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si yo fuera un chico. (norminah) por Yelow

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NORMANI. POV.

-gracias Andrea- escuche como agradecía por el desayuno. Dinah había venido a casa a recogerme, hoy haríamos las compras para los chocolates que le prometí el día de ayer. Era sábado por la mañana y estaba comenzando muy bien. Bajé las escaleras ya preparada y fui directo a la cocina y me senté junto a mi mejor amiga que tragaba una tostada untada con mantequilla de maní. Sonreí cuando vi una pequeña mancha en la punta de su nariz, Dinah solía ser un poco descuidada cuando comía algo que mamá haya preparado; ella decía que cocinaba como los ángeles, a lo que mamá reía y le regalaba un pequeño beso en la frente.

-toma cielo- mamá me había puesto un plato similar a lo que comía Di, tostadas con mantequilla de maní, huevos revueltos con tocino y un zumo de frutas.

-gracias ma- agradecí cogiendo una servilleta y limpiando la nariz de Dinah que tan solo sonrió con las mejillas sonrosadas y siguió comiendo.

Mamá no tardo en sentarse con nosotras y comenzar una agradable conversación. Papá se encontraba descansando, por lo general solíamos levantarnos tarde los fines de semana y luego del desayuno nos pasábamos el día juntos en casa o bien salíamos a pasear por las calles de Miami.

-gracias Andrea, estuvo todo muy rico, como siempre- menciono Dinah una vez había terminado de comer, regalándole a mamá una sonrisa sincera.

-espero verte otra vez, pronto- le señalo antes de pararnos e ir hacia la salida- te quiero cariño, visítanos más seguido- mamá ya se encontraba rodeándola con sus brazos y dándole besos en la mejilla, mientras Dinah tan solo reía y le correspondía el abrazo a mamá.

Desde pequeñas, mamá siempre vio a Dinah como su segunda hija y siempre le ha demostrado en gran cariño que le tiene.

-lo hare, igual tengo que traer a la princesa de esta casa sana y salva- sonrió una vez se separaron, ganando un asentimiento de cabeza por parte de mamá. No era la primera vez que ella me llamaba así, ya lo había hecho contadas veces antes, pero eso no quería decir que me acostumbrada a ello. Con mis mejillas sonrosadas la tome de la mano y salimos de casa directo a su coche.

Camine con ella de la mano y el agradable calorcito me atrapo en un sentimiento de tranquilidad y comodidad; ella se adelantó para abrirme la puerta del copiloto y me ayudo a entrar con delicadeza, Dinah siempre había sido atenta conmigo, siempre me ayudaba abriéndome la puerta del auto o en otras cosas, siempre lo había hecho sin que yo se lo pidiera. Ya nos encontramos camino al centro comercial y la voz suave de Dinah siguiendo una canción de la radio me saco una sonrisa, su voz era relajante y la balada que estaba cantando hacía que me adormeciera mirando por la ventana y al parecer a ella no le molestaba que echara una cabeceada mientras llagábamos, claro que no paso ya que cuando me di cuenta ya nos estábamos aparcando y Dinah me ayudaba nuevamente al salir del coche.

Me tomo de la mano y me condujo hacia el área de comestibles en donde cogíamos todo lo que necesitaríamos para hacer los chocolates y alguno que otro pastelito, había cambiado de idea la noche anterior y no solo haría los chocolates, luego de que Dinah me llevara a casa y me metiera a la cama. Quería hacer algo nuevo para ella, otra vez me pase casi toda la noche viendo tutoriales de YouTube y sacando lo que necesitaría para hacerlos, claro que ella no sabía que serían chocolates con pastelitos. Desde que había comenzado a hacerle los chocolates me había dado cuenta de que me gustaba mucho esto de la repostería, ya que me gustaba ver cómo es que le brillaban los ojos al probar un dulce hechos por mí. Pensar en eso hizo que una sonrisa naciera en mis labios.

-¿eso es todo?- me pregunto frunciendo un poco el ceño.

-sí, ya está todo lo que necesitamos- le dije cogiendo lo último que nos faltaba en la lista.

