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JUST FRIENDS por LunaMarcel

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Notas del capitulo:

Hola.


Aquí estoy nuevamente, y con una actualización. Wihihihi.


Quiero agradecerles grandemente por haber leído el capitulo anterior, me hizo muy feliz ver sus bellas lecturas. Sobre todo, muchas gracias a esas lindas personitas que me dejaron sus comentarios.


Disculparan ustedes si hay faltas de ortografía, revise lo escrito pero supongo más de algo se paso.


Espero les guste.


Sin más que decir por ahora.


A leer.

 


JUST FRIENDS


—Capitulo 12—


¿No soy normal?


 


Jonna tenía la mejilla recargada en la palma de su mano izquierda, así mismo, su codo puesto sobre la mesa en la que se encontraba en la cafetería. Sus ojos color caramelos estaban fijos en el lugar en el que se encontraban Eithan y Will, aunque no era como si los observara a ellos. Su atención estaba puesta sobre Julian.


Como cosa completamente extraña, ese día había salido a refaccionar al toque de campana, y no se había quedado tomando toda su siesta. Por lo que, de alguna forma, el rubio creía que algo podría sucederle si alteraba su horario de siestas. Había estado leyendo acerca de la enfermedad del peli-negro, y la verdad es que era una enfermedad de mucho cuidado.


Podía quedarse dormido cuando menos lo esperaba y en cualquier lugar. ¿Y si se dormía justo bajando las escaleras? ¿Cruzando la calle? Jonna no quería de ninguna forma quitarle los ojos de encima.


Algo que, sin duda alguna, Julian había notado y lo tenia de los nervios.


El de ojos somnolientos trataba de que la penetrante mirada de ese rubio idiota no le afectara en lo más mínimo, pero lo cierta era no podía solo ignorarlo y continuar refaccionando muy normal. Esa molestia, esa incomodidad de ser observado la sentía desde la coronilla hasta la punta de los pies.


«Que molesto». Pensó el chico y le dirigió una mirada de desprecio a Jonna, quien al clavar su mirada chocolate con la celeste hielo del peli-negro, sonrió. Eso fue incluso más irritante para Julian. ¿Qué cruzaba por la cabeza de ese idiota?  Es que no entendía que no quería ser nada de él. No conocidos, y mucho menos amigos.


Trato de centrarse en cualquier cosa para ya no pensar en esa mirada sobre su cuerpo, así que clavo sus ojos en el par de amigos que estaban sentados frente a él, conversando muy felices de la vida, y sonriendo ampliamente. Fue en ese momento en el que cayó en la cuenta de que William estaba muy sonriente con Eithan, algo que no le extrañaba del todo luego de lo del día anterior. Pero quizá en algún momento creyó que después de su tarde de flojera viendo anime, las cosas volverían a como los días anteriores respecto a Alessa. La verdad es que William era un poco idiota, por no decir mucho, así que no le hubiera extraño verlo con Alessa de nuevo, disculpándose una y otra vez por haberla dejado a media conversación, y nuevamente ignorando a su mejor amigo.


«Supongo que las palabras de Eithan en verdad se tatuaron en su mente». Medito. Bueno, no era como si él se quejara, mejor si esa idiota dejaba de estar pegada al de ojos verdes esmeralda. Aunque, ¿Tan fácil dejo ella de insistir? Alessa tenía esa fama de siempre conseguir lo que quería, así que era raro que solo se alejara de Will como si nada.


—¡Will! —Llamaron al chico entonces. Julian puso los ojos en blanco.


Hablando del diablo.


No hacía falta voltear para saber de quién se trataba. Esa molesta voz era inconfundible y podía distinguirse a kilómetros de distancia. La dueña de dicha voz se apresuro a llegar a la mesa en la que los tres chicos estaban.


El peli-negro pudo observar como los ojos de William se iluminaron cuando ella estuvo frente a él, así mismo, también noto el ceño fruncido por parte de Eithan.


—¿Estás bien? —Cuestiono ella, preocupada—. Ayer dejaste de responderme.


—Está perfectamente, ¿Es que eres ciega que no lo ves? ¿O simplemente eres idiota?


Julian apretó los labios, riéndose internamente ante las palabras de Eithan. Palabras que, de hecho, no solo molestaron a la chica, sino también a Liam.


