sasuke...
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