CAPITULO 28
MI RUPTURA
Como de costumbre estaba abarrotado de trabajo. Su teléfono no dejaba de sonar por clientes desesperados y su asistente le recordaba cada media hora que tendría una reunión importante. Se dejó caer en una gran silla giratoria agotado, no había tenido ni un miserable día libre desde esa noche; aunque desde un punto de vista, era mejor así. No volvió hablar con Naruto desde la reunión de cumpleaños y Sai… con Sai, temía llamarle, no sabía cómo empezar una conversación. Podía dejarle las cosas en claro y decirle que solo fue una noche de sexo, pero no estaba muy convencido de ser la realidad. Su amigo se le confeso y su corazón latió muy rápido cuando escucho esas palabras.
Que haría al volver a ver a Naruto ¿Qué le diría? “Hola, tuve sexo con tu asistente” aunque su rubio aun tuviera sentimientos por el imbécil del Uchiha él le aseguro nunca haberle sido infiel… Solo unas cuantas cervezas y unos grandes celos fueron suficientes para desquitarse… Pero lo que menos quería era hacerle daño a Sai.
Debía hacer algo pronto… debía hablar con Naruto, no podía seguir ocultando ese secreto. Tomo su teléfono y le envió un mensaje
“Necesitamos hablar, iré a tu apartamento a las 9 pm”
“No lo creo, estoy en el hospital. Sai se desmayó en el trabajo” se pegó la pantalla a la cara “Sai” Tomo su chaleco y le exigió a su asistente que cancelara la reunión, la chica iba a reclamar pero no le dio tiempo porque su jefe ya había salido del despacho.
De esa reunión dependía su trabajo. Poco le importo.
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Movía su pierna ansioso. Los padres de Sai ya venían en camino. Lady Tsunade estaba fumando afuera. Se sentía culpable por haberle exigido y tratado de esa forma. Una enfermara se acercó y le informo que el paciente estaba estable y solo fue una recaída debido al estrés.
Al entrar en la habitación, el joven comía de una bandeja entre sus piernas. Lady Tsunade lo golpeo por detrás del cuello.
-¡Idiota, no nos des esos sustos!- el joven rio nervioso.
-Sai, lo siento yo…-
-Tranquilo señor Uzumaki, fue mi culpa. No comía, ni dormía, no pasaría mucho tiempo- tomo una cucharada de su sopa. Todos se sobresaltaron al ver como alguien abría la puerta de golpe, Naruto vio a Gaara.
-Gaara…-
-¡Oh Santo! ¿Estás bien Sai?- paso de largo acercándose a la camilla. En ese momento Naruto vio como algo no encajaba en esa escena; no había pasado ni 15 minutos desde el mensaje de su novio. Como era posible que el estuviera tan rápido allí, si sabía a la perfección la cantidad de trabajo ¿Cómo lo sabía? No se comunicó con el esos días, cuando ocurría eso, esa era la respuesta, trabajo y su asistente se lo dijo.
-Gaara yo…- el azabache se sonrojo.
-Eres un tonto, a lo mejor ni comías. Te cansas de decirme que coma bien cuando tu ni lo haces- un carraspeo de garganta lo hizo reaccionar, se giró encontrándose con aquellos ojos azules –Naruto-
-No sabía que Sai y tu fueran tan cercanos- ambos respondieron ser amigos al mismo tiempo y los presentes arquearon las cejas. Al cabo de unos minutos los padres del joven llegaron y prefirieron darles su espacio familiar. Lady Tsunade volvió al trabajo y le dio dos horas libre al rubio para poder relajarse. Detallo a Gaara; estaba nervioso. –Tenías una reunión ¿Qué paso con ella?- el pelirrojo acentuó su ojos en los suyos, caminaban fuera del hospital.
-¿Cómo sabes eso?- llegaron a su carros y se apoyaron en una de las puertas, las bocinas del trafico los molestaba y decidían a donde ir para hablar mejor.
-Te llame ya que tu no lo hiciste, tu móvil sonaba ocupado y llame a tu asistente- quedaron de acuerdo de ir a un parque cercano, condujeron cada uno por su lado y en 10 minutos estaban allí. Buscaron una banca apartada y se sentaron –Respóndeme ¿Qué ocurrió con la reunión?-
-Tu tampoco respondes a mis preguntas- alzo sus hombros -La cancele- se aflojo el nudo de su corbata. Naruto no disimulo su asombro.