—Oye, no seas grosero con ella. Respeta —su noto de voz cargado de molestia—. Solo está haciendo una pregunta, que está justificada. Te recuerdo que te comportaste como un completo idiota ayer, cuando lanzaste mi celular a la calle —su entrecejo fuertemente fruncido.


De la expresión antes alegre de Eithan, no quedaba ningún vestigio. Su mirada era gélida, y Julian por un momento creyó que iba a golpear a su mejor amigo. Entonces sus ojos grises observaron sus manos, la cuales estaban en puños, por unos segundos. Suspiro hondamente y luego levanto la vista y volvió a observar a Liam. Se observaron durante un instante en silencio. Rápidamente, el de media coleta se levanto de su asiento sin despegar la vista de su amigo.


—Como sea —Dijo—. Debí suponer que esto pasaría —Suspiro una vez más, se encogió de hombros—. Haz lo que quieras.


Le dio la espalda a Liam y se marcho.


Julian observo la expresión del oji-verde cuando vio a su amigo marcharse, estaba sorprendido y dolido. Una imperceptible sonrisa afloro en los ojos del chico de mirada somnolienta. Liam se lo merecía. Sin pensarlo dos veces, Julian tomo su bandeja y sin decir ni una palabra, se levanto de su asiento y también se marcho.


Si Liam prefería a Alessa, pues que la disfrutara. Eran imbéciles los dos. No le cabía en la cabeza como podía ser Liam tan idiota como para no darse cuenta de la clase de zorra que era esa chica, y encima la defendía y se molestaba con Eithan. ¡Grandísimo idiota! Y si, Eithan fue muy impulsivo el día anterior, ¡Pero es que William se lo había buscado solito!


El peli-negro deposito la basura en su lugar y devolvió la bandeja. Antes de salir de la cafetería, Jonna llego a su lago. Sus ojos celestes lo observaron durante unos segundos y pensó en decirle que lo dejara solo, pero solo porque se veía un tanto preocupado por Eithan lo dejo caminar a su lado un momento.


—¿Qué sucedió?


—Supongo que Eithan se canso —Se encogió de hombros.


—¿Sabes a donde fue? —Quiso saber. En verdad estaba preocupado, puede que ni Julian ni Liam lo notaran, pero la expresión de Eithan cuando se giro era… muy dolorosa.


—Tengo una idea.


—Genial. Te acompaño.


Julian se detuvo a medio pasillo, se giro y encaro a Jonna.


—Iré yo solo.


—Es mi amigo y me preocupa —insistió.


—Si eso es verdad entonces no insistirás más. En este momento hay que confortarlo y lo cierto es que el último que haría eso serias tú.


Jonna lo observo completamente serio. Sin ninguna expresión en el rostro que delatara como se sintió ante esas palabras.


—¿Qué se supone que significa eso? —cuestiono, luego de unos segundos.


Oh, ese era el momento. Esa era una buena oportunidad. Al menos eso creía Julian. En sus palabras pudo notar que estaba molesto. Solo había que picarlo un poco más para que su enojo aumentara, y con ello, se diera cuenta de que nunca conseguiría nada él, y por consecuencia lo dejaría en paz de una buena vez.


El peli-negro sonrió de medio lado, algo que nunca hacia había notado Jonna, y a este le hubiera parecido la sonrisa más hermosa si esta no hubiera estado rebosante de burla y maldad.


—Porque simplemente… eres tú —Dijo Julian, con desprecio, observándolo de pies a cabeza—. Todos saben la clase de persona que eres. Me sorprende que Eithan sea tu amigo. Supongo que es idiota incluso hasta para elegir a sus amistades.


Jonna lo observo en silencio, fueron unos segundos increíblemente eternos. Finalmente sonrió. Sonrió… sonrió porque dolía demasiado como para siquiera llorar.


—Supongo que es cierto. Eith es idiota para elegir a sus amigos —Hablo—. El mejor ejemplo es que es amigo tuyo —Y así como había hecho Eithan en su momento, Jonna le dio la espalda y volvió por donde había estado caminado minutos antes.


«Ya esta —pensó Julian—. Finalmente me dejara en paz». Era eso lo que quería… pero de alguna forma extraña, su pecho dolió al verlo alejarse sin mirar atrás.


 


Eithan se encontraba en el almacén de la cancha de baloncesto, rodeado de cosas de limpieza y balones. Estaba sentado en el suelo con la espalda contra la pared y las rodillas pegadas a su pecho… el cual dolía.


—No me detuvo —susurro para sí mismo.


