-"Felicidades, es un hermoso doncel" - la joven le mostraba al rubio a su bebé recién nacido. Estaba cansado, pero sentía que había valido la pena. Vio con alegría y emoción a su bebé quien era una mini copia suya.
Derramó lágrimas de alegría. Por fin podía tenerlo en brazos, sentía que todo aquello por lo que había pasado, habia valido la pena.
-"Sasuke, es precioso. Míralo frunce el ceño como tú" - llamaba al azabache que hasta ese momento había estado recostado a la pared cerca de la puerta de la habitación con una expresión imperturbable. La joven se sobresaltó al notar su presencia. Estaba segura que no había estado en la habitación en el momento del parto.
Nerviosa prefirió no preguntar por lo que decidió no interrumpir más a la pareja y se retiró en silencio.
Sasuke se acercó algo dubitativo al rubio quien insistía en enseñarle a su bebé, el hijo de ambos.
-"No seas un bastardo, tenlo. ¿No es precioso?" - Sasuke tomo con algo de delicadeza al recién nacido sin mostrar algún interés en él.
Al sentir una presencia diferente al de su 'madre' el bebito abrió sus ojitos, los cuales eran de un azul claro como los de su padre rubio.
El mayor sintió paralizarse al verlo a los ojos. Ese bebé, sin duda llevaba su sangre.
-"¿Pasa algo Sasuke?" - el rubio parecía algo preocupado. Y no sabía el porqué pero tenía un mal presentimiento.
Sasuke lo ignoró empezó a mecer con cuidado al pequeño bebé quien parecía estar a gusto en sus brazos.
=*=
Naruto le contaba sobre todo lo que le habían dicho la familia Namikaze mientras comía sin parar un delicioso tazón de ramen.
Sasuke lo observaba de forma casi desinteresada con un plato en manos, su mente divagaba entre una idea y otra.
El rubio había regresado al cuarto con dos platos de ramen consigo y aunque el azabache se enojara por no haberle escogido un mejor plato, este lo había ignorado y había empezado a devorar su platillo favorito.
-"Los Namikaze parecen ser buenas personas ttebayo" - afirmaba en voz alta.
-"No seas confianzudo dobe. Las personas siempre tienen un lado oscuro. Así que te recomendaría no tenerles mucha confianza y fé en ellos" - y lo decía por experiencia, ya que él muy bien sabia que a pesar de que su apariencia era la de un chiquillo, en realidad había vivido muchos años. Tantos que ya ni recordaba su edad exacta, es más, ni le interesaba.
-"Teme desconfiado. Por eso no tenías amigos en el orfanato ttebayo"-con un puchero.
-"¿Y tú Naruto? ¿Tú no eras mi amigo?" -
-"Eso no cuenta. Tu eres mi hermano ttebayo" - vuelca su atención a su plato.
-"Si... hermano" - murmura ido el azabache.
Terminaron de comer y Sasuke tuvo que ocultarse en el armario a pedido del rubio debido a que una pelirroja junto a un rubio mayor habían ido a visitarle a su cuarto. Y aunque no considerara ese lugar del todo un hogar. El rubio podía sentir un ambiente amoroso.
-"Oye teme, ¿no volverás al orfanato?" - le pregunta curioso al notar como el azabache tomaba un libro y se disponía a leerlo sentado en uno sillón, al lado de su cama. Era muy noche, y se extrañaba verlo muy relajado como si estuviera en casa.
-"No, si vivirás aquí, entonces yo tambien" - pasa de página centrando todo su atención en su lectura.
Si había algo con el que había aprendido a pasar el tiempo ese había sido con la lectura. Debía admitir que podía pasar horas y horas leyendo y corrigiendo un sin número de libros, de historia especialmente. No comprendía como es que los humanos podían escribir tantas falacias acerca de la historia de la humanidad.
El mismo podía comprobar a ciencia cierta la veracidad de esos escritos. ¿Que las guerras mundiales se habían producido por intereses políticos? Vaya mentira ¿Que dios existía? Excusa e invención de los propios humanos en su afán de tener a un ser a quien adorar. Jamás comprenderia porque los humanos siendo seres tan inferiores y de pensamiento tan débil y mundano podrían creerse la gran cosa.
Que si los musulmanes mataban en nombre de su dios era un claro ejemplo de una estupidez que ponían como excusa para matarse unos a otros. Humanos idiotas que se autodestruian ellos mismos.
-"Pero Oba chan se va a molestar si no te vé ttebayo" -
-"Que se moleste esa vieja, no me importa" -
-"Teme" - derrotado, sabía muy bien que sería imposible hacerle cambiar de parecer a su hermano así que ya no insistio.
Se arropó y abrigó con las mantas para disponerse a dormir, pero al sentir un peso extra al lado suyo lo sorprendió.
-"Teme fuera de mi cama ttebayo. ¡Sal teme!" -
-"Sal hay en la cocina" - y le dio la espalda.
El rubio se resignó, a veces el azabache era insoportable.
-"Tu también eres insoportable dobe" -
Refunfuñando y resignado se acostó y le dio la espalda. Lo que no sabía era que Sasuke no estaba durmiendo, en su lugar solo estaba pensando.
=*=
El tiempo siguió pasando, y para cierto azabache paso desapercibido. Se había ido a vivir a la mansión Namikaze a escondidas y en secreto de los demás habitantes de la mansión. Había tenido que manipularles la mente a todos en aquel orfanato para que no armarán todo un alboroto por su ausencia. Por supuesto que no había dejado de ir a la escuela. Solo que en su lugar había tenido que hacerse un traslado a una escuela privada costosa. No fue difícil conseguir inscribirse, después de todo tenía sus contactos.
