Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El fin del mundo y más allá por Ghost princess Perona

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les guste

“Vaya, Sasuke, realmente eran difíciles las cosas en esos tiempos dattebayo” Naruto cerró el libro, bostezando. El pelinegro no le hizo caso, cerrando el capó del primer auto. Era una camioneta, seguramente mejor para hacer el viaje que el modelo deportivo Kurama. “¿Y bien? ¿Vendrás al viaje conmigo?”

“Sí, pero tendrá que ser en verano Y” lo miró como si fuera un tigre “tienes que prometer que vamos a hacer las cosas a mi manera” el Uchiha se acercó con una llave en la mano, amenazándolo. “Si te sales al menos un centímetro del camino, entonces voy a hacerte pedacitos tan pequeños que…”

“Está bien, está bien, no tienes que amenazarme-ttebayo” el rubio se recostó de nuevo en la entrada. “Por cierto, ¿sabes dónde está el siguiente volumen de esto? Hay bastantes hoyos en el tiempo, pero ya se está acabando”

“Supongo que en la biblioteca de tu padre” el pelinegro regresó a trabajar en el coche. Los progresos habían sido increíbles, ahora estaba más que seguro de poder reparar uno incluso en circunstancias extremas. “Ve a por el siguiente tomo, que lo vamos a necesitar”

“Espera, primero vamos a divertirnos un poco” el joven zorruno puso sus manos en la cintura del otro. Sasuke se puso completamente tieso, sabiendo lo que eso significaba. Y él... bueno, no estaba totalmente en contra, más desde que su hermano le recordó los peligros de hacerlo sin ningún tipo de control era un poco más renuente. “Vamos, haz estado un poco aburrido desde hace mucho, quiero acción.”

“Dobe, quítame las manos de encima, maldita sea” intentó sacárselo, pero tenía más manos que un pulpo. Se las arregló para meter sus manos dentro de sus pantalones, masajeando una parte sensible de su anatomía. “Saco tus manos de ahí, joder”

“¿Por qué? Ya no estás tan renuente” siguió moviéndose, pasando un dedo por encima de su miembro, haciéndolo gemir. Renuente, sí, estaba renuente, aunque… pensándolo bien… oh, Dios, de verdad que necesitaba un poco de… “Espera… ummmmm” bajó sus manos un poco, quizás si lograba distraerlo lo suficiente podría enfriarse y luego escapar. “Ve… ve a traer el condenado libro… y luego lo hacemos.”

“Supongo que está bien, a mí también me resulta más fácil concentrarme tras hacer el amor” sacó sus manos de dentro de la ropa, dejándole el pantalón desabrochado. Sasuke se sujetó de la capota de uno de los autos, resoplando suavemente. Demonios, ya estaba excitado. Necesitaría un baño frío para bajar eso. “Espérame, no te vuelvas a vestir.”

“Eso quisieras” el rubio le lanzó un beso antes de irse. Salió, fijándose en que nadie se diera cuenta de que salía del subsuelo un edificio derrumbado. Era un milagro que en los ya siglos que habían pasado desde el apocalipsis zombie todavía hubiera algunos rezagos de las construcciones de los hombres de antaño… pero también jugaba a favor de alguien. Del suyo. Y del de su novio.

“¡Naruto!” alguien lo llamó. Él volteó y vi a un pelirrojo avanzando por la calle. Maldijo su suerte, era Nagato. “¿Dónde diablos estabas? Pensé que te habías escapado del cerco de nuevo para recolectar baratijas.”

“¿Qué? ¡No dattebayo!” se defendió el menor, levantando las manos. “Estaba con Sasuke… estudiando… ¡Sí, estudiando!” le enseñó el libro que llevaba en las manos, haciendo que su pariente levantara una ceja. “El teme me está dando algunas clases particulares para mejorar mis calificaciones” su gesto seguía siendo el mismo. “Por cierto, ¿sabes donde está el siguiente tomo de este libro? Olvidé los míos en la escuela.”