Fuimos hacia una de las cajas y pagamos, Dinah pago todo y luego de dejar las cosas en el auto volvimos y nos fuimos a lo que eran las estanterías de ropa.

Oliver jamás me acompañaba a lo que era comprarme ropa, ya que decía que se aburría y que me tardaba mucho en elegir a pesar de que todo lo que yo elegía era lo mismo, Hombres, nunca entenderían la diferencia entre una blusa de color blanca y una blanca nieve, o sea eran diferentes, pero obvio él no lo veía así.

Me coloque la blusa, la falda ya la tenía puesta y Sali del probador, esta era el quinto conjunto que me probaba y me gustaba, más aún cuando Dinah daba su aprobación con esa mirada tan linda que ponía.

-hey, Di ¿tú que dices? - le pregunté apenas Sali.

-wow- fue lo único que dejo salir de su boca cosa que me hizo gracia.

-tomare eso como un: te queda de muerte Mani- reí viendo como ella sacudió su cabeza, no sé en que estará pensando, pero el rojo de sus mejillas era notorio.

-estas hermosa- Dinah se acercó más y me observo de arriba abajo haciendo que mis mejillas se tintaran de un rojo suave- estas wow- termino diciendo con una sonrisa.

-gracias Dj- sonreí con su alago- tú… ¿crees que le guste a Oliver?- pregunte, mirando una vez más el atuendo que tenía puesto, no estaba segura de sí a él le gustaría y la opinión de mi mejor amiga era fundamental. Diablos como ama esta blusa.

-mmm- carraspeo-  Si, estoy segura de que a Simmons le encantara- la voz de Dinah sonó algo raro por lo que levante la mirada de la blusa y le preste atención a ella, pero ella se encontraba con su móvil en la mano y lo miraba con el entrecejo fruncido- ¿nos vamos? Ya se nos está haciendo tarde y aún tengo cosas que hacer.

-si claro- y volví a adentrarme al probador para cambiarme- listo iré a pagar estas cosas y nos vamos- dije una vez había salido, ella tan solo asintió sin despegar su cabeza del móvil.

 

DINAH. POV.

 

Rayos, bufe. La verdad era que no tenía nada interesante en el móvil, pero de alguna manera tenía que desviar mi mirada de la de ella o si no se daría cuenta que estaba enojada. No la entiendo, la mañana había comenzado muy bien, pensé que a ella le pasaba lo mismo cuando sujetaba mi mano, porque por todos los magos esa suave corriente eléctrica no podía ser solo mi imaginación, cada que tenía la oportunidad de sujetar su mano la había sentido y pensé que tal vez esa era alguna clase de señal en todo iba por buen camino, pero ahora sale preguntando ¿si al idiota de Simmons le gustaran aquellas prendas? Pues sí, estaba hermosa y si él no lo veía es que era más idiota de lo que pensaba.

Respire hondo tratando de tranquilizarme. Ok Dj. Quedamos en que no tendríamos pensamientos en los que el idiota de Simmons estuviera involucrado, solo nos concentraremos en Normani.

-¿Dj?- escuche como me llamaban, alce la mirada del móvil y me encontré con Eliza frente a mí y en sus manos llevaba unas bolsas de compras.

-¡Eliza!- exclame levantándome para poder abrazarla- hola.

-hola- sonrió devolviéndome el saludo con un beso en la mejilla- ¿Qué haces por aquí?

-acompaño a una amiga en sus compras- respondí sin perder la sonrisa y es que Eliza era tan linda que con tan solo verla hacia que la sonrisa brotara.

-oh mira, que bien. Yo igual- dijo la rubia mirando a los alrededores- mierda, Lindsey se me volvió a escapar- bufo con una pequeña mueca que era graciosa.

-¿oye, te parece si nos sentamos?- le pregunte señalando el asiento en donde antes me encontraba sentada. Eliza se sentó a mi lado y conversamos por un rato muy animado y la invite a pasar el fin con nosotras, hoy Robin tendría que irse, ya que el lunes comenzaría la U. le haríamos una pequeña despedida, una salida a la playa.

