CAPITULO 17
MI CONFUSION
Naruto arrojaba su móvil en el escritorio al mismo tiempo que se dejaba caer en la silla. Trato de comunicarse con Gaara todo la mañana para invitarlo a cenar esa noche pero nunca contesto, cuando por fin devolvió la llamada en la tarde era para disculparse por el ajetreado día, y con otra disculpa rechazo la invitación; tenía un caso en los tribunales por la noche así que se le hacía prácticamente imposible asistir. Ambos respetaban sus horarios de trabajo, y nunca se quejaban por cancelar una cita a causa de esto, pero el rubio en ese momento sentía miedo y necesitaba a su novio para esa noche.
La cena con los Uchihas lo tuvo distraído todo el día, en ocasiones Sai debía agitar la mano en frente de su rostro para que reaccionara, este parpadeaba, reía nervioso y volvía a enfocar su atención en los diseñadores. Durante las últimas horas suspiraba vencido en no poder planear una excusa lo suficientemente buena para que su madre le creyera; un mensaje de ella provoco un escalofrió por su espalda “No quiero nada de excusas baratas, entendiste Uzumaki, te conozco muy bien para saber tus planes. Ni se te ocurra escapar. Te quiero a las 8 pm en el restaurante limpio y atractivo, o si no atente a las consecuencias. Te ama, mami” esa última frase lo dejo temeroso, cuando ella hablaba así lo mejor sería salir huyendo y perderse en el mapa.
Tsunade al ver su estado de ánimo decidió enviarlo a casa pensando en el estrés acumulado. Todos esos días trabajaba sin parar y se merecía un descanso, Naruto intento convencerla de quedarse, pero no funciono. Afuera del edificio suspiro resignado, ahora si no tendría ni una excusa para escaparse de la cena, tendría unas horas extras antes del momento. Decidió dejarse llevar y fue a una tienda a comprarle detalles a los esposos Uchihas, con tal los consideraba unos segundos padres.
Fue a su apartamento y se arregló, con falsas esperanzas una vez más llamo a Gaara pero no le contesto; en realidad lo necesitaba, necesitaba que le diera fuerzas. Tomo un taxi porque tenía pereza de manejar y a las 8 en punto, ni un minuto más ni uno menos estaba allí parado al frente del restaurante con las manos sudorosas ¿Qué rayos le pasaba? Parecía un adolescente. Sus padres llegaban tomados de la mano y sonrieron al verlo; su madre lo abrazo contenta por no haber recibido alguna excusa de su ausencia. Pregunto por Gaara curiosa.
-¿Acaso discutieron?-
-Solo está ocupado con el trabajo mama-
Los Uchihas no perdían su presencia a pesar de los años, aún seguían siendo elegantes y con aura millonaria aun cuando no era así. Llegaban a la mesa donde los Uzumaki los esperaban, Mikoto abrazo fuertemente al rubio por la emoción, hace años que no lo veía y Fugaku sonrió tendiéndole la mano.
-¿Ustedes también están celebrando su aniversario?-
-No, solo vinimos a divertirnos junto a nuestros amigos- miro cómplice a su madre.
-¿Y Sasuke?- Kushina preguntaba al mismo tiempo que el mesero llegaba con la carta. Mikoto se sentó suspirando.
-Tiene guardias en el hospital de noche- Naruto sintió como automáticamente su cuerpo se relajó; “Menos mal, gracias a los cielos” pensó. Un pensamiento que no duro nada al verse interrumpido por una voz.
-Buenas noches, disculpe la tardanza- Kushina no dejo a Sasuke sentarse porque lo tomo por la cabeza acunándolo en su pecho mientras decía comentarios como “¡Estas grande, y más guapo, cuanto has crecido!”
-Señora Uzumaki, nos vimos un par de meses atrás- la pelirroja rio.
-Tienes razón, pero parecen años- el rubio empuño sus manos en sus muslos, no podía evitar su latir tan rápido. Cuando fue soltado por su madre observo que se veía más guapo en ropa casual; esos pantalones negros y la camisa azul intenso con los dos primeros botones sueltos, no dejaban de ser la atención de las chicas del lugar. Ambos se miraron y Sasuke le guiño un ojo, Naruto volteo la mirada disimulando sus miedos en aumentos.
-¿Que tal el trabajo, Naruto?- la cena transcurrió tranquila, comiendo y hablando cosas triviales. Muy poco participaba ya que sus pensamientos lo tenían muy ocupado.
-Muy bien, ahorita he trabajado horas extras porque se acerca un importante desfile de modas y soy parte del comité quien elige a los diseñadores- Mikoto lo felicito y Sasuke abrió sus ojos por la sorpresa.