¿Que? El hecho de no ser humano y ser inmortal no quería decir que no había hecho nada para matar el tiempo de sobra que poseía. Había conocido a tanta gente desde hace varios siglos, incluso formó todo tipo de relaciones diplomáticas. Era una persona respetada por supuesto.
Ahora ambos 'hermanos' tenían catorce años.
-"¡A la mierda todo! ¡Odio que me digan como debo vestirme ttebayo! ¡No es justo tteba!" - entró a su cuarto molesto y armando un escándalo antes de caer sobre su cama lanzando maldiciones a diestra y siniestra sobre lo injusta que era la vida con él.
Muy cerca de ahí, se hallaba Sasuke dentro de lo que había sido su armario ahora personalizado para albergar al pelinegro y a su tremendo ego; así como lo denominaba el rubio ya que una vez se atrevió a inspeccionar la 'guarida' del cual tanto se jactaba su insufrible hermano, y grande fué su sorpresa el descubrir que dentro era todo menos un armario: el desgraciado lo había ampliado como si se tratara de otro cuarto más, incluso se atrevería a decir que era más grande que el suyo. Y desde aquella vez el muy bastardo le había puesto un candado y además lo había ocultado bien de manera que al abrir su ropero ya no hallaría primero el cuarto secreto sino que simplemente ropas y unos cojines que el mismo Sasuke lo utilizaba como un lugar donde descansar o ponerse a leer cualquier libro que encontrara como justo ahora lo estaba haciendo.
Lo odiaba, simplemente odiaba su manera tan imperturbable en que mantenía esa expresión en su rostro, como si le dijera a mudas que sus problemas eran nada para él.
-"¡Teme! ¡Necesito a un hermano quien pueda apoyarme en esta difícil situación y tú solo me ignoras ttebayo!" - lo señalaba.
Sasuke simplemente pasó página dándole a entender de dos cosas:
1. O el muy bastardo le ignoraba
2. O le estaba escuchando y se hacía el sordo.
Como fuera el caso, prosiguió.
-" No se porque todos dicen que soy un doncel ttebayo, no lo entiendo. Me obligan a que use trajes de niña, y adornos por doquier. Por no decir que hace meses me obligaron a dejarme crecer el cabello y que si no fuera por tu ayuda teme, de verdad lo habría tenido largo. No me dejan salir a jugar en el lodo cuando llueve, tampoco a correr por los alrededores. Tampoco a que use la ropa a la que estoy tan acostumbrado. Y lo peor, me prohíben comer ramen porque no es saludable comerlo en exceso. ¡Que mierda ttebayo! ¡Ya no lo soporto! "- agarró una almohada y de cólera empezó a morderla agarrando la con sus extremidades y rodando por toda su amplia cama.
-" Ahora me salen con el cuento de que porque soy un doncel me obligan a todo eso. ¡Es increíble teme! ¡Como es posible que existan hombres que tienen hijos ttebayo!" -
Sasuke lo miro con una ceja alzada como no comprendiendo su lógica o a lo que se refería con esa oración.
-" Ya lo se teme. Me refería a quedar embarazado ttebayo. Es bizarro. "-
El azabache volvió su atención a la lectura sin mayor interés.
-"Pero... ahora que lo pienso... El abuelo Minato y la abuela Kushina dicen que su hijo es mi padre... y luego está ese tenebroso señor pelirrojo...." - sin darse cuenta, ahora el rubio estaba al pie de su cama en una posición reflexiva con los ojos cerrados tratando de llegar a una conclusión aceptable.
-" ¡Teme que idiota fui! Entonces el padre del que tanto me hablan los Namikaze y que tiene mi mismo nombre seria nuestra 'madre'. Una pequeña reacción eléctrica que le nació desde su espalda baja le hizo ponerse morado y azul al mismo tiempo.
Se paró de su sitio, tomó consigo a su peluche zorrito de nombre Kurama y empezó a empujar y hacer a un lado al pelinegro que se sorprendió por la repentina acción del ojiazul.
-"Que mierda haces dobe?" -
-"Necesito prestado tu escondite Sasuke" -
-"¿Que? -
-" Hoy no creo poder dormir sin saber que he descubierto algo realmente descabellado ttebayo"- sus ojos en blanco y su repentina palidez, así como la fuerza que ejercía en el pobre peluche Kurama le daba a entender que no bromeaba.
-"Naruto no seas un exagerado, y vete a dormir. Me estás quitando mi espacio sagrado" - hacia lo posible por sacarlo de ahí, pero la fuerza que ejercía no era la suficiente.
-"Pero teme-
-" Pero nada. Ahora serás un buen niño y te iras derecho a la cama a dormir. Mañana se supone que tienes clases piano y francés antes del almuerzo"-le señaló.
Naruto con toda la rabia acumulada se bajó de su sitio no sin antes arremeter.
-"Ni que fueras mi padre Sasuke. Solo porque seas mayor a los dos no te da el derecho de darme órdenes, teme" - tomo a Kurama consigo y se cubrió completamente con las sábanas de su cama hecho un capullo.
Sin embargo no se había percatado del impacto que su palabras habían tenido en el azabache quien tenía la mirada oscura perdida en un punto de la habitación antes de apagar las luces y cerrar el armario con fuerza.
Maldita sea que jamás pensó volver a escuchar esas palabras tan desagradables por parte de ese rubio dobe. Pensar que se había tomado la molestia de asegurarse que eso jamás ocurriera. Si debía echarle la culpa a alguien de eso, sería nadie más que ese rubio idiota que debería estar muerto y bajo tierra. Debía ser una maldición suya.
Pero no iba a caer. Ya que en lo que el respecta, haría todo lo que estuviera a su alcance para que Naruto no cometiera el mismo error que él: Insmicuirse demasiado en la vida de los humanos.