-¿Di?- estaba tan entretenida con la rubia que no me di cuenta en que momento llego Mani.

Voltee a ver a la morena que se encontraba con un par de bolsas en los brazos y me levante al instante para cogerlas yo. Normani me regalo una linda sonrisa y luego desvió su atención a Eliza, quien le sonrió alegremente y se levantó para saludarla.

-hola, soy Eliza- saludo amable, sin borrar su linda sonrisa.

No sé qué pasaba con Mani, pero se veía algo molesta, su ceño medio fruncido daba evidencia de eso. Tardo unos segundos observando a Eliza de pies a cabeza y luego con una sonrisa más que fingida le respondió el saludo a mi rubia amiga- Normani- era lo único que se limitó a responder y luego volteo en mi dirección- ¿nos vamos Di?- pregunto cogiéndome del brazo, entrelazándonos quedando pegada a mi lado- ya termine y aun nos falta hacer algunas cosas- pronuncio con una sonrisa algo… ¿coqueta?. No sabría decir, pero esa sonrisa fue diferente… la verdad era que me encontraba algo descolocada, no sabía cómo interpretar a Mani en este momento. Un carraspeo me hizo volver al presente y ahora, Eliza me veía con una ceja en alto y una sonrisa de medio lado, pero no dijo nada- ¿Di?

-eh, si, ¡sí! Claro- respondí sacudiendo la cabeza- nos vemos más tarde Taylor- sonreí a la Rubia en modo de despedida, recordándole lo de la playa.

-nos vemos allá, Hansen- ella movía su mano de un lado para el otro, despidiéndose en la distancia ya que la morena a mi lado se apresuró en salir de la tienda tirando de mí.

Una vez estuvimos frente al auto ayude a Mani a entrar en este y luego acomode las bolsas en el asiento de atrás y volvimos a casa de la morena en donde ella prepararía esos deliciosos chocolates que ya estaba ansiando comer.

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Unos minutos después de haber llegado a casa de Mani, ella se puso manos a la obra y comenzó a sacar diferentes utensilios para preparar los dulces, ella se vía concentrada en lo que estaba haciendo, yo solo la observar sentada desde la isla que nos separa. Mani se veía hermosa mientras ordenaba por como seria usadas. Lo que llamo mi atención una vez ella termino con las cosas, fue la bolsa con harina de ornear, los huevos y otras cosas que definitivamente no era para hacer chocolates.

-mmm, Mani…- Llame, haciendo que la morena levantara la cabeza y me prestara su completa atención.

-si- fue lo único que salió de sus labios, para después coger la harina y vaciar un poco en un bol de cristal.

-pensé que harías chocolates- dije haciendo que ella se detuviera y volviera a mirarme, dejando los huevos que había cogido hace unos segundos.

-y los hare, pero primero quiero probar haciendo unos pastelitos- explico volviendo a lo suyo, cogió un huevo, lo partió por la mitad y lo hecho sobre la harina para después comenzar a mesclar.

Normani realmente estaba concentraba mientras mesclaba, tan concentrada que no se dio cuenta que se había manchado la mejilla y la nariz con la mescla en el proceso; sonreí viendo aquella imagen y saque mi teléfono móvil, sin que ella se diera cuenta le tome una foto, pero el sonido de la captura fue suficiente para llamar su atención y volver sus ojos hacia mí, que aún tenía el teléfono apuntando hacia ella. La morena frente a mí me miro con los ojos entrecerrados analizando lo que pasaba y luego pasado una fracción de segundo me apunto con el cucharon lleno de mezcla, de forma amenazante, o eso es lo que ella quería hacer ver, pero la verdad era que Normani se vía aún más hermosa con ese gesto de enojo fingido, porque sí, yo sabía que estaba fingiendo.

-¿acabas de sacar una foto?- pregunto.

-eu… no…- respondí con una sonrisa que decía lo contrario.

-Dinah Jane Milika Ilaisaane Hansen Amasio, más te vale que borres esa foto- amenazo con el cucharon que escurría un poco de mezcla.

