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Memorándum. [DaeJae] por Jelliesters

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SunHwa observaba al chico de pie en la ventana observando el anochecer que llamaba a todos los cambiaformas a entregarse a su naturaleza, YoungJae cerró sus ojos golpeando la frente contra el cristal, deseaba saber en qué pensaban los dioses al momento de poner a su pareja destinada en otra especie, su convivencia, su reproducción, todo era imposible, no quería vivir sufriendo por tenerlo lejos, todo era tan injusto para el chico de cabellos cafés, un repentino mareo le hizo sacar las uñas para sostenerse de la madera de la ventana, de no ser por que su hermana corrió a atraparlo hubiera caído al suelo.

 

—¿Jae, estas bien? Esto es demasiada presión para ti — La chica se sentía culpable por no ser capaz de hablar con su padre y volver arrepentida, terminó cayendo al suelo cuando su hermano la empujó para correr al baño a vomitar lo poco que consiguió comer— ¡Jae!

 

La felina escuchó claramente las rodillas de su hermano caer al suelo mientras devolvía todo, eso le terminó de dar el valor para salir una vez más del cuarto, esta vez conseguiría cancelar la carrera de esta noche con el alfa de los tigres, al llegar nuevamente a la cocina alcanzó a ver a su padre cenando con el alfa en una ceremonia antes de la carrera.

 

—¿Entonces el chico sigue siendo virgen? — Preguntó YongGuk con suma curiosidad por el expediente de su prometido—.

 

—¡Claro que si! Lo mantuvimos encerrado durante sus lunas para que ningún macho se aprovechará de su inocencia — El Alfa evitó mencionar aquella luna en la que le había sido imposible retener a su hijo—.

 

—Papá, ¿ya está todo listo? — para sorpresa de SunHwa la voz provino detrás de ella, al girar encontró a su hermano menor vestido y totalmente listo — Buenas noches.

 

—Vaya… si que es bello — YongGuk mostró bastante interés en el joven recien llegado, incluso fue tan descarado como para lamerse los labios en sus narices algo que molestó al gatito — Justo hablábamos de ti, deberías unirte a la conversación…

 

YoungJae se sentía culpable de recibir tantos halagos de parte del alfa de los tigres al mismo tiempo que la furia le envolvía al ser usado como una simple incubadora para alfas, suspiró cansado de todo eso, no aguantaba más tanta presión por parte de su padre a corresponder a las intenciones del alfa YongGuk, un aullido de lobo le hizo levantar la cabeza, sus instintos pedían por salir y correr detrás del gran pulgoso malagradecido.

 

—Bien, ya es hora — El alfa de los gatos se puso en pie para ser seguido por el resto de su familia, los centinelas que YongGuk llevaba con él esperaban ansiosos por liberarse de sus deberes y correr detrás de aquellas hembras de gato que contorneaban las caderas seduciendo —.

 

Al salir de casa YoungJae tomo la primer oportunidad para huir, se transformó en gato y subió sobre el árbol que había junto a su casa, maullo al escuchar a otro lobo aullar nuevamente, no quería que el perro se metiera con otra hembra que no fuera él, tan perdido estaba en observar la lejanía que no escuchó el rugido bajo sus patas, los gatos ya habían comenzado su corrida llenado de maullidos el ambiente, el alfa de los tigres al ver que le ignoraban dejó caer sus patas sobre el gran árbol provocando que YoungJae casi cayera de las ramas.

 

El felino estaba indignado de ser cortejado por otro que no fuera el pulgoso, sacando sus garras salto sobre el lomo del tigre arañando para amortiguar la velocidad de la caída dejando una pequeña pero dolorosa herida, YoungJae no se quedó para apreciar el fuerte rugido lleno de enojo que el alfa soltó, atinó a correr y correr entre los árboles y matorrales alejándose de la desgarradora muerte que corría a paso duro detrás de él.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los lobos se reunían en medio de la noche a las afueras de las cabañas donde vivían, algunos cachorros corrían jugando entre ellos mientras los más jóvenes que aún no estaban listos para la noche de celo les cuidaban hasta el retorno de los adultos, todos estaban alegres provocando un bullicio que contagia al Alfa, DaeHyun por primera vez en esos dos meses mostró una sonrisa e intenciones fuera del asesinato, no aguantaba las ganas de que la carrera iniciará y pudiera ir tras el lindo felino que había conquistado su corazón, el aullido de Alfa comenzó a llamar a todos los cambiaformas a transformarse en lobos, DaeHyun no fue la excepción y enseguida sintió la necesidad de correr con su amado gatito.

