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Amando como dioses por Fany no Hime

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Ya eran pasadas las dos de la tarde y el sol estaba al tope, el calor de inicios de agosto era algo insoportable y para alguien como Deidara que no estaba adaptado al ardiente clima mediterráneo resultaba ser un poco desesperante.
 
El fino sombrero de paja apenas cumplía con su función, llevaba el cabello peinado en una simple trenza baja, un bañador enterizo color blanco y un fino pareo color turquesa sobre esté , y aún con tan poca ropa el calor se le hacía insoportable.
 
Acostado en una hamaca, con media copa de limonada vacía, Deidara trataba de aplicarse la crema de protección solar, mientras maldecía por lo bajo el infernal clima isleño.
 
Una imperceptible risa varonil y aterciopelada hizo que casi cayera de la hamaca. Itachi se paro frente a él. 1.95 metros de pura virilidad, músculo, y sensualidad personificados en un solo hombre...
 
Deidara tuvo que alzar la vista para poder verlo. Sintió que la piel se le quemaba y no era precisamente por el sol. Posó instintivamente su antebrazo izquierdo por encima de su frente, como si con ello pudiera defenderse de la ardiente mirada del Uchiha.
 
Desde que Itachi había regresado de Atenas hacia dos días, no se habían dirigido la palabra más que para un simple:"buenos días", y desde aquel entonces Deidara apenas le veía caminar entre los pasillos. El Uchiha se pasaba el día encerrado en su oficina, trabajando y atendiendo llamadas telefónicas, y Deidara había pensado que aquel día tampoco sería la excepción...
 
-¿ Crees que quejándote se te irá el calor?.- Deidara juro haber oído algo de insinuación en aquella pregunta, pero para aquel entonces la cabeza le daba tantas vueltas que dudaba de su propio juicio.
 
- Y...yo, pensé que no te importaría si...usaba tu piscina...-dijo con voz atropellada.
 
Itachi frunció el ceño, y luego sonrió, diciendo.- ¿Y porqué aún no estás dentro?.
 
Deidara estaba apunto de emitir otro balbuceo cuando Itachi lo calló quitándole el protector solar, vaciando un poco de la cremosa sustancia en las Palmas de sus manos.
 
- Déjame ayudarte con eso.- murmuró con voz queda, mientras se ponía de cuclillas tras el rubio para poder untar sus hombros.
 
Deidara reprimió un gemido de gusto al sentir las enormes y cálidas manos de Itachi sobre sus hombros. Sus manos se movían circularmente  haciendo una presión exquisita. 
Reprimiendo los instintos de echar la cabeza hacia tras, Deidara se preguntó cómo se sentiría hacer el amor con el Uchiha...
 
Aterrado ante aquel pensamiento, se levantó de la hamaca casi con violencia.
 
- Así está bien. Gracias, pero ya he tomado suficiente fresco por hoy, creo que ya es hora de que entre a la casa.- respondió, tratando de deshacerse de la presencia de aquel hombre.
 
Sin embargo antes de que pudiese siquiera moverse, el moreno tomó su mano.-Ha habido una falla en el sistema de electricidad, los técnicos tardarán algunas horas en arreglar el problema. No creó que quieras estar allí dentro, es un infierno.- informó.
 
-Mejor... que tal si te quitamos esto.- comentó Itachi mientras se deshacía de su pareo y lanzaba el sombrero a cualquier lugar. - Y me acompañas a dar un pequeño chapuzón...
 
Itachi tomo sutilmente su mano y Deidara se dejó llevar, clavando su azul mirada en los marcados músculos de la ancha y bronceada espalda del pelinegro.
 
Dejó escapar un gemido de placer al sentir el agua fresca contra su piel.
 
Itachi dejó su mirada escurrir entre
la perfecta piel descubierta y la generosidad de aquellas curvilíneas caderas.
Sus pezones rosados se erguían tras la fina tela del bañador pidiendo ser mordisqueados, y aquella boca de labios llenos clamaba por ser devorada.
 
La sangre bombeaba entre su entrepierna, y el calor le carcomía las entrañas. Llevaba casi ocho largos años deseándolo, y la ansiedad que sentía por poseerlo le haría explotar.
 
Aquellos dos últimos días se las había arreglado para no perder la cordura y follarlo hasta el desmayo, tratando de concentrarse en el trabajo. Pero aquella tarde con la idea de salir a refrescarse y despejar la mente, se lo había encontrado echado, aplicándose seductoramente el bloqueador solar y con muy poca ropa...
 
Sonriendo, Itachi se dijo que ya estaba adaptado a aquella clase de juegos. Mujeres y donceles se metían desnudos a su piscina, rogando su compañía. Deidara no era distinto a ellos.
 Aquella no era una táctica de seducción muy novedosa, pero no podía negar que estaba ampliamente complacido.
 
Se acercó a paso sereno hacia el de ojos azules, pasando delicadamente su rubio mechón de cabello por detrás de su oreja. Alzó su barbilla con los dedos índice y pulgar, obligandolo a mirarlo a los ojos...
 
- No era necesario que hicieras eso.-comento con voz ronca, sientiendolo estremecer. - lo habría echo aunque no me lo pidieras.
 
Deidara no tenía idea de a que se refería, y le habría gustado pedirle que mantuviera las distancias, pero escuchar su voz ronca y áspera hacia que perdiera las fuerzas. Estaba perdido en sus ojos, sentía la sangre hervir y el deseo salia de sus poros.
 
Cuando Itachi finalmente lo beso, sintió que moriría. Las piernas les temblaban, y si no hubiese sido porque el Uchiha le sostenía por la cadera ya habría caído.
 
La lengua de Itachi colisionó contra la suya, arrancándole el aliento y haciéndole jadear.
 
Itachi lo apretó contra su cuerpo ardiente obligandolo a sentir su enorme erección, tomó con fuerza sus glúteos y lo alzó para que enredara sus piernas en su cadera.
 
El varonil aroma inundaba sus fosas nasales y el deseo nublaba su vista. 
Gimió cuando Itachi besó su cuello.
 
-Eres perfecto, cielo mío. Más de lo que esperaba. Nos divertiremos mucho.- Murmuró, mientras introducía una mano en un su bañador y acariciaba suavemente su entrada...
 
Aterrado, Deidara lo empujón. Y salió disparado de la piscina bajo la represiva mirada de Itachi.
 
Aquello ni siquiera debería de estar pasando, se había prometido así mismo no permitirselo.
 
 Si el Uchiha quería retenerlo allí, contra su voluntad, lo tendría, podría obligarlo a casarse con él, pero jamas sería su amante, al menos no mientras le quedará cordura... 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Notas finales:

Si tienen alguna duda, sugerencia, o algo estaré encantada de responderles.

Si hay algo que no les guste pueden comentarlo.

Si encuentran alguna falta ortográficas hagamela saber,  😂.

 


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