- ¿o si no, que?- la rete con una sonrisa en mis labios. Los ojos de Normani se agrandaron, al parecer no se esperaba que la retara, pero al instante su cara cambio a una sonrisa y sin que me lo esperara se acercó a mi tan rápido que no me dio tiempo a pensar en nada, y en cuestión de segundos ya me encontraba con la mejilla embadurnada de aquella mezcla. La sonrisa de Normani era divertida, mientras yo aun me encontraba procesando lo que ella acababa de hacer.

-oh, tú no te atreviste Normani Kordei Hamilton- la imite al llamarla por su nombre completo, rayos, ahora me doy cuenta de que mi nombre es realmente largo, pero esto era una declaración de guerra, y en poco tiempo, esta dio inicio.

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-¡no Di, para, para! ¡me rindo, me rindo! - exclamaba la morena bajo mi cuerpo, mientras se retorcía por las cosquillas que le hacía- ¡Di! ¡para! ¡para o me hare pis!- suplicaba entre risas incontenibles.

La verdad era que no quería parar, era la primera vez en meses que teníamos un acercamiento así, pero igual lo hice. Deje de hacerle cosquillas, viendo como poco a poco Mani lograba tranquilizar su respiración. Una vez lo hizo nos quedamos viendo por unos segundos, sus oscuros ojos chocolates estaba clavados en los míos y no sabía que pasaba, pero cada vez podía sentir como su respiración se volvía un poco más agitada y chocaba más cerca de mi rostro.

Estaba a escasos centímetros de sus labios, podía notarlo por el increíble aroma fresco a menta. Mani estaba tan relajada y concentrada observando mis labios, hasta que el moviente brusco que hizo mi garganta al pasar la pesada saliva que se mantenía atorada en esta llamo su atención.

Sus ojos volvieron a los míos y se quedaron ahí por unos segundos y por el contrario, al pensar que se separaría de mi al instante, ella solo sonrió y se acercó un poco más besando mi frente y luego mi nariz, tal y como yo lo había hecho aquella noche en la fiesta.

-¿acaso paso un tornado por aquí?- se escuchó la voz grueso y rasposa de Derrick, el papá de Normani. Y como si fuera poco nos encontró tumbadas en el suelo, una sobre la otra en medio de un desastre.

El gesto de Derrick era serio, nos miraba a cada una y luego miraba la estancia que era un verdadero desastre. Apenas y me di cuenta de su presencia me levante de un salto y ayude a Normani, quien con una sonrisa en sus labios comenzó a sacudir sus prendas.

-hola papi- a Normani parecía no importarle que su padre estaba completamente serio frente a nosotras, se acercó al hombre y lo saludo con un beso en la mejilla, sacándole una pequeña sonrisa, pero volvió a su gesto serio en cuento volvió a fijar su vista sobre mí.

-Dinah- me saludo.

-Derrick- dije extendiendo la mano para saludarlo, pero él solo se quedó viendo mi mano extendida y luego negó con la cabeza.

-¿piensas que así arreglaras las cosas Hansen?- pregunto negando con la cabeza, dio un paso acercándose a mí y luego me envolvió en un agradable abrazo- hola pequeña- dijo con alegría sin soltarme.

-no tan pequeña- la voz suave de Andrea lleno la estancia- mira cuanto a crecido, ya hasta nos pasó a nosotros- dijo con gracia acercándose a nosotros y uniéndose al abrazo.

El sonido de captura hizo que nos separamos, viendo a Normani con su teléfono móvil en la mano y una gran sonrisa en su rostro. La sonrisa en nuestros rostros no tenía ganas de desaparecer. Andrea y Derrick se colocaron a cada lado de mí, rodeándome con sus brazos y posamos para una nueva foto, dejándome en medio de ellos.

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-¿llevas todo?- escuche la voz de Normani detrás mío. Nos encontrábamos de camino a la playa, en donde nos encontraríamos a las chicas.

-si, tú tranquila, llevo todo- respondí virando los ojos, Mani podía ser una completa controladora cuando se lo proponía.

