COMO TU AMANTE O TU AMIGO
CAPITULO 8
Sasuke estaba sentado al pie de la ventana de su habitación y mirando todo con detenimiento. La pregunta que rondaba por su cabeza siempre era la misma...
¿Por que demonios tenía que hacerlo?
Que le costaba haber asumido las cosas como un hombre en vez de beber como un perdedor, ir a molestarlo en la noche e intentar forzarlo a tener intimidad.
Un suspiro salió de sus labios, lo mejor era ir, hablar con el y decirle sus sentimientos. Tal vez de esa forma se liberaría de Sakura y le confesaría a ese rubio que lo tenía colado por el hasta los huesos y terminar de tirar por la borda su amistad.
Otro suspiro salió de sus labios y decidió que mañana sería el día en que lo enfrentaría, mañana tomaría las riendas de su vida y recuperaría el control que creyó perdido.
****S&N****
–¡maldición!– chisto con molestia el castaño. Tenía planeado ir a visitar a Naruto en la tarde, pero un sorpresivo consejo de maestros, que se extendió hasta altas horas de la tarde le había impedido realizar su tarea. Kakashi miraba con preocupación al castaño y en su fuero interno también sentía gran molestia, le preocupaba la situación por la que estaba atravesando su hermanastro, el podía jura que en aquel extraño embrollo había algo raro y de eso era de lo que quería hablar con el muchacho, también quería preguntarle por lo del examen, pero ese maldito consejo era ineludible e inaplazable, así, que con resignación, tuvo que quedarse a escuchar todo aquello que le tenían por decir.
–tranquilo Iruka-san, no creo que un día vaya a cambiar drásticamente la situación, le propongo que lo vayamos a ver mañana, le parece– calmo y sugirió el peliplata.
–supongo que será lo mejor, sólo espero que usted tenga razón y nada más ocurra durante este tiempo– dijo con resignación el pelo castaño, mientras que aquella sensación que le producía un mal presentimiento no se alejaba de su ser.
****S&N****
El día siguiente llegó, y el pelinegro fua a buscar al rubio a su vivienda, para irsen juntos de camino a la escuela, pero, al llegar, se dio cuenta de que este ya se había ido, sin el, de nuevo.
Aquello ya lo estaba cabreando en extremo, por culpa de las muchas estupideces que había cometido en este corto tiempo, ahora ya no podía estar como hacía un buen tiempo con su rubio dobe. Le hacía falta, lo extrañaba y haría hasta lo imposible por recuperarle.
—S&N—
Al llegar al Instituto, con un humor tan negro y pesado, que se distinguiría a varios metros de distancia, se encontró con quien menos se quería encontrar en ese día, Sakura. La chica, al verlo llegar, había corrido hasta ponerse a su lado, y no había cosa que le desagradara y le fastidiara más era que estar cerca a esa chica.
–que quieres, Sakura– pregunto el pelinegro con pesadez.
–hola, Sasuke-kun, por que no viniste ayer– pregunto con falsa preocupación e inocencia.
–eso es algo que a ti no te importa– contestó de malas formas, mientras seguía avanzando.
–esta bien, no te voy a interrogar más, sólo quería pedirte que le entregarás esto a su dueño– dijo ignorando el comentario anterior, mientras le tendía dos sobres.
–y porque habría yo de hacer eso– pregunto con molestia y acidez.
–pues como son de Naruto, pensé que quien mejor que tú para entregárselos– dijo con falsa inocencia y con maldad, ella era perfectamente consiente de lo que estaba haciendo, y aquello era perfecto, pues, con el vídeo y con esta bomba que estaba por soltarle al pelinegro, ella cumpliría su objetivo, destruir a Sasuke Uchiha, quitándole lo que más quiere, al imbécil de Naruto.
–esta bien, dame eso– dijo tomándolos de mala gana.
–bueno, eso es todo, Sasuke-kun, me voy, quede de verme dentro de poco con las chicas– dijo como si nada, para después irse.
Cuando se vio sólo, el Uchiha miro con intriga los sobres y se dio cuenta de algo importante. Uno de ellos tenía el sello de la escuela y el otro provenía de una clínica.
Haciendo memoria del ácido comportamiento que había tenido el rubio en estos días, así como de las pastillas que encontró sobre la mesa de este, abrir el primero y lo que leyó, lo dejo pasmado.
Nombre: Naruto Uzumaki Namikaze
Edad: Dieciséis años, diez meses y once días.
Resultado: 98,6% positivo para Doncel. Presenta una falta de vitaminas y minerales, por lo que se le recomienda tomar vitaminas y suplementos, para descartar futuros padecimientos.