 

Los lobos comenzaron a tomar lugar detrás de Alfa quien estaba dispuesto a comenzar con la carrera, giró su cabeza para empujar con su hocico a su hijo que entendió el mensaje como un “no vayas a perder el tiempo y ve por el gato" con el aullido del Alfa todos comenzaron a correr detrás de él en dirección al bosque mientras su hijo iba detrás suya en primera fila, DaeHyun fue el primero en romper la formación, sus patas comenzaron a guiarle por sí mismas hasta la frontera con los gatos monteses, anhelaba ver a su gatito malcriado más que nunca.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

YongGuk era él fuerte Alfa de los tigres, nadie se burlaba de él, menos un gatito malcriado, en cuanto le pusiera garra encima le haría saber lo que representaba ser la pareja de un Alfa, el gatito delante de él corría como el demonio, le estaba dando guerra la bola de pelos, sin darse cuenta en la dirección a la que iba YoungJae se chocó la cabeza con un tronco caído a lo que el tigre se detuvo de golpe imitando una posición que revelaba las grandes carcajadas que su humano estaba dando, YongGuk escuchó los aullidos de los lobos mientras se acercaba cautelosamente hacia el cuerpo del gato montés para darle una buena lección, sus sentidos se agudizaron al escuchar los crujidos de las ramas.

 

Un lobo negro salió de las sombras para dejar que los rayos de luna reflejaran su cuerpo, DaeHyun alzaba su hocico confirmando la presencia de su amado gatito, YongGuk al darse cuenta de que posiblemente el lobo fue atraído por el celo hasta el gato montés se colocó frente al gato, a pesar de lo mal que se portaba él tenía que darle cuentas al padre si a YoungJae llegara a pasarle algo, el lobo abrió su hocico gruñendo por estar en su tierra y acechando a su pareja, poco a poco se transformó en hombre a lo que YongGuk le imitó.

 

—Largo de mi territorio, patético tigre — Aquel insultó no le cayó muy bien a YongGuk, quien aún totalmente desnudo le gruñó desde el fondo de su pecho —.

 

—No pienso quedarme mucho en esta apestosa tierra, me llevaré a mi pareja — YongGuk giró para estirar los brazos y tomar al gatito, pero esta había vuelto en sí por lo que solo recibió un zarpazo de su parte escuchando la carcajada del lobo, casi orgullosa—.

 

—¿Tu pareja? Es macho con olor a hembra es mío, abre tus fosas nasales, está marcado por mi, los dioses me lo dieron — Hablaba seguro tras haber inhalado el aroma que venía de YoungJae, si no fuera porque el orgulloso tigre estaba presente se habría puesto a saltar de la alegría al ver que los dioses estaba de su lado—.

 

—¡Eres un perro, eso es imposible! — Y para negarlo el gato montés por fin volvió en si tras el golpe, lo vio saltar de la alegría y correr hacía el lobo enredándose en sus piernas rozando todo su pelaje en el — ¡QUE SIGNIFICA ESTO YOUNGJAE!

 

—Ya te lo dije, este gato malcriado solo tiene un dueño y ese soy yo — YoungJae se transformó en humano quedando abrazado a DaeHyun quien le tomó del trasero marcando su territorio como la bestia que era, a pesar de sentirse ofendido por aquel comentario tan posesivo la luna lo estaba volviendo loco provocando que actuara más sumiso de lo común —  Vez… solo reacciona a mis toques, lárgate de mi territorio antes de que llame a mi manada, ellos no son muy amables con los intrusos.

 

—Tu padre va saber de mi por jugar con el alfa de lo tigres, le quitaré las tierras y el dinero que pagué por ti — YongGuk gruñó dando media vuelta y lanzándose a la tierra como un tigre.