-oye, solo me aseguro de que no se te olvidara nada, siempre te olvidas de algo.

No dije nada, ella tenía razón, siempre me olvidaba de algo, pero esta vez no.

LAUREN. POV.

-¡princesa Sofía!- exclame tomando a la pequeña en brazos, apenas habían llegado y la pequeña mini Camila ya se quería meter al agua.

-¡Lau!- me abrazo por el cuello y soltó una suave risita, escondiendo su cabecita en el hueco de mi cuello, haciéndome reír con ella.

Pasamos así unos segundos más, hasta que los hermosos ojos chocolates de mi morena se engancharon a los míos. Baje a la pequeña morena a la arena y corrió donde Dinah que apenas y estaba bajando del auto junto a Mani.

-hola, Camz…- salude un poco tímida, no sabía que debía hacer o no después del casi beso que nos dimos ayer.

-lolo- sonrió enganchándose a mi cuello, lo que me permitió aspirar el dulce aroma que desprendían sus cabellos. Se alejo unos centímetros y deposito un suave beso en mi mejilla, haciéndome cerrar los ojos y disfrutar de los eternos segundos que sus labios permanecieron en contacto con mi piel- ¿Qué tal estas? - preguntó un poco roja, sus manos jugaban entre si con nerviosismo y su mirada se mantenía baja.

-ahora muy bien- respondí tomando su barbilla y haciendo que levantara la mirada y nuestros ojos conectaran nuevamente, con la mano libre sujete una de las suyas que aún se mantenía jugando y acaricie el dorso de esta con una sonrisa al ver que no le molestaba para nada- eres hermosa- mencione, sus ojos brillaron y sus mejillas se volvieron lava hirviendo de lo rojas que se pusieron- muy hermosa- susurre, y tomando valor deposite un beso en su frente. Sentí como ella cerraba los ojos y una sonrisa grande se plasmaba en su rostro. Ella llevo sus brazos rodeando mi cuello y se quedó abrazándome, mientras mis manos la sujetaban por la cintura y mi cabeza se posaba en la suya.

No sabía cuánto tiempo permanecimos así; ambas habíamos perdido la noción del tiempo, y solo volvimos al presente y ahora cuando la voz de nuestras amigas llamó nuestra atención.

-¿vamos con las chicas?- le pregunte y ella solo asintió con la cabeza, sujeto mi mano y entrelazo nuestros dedos, quedando en una unión perfecta; y, así de la mano llegamos donde nuestras amigas, quienes ya estaban jugando en el agua.

 

ALLY. POV.

-¡vamos Em! ¡por favor, tú y yo! ¿sí? -  pedí por tercera vez, la verdad era que Emily tan solo se había colocado el biquini, pero no había entrado al agua en toda la hora que llevábamos desde que llegamos.

-lo siento Allycat, pero no, no me meteré- respondió como la última vez.

Las chicas estaban armando equipos para jugar a fuercitas en el agua, ya todas tenían pareja, menos yo; pues la única que quedaba libre era Em y la verdad es que no quería a nadie más para compañera.

-¿tienes algún problema con entrar al agua?- pregunte sentándome junto a ella en la toalla. Em, resoplo sin quitar su mirada de donde se encontraban las chicas que ya estaban compitiendo. Ahora que me doy cuenta, el día de ayer tampoco la vi dentro de la piscina y eso me hace pensar que tal vez tiene alguna clase de miedo.

-yo…- menciono, pero segundos después nada volvió a salir de su boca.

-Em…- tomé una de sus manos y le di en suave apretón; como ella lo hizo cuando la detective comenzó la interrogación en el hospital. Emily se mantuvo todo el tiempo conmigo, dándome su apoyo y haciendo que me sintiera segura y protegida. Esa misma sensación era la que yo quería transmitirle, pero si ella no se sentía lista para hablarme de eso no la forzaría- está bien si no quieres hablar de lo que paso y está bien si no quieres entrar al agua; me quedare aquí contigo y ya veremos que hacer- sonreí, logrando que ella me mirada y una pequeña sonrisa apareciera en sus labios rosas.

