JUST FRIENDS
—Capitulo 7—
Es tan adorable
Jonna se había dirigido al Instituto con toda la intención de esperar a Eithan y Will, para sacarles toda la información posible acerca de Julian, y que relación tenían con él. Incluso se había levantado más temprano de lo normal, lo cual no era nada normal en él.
Sin embargo, resulto que en el instante en el que puso un pie en al otro lado de la verja, ellos lo tomaron cada uno de un brazo y lo arrastraron a los baños de varones, lo que significaba que ellos se habían levantado incluso más temprano que él. Jonna se mostro sorprendido ante la repentina acción de los chicos, aun así, se mantuvo en silencio, pues le convenía estar a solas con ellos para poder obtener la información que quería respecto a ese chico de mirada intensa.
Al llegar a su destino, Eithan rápidamente puso seguro en la puerta, y pronto, la mirada gris plata de este y la esmeralda de Will, lo taladraron. Al menos Eith ya no parecía molesto, Pensó Jonna.
De hecho, ellos dos parecían estar en pánico, más William.
Jonna se sintió repentinamente alarmado. ¿Y si algo peor le había sucedido a Julian? No lo conocía, y de hecho la primera impresión de ambos había sido un asco, aun así, le preocupaba ese chico que le permitió ver ese aspecto tan vulnerable suyo, mientras los sostenía entre sus brazos el día anterior. Y su mirada le daba ñañaras, pero de alguna forma también era muy interesante.
—¿Le sucedió algo a Julian? —se apresuro a cuestionar.
Vio confusión pasar por el rostro de ambos chicos.
—¿Cómo sabes de Julian? —pregunto Will con cierta desconfianza.
—Ayer estaba en la enfermería cuando se desplomo.
—¿Estabas? —dijo Eith, viajo en su memoria y entonces recordó que, efectivamente, Jonna está en la enfermería el día anterior—. Si, está bien. Suele pasarle ese tipo de cosas —Will asintió.
Jonna entonces saco su propia conclusión de cuál era la relación entre ellos. Observo a Will y rememoro su reacción cuando menciono a Julian, también observo a Eithan y como había tomado la palabra para, según el oji-plata, explicar lo que le sucedía al chico de mirada somnolienta. Aunque olvido olímpicamente la forma en la que el oji-esmeralda se había preocupado en la enfermería y la ternura con la que lo había observado y acariciado la mejilla del chico de mirada somnolienta.
«Julian tiene el cabello negro —pensó meditando—. Igual que Eithan. Y sus ojos también son claros, igual que Eithan… son familia». Decidió.
—Como sea, olvídate de Julian —hablo William—. Te necesito, Jonna —dijo acercándose hacia él, sus irises esmeralda brillaban, y Jonna vislumbro su figura en la pupila de estos.
El rubio sintió como su corazón dio un brinco en su pecho. Sus ojos color caramelo se clavaron en el rostro del casi rubio, y por el rabillo del ojo, observo como Eithan había fruncido el seño ante las palabras de su amigo, parecía molesto y la vez confundido.
—Al fin. Te tardaste tanto —dijo Jonna y termino de acortar la distancia de su cuerpo y el de William, lo tomo da la cintura y lo atrajo hacia sí. Las manos del oji-esmeralda se posaron sobre el pecho del rubio y lo observo con sorpresa.
—¿Qué estas…?
Intento cuestionar, pero los labios de Jonna sobre los suyos hicieron que sus palabras murieran en su garganta. Abrió los ojos como platos e inmediatamente golpeo los pectorales de Jonna, intentando liberarse. Aunque sin mucho éxito. Jonna siempre había sido más fuerte que él.
Sin embargo, no más fuerte de Eithan.
Eithan, con las venas de las sienes bastante hinchadas, agarro a Jonna de los rubios cabellos y tiro de ellos, haciendo que su cabeza se fuera hacia atrás, por lo cual el beso entre él y Will termino drásticamente. Jonna dio un grito y llevo las manos hacia su cabeza y sujeto la muñeca de Eithan que sujetaba sus hebras doradas. Will quedo que en libertad y se alejo varios pasos de Jonna. Entonces, con su mano libre, Eithan empujo al de ojos caramelo fuertemente y lo estampo contra la pared de los sanitarios. Jonna dio otro gritito.
—Lo vuelves a tocar y te parto la cara —amenazo el oji-gris. Su aura desprendía peligro, como jamás lo había hecho antes.
Jonna paso saliva.
—Él me sedujo, tú lo escuchaste. Perdón por ser un hombre débil. No me mates —lloriqueo.
Eithan lo soltó y retrocedió unos pasos, sintió como Will se colocaba de tras de él y lo sujetaba por la playera, asomando un poco la cabeza para observar al rubio de ojos caramelo. El oji-gris le bloqueo la vista completamente de forma protectora. Mientras, continuaba observando a Jonna con ojos furiosos. El chico se froto la cabeza durante unos segundos, intentando que el dolor desapareció, luego se cruzo de brazos con una mueca, un puchero en los labios.
—No me vean así —dijo—. Cualquiera reaccionaria de la misma forma si vas y le dices: «Te necesito», de esa forma tan sexy.
—Bueno… si —estuvo de acuerdo Eithan, luego de meditarlo durante unos segundos. Jonna estaba impactado. No creía que fuera si quiera posible que Eith comprendiera lo que significaba «sexy», y mucho menos si estaban refiriéndose a Will.