 

El Alfa corrió lejos del territorio de los lobos en busca de sus centinelas, estaba tan furioso que terminó chocando contra algún tipo de cuerpo que pensó era un pájaro, a varios metros de él un gatito montés se levantaba sacudiendo la cabeza de golpe, al verlo casi juró a la luna que el pequeño gato se había puesto pálido, le sacó los diminutos colmillos amenazandolo por si se atrevía a acercarse a él, bufo pensando en lo gracioso que eso era, si mal no recordaba era el pequeño hijo del alfa gato, lo tomó del cuello para llevarlo en su boca y echarse a correr con un pequeño JunHong rezando por no ser la comida de la pareja de su hermano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Estupido pulgoso… me abandonaste — YoungJae movía su pierna rozando con DaeHyun quien aún no le soltaba los glúteos, su pene hizo fricción contra su muslo — Tienes suerte de estar tan bueno…

 

Al decir aquello se transformó en gato ronroneando entre sus pies, el lobo soltó un gruñido de excitación al ver al felino mover su cola de lado a lado caminando entre los árboles soltando esas malditas hormonas que le volvían loco, se acercó a él en forma de lobo abriendo el hocico como si fuera a devorarlo de un solo bocado, de repente el erótico gatito se volvió a un parecido humano borracho, tambaleaba sobre sus piernas hasta caer de boca al suelo, el lobo gruño furioso de saber que ese maldito tigre había lastimado a su pareja, se acercó para ayudarlo pero los maullidos le detuvieron, YoungJae mostró unas arcadas que lo llevaron a vomitar, avergonzado acercó ramas para cubrir su desgracia.

 

—¡Miauu! — YoungJae trato de atraer el ambiente erótico contorneando sus caderas para que el lobo le devorara una vez por todas, pero lo único que vio fue a DaeHyun sentado con la mirada intimidante de alfa que poseía.

 

Molesto, el felino también se echó al suelo y no tardó ni más de un minuto y el lobo comenzó a caminar alrededor de él, observando cada parte de su felino cuerpo intentando descubrir algo, la paciencia del gatito estaba en su límite, como el maldito pulgoso siguiera dando vueltas a su alrededor le haría sentir los mismo que el tigre cuando le enterró sus feroces uñas.

 

Que se anduviera con cuidado el pulgoso.

 

YoungJae se sentía intimidado pues el lobo olfateaba cerca de su cara, pasando por su cuello y su lomo, cuando el atrevido comenzó a oler y bajar más allá de lo decoroso le soltó un zarpazo recordandole que él no estaba de acuerdo con algunas costumbres caninas.

 

Por instinto el lobo retrocedió pero casi de inmediato saltó hacia él lamiéndole la cara como si fuera a comerlo, el gatito estaba irritado de tanto teatro por lo que estaba a punto de arañarlo de nuevo pero en ese momento el pulgoso comenzó a saltar de lado a lado moviendo la cola como un perrito feliz, YoungJae estaba a punto de cambiar de forma pero el lobo le tomó de la piel del cuello y se echó a correr entre los árboles llevando a un enfadado minino que había dejado de pelear por safar su cuello de la boca del lobo ya que no quería vomitar de nuevo, eso no era nada sexy.

 

Llegaron a unas cabañas a las que YoungJae jamás pensó en visitar, el lobo se adentro en una de las casas y lo encerró en un cuarto dejándolo en unas suaves mantas en la cama, el felino sintió el delicioso aroma de DaeHyun y comenzó a frotarse contra las sábanas dejando su aroma, el lobo negro se convirtió en un alto humano que se acercó a la cama tomando asiento.

 

—¿Ya terminaste de dejar tus pelos en mis sabanas? — Jae volvió a su forma humana y disfrutó de sacarle la lengua al lobo —

 

—Déjame en paz pulgoso, solo es instinto — Su rostro se denotaba triste al recordar que aquel lobo no le amaba y solo lo había tomado para cogerlo una noche mas — Date prisa, debo volver con mi pareja…

 

Un fuerte gruñido hizo temblar el cuerpo desnudo de YoungJae, el lobo subió sobre su cuerpo acorralando contra la cama y mostrándole sus dientes, al gatito el shock solo le dejo estar sumiso.

 

—Eres mi pareja enlazada, y llevas a mi cachorro en tu vientre, así que no se te ocurra llamar pareja a alguien más, ahora hasta los mismos dioses respetan nuestra unión— Los bellos ojos de YoungJae se llenaron de lágrimas al escuchar aquello —.

 

—¿Yo? ¿Un cachorro? Pero eso es imposible, mi familia se hubiera dado cuenta… yo, yo soy un gato y…

 

—Tienes el aroma de un cachorro en ti, es el hijo de un alfa, los dioses se encargan de protegerlo para que nadie más se de cuenta antes que yo, por eso tu olor es tan difícil de percibir para los demás — el felino se acordó de las quejas que su hermano menor tenía por no poder encontrarlo con sólo su aroma, comenzó a llorar de alegría llevándose las manos al vientre a lo que el lobo le imitó— Tendremos un cachorro…

 

 

 

 


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