-gracias- respondió, y yo solo negué con la cabeza divertida, tratando de que no se sintiera rara o incomoda.

-está bien. ¿Qué te parece si vamos por un helado? - le pregunte poniéndome de pie y extendiendo mi mano para ayudarla.

Y así lo hicimos, fuimos por helados y conversamos de como era su vida en el pueblo de donde venia, me contaba alguna que otra cosa de sus madres y de los divertido que era ver a su mamá Ruby consentir en todo a su otra madre, ya que Dorothy estaba con antojos, de esos que dan en la madrugada.

Por lo que me contaba, ella amaba a sus madres y esperaba con mucha alegría a su hermanita.

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-un conejo de cola esponjosa – señalo mirando las nubes. Hace poco nos habíamos recostado en las toallas y ahora nos encontrábamos buscando formas a las nubes. Cabeza con cabeza, dejando nuestros cuerpos de forma invertida.

Sonreí- no, claro que no- la contradije. Ella desvió su mirada a la mía, con el ceño suavemente fruncido y me miraba como si estuviera loca.

-Allycat, es obvio que es un conejito con cola esponjosa- volvió a señalar el cielo- ¿Qué no lo ves? - pregunto como si fuera la cosa más obvia del mundo, pero yo solo quería meterme con ella y molestarla un poco.

-claro que no- ella me volvió a mirar como si estuviera loca. Sonreí de lado viendo cómo es que Emily se mordía el labio inferior para no soltar algún comentario rebuscado o sarcástico, de los que ella soltaba con otras personas, pero no conmigo. Cogí su mano que un se mantenía apuntando al conejito y la escuché suspirar, al parecer dándose por vencida.

 

EMILY. POV,

-¿sabes? Cuando era pequeña, mamá Ruby y yo salimos a pescar en el lago del pueblo. Cada mañana recorríamos un largo tramo del bosque, mirada a donde mirada siempre había un árbol, grande y majestuoso se alzaba sobre nuestras cabezas, me encantaba alzar la mirada y ver como las copas de estos se agitaban con el viento y los pájaros cantaban y volaban libres.  Era algo que hacíamos todos los fines de semana desde que cumplí los siete, ella me enseñaba muchas cosas; gracias a ella y a mamá D´ es que se lo necesario para sobrevivir en el bosque, aunque es algo natural que tengo desde que nací- comencé a contar, no sabía si estaba bien que le dijera algunas cosas, pero sé que puedo confiar en Ally, algo dentro de mí me lo dice, aunque no le diría que era una loba, al menos no aun…- aquella mañana resulto ser tranquila, pescamos una buena cantidad de peces y nos alistamos para volver a casa. Recorrimos el mismo camino por el cual pasamos al principio, pero entonces yo descubrí un “atajo” y sin decirle a mamá, me desvié del camino habitual. Recuerdo que mis manos se aferraban a la pequeña mochila de las chicas super poderosas que siempre cargaba cuando salíamos- sonreí, mamá Dorothy me regalo esa mochila porque en ese tiempo andaba loca por ellas- y después de unos diez o quince minutos de andar, llegue a la cascada de la luna creciente- no sabía si Ally me escuchaba, pero la forma en como su mano presiono con suavidad la mía, me lo dejo claro- la verdad era que esa parte del bosque estaba prohibida, era peligroso ir allí sin compañía adulta, pero yo solo estaba encantada con lo hermosa que era el agua cayendo y el pequeño arcoíris que se formaba por ello. Me acerque un poco más al borde para ver mejor, pero mis pies por alguna razón tropezaron y termine cayendo al fondo- me estremecí volvieron a sentir el vértigo del vacío al caer- las rocas golpearon mi cuerpo, rompiéndome un brazo y raspando el resto de mi cuerpo y rostro. No recuerdo muy bien que paso después, estaba aturdida, tratando de permanecer despierta y salir del agua, pero no tenía la fuerza necesaria; entonces fue cuando vi llegar a mamá Ruby, ella era tan rápida y genial, era la primera vez que la veía así- dije refiriéndome a la primera vez que vi a mamá en su forma lobuna, pero era obvio que eso no podía contárselo a la pequeña morena a mi lado- y de un salto se hundió en el agua y me saco, luego todo se volvió negro y termine despertando en el hospital, con mis madres a cada lado de mi cama. Desde entonces no puedo entrar en el mar, el lago o una tonta piscina, tengo miedo de que esta vez no pueda salir- termine de contar, me sentía tonta y me daba vergüenza que Ally cambiara su forma de verme por lo que le acababa de contar. Me sentía tonta, era la siguiente alfa en la manada y le temía a un poco de agua.