-¿Cancelarla? Gaara no tu cancelas reuniones- su novio no apartaba la mirada de la suya -¡Respóndeme! Tú nunca cancelas-
-Sai es mi amigo- esa conversación no se podía evitar.
-¡Y yo tu novio! Y no recuerdo en ningún momento de nuestra relación en que hayas cancelado una reunión- arrugo su nariz –Y menos por mí… ¿Acaso…-
-Naruto mira yo…-
-Ni siquiera me has pedido disculpas por lo de mi cumpleaños, esperaba tu llamada y nunca lo hiciste-
-No sabía cómo hacerlo- aparto su mirada y bajo el rostro jugando con sus dedos –Esa vez no pude controlarme, me dio tanta rabia por las palabras de Sasuke… que deje de pensar y te pegue- Naruto bajo su mirada –Siento mucho haberte pegado... Pero solo quiero hacerte una pregunta y se sinceró- se mordió el labio -¿Aun sientes algo por el?-
-Si siento algo por el o no, eso no importa. Tu y yo estamos juntos Gaara y…-
-Entonces no lo niegas- volvió a levantar su mirada pero estaba vez hacia donde estaban los columpios –Fui infiel- dijo sin rodeos y el rubio quedo confundido –Me acosté con Sai esa noche después de tu cumpleaños-
-¿Qué?- el rubio se levantó de la banca dándole la espalda, apretó sus puños. Trago grueso y sintió su garganta quemarse, tenía ganas de llorar -¿Por qué? - el pelirrojo quería levantarse y abrazarlo, pedirle perdón y alentar que las cosas estarían mejor entre ellos; pero solo se quedó en la banca ¿Cómo podía decir aquello cuando sus sentimientos se dividieron? Y aunque se repitiera un millón de veces que solo era una amistad con Sai, no sería así. Ese azabache poco a poco supo entrar en su vida y ahora lo que menos quería era hacerle daño.
-Sai y yo nos conocimos en tu oficina, luego nos encontramos un par de veces porque vivíamos cerca. Después cuando me di cuenta estábamos en mi apartamento riendo y preparando de comer- junto ambas manos en un puño –Esa vez llegue muy molesto y comencé a beber, Sai preocupado fue a mi apartamento, se confesó y paso-
-Me vas a decir solo eso… paso… solo paso y ya- susurro despaldas, Gaara miro de reojo como el rubio pasaba sus manos por su cara “Lo hice llorar” –Para dejar las cosas en claro, yo nunca te hice infiel. Tuve la oportunidad pero no lo hice-
-Nunca dude de ti. Solo que… tener sentimientos por él mientras estabas conmigo me volvía paranoico, me sentía muy inseguro-
-Yo no…-
-No lo niegues por favor- Naruto se dio la vuelta cuando estuvo totalmente seguro de no dejar rastro de lágrimas, se paró en frente del pelirrojo y lo abofeteo –Me lo merezco- ni se inmuto.
-¿Y ahora qué? ¿Quieres que te perdone?- aunque quería volver a comenzar desde cero, aunque quería olvidarse de esos terceros; no podía. Esa relación no tenía sentido, fue muy egoísta por años y lo estaba siendo más en esos momentos.
-No- se levantó quedando a la altura –Solo quiero que ambos seamos felices- lo abrazo y el rubio correspondió con más fuerza; su aroma lo hacía sentir un completo extraño.
-¿Tanto te gusta Sai?- susurro en su hombro.
-Me siento muy diferente con él, debo asegurar mis sentimientos- lo soltó –Ya encontré por qué no querías vivir conmigo- El rubio sonrió con tristeza.
-Bueno, entonces si alguien pregunta. Yo te termine-. No podían negar que era doloroso para ambos, tantos años juntos para ser vencidos por terceras personas.
Suspiraron y caminaron devueltas a sus autos. Naruto arranco primero, Gaara apoyo su frente del volante “Es lo mejor” se repetía. Aun quería a Naruto pero estaba confundido si era un querer de pareja o de costumbre.