“Creo que tu padre los tiene en la biblioteca, te puedo llevar si quieres” su primo le dijo, señalándole el edificio que había sido parchado más de cien veces. “Me da curiosidad, ¿Qué tienen tú y Sasuke?”

“Tenemos que tener algo?” el Namikaze lo miró. Nagato lo miró como si estuviera tratando de ocultar el sol con un dedo. “Nagato…”

“Por favor, es demasiado obvio. Nadie, ni siquiera Kushina-sama con todo su carácter ha podido hacerte estudiar. De repente comienzas a hacerlo sólo porque Sasuke Uchiha es tu tutor. Eso nos ha hecho pensar a la mayoría… si una fiera salvaje como tu madre no podía asustarte lo suficiente para estudiar ¿por qué un chico sí te motivó? No me tomó mucho tiempo deducir que lo hacías porque es sexy.”

“Bueno… sí es sexy… y ardiente cuando quiere serlo” se sonrojó un poco, bajando la vista. El Uzumaki asintió, por supuesto que había tenido razón. “Me encanta, aparte estudiar después de un polvo es la única manera en la que se me queda la información ttebayo.”

“Me alegro por ti” le dio una palmada en la espalda. “¿Esperas la graduación para pedírselo?”

“¿Pedirle qué?”

“Que se case contigo, claro está” los ojos del rubio se abrieron bastante y se detuvo en sus pasos. “Vamos, sabes que la mayoría espera ese momento para hacerlo, es casi una tradición.”

“Tú no lo hiciste”

“No había conocido a la correcta, pero voy a pedírselo a Konan en la próxima ceremonia” le confesó, sonrojándose un poco. “Tus padres se comprometieron nada más graduarse, también los de él. Tengo miles de otros ejemplos que contar.”

“Eso no significa que todos nosotros tengamos que hacer lo mismo” llegaron al edificio que antes había sido el refugio de sus ancestros, en los primeros días de la plaga. Aparte de él, poco quedaba de lo que antaño fue el mundo de los hombres, al menos en esa área. “Cuando esté listo y seguro, quiero que sea especial. Tan especial como todo lo que yo hago.”

“Todo… ¿incluso tu nacimiento?”

“Que supere mi nacimiento”

“Eso será difícil” entraron en la biblioteca, donde se guardaban los diferentes manuscritos y sus copias. “A ver, el segundo diario de Hashirama Senju, ¿no? Bonito material de lectura, por cierto, aunque no envidio a su esposo. Gran tipo, pero con una historia complicada. Y sufrió mucho con sus alumbramientos.”

“¿Y cómo sabes eso?” Nagato señaló el libro. Claro, tenía que haberlo leído cuando estaba en la escuela para aprobar. “Nagato… ¿puedo hacerte otra pregunta?” él asintió. “¿Cómo es el mundo ahí afuera?” el pelirrojo volteó sorprendido. “Sabes que yo no quiero pasar el resto de mi vida aquí, que quiero salir… a mi edad tú solías decir lo mismo. Aún lo dices, sales todo el tiempo.”

“No es tan glamuroso como una esperaría” contestó el mayor. Había entrenado para explorador desde que se graduó, logrando el objetivo de convertirse en uno de los mejores, con tantas misiones a cuestas que pudo hacerse líder de misiones. “De hecho, la única parte buena es que encontré a Konan.”

“Uno pensaría que no dirías eso” entonces se fijó en un libro que se había caído. “¿Qué se supone que es esto?”

“Ahhh, no lo había visto en mucho tiempo, uno de mis favoritos” lo abrió en una de las páginas, mostrándole la firma que había al final de la página. “el diario de Kagami Uchiha”

“¿Él también tenía uno?”