Lo único que se repetía en su cabeza era la palabra "Doncel". Una descomunal furia se apoderó de su ser, acaso ese dobe no le tenía la suficiente confianza, como para comentarle algo tan importante como su condición, acaso ese imbecil no se daba cuenta de lo enamorado que estaba de el, acaso ese rubio se había propuesto jugar con sus sentimientos.
Con violencia, saco el contenido del otro sobre y vio en el una carta de admisión de la Universidad de Suna y otra en respuesta, confirmando la aceptación y la transferencia del estudiante. Si su furia era grande, ahora estaba por los cielos, por que demonios Naruto le estaba ocultando todo, pero principalmente, porque había aceptado ir a la universidad de Suna, ese rubio y el tendrían una muy seria y larga charla.
****S&N****
Todos los que se topaban con el azabache se hacían a un lado dejando libre su camino, por la expresión tan molesta y desquiciada que tenía este en su rostro, su cara parecía la de un asesino en serie y miraba a todos lados como buscando a alguien con quien pagar su furia.
Cuando divisó al rubio, por una de los pasillos, lo tomo con violencia de una de las muñecas y sin ningún tipo de miramiento, recibiendo las quejas del rubio que buscaba la forma de librarse del agarre, lo condujo por los pasillos del Instituto.
–¡hey! ¡Pedazo de bastardo, sueltame! ¡Me lastimas, ttebayo!– exclamaba el rubio mientras trataba de zafarse del agarre, pero el Uchiha, cegado por la decepción, la rabia y la molestia, hacia caso omiso a sus palabras e ignorando sus súplicas, continuaba con su camino.
—S&N—
–¿y bien?– pregunto con frialdad, mientras que arrinconaba con violencia su cuerpo con violencia contra una pared y lo atrapaba entre esta y su fornido cuerpo.
–¿y bien que de que? ¿Que mierda quieres, imbécil?– le escupió el rubio con acidez.
–conmigo no juegues Narutito, explicarme de una vez que mierda esta sucediendo– me susurro con seriedad y enojo, mientras le tomaba de la barbilla con firmeza y la levantaba, para poder observarle mejor y de paso, hacer que el rubio le mirase a los ojos.
–y que es aquello que debería explicarte, que tenga entendido, a ti no te debo explicaciones de nada– dijo con molestia y altanería, mientras trataba de zafarse del agarre del azabache.
–claro que me las debes, y explicarme de una vez, porque mierda no me dijiste que eras Doncel y encima de eso, que pensabas huir como un vil cobarde, eh, Narutito– dijo, dejando salir en su voz, todo lo que sentía en ese momento, mientras endurecía el agarre que mantenía sobre el rubio y le acariciaba los carnosos labios con su pulgar.
Aquella afirmación hizo estallar de la furia a Naruto, quien le planto un potente puñetazo al Uchiha, liberándose de su agarre y escupiéndole con veneno todo lo que le tenía para decír.
–mira pedazo de cretino, si no te le dije, fue por que no se me dio la gana, a ti jamás te importó lo que yo sentí cuando te hiciste novio de Sakura, tampoco te importó lo que ai me sucediera, como para que de buenas a primeras te vengas a interesar en mi vida, si me voy o no es problema y si soy Doncel también– le soltó al Uchiha, que continuaba en el suelo y sobandose el golpe mientras miraba al rubio con fijeza –o puede que si te importe, después de todo, ya no podrás terminar de grabar tu vídeo porno, está vez, teniéndome a mi como protagonista– soltó esto último con dolor.
–¿video porno? ¿De que mierda me hablas?– pregunto desorientado e ido.
–¡ja! Ahora te vas a hacer el desentendido– comento el rubio con dolor y decepción –el día de ayer, me llegó un vídeo de un chico masturbándose, y a que no adivinas quien era... Exacto, eras tú, tu te estabas masturbando en los vestidores, lo peor de todo, es que lo hiciste seguramente en mi nombre– le soltó de golpe, haciendo que los colores abandonaran el rostro del Uchiha. Esa perra... Esa perra le había enviado el vídeo.
–Naruto, yo te lo puedo explicar, no es lo que parece...– trato de excusarse el Uchiha, siendo cortado por el rubio.
–¡¿que no es lo que parece?! Entonces que demonios es lo que debo de suponer que significa– comento el rubio con sarcasmo, intentado esconder su dolor.
–Naruto, escucharme por favor– dijo parándose frente a él y tomándolo de cada uno de sus brazos, mientras lo arrinconaba como lo tenía anteriormente pero con mas delicadeza. –el chico de ese vídeo si soy yo, y se que no tengo justificación, pero lo hice por que lo necesitaba, estaba muy caliente y...– trato de explicarse lo más cuerdamente que pudo, siendo nuevamente cortado por el rubio.
–si ya terminaste de dejarme en claro que soy tu juguete sexual, puedes dejarme ir y alejarte de mí por el resto de tu vida– dijo roto y al punto de las lágrimas.