-hey, está bien tener miedo, es algo natural tenerle miedo, pero debes saber cuándo superarlo, no podemos vivir con él siempre, no podemos dejar que nos domine- dijo suave, regalándome pequeñas caricias en la mano- ¿sabes, Em? A mí me paso algo igual cuando era pequeña. Recuerdo que ese estaba paseando con mis padres y mi hermano, pero en un descuido me escape y termine jugando en un lago congelado, y mientras más me iba alejando de la orilla, el hielo se iba debilitando por lo que termine cayendo…- ella se mantenía mirando las nubes y yo me mantenía atenta mirándola y escuchándola- mis padres no supieron nunca cómo es que termine saliendo del agua congelada, pero la verdad es que fue un ángel quien me rescato- sonrió, era la sonrisa más linda que había visto jamás- no la recuerdo muy bien, pero recuerdo sus hermosos e increíbles ojos verdes y su sonrisa blanca como la luna.; y creo que tan bien tenía un perro, este también era majestuoso, pelaje negro, suave y cálido. Mamá y papá nunca me creyeron que un ángel me había salvado, pero ella dijo que siempre estaría a salvo, que debía ser fuerte porque ella siempre estaría conmigo- termino, volteo y se encontró con mis ojos, que no se había despegado de ella- a veces creo es solo producto de mi imaginación, pero sea como fuera, gracias a ello pude perder el miedo y volví al agua.

Por unos minutos nos quedamos en silencio, tan solo nuestras respiraciones eran las que escuchaban, eso y el ruido que hacían las chicas en el agua.

-no te preocupes Em, estaré contigo y juntas superaremos ese miedo- alzo su mano y estiro su dedo meñique. Rayos, esta chica no podía ser más tierna. Entrelazamos nuestros meñiques y cerramos una promesa.

NORMANI. POV.

Estaba molesta, en serio que sí, desde que llegamos a la playa esa tal Eliza no se ha separado de Dinah y lo peor de todo es que nos han ganado todos los juegos. ¡Rayos!

-¡si! ¡las mejores! - reía la rubia mientras abrazaba a Dinah por la espalda. El último juego había sido carreras a caballito y ellas habían ganado.

-es porque la gigantona tiene las piernas largas- decía la Lindsey, la amiga de la rubia.

-y son hermosas- alago la chica que aún se mantenía en la espalda de mi mejor amiga, intercambiando sonrisas, mientras las mejillas de Di se volvían rojas.

-¿y si vamos a descansar un rato?- pregunto Camila, ella estaba al lado de Lauren y su hermanita. Haciendo que las demás chicas asintieran en acuerdo.

No tardamos mucho en salir del agua, y mientras nos íbamos acercando a las toallas me di cuenta del momento en el que se encontraba Ally y Emily; quienes estaban con los meñiques juntos mientras señalaban las nubes.

-hey chicas- llamo Sam haciendo que ellas se levantaran y nos miraran.

-hey…- tal vez Sam no se había dado cuenta que había interrumpido algo, pero las demás sí que lo hicimos.

-¿agua?- pregunto la pequeña morena acercándonos una botella a cada una y rompiendo ese incómodo y pequeño momento de silencio.

Y las aceptamos, nos quedamos conversando entre risas, Emily y San ponían la chipa de diversión en cada cosa que hacían, era seguro que no nos aburriríamos y pasaríamos una gran tarde.

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-¿Ally?- escuchamos que llamaban a nuestras espaldas.


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