Will observo a su amigo oji-plata.
—¿Tu también reaccionarias de la misma forma? —cuestiono, y Jonna vio que sus ojos habían nuevamente obtenido ese brillo de antes, pero mucho más intenso.
Eithan giro el cuello y clavo su vista en Will. Sonrió.
—Por supuesto —una enorme sonrisa se poso en los labios del oji-esmeralda. Ellos se observaron a los ojos sin decir absolutamente nada.
Jonna estaba, aun, con los brazos cruzados, y ahora, con un fuerte tic en el ojo izquierdo. Casi estaba seguro que esos dos iban a comerse la boca y meterse la lengua hasta la garganta en cualquier instante. Algo que, por supuesto, no iba a permitir.
—Como sea —interrumpió—. ¿Para qué me trajeron aquí?
Los chicos salieron de esa burbujita en la que ambos se habían adentrado por completo, y recordaron entonces a lo que habían ido. Will salió de detrás de Eithan y camino hacia Jonna, pareció haber olvidado completamente lo recién sucedido.
—Necesito tu ayuda —dijo, tomándolo de los hombros.
«Ah, así que a eso se refería», pensó Jonna.
—¿Respecto a qué?
Will hurgo entre la bolsa de su pantalón.
—Esto —dijo, mostrando el mismo sobre rosa y con perfume de mujer que Jonna había visto antes. El rubio se lo arrebato y leyó el contenido de la carta.
Se sintió estúpido por su reacción el día anterior. Obviamente, Will nunca le hubiera dado una carta de amor a ninguna chica.
—Es una carta de amor, obvio —dijo Jonna—. ¿Qué con ella?
Observo a Eithan, quien nuevamente estaba con el entrecejo fruncido, luego su vista llego al rostro de Will, quien repentinamente acababa de entrar en completo pánico.
—¿Q-Q-Q-Que ha-hago? —Tartamudeo—. N-N-N-N-No t-t-t-t-t-tengo i-i-i-i-i-idea de q-q-q-q-que hacer. C-C-C-C-C-como a-a-a-a-actuar —sus manos se movían de un lado hacia otro, y sus dedos se retorcían.
Jonna lo observo unos segundos en completo silencio, luego estallo en carcajadas. ¡Dios! Ese chico era tan adorable. La expresión de pánico del oji-verde cambio a una de confusión ante la reacción del rubio, no tenía idea de que ocurría. Eithan parecía igual de confundido.
—Escucha —dijo, luego de limpiarse los ojos, pues le habían lagrimeado por las carcajadas—, bueno, no es algo tan complicado. Tienes que irá al lugar al que te cito, sonreírle amablemente y permitirle hablar de sus sentimientos… y luego rechazarla cruel y vilmente y destrozar su corazón, romperlo en miles de pedazos para que sea imposible de reparar. ¡Wahahaha! ¡Esa zorra está loca si cree que permitiré que te aparte de mi lado! —casi, casi era posible observar un par de cuernos saliendo de sus sienes, así como sus ojos inyectados en sangre, junto con una cola puntiaguda moviéndose de un lado hacia otro por detrás de su espalda.
Los chicos se mostraron horrorizados, pero antes de que si quiera pudieran decir una palabra, la puerta, que tenía el seguro puesto, se abrió de forma abrupta, fue abierta de forma abrupta.
—No solo das asco —dijo una voz que tanto Will como Eithan conocían muy bien, y que resulto familiar para Jonna—. Sino que eres la peor mierda de este mundo. Basura inmunda.
Jonna se quedo de piedra. Su orgullo estaba completamente herido. Y aun así, por extraño que pareciera, su corazón había dado un brinco mayor que el que había dado cuando Will le dijo: «Te necesito, Jonna». No era raro por sentirse un tanto excitado por la forma en la que Julian lo veía mientras lo insultaba, ¿verdad? De todas formas, la visión del peli-negro le comprobaba que se encontraba bien. Muy bien.
Se mordió el labio inferior si poder despegar la vista del chico de mirada intensa.
—Ustedes, par de imbéciles —dijo, Julian, viendo hacia Will y Eithan—. Vayan a su salón ahora —ordeno—. La citación es la hora de la salida, así que en el receso hablaremos de cómo vas a actuar, William —Julian desprendía un aura imposible de ignorar, una que decía: No quieres desobedecerme. No te conviene, créeme.
Los chicos asintieron con la cabeza una y otras vez, y luego corrieron fuera de los sanitarios. Era curioso, pensó Jonna, que un chico con ese aspecto físico infundiera tanto miedo en dos chicos más altos y de aspecto más fuerte que él. Aunque por la forma en la que había abierto la puerta, parecía que no era nada débil.
—Hola, Julian —saludo con una sonrisa encantadora. Todos decían que su sonrisa era capaz de incluso derretir un glaciar, y puede que sonara egocéntrico, pero Jonna lo creía.
Julian lo observo de pies a cabeza. Y Jonna era consciente de que el oji-celeste era mucho más bajito que él, pero aun así, cuando sus ojos somnolientos lo observaron directo a los ojos, Jonna se sintió pequeño, muy pequeño.
—¡Hmph! —giro sobre sus tobillos y se marcho sin siquiera decir una palabra ante el saludo.
Con una escalofrió recorriendo toda su columna vertebral, Jonna sintió que toda la sangre se le iba a la entrepierna.