–¡dejame terminar, maldita sea! Y lo que hize... lo hize por que te amo, te amo y te deseo como no tienes idea, por que no lo puedes comprender– exclamó fuera de sí, mientras tomaba las manos del rubio, las apresaba por encima de su cabeza, y lo arrinconaba aún más contra la pared, hasta el punto, en el que ambos podían sentir perfectamente el roce de sus cuerpos.
–¡y como demonios pretendes que te crea esa absurda mentira! ¡Que no te cansas de hacerme daño– exclamó completamente desbordado el rubio, mientras hacía esfuerzos titánicos por retener sus lágrimas.
El Uchiha, en un impulsivo y arrebatado intento por hacerle creer la verdad al rubio, atrapó sus labios en un apasionado y demandante beso, tratando de transmitirle en este, todo lo que estaba sintiendo. Sus manos liberaron las del rubio y bajaron a ceñir su cintura, atrayéndolo hacia él.
El rubio se dejó hacer, mientras dos dolorosas y amargas lágrimas caían de sus ojos, por verse rebajado a ser esto... Un juguete, un simple objeto de deseo.
Al separarse, el Uchiha apenas estaba recuperando el aire, cuando una cachetada le dio de lleno al rostro.
–escuchame muy bien Sasuke, nunca en la vida te atrevas a intentar jugar conmigo, eres el ser más asquerosamente egoísta y malo que he conocido, quiero que te alejes de mí y me dejes en paz... No sabes cómo te odio en este momento– le escupió el rubio con rencor, mientras se soltaba de su agarre y salía corriendo.
El Uchiha llevo su mano a la parte golpeada y una lágrima cayó por uno de sus ojos, ahora por culpa de sus malas decisiones todo se había echado a perder y ahora tenía que asumir en carnes todas las consecuencias.
Las palabras del rubio le habían tocado profundamente... Le odiaba. El odio era un sentimiento muy pesado y el oír la palabra "odio" por parte de su rubio le habían destrozado.
****S&N****
El Uchiha, una vez se calmó, abandono la terraza, sus ojos estaban enrojecidos, cristalinos y completamente vacíos y sin vida. La persona que más quería en este mundo era a Naruto, por el siempre había cometido las mayores estupideces, por Naruto lo había arriesgado todo, por Naruto había cambiado, por Naruto había abierto su corazón, por Naruto había resquebrajado su orgullo... Y por Naruto, en este momento sentía que no tenía nada, que no valía nada.
Sus pasos lo guiaron hasta donde se encontraba la persona que había dado pie a este embrollo.
Cuando la encontró, se acercó a ella y al estar a muy poco de alcanzarla, empezó a aplaudir con mucho sarcasmo.
–bravo Sakura, lo lograste, conseguiste tu objetivo– dijo con sarcasmo y gran furia, haciendo que la pelirosa, todos los que estaban con ella y los que estaban a su alrededor lo voltearan a ver.
–Sasuke-kun, que te pasa, estas armando un espectáculo– dijo apenada la pelirosa.
–no me importa, quiero felicitarte porque lo lograste, lograste tu objetivo, arruinaste lo único que tenía lo único que realmente me hacía feliz, por tu culpa, Naruto me odia y no quiere verme, te felicito lo hiciste genial– dijo el azabache con frialdad y sin ninguna emoción, más que un profundo vacío.
–Sasuke, amor, pero por que dices eso, me estás haciendo qudar en ridiculo– dijo completamente apenada y fustrada. Su plan se había ido por la borda a causa de sus estúpidos deseos de venganza.
–realmente no me importa si quedas en ridículo o no, y aprovechando la presencia de todos los presentes, aprovechó para decirles que Sakura jamás a sido mi novia, lo nuestro fue un simple acuerdo que nos beneficiaba a los dos, pero, ella lo rompió, por lo tanto, no tengo porque seguir soportando esto, así que Sakura, nuestro acuerdo acaba aqui– dijo el azabache con frialdad y rencor.
–Sasuke, no te atrevas a dejarme o vas a enterarte de lo que soy capaz– amenazó, valiéndose de sus últimas cartas y pensado que con esto iba a lograr su objetivo.
–no, no, no Sakurita, antes de que lo hagas, quiero que sepas que ya no me importa nada, porque gracias a tu maldito egoísmo, a tu maldita envidia hacia Naruto y a tus estúpidos deseos de venganza, yo perdí al amor de mi vida, así que lo que puedas hacer ahora me tendrá sin cuidado, y antes de irme quiero decirle a todos que por su seguridad se alejen de esta chica, es realmente malvada y manipuladora– soltó como última advertencia, antes de irse, dejando a todos los presentes estupefactos.
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