“Creo que sus padres lo obligaron después de que se metió en problemas grandes o algo así” Nagato se lo entregó. “¿Por qué no te lo llevas también? Tiene algunas cosas extra cortesía de las personas de la segunda generación” negó con la cabeza. “Ellos se parecían un poco más a nosotros, ¿sabes? No conocieron las bondades de la tecnología y…”

“Pero sí tuvieron edificios y otras cosas ttebayo” el rubio se guardó el otro libro también. “Gracias, lo leeré. Siempre me has recomendado cosas buenas para pasar el tiempo, así que… creo que Sasuke y yo podemos compartirlo.”

“Naruto” lo agarró antes de que saliera. “No vayas a hacer ninguna tontería, ¿está bien? Hay un tiempo para todo, te graduarás unos meses después del verano y podrás unirte a nosotros. Cuidaré bien de ti, llegarás a vivir todas las aventuras que quieres. Las tonterías sólo harán que te maten.”

“No haré nada, tranquilo” cruzó los dedos detrás de la espalda. Su primo se lo tragó, saliendo inmediatamente de la escuela. En medio del camino se encontraron con Minato, que andaba de un lado a otro preocupado. “Papá, ¿Qué sucede?”

“Un Zombienamie viene hacia aquí, nos estamos fortificando” lo agarró del brazo. “Tenemos que entrar a los sótanos” Naruto negó con la cabeza. Una horda era una cosa, pero un zombienamie… esas manadas casi no tenían fin, se esparcían por kilómetros. Lo único bueno de ellas es que eran muy raras. “¡Naruto! ¡Tenemos que entrar! ¡Ya todos fueron alertados!”

“¡Sasuke no!” salió corriendo. Minato estuvo a punto de seguirlo, pero alguien le dio un puñetazo en la barriga. Se dobló en dos y sus hombres pudieron arrastrarlo dentro, forcejeando por ir con su hijo.

“¡Suéltenme! ¡Tengo que ir con él!”

“¡Konoha te necesita! ¡Naruto estará bien, ha sobrevivido fuera miles de veces casi sin ayuda!” dijo Kakashi, que participaba del arrastre a pesar de que también tenía la imperiosa necesidad de salir corriendo detrás de quien consideraba su hermanito menor. “Sensei, por favor. Él… él tiene que ir con Sasuke”

“No podrán… esa turba los matará…”

“Sensei, estarán bien” el peliplateado le aseguró antes de cerrar la puerta del refugio subterráneo que los ocultaría de los zombies. Todas las murallas estaban abiertas mientras pasaban para evitar algún daño estructural. “Seguirán su camino como siempre y los encontraremos.”

“Kakashi…” mientras tanto, Naruto llegaba al escondite donde su novio estaba reparando los coches. Era un sitio bastante escondido, pero no infranqueable.

“¡Teme!” Sasuke se volteó para insultarlo, molesto por ser interrumpido. “Métete al auto, no tenemos tiempo” lo empujó dentro de la reforzada carrocería de metal antes de subirse él mismo y asegurar las puertas por precaución. El Uchiha estaba a punto de darle un golpe cuando se explicó. “Zombienami”

“Oh, por…” miró a su alrededor. Esas cosas podían tardar horas en pasar, eran realmente enormes. El deportivo en el que estaban debía ser seguro, al menos en teoría, aunque no quería probarlo. “Crees que…”

“Si es necesario saldremos en el auto” el rubio señaló la puerta del garaje que habían despejado especialmente para su salida. “Se darán cuenta de nuestro plan, pero es un precio pequeño a pagar por nuestras vidas dattebayo” los dos se quedaron inmóviles en medio de esa carroza. “¿Quieres algo de agua? La estaba preparando para nuestro viaje, pero creo que tenemos que mantenernos…”

“Dudo que sea una buena idea justo ahora, usuratonkachi, estaremos atrapados aquí por un buen tiempo. No habrá salidas para ir a la letrina” se quedó muy quieto. “Sólo si lo necesitamos, ¿okay?”

“Como quieras ttebayo” ya se escuchaban los pasos lentos de los zombies afuera, como una manada de búfalos desbocados. “Es la primera vez que vemos un Zombinami. Cuando nací… cuando nací aún no los llamaban así.”