-¡Increíble! tenía razón cuando te dije que ibas a llegar lejos- Sasuke lo apunto con un dedo, eso tomo desprevenido al otro y llevo su mano tapando la boca, quería vomitar. Recordó cuando aún eran jóvenes de instituto y una vez mientras se besaban como solo ellos podían hacerlo se preguntaron su fututo “Llegaras lejos” fueron sus palabras al contarle su sueño de diseñador.
-Hijo ¿Te encuentras bien?-
-Solo fue un pequeño mareo, nada para preocuparse- para calmar el ambiente Minato pregunto al azabache menor como le iba en su trabajo también.
-Soy nuevo en el hospital así que aún me estoy acostumbrando, nada parecido a cuando trabajaba en el pueblo. Pero todos son muy amables- hablaron de muchas cosas la cual la mayoría se perdió Naruto, no tenía cabeza y cuando trataba de integrarse a la conversación miraba a Sasuke y decidía mantenerse callado “En realidad no lo había superado ni un poco” era tan triste, todos esos años Gaara intento por todos sus medios a que lo olvidara y para ser sincero pensó que había funcionado; podía seguir con su vida normalmente con Gaara y sería feliz, pero al encontrarse con Sasuke aquella noche en el hospital cayo en la realidad de no haberlo olvidado, hasta su cuerpo lo traicionaba. Sus vellos se erizaban como si por sus poros botara todos esos sentimientos reprimidos por años.
-Kushina me ha contado de Gaara, Naruto ¿Es un buen hombre?- levanto el rostro hacia Mikoto, había quedado mudo. Observo como el otro bajaba la mirada. Trago grueso y tomo un poco de agua.
-Él ha estado allí cuando más lo he necesitado, se ha comportado como un verdadero caballero en todo momento y lo más importante es que me ama tal y como soy. Es un excelente hombre- concluyo. Recordó que al principio cuando confeso a sus padres sobre su homosexualidad estuvieron en shock por semanas; fue una fea experiencia, lo trataban con frialdad y casi no iban a casa, y aunque poco a poco lo fueron aceptando ya nada pudo ser lo mismo. Aun así a la edad de 25 años presento oficialmente a Gaara como su novio.
Luego de dos horas pagaron la cuenta y salieron del lugar. Sasuke insistió en llevar a todos a sus casas, pero los adultos dijeron que el hotel quedaba muy cerca y podían irse caminando al contrario de Naruto que tomaría un taxi. Mikoto rodo los ojos; no podía creer de luego de ser tan amigos en la infancia y parte de la adolescencia ahora actuaran como simples conocidos. Se pegó al brazo de Naruto con actitud indignada pidiendo aceptar la oferta de llevarlo a casa, el agito sus manos y dijo no querer causar molestias.
-Tranquila señora Uchiha tomare un taxi, no se preocupe-
-Ahora me dices señora, Naruto has cambiado mucho- Fugaku la alejo del brazo del menor.
-Déjalo mama, no lo presiones- Sasuke deseo las buenas noches y se montó en el auto. Los adultos se miraron nostálgicos y se despidieron empezando a caminar hacia el hotel.
Naruto se paró en la acera viendo el pasar de los carros, miro el auto del azabache a pocos metro, suspiro, ya era un adulto y la mejor forma de mostrar su madurez seria demostrarle a Sasuke que lo pasado había quedado atrás. Estaba actuando como un crio, 10 años fueron suficientes para los dos. Apretó sus puños dándose la fuerza para acercarse al auto, toco la ventanilla y esta fue bajada.
-¿Todavía sigue en pie la oferta de llevarme a casa?- el otro abrió sus ojos sorprendido y asintió con la cabeza, el menor abrió la puerta subiéndose de copiloto. Hubo un silencio incomodo antes de que el azabache reaccionara y encendiera el carro. De vez en cuando el rubio se removía en su asiento nervioso y el otro lo miraba de reojo buscando algún tema de conversación.
-¿Has sabido de Hinata?- preguntar por una amiga en común le pareció buena idea para comenzar un buen tema de charla.
-En realidad no, perdimos contacto apenas nos graduamos. Lo último era que estaba en Estados Unidos o algo así- otro silencio se formó. Sasuke apretó el volante; en realidad había sido todo.
-¿Sigues en contacto con tus amigos o con Naori?- la pregunta del rubio lo hizo ponerse ansioso; en realidad su ex amigo estaba tratando o así lo veía él. Naruto no quería ser maleducado.