Naruto apenas pudo terminar sus horas en el trabajo, llego a su apartamento y cayó en la cama, se abrazó a su zorrito de peluche y lloro como en mucho tiempo no lo había hecho. No amaba a Gaara de eso estaba seguro, pero no podía evitar sentir dolor por la perdida. Se quedó dormido.
Cuando abrió sus ojos rondaban las 2 am. Su estómago gruño, no comió nada, salió a la cocina abrazando al zorrito; ese peluche fue su más fiel vigilante de sus sueños los últimos días, hasta podía jurar que olía igual a Sasuke.
¿Ahora qué? Había terminado su relación de años y tenía sentimientos por otro hombre… no cualquiera… si no por su mejor amigo de la infancia. Sacudió su cabeza, si en el pasado no funciono ¿Por qué lo haría ahora? Encendió las luces de la sala y algo cercano a la puerta llamo su atención.
Una hoja y una cajita relucían por la rejilla de la puerta. Abrió la puerta y no había nadie; recogió los objetos y cerró la puerta. La cajita la conocía muy bien, la abrió y allí el collar brillaba. La nota solo tenía una oración pero fue suficiente para caer de rodillas.
Te amo… Sasuke Uchiha.
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Miro su reloj; 11am. Faltaba mucho para su turno en el hospital. Se estaciono y camino adentrándose a un edificio. Llevaba días sin saber de Deidara, el cumpleaños de Naruto fue un día peligroso para todos. Necesitaba arreglar ese malentendido.
Ama le escribió un mensaje temprano de una supuesta sesión de fotos al desnudo para alguna revista de adultos que haría Deidara, por supuesto fue Ara quien se la consiguió. Pregunto en recepción por el Señor Madara y las chicas con ojitos de corazón lo invitaron a subir a un quinto piso.
Deidara lo iba a escuchar quisiera o no.
Llamo a Ara cuando estaba en el piso y este salió de uno de los cuartos con cara de nervios.
-Turulo- rio nervioso y el otro gruño -¿Qué haces aquí?-
-¿Porque le buscas trabajo de ese tipo a Deidara?-
-Uno de mis socios quedo encantado con su apariencia. Además su agencia estuvo de acuerdo- frunció el ceño, paso de largo para entrar al cuarto. La habitación no tenía iluminación salvo el espacio en blanco, donde un sofá negro se posaba con un Deidara cubierto por una fina tela trasparente; lucia muy provocador. El fotógrafo hacia ráfagas de fotografías extasiado en su trabajo.
Itachi se abrió paso delante del equipo de trabajo. El fotógrafo dio 15 minutos de descanso e inmediatamente entro en el espacio blanco una chica ofreciéndole una bata al rubio, el sonrió colocándosela y empezando a caminar fuera del espacio, se tensó por completo cuando vio a Itachi mirándolo con los brazos cruzados.
-¿Qué haces aquí?- trataba de mantener su actitud seria, a pesar de lo ocurrido sus sentimientos podían traicionarlo en cualquier momento, aun su corazón latía con la mayor fuerza de siempre; se maldijo. Eso ya no podía pasar.
-¿Estas acostumbrado?- Itachi quería actuar como si no le importara, pero no era así, estaba molesto, no quería que nadie viera la desnudez de su rubio.
-Lo hago para varias revistas en Paris, obvio que estoy acostumbrado- el azabache chasqueo la lengua. Deidara sonó arrogante. Unos hombres se le acercaron comiéndoselo con la mirada a felicitarlo, el rio falso por la indirecta e Itachi lo jalo sin ninguna educación hasta la esquina más alejada de la habitación.
-No me gusta. Algunos no son profesionales. Te ven como un pedazo de carne- El rubio miro a Madara que lo saludaba culpable “traidor” pensó. Se quitó el flequillo de su cara y rodo los ojos.
-¿Y? tú me ves como un juego-
-Deidara, no es así. Tienes una idea equivocada-
El fotógrafo en ese momento grito para que todos volvieran a trabajar. El rubio hizo un saludo militar y se dio la vuelta pero lo detuvieron por la muñeca.