Tenía que admitir que era verdad lo que había dicho, pero tuvo esa vaga esperanza de que las cosas no volvieran a ser igual a esas últimas semanas, y que Liam lo detuviera de marcharse, que mandara lejos a Alessa y lo escogiera a él.


Pero no lo hizo.


Lo dejo irse sin decir nada.


¡Oh, mierda! Su maldita pesadilla estaba volviéndose realidad. Liam realmente estaba siendo arrebatado de su lado. Y Eithan sabía que por más que luchara por retenerlo junto a él, si Liam no quiera estar más a su lado, nada podía hacer. Pero aun así no entendía, ¿Qué tenía ella de bueno para escogerla?


«¿Porque debería estar contigo cuando puedo estar con Alessa? ¿Qué puedes ofrecerme tú que sea mejor que ella?». Su mente lo torturo con recuerdos de ese sueño que había querido olvidar.


Ciertamente no podía negar que Alessa era hermosa. Así que, si… la cuestión no era el saber que tenia ella de bueno, si no: ¿Qué tenía Eithan como para que Liam lo escogiera por sobre Alessa?


—¿Años de amistad? —Sugirió en voz alta, pero en susurros—. ¿Infinidad de increíbles recuerdos de tantos momentos juntos? —Poco a poco el dolor iba quedando de lado, dándole paso al enojo—. ¡Soy tu maldito mejor amigo, joder! ¡Se supone que los amigos están por sobre las chicas! ¡Sobre todo de una arpía como Alessa! —Se puso rápidamente en pie y pateo lo primero que estuvo a su alcance, lo cual fue un balón rebelde fuera de la red donde se encontraban las demás. El balón fue impulsado con fuerza hacia la pared, tanta, que el rebote contra esta fue incluso más fuerte cuando volvió hacia su cuerpo, a su hacia su nariz.


Eithan cayó de espaldas con las manos en la nariz y soltando una retahíla de maldiciones e insultos.


Julian, quien estaba en el marco de la puerta desde hacía unos segundos en los cuales había observado dicha escena, negó con la cabeza


—Eres un desastre —dijo. Eithan no respondió, solo continuo quejándose de espaldas contra el suelo del almacén. Julian pensó en ayudarlo a ponerse en pie, pero opto por sentarse a su lado—. ¿Cómo te sientes? —Se le hizo estúpida su pregunta, pero tenía que hacerla.


—Estoy muy molesto —susurro el oji-gris, luego de unos segundos de silencio.


—No es para menos… Dime, Eithan —dijo un tanto vacilante—. ¿Y entiendes porque estas molesto?


El oji-gris, en el suelo y aun con la nariz cubierta por sus manos, clavo sus irises en los de Julian.


—Se que piensas que soy un idiota —hablo, su voz un tanto amortiguada—. Y si, lo soy, lo admito, pero no soy tan idiota como para no saber porque estoy enojado.


—¿Y?


—Estoy molesto porque prefirió a Alessa y no a mí. A quien se supone que era su mejor amigo desde la infancia —dejo caer sus brazos en el suelo, extendiéndolos. Julian vio entonces que la nariz le sangraba—. A Alessa, a esa idiota.


—¿Y si no fuera Alessa? ¿Y si se tratara de otra chica… una buena chica? —observo como el entrecejo fruncido del chico se relajaba—. ¿Estarías enojado también?


Julian estaba seguro que lo que estaba haciendo no era precisamente reconfortar a su amigo. Pero bueno, vio la oportunidad y lo mejor era hacerle ver de una buena vez que lo que sentía por William no era mera amistad, o hermandad. El oji-celeste suponía que una vez pudiera aceptar sus sentimientos, también de alguna forma quizá y sería más fácil olvidar si es que el idiota oji-verde definitivamente iba a ser pareja de Alessa.


Eithan parecía estarlo meditando.


—B-Bueno… Si ella es buena chica —Guardo silencio. Su entrecejo volvió a fruncirse—. No tendría porque molestarme —susurro, clavando sus ojos en el techo.


Julian sonrió.


—Y aun así te molesta pensar en ello, ¿no es así? —Eith volteo a verlo, sintiéndose descubierto—. Se sincero, Eithan. No te molesta que William prefiera a Alessa. Te molesta que simplemente prefiera a alguien que no seas tú —el chico paso saliva.


—¿Qué tratas de insinuar?


—No estoy tratando de insinuar nada, solo digo lo obvio… estas celoso.


