CAPITULO 4:
COMO TU AMANTE O TU AMIGO.
La sorpresa que se llevó fue mayúscula, puesto que apenas abrió la puerta, el individuo que toco a su puerta, se colo dentro de su casa y lo empotró contra la pared, inmovilizándole las muñecasy colocándolas sobre su cabeza, y llenándole las fosas nasales con su aliento a alcohol.
–Sasuke– susurro con sorpresa, reconociendo al individuo que se adentró en su casa.
–jejeje, Dobe, al parecer sabes cómo me llamo– le comentó con diversión.
–¡se puede saber que demonios hiciste!– le gritó furioso, mientras se removía, tratando de liberarse del agarre.
–que pasa– pregunto con chulería, mientras lo observaba de pies a cabeza.
–estas borracho, imbécil, dime porque Tomas...– pero, fue vilmente cortado, porque el Uchiha, ansioso y sin poder soportarlo más, salvo la distancia que los separaba, y pegandosele como lapa al rubio, lo beso con fiereza.
Sus manos se movían con soltura a lo largo de la estrecha cintura y sus labios devoraban la boca contraria con fogosidad.
Naruto se sentía en el paraíso, estaba disfrutando tremendamente de aquellos labios que le besaban con pasión, de aquellas manos que lo toqueteban por todas partes y de aquel cuerpo que se restregaba contra el suyo, mostrándole su deseo y su excitación. Al recordar la situación en la que se encontraba Sasuke y además, de que era un hombre prohibido, ya que tenía novia, como pudo, lo separa de su cuerpo y le chillo de manera histerica.
–¡que mierda te sucede imbécil! Ttebayo– le grito alterado y dolido –eres idiota o que, acasaso se te olvida que tienes novia– le gritó mientras se giraba y salía de ahí, corriendo hacia su habitación.
El Uchiha se dio cuenta de la situación, y una sonrisa suco su cara. Con tranquilidad, cerro la puerta con seguro, y como pudo, apago todas las luces de la primera planta. No le importaba lo que pasará después, esta noche la disfrutaría como ninguna. Subió a la planta de arriba y se dirigió al cuarto del rubio.
Antes de ingresar a la habitación, como pudo, saco un condón de su bolsillo y con cuidado se lo puso a su miembro, estaba seguro que cuando le entrara la calentura, seguramente se le olvidaría ponérselo y lo mejor era prevenir cualquier tipo de situación... Cierto.
Con cuidado, guardo su miembro dentro de su pantalón y ingreso a la habitación, encontrándose al rubio, sacando ropa de sus cajones, seguramente, sus planes eran darle una ducha para que se bajara la borrachera, pero eso era algo que el iba a impedir a toda costa.
Con rapidez, se acercó a él y abrazándolo por la espalda, le restregó su erecto miembro en el culo, al pobre rubio, el cual se quedo estático por tal acción.
–deja de provocarme, Naruto– le susurró al oído.
–dejame bastardo– le susurró. Su fuerza de voluntad para resistirse a aquello que le estaba haciendo el imbécil de Sasuke, se estaba yendo de vacaciones al carajo y realmente necesitaba de su ayuda.
Su pene se estaba endureciendo de nuevo y su entrada se estaba mojando y dilatando, enviándole espasmos de placer a todo el cuerpo. Como puedo, se removió intentando zafarse, y sin quererlo, excitando aún más al mayor con sus movimientos.
–quedate quieto y dejarme hacerlo, desde que llegué me has estado provocando, no te imaginas cuantas ganas tengo de hacerme mío en este momento– le susurró entre jadeos excitados en el oído, mientras le tomaba fuertemente de las caderas y le retrego fuertemente su ereccion, sacándole un fuerte gemido al rubio.
–Sasuke, no... Tu tienes novia, por favor dejame– pidió en una suplica, su cuerpo y su alma realmente deseaban aquello, pero su moral y la conciencia le decían que eso era traición, que no podía engañar a Sakura de esa manera.
Aquellas palabras pusieron de muy mal humor al azabache, quien giro bruscamente al rubio y retomando el agarre de sus caderas, comenzó a besarlo con fiereza, mientras lentamente lo conducía a la cama, al chocar con esta, lo tiro y se puso encima, besándolo con pasión y empezando a desvestirlo. Con ansiedad y rapidez, lo despojo de su camisón, así como de su short y su ropa interior, dejándolo completamente desnudo. Como pudo, el también se tiró encima y comenzó a repartir le besos por todas partes, mientras que con mimo, acariciaba todo su cuerpo.
A esas alturas, Naruto, se debatía entre ceder o continuar con aquello. Una parte suya, aquella parte egoísta que tenía muy en el fondo de su ser, le decía que cediera, que se entregará a aquel placer que le era ofrecido, que aquella pelirosada no se merecía tanto a Sasuke como el, que aquella arpía no merecía tener a un hombre como aquel a su lado. Pero su conciencia le decía, que a pesar de que Sakura no era la mejor, no se merecía una traición semejante de su parte.
El sentir la mano del Uchiha en su miembro, borró cualquier duda existente en su ser, se entregaría a aquel hombre y después lo olvidaría y desaparecería de su vida.
Llevo su mano hasta el miembro del contrario, y lo acarició con firmeza, notando con sorpresa, lo erecto que estaba y que ya tenía un preservativo puesto. Al parecer ya no tenía escapatoria.
Los gemidos, los jadeos y los suspiros reinaban en la habitación, el olor a lujuria era palpable, y la culpa era una constante que perseguía a uno de los presentes y lo torturaba sin piedad, pero no por ello le evitaba sentir el placer y lo que estaba experimentando en este momento.
Cuando estaba a punto de llegar, una cuestión asalto su mente. ¿Donde estaba el amor? ¿Donde estaba aquella ternura y aquella calma en el acto? ¿Donde estaban las frases cargadas de amor, los susurros cargados de amor y emoción? ¿Donde estaba la dulzura? ¿Donde estaba el nerviosismo y las mariposas en el estómago?
No estaban, porque no era amor, era simple sexo, y el no era más que un objeto, algo que usas y desechas... El en ese momento, no valia nada.
Al terminar, una lágrima salió de uno de sus ojos, una lágrima amarga, que expresaba todo aquel dolor que no podía plasmar en palabras.
Cuando salió de su letargo, pues no noto movimiento alguno, se dio cuenta de que el pelinegro se había quedado dormido.
Como pudo se abrigo y lo abrigo a él. Apago la luz de la habitación y lloró.
Lloro por sentise como un objeto, lloro por estar a punto de permitir que lo tratarán como a una cosa, por estar a punto de traicionar a una amiga, pero recordarse que, a pesar de lo que hiciera, el Uchiha jamas sería completamente suyo.
La decisión que tanto le había costado tomar, ahora estaba más que clara. Se alejaría de Sasuke, rompería cualquier vínculo con el y buscaría la felicidad por su lado. No podía permitirse el lastimar a un ser querido por culpa de sus imprudentes acciones. No podía permitirse el rebajarse a ser empleado como un objeto. No podía el permitirse entregarle su cuerpo a un hombre sin amor de por medio.
Con ese pensamiento en mente, se dejó envolver por los brazos de Morfeo, y pedía mentalmente por fortaleza para poder enfrentar todo lo que se venía para el día siguiente.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español