-¿Deidara que sientes por mí?- antes de poder hacer nada, Hashirama entro a la habitación con un escandaloso suspiro. Los demás le hicieron una reverencia al verlo.
-¡Me tienen harto!- Madara se acercó tratando de calmarlo –Ustedes los de la esquina- señalo al rubio y al azabache, ellos espabilaron y se señalaron así mismos -¡Digan que se aman y ya! ¡Me hicieron montar toda esta escenografía para que se comporten así!-
-No te entiendo Ama-
-Todos los de aquí son actores. Monte todo este show para que por fin Itachi dijera sus sentimientos hacia a ti, pero él es tan imbécil que no lo hará. Lo único en que es bueno, es metiendo la pata- inflo sus mejillas y se acercó a la pareja -¡¡¡Sabes exactamente lo que siente Deidara por ti porque se lo preguntas!!!!- le dio un golpe en la cabeza. Deidara miraba a todos lados.
-Lo siento Dei, todo es mentira- saco la lengua Madara.
-¡Me hicieron posar desnudo! ¡No puedo creerlo!- zapateo el piso – ¡Me las pagaran!-
-¡Te amo!-
-¡Ya van a ver como… espera ¿qué?- parpadeo un par de veces observando a Itachi, a pesar de decir esa palabras sin ningún titubeo seguía con su semblante serio.
- Temía haberte dejado de gustar, nunca he tenido una relación con alguien y soy inseguro, solo quería probarte si tus sentimientos eran verdaderos- Hashirama aplaudió dando brinquitos en el mismo sitio.
-Espera ¿Que me estás diciendo Itachi?-
-¡Que te amo tonto! Desde ese beso en el instituto no he dejado de pensar en ti- El rubio abrió sus ojos más de lo normal.
-¡Eres un idiota! Sabes desde cuando…- no pudo continuar porque Itachi lo había besado. Dejo escapar su emoción por medio de lágrimas mientras saboreaba lo dulzón de ese beso apasionado. Sintió como sus piernas flaquearon y tuvo que sostenerse de la camisa del menor. Cuando se separaron para tomar aire se dieron cuenta que estaban solos en la habitación. Esta vez fue Deidara quien lo beso tirándosele encima como tanto lo deseaba, el azabache lo atrapo en sus brazos pero perdió el equilibrio cayendo, ambos rieron.
-Deberías vestirte- trato de levantarse pero el rubio no se lo permitió, vio con gracia su mirada llena de lujuria –Deidara esperemos, no es el lugar adecuado-
-¡Que más voy a esperar Itachi! tú tienes 28 y yo 30, estoy viejo- el menor rio pero como pudo se levantó y rozo sus labios una vez más.
-Comencemos desde cero- hizo una pausa -¿Quieres salir conmigo?- Deidara otra vez se le tiro encima y supo la repuesta tan obvia.
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Pasaron las semanas y la pareja protagonista se sumergió en sus trabajos para no pensar en sus problemas. Naruto estaba día y noche metido en el taller de la empresa envuelto en telas y alfileres, Sasuke estudiaba para los exámenes de sus clases de posgrado y en las noches atendía a los pacientes.
No había vuelto hablar con Naruto por temor a no saber cómo actuar. Recordó como su rubio lo lastimo cuando le dijo no sentir nada, a pesar de ser mentira. Gaara no significaría un obstáculo, conquistaría al rubio y lo haría suyo, pero cada vez estaba inseguro.
Como de costumbre fue a la sala de descaso a buscar café e Itachi estaba allí descansado en una de las sillas.
-Me alegro que ya no tengas esa aura frívola. Deidara ha hecho un gran trabajo- comento llenando la taza de café.
-No puedo decir lo mismo para ti- bostezo –Aunque deberías aprovechar ahora que está soltero- Sasuke dejo su taza a medio de tomar.
-¿A qué te refieres?-
-Lo mismo que escuchaste. Gaara y Naruto ya no están juntos, le fue infiel con Sai- el menor azabache no podía creer lo que estaba escuchando –Salí a beber con él en mi día libre, se emborracho y pudo desahogarse…- callo al ver que se encontraba solo en el lugar, sonrió para si –Suerte Sasuke, espero que esta vez hagas bien las cosas- dijo a la nada cerrando los ojos.