“Bueno, las grandes hordas podrían haber alcanzado esa categoría… aunque causaron más muertes que estos” se pasó al asiento de atrás. “Ya que vamos a estar atrapados aquí por algún tiempo y ninguno de nuestros amigos parece darse cuenta, ¿qué te parece si nos ponemos cómodos?”

“Ohhhh, ¿es esa una invitación a hacer cositas divertidas?” de repente la expresión de Naruto se tornó pervertida. Hacerlo en la parte trasera de un auto, como antes del apocalipsis… iban a ser pioneros. Y por fin podría poner en práctica los concejos de los libros que Kakashi leía (Icha Icha, nunca falta)

“¡No! ¡Pervertido! ¡Estamos en medio de una de las avalanchas zombies más grandes de la historia y lo único en lo que piensas es en…!” por desgracia el otro ya se le había subido encima para cuando terminó de decir esas palabras. “¡Quítate de ahí! ¡Saca tus malditas manos de… ahhh!” las manos de Naruto se colaron al interior de su camiseta, acariciando sus puntos sensibles. “¡Suelta…!”

“No hagas ruido” le susurró. “Podrían escucharnos” una de sus manos fue a los pantalones, metiéndose un poco. El Uchiha se puso de color granate, sintiendo el calor que poco a poco la cercanía iba causándole. “Vamos a hacerlo calladitos…”

“No te atre…” una mano alrededor de su miembro le probó que el usuratonkachi no iba estaba bromeando. Masajeó sus partes sensibles, chupando su cuello ligeramente. “Ehhh, tranquilo. A mis padres no les hará gracia ver una marca en mi cuello. Ahhh… ummmmm… yaaaaa… basta malditoooo”

“Tranquilo, te va a gustar” los ojos de Sasuke se cerraron cuando su camiseta fue levantada. También sus pantalones y ropa interior fueron retirados de su lugar. “¿Sientes, ttebayo?” sí que lo sentía, esa cosa rosando su trasero. “Así es como me tienes por tu renuencia a hacerlo todos los días”

“Sólo digo que… ahhhhh… no en medio de una… ummmm… condenada horda” Naruto lo volteó y besó sus labios. El pelinegro estaba lo suficientemente excitado como para responder, poniendo sus brazos alrededor de él. Sus ropas fueron completamente retiradas y sus pieles chocaron la una contra la otra. El rubio bajó su lengua de su cuello a sus pezones, succionando uno suavemente. “¡Joder, Naruto, quítate!”

“No” siguió bajando hasta llegar a su estómago, lameteando sus músculos abdominales. “Aunque no tengo objeción en cuanto a lo primero” de manera improvisada comenzó a lamer el miembro del Uchiha, que tiró la cabeza hacia atrás, mordiendo sus labios para ahogar los sonidos. “Hummmm…”

“No hagas ningún ruido” le dijo el rubio, dejándolo por un momento. “El sistema de seguridad debe estar actuando y nuestros amigos deben prestarle toda su atención.”

“Usuraton…” no pudo terminar, el otro comenzó a meterse su miembro en la boca, succionando suavemente. Sus ojos se abrieron y levantó una mano para acallarse cuando sintió la lengua caliente en su intimidad. La otra viajó a su cabello, sosteniéndolo y jalándolo un poco. Su novio sonrió zorrunamente, continuando con sus atenciones. Los gemidos se subieron de tono, aún ahogados por la piel de su mano. Finalmente el pelinegro terminó dentro de su boca, jadeando fuertemente. “Te odio…”

“Yo también te quiero ttebayo” lo besó fieramente. Sus dedos viajaron a la boca del otro cuando se separaron, a lo que el Uchiha respondió cubriéndolos de saliva. Naruto los llevó a su entrada, metiendo uno de ellos y buscando el punto que…

“Ahhh!!!”