Eithan se incorporo de golpe, su error, se sintió mareado inmediatamente. Se apoyo de Julian para no caer mientras el mareo pasaba, luego se alejo y le dio la espalda. Estuvo en silencio durante unos minutos antes volver a encarar al oji-celeste.


—Si —admitió—. Estoy celoso —Julian alzo las cejas, no creyó que Eithan fuera a admitirlo tan rápido—. Es mi mejor amigo, claro que voy a estar celoso si alguien lo aleja de mi —El más bajito puso los ojos en blanco.


—Dime, Eithan —dijo. No iba a hacer eso pero decidió poner en práctica algo que desde hacía ya un tiempo había pensado hacer—. ¿Te gusta mucho el trasero de William?


El oji-gris alzo las cejas, luego sonrió de medio lado al recordar sus manos apretando los glúteos de Liam.


—Sí, bastante —respondió sincero.


—¿Te gusta cuando duerme enroscado a ti? ¿Qué su cuerpo este tan pegado al tuyo? —Eithan volvió a sonreír, asintió—.  ¿Verlo desnudo? ¿Tocar su piel descubierta?


—Sus piernas son lindas y su cintura igual, así que si. Además, tiene una piel suave, si otra vez —Vaya con la cara de idiota que se cargaba. Julian no podía creer que enserio estuviera respondiéndole con sinceridad acerca de lo que pensaba. Que no se diera cuenta de lo raro de todo eso.


—¿Te gustaría besarlo?


Y fue hasta ahí que llego la sonrisa en el rostro de Eithan. Su entrecejo volvió a fruncirse.


—Claro que no —respondió molesto—. Los hombres no se besan.


Algo hizo click en la mente de Julian. De alguna forma, entendió cual era el razonamiento de Eithan, y porque le parecía muy normal responder todas las preguntas anteriores antes de si le gustaría besarlo o no.


—Y los hombres tampoco pueden sentir amor entre ellos, ¿verdad?


Eithan asintió.


—Amor de amigos, amor de hermanos, amor hacia sus padres e hijos, abuelos y eso —dijo—. Amor romántico es imposible.


—¿Porque?


—Porque se supone que ese tipo de amor solo pueden sentirlo un chico y una chica entre ellos.


Julian lo observo durante segundos, segundos que de alguna forma fueron tortuosamente largos para Eithan, pues su mirada sí que era muy incómoda y, joder, daba ñañaras. Luego sonrió… sonrió y Eithan pensó que iba a destruirse el mundo. Julian sonriendo era más improbable que cayendo granizo con forma de ositos. Pero, hey, ahí estaba él. Sonriendo.


—Okay, ya veo… —hablo nuevamente—. Entiendo que por más que intente hacerte cambiar de pensamiento, será difícil. Así que solo diré esto —Inhalo hondamente—. No es normal que los amigos, hombres claramente, quieran tocarle y dejarse tocar el trasero y lo disfruten. No es normal pensar que tienen linda piel, buenas piernas y linda cintura, observarlo desnudo en sí. Y, definitivamente, no es normal que entre hombres disfruten dormir tan pegados el uno al otro.


Eithan lo observo con los ojos abiertos como platos. Su vista se desvió hacia la pared, luego hacia el suelo, de vuelta a la pared y una vez más hacia los ojos celeste hielo de Julian.


—En otras palabras, el amor que tú sientes por William no es de amigos mucho menos de hermanos… sientes amor romántico por mi primo. Estas enamorado de William.


Y en el momento en el que dichas palabras terminaron de salir de sus labios y observo la expresión en el rostro de Eithan, supo que había cometido un error en su explicación. Un terrible error.


—Entonces… —susurro el oji-gris, con la voz terriblemente temblorosa—. ¿No soy normal? ¿Soy raro?


—Mierda —Maldijo Julian.


¿Y ahora como rayos arreglaba lo que había hecho?


 

Notas finales:

Hasta ahí llego.


Ljdñlakjeñisjfñeidfsñlfjsñie ¿¡Quien quiere golpear a Julian y William!? ¡Vamos, levanten la manita! Sin pena…


Bueno, desde aquí vamos empezar a joder a este par tontos primos. Sugieran. Vamos. Yo se que quieren.


Si les gusto el capitulo pueden hacérmelo saber por medio de un comentario, es muy importante para mí el saber que opinan, pues los review son una fuente de inspiración hermosa.


Hasta luego.


Sayo. 


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