-No volví a saber de ellos luego de la graduación. Pero Suigetsu está en la ciudad haciendo lo que le gusta. Fui uno de los pocos que se quedó en el pueblo para continuar los estudios- pregunto por la dirección de su apartamento y se dio cuenta que no faltaba mucho para llegar. –Me sorprendió ver a Itachi en el hospital-
-A mi igual, tenía meses sin saber del- de cierta forma alivio al rubio saber que no seguía en contacto con Naori “¿Tendría novia?” se preguntó, pero sería vergonzoso hacer esa clase de pregunta.
-¿Cómo sigue Gaara?-
-Está muy bien, sigue el tratamiento al pie de la letra- en realidad quería saber si tenía novia, pero no sabía cómo hacer la pregunta. Ordeno doblar a la izquierda para llegar al conjunto de apartamentos –Pensé que llevarías a tu novia a la cena- quiso golpearse la cabeza por su estupidez; no se lo pudo preguntar de otra manera. Sasuke rio.
-No la lleve porque no tengo- su corazón se aceleró. “¡Porque mierdas te aceleras, acaso eres estúpido!” se imaginó así mismo reclamándole a su corazón.
-Me bajo aquí, gracias por traerme- Naruto se bajó de golpe llevando su mano al pecho, camino rápido hasta perderse en la entrada del edificio.
Sasuke dejó caer su frente en el volante, estaba tan nervioso de tenerlo a su lado. Esa noche tenía guardia pero hizo hasta lo más mínimo para encontrar un reemplazo y así asistir a la cena, para ver y platicar un poco con Naruto. En el camino hacia el restaurante pensó en alguna posibilidad de volver a estar juntos, pero era demasiado tarde, ahora tenía novio y un buen novio por lo que escucho. A lo mejor nada comparado a él. Aun sabiendo a la perfección que no tendría nada con Naruto por lo menos quería disculparse; disculparse por aquella tarde cuando lo encontró con Naori, disculparse por haber sido tan celoso y culparlo de infidelidad con Itachi y lo más importante, disculparse por tener miedo al decir de las personas cuando se enteraran de su homosexualidad.
Esa vez era un simple mocoso, no entendía lo importante de sus sentimientos, y al no entender eso, perdió a su mejor amigo y amor de su vida. Quiso remediarlo en su vida de instituto pero al no ver doblegue por parte del rubio se rindió, pensó que al rendirse se le pasaría los sentimientos como cualquier amor pasajero. No fue hasta el día en que vio a Naruto tomar el tren hacia la capital para sus estudios universitarios tras una columna de la estación, que se dio cuenta de su perdida. Trato de detenerlo o más bien irse con él, pero le pareció absurdo; aun no creía en sus sentimientos. Esos diez años separados lo obligaron a entrar en cuenta de su amor, en realidad lo amaba y nunca lo dejo de amar y todos los días empezó a culparse de haberlo perdido.
Al transferirse al hospital de la capital, soñó e imagino un montón de veces reencontrarse, pero le parecía imposible. Pero al reconocerlo esa noche en el hospital sus sentimientos casi se salían de control. Aunque era de esperarse el trato tan frio por parte del menor. Esa noche estaba especialmente feliz porque recibió un trato diferente, un trato como si fueran amigos, aun si fuera solo por minutos. Respiro un par de veces; casi hecha todo a perder. Tenerlo tan cerca en un espacio cerrado era muy cruel, quería tocarlo, abrazarlo, besarlo incluso… incluso.
Sacudió su cabeza a ambos lados, observo el reloj y había pasado 10 minutos de estar allí estacionado. Suspiro. Y se marchó a su casa.
Por otra parte Naruto se encerró en su apartamento. Su corazón latía muy rápido. ¿Por qué coño se había alegrado de saber que no tenía novia? ¿Por qué? Se dejó caer en el sofá boca abajo… estaba muy confundido… sabia lo mal de la idea de ir esa noche a cenar con ellos… sabía que sería mal para el… lo sabía, lo sabía… Su mente dejo de pensar en Gaara cuando vio a Sasuke entrar por la puerta del restaurante, estaba tan guapo…
¡No!
¡NO!
¿Porque pensaba en eso?
-Naruto ¿Te encuentras bien? ¿Qué paso en la cena?- levanto su cabeza asustado observando a su novio. Se le tiro prácticamente encima, Gaara lo abrazo preocupado. Y sabía que algo andaba mal cuando el rubio lo beso de una manera apasionada, quiso detenerlo pero estaba enredado a su cuello dejándose llevar y alzándolo para guiarlo a la cama.
Sus malos presentimientos aumentaban.