“Shhhh, nos pueden escuchar” le recordó, ronroneando en su oído. El otro se sorprendió de que hubiera dicho algo tan… inteligente. Supuso que era puro instinto de supervivencia y… ¡oh, diablos! “Creo que tendré que encontrar otra manera de silenciarte.”

“Si te atreves a…” de repente en dedo salió de él. Naruto pescó una tela que estaba guardando por si necesitaba vendar heridas y la utilizó para callarlo. “¡Ummmm!”

“Vamos, así no vas a tener que hacerte más daño” se burló un poco el rubio antes de volver a sentir ese dedo dentro de sí, tocando su punto más sensible. A este se le unieron dos más antes de que se encontró lo suficientemente relajado para seguir con sus juegos. “Ahora respira hondo…”

“Ummmm” su mirada era simple de comprender, quería que terminara rápido con eso

“Por favor, me conoces. No voy a terminar tan rápido” entró de improviso. Esperó unos segundos antes de salir de nuevo, entrando con un nuevo ángulo. Buscó un poco más antes de volver a encontrar ese sitio que volvía loco a su Uchiha, causándole gemidos que eran rápidamente silenciados. “Uffff… me… aprietas…”

“Ummmm…”

“Sí… lo sé… tran… quilo” le susurró al oído sin detenerse. “Ahhhhh… ahhhhh… dios… delicioso… eres tan… rico…” besó sus labios. “Te amo…”

“Ammmmm”

“Te quiero…”

“Ummmmm” demonios, tanto tiempo siendo renuente habían mellado su resistencia. Simplemente no podía aguantar, iba a venirse… diablos, qué humillación… iba a venirse tan rápido. Por suerte para él, el rubio no estaba mejor. Tanto tiempo sin hacer esto lo hacía estar tan… excitado.

“Dios… por Dios…” el Uchiha no se pudo resistir más. Enterró sus uñas en la espalda del otro, estrechándolo contra su cuerpo. Un chorro caliente de semen ensució su estómago. Unas cuantas penetraciones más, el rubio siguió su ejemplo. Ambos jadearon un poco, disfrutando de sus orgasmos. “Ahhhhhh…” se recostó un segundo contra el pecho pálido de Sasuke en lo que recuperaba el aliento. “Te quiero.”

“¡Ummmmm!”

“No hemos terminado y el zombinamie continúa, así que…” se puso encima de nuevo, dispuesto a sacarle el jugo a la oportunidad que le daba ese momento. “Hay que hacer unas cuantas cosas más. Cositas… traviesas”

“¡Ummmmmm!”

“Te dije que no hemos terminado todavía”

-Tres días más tarde-

“Mi niño… ¡Naruto!” Minato buscaba desesperadamente por todas partes a su hijo. Había pasado mucho tiempo en un sótano horrible, pensando lo peor, hasta que el zombienami pasó. “¡NARUTO! ¡¿Dónde diablos estás?!”

“¡Papá!” finalmente el líder de la aldea pudo respirar aliviado. Su hijo parecía bien, estaba acompañado de Sasuke, que cojeaba un poco. “¿Están bien?” Fugaku, a su costado, examinaba a su hijo con mirada crítica. “¿No les pasó nada? ¿Por qué Sasuke cojea?”

“Es que… se cayó mientras huíamos del zombinami” trató de explicar Naruto, sin querer decir que habían pasado tres días enteros en un auto acorazado, haciendo el amor como animales en celo. Habían sido los mejores momentos de su vida, sólo con su amado en la parte de atrás de un refugio tan pequeño… aunque los momentos para ir al baño habían sido un poco incómodos. “Estuvimos escondidos en un camión de los exploradores”

“¿Y qué comieron?”

“Habían unas cuantas frutas que pudimos aprovechar”

“Vaya suerte la de ustedes” Minato abrazó a su hijo por última vez antes de guiarlo a casa, ignorando por completo la mirada que les daba Fugaku. Hummm, quizás no tendría que convencer a su hijo de casarse después de todo.

Notas finales:

¿Qué les pareció? Review!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).